“Yo tengo activado un filtro íntimo mío, y se trata de hacer saltar mi “luz roja” para cualquier persona que intente tratarme desde una postura diferente a la de “igual a igual”, para todo aquel que esparce normas, leyes o autorizaciones, pues nadie tiene esa patria potestad sobre la consciencia de nadie ni sobre la capacidad de alcanzar la sabiduría de la Fuente, que es de libre acceso para todos”.
(Extracto del artículo)
LA ESPIRITUALIDAD, ¿UNA MENTIRA?
Los que habéis estado por aquí conmigo desde que comencé a escribir en el 2012 de forma pública , habréis visto una progresión. Comencé, como muchos, indagando, buscando, encontrando.
No hay nada malo en curiosear e investigar, probar y verificar. También es muy normal quedarse enganchado por temporadas al mensajero y al mensaje, y divinizarlos. Tampoco pasa nada… tarde o temprano te soltarás también…
Como digo, exploré todas las opciones que me salieron al camino, y fui desehechando las que no resonaban conmigo…que fueron casi todas. Y fueron casi todas por una razón muy simple, y es que me dí cuenta de que al planeta Tierra se viene a trabajar. Se consigue la felicidad, sí, pero no la regalan, se trabaja. Y ¿qué significa ésto de trabajarse?, pues CONOCERSE a uno mismo para mejorar aquello que queremos mejorar, para sanar aquello que nos duele. Para pulirnos, limpiarnos, sanarnos, etc, etc…
¿Existen los Maestros Ascendidos?, ¿Los ángeles, arcángeles?, ¿Los Pleyadianos, los marcianos?… No lo sé, pero es que no me importa lo más mínimo saberlo. No me interesa saber el nombre de mis guías, no me interesa saber de qué “linaje” estelar vengo, no me importa saber si soy Índigo, o Arco Iris, no me importa saber si soy un alma vieja o no, no me importa saber si ésta es mi última encarnación, no me importa canalizar o no , me importa un comino saber si la Luna es hueca o está rellena de algodón de azúcar, y a la vez… me importa todo.
Si a lo largo de mi caminar y, como resultado de mi trabajo interior, voy amplificando mis precepciones, voy sintonizando determinada información, voy comprendiendo y descomprendiendo, bien, bien a todo, pero como consecuencia de… Y ese es el talón de aquiles de nuestra espiritualidad moderna. Somos escapistas por naturaleza.
Nos escapamos de nuestras VIDAS, eso es todo de lo que siempre escapamos, y eso es precisamente de lo único que no deberíamos hacerlo, pues no tenemos nada más que nuestra vida, en ella se encuentran todas las preguntas y todas las respuestas… en la vida de nadie vas a encontrar tus respuestas...en el libro de nadie, en el curso de nadie, ni en la terapia de nadie. Lo único que vas a encontrar en todas esas cosas son “estímulos”, es decir, meneos conscienciales, inspiración, espejos, muchas cosas… y son necesarias, no me interpretéis mal… pretender creer que crecemos solos es un acto de soberbia soberana… nadie puede hacer eso, todos crecemos unidos, pero el problema aparece cuando te enganchas al mensaje o al mensajero.
Usando el sentido común. Nacemos con mente, ego, intuición, uñas de los piés, piel, sangre… y, entre muchísimas cosa más, nacemos con una chispa llamada consciencia… Todos tenemos un guía supremo por encima de todo lo demás y se llama INTUICIÓN, a eso me aferraría yo más que a nada más. Creo un error querer mutilarnos, matando herramientas que traemos de serie, pero también es cierto que necesitamos educarnos o entrenarnos en el uso adecuado y saludable de esas herramientas, que tienen su función.
Volviendo al tema de tu VIDA. Tu vida es tu herramienta principal, todas y cada una de las situaciones que en ella se dán, las personas que te acompañan, tus distintos yoes según tu edad y según tu etapa, todas tus preguntas, todos tus dolores… ahí está TODO, no hay nada que buscar fuera… y si lo de fuera te busca a tí… pues bien, escúchalo, y pásalo por la intuición, porque en realidad, la intuición es el único filtro que tienes… es el sensor divino que todos traemos de serie. No necesitas preguntarle a nadie, puedes preguntarte a tí con respecto de tu intuición.
Con respecto al tema de la contaminación espiritual que se lee por ahí…es cierto que hoy en día existen, y cada vez más, montones de personas que se autodenominan guías espirituales, maestros de luz (y canalizadores ya ni te cuento) yo de echo conozco a muchos…. el problema es tan sencillo que cuesta identificar… está bien escuchar los desarrollos de otros con respecto a los temas que te preocupan, que nos ocupan, de nuevo, el problema añadido aparece cuando te quedas enganchado o al mensaje o al mensajero, y LES ENTREGAS VOLUNTARIAMENTE TU PODER, es decir… tu voluntad. En ese momento pierdes tu poder personal, pues lo anulas como inválido en pro de la voluntad de un ser humano externo a tí, al cual nombras “tu guía espiritual”, y al cual otorgas la potestad de tener la Verdad.
Yo tengo activado un filtro íntimo mío, y se trata de hacer saltar mi “luz roja” para cualquier persona que intente tratarme desde una postura diferente a la de “igual a igual”, para todo aquel que esparce normas, leyes o autorizaciones, pues nadie tiene esa patria potestad sobre la consciencia de nadie ni sobre la capacidad de alcanzar la sabiduría de la Fuente, que es de libre acceso para todos.
En cuanto a los guías que no son de éste plano… cuando yo pido guía, no siempre se me da, y cuando se me da es concisa, precisa y completamente para mí, para el caso en concreto… Nunca he recibido mensajes para la humananidad. De alguna manera imagino que como es arriba es abajo y atremos por vibración.
En cualquier caso, este camino no es facil, mas bien diría yo es complicado y duro, pero la recompensa es la plenitud… y si usas la herramienta SOLTAR y aprendes a no oponer resistencia… el dolor deja de ser sufrimiento y tu tolerancia se expande al igual que tu felicidad y tu consciencia. P.D.: Espiritualidad es crecimiento y es expansión… sigue tu ritmo, sigue tus pasos y confía en la luz de tu intuición.
Feliz Vida
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