Archivo por días: agosto 10, 2016

El Efecto Espejo en las Relaciones

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Por Juana María Martínez Camacho – http://www.centroelim.org/

Muchas veces hemos escuchado: las personas son espejos nuestros, o todos somos espejos de los demás, debemos aprender a vernos en el reflejo de las demás personas, todo lo que veo a mi alrededor es una expresión de mí mismo…

Las relaciones que tenemos con las demás personas, son una valiosa herramienta de evolución espiritual, cuya finalidad última es la unidad en la Consciencia. Como dicen los Maestros: Todos somos parte de la misma Consciencia Universal, y esto tiene repercusión en nuestra vida diaria, cotidiana.

Nuestra vida es de relación, a diario estamos relacionándonos con otras personas, hijos, padres, parejas, amigos, vecinos, compañeros de trabajo, etc.

Tanto las personas que amamos, que nos caen bien, como las personas a quienes rechazamos, o que no nos caen tan bien, son espejos nuestros.

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Nos atraen quienes tienen cualidades similares a las nuestras, y al estar en su compañía, sentimos que podemos actualizar, expresar esas cualidades. Más difícil es aceptar, que cuando algo nos molesta mucho en otra persona, se trata de partes nuestras que están en «la sombra», partes inconscientes que rechazamos, que negamos de nosotros mismos, porque no se ajustan al modelo social, a lo que creemos ser, o al ideal que tenemos; si no tuviéramos problema en aceptar esas características, no nos molestarían.

Observa las personas que te atraen, con quienes te sientes cómodo, ¿qué te gusta de ellas?, es su inteligencia, su generosidad, su paciencia, su belleza, su gracia, su poder, su sabiduría, etc., y toma consciencia que esa cualidad, en un grado u otro, también está en ti, más, o menos desarrollada, o a desarrollar, pero está en ti, de lo contrario, no podrías verla, reconocerla en la otra persona.

Ahora, observa a las personas a quienes rechazas, ¿qué es lo que más te molesta?, es su agresividad, su impaciencia, su egoísmo, su cobardía, etc., mira en tu interior esas partes negadas, mira sinceramente, en alguna medida están en ti, y es porque todo en el universo es la coexistencia de valores opuestos (en el mundo fenoménico, del ego).

Para mostrarte valiente, tienes que haber reprimido a tu parte cobarde, para ser generoso, habrás reprimido al mezquino, si eres muy virtuoso, también tienes la capacidad para actuar con maldad, etc., esto no quiere decir que lo hagas, lo que digo es que si esta manera de ser del otro te molesta mucho, es porque tienes un problema interno con ese aspecto, quizá no llegarás a expresar agresión, o lo que sea, porque lo reprimes, pero no quiere decir que no esté en tu interior en un grado u otro, el tema es que cuando uno reconoce sus partes luminosas y sus zonas más sombrías, ya no le afecta que la otra persona sea de tal o cual manera; el problema surge cuando nos molesta la actitud del otro, y ahí es donde tenemos que mirar en nuestro interior, que está pasando con esa actitud. No significa que tengamos que soportar actitudes agresivas o desagradables de la otra persona….

Llevamos al mundo en nuestro interior, y vernos en las relaciones como en un espejo, pueden ser una gran herramienta de crecimiento personal, de autodescubrimiento e integración de la personalidad, cuanto más integrada la personalidad, menos nos afectan las actitudes de los demás… Esto no significa que no veamos la crueldad en alguien, la mala voluntad, la agresión, y otros aspectos «negativos», pero cuanto más integrados estemos, menos nos afectarán, podremos aceptarlos como son, aunque no aprobemos su conducta, entenderemos que son aspectos menos desarrollados, que todo es un camino evolutivo hacia la integración de los opuestos.

Nos pasamos gran parte de nuestra vida perdiendo grandes cantidades de energía, negando ese lado oscuro nuestro, reprimiéndolo para que no salga, y luego terminamos proyectando esas características en nuestro exterior, en quienes nos rodean, claro todo esto de manera inconsciente, porque funcionamos condicionados con un modelo, una manera de ser…..

Cuando te encuentres con una persona que no te agrada, cuando veas aspectos en tu pareja, en tus hijos, en tus jefes, padres, hermanos, etc., que te irritan, que te molestan mucho, tómalo como una oportunidad de aceptar los opuestos en ti, una oportunidad de descubrir un nuevo aspecto en ti. Sólo puedes trabajar en tu interior, no puedes cambiar al otro, cuando cambies tu interior, la interpretación que le das a lo que sucede, el otro cambia, o la situación cambia.

