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Recupera tu autoridad. Las batallas que pierdes enfrentado a los niños

Recupera tu autoridad. Las batallas que pierdes enfrentado a los niños

Los Niños de Hoy
Fuente imagen: http://www.desiringgod.org/

Hijos que “no hacen caso”; grupos de niños indomables, conflictos que superan, que agobian, que quisieras evitar pero que debes enfrentar… Te cansas de perder, de ceder, de sentir que haces todo mal…
La tarea de ser un educador se hace difícil, compleja, insostenible. Sientes que entras en guerras interminables, que dejan debilitada tu figura de autoridad, y la autoestima de cualquier persona que se enfrente a estos pequeños guerreros.

Si propones una batalla, asegúrate de tener la fortaleza para enfrentarla

“Termina de hacer tal cosa, antes de salir.”, “¡no vuelvas después de las x hs.!”, “¡no te pongas esta ropa!”, “si no traen esto terminado, no podrán…”, “¡qué sea la última vez que hacen esto!”.

Lanzamos hacia adelante órdenes, frecuentemente sin tener la convicción, el coraje, ni menos, la fuerza, para sostenerlas hasta que se lleven a cabo.
Ordenamos para decir “aquí estoy” o porque sentimos que “debemos hacerlo”, pero no estamos decididos a mantenernos firmes ante la posible o eminente oposición del niño.
Entramos en una batalla débiles, dubitativos e inseguros; y… hay que decirlo, aunque ya lo sabes… la victoria no será tuya.

Te describo el desenlace: El niño se niega a obedecer; tú insistes, agotado, pero intentado mantenerte firme. El niño, al notar esa pequeñísima debilidad, y por ende, posibilidad de no hacer lo que se le pide, vuelve a oponerse.
El cansancio crece, se hace insostenible… Vuelves a reforzar tu decisión, esta vez con menos coraje, y ya casi seguro de que debes retirarte, frustrado ante otra batalla perdida.
Obviamente, el niño percibiendo su victoria, vuelve a enfrentarte, negándose por completo a hacer lo que dices.
Fin! Perdimos…Nos retiramos frustrados, agotados emocionalmente; sintiéndonos pésimos padres o figuras de autoridad. Una vez más, perdimos las riendas…

¿Qué hicimos mal?

Lo fundamental: antes de presentarte con una decisión tomada, no te has preguntado si tenías la fortaleza para sostenerla hasta que se lleve a cabo.
Si vas a hacer o decir, será necesario que antes lleves a tu consciencia que necesitarás mantenerte firme, así el niño se niegue de la forma que sea.

En vez de decir impulsivamente, lo haces premeditadamente. Busca tu eje, calma tus emociones, empoderate en tu rol, percibe el amor que sientes por este pequeño, todo esto será la base que te sostendrá y mantendrá estable ante cualquier posibilidad de reacción.

Varias cosas pueden suceder como respuesta:
Una, que es la más probable, es que el niño note tu firme convicción, y ni se le ocurra la posibilidad de negarse. Simplemente accederá, de buena o mala gana, pero hará lo que se le pide.
Dos, es que se niegue, pero, si se encuentra con personas emocionalmente preparadas para sostener la indicación, sin dar lugar a la duda, simplemente lo terminará haciendo.

Si te mantienes como figura de autoridad pacífica, pero decidida y firme, no habrá guerra, menos aún, batallas. Puede haber una cierta tensión, a modo de prueba, para ver hasta dónde se puede; pero si el límite está bien marcado, no habrá espacio para que las batallas se desencadenen.

Ahora, ¿qué sucede si sientes que no vas a poder sostener una discusión, un límite o una orden? Entonces no lo digas, no lo pidas, no lo dictamines. Simplemente, terminarás cediendo, y esto a fin de cuentas es peor para ti y para el niño.
Es preferible retirarse antes y descansar, que terminar más agotado sin haber logrado nada nuevo.
Eso que quieres que se haga, puede ser hecho otro día, cuando puedas presentarte como verdadero referente de la situación.

Pero cuidado, no caigas en la tentación de dejar pasarlo todo, por no enfrentar las situaciones. Si haces esto, las dificultades crecerán y llegarán a ti cada vez más.
Solo tomate unas horas, un día o dos para reafirmarte, para hacerte consciente de la dinámica, para pensar la mejor manera, para recuperar estabilidad emocional o lo que se necesite, pero luego hazte responsable de tu rol.

Nadie quiere exponerse a batallas, menos aun con los seres que más amamos, pero a menudo los niños necesitan dicho enfrentamiento para conocer su propio límite… y el tuyo. Es por eso que eres tu quien debe presentarse pacífica pero firmemente, e indicarle: “es hasta aquí”.
Y si… puede no ser fácil, nadie dijo que lo sería, pero es un lindo reto el conocerse, el encontrar la manera, y finalmente disfrutar de los logros y de la armonía generada gracias a ellos.

