Archivo por meses: diciembre 2014

Aida. ¿El mejor regalo para estas fiestas? Un abrazo

Aunque el titulo pueda sonar un poco repipi, casi como pedir a los reyes la paz en el mundo, lo cierto es que la ciencia está detrás de la afirmación de hoy. Parece ser que un abrazo puede tener muchos más beneficios para la salud de los que pensábamos.

El estudio del abrazo:

Por simple que nos parezca un abrazo tiene sus ventajas: Es gratis, beneficia a ambos participantes, nos hace sentir bien, es socialmente aceptado y da buena imagen al que lo da.

Pero los estudios científicos van más allá y profundizan mucho más en los beneficios de un abrazo. El estudio de hoy, publicado en Psychological Science preguntaba a 404 personas cuanto apoyo social percibían de los demás, se les preguntaba también con qué frecuencia eran abrazados y con qué frecuencia tenían conflictos sociales. Después de esto se les expuso a un virus de resfriado en un laboratorio. Obviamente se les pago sustancialmente por participar. Se les puso en cuarentena para ver si desarrollaban síntomas del resfriado y cómo de graves eran estos.

Las personas con mayores conflictos sociales son peores en resistirse a los virus del resfriado pero además sabemos también que el apoyo social protege de malestar psicológico y se asocia a menores tasas de depresión y ansiedad.

La idea del estudio era averiguar cómo los abrazos afectan a la percepción del apoyo social y si ese apoyo social basta para reducir la vulnerabilidad a enfermedades infecciosas (resfriado) inducida por estrés, es decir, averiguar que parte jugaban los abrazos en esa protección inmunológica.

Los resultados:

Los resultados mostraron que aquellos que manifestaban recibir abrazos con más frecuencia o que percibían mayor apoyo social tenían un menor riesgo de pillar el resfriado. Y aquellos que se resfriaron presentaban menos síntomas o con menor intensidad si eran abrazados más frecuentemente o percibían mayor apoyo social.

Ya solo este beneficio debería animarnos a darlo, sin duda es una buena época para prevenir resfriados.

Otros beneficios de los abrazos:

Como todo contacto íntimo, sincero, el abrazo nos hace liberar oxitocina, esta tiene muchos beneficios a parte de la conocida sensación de bienestar y euforia. La oxitocina disminuye la presión arterial y tiene beneficios cardiovasculares, además  nos ayuda a aumentar nuestra autoestima.

También los abrazos regulan los niveles de serotonina y dopamina, estando estos asociados de nuevo a la sensación de bienestar y la regulación emocional, en cierta manera un abrazo produce cierta sedación, tranquilidad.

El abrazo también estimula el transporte de oxígeno a los tejidos del cuerpo, prolongando la vida de las células.

Los abrazos tienen un importante papel en el desarrollo emocional, intelectual y físico de los niños. Son una estimulación necesaria para el correcto desarrollo.

Un abrazo de 20 segundos de duración puede reducir los niveles de cortisol, hormona asociada con el estrés.

Abrazar libera endorfinas, con poderes curativos y que de nuevo nos hacen sentir bien.

Y, aparte, un abrazo mejora las relaciones sociales, se asocian con la empatía, el apoyo, la gratitud, el amor.

Puede parecer una utopía, pero el que da amor, da salud, da felicidad, y la recibe. Un abrazo es mucho más que un simple gesto. Somos seres sociales porque ello entraña beneficios evolutivos. Más ahora en estas fiestas: ¡Comparte el amor, comparte salud!

¿El abrazo perfecto? Pues nos iremos con lo tradicional, de pie, ambos brazos rodean a la otra persona (por encima de los suyos, por debajo o alternando uno y uno) apretando un poco de forma cálida y contando unos 3 “mississipis” (lo que vienen a ser unos 6 segundos). ¿Qué mejor regalo qué este?

Si alguien no conoce la campaña “Free Hugs” o “Abrazos Gratis”  os recomiendo leer al respecto, es un movimiento internacional dedicado a ofrecer abrazos gratis a desconocidos, con la idea de luchar contra los valores de la sociedad y ofrecer bienestar y amor al que lo necesita.

Fuente: Psyblog, mejor con salud, Informador, viva con propósito, Sloyu.

medciencia.com

vania El pintor de la soledad

Por Roger Bartra

Edward Hopper, el extraordinario pintor neoyorquino, vivió inmerso en esa soledad profunda que se aloja en la cultura norteamericana. Hopper fue un hombre solitario, tímido e introvertido que solo podía escapar de su cárcel interior por medio de la pintura. Sus cuadros destilan una atmósfera de soledades urbanas mustias y deprimentes. La obra de Hopper refleja con una gran fuerza esa condición triste que supuestamente define la identidad nacional de muchos países. Sin embargo, rara vez representó la pose típica del melancólico, con la mano apoyada en la mejilla. La melancolía flotó en muchos de sus cuadros más famosos, como en las mujeres que pintó en habitaciones de hotel (Hotel room, 1931), en las personas tomando su trago en la barra de un bar triste (Nighthawks, 1942) o en la joven que bebe sola su café en un restaurante automático (Automat, 1927). Pero hay un cuadro de 1939, New York movie, donde pinta a la acomodadora de un cine en la actitud melancólica clásica. Ella está de pie, apoyada en la pared, en espera solitaria de que termine la película que se ve a la izquierda, donde dos actores se miran románticamente. Me gustaría imaginar que son Cary Grant y Katharine Hepburn.

A Hopper le encantaba ir al cine, donde se reunía con una masa de espectadores aislados. En este cuadro la acomodadora rubia, vestida de azul, con su lámpara en una mano y con la mejilla apoyada en la otra, representa una imagen de la incomunicación dentro del templo moderno de los medios masivos de comunicación, el cine.

Hopper vivió una larga y penosa incomunicación con su esposa Jo, también pintora. Ella fue la modelo de todas las mujeres que retrató en sus pinturas, incluyendo a la acomodadora triste en el cine de Nueva York. Siempre son mujeres que, aun en compañía, viven el aislamiento, mirando sin esperanza al suelo, leyendo un libro o contemplando por la ventana un paisaje vacío. Jo cuenta en sus diarios que Hopper estaba dominado por tres impulsos: el arte, el sexo y el deseo de manejar un auto. El arte era su principal medio de expresión; era poco conversador y con su obra lograba romper su encierro. Manejar fue para él una obsesión; buscaba temas para sus cuadros durante largos viajes en coche por Estados Unidos (y México). Esta obsesión, tan norteamericana, quedó plasmada en la célebre novela En el camino (1957), de Jack Kerouac.

El sexo fue una urgencia que siempre desconcertó a Jo, que se sentía marginada por los hábitos eróticos de su marido. Ella había llegado virgen al matrimonio y enseguida se percató de que el sexo para Hopper solo funcionaba para él mismo, y que en realidad era un placer solitario para el cual ella era un mero instrumento. Hopper era un solitario que pintaba la soledad. Pero además enfrentó con frecuencia periodos de depresión. Su amigo y compañero Walter Tittle, en su autobiografía inédita, se refiere a lo que llamó su “solemnidad semifuneraria” y lo recuerda así: “sufría por largos períodos de una inercia invencible, sentado durante días seguidos frente a su caballete sumido en una desdicha sin remedio, incapaz de levantar una mano para romper el hechizo” (véase el libro de Gail Levin, Edward Hopper: An intimate biography, 1995).

Aunque algunos críticos vieron en la obra de Hopper una expresión de la identidad norteamericana –la llamada “American scene”, según la expresión de Henry James–, él siempre rechazó a los pintores que caricaturizaban al país mediante imágenes “típicas”. Declaró que nunca quiso pintar una “escena americana”, de la misma forma en que los franceses nunca quisieron pintar una “escena francesa”. Sin embargo, Hopper recogió la veta sombría del puritanismo que reconocía la desolación de la existencia humana, que tan profundamente había marcado la cultura de Estados Unidos. ~

http://www.letraslibres.com/revista/columnas/el-pintor-de-la-soledad

vania El extraño ejercicio de juzgar

Seamos francos, el ser humano siempre ha juzgado. Ha juzgado la capacidad de enseñar de sus padres, la conducta de sus hijos, la ausencia de liderazgo del jefe y lo mal que trabaja el compañero.

En el cristianismo dicen que no juzguemos o seremos juzgados y que no juzguemos por las apariencias. Algunos psicólogos dicen que al juzgar en realidad vemos cierta apreciación de la realidad, pero en base a nuestros conocimientos, desagrados, convencimientos y aprobaciones.

Al juzgar utilizamos toda nuestra acumulación de conocimientos, nuestra percepción de la ética y la moral, los valores y principios que nos acompañan siempre y lo mezclamos en una ensaladera con emociones y sentimientos.

Cuando vemos a la ex paseándose con otro hombre y pensamos “al final resultó una trolita (chica fácil)” ponemos mucho de nuestros sentimientos y emociones.

Cuando vemos a un compañero en el trabajo sacando fotocopias para un material que llevará en su casa y pensamos que está mal, o aquel que tira el papel de un caramelo al piso en plena calle, ponemos para juzgar nuestra moral y a veces principios y valores.

