Miles de personas han muerto en el marco de los enfrentamientos entre los distintos grupos armados que operan en República Centroafricana y más de 200.000 civiles han tenido que huir de sus hogares por miedo a la persecución de los grupos cristianos y musulmanes en el que está considerado el peor conflicto de África de los últimos años. Las distintas milicias se encuentran inmersas en un complejo juego de alianzas y rivalidades que intentaremos desentrañar.
Las dos principales facciones enfrentadas son la coalición Séléka (‘Unión’ en idioma sango), fundamentalmente musulmana, y los grupos antibalaka (‘antimachete’), de base cristiana. En medio queda un Ejército casi inoperante y una misión de paz internacional con poco más de 600 efectivos.
EL EJÉRCITO (FACA)
Las Fuerzas Armadas Centroafricanas (FACA, por sus siglas en francés) son el Ejército del país, con entre 7.000 y 8.000 efectivos que a menudo son más una amenaza que una ayuda para la población. Activistas han denunciado la brutalidad y las flagrantes violaciones de los Derechos Humanos perpetradas por los militares, cuya presencia apenas se hace notar más allá de la capital, Bangui.
«No tienen recursos adecuados, hay desequilibrio étnico, mala gestinón, formación deficiente y malos salarios», señala la agencia de noticias humanitarias de la ONU, IRIN. Además, los militares ya fueron derrotados en 2013 por Séléka, cuyo líder y entonces flamante presidente autoproclamado del país, Michel Djotodia, anunció la disolución de las FACA.
Ahora son apenas una sombra de un Ejército y debido al embargo internacional y los saqueos de las milicias a los cuarteles cuentan con un exiguo armamento.
SÉLÉKA
Séléka es una alianza de grupos formada en septiembre de 2012 con el único fin de derrocar al presidente François Bozizé e incluye a la Convención Patriótica para la Salvación del País (CPSK), a la Convención de Patriotas por la Justicia y la Paz-Fundamental (CPJP-Fundamental, escindido del CPSK) y a la Unión de Fuerzas Democráticas por la Unidad (UFDR), fundada en 2006 por Djotodia tras regresar de su exilio en Benín.
La declaración fundacional de Séléka exigía el cumplimiento de los términos del acuerdo de paz suscrito para poner fin a un conflicto anterior entre la UFDR y el Ejército. La rebelión tuvo éxito y durante diez meses Djotodia gobernó el país, pero también se hicieron evidentes los abusos perpetrados por las milicias de Séléka en las ciudades en las que entraban.
El 14 de septiembre de 2013 Djotodia anunció la disolución de Séléka, pero lo único que logró es que las milicias pasaran a llamarse exSéléka, no se desarmaron y ahora están a las órdenes de Joseph Zoundeko.
Cuando Djotodia dimitió, en enero de 2014, la mayoría de los milicianos de Séléka abandonaron Bangui y ahora controlan de forma efectiva la mayoría del territorio del país.
ANTIBALAKA
En reacción a la brutalidad de las milicias de Séléka surgieron a finales de 2013 como organizaciones de autodefensa, aunque tienen su raíz a principios de la década de 1990, cuando ante la ausencia de cualquier tipo de seguridad pública, se crearon unidades de voluntarios para proteger las localidadaes del noroeste del país ante los ataques de los bandidos.
Sin embargo, en el nuevo escenario han sido responsables de masacres de musulmanes, a los que acusaban de apoyar a Séléka. A menudo se simplifica asignándoles una filiación cristiana, pero los propios milicianos exhiben símbolos más relacionados con las religiones animistas.
Los antibalaka son «campesinos sin oficio, bandidos y niños de la calle que abandonaron el colegio para unirse a la FACA (Ejército) y a las organizaciones de apoyo al expresidente Bozizé», ha explicado un diplomático destinado en Bangui en declaraciones a IRIN bajo condición de anonimato.
‘CASCOS AZULES’ DE LA ONU
Esta semana ha comenzado a funcionar la Misión de Naciones Unidas para la Estabilización en República Centroafricana (MINUSCA), una fuerza de mantenimiento de la paz formada por 636 militares en estos momentos, pero con autorización para el despliegue de hasta 10.000 uniformados.
