Archivo por días: febrero 15, 2016
El origen de Homo sapiens y el desarrollo tecnológico
En junio de 2003 un equipo científico encabezado por Timothy White publicó en la revista Nature un importante hallazgo, realizado varios años antes (1997) cerca de la localidad de Herto, en la región etíope del curso medio del río Awash. Se trataba de restos de tres cráneos (dos de ellos muy completos) y dientes fósiles, que pertenecieron a un mínimo de siete individuos. Tim White nos tenía acostumbrados a descubrimientos de gran antigüedad. Por ese motivo, sorprendió a todos la datación de los restos de Herto, que se movía en el rango de 154.000 y 160.000 años. Este dato nos recuerda que la región del curso medio del río Awash puede considerarse como uno de los lugares más importantes del planeta para el estudio de toda la evolución humana. Las excavaciones en esta región han proporcionado restos de ardipitecos, australopitecos y de varias especies del género Homo.
En esta ocasión, White y sus colegas describieron restos de Homo sapiens, si bien quisieron distinguirlo de otras poblaciones de nuestra especie con el apellido “idaltu”:Homo sapiens idaltu. El cráneo de uno de los adultos fue portada de la revista Nature y el artista Jay Matternes realizó una de sus famosas reconstrucciones dedicadas a las especies y paisajes del pasado. Con independencia de las licencias artísticas de Matternes, su reconstrucción pictórica refleja los caracteres del neurocráneo y de la cara. Los cráneos de Herto son esféricos, por lo que aquellos humanos ya había perdido el aspecto aplanado de todas las especies anteriores del género Homo. En consonancia con ello, el cerebro del cráneo tendría la misma forma que la nuestra y su volumen (unos 1.400 centímetros cúbicos) era algo superior al promedio actual. La cara era exactamente igual a la nuestra y tan solo se puede decir, como rasgo a destacar, que los cráneos eran robustos. Nada que nos pueda sorprender, porque algunas poblaciones actuales también tienen cráneos algo más robustos de lo habitual.
Para Tim White y sus colegas, los restos humanos de Herto representan la continuación de un linaje evolutivo, surgido en África hace unos 250.000 años: el linaje “sapiens”, bien representado por algunos restos fósiles de África y del Corredor Levantino. Los cráneos de Herto son contemporáneos con los neandertales, pero no muestran ninguno de los caracteres típicos de estos humanos del otro lado del Mediterráneo. La separación de las dos genealogías, neandertales y humanos modernos pudo ocurrir hace entre 400.000 y cerca de un millón de años (una amplia horquilla temporal, todavía por resolver). Pero lo cierto es que los cráneos de Herto podían confundirse con los de algún yacimiento moderno. Hace 160.000 años la especieHomo sapiens ya estaba perfectamente definida y consolidada.
Pero una cosa es lo que nos dicen los fósiles y otra muy distinta es saber como estaba estructurado el cerebro que contenía el neurocráneo de los humanos de Herto. Para algunos genetistas tuvieron que producirse cambios de cierta entidad en nuestro genoma para que los humanos llegáramos a producir y apreciar el arte o a poseer un pensamiento simbólico tan desarrollado como el que ahora nos caracteriza. Si nuestra especie tiene una antigüedad de casi un cuarto de millón de años, ¿por qué hemos tardado tanto tiempo en alcanzar los logros tecnológicos de los que disfrutamos hace tan solo unas pocas décadas? Hace 160.000 años el tamaño del cerebro ya había logrado con holgura el tamaño de hoy en día. Quizá los genetistas obtendrán respuestas en poco tiempo, precisamente gracias al enorme avance de la paleogenética. Conoceremos mejor los cambios que nos distinguen de aquellos humanos de finales del Pleistoceno medio. Sin embargo, ante la incontestable evidencia de que algunas tribus del planeta siguen viviendo de la caza y la recolección no queda más remedio que aceptar la importancia del cerebro social en nuestro progreso. Sin la interacción de miles de personas en una empresa común hubiera sido imposible llegar hasta las cotas tecnológicas actuales. Ya lo sabemos, la respuesta está en el ADN, pero también en el ambiente en el que se desarrollan los seres vivos. En nuestro caso, el intercambio de información de manera vertical (a través de los textos escritos por quienes nos han precedido) y horizontal actúa sobre las posibilidades del genoma humano para provocar nuestro progreso tecnológico exponencial.