Cuanto más aceptes tanto la luz como la oscuridad en ti, más claro estarás, más sanas y más equilibradas serán tus relaciones, porque podrás aceptar el lado oscuro en los demás.

Vernos en el espejo del otro, es ver nuestro ser completo, pero para ello, necesitamos aceptar todos los aspectos en nosotros, necesitamos reconocer que, el tener aspectos negativos no significa que seamos imperfectos. Nadie tiene solo aspectos positivos, hablando en el nivel del ego; luego en Esencia, en nuestro nivel profundo, en el Centro, somos un potencial de energía, inteligencia y amor, cualidades todas positivas, allí no hay dualidad, sino unidad.

Autora: Juana María Martínez Camacho

Los EGIPCIOS eran BLANCOS, RUBIOS Y PELIRROJOS. Un importante estudio LO CONFIRMA

http://www.unsurcoenlasombra.com/

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Desde que Europa descubrió Egipto, se fascinó con él y se dedicó a descifrar los complicados jeroglíficos que los nativos egipcios eran incapaces de entender, a pesar de proclamarse sus herederos y poco menos que descendientes directos de los faraones. En cuanto Egipto fue tomando forma y vida ante los ojos de los esmerados egiptólogos europeos, a estos hombres les era imposible imaginarse a Egipto de otro modo que no fuera como una sociedad “blanca”. El antiguo idioma egipcio no estaba emparentado ni con los nuevos habitantes árabes semitizados, ni menos aun con las tribus negras del Sur: parecía una incógnita. Es en los tiempos recientes cuando, no los expertos egiptólogos, sino la prensa, se ha preocupado por estos asuntos que hace tiempo estaban despejados, y a representarnos de repente a los antiguos egipcios como árabes o negros. La corrección política y el miedo al fantasma racista comenzó a importunar lo que hasta entonces había sido investigación metódica, objetiva y minuciosa por parte de verdaderos sabios en el tema.

Desde pequeño recuerdo haber visto imágenes de rubios en tomos de enciclopedia dedicados al arte egipcio, así como momias con inequívocos rasgos europeos. En su día, esto parecía la cosa más normal del mundo; hoy se ha convertido en un asunto “sensible” de cara al público. Aquí, entre otras cosas, haré una pequeña recopilación donde estas apariciones en el arte egipcio se multiplicarán, y donde veremos desfilar faraones, reinas, soldados, sacerdotes, dioses y nobles de aspecto claramente europeo.

En este artículo interesa, ante todo, mostrar cómo Egipto, esa civilización tan antigua que tiene un extraño poder de fascinación y atracción, era una sociedad dirigida por una aristocracia de origen europeo, que desapareció cuando desapareció la herencia genética que la creó, y que hoy en día la industria mediática está negando y falsificando esta información.

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Lo “políticamente correcto” de Max Silva Abbott.

 Muchos se ufanan de vivir en un mundo tremendamente tolerante, en que la libertad para expresarse y realizar un sinnúmero de cosas prácticamente no posee límites, y en el que todas las opiniones y puntos de vista tienen cabida. Y de paso, miran con desdén y desprecio a las épocas pasadas, por considerarlas dogmáticas e intolerantes.

Sin embargo, actualmente se ha ido consolidando una peligrosa uniformidad en el modo de pensar, que cada vez de manera más notoria, rechaza a quien no esté de acuerdo con todos y cada uno de sus postulados, no aceptando ni la más mínima crítica a su forma de ver las cosas. Esta nueva y encubierta forma de totalitarismo es el conocido eufemismo de lo “políticamente correcto”.

Lo “políticamente correcto” se refiere a aquellas opiniones que sobre todo en el plano político, jurídico o moral, sus partidarios consideran imprescindibles para la época y la evolución cultural actual. Incluso, se lo estima tan evidente, que cualquiera que se oponga al mismo no sólo debe probar su temeraria afirmación, sino además, es tenido por un inadaptado, fundamentalista e intolerante. Además, esta verdadera religión en que se ha convertido lo “políticamente correcto”, suele excomulgar violentamente a sus adversarios con slogans descalificatorios, injustos y simplistas, que no dejan lugar para el diálogo.

Curiosa forma de tolerancia es ésta, que no admite la disidencia, ni siquiera la revisión de algunos de sus argumentos, sino que por el contrario, exige una sumisa, total e irreflexiva aceptación. Basta ver los actuales debates en torno al matrimonio homosexual o al aborto para tener dos claros ejemplos de ello.

