Un Juzgado de Madrid ha declarado la incapacidad permanente y absoluta de una trabajadora de la Facultad de Económicas de la Universidad Complutense de Madrid derivada del síndrome que padece de fatiga crónica y de hipersensibilidad electromagnética y ambiental -por exposición a ondas como las que utilizan los teléfonos móviles-. Si no recuerdo mal, esta es la primera sentencia dictada en España que reconoce que la contaminación electromagnética nos enferma y que puede impedirle a una persona el desempeño de sus tareas habituales como auxiliar de servicio “con adecuado nivel de profesionalidad y rendimiento”.
La Hipersensibilidad a los Campos Electromagnéticos o electrohipersensibilidad era hasta ahora una de las enfermedades de Sensibilización Central, junto con la Sensibilidad Química Múltiple (SQM) o el Síndrome de Fatiga Crónica y la fibromialgia, que pasaban desapercibidas para la mayoría de personas pero ya comienzan a sucederse las sentencias que reconocen el problema pues hace poco sucedió lo mismo con una persona afectada de SQM. No deja de ser paradójico que en España la SQM y la electrohipersensibilidad no sean reconocidas oficialmente como enfermedades cuando en países como por ejemplo Suecia hace ya años que sí lo son. Esperemos que esto se corrija pronto no por afán de coleccionar enfermedades sino porque esto supondrá por fin el cuestionamiento, ya lo supone de hecho, de la sociedad de consumo en la que vivimos y el estilo de vida nocivo que llevamos.
Anteanoche me escribía Pilar Remiro, enferma de estas patologías ambientales que a quienes siguen el blog les sonará, para enseñarme un video casero que han hecho algunas de estas personas:
¿Nos permiten? Queremos dirigirnos a todos para que vean que existimos, mostrar a las familias que se niegan a comprender, a los compañeros de trabajo de personas que intentan mantenerlo sin poder, a los vecinos que no comprenden que no pasa nada por dejar de usar lejía en sus escaleras, a los ayuntamientos que no respetan que en su comunidad haya afectados por estas enfermedades, a todos decirles que detrás de una mascarilla hay una persona que quiere vivir (solo respirar no es vivir ¿se comprende esto?), ya que entre todos refuerzan el aislamiento, a la Sanidad que no nos proporciona medios para vivir la enfermedad con dignidad, es más se gastan ellos el dinero público en recurrir juicios sobradamente ganados por los afectados; dejen de intentar arruinarnos la vida, lo están consiguiendo, pero nosotras queremos vivir; niegan la realidad de estas patologías y la gran discapacidad metabólica y funcional que conllevan.
No hay más que ver el video y se ve claramente la dificultad y el esfuerzo por dar con las palabras adecuadas por los problemas neurocognitivos (deficiencias en la capacidad de atención, capacidad de procesar información auditiva, memoria verbal y visual, así como en el tiempo de reacción, la fatiga provocada por esfuerzos físicos pueda ser crucial para explicar el deterioro cognitivo).
Los gestos que en cada una van cambiando entorpeciendo la comunicación, el deterioro físico, hay un contraste que parece importante que se vea, no siempre estamos igual, hay momentos de aparente normalidad que nos permiten leer, hablar, pensar como si no nos pasara nada. Hacer este video supuso un problema ya que nos sometió a una prueba de sobrecarga que nos ha supuesto muchas horas de cama ausentes del mundo (la invalidez impuesta por la fatiga). Cada una ha explicado su vivencia lo cual no la hace particular, ya que son las vivencias que se repiten cada día en la vida de las y los afectados por las enfermedades de Sensibilización Central, ante estas vivencias el Gobierno sigue mirando para otro sitio, sin preguntarse si esto es una forma de eutanasia, para quien piense que esto es una exageración, solo tiene que pensar que lo que estamos pidiendo para que no sea así son habitaciones “blancas” en los hospitales, personal cualificado, médicos preparados.
Acaben de una vez con esta tortura, sean serios y responsables, por favor, si no están dispuestos dejen su sitio y que lo ocupe quien de verdad tenga respeto por la vida. La sociedad esta expuesta a enfermar por no tomar las medidas adecuadas.
Más info: En el libro La salud que viene.