Las formas no están en lo Real, pero lo Real está en las formas. El individuo no tiene la potencialidad de descubrir lo Absoluto porque haya alguna relación entre lo Absoluto y la forma del individuo o los factores que constituyen la individualidad independiente de lo Real, sino porque lo Real está presente en el individuo como su esencia o ser.
Que el individuo recurra a sus experiencias individualistas inferiores para llegar a lo Absoluto no es un argumento que justifique la opinión de que el mundo es real en sí mismo. Las experiencias inferiores tienen valor por la conciencia que es su realidad, y esta conciencia no es en modo alguno una parte o contenido del mundo de las formas.
La conciencia no es nunca idéntica a ninguna forma o estado; pero sigue siendo la conciencia la que confiere realidad a cualquier valor que posea cualquier forma o estado. Es cierto que en este mundo tomamos una cosa como el fin y otra como el medio hacia él.