Archivo por días: octubre 8, 2015

¿Cuáles son los peores (y los mejores) países del mundo para morir?

La muerte es compañera indisoluble de la vida. Quien más, quien menos, a todos nos preocupa envejecer. Pero si vives en República Dominicana o en Guatemala, estás entre los países con la peor calidad de muerte del mundo.

Ciertamente, los cuidados que obtendrás en tu fase terminal -cuidados paliativos- serán mucho peores allí que los que recibirías en otros lugares del mundo.

Para llegar a esta conclusión, The Economist Intelligence Unit (EIU) analizó en su último » Índice de Calidad de Muerte» cómo es la medicina paliativa en 80 países de diferentes continentes.

En esta investigación, tuvieron en cuenta cinco categorías en medicina paliativa: calidad, accesibilidad, entorno, recursos humanos y participación de la comunidad.

¿Cuáles fueron los que sacaron peor (y mejor) puntuación?

República Dominicana y Guatemala: entre los peores del mundo

«Hemos observado cambios sin precedentes en la manera en la que el mundo está envejeciendo. Hoy en día, hay más personas de 65 que de 5 años», dice Stephen Connor, del Worldwide Hospice Palliative Care Alliance (WHPCA).

Efectivamente, a medida que la sociedad envejece, se vuelve más necesario proporcionar servicios paliativos de calidad.

Y la estrategia – o falta de estrategia- gubernamental juega un papel fundamental en este propósito.

«La aplicación de políticas nacionales es esencial», cita el informe del EIU.

Los casos de República Dominicana y Guatemala resultan preocupantes -ocupan los puestos 75 y 74 de la lista global- y están en el mismo grupo que Irak, Egipto, Filipinas y Rumanía, en la categoría que mide el «entorno paliativo».

La nota tan baja, según el informe, se debe a que «ninguno de estos países cuenta con una estrategia gubernamental de desarrollo y promoción de cuidados paliativos».

Colombia y Argentina también suspenden en la categoría de entorno, ya que en ambos casos, «aunque sí existe un plan del gobierno, el enfoque no está claro y se limita a una mera declaración de intenciones, sin grandes logros obtenidos».

Sin embargo, Argentina obtiene un puesto más alto en otros aspectos del ránking y es el sexto de la región latinoamericana.

Otros paíes como Cuba, Uruguay, Ecuador y México obtuvieron notas relativamente aceptables, en los puestos 36, 39, 40 y 43 del ranking global, respectivamente.

Por otra parte, la situación de España -puesto 23 de entre todos los países- resulta interesante por el impacto positivo de su estrategia nacional, que ha hecho posible el aumento de un 50% de equipos de cuidados paliativos y la unificación de políticas regionales.

Chile, a la cabeza de América Latina

Hay tres países del continente americano que también destacan por su buena nota: Chile (27), Costa Rica (29) y Panamá (31).

Según asegura el presidente de la Asociación Latinoamericana de Cuidados Paliativos (ALCP), Eduardo Yanneo, el éxito de Chile -el tercero en el continente americano, después de EE.UU. y Canadá- se debe a que «cuenta con uno de los programas más antiguos, apoyado por el gobierno desde el principio».

El caso de Panamá también llama la atención porque, a pesar de que tener ingresos más limitados que otros países y falta de estructuras, su resultado, en proporción, es muy positivo.

Según The Economist, esto se debe a que los cuidados paliativos son una de las prioridades del programa sanitario panameño -un caso similar al de Mongolia y Uganda.

Las conclusiones globales del «Índice de Calidad de Muerte» de este año -la primera edición fue publicada en 2010- sitúan a la cabeza del listado general a Reino Unido, Australia, Nueva Zelanda, Irlanda y Bélgica.

Por el contrario, los peores países para morir son China, Botswana e Irán, seguidos por Guatemala y República Dominicana.

Población envejecida

La proporción de población envejecida y de casos terminales por cáncer o cardiopatías está aumentando en muchos países.

Y los cuidados paliativos tienen, cada vez más, una relevancia mayor, explica el EIU en su investigación.

También hay que tener en cuenta la «demanda», reza el informe.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los cuidados paliativos «mejoran la calidad de vida de los pacientes y de sus familiares, proporcionando tratamientos para el dolor y otros problemas -físicos, psicosociales y espirituales».

Y es aquí cuando el caso de China llama la atención; es una de las sociedades más envejecidas del mundo y, al mismo tiempo, uno de los peores lugares del mundo para morir.

Sin embargo, «incluso los países que ocupan los puestos más altos del ránking, se ven en la cuerda floja a la hora de proporcionar los cuidados paliativos adecuados para cada ciudadano». asegura el informe.

«A pesar de los avances, falta mucho por hacer», advierte.

Foto: Agencia Uno

http://www.24horas.cl/noticiasbbc/cuales-son-los-peores-y-los-mejores-paises-del-mundo-para-morir-1807134

¿Cuáles son los peores (y los mejores) países del mundo para morir?

cuidados paliativosImage copyrightthinkstock
Image captionEl llamado «Índice de la Calidad de Muerte» clasifica a los paises según sus servicios paliativos. ¿En qué países del mundo es mejor morir?

La muerte es compañera indisoluble de la vida. Quien más, quien menos, a todos nos preocupa envejecer. Pero si vives en República Dominicana o en Guatemala, estás entre los países con la peor calidad de muerte del mundo.

Ciertamente, los cuidados que obtendrás en tu fase terminal -cuidados paliativos- serán mucho peores allí que los que recibirías en otros lugares del mundo.

Para llegar a esta conclusión, The Economist Intelligence Unit (EIU) analizó en su último « Índice de Calidad de Muerte» cómo es la medicina paliativa en 80 países de diferentes continentes.

En esta investigación, tuvieron en cuenta cinco categorías en medicina paliativa: calidad, accesibilidad, entorno, recursos humanos y participación de la comunidad.

¿Cuáles fueron los que sacaron peor (y mejor) puntuación?

República Dominicana y Guatemala: entre los peores del mundo

peores paises para morir

«Hemos observado cambios sin precedentes en la manera en la que el mundo está envejeciendo. Hoy en día, hay más personas de 65 que de 5 años«, dice Stephen Connor, del Worldwide Hospice Palliative Care Alliance (WHPCA).

Efectivamente, a medida que la sociedad envejece, se vuelve más necesario proporcionar servicios paliativos de calidad.

Y la estrategia – o falta de estrategia- gubernamental juega un papel fundamental en este propósito.

«La aplicación de políticas nacionales es esencial», cita el informe del EIU.

Los casos de República Dominicana y Guatemala resultan preocupantes -ocupan los puestos 75 y 74 de la lista global- y están en el mismo grupo que Irak, Egipto, Filipinas y Rumanía, en la categoría que mide el «entorno paliativo».

La nota tan baja, según el informe, se debe a que «ninguno de estos países cuenta con una estrategia gubernamental de desarrollo y promoción de cuidados paliativos».

Mejores países para morir en América Latina

Índice de Calidad de Muerte

  • 1. Chile 58,6%
  • 2. Costa Rica 57,3%
  • 3. Panamá 53,6%
  • 4. Argentina 52,5%
  • 5. Cuba 46,8%
Getty

Peores países para morir en América Latina

Índice de Calidad de Muerte

  • 1. República Dominicana 17,2%
  • 2. Guatemala 20,9%
  • 3. Colombia 26,7%
  • 4. Perú 36%
  • 5. Puerto Rico 40%
Thinkstock

Colombia y Argentina también suspenden en la categoría de entorno, ya que en ambos casos, «aunque sí existe un plan del gobierno, el enfoque no está claro y se limita a una mera declaración de intenciones, sin grandes logros obtenidos».

Lee: Colombia finalmente aprueba primera eutanasia a paciente con cáncer terminal

Sin embargo, Argentina obtiene un puesto más alto en otros aspectos del ránking y es el sexto de la región latinoamericana.

Otros paíes como Cuba, Uruguay, Ecuador y México obtuvieron notas relativamente aceptables, en los puestos 36, 39, 40 y 43 del ranking global, respectivamente.

Por otra parte, la situación de España -puesto 23 de entre todos los países- resulta interesante por el impacto positivo de su estrategia nacional, que ha hecho posible el aumento de un 50% de equipos de cuidados paliativos y la unificación de políticas regionales.

Chile, a la cabeza de América Latina

Hay tres países del continente americano que también destacan por su buena nota: Chile (27), Costa Rica (29) y Panamá (31).

Según asegura el presidente de la Asociación Latinoamericana de Cuidados Paliativos (ALCP), Eduardo Yanneo, el éxito de Chile -el tercero en el continente americano, después de EE.UU. y Canadá- se debe a que «cuenta con uno de los programas más antiguos, apoyado por el gobierno desde el principio».

El caso de Panamá también llama la atención porque, a pesar de que tener ingresos más limitados que otros países y falta de estructuras, su resultado, en proporción, es muy positivo.

Según The Economist, esto se debe a que los cuidados paliativos son una de las prioridades del programa sanitario panameño -un caso similar al de Mongolia y Uganda.

Las conclusiones globales del «Índice de Calidad de Muerte» de este año -la primera edición fue publicada en 2010- sitúan a la cabeza del listado general a Reino Unido, Australia, Nueva Zelanda, Irlanda y Bélgica.

Por el contrario, los peores países para morir son China, Botswana e Irán, seguidos por Guatemala y República Dominicana.

mejores paises para morir

Población envejecida

La proporción de población envejecida y de casos terminales por cáncer o cardiopatías está aumentando en muchos países.

Y los cuidados paliativos tienen, cada vez más, una relevancia mayor, explica el EIU en su investigación.

También hay que tener en cuenta la «demanda», reza el informe.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los cuidados paliativos «mejoran la calidad de vida de los pacientes y de sus familiares, proporcionando tratamientos para el dolor y otros problemas -físicos, psicosociales y espirituales».

cuidados paliativosImage copyrightGetty
Image caption«La aplicación de políticas nacionales es esencial para el éxito de la medicina paliativa»

Y es aquí cuando el caso de China llama la atención; es una de las sociedades más envejecidas del mundo y, al mismo tiempo, uno de los peores lugares del mundo para morir.

Sin embargo, «incluso los países que ocupan los puestos más altos del ránking, se ven en la cuerda floja a la hora de proporcionar los cuidados paliativos adecuados para cada ciudadano». asegura el informe.

«A pesar de los avances, falta mucho por hacer», advierte.

Los cuatro malvados pitufos que usan tu celular sin que te des cuenta

El chistoso nombre que le han puesto a estas herramientas de espionaje no se corresponde con lo que son capaces de hacer.
Image captionEl chistoso nombre que le han puesto a estas herramientas de espionaje no se corresponde con lo que son capaces de hacer.

Que las paredes tienen oídos es algo que sabemos porque lo dicen, bajito, en las películas de espías. Una frase caída en desuso. Lo que ahora tiene oídos (y ojos) es el celular que tienes en el bolsillo. Y no sólo eso: tiene pitufos que trabajan para el Gobierno.

Sí, pitufos, que controlan tu teléfono mejor que tú.

Esos duendecillos azules que creíamos que vivían en los cómics para niños, en el siglo XXI son capaces de encender tu teléfono, grabar tus conversaciones de sobremesa, sacarte una fotografía cuando piensas que eres tú quien retrataba algo o localizar el punto exacto donde te encuentras.

Lea también: El provocador primer tuit de Edward Snowden

Son «trabajadores» de los servicios de inteligencia y no necesitan romper la puerta de tu casa para espiarte.

Eso es, al menos, lo que le explicó Edward Snowden al programa Panorama de la BBC desde Moscú, donde vive exiliado desde que reveló en 2013 que no hacía falta cometer crímenes para ser espiado, ya que el gobierno de EE.UU estaba vigilando masivamente a la ciudadanía a través de sus comunicaciones digitales.

Snowden reveló cómo los servicios secretos de EE.UU y de Reino Unido, por ejemplo, están invirtiendo una gran cantidad de dinero en tecnología para vigilar masivamente las comunicaciones privadas de los ciudadanos.

Lea también: Senado de EE.UU. bloquea ley para frenar recolección masiva de datos de la NSA

Y aquí entra en juego lo que estos servicios llaman chistosamente «suite Pitufo».

Y cada uno tiene un papel:

  • Pitufo Soñador

El «espía» pitufo soñador es una herramienta de «hackeo» que permite encender y apagar el teléfono sin que el usuario lo sepa.

¿Con qué fin?

Que entren en escena el resto de pitufos.

  • Pitufo Fisgón
Uno de sus Image copyrightTHINSTOCK
Image captionUno de sus «pitufos» se encarga de que la presencia de espionaje no deje huellas en los aparatos.

Una vez que el teléfono está encendido, puede actuar por ejemplo este «pitufo», un código que «activa el micrófono del aparato» para que puedan escuchar todo lo que esté sucediendo alrededor.

  • Pitufo Rastreador

Es una herramienta de geolocalización«que permite seguirte con una gran precisión», apunta Snowden. Más que con la se obtiene «con la típica triangulación de las torres de telefonía celular».

  • Pitufo Paranoico

Este pitufo es el que se encarga de cubrir a todos los demás, de tapar sus huellas.

Snowden cuenta que «es una herramienta de autoprotección» del sistema, que se utiliza «para blindar la manipulación de tu teléfono».

Un simple mensaje SMS, que se quedará oculta, permite a los servicios de inteligencia colarse en los celulares.Image copyrightTHINSTOCK
Image captionUn simple mensaje SMS, que se quedará oculta, permite a los servicios de inteligencia colarse en los celulares.

Y pone un ejemplo: «Si quieres llevar a reparar el teléfono porque viste que algo extraño está pasando o porque sospecha que algo anda mal, esta herramienta hará mucho más difícil a cualquier técnico» saber qué es lo que ha estado sucediendo en ese celular.

Saber que ha estado siendo controlado por un increíble grupo de «pitufos».

Cómo se introducirían en tu celular

Para introducirse en tu celular, los servicios de inteligencia utilizan un mensaje sms que pasa desapercibido, relata Snowden.

Técnicamente, «se llama un exploit», cuenta. «Es un mensaje especialmente diseñado que se envía como cualquier otro, pero cuando llega a tu teléfono se oculta».