El ejercicio de juzgar se observa a niveles interestelares en los programas de espectáculos y farándula. Si muestran un video en donde una cantante sale borracha de una disco, la juzgamos (y en la mayoría de los casos hasta destruirla, a no ser que seamos fanáticos de la artista). Si un actor habla de no querer reconocer a un hijo, lo juzgamos también.

Ni hablar de deportes como el fútbol en donde ampliamente mezclamos con pasiones.

Todo el mundo todo el tiempo juzga. Ahora la pregunta es por qué.

Juzgamos a los demás por una simple cuestión: proyectamos nuestros errores en otras personas. Es más fácil juzgar al verdulero de la esquina que atiende con desgano a juzgarnos nosotros mismos. Es más fácil proyectar nuestra imagen en el otro y destruirlo al conocernos internamente.

¿Qué tanto sabemos de nosotros? ¿Hasta dónde estamos dispuestos a conocernos?

Seguramente juzgaremos mucho menos cuando logremos apartar nuestra mente y nuestras emociones en primer lugar, y cuando sepamos más de nosotros. Estaremos en paz y nos daremos cuenta que ya no nos alteramos tanto.

Ojo, no confundamos la meditación y el autoconocimiento con el juzgarse a si mismo porque ahí lo único que estaríamos haciendo es un cambio de fichas.

El reconocer quiénes somos y el aceptar los hechos como tales lograrán que dejemos (o al menos disminuyamos) el ejercicio de juzgar.

https://lucasraffablog.wordpress.com/2014/10/06/el-extrano-ejercicio-de-juzgar/#more-7907

Detener los pensamientos para experimentar la Conciencia

Siéntate cómodamente y cierra los ojos. A continuación, pon atención a tus pensamientos. Síguelos allá donde te lleven. Limítate a observarlos ir y venir. Tras haber hecho esto entre cinco y des segundos, hazte a ti mismo esta pregunta y luego permanece muy atento para comprobar qué sucede justo después: «¿de dónde vendrá mi próximo pensamiento?».

¿Qué ha ocurrido? ¿Tuvo lugar una pequeña pausa en tu pensamiento mientras esperabas el siguiente? ¿Te fijaste en el espacio, en una especie de intervalo entre la pregunta y el siguiente pensamiento? Bien. Ahora vuelve a leer las instrucciones y haz el ejercicio de nuevo.

¿Notaste ahora un ligero titubeo en tu pensamiento, una pausa entre pensamientos? Si permaneciste atento inmediatamente después de hacerte la pregunta, deberías haber observado que tu mente esperaba que sucediese algo. El autor de El poder del ahora, Ekhart Tolle, dice que es como un gato acechando el agujero de un ratón. Estás despierto, esperando, pero en ese intervalo no existen pensamientos. Tal vez hayas oído que limpiar la mente de pensamientos cuesta muchos años de ardua práctica, sin embargo tú acabas de hacerlo en cuestión de segundos.

Por favor, realiza este ejercicio varias veces más. Puedes utilizar otras preguntas, del tipo «¿de qué color será mi próximo pensamiento?» o «¿a qué se parecerá mi próximo pensamiento?». La pregunta no es lo importante, sino permanecer atento. La atención descubrirá el intervalo, el espacio entre pensamientos. Ese intervalo es conciencia pura. Puede ser fugaz, pero no por eso deja de aparecer. Al ir siendo consciente de esta pausa mental, ésta empezará a obrar su magia en ti.

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Ahora volvamos a nuestra tarea. Realiza este ejercicio durante dos o tres minutos más, volviendo a hacerte la pregunta cada quince segundos aproximadamente. Pon atención al intervalo cuando aparezca. Búscalo cuando no lo haga. En tan solo unos pocos minutos, te darás cuenta de que tus pensamientos están más sosegados y tu cuerpo más relajado.

¿Cómo es esto? No era tu intención relajarte o sosegarte. Pero ha sucedido de manera natural, sin que lo buscases. ¿Por qué ser consciente de la conciencia implica una diferencia tan grande en el modo en que sentimos y nos comportamos? Al ser consciente eres capaz de contactar tus pensamientos a niveles más refinados y sutiles. Cada nivel ofrece más orden y energía. El intervalo que percibiste entre los pensamientos fue la experiencia de la no-experiencia que mencioné antes. Esa no-experiencia era conciencia pura

Medita durante un minuto, haciéndole una pregunta distinta cada quince segundos a la mente, con frecuencia durante el día. No tardarás en ser consciente del espacio que descubres entre tus pensamientos incluso mientras realizas otras actividades, como hablar o conducir. Si no tuvieras nada más que hacer que observar con regularidad este breve intervalo entre pensamientos, con el tiempo notarías más energía, menos estrés e incluso mayor fluidez en tus relaciones con los demás. Incluso podrías observar un humor más ligero, cercano a la picardía. Sentirse bien es divertido. Esta percepción es la base de experiencias futuras más profundas y satisfactorias. Pero este ejercicio vale la pena en sí mismo. A continuación ampliemos nuestro conocimiento de la fuente del pensamiento a fin de aprovechar sus beneficios en profundidad

El intervalo entre los pensamientos es la experiencia de la no-experiencia.

Esa no-experiencia es conciencia pura.

Extraído del libro “La curación cuántica” de Frank Kinslow

 http://elblogdeesenciadealquimia.com/2014/04/21/detener-los-pensamientos-para-experimentar-la-conciencia/

12 Consejos para evitar decepciones esta temporada de fiestas navideñas

Las fiestas pueden ser el momento más maravilloso del año. La temporada está marcada a menudo con la familia, la tradición y el dar. Y no importa nuestra edad, ésta despierta buenos recuerdos y crea otros nuevos. Las fiestas de hecho pueden sacar lo mejor de todos nosotros.

Pero a pesar de toda la esperanza y la preparación, muchas veces, las expectativas de estos festividades no son satisfechas. Las comidas no salen bien. Los chicos se ponen malhumorados. Algunos miembros de la familia discuten. Los regalos no se reciben tan cariñosamente como esperábamos. Y antes de darnos cuenta, tonos de decepción empiezan a colarse cuando nos damos cuenta de que la temporada no estará a la altura de las imágenes que teníamos en nuestra mente.

Casi en este tramo final antes de la celebración, ¿es posible evitar esta decepción? Por supuesto que sí. Pero a menudo toma algunas medidas intencionales de nuestra parte. Considera las siguientes:

12 Consejos para evitar decepciones esta temporada de fiestas navideñas.

1. Identifica cuál es tu principal inquietud en esta celebración

Desde la comida y la decoración hasta los regalos y las fiestas, diciembre está lleno de oportunidades. Pero hay una línea muy fina entre la oportunidad y la distracción. Determina la cosa principal que deseas en esta temporada representar. Puede basarse en religión, familia, o descanso. Decidas lo que decidas, mantén en primer lugar lo más importante con un enfoque nítido.

2. Reduce la velocidad.

La paz rara vez se encuentra agregando más compromisos y diligencias. Así que, quita algunas que no sean realmente tan importantes.

3. Date cuenta de que la perfección no es posible.

Viajes son interrumpidos. Los hogares son todo un desorden. Los niños quieren más regalos. Miembros de la familia discuten. Así es la vida. La perfección no es simplemente posible. Deja de esperar que llegue.

4. No pongas tus expectativas a los demás.

Todos tenemos diferentes expectativas de cómo la Navidad debe ser. Muchas veces, estas expectativas se basan en recuerdos de la infancia. Pero todos tenemos diferentes recuerdos de la infancia, así que, no asumas que todo el mundo espera de la Navidad lo mismo que tú. Puedes estar a favor de desarrollar tradiciones, pero no debes estar en contra de la visión de los demás con respecto a las tradiciones.

5. Haz espacio para el descanso.

Toma una siesta, retírate a la cama temprano por la noche, o duerme una mañana más tarde de lo normal. Correr queriendo hacer todo perfecto rara vez resulta en perfección. En cambio, resulta en actitudes imprudentes, mal genio y  malestar.

6. Ofrece perdón rápidamente.

La gente comete errores. Sé rápido para ofrecer tu perdón y reparar las relaciones rotas si la ofensa ocurre hoy o sucedió hace muchos años. Toma tú el primer el paso. Ya que aferrarse a malos sentimientos hacia otros es una de las mayores fuentes de decepción en la vida (y  días festivos).

7. Recuerda cosas chuscas del pasado con humor.

Algunos de las memorias que solemos recordar con buen humor son los recuerdos de contratiempos en Navidad de que se han producido en los últimos años: extravíar a los niños en el supermercado, el descubrimiento de un regalo de Navidad antes de tiempo, la abuela envolviendo los regalos pero olvidándose de marcar de quién eran. Estos percances hacen reír por muchos años. También hay que aprender a sonreír cuando suceden justo en el ahora.

8. Dáte cuenta que lo que importa es el dar, no el regalo.

No vas a conseguir todo lo que deseas en esta Navidad e incluso, puedes tener algunas cosas que  no deseas. Pon menos énfasis en el regalo con la envoltura, y más en el hecho de que alguien pensó que eras especial esta temporada de vacaciones. El regalo no es el regalo con la envoltura. El verdadero regalo es dar y quien te da.