Autora: Nancy Erica Ortiz
Pedagoga Integral

http://www.caminosalser.com/i1815-recupera-tu-autoridad-las-batallas-que-pierdes-enfrentado-a-los-ninos/

¿Son las plantas más inteligentes que las personas?

¿Las plantas son más inteligentes que las personas?

«Incluso los átomos poseen un cierto grado de inteligencia.» ~ Thomas Edison

«Para comenzar a entender la magnífica fiebre que es la conciencia, debemos tratar de entender los sentidos y lo que nos puede decir sobre el mundo deslumbrante que tenemos el privilegio de habitar.» ~ Diane Ackerman

Michal Pollan, autor de The Omnivore’s Dilemma, y The Botany of Desire, ha señalado eso durante mucho tiempo, incluso el mencionar que las plantas podrían ser inteligentes era una forma rápida de ser etiquetado como un «chiflado», pero resulta que las plantas pueden aprender, comunicar, e incluso sentir. También pueden ver, oler, y recordar. Esto definitivamente no es una noticia que la industria biotecnológica quiere destacar.

¿Las plantas tienen «cerebros»?

En un campo emergente denominado neurobiología de la planta, un nombre un poco inapropiado ya que las plantas no tienen neuronas o cerebros, se aprendió que la gente que reproduce música para sus plantas, o entienden que nuestras acciones pueden afectar la nutrición de la planta por ejemplo, no son ‘chiflados’ en lo absoluto.

Ver también: ¿Las plantas tienen conciencia e inteligencia?

Las plantas tienen estructuras análogas a nuestro cerebro y neuronas. Tienen una forma de absorción de información e incluso lo comparten con otras plantas. Normalmente se necesita un cerebro para hacer eso, pero a medida que estamos aprendiendo en nuestra comprensión progresiva de la conciencia – no necesariamente lo es.

Las plantas incluso «siente» emociones como el dolor – como cuando una oruga está a punto de masticar sus hojas – así que no hay duda, saben cuando están a punto de ser bañados en venenos agroquímicos tóxicos.

Eso también tiene un poco de sorpresa desagradable teniendo en cuenta que casi un millón de acres de la selva amazónica han sido eliminados en los últimos años, matando a todo tipo de vida vegetal y animal en el proceso, cuando uno se da cuenta de que los árboles de los bosques en realidad hablan entre sí. Una red de micelio de setas que crecen en el suelo del bosque actúan como Internet, proporcionando una autopista de la información a los árboles en los sistemas forestales. Los árboles comparten nutrientes e información en esta relación de beneficio mutuo con los organismos.
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Un Poderoso Ejercicio para Controlar la Mente y Crear la Vida que Deseas

cómo controlar la mente

Hay un hecho muy curioso respecto a la mente: por alguna extraña razón estamos convencidos de que debemos utilizarla para pensar en lo que nos está pasando.

Fruto de esta creencia, utilizamos la mente para narrar lo que estamos viviendo, como si fuéramos comentaristas deportivos. Si nos duele el estómago, por ejemplo, empezamos a pensar: “qué dolor que tengo”, “qué mal que me encuentro”, a ver cuándo se me pasa “, etc.

Y así con todo.

Esto tiene unas consecuencias bastante negativas, porque como te comentaba en algunos artículos recientes, la mente es la herramienta que crea la realidad. Así que, si la utilizamos sólo para pensar en lo que nos está pasando, nos quedaremos atascados viviendo siempre las mismas situaciones una y otra vez.

Utilizar la mente de esta manera, pues, no es nada recomendable. A no ser que tengas especial interés en vivir algunas determinadas experiencias repetidamente, claro. Pero normalmente, este no suele ser el caso.

Si queremos vivir una vida plena, dinámica y rica en experiencias nuevas e interesantes, el mejor camino es aprender a pensar, no en lo que nos está pasando, sino en lo que queremos que nos pase. Debemos aprender a controlar la mente para decirle qué queremos que piense. Debemos pensar deliberadamente en cómo queremos que sea nuestra vida.

Hoy me gustaría hablar de cómo lograrlo. No es fácil, pero tampoco es tan difícil como creemos.

Y te propondré un pequeño ejercicio para facilitarlo aún más.

Cómo Controlar la Mente

La idea básica para controlar la mente es muy simple: decidir cómo quieres que sea tu vida y pensar deliberadamente en ello.

En la práctica, sin embargo, hacerlo no es tan fácil como decirlo. No estamos nada acostumbrados a elegir conscientemente lo que pensamos, y se nos hace difícil.