Así de fácil, un mensaje y ya el teléfono no es exclusivamente suyo.

«Usted pagó [por el teléfono] pero el que controla el software» es que el posee realmente el aparato, sentencia.

Y el poseedor si eso ocurre es Papá Pitufo. Es decir, el Gobierno.

Y «no hay mucho» con lo que puedas defenderte, zanja Snowden.

Edward Snowden entregó pruebas a la prensa de que los servicios de inteligencia de EE.UU estaban realizando un espionaje masivo e indiscriminado a los ciudadanos.Image copyrightAFP Getty Images
Image captionEdward Snowden entregó pruebas a la prensa de que los servicios de inteligencia de EE.UU estaban realizando un espionaje masivo e indiscriminado a los ciudadanos.

http://www.bbc.com/mundo/noticias/2015/10/151006_pitufos_telefono_celular_espia_jm

«No se dejen llevar por las narices de los zurdos»: el video del Papa que indigna a las víctimas de abuso sexual en Chile

El papa Francisco y el cardenal chileno Ricardo Ezzati en el VaticanoImage copyrightAP
Image captionLa situación en Osorno ha marcado las relaciones del papa Francisco con a jerarquía católica chilena. Aquí con el arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzatti, quien está siendo demandado por no haber detenido los abusos cometidos por el sacerdote Fernando Karadima.

«Conocemos el video», le dijo este lunes a BBC Mundo Ciro Benedittini, vicedirector de la oficina de prensa del Vaticano. «Pero preferiría no comentarlo».

Se refiere a un video de 1 minuto y 20 segundos grabado el 6 de mayo por un feligrés argentino en Roma y emitido este fin de semana, casi cinco meses después, por la televisión chilena.

En las imágenes, el Papa le responde en duros términos al diácono chileno y secretario general de la Conferencia Episcopal de Chile Jaime Coiro, quien le acaba de consultar en audiencia pública por la Iglesia de la ciudad de Osorno «que está rezando y sufriendo por usted».

«Osorno sufre, sí; por tonta», le responde Francisco.

Y agrega: «Piensen con la cabeza y no se dejen llevar por las narices de todos los zurdos».

Su repuesta a la polémica que no cesa desde que designó a Juan Barros como obispo de la diócesis de Osorno, una ciudad del sur de Chile donde viven unas 145 mil personas.

Vea el video con las declaraciones del Papa en YouTube

Apoyo y protestas

Barros fue cercano colaborador de Fernando Karadima Fariña, un prominente sacerdote a quien el Vaticano condenó en 2010 » a una vida de oración y penitencia» por su autoría en abusos sexuales contra menores.

Lea también: Juan Barros, el obispo de Chile al que sus feligreses le piden la renuncia

Juan BarrosImage copyrightAP
Image captionLa designación de Juan Barros como obispo de Osorno ha sido objeto de polémica.

El obispo perteneció a la parroquia donde Karadima cometió los delitos, que fueron reconocidos tanto por el Vaticano y la justicia chilena.

Pero asegura que «nunca se le pasó por la cabeza» lo que allí ocurría y que ya se había distanciado del sacerdote antes de su condena.

Los dichos de Barros, sin embargo, no han detenido las manifestaciones, que se repiten todas las semanas en Osorno con distinta intensidad.

Y aunque algunos sectores de la Iglesia, como la congregación de los sagrados Corazones, se han sumado a las peticiones de que renuncie, también cuenta con un fuerte respaldo dentro de la institución: a su toma de posesión asistieron 12 de los 31 obispos en ejercicio en Chile.

Protestas en OsornoImage copyrightEPA
Image captionLa designación ha generado constantes protestas en Osorno.

En el video de la polémica, el Papa Francisco le da todo su apoyo.

«Yo soy el primero en juzgar y castigar a alguien que tiene acusaciones de ese tipo. Pero, ¿en este caso? Ni una prueba. Al contrario» dice, levantando el índice.

Grabado en un iPad

Jaime Coiro, el diácono que le hizo la consulta al Pontífice afirma que le comunicó el intercambio que tuvo con Francisco a los obispos en cuanto regresó a Chile.

Meses después, «el 22 o 23 de junio», relata, recibió por correo electrónico el video, grabado por el argentino Rodolfo Sykora en su iPad.

Osorno sufre, sí; por tonta. Piensen con la cabeza y no se dejen llevar por las narices de todos los zurdos».

Francisco

Sykora le contó a la prensa chilena que hizo el registro por casualidad y que se lo envió Coiro con una clave.

El diácono asegura que no sabe cómo se filtró a los medios.

Pero conocido el video, el obispo Barros emitió una declaración: «Tengo mucha gratitud por el apoyo del Papa» y «rezo para que todos colaboremos en paz por el bien de Osorno».

Mientras que Marie Collins, sobreviviente de abusos de un sacerdote y miembro del Panel que asesora el Papa en la materia, se declaró «triste y desalentada»tras ver el video.

«Ni una prueba»

En el video, el Papa afirma categórico: «La única acusación que hubo contra ese obispo fue de-sa-cre-di-ta-da por la corte judicial».

Y, efectivamente, Barros no ha sido objeto directo de ninguna acción judicial.

Juan Carlos Cruz, una de las víctimas de KaradimaImage copyrightAFP
Image captionJuan Carlos Cruz es una de las víctimas de Karadima que acusa a Barros de haberlo encubierto.

«Han sido tantos procesos y tan complejos que no hemos pensado querellarnos contra Barros», le dice a BBC Mundo Juan Carlos Cruz, uno de los tres principales denunciantes de Karadima.

Pero el cuestionado obispo sí fue mencionado por víctimas y testigos en la investigación canónica y judicial, donde prestó declaración por oficio.

En el proceso vaticano, Cruz aseguró que Barros presenció los abusos en su contra y que tenía gran intimidad con Karadima, y que era parte del círculo que lo protegía y le facilitaba el control sobre sus víctimas.

«Se besaban, se toqueteaban. Yo lo he dicho en todas partes», afirma a BBC Mundo.

Y Cruz también reiteró sus declaraciones ante la justicia ordinaria, que acreditó los delitos de Karadima, pero los consideró prescritos.

Obispo BarrosImage copyrightReuters
Image captionLa ceremonia para que Juan Barros asumiera como obispo de Osorno debió acortarse debido a los disturbios.

En su fallo definitivo, los tribunales sólo mencionan a Barros en el testimonio de un sacerdote que describe cómo el cuestionado obispo integraba los «juicios públicos» que Karadima organizaba «para controlar a sus dirigidos» en la parroquia (el fallo vaticano los llama «súbditos sicológicos»), generando el clima que «se prestaba para los abusos».

Y en los próximos días, Barros deberá declarar una vez más ante la justicia, esta vez en la demanda civil que presentaron Cruz y otras dos de las víctimas de Karadima contra el Arzobispado de Santiago, por no haber detenido los abusos.

«Llamamos a Barros a declarar porque fue parte del encubrimiento«, le explica Cruz a BBC Mundo.

Según los laicos que protestan en Osorno, Barros no tiene cargos en su contra porque el Vaticano sólo apunta a los «autores» de delitos, y en el caso de la justicia penal, un posible encubrimiento se encontraría prescrito, igual que los delitos de Karadima.

Los «zurdos» del Papa

En el video, el Papa Francisco también critica a «los zurdos» que son «los que armaron la cosa», en referencia a las protestas en Osorno.

«Yo no soy de izquierda ni de derecha, yo soy alguien que denunció porque nos abusaron. No sé por qué el Papa se empecinó en llevar esto a una zona política. Yo no sé qué le pasó, esto no es de zurdos ni de derecha», dice Cruz.

Obispo BarrosImage copyrightReuters
Image captionBarros le agradeció al Papa por su apoyo.

«Zurdos y tontos, obvio desprecio sectario incompatible con el representante de Cristo», posteó en redes sociales otro de los denunciantes, el médico James Hamilton.

La referencia política, sin embargo, no es nueva en el caso de las protestas contra Barros.

A fines de septiembre, antes de que se publicara el video, Juan Carlos Claret, vocero de los laicos y laicas que piden la salida de Barros, aseguró en una radio informativa que el Papa había recibido la información de que ellos eran «comunistas y encapuchados» y que no tenían relación con la Iglesia.

«Me duele mucho que trate a la gente de Osorno como estúpida, como tonta», dice Cruz.

«Son gente esforzadísima, gente que vive en torno a su parroquia, la mayoría son catequistas, agentes pastorales, comprometidos con su iglesia, y los tratan así».

La falibilidad de Francisco

Papa FranciscoImage copyrightepa
Image captionEl exabrupto ha afectado la imagen del Papa entre algunos chilenos.

¿Y cuánto sabe el Papa del caso Barros?

El video del Papa dio origen a nuevas protestas contra Barros en Osorno y nuevas declaraciones en torno al caso.

Ciro Benedittini, el vicedirector de prensa del Vaticano, dice que hay que considerar las circunstancias.

«Fue una audiencia de tres horas y después saludó a unos cientos de personas», le dijo a BBC Mundo.

Y algo parecido sostiene Fernando Montes, rector de la Universidad jesuita Alberto Hurtado, en Santiago: «Es un exabrupto, es una improvisación hecha al paso en una entrevista pública».

El provincial de la Compañía de Jesús en Chile, Cristián del Campo, aseguró por su parte que las imágenes le confirmaban «que el Papa no está bien informado, porque personalmente no tengo esa impresión de la gente de Osorno».

«Quienes tienen que informarle sobre la situación de Osorno le ha hecho llegar una información que no es verídica», agregó Del Campo.

Aunque distinta opinión tenía en marzo de este año Jaime Coiro, el laico que hizo la pregunta del video en el Vaticano, según confirmó él mismo en redes sociales.

Ante la movilización de laicos y religiosos en Osorno, Coiro decía en marzo pasado en una entrevista tener «absoluta certeza de que el Papa está muy enterado de todo» en relación a Barros.

«¿Por qué él no podría equivocarse?», se preguntó entonces Coiro. «La infalibilidad del Papa no tiene que ver con estos asuntos».

Y agregó :»Él mismo ha dado muchos gestos de humildad, en los cristianos reconocer un error y enmendarlo es lo más propio de la vida de la fe», en relación a la designación de Barros como obispo de la sureña ciudad.

Tenía mucha esperanza, pero esta diatriba demuestra que bajo la máscara de este Papa bondadoso y progresista hay otra cosa».

Juan Carlos Cruz, víctima de abuso
AP

En febrero pasado, Cruz le envió una carta al Papa a través del nuncio apostólico Ivo Scapolo reiterando sus denuncias contra Barros.

Hoy le dice a BBC Mundo que el nuncio le pidió que «dejara de molestar». Lo mismo ha intentado a través del obispo de Boston, Sean O’Malley.

«Tenía mucha esperanza», le cuenta Cruz a BBC Mundo, «pero esta diatriba demuestra que bajo la máscara de este Papa bondadoso y progresista hay otra cosa«.

[youtube]https://www.youtube.com/watch?v=8MJ-arsR7kE[/youtube]

http://www.bbc.com/mundo/noticias/2015/10/151006_chile_papa_video_zurdos_osorno_tonta_karadima_barros_polemica_abuso_sexual_iglesia_aw

EL ORIGEN DEL PAPADO

El despliegue del Papado constituye algo asombroso: nunca había sucedido algo comparable, que una autoridad religiosa, sin medios económicos o militares, se haya convertido en elemento clave (legal y cultural, espiritual y político) de la historia de Europa (y de occidente). Sus orígenes fueron humildes y oscuros: nadie puede señalar el momento en que surgió ni el día en que (bien entrado el siglo II) empezó a regir en Roma un obispo «monárquico», que se sintió responsable de la iglesia (o conjunto de iglesias) de la capital y extendió su influjo en el imperio. Tampoco sabemos el momento en que (entre el siglo III y IV) se presentó como heredero de Pedro y consiguió una autoridad casi jerárquico-imperial sobre gran parte de la cristiandad. Pero el papado surgió y rigió los destinos de Europa occidental desde el siglo VI al XV, conservando hasta ahora gran influjo, como vimos en los funerales de Juan Pablo II y como vemos en la preparación del Cónclave. Por eso es bueno recordar su origen, partiendo de los Doce apóstoles con Pedro y desde la antigua iglesia de Roma.

1. Los Doce apóstoles y Pedro. Jesús instituyó Doce mensajeros para preparar la llegada del «Reino de Dios» en las doce tribus de Israel. Tras la muerte de Jesús, ellos permanecieron en Jerusalén, esperando la conversión de los judíos y la llegada del Reino; pero no llegó como esperaban, ni los judíos en conjunto se convirtieron, de manera que perdieron su función. Pero mientras los Doce fracasaban, algunos cristianos nuevos, llamados helenistas, empezaron a extender el evangelio a los gentiles de cultura siria o griega; partiendo de ellos se extendió Iglesia a todo el mundo.
Pues bien, Pablo, uno de esos helenistas universales, afirma que el «fracaso» de los Doce fue providencial (cf. Rom 9-11), pues permitió que la Iglesia rompiera el modelo cerrado del judaísmo nacional. Más aún, Pedro, que había sido compañero de Jesús, el primero de los Doce, aceptó y ratificó ese cambio, de manera que la tradición ha podido presentarle como roca o fundamento de la iglesia universal (cf. Mt 16, 17-19). En esa línea, los cristianos posteriores reinterpretaron (invirtieron) la función de los Doce (ya desaparecidos), haciéndoles apóstoles universales. Surgió así la hermosísima «leyenda” donde se añade que los Doce, con Pedro a la cabeza, consagraron para sucederles a los obispos. Ni los Doce fueron apóstoles universales, ni los obispos sus sucesores estrictos; pero la historia no es como fue, sino como se cuenta.
Pues bien, el «cambio» de Pedro no es leyenda, sino historia esencial. Tras mantenerse un tiempo en Jerusalén con los Doce, él se «convirtió» y asumió la misión universal, al lado de Pablo (cf. Gal 2, 8). Dejó Jerusalén y fue primero a Siria (Antioquia: cf. Hech 12, 17 y Gal 2, 11) y después llegó a Roma donde vino también Pablo. Los dos esperaban el Reino de Dios para todos los pueblos, pero fueron acusados de causar disturbios y ejecutados. Roma era entonces signo de universalidad y tanto Pedro como Pablo eran universalistas. Entretanto, en Jerusalén había quedado Santiago, hermano de Jesús, defensor de un cristianismo judío, pero también él fue asesinado por un Sumo Sacerdote celoso, en torno al 62 d. C.