9. Admite que no se puede cambiar a los demás.

Podemos poner ejemplos llamativos. Podemos buscar momentos de enseñanza. Podemos ofrecer asesoramiento cuando sea apropiado. Pero no podemos tomar decisiones por los demás. Ellos van a elegir las opciones para su vida que podrán no gustarnos. En esos momentos, recuerda que  no has sido llamado a vivir su vida, haz sido llamado a vivir la tuya.

10. Saber cuándo parar.

Del exceso de alimento a un exceso de beber, saber cuándo parar rápidamente se convierte en un arte perdido durante la temporada de vacaciones. Pero demasiado de algo bueno se convierte rápidamente en una cosa mala con consecuencias duraderas. En casi todos los aspectos, para disfrutar al máximo, adoptar la moderación.

11. Manténte dentro de tu presupuesto.

Evita decepciones en tu fiesta celebrando sólo dentro de tus medios. Esto se refiere al número y la extravagancia de regalos. Pero también debe extenderse a viajes, celebración y entretenimiento.

12. Adopta la solemnidad.

Independientemente de tu preferencia religiosa (o no religiosa), hay mucho más en este mundo que las cosas que vemos. Abraza la espiritualidad en esta temporada defendiendo el amor, la esperanza, el perdón y la gracia. En lugar de perderte en el bullicio de la ciudad, encuentra la intencionalidad en recordar el corazón de estas celebraciones y la celebración del alma de todo lo bueno.

Feliz celebración de corazón.

Redacción: equipo de Vida Lúcida 

Imagen deMarius Iordache

http://www.lavidalucida.com/2014/12/12-consejos-para-evitar-decepciones.html

domi De la alienación a la alquimia

alienacion

Ser humano: un microcosmos en relación
De la alienación a la alquimia

Uno se levanta el lunes bajo un cielo despejado lleno de estrellas. Oye el canto del mirlo en el árbolcercano y respira a pleno pulmón. Recomienza la vida. Con el aroma de la infusión aún humeante, enciende el ordenador y responde a los mensajes de los trasnochadores: convocatorias a actos culturales y políticos, una invitación a pasar el fin de semana en la sierra, una propuesta profesional. Al salir a la calle, desde el autobús escolar unos niños de primaria saludan alborozados por la ventanilla. Corresponde sorprendido a ese regalo inesperado. No hay cola en Correos ni en el supermercado y, al llegar al andén del metro, el próximo tren pasa en un minuto. Ya en el despacho, llaman dos nuevos consultantes. El día transcurre alegre y productivo. La cena con la familia es especialmente comunicativa. A medianoche, ya en la cama y con sano sueño, uno se dice: «Ha sido un buen día».

El martes el cielo está cubierto. Sopla viento del norte huracanado y, a la media hora, cae un chaparrón que parece el diluvio universal. El tráfico es denso y solo se oyen pitidos de conductores estresados. En la pantalla del ordenador se cuelan dos anuncios indeseados. Tres cancelaciones de citas y proyectos. Frustración. El metro, abarrotado de gente, y el próximo tren atrasado 20 minutos. Las hijas llegan sobrecargadas de tareas escolares, empapadas y hambrientas. La comunicación se reduce a «sí», «no» y «no sé». Sin ganas de seguir trabajando en el ordenador, cree uno poderse relajar haciendo zapping en el televisor después de cenar: una tertulia de políticos gritones, dos reposiciones de películas mediocres, un telediario repetido hasta la saciedad, un «reality show» de personajes descerebrados sobreactuando para ganar pasta y popularidad. Se acuesta uno sin sueño y piensa: «¡Vaya día de m….!».

Pero el mundo exterior no ha cambiado. Sigue su curso. Solo la mente ha seleccionado: «días como el lunes, repetir», «días como el martes, evitar». Los pies se quejan cansados, la vesícula segrega bilis, los pulmones respiran mal y el desánimo aumenta a la medianoche del martes, porque las expectativas se han frustrado. Reflexionemos: ya al amanecer a uno se le agrió el gesto y el mundo pareció responder con gesto airado toda la jornada. Recuerdo entonces haberme olvidado de hacerme el propósito del día, inspirado en el pedagogo peruano fallecido hace décadas, Gerardo Schmedling: «Hoy martes me responsabilizaré totalmente de mi vida. Me adueñaré de todas mis decisiones y no culparé a nadie ni a las circunstancias de sus resultados. Vigilaré todos mis pensamientos, sentimientos y emociones, y asumiré que soy yo quien las genera y no lo que sucede a mi alrededor ni lo que los demás hacen o dejan de hacer».

Estas situaciones pueden ocurrir cada día y normalmente reaccionamos escindidos. Es decir, completamente alienados de nuestra verdadera identidad cuerpo-mente-corazón-espíritu unificados. La mente, los deseos, las sensaciones corporales y las emociones van a su aire y nos vemos zarandeados por los acontecimientos externos y las expectativas que sobre ellos tenemos.

Todo esto influye en nuestra salud integral –corporal, emocional, mental y espiritual- que requiere una respiración completa instante a instante. El aliento de vida empieza y termina con la respiración. Tal como respiramos, así pensamos, y no al revés. Pensar requiere oxigenar las neuronas, para que estas hagan sinapsis, además de glucosa. Sin embargo, la identificación con nuestros pensamientos es la fuente principal de desperdicio de energía. Somos seres pensantes, pero no solo. Ya quedó desfasada la afirmación de Descartes, «pienso, luego existo». El racionalismo imperante desde entonces no da respuesta a quiénes somos en realidad. No soluciona la propuesta inscrita en el Templo de Delfos de conocerse a sí mismo para conocer el universo entero ni a la propuesta socrática de encontrar la propia verdad.

Somos uno en lo esencial, pero absolutamente singulares en lo individual. Cada persona tiene una predisposición genética que le hace único. Sin embargo, la epigenética ya ha demostrado que las decisiones cotidianas, como la dieta que seguimos, nuestro estilo de vida y las condiciones del entorno pueden cambiar de hecho la forma en que se expresan nuestros genes. Estos serían como las semillas, que no pueden germinar sin tierra, agua y nutrientes adecuados. Nosotros somos realmente las semillas y el entorno sería la tierra, el clima, el abono. Pero cada planta necesita condiciones distintas de sol, lluvia, tierra y humus. Por esto, no existen dietas, medicinas ni terapias universales apropiadas todo el mundo.

Por ejemplo, la medicina y alimentación ayurvédicas han funcionado en la India durante siglos y casi se practica hoy día más en Occidente entre buscadores y élites que en el país de origen. Como expresa uno de los mayores expertos en la cultura hindú, Agustín Pániker («La sociedad de castas. Religión y política en la India»» y «El jainismo. Historia, sociedad, filosofía y práctica», Editorial Kairós), lo que se come, con quién se come, quién lo prepara es más una cuestión ritual y social, que marca y manifiesta las jerarquías existentes, que una cuestión de auténtica salud. Todo ello sin desvalorizar la enorme sabiduría acumulada durante milenios.

En realidad, las dietas, las medicinas, las terapias, los ejercicios corporales e incluso las religiones –practicadas como sistemas de creencias y de pautas morales de comportamiento y no como lo que indica su etimología, religare, «volver a unir», acabar con la escisión, llegar a la unidad del Todo-, suponen tomar el rábano por las hojas. ¿Y cuál es el rábano? La unidad orgánica que formamos, desde la más humilde brizna de hierba al centenario e imponente roble, desde el capullo a la flor, desde la oruga a la mariposa. En biología las jerarquías son funcionales: asociaciones de células, tejidos, órganos… pero sin la vida del primer escalón de la cadena, todo el sistema se colapsa. Por ello, en todos mis talleres y coloquios propongo el círculo, en donde cada punto de la circunferencia está a la misma distancia del centro y nadie es más que nadie. De ahí el subtítulo de mi último libro «Guía para hombres en marcha. De la línea al círculo». El facilitador, facilita, pero puede hablar o escuchar, conmoverse por una vivencia estremecedora o mostrarse vulnerable haciendo una confidencia personal si viene al caso. Y los participantes toman el centro y vuelven a la periferia de un modo fluido sin identificarse con la función de hablar o escuchar, ser momentáneamente el protagonista, sino con la totalidad del alma grupal que se forma.

En cualquier auténtica terapia debe ocurrir lo mismo. Terapeuta y consultante son solo dos puntos de luz que, al relacionarse, forman otro tercer punto luminoso que abre y no cierra, amplia y no reduce. No se trata de ayudar a soportar la vida, sino a estar más vivos. En esos momentos, solo hay amor. Sin amor no hay auténtica terapia, sin el punto de unidad, solo habrá cristalización de la escisión, la alienación recíproca de terapeuta y consultante. La alquimia se produce cuando ambos toman conciencia al mismo momento de su poder de transmutación. Todos somos alquimistas de nuestro destino, que no está trazado de antemano, a pesar de los condicionantes genéticos, de las condiciones de infancia, de lo que nos dieron y de lo que no nos dieron.

El presente siempre empieza AHORA. Y eso es lo que da miedo: empezar a escribir la página en blanco de nuestro próximo minuto, del día que tenemos por delante, del año por vivir… Y la muerte esperando pacientemente al final del recorrido, sin prisas, sin pausas, sin adelantarse ni atrasarse un solo segundo.