EL DMT ESTÁ PRESENTE EN TODOS LOS ORGANISMOS VIVOS DEL PLANETA
Entre la comunidad psicodélica existe una broma muy gastada de que la policía podría detener a una persona por llevar en su cerebro un poderoso psicodélico ilegal: el DMT. Esto se fue rumorando a partir de los estudios de Rick Strassman con la también llamada «molécula del espíritu»: Strassman teorizó que la glándula pineal (el centro espiritual según Descartes) producía DMT. Recientemente se ha confirmado que, al menos en las ratas, esto es así.
Lo increíble del caso es que esta sustancia que produce visiones cósmicas en viajes de 10 minutos de los cuales uno sale relativamente ileso (al menos físicamente) pese a cruzar un extraño umbral hacia lo que parecería otra dimensión (poblada de deidades y juglares), parece estar presente en todas las criaturas vivientes del planeta en dosis minúsculas, según explica el etnofarmacólogo Dennis McKenna en el prólogo del libro A Cultural History of DMT, de Graham St. John:
Ya que el triptófano, el precursor del DMT, está presente en todos los sistemas biológicos del planeta, lo que esto implica es que el DMT debe ocurrir –aunque usualmente en cantidades diminutas– en cada uno de los organismos del planeta. La naturaleza, en otras palabras, está empapada de DMT. ¿Es esto un simple accidente bioquímico o es indicativo de algo más profundo, de una inteligencia inherente en la naturaleza? El DMT nos invita a mirar a detalle los niveles fundamentales de la organización biológica para percibir ahí un misterio, presente desde el origen de la vida y sin embargo no sospechado hasta que las vicisitudes de la evolución otorgaron a un grupo de primates la complejidad neurológica para aprehender su farmacología, crear las herramientas para aislarlo y la misma capacidad de asombro ante los paisajes trascendentales que iluminan un universo paralelo.
El hilo es infinito y nos podemos hacer miles de preguntas en este sentido. El doctor Strassman, por ejemplo, ha tomado una veta bíblica, considerando que tal vez las teofanías de los profetas fueron inducidas por una producción natural de DMT. También esta la misma posibilidad que Strassman exploró en su libro The Spirit Molecule, sobre la relación entre la glándula pineal, el DMT y la reencarnación. Desde una perspectiva biológica, Dennis (el hermano nerd del famoso psiconauta Terence McKenna) sugiere algunas funciones para el DMT en el cuerpo humano. Se cree que podría tener una función de inmunorregulación; otra posibilidad es que actúe como neurotransmisor. Y no se puede descartar que la función del DMT está más ligada a aspectos espirituales o de la llamada anatomía oculta del ser humano (la glándula pineal es un vestigio de un ojo). Por ahora, todo esto es solamente un tremendo misterio.
http://pijamasurf.com/2016/02/el-dmt-esta-presente-en-todos-los-organismos-vivos-del-planeta/
LOS BEBÉS PUEDEN VER COSAS REALES QUE NOSOTROS YA NO ALCANZAMOS A PERCIBIR.
POR: ALEJANDRO MARTINEZ GALLARDO –
fuente/Pijamasurf
ENORME MANCHA NEGRA EN UNA MONTAÑA,GOOGLE EARTH
Estudian una mina de plata griega de hace 5.000 años en Thorikos
LA MINERÍA EN ESTAS ANGOSTAS GALERÍAS SE DESARROLLÓ EN CONDICIONES EXTREMAS
El estudio arqueológico del área de Thorikos, en Grecia, ha puesto al descubierto una compleja explotación de mineral de plata sin paralelos conocidos. La explotación se inició en el Tercer Milenio a.C., aunque la fase más extensiva y sistemática corresponde a época Clásica (S. V a.C.). La perfección de las técnicas de excavación y extracción contrasta con una atmósfera asfixiante en la que el oxígeno escasea y se alcanzan temperaturas de 21 grados. Probablemente los trabajos de explotación correspondiesen a mano de obra esclava, que desarrollaba estos trabajos en unas condiciones extremas.