2. Roma, una iglesia sin obispo-papa. Los fundadores de su iglesia no fueron Pedro o Pablo, sino algunos judeo-cristianos helenistas que llegaron en época temprana, ocasionando tumultos en tiemposde Claudio (el 49 d. C. Cf. Suetonio, Claudius 25; Dion Casio, Historia 60, 6, 6). Más tarde, hacia el 60, llegaran Pablo y Pedro, que misionaron y fueron condenados a muerte (hacia el 64), dejando el recuerdo de su vida y obra. Por entonces la comunidad o comunidades tenían una administración presbiteral, conforme al modelo de las sinagogas, donde un consejo de “notables” (ancianos) dirigía la asamblea.
Otras comunidades habían ido introduciendo el modelo monárquico, con un Obispo o supervisor, como presidente, sobre los presbíteros. Pero Roma prefirió seguir la tradición. Por eso, contra lo que suele decirse, ni Pedro fue el obispo de Roma, ni dejó unos sucesores obispos. Durante más de un siglo, la iglesia siguió dirigida por un grupo de ancianos, entre los que han podido sobresalir Lino, Clemente o Evaristo (a quienes después llamarán papas). Sólo en la segunda mitad siglo II, de manera genral general, las iglesias asumieron una estructura monárquica, que dura hasta hoy. Con ese cambio, ellas marcaron su distancia respecto al judaísmo rabínico, que mantuvo un gobierno colegiado. Pero los judíos rabínicos se aislaron, formando un grupo nacional, mientras los cristianos episcopales pudieron abrir su evangelio a todos los estratos de la sociedad. Dado ese paso, los obispos de Roma pudieron presentarse como interlocutores ante la sociedad civil y apelar a Pedro como a fundador y primer obispo.

3. Roma, una iglesia con obispo. Junto a otros factores (recuerdo del sumo sacerdocio israelita, filosofía jerárquica helenista, genio político romano) en el surgimiento y despliegue de los obispos influyó la exigencia de mantener la visibilidad y el carácter social de la iglesia, frente al riesgo gnóstico, de disolución intimista. Por lógica interior, el cristianismo debería haberse convertido en un conjunto de agrupaciones espiritualistas, como tantas otras, que desaparecieron pronto. Pues bien, en contra de eso, las iglesias se unificaron y fortalecieron en torno a sus obispos, trazando, para justificar ese cambio, unas genealogías o listas de «obispos» que se habrían mantenido fieles desde los apóstoles, especialmente en Roma, que empezó a ser para muchos el punto de referencia de la identidad cristiana.
Entre los partidarios del cambio está Hegesipo, un oriental que vino a Roma para buscar su lista seguida de obispos (Cf. Eusebio de Cesarea: Historia Eclesiástica, II, 23, 4-8 etc). Hacia el año 180, Ireneo de Lyon ofrece también una lista de «obispos de Roma» como garantes de la tradición cristiana, pues «en ella se ha conservado siempre, para todos los hombres, la tradición de los apóstoles» (Adversus haereses, III, 3, 2). De esa forma proyectaron hacia el principio la estructura y las instituciones posteriores de la iglesia, defendiendo su carácter social y jerárquico.
Esta «invención» de los obispos fue providencial para la iglesia posterior. Pero entre el comienzo de las comunidades (hacia el año 40-60) hasta el establecimiento del episcopado estable (hacia el 160/180) quedan más de cien años de iglesia esencial, a los que tienen que volver los cristianos, para conocer su identidad. La iglesia episcopal y jerárquica pudo pactar después con el imperio romano, de manera que el obispo de Roma será, en clave cristiana, lo más parecido al emperador como sabe el Cronógrafo romano (siglo IV) y ratifica más tarde la donación apócrifa pero canónicamente esencial de Constantino. Ese proceso de «concentración» administrativa resulta lógico y se ha dado en muchos movimientos políticos y sociales,que pasan de un régimen colegiado y carismático a la concentración de poder que posibilita la pervivencia del grupo.

4. El Papa, obispo de Roma. En el proceso anterior ha tenido una importancia esencial el obispo de Roma (llamado Papa, padrecito), porque dirige la iglesia de capital del imperio y porque apela al recuerdo de Pedro (interpretando jerárquicamente las palabras de Mt 16,17-19). A lo largo de todo el primer milenio (como manda Hipólito, Tradición Apostólica), la iglesia de Roma elegía a su Papa-obispo con la «participación de todo el pueblo», lo mismo que las otras.
Roma empezó siendo una iglesia hermana, pero después creció su poder, por prestigio y por político. No se puede olvidar el prestigio: entre el siglo II y el siglo IV, la iglesia romana vivió una experiencia fascinante de identificación interior y organización social que le permitió superar «herejías» (de Marción o Valentín) y mantenerse firme ante el imperio. Su obispo fue tomando cada vez más autoridad, de manera que los cristianos de diversas partes (especialmente los de lengua latina) acudían a Roma, pidiendo consejo y buscando solución para sus problemas. Más tarde, entre el siglo VI y el IX, la iglesia romana dirigió el proceso de cristianización de occidente, viniendo a presentarse como gran poder moral de Europa.
Ha sido un poder positivo y discutido (ruptura con los ortodoxos, lucha por las investiduras y cruzadas, Reforma protestante y guerras de religión…), pero ha configurado nuestra historia. Somos lo que somos porque el papado ha existido y ha trasmitido junto al cristianismo los valores de la cultura helenista y romana. Pero nos parece que su tiempo «tradicional» ha terminado. Ahora, pasados 1600 años, tras una historia gloriosa y tensa, debe replantear su origen y sentido cristiano, desde los principios del Evangelio. En este contexto se sitúa el entierro de Juan Pablo II (con él parece despedirse y acabar un tipo de papado) y el próximo cónclave. Es muy posible que la iglesia católica quiera mantener y mantenga la figura del Papa, pero tendrá que introducir en ella unos cambios radicales, por fidelidad a sí misma y al mensaje de Jesús. Este será uno de los últimos cónclaves al estilo del segundo milenio. Es muy posible que dentro de poco los papas vuelvan a ser ante todo, como en el primer milenio, obispos de Roma, elegidos por sus comunidades, realizando una función de comunión, no de dirección centralizada, sobre el resto de las iglesias. Tendrán que volver a ganar su autoridad, si quieren seguir existiendo. Pero con eso empezará una historia distinta.

Xabier Pikaza, teólogo

http://www.tirant.com/editorial/monocnt?daId=109&patron=03&

Home Fenómeno OVNI Ciclo gigantes mitológicos IV: Los Si-Te-Cah de la leyenda Paiute Ciclo gigantes mitológicos IV: Los Si-Te-Cah de la leyenda Paiute

Las leyendas sobre gigantes cohabitando en el mundo con la raza humana no son únicamente propias de las mitologías euroasiáticas sino que están presentes por todo el mundo.

En este caso vamos a estudiar una leyenda del continente americano sobre la raza de los Si-Te-Cah. Los transmisores de esta leyenda, los Paiute, son un conjunto de tribus indígenas de Norte Américaque se sitúan en la zona Oeste de los Estados Unidos que comprende un territorio que incluye a los estados de California, Nevada, Utah, Oregón y Arizona.

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La aparición de gigantes en las leyendas de tribus americanas es frecuente

Estos pueblos acostumbraban a transmitir sus relatos de manera oral y, según la tradición, los Si-Te-Cah eran una raza de gigantes que ya ocupaban esa región cuando los Paiutes llegaron hacia el año 1000 A.C. Relatan que esta raza de gigantes, que medían más de 3’5 metros, eran de piel blanca, pelirrojos y caníbales además de muy violentos.

Las historias de los Paiutes que han pasado de generación en generación describen cómo estos seres les aterrorizaban pues era frecuente que capturaran a algún nativo para alimentarse.

Cada tribu se defendió y luchó contra ellos en una larga guerra que no terminó hasta que varias de estas tribus decidieron unirse para tratar así de liberarse de los gigantes.

En la contienda, y después de dar muerte a la mayoría de los gigantes, los pocos supervivientes que quedaban hallaron refugio en una cueva de la zona. Los Paiute los instaron a salir pero, ante su negativa, acabaron prendiendo fuego en la boca de la cueva para obligarles a salir. Aquellos que permanecieron en el interior murieron asfixiados por el humo y los que se aventuraron a salir fueron sorprendidos por oleadas de flechas. De esta forma, se aniquiló a la raza de los Si-Te-Cah.

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Parece que esta leyenda tuvo, al cabo de los siglos, confirmación científica gracias a ciertos descubrimientos arqueológicos en la zona, o eso es lo que parecen sugerir.

Muchos años después del evento, el área donde se encuentra la cueva sufrió un terremoto que provocó un desprendimiento que bloqueó la entrada a la misma lo que favoreció la conservación de los restos arqueológicos y la convirtió en un lugar atractivo para los murciélagos lo que, tiempo más tarde, despertaría el interés de los buscadores de guano, que era utilizado para fabricar pólvora y que encontraron los restos.

En el interior de la cueva, ahora conocida con el nombre de Lovelock, en el estado de Nevada dos mineros en busca guano: James H. Hart y David Pugh, en 1911 descubrieron varios restos arqueológicos bajo las capas de guano.

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Vista de la cueva Lovelock en Nevada

Estos mineros dijeron haber encontrados varias momias dentro de la cueva de gran estatura con cabello rojizo además de una multitud de objetos, algunos de ellos, de tamaño desproporcionado.

Resulta intrigante el hecho de que el descubrimiento no se hiciera oficial hasta el año siguiente, tiempo suficiente para que los objetos más ‘’comprometedores’’ pertinentemente desaparecieran o se destruyeran, incluyendo el que hubiera sido el descubrimiento principal, las momias. Y es que se dice que los investigadores a cargo, no le dieron mayor importancia al evento e incluso, algunos de estos restos volvieron a enterrarse.

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Interior de la cueva donde varios objetos fueron encontrados

Entre la gran cantidad de objetos encontrados y finalmente documentados se encuentran herramientas, piedras con grabados, vasijas, cestas y un calendario en una piedra de forma circular con un orifico en su centro que cuenta con 365 marcas en el anillo exterior que corresponderían a la cuenta de los días y 52 marcas en el anillo interior para la cuenta de las semanas.

Además de estos objetos, datados hacia el año 1500 A.C. aparecieron puntas de flecha y restos que indican que tuvo lugar un incendio en esta cueva y que coinciden con la historia narrada por los Paiute.

Asimismo se conservan calaveras y fragmentos de estas que llegan a duplicar el tamaño de la calavera de un hombre adulto promedio.

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No se sabe qué fue de las momias encontradas aunque los habitantes locales claman que están guardadas lejos de miradas indiscretas en los almacenes de algún museo o institución.

No mucho más tarde, en el año 1931, dos esqueletos gigantes más fueron encontrados en una zona próxima a la cueva.

Y, para hacer más interesante el caso, los Paiutes afirman que esta raza de gigantes construyó en esa región una estructura rocosa de forma piramidal. Desafortunadamente, toda la zona se ha visto asediada, a lo largo de los años, por incontables terremotos que si no hubieran destruido todo resto de la construcción, sí que habrían hecho extremadamente difícil el acceso a cualquier resto de la misma.

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Algunos de los objetos que fueron encontrados en la cueva Lovelock

Este es sólo uno de los tantísimos casos en los que aparecen pruebas arqueológicas de que existieron gigantes en el mundo. Lamentablemente, parece que cualquier tipo de prueba es escondida o destruida dejándonos siempre a la espera de la prueba definitiva que nunca llega, tal vez porque llegó hace mucho y hace mucho que está escondida.

Lo especial de este suceso es que viene a confirmar lo que las leyendas que cuentan los Paiutes puedan ser reales y tal vez las haga dejar de ser leyendas.

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La Paiute Sarah Winnemucca

Concluiremos con las palabras que Sarah Winnemucca, hija de un jefe Paiute, escribió en su libro ‘’Life among the Piutes’’ en 1883 acerca de esta raza:

‘’Entre las tradiciones de mi gente hay una de una pequeña tribu de bárbaros que solían vivir cerca del río Humboldt. Fue hace cientos de años. Solían acechar a mi pueblo, matarlos y comerlos. Cavaban grandes agujeros en nuestros caminos durante la noche y, si alguno de nosotros viajaba de noche, cosa que se hacía, ya que tenían temor a esas gentes bárbaras, de vez en cuando, caían en esos hoyos. Esa tribu incluso se comía a sus propios muertos-sí, también venían y desenterraban a nuestros muertos después de ser enterrados, se los llevaban y se los comían. Cada cierto tiempo venían y le hacían la guerra a mi gente’’.

http://www.ufopolis.com/2015/10/ciclo-gigantes-mitologicos-iv-los-si-te-cah-de-la-leyenda-paiute/

‘El Club Bilderberg, gran teatro donde se ha creado la crisis mundial y europea’

El Club Bilderberg, que anualmente reúne a las personas más influyentes del mundo, representa un gran teatro donde se ha creado la crisis europea y se pretende privar de la soberanía a los países de la región. Así lo asegura la periodista y escritora Cristina Martín Jiménez.

Según la analista, se trata del “organismo que puede cambiar no solamente la estructura de los países, sino también de uniones integrales como la Unión Europea o la Norteamérica”.

Reto: crear el gobierno mundial

Bilderberg está integrado por personas que tienen una gran influencia, que les permite modificar leyes parlamentarias en sus países de origen o influir en las estructuras gobernantes. De hecho, les encanta decidir quiénes van a ser los futuros presidentes de determinados países”, afirma la periodista.