De esta manera, la tiranía de lo “políticamente correcto” avanza sin tregua, tanto por la acción de sus partidarios (es decir, aquellos a cuyas pretensiones sirve), como por la colaboración, más calculada o más ingenua, de todos los que ya sea para evitarse problemas o por simple temor –como por desgracia, muchos políticos–, se van plegando a esta auténtica avalancha mental que lo aplasta todo a su paso. Y aunque por regla general no se utilicen las armas de fuego para imponerlo, se usan mecanismos más sofisticados y por lo mismo, disimulados, como las presiones económicas o el linchamiento mediático, por ejemplo. Todo lo cual los convierte en medios más peligrosos, porque se cubren con el ropaje de la libertad.

¿Qué clase de tolerancia es ésta? ¿Dónde han quedado, entre otras, la libertad de conciencia, de educación y de opinión? ¿En qué se diferencia esto de la “verdad oficial” de un Estado totalitario?

Peligroso fenómeno es este de lo “políticamente correcto”, de clara impronta totalitaria, no sólo porque destierra el debate y la verdadera libertad de una democracia, sino además, porque ahoga las posibilidades de pensar por sí mismo. ¿Terminaremos siendo esclavos suyos?.

El Caso ovni del Ártico aun sigue siendo todo un misterio

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Por Info Uno

El caso de las fotografías captadas por el submarino USS Trepang SSN 674 siguen siendo todo un misterio aun.

Se ha tratado de darle una explicación a estas fantásticas fotografías pero ninguna ha podido explicar tajante mente que son en realidad estos objetos.

Dentro de las teorías barajadas están las mas escépticas que dicen que podrian ser globos tácticos, por otro lado osnis(objetos sumergible no identificables) o simplemente Ovnis.

Pero ante de dar las últimas actualizaciones referente al caso le daremos un vistazo a como comenzó todo.

Las imágenes fueron publicadas en la revista Top Secret en su edición numero 79

¿Qué te has comido? Los restos de proteína animal más antiguos en herramientas de piedra

http://arqueologiaenred.paleorama.es/

La investigación revela adaptaciones sorprendentemente sofisticadas por los primeros humanos que vivieron hace 250.000 años en la zona de Jordania

Durante más de tres años, un equipo internacional dirigidos por la Universidad de Victoria ha excavado en un antiguo oasis cerca Azraq, al noroeste de Jordania. Durante este tiempo, encontraron 10.000 herramientas de piedra en lo que hoy es una zona desértica pero que hace 250.000 años era una región húmeda. De todas esas herramientas se realizó una primera selección de unas 7.000, entre ellas raspadores, puntas de proyectiles y hachas de mano, que parecían mostrar algún residuo de proteína. La siguiente criba dejó a los expertos con apenas 44, que dieron positivo en residuos de proteínas, es decir, sangre y otros productos de origen animal. Los análisis nos aportan información muy valiosa sobre la dieta y los modos de subsistencia en un medio tan exigente.

Fuentes de información digital utilizadas
University of VictoriaPopular ArchaeologyQUO
Fuente de las imágenes
University of VictoriaPopular Archaeology
Palabras clave:
Prehistoria, Paleolítico, pleistoceno medio, Jordania, Azraq, traceología, herramientas, gastronomía,
Bibliografía científica, publicación original
Journal of Archaeological Science
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Pies Libres – Parte II: Transición hacia calzado minimalista

http://www.fitnessrevolucionario.com/

Una recomendación de Lipe

En la primera parte hablamos de los beneficios de pasar más tiempo descalzo y menos tiempo con opresivo calzado.

Pero el camino hacia la libertad es largo. Si llevas décadas utilizando calzado convencional, no esperes empezar a correr mañana con calzado minimalista sin consecuencias.

Esto es lo que le ocurre a una pierna tras 6 semanas de escayola: pérdida muscular, ósea y sensorial. Seguramente no intentarías probar tu máximo peso en sentadilla al día siguiente ¿verdad?

piernaescayola

Lo mismo con tus pies. Llevan mucho tiempo escayolados. Tus músculos, huesos, articulaciones, tendones y fascia están débiles y rígidos. Necesitan rehabilitación.

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7 de los fenómenos naturales más extraños que puedes visitar en el planeta

http://www.24horas.cl/

Majestuosas montañas y mares espumosos siempre atraen a los viajeros, pero a veces la naturaleza tiene sorpresas debajo de la manga.

Para localizar algunos de los lugares más extraños del mundo, acudimos al sitio de preguntas y respuestas de Quora y preguntamos: ¿Cuáles son algunos de los fenómenos naturales menos frecuentes que se producen en la Tierra?

¿Y cómo podemos verlos?

Las burbujas de metano congelado en Canadá

Parecen platillos voladores que cayeron al agua y se congelaron, o antiguas medusas encapsuladas en hielo.