No hay excusas. Tom Heckel, consultor espiritual estadounidense, residente en Chile, me dijo hace unos años que la mayoría de las personas prefieren sufrir a cambiar. Parece que el cambio asusta, porque imaginan sufrimientos desconocidos y prefieren aferrarse al dolor del pasado, que justifica la impotencia y el victimismo. Formas habituales de alienación.

Seamos el cambio que queremos producir en el mundo. La alquimia funciona y no está afuera, sino adentro. La alienación tiene sus compensaciones –adormecimiento, amortiguación del dolor, no tener que responsabilizarse de tomar decisiones…-. Sin embargo, la alquimia es la transformación del plomo interior, vivido como una carga paralizante, en oro (aurum), que resplandece y augura un brillante amanecer.

www.alfonsocolodron.net

domi Encuentro con nuestros animales internos

encuentro

Nuestro mundo interior está poblado por un amplio abanico de seres imaginarios. Hoy quiero acercarme a una parte específica de estos seres, a los animales. Ellos viven en nuestros jardines interiores y a veces aparecen en nuestros cuadros o toman forma a través de un trozo de arcilla.

Como seres humanos tenemos una estrecha relación afectiva con el mundo animal. La imagen de un caballo nos puede despertar el anhelo de galopar subido a su lomo o la visión de un gatito nos puede llenar de ternura. No nos une la misma relación con los animales que se ubican en las escalas inferiores de la evolución. Un gusano, una garrapata o una araña nos pueden despertar más bien rechazo. Sin embargo todos los animales tienen cualidades y habilidades que los hacen únicos. Gracias a la expresión artística podemos entrar en contacto con estas cualidades y habilidades y comprender sus significados para nuestro momento presente. El acto de crear nos permite ver lo que nuestros juicios a menudo impiden ver.

El ejemplo del caballo ilustra muy bien este hecho. El animal de la primera imagen impacta por su fuerza y su porte. El autor del cuadro, un buen pintor, lo daba por terminado. Al volver a mirarlo en la siguiente sesión de arteterapia pudimos ver como la boca abierta y el cuello erguido sugerían la imagen de un caballo enjaezado. Sin embargo esta lectura fue rechazada por el pintor. Le gustaba mucho más la idea de un caballo libre, sin ataduras. Se topó con un juicio y eso le impedía seguir en el dialogo creativo con su caballo. Sin embargo algo había despertado su curiosidad. Se atrevió a pintarle las bridas y descubrir si le sentaban bien o no. Al pintarlas se llevó una gran sorpresa. Se dio cuenta de que no eran unas bridas normales. ¡Eran unas bridas con adornos! El caballo estaba engalanado y desfilaba en una fiesta. La sorpresa inicial dio paso a una gran alegría cuando pintó los adornos. A continuación el cuadro se iluminó con luces en el árbol y personas tocando música y bailando. La idea de que un caballo libre es mejor que un caballo con bridas había demostrado ser falsa. Su caballo necesitaba las bridas para poder contar una historia de fiesta y alegría. Una historia que tiene mucho sentido para el pintor que está saliendo de una etapa vital más bien sombría.

Desde nuestro lugar de arte-terapeuta podemos asociar muchas cualidades a un caballo. Lo más común puede ser pensar en su fuerza. Pero hasta que la persona que lo está creando no le dedique tiempo y descubra las cualidades de su caballo, no lo podemos saber. El tiempo dedicado a una obra es proporcional a la profundidad de contacto que se puede establecer a través de ella. Y es ahí donde se descubren los significados. Hay un viejo dicho acerca de la terapia, funciona si tú funcionas. Es decir funciona en la medida en la que pongo mi carne en el asador. Es lo mismo en la arteterapia. Dedicarle tiempo a lo que se está creando es fundamental para poder entrar en contacto con sus mensajes. Si queremos entender rápidamente lo que significa corremos el peligro de oír solamente aquello que queremos oír. Si queremos descubrir algo más allá de nuestros horizontes necesitamos el valor del pintor del caballo para ir más allá de sus juicios.

Los juicios son muy frecuentes a la hora de expresarnos plásticamente. Un caballo es mejor que una hormiga, un color es mejor que el otro, un collar significa……Una manera de superarlos es atreverse a probar si realmente, una vez pintado, el juicio se sostiene o no. Cuando acompañamos procesos creativos es de gran ayuda potenciar la experimentación, invitar a que se pruebe tal o cual color, forma, formato etc. Porque sobre una hoja de papel todo tiene remedio, se puede tapar lo que no cuadra, borrar lo que no gusta, cambiar de color lo que no encaja, coger otro pliego de papel y empezar de nuevo etc. Estas posibilidades inspiran confianza y ayudan a afrontar el miedo de perder lo conocido, lo creado hasta ahora.

A veces son retoques pequeños los que pueden cambiar completamente la expresión de una imagen. Una persona pudo entrar en contacto emocional con el perro que pintaba cuando le puso su collar. Esta persona también tuvo que luchar con el juicio collar=atadura. El collar estableció el nexo de unión entre ella y el perro y el dolor por la pérdida de su perro pudo ser completado con el recuerdo tangible de las alegrías compartidas.

A través del acto creativo establecemos un dialogo con nuestra obra y con nuestro interior. Cada intervención en el cuadro modifica su expresión y este cambio modifica la percepción que tenemos del mismo. La historia que cuenta la obra tiene posibilidades de ser transformada dentro de su dinámica. Nos invita a descubrirla y a seguirle la pista. Porque si atendemos las posibilidades de desarrollo plástico que nos ofrecen nuestras imágenes, atendemos, sin darnos cuenta, nuestras posibilidades de desarrollo interior. No podemos cambiar nuestros juicios ni nuestra historia desde la voluntad, pero si podemos tener vivencias que pueden modificarlos. La expresión artística y el encuentro consciente con nuestras obras nos pueden proporcionar estas vivencias. De una forma muy particular lo puede facilitar el encuentro con nuestros animales internos, porque son seres vivos como nosotros. Si les seguimos la pista, como en el cuadro de los peces, nos pueden enseñar verdaderos tesoros, como por ejemplo la alegría por el reencuentro con la creatividad aparcada en la infancia.

 

www.espacioyantra.com

LO QUE UN CHAMÁN VE…

Una colaboración de tira florin morin 

 Extraído de,

 por Stephanie Marohn con Malidoma Patrice Somé

22 Agosto 2014
del Sitio Web
 WakingTimes

traducción de Adela Kaufmann
Versión original en ingles

The Natural Medicine Guide to Schizophrenia,

o The Natural Medicine Guide to Bi-polar Disorder,

páginas 178-189, Stephanie Marohn

(interpretada por Malidoma Patrice Somé).

La visión chamánica de la enfermedad mental

En el punto de vista chamánico, la enfermedad mental señala «el nacimiento de un curandero,» explica Patrice Malidoma Somé.

 Así, los trastornos mentales son emergencias espirituales, crisis espirituales, y deben ser considerados como tales para ayudar al curandero a nacer. Lo que aquellos en el Occidente ve como enfermedad mentallas personas Dagara lo consideran como «buena noticia desde el otro mundo.»

 La persona que va a través de la crisis ha sido elegida como un medio para un mensaje a la comunidad que necesita ser comunicado desde el reino espiritual.

«Trastorno mental, trastorno de conducta de todo tipo, señala el hecho de que dos energías obviamente incompatibles se han fusionado en un mismo campo,» dice el Dr. Somé.

Estas perturbaciones se producen cuando la persona no recibe ayuda para tratar con la presencia de la energía del reino espiritual. Una de las cosas que el Dr. Somé encontró cuando llegó por primera vez a los Estados Unidos en 1980 para estudios de postgrado fue cómo este país se ocupa de las enfermedades mentales.

 Cuando un compañero de estudios fue enviado a un instituto mental debido a una «depresión nerviosa» el Dr. Somé fue a visitarlo.

«Yo estaba tan sorprendido. Esa fue la primera vez que vi cara a cara lo que se hace aquí a las personas que presentan los mismos síntomas que he visto en mi pueblo.»

Lo que sorprendió a el Dr. Somé fue que la atención prestada a este tipo de síntomas se basa en la patología, en la idea de que la condición es algo que tiene que parar.

 Esto estaba en completa oposición a la forma en que su cultura considera una situación de este tipo.

 Al mirar alrededor de la sala, a los pacientes, algunos en camisas de fuerza, otros divididos en zonas de medicamentos, otros gritando, él observó para sí mismo,

«así que esto es como los sanadores que están tratando de nacer son tratados en esta cultura. ¡Qué pérdida! ¡Qué pérdida que una persona que por fin está siendo alineada con un poder desde el otro mundo acaba siendo desperdiciado.»

Otra forma de decir esto, que puede tener más sentido para la mente occidental, es que nosotros, los occidentales no estamos entrenados en la forma de tratar o incluso enseñados a reconocer la existencia de los fenómenos psíquicos, el mundo espiritual.

 De hecho, las capacidades psíquicas son denigradas.

 Cuando las energías del mundo espiritual emergen en una psique occidental, ese individuo no está equipado para integrar o incluso reconocer lo que está sucediendo. El resultado puede ser aterrador. Sin el contexto adecuado para la asistencia y en el trato con el avance de otro nivel de realidad, para todos los efectos prácticos, la persona está loca.