Así, Martín Jiménez hace hincapié en que hace poco el que fuera «secretario general de la OTAN, Javier Solana, dijo que Europa tiene que ser un laboratorio del posible gobierno mundial. ¿Qué quiere decir esto? Que es aquí en Europa donde Bilderberg está trabajando y experimentando para ver cómo funcionaría este gobierno mundial que aspira”.

“La crisis económica mundial y europea, desde mi punto de vista, ha sido creada por este club. Estamos asistiendo a un gran teatro”, concluye la analista.

‘Ocupa Bilderberg’ muestra los dientes

El Club Bilderberg celebra sus conferencias anuales a puerta cerrada, sin informar a los medios de comunicación de sus debates y sin publicar conclusiones de los mismos.

Este año se espera la llegada de una cantidad récord de activistas: más de 1.000 personas han expresado su deseo de asistir a la protesta. Debido a este hecho, este año el Club Bilderberg ha reforzado las medidas de seguridad y ha hecho todo lo posible para ‘limpiar el terreno’ y evitar incidentes.

http://actualidad.rt.com/economia/view/45912-%E2%80%98El-Club-Bilderberg%2C-gran-teatro-donde-se-ha-creado-crisis-mundial-y-europea%E2%80%99

¿Por qué eligió DIOS a Israel para ser su pueblo elegido?

 

La niña del ojo de Jehová” (Zac. 2:8)

 Pregunta: “¿Por qué eligió Dios a Israel para ser su pueblo elegido?”
Respuesta: Hablando de la nación de Israel, Deuteronomio 7:7-9 nos dice,“No por ser vosotros más que todos los pueblos, os ha querido Jehová y os ha escogido, pues vosotros erais el más insignificante de todos los pueblos; sino por cuanto Jehová os amó, y quiso guardar el juramento que juró a vuestros padres, os ha sacado Jehová con mano poderosa, y os ha rescatado de servidumbre, de la mano de Faraón rey de Egipto. Conoce, pues, que Jehová tu Dios, es Dios, Dios fiel, que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos hasta mil generaciones.”
 
Dios eligió a la nación de Israel para ser el pueblo a través del cual Jesucristo nacería – el Salvador del pecado y la muerte (Juan 3:16). Dios primeramente prometió el Mesías después de que Adán y Eva cayeron en pecado (Génesis capítulo 3). Más tarde Dios confirmó que el Mesías vendría del linaje de Abraham, Isaac y Jacob (Génesis 12:1-3). Jesucristo es la razón fundamental por la que Dios eligió a Israel para ser Su pueblo elegido. Dios no tenía por qué tener un “pueblo elegido”, pero Él decidió hacerlo de esa manera. Jesús habría de venir de alguna nación o pueblo, y Dios eligió a Israel.
Sin embargo, la razón por la que Dios eligió a la nación de Israel no fue solamente por el propósito de producir al Mesías. El deseo de Dios para Israel era que ellos irían y enseñarían a otros acerca de Él. Israel fue destinado para ser nación de sacerdotes, profetas y misioneros para el mundo. La intención de Dios fue que Israel fuera un pueblo diferente, una nación de gente que señalara a otros el camino hacia Dios y Su prometida provisión de un Redentor, Mesías y Salvador. En su mayor parte, Israel falló en esta tarea. Sin embargo, el fin principal para Israel, que era el de traer mediante su linaje al Mesías y Salvador, fue plenamente cumplido – en la persona de Jesucristo.

Radiestesia Zahori

1.- Qué es y cómo funciona la radiestesia

La radiestesia es la facultad que posee el ser humano para percibir radiaciones. Mediante técnicas y disciplinas aplicadas a través de los siglos, ha alcanzado tal grado de desarrollo que permite realizar todo tipo de investigaciones, cualquiera que sea su naturaleza.

                                                    radiestesia

Nuestro organismo es un receptor que capta las radiaciones emitidas por otros cuerpos y por las diversas formas de energía tanto sensoriales como ultrasensoriales o astrales, gracias a lo cual se producen fenómenos como la telepatía, premoniciones,… etc. Los científicos no creen en la existencia de estas energías porque no han podido experimentar con ellas en el laboratorio, de ahí que afirmen que la radiestesia se trate de una pseudociencia. Sin embargo los yoguis vienen experimentando con las energías ultrasensoriales desde la noche de los tiempos.

Todo el conocimiento del universo está dentro de nosotros, la radiestesia es un método para conectarse a ese conocimiento y poder ayudar a quien lo necesite. Si la radiestesia se utiliza con fines egoístas entonces se va a cortar esa conexión y es muy difícil que funcione.

2.- Historia y futuro de la radiestesia

Antiguamente la radiestesia recibía el nombre de rabdomancia, palabra que deriva del griego rhabdos (vara) y manteia (adivinación), por lo que rabdomancia significa «adivinación por medio de una vara». La rabdomancia se usaba para detectar la existencia de vibraciones energéticas en el mundo exterior y debajo de la superficie terrestre. A quienes la practicaban se les llamaba rabdomantes o zahoríes, famosos por encontrar los sitios favorables para excavar pozos.

                                                            historia radiestesia

El uso de la rabdomancia es antiquísimo. Desde la antigüedad, a la rabdomancia se le ha dado diferentes utilidades dependiendo de la cultura y de las circunstancias del momento, así por ejemplo los romanos la utilizaban para buscar aguas termales, también se usó como método de adivinación.

                                                              historia radiestesia

Hasta 1890 compitieron el péndulo y las varillas como instrumentos para la detección de radiaciones, pero, a partir de ese año, como resultado de la experimentación con numerosos pacientes, el rector de la Universidad de Saltzburgo instituyó oficialmente el uso del péndulo como instrumento de diagnóstico médico; desde entonces se redujo el empleo de las varillas

En 1933 la Academia de Medicina de París organizó en Avignon un congreso al que se invitaron a todos los profesionales que venían investigando y trabajando con la rabdomancia, su finalidad era que cada cual aportara la información que permitiera entregar al mundo científico una herramienta certera para la aplicación de la rabdomancia. Con el reciente descubrimiento de las radiaciones, en aquel congreso se expuso que toda forma de vida (humana, animal, vegetal o mineral) así como cualquier cosa creada por el hombre, contiene vibraciones en correspondencia con una gama de colores, sonidos y un amplio espectro electromagnético, por lo que la vibración es una expresión de la vida en sus diferentes niveles y grados de densidad. Fue un asistente, el abate Alexis Bouly quien propuso ante los congresistas cambiar la denominación de rabdomancia por la de radiestesia, lo cual fue unánimamente aprobado. Este abate fundó la Sociedad de Amigos de la Radiestesia.

                                                    Alexis Bouly

El nombre de radiestesia está formado por la palabra latina radius, que significa radiación, y por el vocablo griego aisthesis que significa percepción (de los sentidos) en su acepción de ‘capacidad de sentir’. Se llamó radiestesista al practicante de la radiestesia.

La radiestesia fue reconocida formalmente en Europa por los ejércitos beligerantes de la I Guerra Mundial para localizar minas. Después de la I Guerra Mundial se ha observado una tendencia al crecimiento acelerado del número de radiestesistas. En la II Guerra Mundial se ha utilizado la radiestesia para buscar submarinos…

Algunos investigadores de este fenómeno consideran que en un futuro relativamente cercano, aproximadamente el 90% de los seres humanos llegarán a utilizar la radiestesia. Por otra parte, estas predicciones establecen que el 50% de las aplicaciones serán de naturaleza científica y tecnológica.

3.- Preparación física y psíquica

La mayor parte de las personas que vivimos en el ámbito de la cultura occidental, hemos desarrollado predominantemente las funciones racionales que lleva a cabo el hemisferio izquierdo del cerebro, como consecuencia de ello se han inhibido las funciones psíquicas que corresponden al hemisferio derecho, por lo tanto somos más racionalistas y menos perceptivos e intuitivos.

                                                    Hemisferios cerebrales

En nuestra cultura se considera que la intuición, la imaginación, la subjetividad y el sexto sentido, no son formas válidas para obtener conocimientos y, por lo tanto, se reprimen desde la infancia. Consecuentemente no desarrollamos suficientemente las funciones que podríamos realizar con el hemisferio cerebral derecho, entre las que se encuentra la radiestesia.

Todos tenemos un sexto sentido y una capacidad potencial para tener sensaciones extrasensoriales, pero una gran parte de la población nunca llega a desarrollarlos significativamente. Esto explica porque unas personas tienen más facilidad que otras para usar el péndulo, varillas u otros instrumentos radiestésicos.

Aquellas personas cuyo hemisferio cerebral derecho se ha desarrollado adecuadamente, tienen el “don” para practicar la radiestesia. Pero de cualquier manera, la radiestesia tiene que aprenderse y requiere entrenamiento y perseverancia para su dominio total con el fin de captar las radiaciones emitidas por nosotros mismos y por los cuerpos y formas de energía que nos rodean.

                                    Hemisferios cerebrales

La radiestesia facilita detectar conscientemente lo que es inconsciente, lo cual se logra a través de la intuición y de un sexto sentido, es el ejemplo de las percepciones extrasensoriales y de otras funciones del hemisferio cerebral derecho que la ciencia ha empezado a explicar en los últimos años, pero que han sido ejercidas por los seres humanos desde el origen de la especie.

4.- Instrumentos

La radiestesia capta las acciones a distancia mediante varios tipos de instrumentos:

                         Instrumentos

A) Péndulos

Los péndulos son instrumentos de conocimiento que funcionan independientemente de sus características físicas, por lo que pueden ser construidos con cualquier material. Requieren un corto entrenamiento para su manejo.

Péndulos magnéticos:

Cuando se hace una medición muy precisa sobre una escala o un plano, el campo magnético de la Tierra afecta a las lecturas, por eso si hacemos una medición estando parados y con cierta orientación, obtenemos una lectura, y si cambiamos nuestra orientación y repetimos la medición, nuestra lectura será distinta.

Para anular este efecto hay que neutralizar el campo magnético terrestre, para ello se aloja un imán dentro del cuerpo del péndulo, o bien se toma un magneto -preferentemente de alta densidad- en la misma mano con la que se sostiene el péndulo.

Péndulos con punta en el extremo inferior:

Si se requiere hacer mediciones muy precisas, la punta facilita la lectura sobre las escalas de medición.

Péndulos con recipiente interior para alojar testigos:

En el caso de que no esté presente la persona que vas a buscar o analizar, deberás poner dentro del péndulo un testigo de ella, es decir una fotografía, un mechón de su cabello, un papel con su firma, su huella digital, su carta astral, saliva en un algodón envuelto en una bolsa de plástico, o un papel en el que se escriban sus datos personales, tales como nombre completo, sobrenombre, signo astrológico, lugar y fecha de nacimiento, dirección, etc. Esto funciona de forma similar al buscar mascotas, animales u objetos perdidos (como un coche o una prenda de vestir, por ejemplo).

En estos instrumentos es recomendable que el testigo se envuelva dentro de una bolsa muy bien cerrada, con el objeto de que los péndulos no queden contaminados permanentemente y de que las lecturas posteriores no sean erróneas.

Como observación diremos que los péndulos se pueden utilizar en combinación con unas tarjetas que se usan en radiestesia, las cuales están diseñadas para proveer escalas útiles al usuario.

 

B) Varillas y horquillas

Las varillas se usan para detección en terrenos, casas y edificios. Pueden determinar la localización de agua, objetos perdidos o tesoros. También se han usado exitosamente para detectar petróleo y minerales para extracción.

                                                              Varillas

Una aplicación particularmente útil es definir la ubicación de radiaciones nocivas y geopatías en casas y negocios. También se usan para detectar bloqueos energéticos en personas.

                                    Horguillas

 

C) Instrumentos eléctricos para detección

Medidores de campos eléctricos, electromagnéticos, radiactividad,…

 

                                    Medidor de campos electricos

                                    Medidor de campos electromagnéticos

                                    Medidor de radiactividad

http://radiestesiazahori.com/radiestesia.html

Schiller y Goethe frente a los dioses: del Olimpo al Hades

Resumen: Este artículo pretende poner de manifiesto, utilizando los poemas Los dioses de Grecia (Schiller) y Prometeo (Goethe), cómo la nostálgica mirada hacia Grecia responde a una reevaluación de la conciencia mítica de la religión politeísta como cristalización del impulso creador necesario para alcanzar la plenitud de la existencia humana. El método escogido corresponde a una lectura unitaria de ambos poemas como dos etapas sucesivas en la búsqueda de un vínculo comunitario mediante la reinterpretación de las categorías del politeísmo griego
Palabras clave: Schiller, Goethe, conciencia mítica, religión politeísta, vínculo comunitario.

Abstract: This article aims to show, using the poem The Gods of Greece (Schiller) and Prometheus (Goethe), how the nostalgic look to Greece responds to a reassessment of the mythical consciousness of the polytheistic religion as a crystallization of the creative impulse which is necessary to achieve the fullness of human existence. The method chosen corresponds to a unitary reading of both poems as two consecutive stages in the search for a community bond through the reinterpretation of the categories of greek polytheism
Keywords: Schiller, Goethe, mythical consciousness, polytheistic religion, community bond.

 

1. Schiller y Goethe. Introducción.

“¡Cantad, Musas de ojos negros, a los hijos de Zeus, a los Tindáridas, espléndidos hijos de Leda, la de espléndidos tobillos! A Castor, domador de caballos y al irreprochable Pólux.”
Himno XXXIII [1]

Si existe un rasgo que se ha instalado en el imaginario colectivo y se ha relacionado indistintamente (y arbitrariamente) con cualquiera de los poetas y pensadores germanos de la segunda mitad del siglo XVIII y primera del siglo XIX este es, sin duda alguna, la nostalgia por el mundo griego. Es obvio, no obstante, que existe una revaloración de la arcadia clásica como un mundo que, frente a la modernidad, aparece engalanada de magia, de libre comunión con la naturaleza , que lo hace muy atractivo para los poetas y filósofos de este periodo: Lessing, Novalis, Schiller, Goethe, Hölderlin… Todos han tratado de repensar las categorías mitológicas y políticas de Grecia como contrapunto a la modernidad deshumanizada de su época.