Pero son burbujas de metano congelado, bolsas de gas que cuando quedan atrapadas bajo el agua helada forman un paisaje espectacular.

Se forman cuando hojas secas, hierbas y animales caen en el agua, se hunden y son consumidas por las bacterias que excretan metano.

El gas se libera en forma de burbujas que se transforman en decenas de miles de discos blancos helados cuando entran en contacto con el agua congelada, explica Mayur Kanaiya, usuario de Quora.

Los curiosos pueden ver estas burbujas gaseosas en los lagos de todo el Parque Nacional de Banff, en Canadá, o en el océano Ártico de Siberia, donde los investigadores han encontrado algunas de hasta 900 metros de ancho.

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«Expectativas» Omraam Mikhaël Aïvanhov.

www.prosveta.com

«La decepción es el sentimiento que más frecuentemente experimentan los humanos, unos con respecto a otros. ¿Por qué? Porque se imaginan que se encontrarán con personas totalmente preparadas para responder a sus expectativas. Diréis: «¡Pero yo necesito amigos, necesito ayuda, necesito personas a quién pedir consejo!» Sí, es comprensible, pero aprended al menos a elegirlas. Los humanos son como son, no es sensato esperar de ellos más de lo que pueden daros y todavía es menos sensato reprocharles porque no os lo dan.
Hay personas a quienes podéis confiar cualquier trabajo y seguro que lo hacen; otras a quien podéis dejar vuestra casa sin temor e incluso vuestra cartera, no tocarán nada; otras con las que podéis compartir vuestras ocupaciones e incluso vuestros secretos más íntimos, no os traicionarán nunca. Pero sois vosotros quienes debéis reflexionar bien para ver lo que podéis confiar a cada uno de ellos

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«PókemonGo y La Matrix» Gustavo Fernández.

www.alfilodelarealidad.com.ar

Hace rato que me he ganado –y con respeto- el mote de “conspiranoico”, así que si hay algo que no me moverá uno solo de los pocos pelos que me quedan es el vendaval (que preveo) de críticas mordaces por estas reflexiones. La mayoría, aunque no lo confiesen, de inevitables usuarios de este jueguito virtual. Y allá ellos con su parecer; y aquí yo (con algunos de ustedes) con estos pensamientos, que la sempiterna Grieta entre Paradigmas no se soslayará con infusos debates en las redes sociales.

Tampoco seré quizás demasiado original, pues ésta no es una información a la que he accedido subrepticiamente mediante el crackeo de sitios gubernamentales ni militares, sino, simplemente y como dice una habitual contertulia mía, acudiendo al San Google nuestro de todos los días. Pero (esto es lo importante) serán devaneos cuasi metafísicos basados en hechos: y estos, aunque duelan, son la verdad.

Es innecesario a esta altura describir en qué consiste el PókemonGo: inevitablemente, los lectores lo deben estar padeciendo a diario con sólo mirar, en la vía pública, a su alrededor. Esa cotidianeidad me permite pasar directamente a lo que postularé: esta aplicación es una nueva vuelta de tuerca al Ojo del Gran Hermano Illuminati.

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Conversaba con algunos conocidos estos días que me señalaban que no tenía mucho sentido “escandalizarse” por este inmiscuirse de los recursos de “espionaje” (aunque fuere comercial) a los que alegremente accedemos cuando usamos Facebook, GPS o el simple y benemérito correo electrónico. Empero, creo que aquí se va un paso más allá y es sobre lo que quiero advertir: quienes manejen el sistema tras bambalinas de esta aplicación, tienen así la capacidad de ver lo que ustedes están viendo cuando corren por las calles a la caza de pokemones. ¿Se nota la diferencia?. Es inevitable (salvo que nos encapsulemos en un termo) que aunque firmemos (bah, hagamos un click) en pretendidos “contratos” que aseguran reservar nuestros datos, estos están absolutamente disponibles para todos quienes manejan el Sistema. No otra es la razón por la que te llaman por teléfono de bancos a los que nunca siquiera enviaste una pregunta para ofrecerte paquetes de servicios, o que cuando navegas por Internet, o usas Facebook, el tipo de publicidades que te aparecen a ti no son los que en un mismo sitio le aparecen a tu pareja que, unos metros más allá y en otra notebook, visita la misma página. La magia de los algoritmos. Y esto implica detenernos un momento y hablar sobre el sentido de estar “dentro” o “fuera” de La Matrix.