 La dosificación pesada con medicamentos anti-psicóticos agrava el problema e impide la integración que podría llevar al desarrollo del alma y el crecimiento en el individuo que ha recibido estas energías.

En la sala mental, el Dr. Somé vio a una gran cantidad de «seres» colgando alrededor de los pacientes, «entidades» que son invisibles para la mayoría de la gente, pero que los chamanes y videntes son capaces de ver.

«Ellos estaban causando la crisis en estas personas», dice.

Le parecía que estos seres estaban tratando de conseguir los medicamentos y sus efectos fuera de los cuerpos de las personas con las que los seres estaban tratando de fusionarse, y aumentaban el dolor de los pacientes en el proceso.

«Los seres actuaban casi como una especie de excavadora en el campo de la energía de la gente. Eran realmente feroces sobre eso. A las personas a quienes les estaban haciendo eso estaban gritando y vociferando,» dijo.

El no pudo quedarse en ese ambiente y tuvo que irse.

En la tradición Dagara, la comunidad ayuda a la persona a reconciliar las energías de ambos mundos,

«el mundo del espíritu con el que él o ella se fusiona, y el pueblo y la comunidad.»

Esa persona puede entonces servir como un puente entre los mundos y ayudar a los vivos con la información y la curación que necesitan.

 De este modo, la crisis espiritual termina con el nacimiento de otro curandero.

«La relación del otro mundo con nuestro mundo es uno de patrocinio,» explica el Dr. Somé.

 «Muy a menudo, los conocimientos y habilidades que se derivan de este tipo de fusión son un conocimiento o una habilidad que es proporcionada directamente desde el otro mundo.»

Los seres que estaban aumentando el dolor de los internos la sala mental del hospital en realidad estaban tratando de fusionarse con los internos con el fin de transmitir mensajes a este mundo.

 Las personas con las que habían optado por fusionarse no estaban recibiendo ninguna ayuda en el aprendizaje de cómo ser un puente entre los mundos y los intentos de los seres para fusionarse fueron frustrados.

 El resultado fue el sostenimiento del desorden inicial de la energía y el aborto del nacimiento de un curandero.

«La cultura occidental ha ignorado sistemáticamente el nacimiento del curandero,» afirma el Dr. Somé.

 «En consecuencia, habrá una tendencia desde el otro mundo a seguir intentándolo con tantas personas como sea posible en un intento de llamar la atención de alguien. Ellos tienen que esforzarse más.»

Los espíritus se sienten atraídos por personas cuyos sentidos no han sido anestesiados.

«La sensibilidad se lee más o menos como una invitación a entrar», señala.

Aquellos que desarrollan los llamados trastornos mentales son aquellos que son sensibles, que se considera en la cultura occidental como hipersensibilidad. Las culturas indígenas no lo ven de esa manera y, como resultado, las personas sensibles no se sienten a sí mismos como demasiado sensibles.

 En el oeste,

«es la sobrecarga de la cultura en la que están que acaba deastrozándolos», observa el Dr. Somé.

El ritmo frenético, el bombardeo de los sentidos, y la violenta energía que caracterizan a la cultura occidental pueden abrumar a las personas sensibles.

Esquizofrenia y Energía Extraña


Con la esquizofrenia, hay una especial,

«receptividad a un flujo de imágenes e información, que no se puede controlar», afirmó el Dr. Somé.

«Cuando este tipo de aceleramiento se produce en un momento en que no se elige personalmente, y en particular cuando se trata de imágenes que dan miedo y contradictorias, la persona entra en un frenesí.»

Lo que se requiere en esta situación es primero separar la energía de la persona a partir de las extrañas energías ajenas, mediante el uso de la práctica chamánica (lo que se conoce como un «barrido») para limpiar el aura de la persona.

 Al limpiar su campo de energía, la persona ya no recoge una avalancha de información y por lo tanto ya no tiene una razón para estar asustado y perturbado, explica el Dr. Somé. Entonces es posible ayudar a la persona a alinearse con la energía del ser espiritual tratando de llegar a través del otro mundo y dar nacimiento al curandero.

 El bloqueo de esa emergencia es lo que crea problemas.

«La energía del sanador es una energía de alto voltaje», observa.

 «Cuando está bloqueada, sólo se consume a la persona. Es como un corto circuito. Los fusibles saltan. Es por esto que puede ser realmente aterrador, y entiendo por qué esta cultura prefiere limitarse a estas personas. Aquí están gritando y gritando, y son puestos en una camisa de fuerza. Esa es una imagen triste».

Una vez más, el enfoque chamánico es trabajar en la adaptación de las energías para que no haya obstrucción, los «fusibles» no están estallando, y la persona puede llegar a ser el sanador que está destinado a ser.

 Es necesario señalar en este punto, sin embargo, que no todos los seres espirituales que entran en el campo energético de una persona están allí a efectos de promover la curación.

 Hay energías negativas también, que son presencias indeseables en el aura. En esos casos, el enfoque chamánico es sacarlos del aura, en lugar de trabajar para alinear las energías discordantes

Alex: Loco en los Estados Unidos, Sanador en África

Para probar su creencia de que la visión chamánica de la enfermedad mental es cierta en el mundo occidental, así como en las culturas indígenas, el Dr. Somé tomó a un enfermo mental de vuelta a África con él, a su pueblo.

«Fui impulsado por mi propia curiosidad para saber si había algo de verdad en la universalidad, de que la enfermedad mental podría estar conectada con una alineación con un ser de otro mundo», dice el Dr. Somé.

Alex era un joven de 18 años de edad, estadounidense que había sufrido un brote psicótico cuando tenía 14 años.

 Tenía alucinaciones, era suicida, y atravesó ciclos de peligrosa y severa depresión. Se encontraba en un hospital psiquiátrico y le habían dado un montón de medicamentos, pero nada ayudaba.

«Los padres habían hecho todo – sin éxito,» dice el Dr. Somé. «Ellos no sabían qué más hacer.»

Con su permiso, el Dr. Somé llevó a su hijo a África.

«Después de ocho meses allí, Alex se había vuelto normal, informa el Dr. Somé.

Incluso fue capaz de participar con los curanderos en el negocio de la curación; sentarse con ellos durante todo el día y ayudarles, ayudándoles en lo que estaban haciendo con sus clientes… Pasó cuatro años en mi pueblo».

Alex se quedó por elección, no porque necesitaba más curación.

 Se sintió,

«mucho más seguro en el pueblo que en América.»

Para llevar su energía y la del ser de la esfera espiritual en alineación, Alex atravesó un ritual chamánico diseñado para ese propósito, aunque era un poco diferente del utilizado con el pueblo Dagara.

«Él no nació en el pueblo, así que algo más era necesario. Pero el resultado fue similar, a pesar de que el ritual no era literalmente el mismo», explica el Dr. Somé.

El hecho de que la alineación de la energía funcionó para sanar a Alex demostró al Dr. Somé que la conexión entre otros seres y la enfermedad mental es de hecho universal.

 Después del ritual, Alex comenzó a compartir los mensajes que el espíritu tenía para este mundo.

 Desafortunadamente, la gente con la que estaba hablando no hablaba Inglés (el Dr. Somé estaba ausente en ese momento). La experiencia llevó, sin embargo, a Alex, a ir a la universidad para estudiar psicología.

 Regresó a los Estados Unidos después de cuatro años porque,

«Descubrió que todas las cosas que tenía que hacer las había hecho, y él entonces podría seguir adelante con su vida.»

Lo último que el Dr. Somé oyó fue que Alex estaba en la escuela de postgrado de la Universidad de Harvard. Nadie había pensado alguna vez sería capaz de completar los estudios de grado, y mucho menos obtener un grado avanzado.

El Dr. Somé resume de lo que se trataba la enfermedad mental de Alex:

«Estaba tratando de alcanzar algo. Fue una llamada de emergencia. Su trabajo y su propósito era ser un sanador. Él dijo que nadie estaba prestando atención a eso.»

Después de ver lo bien que el enfoque chamánico funcionó para Alex, el Dr. Somé concluyó que los seres espirituales son igual tanto un problema en Occidente como en su comunidad en África.

 Sin embargo, la pregunta permanece, la respuesta a este problema se debe encontrar aquí, en lugar de tener que ir todo el camino al extranjero para buscar la respuesta.

 Tiene que haber una manera en la que un poco de atención más allá de la patología de toda esta experiencia conduzca a la posibilidad de dar con el ritual adecuado para ayudar a la gente.

 Anhelando Conexión Espiritual

Un hilo común que el Dr. Somé ha notado en los trastornos «mentales» en Occidente es,

«una muy antigua energía ancestral que ha sido colocada en estancamiento, que finalmente está saliendo en la persona.»

Su trabajo, entonces, es rastrearlo de nuevo, volver atrás en el tiempo para descubrir lo que es el espíritu. En la mayoría de los casos dice, el espíritu está conectado a la naturaleza, especialmente con las montañas o los grandes ríos.

En el caso de las montañas, como un ejemplo para explicar el fenómeno,

«es un espíritu de la montaña que está caminando al lado de la persona y, como resultado, crea una distorsión del espacio-tiempo que está afectando a la persona atrapada en ella.»