Además, la MINUSCA asumirá el mando de los 6.000 militares desplegados ya como parte integrante de la Misión Internacional de Apoyo de la Unión Africana a República Centroafricana.
Esta fuerza será la principal garante del acuerdo de cese de las hostilidades suscrito en julio entre varios grupos armados. El proceso político abierto tras el armisticio aspira a impulsar un periodo de estabilidad que supere por fin las décadas de contínuos golpes de Estado.
REVOLUCIÓN Y JUSTICIA
Formado en 2013 por antiguos integrantes del Ejército Popular para la Restauración de la Democracia bajo el nombre de Unión Central de las Fuerzas Armadas Centroafricanas, pronto se convirtió en Revolución y Justicia.
Cuenta con presencia en el norte del país, cerca de la frontera con Chad, y muchos de ellos eran miembros de la Guardia Presidencial con el presidente Ange Felix Patassé. Su líder es Armel Sayo y su objetivo, el derrocamiento de Djotodia. Tras la dimisión de éste, han anunciado que actuarán «contra cualquier cosa que amenace la tranquilidad de los centroafricanos».
FRENTE DEMOCRÁTICO DEL PUEBLO CENTROAFRICANO
El Frente Democrático del Pueblo Centroafricano (FDPC) nació en 2006 de la mano de Martin Koumtamadji, más conocido como Abdoulaye Miskine, uno de los leales al expresidente Ange-Félix Patassé. En diciembre de ese año firmó un alto el fuego con el Gobierno de Bozizé, que no se ha cumplido.
En un principio controlaba una zona Fronteriza con Chad, pero sucesivos ataques cvontra el Ejército han incrementado su área de influencia y tras la alianza con el MLCJ (ver más abajo), en 2009, amenazó con la reanudación de las atividades armadas para exigir el cumplimiento de los acuerdos de paz suscritos con anteiroridad.
En un principio era afín a Séléka, pero después ambos grupos se distanciaron e incluso han llegado a enfrentarse entre sí. El FDPC se ha trasladado al oeste del país y desde allí ataca aldeas peuhl de República centroafricana y en Camerún, donde secuestran a niños para después pedir rescate.
OTROS GRUPOS
La Convención de Patriotas por la Justicia y la Paz (CPJP) nació a finales de 2008 en el nordeste del país y firmó un alto el fuego con el Gobierno en junio de 2011. Sin embargo, después del derrocamiento de Bozizé se sumó a Séléka. En septiembre de 2013 el grupo se disolvió oficialmente tras un acuerdo con el Gobierno.
Otro grupo con presencia es el Movimiento de Libertadores Centroafricanos por la Justicia (MLCJ), una escisión nacida de la UFDR en agosto de 2008. Su líder, Abakar Sabone, firmó un acuerdo de paz con el Gobierno en diciembre de 2008, pero en febrero de 2009 anunció que tomaba de nuevo las armas. En 2010 se alió con Bozizé y más tarde aún se sumó de nuevo a Séléka.
Activa, aunque sin apenas presencia, está la Unión de Fuerzas Republicanas (UFR), fundada por el teniente coronel Florian Ndjadde. En 2010 el grupo se dividió en dos: UFR-Funjdamental y UFR. Ambas organizaciones han suscrito el acuerdo de paz de Brazzaville.
También hay milicias como el Frente Popular para la Recuperación (FPR) nacida en 2011 por Baba Laddé con el objetivo declarado de proteger a las comunides pheul. Son rivales de Revolución y Justicia y de los exSéléka.
A mediados de la década de 1980 surgió en Uganda el Ejército de Resistencia del Señor para derrocar al presidente Yoweri Museveni, pero también tiene presencia en República Centroafricana desde 2008.
Por último, los bandidos, ‘zaraguina’, cuentan con estructuras organizadas y armamento para robar, asesinar y secuestrar para luego pedir rescate. Los ganaderos pheul son sus principales víctimas por el valor que tienen sus animales.
http://www.europapress.es/internacional/noticia-desenredamos-conflicto-armado-republica-centroafricana-20140920154632.html