La expresión Matrix -se hizo popular, ya saben porqué; la alegoría de las películas homónimas donde, tras la exageración conceptual y estética, se dejaba traslucir la idea que en este mundo no solamente somos títeres sino engranajes funcionales a maquinarias para producir específicos resultados. Y a partir de allí, se viene instalando acalorados debates sobre si uno está o no dentro de ella. Malas noticias: si estás leyendo estas líneas, estás adentro. Me inspiran cierta tierna simpatía la ingenuidad de aquellos que diatriban que “no caerán en La Matrix” mientras whatsappean desde sus smartphones o compran su boleto aéreo con su tarjeta de crédito. Creo que esa gente se tomó demasiado literalmente la película y deben suponer que estar “dentro” es que te implanten un chip (y a eso vamos…). Pues no: estás dentro del Sistema, de La Matrix, por el sólo hecho que pagues tu hipoteca o que estés en un empleo estable, con seguro social y aportes jubilatorios. Estás en La Matrix cuando visitas al médico. Estás en La Matrix cuando compras tu entrada al recital o al partido de fútbol.

Alguien dirá entonces: “Pero…. ¡eso es una exageración. ¡Entonces nadie puede estar fuera de La Matrix”!. Es que de eso se trata. Salvo que rompas ya tu smartphone, vendas todos tus bienes, vayas al medio de una cordillera o alguna isla perdida (porque si, otra vez, compras un lote de terreno en algún paraje alejado has vuelto a estar…. Bueno, ya sabes dónde) vivas de lo que cultivas, la caza y la pesca, salvo que, repito, hagas todo ello, estamos en La Matrix. Y aún, aunque lo hiciéramos, satélites, chemtrails, residuos químicos y gaseosos, como espasmos sonambúlicos de un gato dormido a tus pies, te seguirían tocando.

La Matrix, con todo lo malo y con todo lo bueno (¿qué?. ¿Acaso hay algo bueno en ella?. Bueno, dado que lo “malo” o lo “bueno” es según la perspectiva y absolutamente relativo, sí puede haberlo) es parte de la ola evolutiva de la Humanidad. Ustedes acotarán que entonces esa evolución fue “dirigida”, en el sentido que no es “natural”, y estarán inevitablemente en lo cierto. No se puede “elegir” la evoluciòn, simplemente sucede. Pensemos por ejemplo –especialmente en este Tercer Mundo- la resistencia, avalada por algunos “opinólogos” de tanta informatizaciòn en todas las cadenas de servicios (accesos bancarios, retiro de bienes, etc.) ante la cual las personas mayores de edad se encuentran “analfabetas” digitalmente hablando. Y entonces surge cierto clamor de regresar a los viejos métodos de atención personalizada, de cumplimentar obligaciones en sitios físicos. Puede demorarse, puede acompañarse. Pero no puede detenerse. La evoluciòn (aún la “natural” o, para ser precisos, especialmente la natural) es amoral. Dura. Lo que no se adapta, se extingue. Como cuando, en tiempos de la Revoluciòn Industrial, los obreros salían a protestar (y pagaban en ocasiones con su vida ese derecho) ante el avance de las máquinas que les quitaban sus fuentes de trabajo. Fue hambre y desesperación para miles. Pero no seamos hipócritas. ¿Concebiríamos al mundo de hoy sin las máquinas?. ¿Con millones de obreros artesanales por caso?. La contaminación está matando al planeta pero, ¿regresaríamos –si pudiéramos- al caballo, el carro, la navegación a vela?. No seamos hipócritas, porque sé que desde el anonimato de Internet más de uno podría hacer un panegírico que “él (o ella) sí”.  Y luego se va al trabajo lo más campante en su automóvil o de vacaciones en aviòn o enciende el horno eléctrico para cocer su alimento. El ambiente de la New Age, el pensamiento ecológico y la seudo espiritualidad está lleno de estos hipócritas…

Déjenme contarles una anécdota personal. En diciembre de 2012 (sí, cuando algunos estaban esperando el fin del mundo) me invitaron como conferencista al Segundo Encuentro Internacional de Sabidurías Ancestrales, realizado en Cantona, estado de Puebla, México. Cierto día asistí a la charla de un compatriota, oriundo de la provincia de Mendoza y experto en Permacultura, quien disertaba sobre las bondades de volver a vivir en “uniòn con la naturaleza”. Explicaba como caminaba todo lo posible y no tenía vehículo y en su casa, su familia cocinaba los alimentos sobre fuego de leña (si siete mil millones de personas nos ponemos a cocinar o calefaccionar con leña…) en ollas de barro cocido y hasta comían con las manos, para evitar el contacto del metal trabajado con sus alimentos…. Bien, la cosa es que al finalizar la charla y en un aparte con un par de conocidos, se suscitó (bah, suscité) este diálogo bizarro:

Yo: “Che, muy bueno lo tuyo. Al margen, ¿cómo llegaste al congreso”?
Él: “Pero Gustavo, ¿olvidaste que te dije que en el mismo vuelo que vos, y como no te conocía no me acerqué a conversar antes?”
Yo: “Cierto. En el mismo aviòn…. No, porque me quedé pensando si te habrías venido al congreso a lomo de mula o caminando. En seis o siete meses, llegabas”
Él (luego de unos segundos de tratar de entender a qué me refería): “Ah, bueno!. Tampoco seamos exagerados!”
Yo: “Ah, bien. O sea, cuando conviene al discurso comemos con las manos. Y cuando conviene, tomamos un aviòn…”

¿Se entiende lo que quise decir?