Lo que se necesita es una fusión o alineación de las dos energías,

«Por lo que la persona y el espíritu de la montaña se convierten en uno.»

Una vez más, el chamán realiza un ritual específico para llevar a cabo este alineamiento.

El Dr. Somé cree que se encuentra con esta situación tan a menudo en los Estados Unidos porque,

«la mayor parte de la trama de este país se compone de la energía de la máquina, y el resultado de esto es la desconexión y la ruptura del pasado. Usted puede escapar del pasado, pero no puede esconderse de él.»

El espíritu ancestral de la naturaleza viene de visita.

«No es tanto lo que el espíritu quiere, como es lo que la persona quiere,» dice. «El espíritu ve en nosotros un llamado a algo grande, algo que va a hacer la vida más significativa, por lo que el espíritu es la respuesta a eso.»

Esa llamada, que ni siquiera sabemos que estamos haciendo, refleja,

«un fuerte anhelo de una conexión profunda, una conexión que trasciende el materialismo y posesión de cosas, y se mueve hacia una dimensión cósmica tangible. La mayor parte de este anhelo es inconsciente, pero para los espíritus, consciente o inconsciente, no hace ninguna diferencia.»

Responden a cualquiera.

Como parte del ritual de fusionar la montaña y la energía humana, aquellos que están recibiendo la «energía de la montaña» son enviados a un área de montaña de su elección, donde recogen una piedra que los llama.

 Traen esa piedra de vuelta para el resto del ritual y luego la mantienen como un compañero; algunos incluso la acarrean con ellos.

«La presencia de la piedra hace mucho afinando la capacidad perceptiva de la persona», señala el Dr. Somé.

 «Ellos reciben todo tipo de información de la que puedan hacer uso, así que es como si consiguieran alguna orientación tangible del otro mundo en cuanto a cómo vivir su vida.»

Cuando es la «energía del río,» aquellos siendo llamados a ir al río y, después de hablar con el espíritu del río, encuentran una piedra de agua para traerla de vuelta para el mismo tipo de ritual que con el espíritu de la montaña.

«La gente piensa que algo extraordinario se debe hacer en una situación extraordinaria como ésta», dice.

Eso no es generalmente el caso. A veces es tan simple como acarrear una piedra.

Un enfoque al Ritual Sagrado para la Enfermedad Mental

Uno de los regalos un chamán puede traer al mundo occidental es ayudar a la gente a redescubrir ritual, tan tristemente deficiente.

«El abandono del ritual puede ser devastador desde el punto de vista espiritual, el ritual es inevitable y necesario si se quiere vivir,» escribe el Dr. Somé en Ritual: Poder, Sanación y Comunidad.

 «Decir que el ritual es necesario en el mundo industrializado es un eufemismo. Hemos visto en mi propia gente que es probablemente imposible vivir una vida sana sin el.»

El Dr. Somé sí siente que los rituales de su pueblo tradicional simplemente se podrían transferir a Occidente, por lo que en el transcurso de sus años de trabajo chamánico aquí, él ha diseñado rituales que cumplen las necesidades muy diferentes de esta cultura.

 Aunque los rituales cambian de acuerdo a la persona o el grupo involucrado, él encuentra con que hay una necesidad de ciertos rituales en general.

Uno de ellos consiste en ayudar a las personas a descubrir que su angustia viene del hecho de que,

«están siendo convocados por seres de otro mundo a cooperar con ellos en hacer trabajo de sanación.»

El ritual les permite salir de la angustia y aceptan esa llamada

 Otra ritual necesitado se relaciona con la iniciación. En las culturas indígenas de todo el mundo, los jóvenes se inician en la edad adulta cuando llegan a una cierta edad. La falta de esa iniciación en Occidente es parte de la crisis n la que la gente está aquí, dice el Dr. Somé.

 Insta a las comunidades para reunir,

«los jugos creativos de personas que han tenido este tipo de experiencia, en un intento de llegar a algún tipo de ritual alternativo que, al menos, empezaría a poner un granito en este tipo de crisis.»

Otro ritual que habla en repetidas ocasiones a las necesidades de aquellos que vienen a él en busca de ayuda implica hacer una hoguera, y luego poner en la hoguera,

«artículos que son simbólicos de las emisiones realizadas en el interior de las personas… podrían ser las cuestiones de ira y frustración frente a un antepasado que ha dejado un legado de asesinato y esclavitud o cualquier otra cosa, cosas con las que el descendiente tiene que vivir», explica.

 «Si estos son abordados a medida que las cosas que están bloqueando la imaginación humana, el propósito de la vida de la persona, e incluso la opinión de la persona de la vida, como algo que puede mejorar, entonces tiene sentido empezar a pensar en términos de cómo convertir ese bloqueo en una carretera que pueda conducir a algo más creativo y más satisfactorio».

El ejemplo de los problemas con los ancestros se toca en rituales diseñados por el Dr. Somé que aborda una disfunción grave en la sociedad occidental y en el proceso de la «iluminación del gatillo» en los participantes.

 Estos son rituales ancestrales, y la disfunción a la que se dirigen a es la masa dándole vuelta a la espalda de los antepasados.

 Algunos de los espíritus que intentan venir a través, como descrito anteriormente, puede ser,

«los antepasados  que quieren fusionarse con un descendiente en un intento de sanar lo que no fueron capaces de hacer, mientras estuvieron en su cuerpo físico.»

«A menos que la relación entre los vivos y los muertos esté en equilibrio, surge el caos», dice.

 «Los Dagara creen que, si existe un desequilibrio tal, es el deber de los vivos curar a sus antepasados. Si estos antepasados  no son sanados, su energía enferma perseguirá a las almas y las mentes de aquellos que son responsables de ayudarles.»

Los rituales se centran en la curación de la relación con nuestros antepasados, tanto los problemas específicos de un antepasado individual como las cuestiones culturales más grandes que figuran en nuestro pasado.

 El Dr. Somé ha visto extraordinarias curaciones ocurrir en estos rituales

Adoptar un sagrado ritual para abordar la enfermedad mental más que con respecto a la persona como un caso patológico da a la persona afectada – y de hecho la comunidad en general – la oportunidad de empezar a mirar las cosas desde que punto de vista ventajoso también, lo que conduce a,

 «toda una plétora de oportunidades y la iniciativa ritual que puede ser muy, muy beneficiosa para todos los presentes», afirma el Dr. Somé.

http://www.bibliotecapleyades.net/cienciareal/esp_chaman_25.htm

Santa Claus: la pira, la cárcel y la esclavitud.

«Los residentes de la comunidad de ocupantes ilegales de Christiana, Dinamarca, tienen un ritual navideño en el que se visten con trajes de Santa, toman los juguetes de los grandes almacenes y los distribuyen a los niños en la calle, en parte sólo para que todos puedan disfrutar de las imágenes de los policías cayendo a plomo sobre Santa y arrebatando los juguetes de los lloriqueantes niños».
David Graeber’s «Fragmentos de una antropología anarquista».

De esta manera, el antropólogo David Graeber cuenta lo que ocurrió en el período previo a la Navidad 1974, un ejército de cerca de setenta Santa Claus, hombres y mujeres, desfilaron por la ciudad de Copenhague, cantando villancicos, repartiendo dulces y chocolate caliente, y pidiendo a todos que les dijeran lo que querían para Navidad.
Después de pasar unos días cimentando la buena imagen del ejército Santa Claus, su generosidad se hizo cada vez más radical. Los Santas treparon una cerca de alambre de púas que rodea a la planta de montaje de General Motorsrecientemente cerrada, con el fin de dar puestos de trabajo a «sus legítimos propietarios.» También invadieron unos grandes almacenes de Copenhague y comenzaron a repartir regalos directamente de los estantes a los clientes agradecidos. En poco tiempo, los guardias de seguridad y los dependientes de comercio interrumpieron la magia, y arrebataron los regalos de las manos de la gente, en medio de los lloriqueos desesperados de los niños. La policía pronto se presentó y escoltó a los Santa Clauses a la calle, a pesar de que no estaba claro cual fue el acto criminal, excepto el de los clientes inocentes que creían realmente en Santa Claus y se llevaron a casa los regalos sin pagar.
“Todavía recuerdo aquello, fue terrorífico, entraron disfrazados, unos cinco, cogieron todo lo que pudieron y se marcharon corriendo, ahora con los años después de enterarme para lo que fue, no me siento mal, me pareció original y humano, ahora se ha convertido en una de mis anécdotas favoritas” recuerda Signe Jensen, que tiene en la calle Pricessgade una de las tiendas más antiguas de la zona.
El objetivo fue demostrar que el mito de la generosidad sin límites de Santa
Claus es imposible dentro de los términos de la sociedad capitalista. Las imágenes de losSanta Claus golpeados y castigados por ser demasiado generosos fue una simbólica e impactante demostración.
La gente detrás de la barba de Santa era el teatro danés Solvognen colectiva («El carruaje del sol», una alusión a la mitología nórdica). Durante la década de 1970, el colectivo realizó muchas acciones a gran escala destinados a la sociedad danesa burguesa que, decían,»actúan por sí solo como un teatro.»
Ya lo decía el antropólogo Levi-Strauss en su libro «Tristes Trópicos»: «No es solo para burlar a nuestros niños que nos entretenemos con la creencia de Papá Noel: su fervor nos reconforta, nos ayuda a autoengañarnos y a creer que, ya que ellos creen en él, un mundo de generosidad sin contrapartes no es absolutamente incompatible con la realidad. Y sin embargo, los hombres mueren: jamás volverán; y todo orden social se aproxima a la muerte: se apodera de algo contra lo cual no da equivalente»
Papa Noel no sólo ha sufrido el maltrato y la cárcel, sino también las brasas. El caso es que en Francia, no entró con buen pie. En 1951, una multitud de religiosos se creyeron en el deber de limpiar de paganos la imagen santa y cristiana de esta celebración religiosa. Papa Nöel, al fin y al cabo, no tenía nada de religioso, y debían preservar el sentido cristiano de la Navidad. En el periódico France Soir, contaban que:

ANTE LOS NIÑOS DE LA BENEFICIENCIA, PAPA NOEL FUE QUEMADO EN EL ATRIO DE LA CATEDRAL DE DIJON.

