- Posar el Curiosity en Marte ha sido la misión más difícil que ha llevado a cabo la NASA hasta la fecha.
- La Mars Science Laboratory durará dos años terrestres y ha costado 2.500 millones de dólares.
- Se ha sabido que el robot ha tocado suelo marciano, y que todo ha salido bien, unos 14 minutos después de que lo haya hecho
La alegría se ha desbordado entre los miembros del equipo que participan en la misión Mars Science Laboratory. La llegada ha sido un éxito. Tanto, que el presidente Obama no ha querido dejar pasar la oportunidad de felicitar por el éxito, y ha calificado de «hazaña tecnológica sin precedentes» la llegada de Curiosity a Marte.
«El exitoso descenso de Curiosity –el laboratorio robotizado más sofisticado que logra posarse en otro planeta– constituye una hazaña tecnológica sin precedentes que permanecerá en el futuro como un momento de orgullo nacional» para Estados Unidos, dijo el mandatario a través de un comunicado.
7:56. Curiosity acaba de colgar en su cuenta de Twitter la segunda imagen que ha tomado en Marte: la sombra de sí mismo sobre la superficie marciana.
7:39. ¡¡¡Curiosity ya está en la superficie de Marte!!! La maniobra de aterrizaje ha sido perfecta.
7:35. El paracaídas se ha desplegado correctamente. ¡4 minutos para tocar suelo marciano!
7:32. ¡Curiosity ha entrado en la atmósfera! Comienzan los siete minutos de terror…
7:28. La etapa de crucero se ha completa, y ahora el cohete que lleva a Curiosity se está acelerando para poder hacer resistencia a la atmósfera de Marte.
7:26. El vehículo orbital Mars Odissey ya está en posición de escuchar y transmitir a la Tierra durante la entrada y descenso de Mars Science Laboratory.
Los datos de la misión
La misión científica más ambiciosa llevada a cabo hasta la fecha comienza, si todo sale según lo previsto, a las 7:31 hora española de hoy, 6 de agosto de 2012. Este es el momento en el que está previsto que aterrice sobre la superficie marciana Curiosity, el robot diseñado para detectar, entre otras cosas, restos de la existencia de vida en el Planeta Rojo.
Se prevé que los científicos de la NASA sepan si el robot logró pisar suelo marciano unos 14 minutos después de haberse posado, en razón del tiempo que tarda la señal en recorrer la distancia entre Marte y la Tierra.
El grueso de los equipos están reunidos en el Jet Propulsion Laboratory (JPL) de Pasadena (California, oeste de EEUU), que conduce la misión. «Curiosity permanece en buen estado con todos sus sistemas operando según lo esperado», afirmó la agencia espacial estadounidense en un comunicado. Así, el vehículo continúa hoy «en perfectas condiciones» su aceleración a 3.600 metros por segundo hacia la meta de su travesía de 566 millones de kilómetros y una compleja maniobra de descenso en Marte.
La maniobra de aterrizaje, que se puede seguir gracias a la retransmisión en directo de la NASA, y que Teinteresa ofrece a sus usuarios, es compleja y delicada; tanto, que los científicos que participan en la misión Mars Science Laboratory, han hablado de ella como de los «siete minutos de terror».
«Posar el Curiosity en Marte es la misión más difícil jamás intentada por la NASA en la historia de la exploración robótica planetaria», ha señalado John Grunsfeld, director adjunto de la NASA para misiones científicas.
A diferencia de las sondas anteriores, Curiosity, con sus 900 kg, es demasiado pesado para que el impacto sea amortiguado por bolsas de aire. Por eso, los ingenieros diseñaron un tipo de «grúa» conretrocohetes que llevarán al robot con cuerdas de nylon en los segundos finales del descenso.
Pero antes de eso, la nave espacial habrá vivido siete minutos de descenso peligroso y vertiginoso en los que su velocidad se reducirá de 21.243 km/h en el momento de entrada en la atmósfera a 2,74 km/h, según Grunsfeld.
Los siete minutos de terror
El jefe de la operación de Entrada, Descenso y Aterrizaje (EDL, por sigla en inglés) de la misión, Adam Steltzner, señaló en rueda de prensa que el equipo en el centro de operaciones de Pasadena, California, «está racionalmente confiado, emocionalmente aterrorizado y listo» para la compleja operación de aterrizaje.
«Los controladores decidieron esta mañana no utilizar la sexta y última oportunidad en el calendario de la misión para un maniobra de corrección de vuelo», explicó el más reciente boletín informativo de la misión
Curiosity ha comenzado ya a acelerar a medida que se acerca a la la órbita de gravedad del planeta, donde alcanzará los 21.200 kilómetros por hora.
Una vez que entre en la atmósfera de Marte, cien veces menos densa que la de la Tierra, comenzarán los llamados «siete minutos de terror» de su complejo descenso sobre Marte.
La fricción atmosférica por sí misma no es suficiente para frenar el descenso, por lo cual a unos 11 kilómetros de la superficie marciana se desplegará el paracaídas supersónico de 16 metros de diámetro, el más grande que haya construido la NASA.
En ese momento el paracaídas, que pesa unos 45 kilogramos, estará soportando una fuerza de 29.500 kilogramos, y aminorará la velocidad de descenso a unos 320 kilómetros por hora.