Frente a la racionalización y tecnificación que se va apoderando de todos los estratos del mundo moderno (que va desde la ilimitada confianza en la ciencia hasta la censura de la imaginación o la sensibilidad como acceso a la verdad) el mundo griego clásico presentaba una caterva de dioses que se encontraban presentes tanto en la ciudad como en el campo, así como un sinfín de faunos, sátiros y otros espíritus y seres mitológicos que, independientemente de su existencia real, habitaban los mares y bosques de todo el mundo. En este escrito pretendemos explicitar que dicha nostalgia para con la Grecia clásica no responde solamente a un sentimiento de pérdida. Goethe y Schiller serán nuestro Caronte en la laguna Estigia que supone el superdotado imaginario filosófico artístico de este periodo intelectual en Alemania. Amigos, camaradas, casi como hermanos, han sido elevados a la categoría de genios dentro del mundo germano y de toda la literatura universal. Nuestro hilo conductor va a centrarse en dos poemas fundamentales:

Prometheus de Johann Wolfgang von Goethe (1774).

Die Götter Griechenlandes de Friedrich Von Schiller (1800).

Estos dos poemas, dos obras geniales de dos autores irrepetibles, asumen la tarea de repensar la Grecia mitológica buscando elevar, de nuevo, el espíritu artístico caracterizado por asumir el nexo entre sensibilidad e imaginación. Ambos poemas, es verdad, parten de un sentimiento de pérdida, de nostalgia. No obstante, sólo pueden sentir nostalgia aquellos que han sido exiliados, que anhelan el retorno a un origen que perciben como propio. Como veremos, ambos autores expresan una misma problemática desde diferentes ópticas. Mientras Goethe se pone las ropas de Prometeo y acusa en voz alta la pérdida de los dioses (pregonando desde aquí la futura “muerte de Dios” que Nietzsche se ocupará en reivindicar), Schiller llora ante la más que palpable petrificación de la imaginación que sufre el mundo en general en esta época moderna. Igual que los dioscuros, Schiller y Goethe alternan, a lo largo de su producción, el suspiro desde el Olimpo (desde donde se llora la caída de los dioses por representar los valores perdidos con el fin de la mitología) y el grito desde el Hades (desde donde se esgrime furia y rabia contra unos dioses siempre mudos que no pueden ayudar a los hombres). Como Cástor y Pólux, se van sucediendo estas etapas que forman parte del mismo viaje, y que se puede equiparar a la definición de arte que Schiller da en las Cartas sobre la Educación Estética del hombre:

“El arte posibilita restablecer en nuestra naturaleza humana esa totalidad que cultura ha destruido, mediante otra cultura más elevada” [2]

El arte, en especial la poesía, es el único lugar desde el cuál el ser humano puede desplegar (en su condición antropológica y bajo las condiciones históricas de su época) toda su subjetividad. El discurso poético tiene que fundar una relación con el mundo que:

1. Permita al poeta estar reconciliado con la naturaleza.

2. Desde donde pueda superar el estado de enajenación que supone la modernidad.

3. Y desde donde pueda pasar de la subjetividad a la objetividad más generalizada en tanto que, como creador particular, se vuelve representante del conjunto de la humanidad.

 

2. Los Dioses de Grecia de Schiller. Pólux en el Olimpo.

Este poema apareció por vez primera en el “Teutscher Merkur”, editado por Wieland en marzo de 1788. Publicado un año antes de que estallara la Revolución francesa, y corregido hacia el año 1800 en la versión definitiva que nos ocupa, tuvo una amplia repercusión no exenta de polémica. Muchos de los lectores y de los intrépidos intelectuales germanos, que comenzaron casi reverenciando la sublevación francesa, vieron en él un ataque frontal al cristianismo y a los valores que la elevaban a verdadera cosmovisión. La revolución francesa y la decepción sangrienta que conlleva, lejos de sumir en el pesimismo a Schiller, supone una situación óptima para llevar a cabo la fundación de un nuevo arte de vivir. El libre juego estético es el principio rector que debería permitir hacer lo que la revolución no logró: promover una nueva comunidad de hombres libres. Dentro de la biografía artística de Schiller, el poema ha sido ampliamente entendido como el quicio fundamental entre la lírica juvenil del poeta y su estilo clásico, típico de su madurez. Se trata, por tanto, de un escrito de transición.

El poema está compuesto por 128 versos divididos en 16 estrofas de 8 versos cada una, con rima desigual. Escrito originariamente en decasílabos, el traductor nos explica en la introducción a la edición española, la elección de dodecasílabos como forma clásica poética (frente a la artificiosidad de los decasílabos) en nuestra lengua. Al ser la base rítmica vertida a dodecasílabos, varían quizás los acentos, siendo el traductor en este caso bastante abierto para poder jugar con la estricta arquitectura poética sin perder el sentido original del poema. La rima es ABABCDCD, clásica en este tipo de composiciones, que a modo de letanía, va arrastrando al lector, embriagándolo dentro de este canto de esperanza.

El poema tiene un objetivo claro: intentar recomponer un orden superior o ideal de acceso a la verdad mediante la belleza. Un orden que ha sido enterrado bajo el peso de la tecnificación excesiva y la absoluta racionalización en todos los aspectos del mundo real. La mitología helénica ponía en movimiento toda una serie de fuerzas y sentimientos que permitían un acceso a un campo más amplio de la verdad que la limitada por la modernidad, donde sólo lo cuantificable puede ser objeto de investigación. El resto es poesía. Ahora bien, la poesía era, para los griegos, uno de los caminos más certeros para la elucubración filosófica (solamente hace falta pensar en el poema de Parménides para entender esto). Poesía, filosofía y religión quedaban encadenados en una suerte de poliedro multiforme que podía abarcar todos los aspectos del complejo mundo antiguo. Con la modernidad, el único camino válido para alcanzar la verdad es el conocimiento, la razón. La ciencia corrompida y violada por el poder y el dinero.

Voy a intentar esclarecer el significado de cada estrofa independientemente para ir mas adelante tejiendo una red de sentido en torno al significado general del poema. Los dioses de Grecia comienza así:

“Cuando el mundo bello regíais aún,
y hacia la alegría, sin sombra de esfuerzo
dichosas estirpes guiabais aún,
seres del país de la fábula bellos,
¡ay!, cuando el oficio vuestro aun brillaba, el del regocijo,
qué distinto era, qué distinto todo,
cuando las coronas tus templos ornaban,
¡Venus de Amatunte!”
[3]

Es preciso hacer una aclaración previa. Con el fin de intentar hacer más legible al lector este tipo de poemas, adaptándolo al sentido general de Schiller, el traductor (que en poesía no puede sino erigirse como intérprete) ha optado en muchas ocasiones por usar el hipérbato, esto es, la alteración del orden de las palabras considerado normal según la sintaxis regular. Por eso el cuarto verso dice “seres del país de la fábula bellos” y no “seres bellos del país de la fábula”. De esta manera se utiliza un recurso clásico en nuestra lengua, ampliamente utilizado por Góngora o Quevedo, preservando el espíritu del original y sin que resulte artificial para el lector castellano.

Esta primera estrofa presenta claramente los elementos que luego van a ser recogidos a través de personajes y dioses de la mitología clásica. Schiller dice que existía un mundo de la belleza, donde los dioses representaban los más excelsos ideales, y guiaban a los hombres y a los semidioses hacia un estado de alegría, hacia el cumplimiento de su destino. Se lamenta el poeta de cómo el mundo ha cambiado, la modernidad y su técnica son ahora el horizonte de destino que se ofrece en la historia, frente al regocijo que se daba en la antigua Grecia, cuando las coronas regían el templo de la Venus de Amatunte. Amatunte, situado sobre la costa meridional de Chipre, poseía un famoso templo dedicado al culto de Adonis y de la diosa Afrodita. Ambas deidades forman un par relacionado intencionadamente en el último verso de esta estrofa con la belleza: una belleza ideal, presente en esas esculturas clásicas de Venus y que irremediablemente se han perdido con el resto de los dioses.

“De la poesía cuando el velo mágico
ceñía gracioso aún la verdad,
plenitud vital la creación manaba
y lo que jamás ha de sentir, sentía.
A fin de estrecharla de amor sobre el pecho,
Superior nobleza a la natura dióse.
Todo a la mirada iniciada mostraba,
todo, la huella de un dios.”
[4]

Otra aclaración estilística, válida para todo el poema: se tiende a usar los pronombres enclíticos (dióse) para, por un lado, poder adaptar el verso a una cierta medida y, por otro, hacerlo cercano a nuestra lengua, ya que es uno de los recursos más típicos de nuestra poesía clásica.

En esta segunda estrofa se muestra una característica básica para entender el poema: la poesía antes podía ocultar la verdad. No existía un tipo de razonamiento racional, concatenación causal de argumento y razones, que tuviera el privilegio de ser el único sendero hacia la verdad. La poesía, reino mágico de la imaginación, mostraba millones de caminos ocultos entre la frondosidad de la diversidad de lo real. Engalanando las explicaciones con historias fantásticas de dioses y hombres, la transmisión oral realizaba el resto del trabajo. Es posible que en esta estrofa Schiller esté haciendo referencia a la importancia de los cuatro elementos (fuego-tierra-agua-aire) dentro del pensamiento clásico, pero lo interesante es la referencia a que los dioses, deidades que representaban originariamente diferentes aspectos de la naturaleza, explicaban de forma poética lo que ahora, irremediablemente, sólo puede ser explicado por la ciencia. Los dioses eran uno con la naturaleza, desde donde el griego podía reconocerse y afirmarse; y a la que admiraban por ser parte de ella. Así se crea un vínculo de pertenencia que podíamos expresar bajo el conocido rótulo panteísta Hen kai pan (todo en uno). Dioses y hombres formaban un universo completo con la naturaleza, co-perteneciéndose y ligados inexorablemente en un todo tapizado de sentido. En la modernidad, sin embargo, el acceso a la naturaleza sucede bajo la pesada carga del dominio humano. Control, explotación ilimitada, progreso… son algunas de las características del nuevo concepto que la modernidad tiene de la naturaleza, donde ya no puede encontrarse los restos de ningún dios.

“Donde ahora sólo -dicen nuestros sabios-
de fuego una bola inanimada gira
entonces su carro de oro guiaba,
Helio con serena majestad.
Poblaban oréades estas alturas,
moraba en el árbol aquél una dríade,
de urnas de náyades siempre hechiceras
brotaba del río la plateada espuma.”
[5]

Esta estrofa quiere ejemplificar lo dicho en la anterior: la naturaleza era divina en la mitología griega precisamente porque era lo más cercano a nosotros, y a la vez, lo más desconocido, aquello donde se podía, si se miraba atentamente, ver la huella de los dioses. Así, las oréades, dríades, y náyades eran ninfas de la naturaleza, moradoras de los montes, los árboles y las fuentes, respectivamente. El hombre, al pasear por la naturaleza, era consciente del sentido divino oculto en la misma, por eso la respetaba y la trataba como un hijo trata a su madre: agradecido por los dones concedidos. La ciencia, la tecnificación de la realidad típica de la modernidad, es mucho más fría que la mitología, aunque trate de buscar lo mismo: a saber, el significado del mundo que nos rodea. Donde antes había un carro dorado que simbolizaba el sol, ahora existe una fría e inerte bola de fuego, ajeno por completo al ser humano. ¿Es acaso más sensato que el hombre interprete así la naturaleza? Aunque realmente así sea, la poesía, la mitología, pintaba un mundo mágico que intentaba representar una serie de valores morales, éticos y religiosos, y no simplemente cuantificables en el caldero de la ciencia. La pérdida de los valores que acompañaban a la cosmovisión clásica es lo que Schiller denuncia, no tanto el avance de la ciencia en sí misma.

“Volvióse aquel lauro una vez por ayuda
calla en esta piedra la hija de Tántalo
de Siringa suena en el cañal la queja,
y de Filomena el dolor en el soto.
Recogió las lágrimas aquel arroyo
Que por Perséfone derramó Deméter,
y desde esa loma llamó Citerea
al bello amigo, ¡ay, en vano!”
[6]

Comienza en estos versos una enumeración erudita (y excesiva) de dioses y diosas de la mitología griega [7]; y de sus peripecias que tanto fascinan a los intelectuales germanos contemporáneos a Schiller. No se ha de olvidar el valor que este tipo de historias tenían como fuente de educación, al representar arquetipos morales que eran ideales para el griego. Así pues, el lauro del primer verso hace referencia a la ninfa Dafne, que fue hija del dios-río Peneo, y transformada en laurel al huir de Apolo. La hija de Tántalo es Níobe, transformada en piedra por vanagloriarse de sus muchos hijos ante Leto, madre de Apolo y Ártemis. Siguiendo con las transformaciones, Schiller habla también de Siringa, que consiguió así salvarse de la persecución del dios Pan; así mismo, Filomena se transformó en gorrión por obra de Zeus, para poder llorar la muerte de su hijo Itis hasta la eternidad. Deméter busca a su hija Perséfone, quien fue secuestrada por Plutón mientras recogía flores, y sólo logra hallarla en el Averno; Citerea, por su parte, es Afrodita, que llama a Adonis (el bello amigo) que murió durante una cacería por un jabalí.

Todos estos dioses y diosas tienen una doble característica: transformación en seres de la naturaleza, reconocibles por todos los griegos, y, a la vez, nos enseñan el origen mítico, que no real, de esos elementos naturales: del laurel, los gorriones, los ríos o las cañas; la naturaleza es el escondite perfecto de la imaginación, y donde ahora sólo existe tal o cual explicación, antes se tenía un bonito cuento que pasaba de boca en boca y que nunca nadie olvidaba, pues era parte de un canto mayor que unía a todo el pueblo con su comunidad (ya que compartían esas historias) y , a la vez, con el entorno que los rodeaba. La conciencia mítica era la fuente principal pedagógica que fortalecía los lazos comunitarios. Dependiendo de donde estuvieran habitando, las historias se centraban más en las lluvias, en los animales autóctonos, o incluso en hechos históricos que hubieran ocurrido y que mediante la mitología se instalaban en el imaginario colectivo de la comunidad durante generaciones. Igual que los dioses primigenios (prehelénicos), las características naturales, sociales y culturales influían en el tipo de deidades y de ritos que estos pueblos construían. Y a la vez, el tipo de deidades y de ritos podía influir en el tipo de valores, de código legal o incluso en el comercio y las guerras que sostenían.