«Papá Noel fue ahorcado ayer en la tarde en las rejas de la catedral de Dijon y quemado públicamente en el atrio. Esta ejecución espectacular se desarrolló en presencia de varios centenares de niños de La Beneficiencia. Fue decidida con el apoyo del clero que había condenado a Papá Noel por usurpador y herético. Lo acusaban de paganizar la fiesta de Navidad, al instalarse en ella como un pájaro cucú invasor. Le reprochaban sobre todo haberse introducido en las escuelas públicas donde el pesebre está escrupulosamente prohibido.
El domingo a las tres de la tarde, el desdichado hombre de barba blanca pagó, como muchos inocentes, una falta de la que eran culpables los que iban a aplaudir su ejecución. El fuego abrasó su barba y se fue desvaneciendo en el humo.»

Los grupos religiosos, protestantes y católicos, lanzaron un comunicado:

«En representación de todos los hogares cristianos
de la parroquia que quieren luchar contra la men
tira, 250 niños, reunidos ante la puerta principal de
la catedral de Dijon, quemaron a Papá Noel. No se
trataba de una atracción sino de un gesto simbólico.
Papá Noel fue sacrificado en holocausto. En verdad, la
mentira no puede despertar en el niño el sentimiento
religioso y de ningún modo es un método educativo.
Que otros digan y escriban lo que les parezca y hagan
de Papá Noel el contrapeso del Coco. Para nosotros,
los cristianos, la fiesta de Navidad debe seguir sien
do la conmemoración del nacimiento del Salvador.»

Pero no hubo ningún problema. Como siempre, la magia del Mercado y del Capital, sin duda más supersticiosa y poderosa que la magia religiosa, hizo su aparición, y en el mismo comunicado, se informó también de que:

«Dijon espera la resurrección de Papá Noel, asesinado
ayer en el atrio de la catedral. Resucitará esta noche, a las
seis, en la alcaldía. Un comunicado oficial ha anunciado
que, como cada año, convocaría a los niños en la plaza de
la Liberación y les hablaría desde los tejados de la alcaldía
mientras se mueve entre las luces de los proyectores. El canónigo

                                                                                    Kir, alcalde de Dijon, se habría abstenido de tomar
parte en este delicado asunto.»

En este caso, la revelación sorprendentemente racional de los grupos religiosos era la acertada. Papa Nöel era un personaje de EEUU totalmente pagano e inventado y novedosamente importado en esas fechas. Un personaje creado a imagen y semejanza de “una fiesta esencialmente moderna” como la definía Strauss. ¿Pero que personaje mitológico no es sino una fantasía?
Sin embargo, para darle credibilidad, nos esmeramos en rebuscar analogías de esta creencia en el pasado más remoto. ¿Qué hay del muérdago, el árbol de Navidad, la reciprocidad de los regalos…? Según Strauss, «el uso del muérdago no es una sobrevivencia druídica porque volvió a estar de moda en la Edad Media. El árbol de Navidad no está mencionado en ninguna parte antes del siglo XVII, cuando aparece en algunos textos alemanes; pasa a Inglaterra en el siglo XVIII y a Francia en el siglo XIX. El diccionario Littré apenas lo reconoce o lo hace bajo una forma muy diferente de la nuestra. El artículo Navidad lo define así: “en algunos países, una rama de pino o de acebo diversamente adornada y llena de dulces y juegos para los niños, que los disfrutan felices”» Lo que está claro es que, por ejemplo, en el caso del origen de este adorno vegetal, éste no hubiera tenido lugar si no fuese por nuestro culto a los árboles en el pasado.
Otro método para dar credibilidad a esta creencia es encontrar analogías en culturas remotas. Uno de los más citados es el del Kachina de los nativos americanos, personajes disfrazados y enmascarados que regresan periódicamente a sus aldeas en los ritos de iniciación, para premiar o castigar (las más de las veces, muy duramente) a los jóvenes, quienes pronto sabrán, no sin sentirse traicionados, que bajo el disfraz se esconden sus padres.
«Se nos había dicho que los Kachina eran seres de otro mundo. Había algunos chavales que decían que eso no era así, pero nunca pudimos estar seguros de ello, y la mayoría de nosotros creía lo que nos habían contado. Nuestros propios padres y nuestros mayores habían intentado hacemos creer que los Kachinas eran seres poderosos, que algunos eran buenos y otros malos, y que conocían nuestros más íntimos pensamientos y actos. (…) El ogro Kachina, el Soyoku, venía todos los años y amenazaba con llevamos lejos; se nos había dicho que el día de la iniciación tendríamos que vérnoslas con esas criaturas espantosas y con muchas otras. (…) Cuatro días antes del Powamu nuestros padres y madres ceremoniales nos llevaron a Court Kiva (…) nos incitaron a ofrecer maíz sagrado a los Kachinas y, tan pronto como lo hicimos, comenzaron a golpearnos con sus azotes de yuca. A mí me golpearon tan fuerte que defequé y me oriné encima, mientras sentía cómo los cortes de los latigazos se formaban en mi espalda y creía sangrar abundantemente. Me golpeó cuatro veces, la última vez me dio sobre la pierna y cuando el látigo comenzó de nuevo a golpear, mi padre ceremonial me arrastró hacia sí cogiéndome por la espalda y comenzó a pegarme. «Éste es un buen chico, señor mayor», le dijo al Kachina, «ya le has golpeado lo suficiente». Muchos días duraron las heridas en mi espalda, y tuve que dormir de costado hasta que las cicatrices sanaron.
Después de los azotes nos ataron al pelo una pequeña pluma sagrada, y nos dijeron que no comiéramos carne o sal. Cuatro días después fuimos a ver la ceremonia Powamu en el kiva. (…) En esta danza vimos que los Machina eran en realidad nuestros propios padres, tíos y hermanos. Esto hizo que me sintiera extraño. Sentía algo así como que todos mis parientes eran responsables de los azotes que habíamos recibido. (…). Me sentía defraudado y maltratado» contaba Edward Dozier, un antropólogo estadounidense de etnia santa clara y cultura pueblo.
Quizás, visto así, en nada se parecen al bonachón Papa Noel, pero en realidad, los Kachina eran parte imprescindible del rito de paso de un adolescente a la adultez. Conociendo el secreto de que los kachina eran, en realidad, los padres, se separarían para siempre del mundo de los niños, y ahora serían incluidos en situaciones de las que previamente habían sido excluidos.
De esta manera le habló un hopi a la antropóloga Dorothy Eggan «no hablaré de este asunto con usted, pues sólo le diría que uno no puede olvidado. Es la cosa más maravillosa que cualquier hombre pueda recordar. Es entonces cuando sabes que eres un hopi. Es la única cosa que los blancos no pueden tener, la única cosa que no pueden quitamos. Es el modo de vida que se nos dio cuando comenzó el mundo»
Creo que podemos hacernos una idea si recordamos el momento en el que nos confesaban o descubríamos el mismo secreto de la Navidad occidental.
De cómo hemos decidido que lo que reciban los niños sean regalos y no palizas, es, aparte de otras razones Capitales, por los Saturnales en honor a Saturno, dios de la agricultura (Cronos para los griegos, dios del tiempo), por el solsticio de invierno, al final de las cuales los niños recibían obsequios de todos los mayores. También se las denominaba “fiestas de los esclavos” ya que en ellas, los esclavos recibían raciones extras, tiempo libre y otras prebendas (¿recordáis la casi extinta paga extra de Navidad?). El antropólogo Frazer describió que provenía de un prototipo antiguo que, después de personificar al rey Saturno y haberse entregado a todos los excesos durante un mes, era solemnemente sacrificado en el altar de Dios. Así también nos entregamos a los excelsos en estas fechas, y así también se les sacrificaba simbólicamente a esos extraños seres, gigantes u hombres de varios ojos u ojos rojos que simbolizaban “lo malo y viejo” del pasado. Algunos, como el Olentzero vasco, han pasado de ser unsacamantecas de ojos rojos al que se le quemaba en un pira, a convertirse en un análogo de Papa Noel, bonachón e inmortal.