Los otros vehículos exploradores enviados a Marte descendieron en la superficie del planeta rodeados de grandes globos que amortiguaron el impacto, pero el tamaño y peso del Curiosity requiere un método diferente de descenso.
Cuando la cápsula esté a unos 8 kilómetros del suelo se soltará el escudo térmico, como la tapa de una sartén invertida, dejando al descubierto la «panza» del vehículo, desde la cual las cámaras tomarán imágenes de alta resolución, y un radar ayudará en la navegación hasta el punto elegido para el descenso.
Los ocho cohetes en los ángulos del aparato seguirán frenando la aproximación y cuando esté a unos 20 metros del suelo, se abrirá la reja que sostiene al Curiosity y ése se descolgará mediante una grúa.
Doce segundos antes del contacto, Curiosity desplegará sus seis ruedas neumáticas en los extremos de patas articuladas y descansará en Marte.
Una vez que se alivie el peso, la grúa cortará los cables y su soporte flotante saldrá disparado hasta alrededor de un kilómetro donde se perderá, dejando al Curiosity de cara al suelo en el cual buscará indicios de vida.
En una metamorfosis desde que ingrese en la atmósfera marciana, la cápsula pasará en 420 segundos de cono envuelto en temperaturas de casi 900 grados Celsius, a grúa flotante sobre ocho cohetes, y a algo parecido a una araña mecánica cuando se pose suavemente en el cráter Gale.
España aporta a esta misión la estación medioambiental que medirá, entre otros, la temperatura del suelo, aire, presión, humedad y radiación ultravioleta, y una antena que facilitará el envío de datos y pondrá directamente en contacto el explorador con la Tierra.
La atmósfera de Marte, compuesta mayormente de dióxido de carbono con trazas de nitrógeno y carbono, es cien veces menos densa que la de la Tierra, que es una mezcla de nitrógeno, oxígeno y otros gases.
Los marcianos, los primeros en ver a Curiosity
La sonda espacial europea Mars Express, uno de los tres satélites de Marte, prestará asistencia a la NASA durante la delicada llegada de Curiosity, el lunes al planeta rojo, ha explicado Michel Denis, responsable de los operativos de vuelo.
El orbitador de la Agencia Espacial Europea (ESA) orientará sus antenas hacia la trayectoria de la nave espacial Mars Science Laboratory (MSL) que transporta a Curiosity. Mars Express podrá así seguir al MSL durante veinte minutos antes de que entre en la atmósfera marciana y que la atraviese, «prácticamente hasta que toque el suelo marciano» dijo Michel Denis.
Mars Express grabará una señal de radio indicando como se desarrolla el «aterrizaje», completando así los datos recogidos por los dos satélites estadounidenses de Marte, Mars Odyssey y Mars Reconnaissance Orbiter (MRO).
Apenas Curiosity toque el suelo, la señal captada por Mars Express será enviada hacia la Tierra.Si todo sale bien, las informaciones registradas por Mars Express permitirán a los científicos profundizar sus conocimientos sobre la atmósfera del planeta rojo. Si la operación de alto riesgo fracasa, los datos registrados permitirán analizar las causas y mejorar la preparación de futuras misiones.
En cualquier caso, la fase crítica de siete minutos de descenso, tras la entrada en la atmósfera de MSL, concluirá antes de que las señales que indican la entrada de la nave en la atmósfera lleguen a la Tierra. En efecto, se necesitan casi 14 minutos para que una señal proveniente de Marte alcance la Tierra.
Así, mientras el suspenso estará en su punto máximo para los responsables de la NASA en Pasadena, California, «los marcianos ya conocerán el final de la película», dijo Michel Denis con picardía.
La red de antenas de suelo de ESA estará también lista para proporcionar «funciones de emergencia» en caso de avería de la red de seguimiento en el espacio lejano de la NASA, dijo la agencia en un comunicado.
Finalmente, una vez que Curiosity se encuentre en la superficie de Marte, Mars Express servirá como un relevo adicional, en caso de avería o de insuficiencia de los orbitadores estadounidenses, convirtiendos así en un«servicio de asistencia europea», añadió el comunicado.
Cráter de Gale
Después de viajar 570 millones de kilómetros, recorridos desde el pasado 26 de noviembre de 2011, y con una inversión de 2.500 millones de dólares, la misión que transporta al Curiosity llegará a Marte, en concreto a la zona del cráter de Gale, cerca de monte de Sharp (5.000 m).
El cráter Gale es uno de los sitios más bajos de Marte, y los científicos creen que era el punto convergencia de varios ríos que fluían antes en las montañas de los alrededores.
La montaña Sharp contendría también una valiosa información sobre el pasado en sus capas sedimentarias. «Cuando nos posemos, habremos iniciado una nueva era de exploración espacial de la superficie de otro planeta», dijo John Grotzinger, científico del MSL.
El experto, que llamó a Marte un «planeta que es como un primo de la Tierra», confió en que Curiosity responderá muchas interrogantes, entre ellas, por qué Marte se volvió un lugar tan seco. «Tenemos mucha investigación geológica interesante por delante», dijo.