Entonces, ¿qué hacer?. Estamos, lo querramos o no, dentro de La Matrix. Por lo tanto, eso no está en discusión. Pero aún podemos hacer mucho. Que es ser conscientes (o no) de ello y actuar en consecuencia. Para ponerlo sencillo: ¿qué permito, me permito, dentro de La Matrix?. ¿Por qué hago o empleo, determinada cosa?. La diferencia la establece la toma de consciencia. Y la acciòn personal en consecuencia. Para poner un ejemplo hasta tonto: a mi mujer le costó años convencerme de cambiar mi viejo –pero eficientísimo- modelo de teléfono celular. Me bastaba para hablar y mensajear. Hasta que en un momento me di cuenta que podría brindarme otros beneficios. No, no jugar on line, o compartir emoticones, sino usos que yo necesitaba para subordinarlos a otras funciones. Es sólo un caso.

En consecuencia, lo que propongo es que en vez de enredarnos en la discusiòn inútil si estamos dentro o fuera, seamos conscientes de qué nos permitimos en el “dentro”. Y el actuar “en consecuencia” no significa discursear sofísticamente por qué lo cambio todos los años sino hacer un uso racional del mismo.

Corre, Pókemon, corre

En este ir y venir de compartir opiniones, algunos me han comentado que es exagerado venir ahora a escandalizarse de este jueguito cuando hace rato que, empleando otras redes sociales (como Facebook), los operadores del Sistema ya saben de nosotros todo lo que quieren saber. Cuéntenme algo que no sepa. Y por la razón expuesta más arriba, tampoco creo que la actitud adecuada sea “no tengo Facebook” porque quedate tranquilo que van a saber de vos por mil otros conductos. Cuando vas a un cajero automático bancario, cuando llenas los formularios de tu información tributaria obligatoria, cuando ……… (completar por la línea punteada con todo lo que se les ocurra). Yo mismo no he tenido problemas, por caso, cuando abrí por primera vez mi sitio en algunas de estas redes, en dar información biométrica, precisamente porque ya sé que es inútil hacerme el Anonymus y mentir edad, ciudad de residencia, sexo. Ya saben de mí lo que quieren saber y un poco más también. Otros amigos, por el contrario, prefieren “mantener su intimidad” disfrazando esos datos y están en todo su derecho.

Lo que me interesa a los efectos de este artículo no es que a través de PókemonGo obtengan datos de nosotros. Tu smartphone, tu laptop o computadora de escritorio, en este momento, está repleta de bots y troyanos que, como laboriosas hormiguitas, van y vienen al Gran Hormiguero llevando información (si crees que no, o que con habilitar un “antivirus” y un “cortafuegos” estás protegido, o es que eres muy ingenuo o hace rato no llevas tu aparato al técnico). Lo que realmente me interesa es que los dueños de la aplicación están viendo en tiempo real todo lo que tú estás viendo cuando tratas de cazar a uno de esos simpáticos bichitos (porque en eso vamos a estar de acuerdo: son simpáticos). Quienes diseñan el software de la aplicación, por el camino inverso que en tu pantalla aparece superpuesta la imagen virtual del Pokemon sobre el fondo real, reciben esa información real en tiempo real. Las cámaras y Ojos orwellianos que a todos miraban y vigilaban, las cámaras de seguridad, domos y sistemas de vigilancia interconectados, que de por sí eran fuentes de información, se ven potenciados entonces por millones de involuntarios agentes de espionaje corriendo por la vía pública sobre toda la faz del mundo civilizado.

Ésta es una de las condiciones que ustedes aceptan al bajar la aplicación:pokemon

“Podemos revelar toda la información sobre usted (o menores autorizados) que está en nuestra posesión para el control del gobierno”

Pokemon Go fue creado por Niantic, empresa propiedad de un tal John Hanke. Ahora, Hanke también fue parte del proyecto “Ojo de Cerradura”, un sistema de espionaje informático adquirido por Google en 2004, pero que fue originalmente creado con fines militares por una empresa llamada In-Q-Tel, empresa de “capital de riesgo” vinculada a las agencias de Defensa de Estados Unidos. Insisto, estos son hechos.