Pero aparte de la falta de hábito, lo que realmente lo complica es un hecho mucho más simple: no siempre tenemos claro qué queremos que nos pase. Es decir, el problema no es sólo que cueste pensar en lo que queremos, sino que no sabemos qué queremos.

Piensa un momento en ello: ¿tienes claro qué quieres vivir los próximo años? No me refiero a si sabes más o menos hacia dónde quieres que vaya tu vida, sino a si sabes exactamente lo que quieres. ¿Sabes exactamente cómo quieres que evolucione tu vida profesional? ¿Sabes exactamente dónde quieres vivir? ¿Sabes exactamente qué experiencias quieres tener?

Es muy posible que la respuesta sea “no”. Seguramente sabes que quieres estar bien, pero no has decidido conscientemente qué quieres vivir exactamente.

Y, claro, si no sabes qué quieres exactamente, no puedes pensar en ello.

Imagínate alguien que quiere construir una casa sin haberla diseñado primero. Simplemente comienza a poner ladrillos uno encima del otro confiando en que al final quedará bien. ¿Crees que lo conseguirá? Es evidente que no. Para poder hacer una casa, primero hay que planificarla.

Pues con tus sueños pasa lo mismo: para poder hacerlos realidad, primero debes diseñarlos.

Así pues, el primer paso para controlar la mente es decidir, con tanto detalle como puedas, qué vida quieres tener. Tienes que decidir claramente qué quieres para poder decirle a tu mente qué debe pensar.

Tú eres el arquitecto de tu vida, y tu mente es la obrera que la construye. Si el arquitecto no tiene un plan, la obrera no puede hacer nada bueno.

Decide la Vida que Quieres Vivir

Así pues, tu objetivo número uno debe ser tener muy claro cómo quieres que sea tu vida: dónde quieres vivir, qué trabajo quieres hacer, cuánto dinero quieres ganar, qué tipo de relaciones quieres tener, etc.

Para conseguirlo, te propongo un ejercicio muy sencillo: coge una hoja de papel y divídela en cuatro partes (digo cuatro por decir un número, pero pueden ser tres, cinco o quince; como quieras).

En cada parte, escribe un título que haga referencia a un área de tu vida: salud, vivienda, vida profesional, pareja, hijos, amistades, vida espiritual, etc. Elige las más importantes para ti, y elige tantas áreas como quieras. Cuatro está bien para empezar, pero si quieres hacerlo con más, pues más.

Una vez lo tengas, medita un rato sobre cómo quieres que sea tu vida en cada ámbito que has elegido, y escríbelo en el papel. Si una de las áreas que has escogido es vivienda, por ejemplo, piensa en cómo quieres que sea exactamente el lugar donde quieres vivir. Si otra de las áreas es la pareja, piensa en qué tipo de relación sentimental quieres tener. Y ponlo por escrito.

Es muy importante que lo hagas con tanto detalle como puedas, pero tampoco hay que forzarlo más de la cuenta. Por ejemplo, si tienes ganas de irte a vivir al extranjero una temporada, pero te da igual dónde, no hace falta que te fuerces a pensar en qué país quieres visitar. En cambio, si el país concreto sí es importante, entonces escríbelo.

Es posible que te cueste un poco y que algunas cosas no las tengas del todo claras. Es normal, nos pasa a todos. Si quieres, puedes dejarlo reposar un poco y terminarlo otro día. O también puedes hacer una primera versión provisional, e irla perfilando más adelante.

Lo más importante es que, sea hoy o sea dentro de unos días, termines con una lista bastante concreta de cómo quieres que evolucione tu vida. Así, a partir de ahora ya sabrás en qué debes pensar.

Cuando lo hayas hecho, verás más claro por qué aún no tienes la vida que deseas: simplemente no la habías definido con claridad. Eras un arquitecto sin plano.

Cómo Construir la Vida que Deseas

Una vez tengas tu lista, tu principal tarea en la vida será pensar en ella. Siempre que tengas un momento, piensa en la vida que quieres: piensa en el tipo de relación sentimental que quieres tener, en la casa donde quieres vivir, en el trabajo donde quieres trabajar, etc.

Se trata simplemente de hacer un cambio de chip: en lugar de pensar en lo que te está pasando, piensa en lo que quieres que te pase.

Hasta ahora era muy difícil, porque no habías definido claramente qué quieres, pero ahora ya puedes hacerlo. Ahora tienes una lista que dice claramente hacia dónde debes dirigir tus pensamientos, y la puedes usar como guía. Siempre que te despistes, cógela y vuelve a pensar en ella.