“Hasta la progenie otrora de Deucalión
los hijos del cielo descendía aún;
por vencer de Pirra las hijas garridas
el hijo de Leto el cayado empuñó.
Entre hombres y dioses y héroes también
Un vínculo bello Amor anudó,
Mortales y dioses y héroes también,
En Amatunte ofrendaban.”
[8]

Lo hijos de Deucalión son los hombres, los seres humanos que pertenecen mediante estos vínculos a la mitología. Así, aparte de hacer cercanos a los dioses, se dota a los hombres de una forma singular, especial, por ser también hijos de la naturaleza. Dice Schiller al respecto:

“Los griegos pintaban a sus dioses solamente como hombres más nobles que los normales y hacían que sus hombres se acercaran a los dioses. Eran hijos de una misma familia” [9]

Deucalión y Pirra engendraron a los hombres mortales, y las hijas garridas (o bellas) son las mujeres mortales. El mito reconoce muchas de estas mujeres mortales, hijas de Pirra, que fueron amadas por Apolo con un final casi siempre desdichado: ejemplos son el caso de Coronis, Dafne, Cirene o Casandra. Al final de la estrofa vuelve a surgir el nombre de Amatunte, como símbolo del culto de los antiguos a los dioses. De esta forma, mediante rituales y ofrendas, los dioses protegían a los hombres, y se creaba un vínculo eterno entre los hombres mortales y los seres inmortales, los dioses y los héroes. Este vínculo, relacionado con el amor, con la sensibilidad, puede resumirse en la pertenencia a una misma comunidad: todos son hijos de la naturaleza sometidos al destino.

“El rigor sombrío y la triste renuncia
de vuestro festivo oficio se apartaron,
todo corazón latir feliz debía
pues el Feliz era del linaje vuestro.
Sagrado era entonces tan sólo lo Bello,
Por dicha turbábase el dios,
Donde la Camena de casto rubor,
Donde la gracia imperaba”
[10]

En esta estrofa se unen irremediablemente el pasado de la arcadia clásica, allí donde habitan los dioses, con un estado de felicidad o dicha suprema. No existía “el rigor sombrío” propio, de nuevo, de la descorazonada razón, del tecnicismo hipertrofiado de la sociedad cada vez más sólo económico-técnica. Lo sagrado, es decir, aquello que tiene un significado supra-terrenal, elevado, digno de culto, es lo bello: la poesía. El mundo de la poesía es el mundo de los dioses, el mundo de la dicha y de lo bello. Las musas (La Camena en el poema) hacían turbarse al dios sólo en la dicha, en la felicidad completa. Schiller no aspira a la descripción exacta de la época histórica de la Grecia clásica, sino que intenta extraer unas categorías básicas que pueda contraponer a la modernidad. A lo largo de todo el poema se describe “El país de la fábula”, que intenta ensanchar el pensamiento histórico-real sobre Grecia. Pues en un pueblo donde la religión y la mitología tenían influencia en cualquier ámbito, las categorías históricas quedan insuficientes. Es necesario describir también los elementos mitológico-fantásticos, que cristalizan en este “País de la fábula”, donde la libertad de la imaginación puede contraponerse con la coacción utilitarista en la modernidad (época cuya principal característica y motor impulsor podría definirse por tres palabras: progreso, poder y dinero).

“A fuer de palacios reían vuestros templos
os glorificaba el heroico certamen
del Istmo en las fiestas ricas en coronas.
Y en pos de la meta los carros volaban.
Trenzadas con arte, danzas inspiradas
en torno giraban al suntuoso altar.
Coronas de triunfo os ornaban las sienes
y vuestro oloroso cabello diademas.”
[11]

Incidiendo en lo dicho anteriormente, Schiller pone ejemplos de la relación inequívoca entre la poesía y el mundo de los dioses. Tras estos ejemplos puede encontrarse una crítica velada a una forma de culto mucho más pétrea que los antiguos cantos y danzas que pretendían honrar a los dioses; es decir, que el culto cristiano de la época de Schiller ha perdido esa especial relación entre poesía (conciencia mítica) y divinidad. La estrofa habla en primer lugar de las fiestas Ístmicas, realizadas en Corinto, donde se festejaba en honor de Poseidón. Este tipo de fiestas fueron cantadas de forma magistral por Píndaro [12], autor que Schiller conocía y alababa. En los últimos versos de la estrofa Schiller habla de un rito practicado por los griegos al acabar los juegos: honraban a los dioses que creían habían ayudado en su victoria adornando sus estatuas (esto es, las representaciones artísticas que se hacía de los dioses) con coronas de flores. Así, se pone de manifiesto por enésima vez como el culto griego estaba mucho más empapado con el concepto de lo bello y con el arte en general que el posterior monoteísmo frío y estratificado, tanto en lo ritual como en la misma cercanía de los dioses con sus acólitos. Igual que en la Ilíada o en la Odisea, los dioses también competían junto a los atletas en los juegos; por lo tanto eran merecedores de las alabanzas y los premios que estos conseguían. La religión, alejada ahora de lo bello, se ha erigido como una religión de especialistas. No es ya una creencia donde la sensibilidad juega el papel crucial. El renovado aire intelectual-filosófico establece un alejamiento de la religión cristiana con el pueblo y hace que sea necesario una corte de sacerdotes especialistas para explicar las escrituras y organizar los ritos, dejando únicamente para la mayoría de los creyentes una fe ciega intangible en los representantes de dios en la tierra.

“Las que al tirso agitaban gritando ¡evoé!
y el coche soberbio que tiran panteras,
al gran portador anunciaban del gozo;
brincando delante van Sátiro y Fauno,
le saltan en torno furiosas menades,
sus danzan alaban el vino del dios,
y del tabernero las pardas mejillas
ledas el jarro convidan.”
[13]

Siguiendo a Ovidio en la Metamorfosis [14], Schiller da cuenta de uno de los ritos más profundamente arraigados en la poesía y en la sensibilidad. Los ritos báquicos consistían en un grupo de seguidoras (llamadas bacantes _inspiradas_ o ménades_ resaltar que la tilde ha sido eliminada en el poema para poder cuadrar lo acentos del propio poema, recurso tan antiguo como la propia lengua castellana_) que se emborrachaban y danzaban profiriendo alaridos de puro júbilo, extasiadas por el vino y por su amor con el dios. Todo el carácter festivo que rodea la exaltación del dios Baco representa el más excelso contrapunto a los fríos rituales cristianos. Bajo el efecto omnipotente de la primavera, afirma Nietzsche, que incrementa las fuerzas vitales y el espíritu de la desmesura, las fiestas Dionisiacas no consistían en que los hombres se disfrazaran y vagaran por campos y bosques como en trance para engañar a otros, sino que consistían más bien en que:

“…el hombre estuviera fuera de sí y se creara así mismo transformado y hechizado
(…) en su estado de hallarse fuera-de-sí”
[15]

“Entonces ningún espantable esqueleto
De aquel que agoniza, ante el lecho venía. Un beso
del labio acogía el aliento postrero
y un genio la luz de su antorcha apagaba.

La misma balanza severa del Orco
de una mortal sosteníala el nieto
y el apasionado lamento del Tracio
estremeció a las Erinias.”
[16]

Con esta estrofa da comienzo la comparación de los ritos entorno a la muerte entre el politeísmo griego y el cristianismo. Como siempre, constante a lo largo del poema, los griegos van a enarbolar una serie de rituales, de creencias y de leyendas que están mucho más arraigadas en los ciudadanos de su comunidad debido, precisamente, al ropaje lírico y poético con que se representan. En esta estrofa comienza haciéndose eco del gusto por las novelas góticas de su tiempo. Los fantasmas y espíritus siempre van, en este tipo de relatos, al lecho de muerte, a espantar al moribundo en sus últimas horas de agonía. Por el contrario, en la edad clásica griega, todo acababa con un beso y un genio que apagaba su lámpara, símbolo de la vida que se va. La balanza, donde se pesan las acciones buenas y malas, es sostenida por Minos, hijo (y no nieto) de Zeus y Europa. El Tracio hace referencia a Orfeo, que de puro amor, descendió al Averno en busca de su amada Eurídice, sacrificio con el que cualquier amante puede sentirse identificado. Se trata de amor erótico, pero también espiritual. No obstante, amor terrenal, el mismo que cualquiera puede llegar a sentir (y no, por qué no decirlo, ese amor inalcanzable que tiene el dios Cristiano con todas sus criaturas).

“A encontrar volvía en los prados elíseos
la sombra dichosa sus antiguos gozos,
a su fiel consorte el amor fiel hallaba
y su camino el auriga,
del Lino en la farsa los cantos resuenan,
Admeto se entrega en los brazos de Alcestis,
Orestes de nuevo a su amigo conoce,
Y Filoctetes sus flechas.”
[17]

Del gozo de la muerte, gozo real, no espiritual como las almas cristianas, continúa esta estrofa poniendo ejemplos. Y del amor, que perduraba más allá de la muerte. El verso tercero de esta estrofa que dice “a su fiel consorte el amor fiel hallaba” es ejemplificado por Admeto y Alcestis. También se hablaba de Lino, maestro de Orfeo, el cuál, como se vio en la anterior estrofa, desciende al Averno a buscar a su amada. El amigo que Orestes encuentra tras su muerte es Pílades, que acompañó a éste al destierro y se crió con él en Tebas. Amistad, amor, gozo en la muerte; elementos que si bien se han recuperado para el cristianismo, pierden sentido y fuerza al ceder la religión en sus vínculos con el arte y la poesía. Al espiritualizarse en exceso la fe, el hombre pierde la mágica plenitud con la naturaleza circundante que es ahora obra de dios, y no sagrada en sí misma.

“Al atleta magnos premios aceraban
por la áspera senda llamada virtud,
soberbios autores de grandes hazañas
hasta los beatos trepando llegaban,
ante quien los muertos para sí reclama,
cedía la turba de los dioses, queda,
por entre las olas al piloto guían
desde el Olimpo los Gemelos.”
[18]

Última de las tres estrofas que tratan de la muerte. A los atletas que habían destacado en los juegos se les prometía magnos y elevados premios; es decir, participar en el Olimpo de la naturaleza divina (según Horacio)[19]. También hace Schiller una referencia a Hércules en el verso cinco de esta estrofa, pues él rescató de la muerte a Alcestis. Los gemelos con los que acaba la estrofa son los dioscuros (“Hijos de Zeus”), es decir, Cástor y Pólux (el símbolo de Géminis en el zodiaco); estos hermanos eran venerados por los navegantes antiguos por ser ellos quienes guiaban a los extraviados marineros en las peligrosas tormentas. Figuras que he utilizado como metáfora en este escrito, Pólux que consiguió ser inmortal, intercedió por su hermano Cástor para poder compartir este don. Así, se van alternando entre el Olimpo y el Hades. Cabe destacar lo que dice el propio Schiller sobre el verso sexto de la presente:

“En otra ocasión referí este verso a los dioses del Averno, que se inclinaban asombrados ante Heracles, cuando se presentó en el Orco como el que reclama para sí los muertos. Pero habría que pensar mejor, puesto que la segunda mitad de la estrofa ha de ofrecer ejemplos de la idea general contenida en la primera, en los dioses del Olimpo, que lo reciben con silenciosa admiración a causa de sus hazañas”[20]

“¿Dónde, mundo bello, te encuentras? ¡Retorna,
tú de la Natura dulce edad florida!
Ay, sólo en el reino hadado de los cantos
tu pasmosa estela vive todavía.
Se anega en tristeza la campiña yerma,
ningún ser divino a mi vista parece,
¡ay! del cuadro aquel palpitante de vida
sólo la sombra quedó.”
[21]

Esta estrofa da pie a la última parte del poema. Una vez que Schiller ha desplegado la forma bella y serena con que la religión griega entendía el mundo, ahora viene el tiempo de la nostalgia. Lo único que queda es lamentarse por la pérdida de aquella cosmovisión que aunaba la religión y la estética, hija del espíritu, y que ha sido sustituida por otra cosmovisión fría y seca, hija del entendimiento, y que puede definirse como el racionalismo de la Ilustración. Para Schiller es posible retornar a valores griegos siempre que se den las mismas condiciones y presupuestos sociales, destacando lo que él considera el principio rector fundamental del arte griego: que el ideal de libertad creadora se convirtiera en principio de socialización [22]. Esto es: que la creación artística compartida sea vínculo indisociable de comunidad.

“Las flores aquellas ya todas cayeron
ante el soplo horrible del fiero aquilón,
para enriquecer a Uno de entre todos,
debió disiparse aquel mundo de dioses.
Triste, entre las órbitas de las estrellas
búscote, Selene, sin hallarte allí,
llamo entre los bosques, llamo entre las olas,
y, ¡ay!, vacíos resuenan.”
[23]

En esta estrofa se contrapone de manera explícita el politeísmo griego, mucho más rico y más generoso artísticamente que el monoteísmo que quiere ser racional. Con la abolición del mundo de los dioses, no se consigue sino alejar a éstos de los hombres; hacer, de ese Dios único omnipotente, una idea fría y distante en el corazón de los fieles. El Dios del monoteísmo no se puede equivocar, no presenta rasgos y situaciones humanas como los dioses griegos, quienes intentaban hacer una representación de los problemas humanos como diciendo: “También los dioses tienen problemas de celos, deshonor, avaricia, crueldad, etc.”. Selene, a quien Schiller se empeña en buscar sin fortuna, era una diosa hija de los titanes Hiperión y Tea. Diosa de la luna, me inclino a pensar que Schiller continúa su metáfora del mundo oscuro (aquel frío y pétreo mundo que es ahora la tierra sin la protección de los dioses); es decir, Selene, diosa de la luna que se relaciona con la luz, sirve como vehículo para Schiller para expresar la ausencia de los dioses de la antigüedad.

