EL PRESUNTO ASESINO DE OSLO ES UN MASON ES CENSURADO EN FACEBOOK APARECE CON ROPA MASÓNICA
Está al final del documento en pdf que os adjunto extraido de su Facebook, ahora censurado, y en él, se le ve perfectamente con el delantal masónico. Aquí os extraigo esta foto que hace que el resto de lo que están contando los medios de comunicación sobre que si era un cristiano fundamentalista, se vuelva absolutamente irrelevante. ¡Esto se pone interesante!
Anders-Behring-Breivik-FACEBOOK
OJO CON LA FECHA: 22-07-2011, O SEA 22+7+2+11=33, UNA VEZ MÁSA EL NUMERO DE LOS ILLUMINATIS, MASONES Y SU NWO, AH NORUEGA ES POR DEFINICIÓN UN PAÍS NEUTRAL QUE SE HA MANTENIDO AL MARGEN DE LA LUCHA POR LA DOMINACIÓN MUNDIAL, ESTOS ATENTADOS TERRORISTAS ES UNA ABVETENCIA DE LAS ORDENES SECRETAS QUE CONTROLAN EL MUNDO, YA QUE CON EL CAOS, DESORDEN, ATENTADOS TERRORISTAS INSTAURARAN UN GOBIERNO MUNDIAL LLAMADO EL NWO.
EN LA FECHA 2011,EL 11 SE SUMA 1+1,OSEA 22+7+2+1+1=33
DOBLE RITUAL DE SACRIFICIO ECHO POR LA ELIT MUNDIAL, USANDO LOS SERVICIOS SECRETOS, FUE EL 22-07-11, EN OTRA PALABRAS 2+2 = 4 + 7= 11
ENTONCE FUE EL 11 DEL 11, DOBLE RITUAL DE SACRIFICIO HUMANOS, SACRIFICIO AL NWO, SACRIFICIO PARA HACER EL CAOS Y EL DESORDEN.
SIGNIFICADO OCULTO DEL NUMERO 11
Se trata de un número con mala fama. San Agustín lo llamaba «número malo» y también se dice que «once es el número de los pecados». Puesto que lo son los mandamientos y 12 el símbolo de la gracia, el intermedio es considerado como de signo negativo, porque va más allá de los mandamientos de Dios. En la Cábala representa la fuerza oculta que no está bien encaminada y para los cabalistas, en la medida en que la década representa lo perfecto, el 11 significa imperfección, es decir, lo contaminado, lo pecaminoso. En el lenguaje de los sueños representa la indecisión y la incertidumbre. Es un número pasivo; corresponde al mes de noviembre y se considera que es el número de la rebelión, de los enfrentamientos pues su representación es como 2 espadas o 2 lanzas que se disponen a la lucha.
11 EL NUMERO MALDITO
(Por Gloria Garrido)
Hay números cargados por el Diablo. El 11, dígito elegido en los últimos años por los terroristas islámicos para cometer sus atroces atentados, está resultando ser también el preferido de algunas de las peores catástrofes naturales. ¿Obedecen estas casualidades a la vibración energética que la numerología cabalística atribuye a este número? ¿Al entramado de un poder en la sombra? ¿O a un plan cósmico?
Desde el instante preciso en que el Big Bang creó la materia, la energía y el espacio, el Cosmos empezó a evolucionar siguiendo un plan matemático, y los números se convirtieron en el único lenguaje universal capaz de describir las relaciones entre todo lo existente. Conscientes de este poder, filósofos de la talla de Pitágoras, Platón y Aristóteles, a los que más tarde se unieron Newton, Leibniz
y Kant, practicaron una especie de creacionismo matemático según el cual Dios, antes de decir “que se haga la luz”, habría exclamado: “¡Que se hagan los números!”. Artes como la numerología cabalística han practicado desde tiempos remotos este culto a los guarismos, sobre todo a los que conforman el decálogo –del 1 al 10–, los llamados números absolutos, y a aquellos que son dobles y cuya suma no llega a diez –11, 22, 33 y 44–, denominados números maestros.
Según este arte, todas estas cifras son entidades espirituales dotadas de cierta vibración energética y un significado arcano. La técnica más usual de esta disciplina consiste en reducir a un solo dígito o a un número maestro cualquier fecha o datación numérica para averiguar la frecuencia vibratoria bajo la que se halla y si esta es o no propicia. Idéntica operación se realiza con los nombres de personas y países o con las palabras y frases bíblicas, ya que desde la antigüedad se estableció una correspondencia entre las letras del alfabeto y los números. Aunque no se puede decir que existan dígitos mejores que otros, las ciencias esotéricas han distinguido siempre a algunos con la marca de la perfección, como el 7, el 10 o el 11, y a otros con el signo del mal fario, como le ocurre al 13.
EL 11,DESVELADO
Antes de que los horribles atentados del 11S y el 11-M espeluznaran al mundo, el sitial del reino de la destrucción y la mala suerte lo ocupaba el 13. Número adverso que, ya en Babilonia, era asociado a malos presagios por seguir en el sistema duodecimal al doce, –portador en cambio de fortuna– y porque corresponde al capítulo del Apocalipsis que versa sobre el Anticristo. La numerología cabalística siempre ha juzgado al 11 como un número ambiguo debido a su particular posición en la lista: entre el final de un ciclo, marcado por el 10, y el inicio de otro, señalado por el 12. De ahí que las interpretaciones en cuanto a su simbología no sean totalmente determinantes, y su aparición pueda inclinar la balanza hacia lo positivo o lo negativo. En la tradición cabalística esta cifra es tachada de maldita, ya que el número de sefirot o emanaciones divinas de la creación fueron 10, quedando el 11 fuera del sistema. Pero, al mismo tiempo, le otorga un carácter sagrado al estar constituida por dos unos, número asociado a la divinidad, al igual que los árabes y los hebreos, que señalan que las letras que componen el nombre secreto de Dios equivalen a un 11.
