Después de la realidad virtual, aumentada y mixta llega una nueva tecnología que promete hacer experiencias mucho más personalizadas en lugares públicos. Te contamos cómo funciona y por qué a algunos les resulta preocupante.
Imagina dos personas mirando una misma pantalla. El monitor es el mismo, pero cada una de ellas ve un mensaje diferente. No llevan gafas, ni casco de realidad virtual, ni usan una aplicación, ¿cómo es posible?
No, no es una fantasía futurista.
La respuesta está en una novedad tecnológica que promete que ciertas experiencias sean mucho más personalizadas: la realidad paralela.
Los usos potenciales de esta tecnología —desde eventos multitudinarios hasta publicidad exterior— son muchos.