Sea como fuere, el Olentzero del País Vasco, el Apaldador de Galicia, el Esteru de Cantabria, el Tió de Nadal de Cataluña, los Reyes Magos de Oriente… Ded Moroz de Rusia, Dun Che Lao Ren de China, Swagman de Australia, Befana de Italia, Sinterklaas de los Países Bajos, o el mismísimo Niño Jesús en algunos lugares de Latinoamerica o Europa Central …Todos los personajes propios de estas fechas tienen algo en común: hacen de puente entre la infancia y la adultez, entre la vida y la muerte.
 Mientras que nosotros seguimos queriendo creer en una generosidad e inmortalidad infantil e inocente, sin límites, Papa Noël sigue consumiéndose por nosotros, pero no en la cárcel ni en las brasas, sino en la esclavitud de la deuda consumista.

Fuentes:

http://beautifultrouble.org/case/santa-claus-army/
http://revistamito.com/papa-noel-titere-del-consumismo/
http://www.bdigital.unal.edu.co/19317/1/15285-46412-1-PB.pdf («Papa Noel en la pira», Levi-Strauss)
«La transmisión de la cultura» de George D. Spindler.

 

http://unaantropologaenlaluna.blogspot.com.es/2014/12/santa-claus-la-pira-la-carcel-y-la.html

Datan el húmero de Lezetxiki en 164.000 años de antigüedad

EL HUESO FUE HALLADO HACE 50 AÑOS POR JOSÉ MIGUEL BARANDIARAN Y JESÚS ALTUNA DURANTE LAS EXCAVACIONES DE LA CUEVA LEZETXIKI DE ARRASATE Y HA SIDO DATADO EN AUSTRALIA MEDIANTE SERIES DEL URANIO
Un húmero encontrado hace 50 años por José Miguel Barandiaran y Jesús Altuna durante las excavaciones de la cueva Lezetxiki de Arrasate, ha sido datado en Australia mediante series del uranio, arrojando una antigüedad de 164.000 años, lo que le sitúa como el resto humano más antiguo de la península después de los hallazgos de Atapuerca.
 Contenido
El húmero humano que José Miguel Barandiaran y Jesus Altuna encontraron durante las excavaciones de la cueva Lezetxiki de Arrasate en 1964 –hace ahora 50 años- es el resto humano más antiguo encontrado en Euskadi hasta el momento, pero es también uno de los más antiguos de la Península Ibérica. Así se ha constatado tras la prueba a la que ha sido sometida una muestra de esta pieza en Australia. Según la datación realizada mediante series de uranio, el húmero tiene una edad mínima de 164.000 años (+/- 9.000 años). El hueso, del Paleolítico inferior, se encuentra actualmente depositado en el Centro Goaz del Gobierno Vasco, en San Sebastián (Centro de Conservación e Investigación de los Materiales Arqueológicos y Paleontológicos de Gipuzkoa), y su datación ha contado con la ayuda económica del Centro de Patrimonio Cultural del Gobierno Vasco.
El húmero de Lezetxiki –perteneciente a una pre-neandertal adulta, de unos 35 años, probablemente mujer– había sido anteriormente sometido a diversas pruebas para la datación, sin que hasta el momento hubiera dado ningún resultado satisfactorio. Por ello, el interés por datar esta importante pieza persistía desde su hallazgo. Koro Mariezkurrena, que dirige el Centro Goaz desde 2009, lo consideró un objetivo prioritario, más aún al acercarse el cincuentenario del hallazgo, por lo que promovió la datación del húmero.
Así, el Centro Goaz contactó con Rainer Grün, de la Universidad Nacional de Australia en Canberra, que es una autoridad internacional en Geocronología y cuenta con dilatada experiencia investigadora en dataciones mediante las series del uranio. Este método se consideró el más adecuado para la datación del húmero. La datación constituye la primera fase de un proyecto más ambicioso, que incluye el análisis de ADN. Estos análisis de ADN arrojarán más luz sobre el húmero. Hablarán sobre todo de la filogenia de este ser humano (las relaciones genéticas con otros grupos), o si se trata de hombre o mujer.

Datación mediante series de uranio
El análisis realizado al húmero ha consistido en la toma de una serie de medidas mediante laser de ablación en cuatro áreas de una sección transversal del húmero, que ha permitido analizar el proceso de adsorción y difusión de este isótopo (el uranio) a través del hueso. Este método permite conocer cuándo migra el uranio dentro del hueso, lo cual sucede muy poco después de haber sido enterrado, pero hay oscilaciones, razón por la cual la fecha obtenida es una estimación de la edad mínima.
Además, se ha llevado a cabo un análisis morfométrico que ha puesto de relieve que el húmero de Lezetxiki presenta gran afinidad con los fósiles humanos del Pleistoceno Medio, como los humanos de la Sima de los Huesos-Atapuerca, que son las poblaciones europeas anteriores a los neandertales.
En la actualidad hay un gran debate sobre las poblaciones europeas de este periodo, que se ha avivado a raíz de los datos genómicos obtenidos en los últimos 3 años, y que añaden si cabe, más interés al húmero de Lezetxiki. Tras la datación, el Centro Goaz prevé llevar a cabo un proyecto de secuenciación de su genoma, una vez que se ha verificado que conserva restos de ADN altamente degradado, como corresponde a su antigüedad.
La datación directa del húmero de Lezetxiki mediante las series del uranio ha clarificado el debate existente sobre su atribución cronológica; y en la actualidad, Lezetxiki es el resto humano más antiguo encontrado en el País Vasco. Asimismo, dentro del Norte Peninsular es posterior a la cronología de la Sima de los Huesos-Atapuerca, fósiles con los que muestra una gran afinidad morfológica.

Una historia de 50 años
El presente año se ha cumplido medio siglo del hallazgo de este resto humano. Tuvo lugar en la cueva de Lezetxiki (Arrasate), cueva que venía siendo excavada durante los años 60 por José Migel de Barandiaran y Jesús Altuna. Es así como recoge el hecho en su diario personal Barandiaran los días 12 y 20 de agosto de 1964.
“12n eguna. Bazkal ondoan Altuna etorri zatak bere motoarekin eta biok etorri gaittuk bereala Gesalibar’era”. (Día 12. Altuna me ha venido con su moto y los dos nos hemos venido enseguida a Gesalibar).
En efecto, Altuna acostumbraba a llevar a Barandiaran en su Vespa, incluido el equipaje de ambos, una maleta y un morral, a las diversas excavaciones que realizaron por el País. Continúa Barandiaran en su diario:
“20n eguna. Arratsaldean Donosti’ra Intxausti’tar Jokinen alaba batayatzera. Bitartean Lezetxiki’n nere lagunak gizaezur bat arkittu die, Moustier arokoa edo lenagokoa”. (Día 20. Por la tarde a San Sebastián, a bautizar a la hija de Jokin Intxausti. Entretanto en Lezetxiki mis compañeros han descubierto un hueso humano de época Musteriense o anterior).
Efectivamente, esa tarde D. José Miguel se ausentó del yacimiento por el motivo citado. Se quedaron continuando la excavación, Jesus Altuna y un alumno de éste. Trabajaban en el estrato más profundo de la cueva y es en él donde apareció el famoso húmero humano de Lezetxiki Por la noche, al mostrarle el hallazgo a Barandiaran, fueron testigos de su emoción.
El resto fue estudiado y publicado en la revista Munibe por Jose Maria Basabe, profesor de Antropología de la Universidad de Barcelona. Posteriormente, al surgir la Universidad en el País Vasco, Basabe se trasladó a Bilbao a ocupar la misma cátedra. En ella fue alumna suya Concepción de la Rúa, que ocupa hoy la cátedra del que fue su maestro. Altuna y de la Rúa presentan ahora dicho resto y las recientes investigaciones sobre el mismo.
A raíz del hallazgo Altuna envió en 1969 una muestra a un laboratorio de Geocronología de Londres, donde Kenneth P. Oakley trabajaba en dataciones mediante la serie del uranio. No pudo obtenerse resultado alguno, pero siempre se sostuvo que podría tener más de 130.000 años, debido a que se halló en el estrato más profundo de Lezetxiki.

http://arqueologia-paleoramaenred.blogspot.com.es/2014/12/datan-el-humero-de-lezetxiki-en-164000.html

En la Navidad

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En la Navidad,
Regalar Amor…
Regalar tu Don…
Reflexionar sobre cómo ser mejor…
 
En la Navidad,
Abrir el Corazón,
Perdonar y perdonarnos,
los «no puedo»,
los «no soy».
 
Que la Navidad no sea sólo hoy,
Sea todos los días,
En nuestro Interior…
 
Que la célula Crística,
despierte en todos los Hombres
en la Navidad y por el Amor…
 
Que en la Navidad,
podamos presentir lo que su Ser,
nos sembró,
en nuestro Corazón…
 
Desafiando los límites,
las creencias,
y así conectarnos con la esencia.
 
Imaginar un mundo ideal,
creándolo día tras día,
en nuestra Realidad.
 
Que la Navidad,
no sea un día más,
que marque un nuevo comenzar…
 
Que los ojos del máximo Ser,
sean nuestros ojos,
habiten nuestros días,
en Paz y Alegría…
 
Trabajando en nuestro interior,
transformándonos,
que sea Él una Verdad
en la Navidad,
y en toda nuestra Vida.