Evidentemente, no es fácil. De hecho, es prácticamente imposible conseguirlo de un día para otro. Por esta razón, es mucho mejor planteárselo como un objetivo a medio plazo. Es como salir a correr: el primer día te cansas mucho, el segundo también y el tercero parece que siempre estarás igual y que lo de correr no es para ti. Pero si tienes un poco de perseverancia, el cuarto ya te cansas un poco menos, y el quinto aún menos. Y al cabo de unos días más incluso empiezas a disfrutar.

Pues el proceso para aprender a controlar la mente es el mismo. Al principio es frustrante porque parece que no avanzas, pero con voluntad y paciencia, poco a poco se va mejorando.

Es un pequeño esfuerzo que vale la pena, porque la recompensa es la vida que deseas.

Y la alternativa… la alternativa ya la conoces, ¿verdad

Un Poderoso Ejercicio para Controlar la Mente y Crear la Vida que Deseas

“ESTAMOS A UNA COSECHA DE LA HAMBRUNA”, ASEGURA UN NUEVO ESTUDIO

 

 

En la carrera contra el hambre en el mundo, nos estamos quedando sin tiempo afirman algunos científicos. En 2050, la población mundial habrá crecido y urbanizado tanto espacio que será necesario producir un 87% más de los cuatro cultivos principales (arroz, trigo, soja y maíz) que actualmente. Por si fuera poco, se prevé que el clima cambiará en los próximos 30 años: temperaturas más altas y más dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera. Si a todo esto se une que la tierra cultivable no puede incrementarse al ritmo previsto para tamaña demanda, el escenario parece claro.
“Tenemos que empezar a aumentar la producción ahora y hay que hacerlo más rápido de lo que nunca lo hemos hecho – explica Stephen P. Long, experto de la Universidad de Illinois –. Cualquier innovación que realicemos hoy no estará lista para formar parte de las cosechas al menos hasta dentro de 20 años, necesitaremos pruebas, desarrollo de productos y la aprobación de las agencias gubernamentales. Así, 2050, no está tan lejos y por eso decimos que estamos a una cosecha de la hambruna”.
Con esto en mente, el equipo de dirigido por Long ha recurrido a la ingeniería genética para aumentar la eficiencia de la fotosíntesis aprovechando el aumento previsto de la temperatura y del CO2 y lograr un rendimiento mucho mayor en la misma cantidad de tierra . El primer paso fue realizar un modelo matemático en el que se tuvieran en cuenta las variables pronosticadas. Una vez obtenidos los resultados, el equipo de Long modificó genéticamente una planta de tabaco y la plantó en un ambiente de temperaturas más elevadas y un índice mayor de CO2. Los datos finales, publicados en Proceedings of the Royal Society B: Biological Sciences , demostraron que el modelo funciona y que es posible aumentar la producción mediante este sistema. Ahora será necesario testar el método con otro tipo de vegetales.

http://www.quo.es/naturaleza/estamos-a-una-cosecha-de-la-hambruna-asegura-un-nuevo-estudio

Hallan en Villar del Humo (Cuenca) un posible ídolo de la Edad de Bronce que ha sido bautizado como ‘La Diosa’

Un vecino de Villar del Humo (Cuenca), Javier Urbán, aficionado a la investigación arqueológica de la localidad, ha encontrado en el paraje del pueblo conocido como La Dehesilla una efigie grabada en la roca con rostro de mujer que podría datar de la Edad de Bronce y que su descubridor ha bautizado como ‘La Diosa’.
Javier relata que «un viejo del pueblo que siempre decía que en el paraje de La Dehesilla hay una diosa romana, siempre estaba con eso». Cuando murió este hombre por un accidente, Javier se fue hasta la zona y se puso a trabajar hasta que encontró el presunto ídolo.
La figura está sobre la roca en el suelo y está erosionada. Según explica Javier, estaba cubierta por un huerto y al quedar abandonado ha quedado a la vista. Afirma que un arqueólogo de la localidad ha visto las imágenes y que podría ser un ídolo de la Edad de Bronce, ibérica o romana, aunque hasta que no se haga un estudio no se puede decir con exactitud. En la zona donde se ha encontrado hay un muro «en el que se ve mucha sillería y puede que hubiera habido algún asentamiento, ya que en las proximidades también se han hallado restos de una villa romana».
Javier estuvo estudiando en Uclés y allí le encargaron hacer un trabajo sobre la historia de su Villar del Humo «y solamente salían pinturas rupestres». Eso le llevó a empezar a buscar poblados y asentamientos en la zona.
Según Javier todas estas huellas históricas han sido desatendidas y tradicionalmente han sido víctimas de expolios. En esta zona  también se ha descubierto un eremitorio visigodo y en el Museo de Cuenca se pueden ver unas monedas de plata.
Javier espera que este nuevo hallazgo anime a continuar con la investigación y a proteger este patrimonio arqueológico de Villar del Humo.