La misma disparidad existe en la numerología esotérica occidental, que asocia este dígito a la lucha interior, la trasgresión de la ley y la oposición propias del 2 (1 + 1= 2), a la vez que lo señala como la cifra que abarca la totalidad del universo y del Tao al ser la suma del seis –macrocosmos– y del cinco –microcosmos– (6 + 5= 11). Tampoco la tradición tántrica escapa a esta ambigüedad. Por un lado, cree que el 11 es un número de mal agüero por romper el sistema decimal y, por otro, lo asocia a la palabra guru (maestro), lo que lo convierte en el intermediario entre el hombre –la perspectiva del 10– y Dios –la perspectiva del 12. Mucho más concluyente es la simbología cristiana, ya que San Agustín señaló al 11 como un número non grato debido a que, según él, perturba e irrumpe violentamente el ciclo pleno del perfecto decálogo y está vinculado al desorden y a la enfermedad. Lo cierto es que la simbología cristiana detesta a este número y nunca lo utiliza, quién sabe si siguiendo la consigna agustiniana o porque los apóstoles quedaron reducidos a 11 tras la traición de Judas.
Sin embargo, no se puede olvidar que el 11 es uno de los números maestros y, como tal, impregna de una fuerza especial y magnética todo cuanto está relacionado con él, ya sean hechos, países o personas. Bajo su protección los sucesos pueden cerrar o abrir ciclos que pueden estar bendecidos por la inspiración divina o marcados por las fuerzas destructivas del Universo.
TERRORISMO Y CATASTROFES NATURALES
El profesor de filosofía de la Universidad de Oviedo Gustavo Bueno sugirió una explicación sobre la elección del número 11 para el atentado del 11-S contra las Torres Gemelas de Nueva York (EE.UU.) que nada tenía que ver con el esoterismo. En su opinión, la fecha hacía referencia a algo ocurrido el 11 de septiembre de 1921, día en el que se estableció el primer poblado judío en Palestina. De ahí que cuando Osama binLaden, líder de Al Qaeda, reivindicó su vínculo con el ataque perpetrado, en un vídeo difundido el 7 de octubre de 2001, dijera: “Después de ochenta años, la espada ha asestado su golpe sobre Estados Unidos”.
Pero lo cierto es que otros atentados firmados por terroristas islámicos también han sido cometidos en un día 11 (ver recuadro en la pág. 37), por lo que los investigadores buscan otras explicaciones. Las más comunes son las que aluden al libro sagrado del Corán, y en especial a los versículos que coinciden con la fecha del atentado, 11 del mes 9. En este sentido, la sura IX-11 y 12 reza: “Combatid a los jefes de la infidelidad. Ellos no cumplen sus juramentos”, y la XI-11 dice: “El día que les llegue el tormento, este no se apartará de ellos y les cercará aquello de lo que se burlaban”. También la sura XI-111 afirma: “¿Quién es mejor: quien fundó su edificio en el temor y satisfacción de Dios o quien lo fundó en el borde de un talud a punto de precipitarse al infierno? El edificio que han construido no dejará de levantar una duda en sus corazones, a menos que se desgarren”.
Pero estas interpretaciones, un tanto tendenciosas, solo convierten al Corán en un pretexto que utilizan los fanáticos religiosos para realizar impías masacres. Y no explican por qué la Naturaleza se presenta especialmente violenta y destructiva en fechas cuya reducción arroja el número 11. Muestra de ello es el tsunami que asoló las costas de Tailandia el 26/12/2004 (26 + 12= 38; 3 + 8= 11) o el huracán Katrina, que destruyó la ciudad estadounidense de Nueva Orleans el 29/8/2005 (2 + 9= 11). Un libro publicado por la editorial Planeta, El aviso, parece tener la respuesta a este enigma. En él, las periodistas radiofónicas Ester Caño y María José Ros elevan al 11 a la categoría de código cósmico, cuya fuerte vibración produce cambios drásticos en la historia de la humanidad tanto para bien como para mal. Pero ¿qué pasaría si una organización secreta conociera el poder oscuro de este número y lo utilizara en su propio beneficio para crear el caos en el planeta?
Si se analiza el autoatentado del 11-s o el 11-M o el 7-J, se advierte que son atentados terroristas sin parangón en la historia. Son anómalos, extraños, complejos, nunca se han hecho ataques de este tipo.Nunca se ha podido determinar su autoría, ni siquiera el FBI ha podido inculpar a Bin Laden. Son crímenes indiscriminados, exagerados, diabólicos, inhumanos. No están pensados por fanáticos, sino por fríos y calculadores demonios, no nacen de mentes humanas, sino de MAFIA PURA DE podridos satánicos ocultos.
Destruyendo ante los ojos del Mundo las Torres Gemelas la Mafia X inicia una fase clave de sus planes de dominación global: gobierno mundial, chip de control, estado policial, materialismo subliminal ubicuo.
Pike pretendía liberar a los ateos y convertir a satanás en la adoración de las masas, creando un formidable cataclismo social, confusión y Terror. Además del ritual satánico de las Torres el 11 -S perseguía fines prácticos de los sionistas de la Mafia X, fomentar un odio global racial hacia sus enemigos seculares, los islamistas, hacerse con el Petróleo de Irak e Irán y crear “el enemigo necesario” -acabada la guerra fría- que fijó la Mafia X en reuniones secretas como las del Informe Iron Mountain de 1963. Sionismo viene del monte Sion o monte Avaris, es decir, del monte de la Avaricia, la principal motivacion de los capitalistos sionistas de la Mafia X, el dinero y la degradación materialista total.
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