“Sin nada saber de los gozos que brinda,
por su propia gloria jamás arrobada,
sin advertir nunca al genio que la guía,
por mor de mi dicha, dichoso jamás,
fría ante la honra de su propio artista,
semejante al golpe del péndulo inerte,
servil obedece a la ley de lo grave,
desdivinizada la naturaleza.”
[24]

El artista crea siguiendo unas pautas, marcadas por la creación divina del mundo. Como ésta, el artista crea partiendo de la nada, creatio ex nihilo (contraponiéndose a lo que la ortodoxia cristiana defiende de dios como único creador desde la nada, y etiquetando bajo el rótulo “Ex nihilo nihil fit”_ nada surge de la nada_ a todo intento de acercamiento entre dios y el hombre). Esto es: traer el Ser desde el No Ser. La creación como acto artístico tiene en su proceder una cierta experiencia de absoluta nada, aniquilación y destrucción. Para el poeta, en este caso, es el miedo ante la página en blanco: se siente amenazado por el poder devastador de la nada que ansía devorarlo. Se tambalea el poder de la imaginación. Como dos vectores en contrapunto, la creación que parte de la imaginación queda sujeta al peligro constante de que ésta le abandone. El poeta, en esos momentos de duda, ve peligrar toda su trabajo bajo el yugo de una nube oscura que pregunta: “¿Acaso tu obra tiene algún valor?”. En estos abismos de la imaginación, donde la nada acecha, la obra se ve empujada constantemente hacia la sospecha del vacío: vacío de sentido, de fuerza artística. De talento. De la misma manera, la naturaleza ya no es animada por la poesía, sino que obedece a leyes físicas y mecánicas que han enterrado la conciencia mítica.

“Para desprenderse mañana otra vez,
su propio sepulcro ella misma hoy se cava
y a un huso se atan, igual desde siempre,
las lunas, por sí, para hundirse o nacer.
A su tierra ociosos, del poeta la patria,
volvieron los dioses, para un mundo inútiles
que de su tutela abriéndose
librado logra por su propio flotar mantenerse.”
[25]

Sí, a su hogar volvieron, todo, cuanto es bello,
cuanto es elevado, llevando consigo,
colores y tonos de la vida, todos,
y sólo quedónos la palabra yerta.
Del curso del tiempo arrancados, ya vuelan
en salvo, del Pindo en la cumbre elevada,
lo que ha de vivir inmortal en el canto,
por fuerza en la vida habrá de morir.”
[26]

Con estos versos finaliza el poema de Schiller realizando un último acercamiento entre el mundo donde viven los dioses con el mundo de la poesía. Es aquel mundo el que se ha perdido para siempre, y con él todo anhelo estrictamente poético que pueda llegar a influir en la política y en los hombres (como eran las representaciones trágicas de Grecia, o los himnos Homéricos eminentemente pedagógicos). La poesía, como los dioses, ha quedado reducida a letra muerta, simples recolectores de polvo en eruditas bibliotecas. Han perdido el contacto con la vida, con la transformación del hombre, su entorno, y sus valores. Solamente accesibles ahora por los libros de historia, nunca retornara aquel mundo colorido donde, una vez, el arte, la religión y la política fueron capaces de darse la mano y dar forma a la democracia ateniense.

 

3. Prometeo de Goethe. Cástor en el Hades.

El poema Prometeo [27] fue escrito sobre el año 1774, cuando Goethe tenía 25 años de edad. Su publicación queda fechada sobre 1785. El poema consiste en un monólogo (aunque interpela al dios, éste no contesta) que Prometeo esgrime frente a Zeus, como representante paternal de todos los Dioses de Grecia, al que desprecia por su falta de humanidad. El hombre está sólo frente al destino, y aquí no pueden ayudarle los dioses. Prometeo, figura por antonomasia de rebeldía, padre de los hombres y donante del fuego del Olimpo (libertad) para la raza humana, es utilizado por Goethe como representante de una nueva actitud frente al estandarizado mundo de los dioses.

El poema representa toda una nueva mentalidad, que podemos caracterizar bajo el rótulo de ratio moderna (frente a la clásica o antigua). El poema rescribe la Querelle des anciens et des moderns, polémica de la Francia intelectual de finales del siglo XVII que se preguntaba sobre si el arte moderno representaba realmente un progreso con respecto al antiguo, o por el contrario era un paso hacia atrás. En Francia la disputa tuvo como consecuencia el auge de un arte moderno consciente de sí mismo, de sus orígenes e influencias. Pero cuando el debate comenzó en Alemania, fue el clasicismo quien se alzó con el poder, como cristalización de la autoconciencia histórica. Con un tono entusiasta, que estalla como una granada en la cara del lector, Goethe prende una chispa que dará pie a la cultura idealista en toda su complejidad. El poema tiene como tema central la autoafirmación del sujeto, el Ich que sería el vector impulsor del arte, la literatura y, por supuesto, de los omniabarcantes sistemas idealistas. Se trata de una afirmación, a la vez, de la meta de esa búsqueda que consistía en dotar de forma al espíritu alemán frente a las categorías del clasicismo francés, es decir, de las categorías del romanticismo. Este romanticismo original había, como afirma José Luís Villacañas:

“…pactado con un Júpiter de muchas caras: con el Dios-resorte que movía el mecanismo del universo reducido a extensión y movimiento, con el Dios-resorte que movía el complejo mecanismo estatal, con el Dios-resorte que reprimía la pasión individual. El Dios de la metafísica, de la política, de la tragedia del clasicismo, todo esto era también denunciado en el Prometeo”. [28]

Dios-resorte obviamente enraizado en Descartes, y que Goethe sabía insuficiente. Frente a este Dios se alza un soplo vitalista en la modernidad germana. Era necesario reivindicar a Leibniz, y por tanto esgrimir una metafísica panteísta que fuera capaz (rescribiendo a Giordano Bruno) de enfrentarse al Cristianismo. Leyendo los versos del poema no hay duda que también, y no menos importante, subyace una dimensión política. El poema llama a la revuelta frente al orden establecido, seduciendo invariablemente a quien lo lea. Vientos de revolución sacudían Europa, y Goethe se esfuerza en mostrar una actitud que increpa por igual a dioses y reyes, afirmando la independencia y el valor del sujeto en tanto sujeto. Autoafirmación de la libertad individual, mayoría de edad democrática, independencia religiosa, son algunos de los temas que se encuentran plasmados en este poema. Siete estrofas con desigual número de versos y rima/métrica libre, la falta de rigor estricto en la forma hablan también del impulso vital poético que no puede cercenarse por una estructura inflexible; en este caso, por la ciencia descorazonada moderna. Dice la primera estrofa:

“Cubre, ¡Oh Zeus!, tu cielo
con nebuloso velo
y ejerce como el joven
que cardos coge,
en las cimas del roble y del monte,
mas déjame a mí mi tierra
sí, déjame estar,
y mi cabaña, que tú no edificaste
y mi hogar
cuya lumbre
¡Tú me envidias!”
[29]

El poema. cargado de retórica, exime en esta su primera estrofa la cruda realidad. La tierra no es un paraíso, sino más bien un lugar pobre, seco, un continuo sufrimiento. Una mísera cabaña que llamaremos hogar, conseguido con el sudor y el sufrimiento del hombre. Este tipo de actitud puede asociarse claramente con las esferas más pobres de la sociedad. Aunque Goethe era un burgués que nunca tuvo problemas económicos,Prometeo es representante de estas clases que proponen el mismo grito para con los monarcas y dirigentes políticos. Se invierte, además, el orden clásico con el verso final. La envidia, siempre unidireccional, iba de los hombres a los dioses. Ahora se ha desviado del deseo universal del hombre de parecerse a los dioses para que éstos, en su quietismo, envidien la fuerza y libertad de los mortales.

“¡Nada más pobre bajo el sol conozco
que vosotros, oh dioses!
Apenas alimentáis,
con impuestos de ofrendas
y el humo de preces,
vuestra majestad,
y pasaríais hambre,
si no hubiera niños y mendigos
locos llenos de esperanza.”
[30]

Aún con toda la pobreza, con el constante sufrir de los hombres en este valle de lágrimas, el hombre es más rico que los dioses. Los dioses únicamente cuentan con la riqueza de las piras en su honor de niños, locos y mendigos, que ansían parecerse a los dioses. Pero no ya del sujeto heroico, encarnado por el Titán, el sujeto moderno que desea afirmarse como único dueño de su destino. Actuar, desde el arte, tiene que ser el camino para esta autoafirmación. Y en la actuación se sigue únicamente a la necesidad formadora intrínseca al ser humano. Este nuevo cosmos donde el artista puede actuar, va desde el caos hasta la forma en un devenir eterno. Con Spinoza, Goethe puede pensar que una sustancia infinita produce siempre un efecto infinito, un universo completo donde no existe realmente un Yo ni un Tú, ni por supuesto un Dios que haya quedado petrificado en la historia para el hombre. Puede llamarse panteísmo a este tipo de creencia. Goethe [31] afirma:

“Sólo hay dos religiones verdaderas. La una reconoce y reza ante lo sagrado completamente informe, que vive en nosotros y alrededor de nosotros; la otra reconoce y reza ante lo sagrado en la forma más bella. Todo lo que queda en medio es idolatría.”

Esta división que realiza Goethe le une indiscutiblemente con Nietzsche, prefigurando la diferencia entre lo Dionisiaco y lo Apolíneo. Además y no menos importante, Goethe realiza aquí una distinción que reduce el cristianismo a mera idolatría, pues es la filosofía quien ocupa el lugar antiguo de la religión primigenia.

“Cuando un niño era
y no sabía de dónde ni a dónde,
alcé mis turbados ojos,
al sol, como si allí arriba hubiera
una oreja, para oír mis quejas,
un corazón como el mío,
para apiadarse del oprimido”.
[32]

Siguiendo el análisis de J.L.Villacañas, podemos observar en esta estrofa como el grito de Prometeo es falaz. Ahora, y sólo ahora, que se encuentra sólo, que sabe, además, que siempre lo estuvo, es cuando el Titán grita más alto que nunca. Y en su delirio frente a un universo donde no caben ya los dioses, un universo inmenso y frío, Prometeo ve su soledad como una elección personal. Es aquí donde reside el engaño del poema. Prometeo está sólo ante este cosmos infinito, y _como cuando era niño_ sigue hablando con Zeus. Así queda expresado que, por mucho que lo desee, el titán sigue siendo un niño, un niño rabioso y enfurecido, pero no puede dejar de hablar con los dioses. El problema surge cuando somos conscientes que Goethe se cree lo que dice, encubriendo su propia ficción. El poeta, desesperado, se ve capaz de ocupar el lugar de los dioses en el universo. Pero únicamente habla para quitarse el miedo de los huesos, para, en fin, no sentirse tan sólo en ese infinito que es el cosmos.

“¿Quién me ayudo contra la soberbia de los titanes?
¿Quién me salvó de la muerte
y de la esclavitud?
¿No lo has cumplido todo tu mismo
sagrado corazón ardiente?
¿Y ardías joven y bueno,
engañado, dando gracias
al que duerme allí arriba?”
[33]

Prometeo es el dios encarnado de la libertad, de la autonomía, una autonomía que sólo puede llevarse a cabo de manera completa en la más absoluta soledad. Representa un mito del hombre, como es obvio. Prometeo, protector de la especie humana, sufre en sus entrañas el malestar continuo, las fauces del águila que devoran eternamente su interior continuamente regenerado. Con ello, se simboliza el continuo e infinito anhelo del hombre por el conocimiento, por el anhelo de saber y de acercarse continuamente a lo inalcanzable, mundo oculto y representado por los dioses.

“¿Yo honrarte a ti? ¿Por qué?
¿Has suavizado los dolores
del cargado?
¿Has detenido las lágrimas
del angustiado?
¿No me ha forjado como hombre
el tiempo omnipotente
y el destino eterno
mis señores y los tuyos?”
[34]

El destino subyace a lo largo de todo el poema, un destino que se alza aquí como poder supremo. Esquilo [35] pretendía, como afirman todas las interpretaciones posteriores, preparar la reconciliación entre los hombres y los dioses. Pero Goethe, furioso, no quiere reconciliarse con un dios vengativo, apático, que simboliza las clases más altas de la lujuriosa sociedad moderna. El hombre sólo debe rendir cuentas con el destino. La autoafirmación del hombre, irremediablemente tiznada de rebelión, no puede reconciliarse con Dios. La experiencia trágica hace su aparición: el hombre sostendrá incesantemente un inútil intento de afirmar su libertad frente al destino. Como dice Schelling [36]:

Los dioses griegos vivían en el seno de la naturaleza. Su poder no era ni invisible ni inalcanzable para la libertad humana (…) Lo verdaderamente sobrenatural en los griegos comienza con el fatum (destino), con el poder invisible que ninguna potencia natural llegaría nunca a dominar, contra el que ni siquiera los dioses inmortales tenían nada que hacer”.

“¿Imaginaste en tu delirio
que iba a odiar la vida
y huir al desierto
porque no todos
mis sueños florecieron?”
[37]

Goethe habla a un nuevo Dios, formado por el tiempo todopoderoso y el destino inexorable. No se trata ya de un Dios arbitrario, caprichoso. El arte es quien nos acerca a este nuevo Dios, y es necesario poder expresar todo el impulso de totalidad que vertebra nuestra pasión. Previo a la conciencia, el impulso artístico sabe la necesidad del hombre de continua formación. Con Villacañas afirmaremos que, siguiendo a Spinoza:

“La natura naturans, sin conciencia ni voluntad, sin fines ni intenciones, siguiendo el ímpetu natural de su ser, es anterior a la obra, a la natura naturata.“ [38]

“¡Aquí me siento y hombres formo
a mi propia imagen;
un género que sea igual a mí,
para sufrir, para llorar,
para gozar y alegrarse
y que no te respeten,
como yo!”
[39]

El poeta habla para los hombres, que no necesitan más la tutela de los dioses. Que se multiplicarán por la tierra como dueños únicos de su destino. Con este grito final, Goethe anula la paternidad de los dioses con los hombres, y augura una edad donde el sentimiento de pertenencia pase de lo religioso a lo socio-cultural. El hombre, huérfano de los dioses, se erige en dios único. Ese Ich que es motivo ahora de devoción y que cumplirá con todos los errores del más avaricioso de los dioses del Olimpo. Como dirá Heidegger años más tarde:

“En el lugar de la desaparecida autoridad de Dios y de la doctrina de la Iglesia, aparece la autoridad de la conciencia, asoma la autoridad de la razón. Contra ésta se alza el instinto social. La huida del mundo hacia lo suprasensible es sustituida por el progreso histórico. La meta de una eterna felicidad en el más allá se transforma en la de la dicha terrestre de la mayoría. El cuidado del culto de la religión se disuelve en favor del entusiasmo por la creación de una cultura o por la extensión de la civilización. Lo creador, antes lo propio del dios bíblico se convierte en distintivo del quehacer humano. Este crear se acaba mutando en negocio.” [40]

 

4. Conclusiones: del Uno al Todo. Reconciliación

Con estos dos poemas archiconocidos y representantes inquebrantables de lo mejor de la literatura alemana, he querido expresar un doble movimiento común a todos los románticos e idealistas germanos. Los dioses no están, la religión ha quedado estancada y se ha separado inexorablemente lo divino de lo humano, especializando la religión hacia la metafísica y circunscribiendo lo terrenal a elementos económico-técnicos. Tanto Schiller como Goethe son conscientes de ello, y en estos dos poemas puede verse una misma actitud, que bien podría reflejar un pensamiento continuo.