Si estuviéramos sosteniendo esta charla en altas esferas de decisiòn, sé que alguien me confiaría un supuesto argumento: ante el avance del terrorismo en todo el mundo, ya no bastan los métodos habituales de vigilancia e inteligencia. Es preciso tener “ojos” frente a cada ciudadano porque (ya hemos visto) cualquier ciudadano puede ser un asesino masivo en potencia. Buen argumento. Pero que no resiste la inversiòn de la carga de la prueba. Como que creando la necesidad (el temor real, el peligro “allá afuera”) es fácil vender a muy buen precio una potencial soluciòn…

Pero, ¿saben que es lo que más me perturba, hoy?. Que cuando comencé estos días a compartir mis primeros comentarios, con una gracia mezclada con preocupación, llegaran opiniones de algunos criticando que critique (valga la redundancia) a esta aplicaciòn, con el argumento que es “oscurantista” oponerse al “avance de la tecnología” (estoy tentado a apostar que son los primeros que se bajaron la app). Increíble que uno tenga que estar todavía explicando que el problema no es la tecnología sino el uso (o mal uso o abuso) que se de a la misma. Más penoso que confundan “tecnología” con “inteligencia”. Me recuerda a esa periodista televisiva en Montevideo que cuando me hacía una entrevista y yo hablé de la Sabiduría Ancestral como “tecnología espiritual”, se enojó porque, según ella, “tecnología” era usar celulares, wifi, cohetes… (la “tecnología” es “el conjunto de procedimientos ordenados que permiten satisfacer necesidades”)… En fin: comentarios de ese tenor creo que, inevitablemente, demuestran que estoy en lo cierto. Lo verdaderamente preocupante, entonces, es que los “defensores” del “avance de la tecnología” necesiten explicaciones tan sencillas y obvias…

***

«Realidad consensuada» David Topí.

davidtopi.com

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En el último artículo (https://selenitaconsciente.com/?p=257885) hacía mención al concepto de “realidad consensuada” como límite o restricción de aquello que podemos llegar a modificar en el holograma que percibimos como la realidad en la que existimos. Os decía:

“Si no hay creencias limitadoras, topes y programas de restricción en la psique que nos inculcan la idea de que somos seres limitados, no hay limitaciones que valgan dentro de tu propia burbuja y sólo estarás limitado por las reglas de la realidad común que todos los habitantes del planeta hemos aceptado como holograma de referencia para el juego en el que estamos.”

Básicamente, si tenemos claro que a través de la activación del potencial creador que tenemos, libre de todo filtro, creencia y programa de restricción de cualquier tipo, podríamos cambiar aquello que quisiéramos en nuestra realidad personal y, por injerencia, en la realidad de aquellos que tenemos alrededor, ¿dónde están los límites o restricciones que nos bloquearían esos cambios instantáneos del mundo que vemos?

Tus creencias limitan tus cambios

Hace no mucho tiempo, en una de las conferencias que ando dando, perdí un mini USB, uno de esos receptores que se colocan en el portátil para poder usar el ratón y el teclado de forma inalámbrica, imagino que sabéis a que me refiero. Todo un fastidio, pues al llegar a casa, ni mi teclado ni mi ratón externo me funcionaban, ya que no tenía el micro-USB receptor necesario para ello. Pero el potencial de la esencia y el poder de manifestación de la realidad personal de cada uno es infinito, así que traté con las herramientas que tengo y con el conocimiento de causa del funcionamiento de estas cosas, hacer que me apareciera de alguna manera el receptor USB. Dos días después, planchando en casa, al pasar la plancha por el bolsillo de una camisa, toqué algo duro y efectivamente era el receptor USB.

Muy bien, ¿verdad que no hay nada raro en esto? Es perfectamente lógico y plausible que, simplemente, al terminar la conferencia y recoger todo el equipo, me pusiera el receptor en el bolsillo y me olvidara de ello. Eso es lo que me explicaba mi Yo Superior, el receptor tuvo que aparecer cumpliendo ciertas leyes y normas según mi sistema de creencias. Sé por certeza y por recuerdo que yo no puse ni guarde el receptor en el bolsillo de mi camisa, pero, sin embargo, es una solución que no viola ninguna ley y que, para mi mente, quizás es lo que pasó y yo no lo recuerdo. Pero la explicación de mi Yo Superior continuaba: si no tuvieras la creencia de que es imposible que te hagamos aparecer “de la nada” el receptor en la palma de tu mano, podríamos hacerte aparecer el receptor ahí, en vez de haberlo tenido que esconder en el bolsillo de la camisa, creando una historia y una posibilidad real de que así haya sucedido para que la mente racional y tu sistema de creencias acepten como válido ese cambio en tu holograma personal.