☉ Contenido
Un equipo de arqueólogos, supervisado por el profesor Denis Morin de la Universidad de Lorraine, ha empleado un dron para localizar las instalaciones construidas sobre el suelo y conectadas con la actividad minera. Es la primera vez que se estudia un complejo minero de estas características.
Estas investigaciones subterráneas son parte de una investigación arqueológica mayor sobre el área de Thorikos dirigida por el profesor Roald Docter de la Universidad de Gante, con la participación de la Escuela Belga de Atenas, la Universidad de Utrecht y el Eforado del Ática oriental.
Denis Morin ha dicho sobre el descubrimiento: «hoy, es difícil imaginar las extremas condiciones en las que los mineros tuvieron que trabajar en este laberinto de galerías. Un calor asfixiante reina en este entorno mineral. El avance en las prospecciones subterráneas requiere una vigilancia constante en este sofocante espacio en el que el nivel de oxígeno debe ser controlado permanentemente. Marcas de herramientas en las paredes, grafitis, lámparas de aceite, y espacios agobiantes, dan muestra de la omnipresente actividad de los trabajadores subterráneos».
«La dureza del sustrato rocoso y las mineralizaciones muestran las condiciones de trabajo extremas de estos trabajadores, en su mayor parte esclavos, sentenciados a la oscuridad y a la extracción de mena de plomo-plata. El mapado de esta enmarañada red de túneles, cuyas ramificaciones se localizan a veces a varios niveles, representa un desafío real en términos científicos«. Bajo tierra, la morfología y la organización de la infraestructura minera permite distinguir diversas fases de actividad.
Los datos arqueológicos reunidos y observados durante la última fase de la campaña de 2015, que incluyen cerámica y martillos de piedra hechos de roca sedimentaria volcánica, señalan a una datación antigua para la primera fase de las actividades mineras en la zona (Neolítico final/Heládico antiguo: en torno a 3.200 a.C.). Si futuras investigaciones confirman esta hipótesis, el marco cronológico de la minería en la región del Ática y el mundo Egeo se vería profundamente modificado.
La fase Clásica es con diferencia la más perceptible. Se podría definir como omnipresente, destaca por la regularidad de las secciones de galerías divididas que cubren todo el espacio. Fragmentos de cerámica y lámparas, e incluso una inscripción griega grabada en una pared, testimonian las actividades de espe periodo. El corte de conductos con herramientas afiladas, de forma cuadrangular, cortando la roca en fases sucesivas, esas son las características de estos trabajos de miería especialmente bien organizados.
La reanudación de los trabajos a finales del periodo Clásico (siglo IV a.C.) está datada por las marcas de herramientas en las galerías y los restos cerámicos. Pozos descubiertos en el interior de la red de túneles conectan dos niveles principales de mineralizaciones, y por tanto de extracción. De perfecta arquitectura geométrica, ejecutados al milímetro, su técnica de construcción aún está siendo investigada por los arqueólogos.
A día de hoy, estos pozos solo son accesibles usando técnicas de espeleología alpina. Un cierto número de estas galerías abandonadas han permanecido sin tocar durante los últimos 5.000 años. Otras, que son ahora inaccesibles, han sido completamente colmatadas durante sucesivas fases de extracción. El avance en estas galerías es difícil incluso para arqueólogos experimentados, que transportan equipos de alta tecnología, en una atmósfera que alcanza temperaturas de 21 grados.
Este complejo minero sin precedentes muestra una planificada estrategia de extracción del mineral y un perfecto control tecnológico y espacial durante el proceso. Aunque su explotación comenzara en torno al Cuarto-Tercer Milenio a.C., en torno a los siglos V-IV a.C. estas minas de plata constituyeron el área minera más importante de Grecia, formando parte de la base de la dominación ateniense sobre el mundo egeo.
VIA…http://arqueologia-paleoramaenred.blogspot.com.es/2016/02/estudian-una-mina-de-plata-griega-de.html