Primero, Schiller llora la desaparición de los dioses. No porque hayan desaparecido, sino porque el mundo que les rodeaba se ha ido con ellos. No habrá más unión armónica, como la hubo en Grecia, entre religión, política y arte. Con la tecnificación del mundo, los ámbitos quedan adheridos a compartimentos estancos, difíciles de aunar. Desde ese canto, el poeta se siente sólo, engañado, defraudado. Ahora es Goethe quien toma la palabra. Quien grita más que nunca a los dioses: ¡No os necesito! Ese grito, demasiado humano, inaugura un nuevo pensamiento con respecto al Yo que será constante idealista. Tenemos que recuperar las alturas desde la tierra. Se produce la subsunción de lo trascendente en lo inmanente: si antes la promesa era disfrutar en los campos Elíseos con los héroes y los dioses (o bien en el cielo con las almas puras del cristianismo) es ahora la historia la que nos llevará al paraíso terrenal, a disfrutar de un futuro que se promete propio. Dice Nietzsche a propósito de la Grecia clásica y los dioses:

“¿De qué otra manera hubiera podido soportar la existencia ese pueblo de tan extrema sensibilidad, tan fogoso en el deseo, tan extrañamente dotado para sufrir, si esta existencia no se hubiera presentado nimbada de un orden superior en sus propios dioses?”. [41]

La pregunta que lanzan Goethe y Schiller viene aclarada por esta frase de Nietzsche. Toda cultura debe crearse y trabajar bajo el horizonte de lo monstruoso, de la aniquilación y la nada. Se han realizado varios modelos a lo largo de la historia: Grecia soporta ese horizonte gracias a la belleza artística y la mitología; el cristianismo, por su parte, exige una moralidad rigurosa y un monoteísmo espiritual que denigre la sensibilidad; por último, la modernidad es capaz de combatir el desencanto que le produce la existencia elevando el progreso científico a nuevo dios único. Pero sigue siendo Grecia donde se retorna. Pues como ya dijimos, sus dioses no son reflejos descarnados de deidades místicas trascendentes. Son solamente hombres perfeccionados, con sus pasiones y sus placeres sensibles. Estos dioses animan el espíritu de la naturaleza, y se expresan en las creaciones artísticas y en los sentimientos de los amantes, los desgraciados, los que sufren, los que vencen y en todo sentimiento profundo que sienta el ser humano.

Para acercarse a los dioses de Grecia el mejor camino es el arte, la danza, la música, la embriaguez; el éxtasis con la naturaleza. Los dioses son la expresión de un sentimiento dionisiaco de la vida. Y el origen de estos dioses viene dado por la conciencia mítica, una conciencia que dota de un sentido intuitivo (mediante imágenes) a lo que carece de todo sentido. La conciencia, movido por la indiferencia del mundo, se resiste a que el hombre no sea tenido en cuenta en el tapiz cósmico. Desea ser uno con la naturaleza, conocer, ser conocido, comprender. Los mitos son el intento de entablar diálogo con esta naturaleza. Y si Goethe en su Prometeomanifiesta la indiferencia de la naturaleza, es consciente que mediante la creación poética es capaz de dotar de sentido a su soledad. Lo poético, según Safranski:

“…permite vivir en el encuentro con los hombres lo que no es indiferente, y permite ivirlo en la solidaridad, en la confianza, y también en las reglas en instituciones, que organizan las relaciones con sentido entre los hombres” [42]

Schiller y Goethe no sienten nostalgia por que la religión politeísta se haya perdido. Sienten tristeza por la desvinculación con la naturaleza y por la opresión a la que se somete la poesía. Sienten rabia, rabia exacerbada al darse cuenta de que siempre han estado solos. Sólo mediante la creación artística puede darse de nuevo el trayecto hacia el Olimpo. El acceso hacia la conciencia mítica tiene que ser recuperado desde la creación poética, mitología que ha dejado un hueco enorme en las actitudes del ser humano, y a la que sólo se puede acceder mediante el impulso vital artístico que todo hombre lleva dentro. Una conciencia mítica, que unos jóvenes estudiantes también quisieron reivindicar años más tarde, como sus maestros, sin saber que realmente pretendían construir la casa por el tejado. Hegel, Schelling y Hölderlin (quizás éste se encuentre más cerca de Goethe y Schiller que sus compañeros), padres junto a Fichte de la locura filosófica que fue el Idealismo Alemán, afirmaban, con todo el esplendor de su juventud prometeica:

“Monoteísmo de la razón y del corazón, politeísmo de la fantasía y del arte, eso es lo que necesitamos. Por primera vez voy a exponer una idea que, por lo que sé, todavía no se le ha ocurrido a ningún hombre: tenemos que tener una nueva mitología. Esta mitología, sin embargo, debe estar al servicio de las ideas, debe ser una mitología de la razón.” [43]

Pero antes de que estos jóvenes filósofos intentaran racionalizar la mitología, Schiller y Goethe fueron conscientes de que la conciencia mítica no ha desaparecido del todo. Que las palabras de Goethe se parecieran a las de los jóvenes idealistas no tiene nada de raro:

“Somos panteístas como investigadores de la naturaleza; poetizando somos politeístas; moralmente, somos monoteístas” [44]

Pero es que Schiller y Goethe saben que aún es posible despertar en este mundo frío y excesivamente moral la festividad de Dionisos. Que la categoría de Vida podía unir a todas las criaturas en el sentimiento del gozo de todo su ser; que desplazaría ese Yo individual para disolverlo todo en una nueva unidad sentida con el cosmos. Y el camino es la poesía. Mientras el arte se tambalea entre la coacción económica y el frío yugo de la categoría de utilidad, la moral burguesa ha despojado a la poesía del alma y el encanto que le son propias. Y el arte, convertido ahora en una petrificación de sí mismo, un bello asunto secundario, es impulsado por esta generación hacia las categorías que se encuentran en la cúspide de los valores rectores de la existencia: el arte debe de ser en sí mismo finalidad.

La nueva conciencia poética nace, como hemos visto, del descontento y la decepción del saber estandarizado. La naturaleza viva, que Schiller encuentra vinculada con la conciencia mitológica de Grecia, se encuentra fuera de las bibliotecas, de las universidades, de los templos. El conocimiento erudito no llena al hombre, igual que es incapaz de colmar las aspiraciones de Fausto. La vida que bulle fuera es la vida que Fausto presiente y la que, al intuirla, le produce una radical transformación:

“¿Yo soy un Dios? ¡Lo veo todo tan claro!” [45]

Ciencia contra vida: quizás sea ésta la lucha fundamental de los primeros compases del idealismo alemán. Entonces, esta decepción por el saber de Fausto se puede entender como la prehistoria de Prometeo. El abandono de la vieja vida erudita-cristiana da paso al éxtasis de la integración del alma en la naturaleza activa. Es entonces cuando el Todo resuena armonioso: reconciliación. Fausto puede exclamar ahora:

“Con ánimos me siento para aventurarme en el mundo, cargar sobre mí el dolor y la dicha terrenos, bregar con tempestades y no cejar en medio del fragor del naufragio” [46]

Entonces da comienzo la cultura nueva basada en la acción. El mismo Fausto traducirá el comienzo del Evangelio de San Juan; de “al principio era la palabra”, desecha no sólo el Logos, sino también el sentido y la fuerza como principios. El espíritu de la Tierra escribe sin dudar: “Al principio era la acción” [47]. Entonces Fausto se percata de que Mefistófeles se ha colado en su celda; que el espíritu diabólico no es otra cosa que la acción del hombre. El ser humano, que por un momento ha olvidado el pecado original de la curiositas cristiana, del ansia de conocimientos, se halla dominado por el impulso, el instinto, la inclinación meramente pasional. Y el espíritu de la Tierra aparece para decirle lo mismo que Prometeo dirá a Zeus:

“Tú, semejante al espíritu que comprendes,
no igual a mí!”
[48]

Conclusión: el espíritu de la Tierra pone al hombre en su sitio. El hombre no pude distanciarse de las fuentes del dolor más sagrado, más interno. De las raíces de sus más profundos temores surge un terror lamentable[49] que se ríe de las ridículas pretensiones que alberga el ser humano para transformarse en superhombre. El espíritu de la Tierra:

“…dominando el silbante telar del tiempo, navegando, sin naufragios, en el torbellino de las acciones, en el oleaje de la vida, retira la ilusión de los ojos de Fausto”

El espíritu de la Tierra ha levantado el velo. Bajo él, un ser diminuto tiembla ante la posibilidad de no importar nada para el universo. De este terror informe surge la necesidad de la analogía entre los dioses y los hombres. Este es el reverso tenebroso de la mitología griega: el hombre no puede concebir que en frente suyo se alce la naturaleza muerta, sino que prefiere inventar historias sobre los dioses que también experimenten pasiones como cualquier ser humano. Así, los dioses se equiparan con los hombres y estos pueden integrarse en la reconciliación con el Universo. Sigue siendo distante y frío, y nuestro conocimiento nos limita para la integración. Pero a través de la conciencia mítica, el hombre puede reconciliarse con su especie y evolucionar política y culturalmente siguiendo el modelo ideal de los dioses. Los cuáles surgen del hombre como herramienta poética de integración con la naturaleza: reconciliación.

Notas:

[1] V.V.A.A (2004), p.311.

[2] Schiller (2005a), p.159.

[3] Schiller (2009), p.55.

[4] Ibid., p.55.

[5] Ibid., p.55.

[6] Ibid., p.57.

[7] La erudición excesiva de Schiller en este y otros poemas sobre mitología viene dado por el uso y abuso que realizaba del, por entonces, famosísimo compendio de mitología Gründliches mythologisches Lexicon (Léxico mitológico fundamental) de Benjamin Hederich. De la superabundancia de términos en el poema, se hace eco Körner que lo censura como “excesiva y meticulosa erudición”; o el propio Goethe, que lo encuentra recargado no obstante interesante, así como excesivamente largo. Safranski (2006),p..282.

[8] Schiller (2009), p.57.

[9] Ibid.,p.271.

[10] Ibid., p.57.

[11] Ibid., pp.57-59.

[12] Píndaro (2006), pp.269-316.

[13] Schiller (2009), p.59.

[14] Ovidio (2008), Libro IV,pp.1-30.

[15] Nietzsche (2007), p.212.

[16] Schiller (2009), p.59.

[17] Ibid., pp.59-61.

[18] Ibid., p.61.

[19] Horacio (2007)

[20] Schiller (2009), pp.271-272.

[21] Ibid.,p.61.

[22] Safranski (2006), p.278.

[23] Schiller (2009), p.61.

[24] Ibid., p.63.

[25] Ibid., p.63.

[26] Ibid., p.63.

[27] Utilizo la versión de José Luis Villacañas Berlanga, en Jacobi (1996), pp.245-246.

[28] Jacobi (1996), p.16.

[29] Ibid., p.245.

[30] Ibid., p.245.

[31] Goethe (1987), Tomo I. Aforismos y máximas, p.150.

[32] Jacobi (1996), p.245.

[33] Ibid., p.246.

[34] Ibid., p.246.

[35] Esquilo (2009)

[36] Schelling (1984) Carta X, p.142.

[37] Jacobi (1996), p.246.

[38] Ibid., p.26.

[39] Ibid., p.246.

[40] Heidegger (1996) La frase de Nietzsche “Dios ha muerto”, p.197.

[41] Nietzsche (2007), pp.116-117.

[42] Safranski (2006), p.283.

[43] Hegel (2003) Primer programa de un sistema del idealismo alemán (invierno 1796/97?), p.220.

[44] Goethe (1987) Tomo I. Aforismos y máximas, p.175.

[45] Goethe (1987) Tomo III. Fausto, p.1302.

[46] Ibid., p.1302.

[47] Ibid., p.1314.

[48] Ibid., p.1303.

[49] Ibid., p.1303.

 

Referencias bibliográficas

Esquilo. (2009): Prometeo encadenado. Editorial DeBolsillo. Barcelona.

Goethe, Johann W. (1987): Obras completas. Tres tomos. Aguilar. Madrid

Hegel, George W. (2003): Escritos de juventud. Fondo de Cultura Económica. México, D.F.

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Ovidio Nasón, Publio. (2008): Metamorfosis. Libros I-V. Editorial Gredos. Madrid.

Píndaro. (1995). Odas y fragmentos: Olímpicas; Píticas; Nemeas; Ístmicas; Fragmentos. Editorial Gredos. Madrid.

Safranski, Rüdiger. (2006): Schiller o la invención del idealismo alemán. Tusquets Editores. Barcelona.

Schelling, Friedrich J. (1984): Cartas sobre criticismo y dogmatismo. Editorial Gules. Valencia.

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Schiller, Friedrich. (2009): Lírica del pensamiento. Una antología. Hiperión. Madrid.

V.V.A.A. (2004): Himnos homéricos. La “Batracomiomaquia”. Editorial Gredos. Madrid.

 

© Iván Fernández Frías 2011

Espéculo. Revista de estudios literarios. Universidad Complutense de Madrid

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