Esta explicación me dejó a cuadros en su momento, pues fue clave para comprender que si yo no tuviera implantado un programa que me dice que no puedo hacer aparecer “de la nada” algo en mi mano, esto podría suceder. La única forma de que esto pasara es haber mantenido mi psique virgen y pura como la de un niño, para el que todo puede suceder en un mundo que aún no le ha programado para que crea que no es así. Huelga decir que me pasé semanas desprogramando todas esas creencias, programas y patrones presentes en mi psique, cuerpo mental, esferas mentales, patrón conductual, ADN, memoria celular, etc., etc. y huelga decir que no era consciente de la profundidad y multinivel del sistema de creencias que llevamos todos implantado y del que ahora soy sólo un poco más consciente, pues creo que todavía me falta por meter mano a arquetipos que siento instalados detrás de ciertos programas de protección y ofuscación, para que no los descubramos. Eso será otra historia cuando me ponga con ello en mí mismo.

Realidad común, realidad consensuada

Ahora bien, ¿podría suceder que me aparezca en la palma de la mano ese receptor USB si estoy con otra persona que no lo cree posible, a pesar de yo no tener la creencia de que sí lo es? No, pues existe una realidad consensuada en la cual, para la parte del mundo exterior en mi realidad que se superpone con la parte de la realidad de otras personas con las que comparto mi vida, no es factible que un hecho de esas características sea posible, así que, para no romper y modificar la realidad consensuada por todos los seres humanos, hay “milagros” que sólo puedes ejecutar en privado, por decirlo de alguna forma, ya que el resto de personas bloquea con sus creencias en la realidad compartida (y de forma subconsciente) parte del potencial creador que tenemos de forma individual.
Si, por la razón que sea, fuerzas o jerarquías mayores permiten esto, nos encontramos con aquellos que, de verdad (sin valerse de trucos o ilusiones), modifican con su propio potencial la realidad común para el asombro de todos, pero no es lo cotidiano y se permite o se prepara, en muchos casos, sólo para romper moldes o permitir que el ser humano al menos se plantee cosas que violan lo que cree posible en el mundo en el que existe, al verse confrontado a aquello que no cuadra o choca frontalmente con lo establecido.

Masa crítica, cambio en realidad consensuada

Entonces, ¿que significa eso? Significa que, aunque a través del potencial que tiene la energía de mi mónada puedo modificar hipotéticamente el decorado artificial holográfico en el que vivo, como os ponía en broma (o no…) con el ejemplo de cambiar una estrella en lo que creemos ver como el cielo, no se ejecutará esa opción por mis niveles superiores de consciencia (http://selenitaconsciente.com/?p=256606) mientras forme parte de una realidad consensuada en la que se “emita” que eso no se puede hacer…. Mal asunto, porque así parece que no hay forma de salir de la granja. ¿Cómo se cambia entonces las realidades a nivel macro? Muy sencillo, a partir del concepto de masa crítica, es decir, que cuando un cierto número de personas cambian sus realidades personales y suman la energía y consciencia necesaria para cambiar la realidad consensuada, partiendo de un cambio en el inconsciente colectivo de la humanidad, entonces todo el mundo acepta el nuevo holograma con las nuevas reglas y, para todos nosotros, será normal que sucedan cosas en la realidad global que ahora son imposibles, como hacer aparecer de la nada, si esa fuera una de las nuevas reglas de la nueva realidad, cualquier cosa que deseáramos.

El cambio tan esperado de realidad evolutiva, densidad, dimensión, nueva matrix, etc.,  por el que estamos trabajando no es más que esto a gran escala, el cambio a un holograma (pues energía holocuántica seguirá siendo el entramado de la realidad a la que intentamos movernos todos) de una frecuencia (resonancia de Schumann) mayor que la actual: 15.6 Hz, a los que hemos de llegar desde los 11 ó 12 Hz en los que se mueven diferentes realidades para algunos en estos momentos de nuestra línea temporal actual (o incluso más) o más difícilmente de los 7.8 Hz de la realidad base en la que siempre hemos existido en esta tercera dimensión, para los que aún sigan enganchados a las realidades y frecuencias más bajas de nuestro planeta. Pero, para ello, hemos de cambiar todos a nivel individual o, al menos, hemos de cambiar el suficiente número de personas para que alcancemos la masa crítica y cantidad determinada de energía que inicia el cambio de holograma para el resto.

un abrazo,
David Topí