Teleportación o teletransporte es un proceso de mover objetos o partículas de un lugar a otro instantáneamente. Literalmente quiere decir «desplazar a distancia», lo que puede ser entendido como un desplazamiento que se produce sin necesidad de establecer contacto físico directo con el objeto para que éste se mueva. La palabra teleportation fue inventada, a principios de la década de 1930, por el Charles Hoy Fort (1874 – 1932), investigador estadounidense, conocido por dedicarse al estudio de hechos no solucionados por la ciencia de su época. El libro de los condenados, su obra más conocida, es una colección de hechos despreciados por la ciencia ortodoxa. Recopiló y publicó un catálogo con 25 mil entradas de fenómenos inexplicables hasta entonces, que iba clasificando en cajas de zapatos, tal como lluvias de ranas, precipitación de grandes trozos de hielo, barro, carne y azufre; nieve negra; bolas de fuego; cometas caprichosos; desapariciones misteriosas, meteoritos con inscripciones extrañas; ruedas luminosas en el mar; lunas azules; soles verdes; aguaceros de sangre. Fort, como los científicos que criticaba, reivindicaba la supremacía de “los hechos”. H. P. Lovecraft consideraba a Fort uno de sus maestros. Y autores de ensayos antropológicos, como Pauwels y Bergier, reconocen haber utilizado el método de Fort de búsqueda para gestar su famosa obra “El retorno de los brujos“. Fort usó la palabra teleportación para describir la supuesta conexión entre misteriosas desapariciones y apariciones en distintas partes del mundo, como en el Triángulo de las Bermudas. La palabra «teletransporte» fue utilizada por primera vez por el filósofo británico Derek Parfit como parte de un ejercicio mental de identidad. Científicamente no se conoce ningún mecanismo por el que pueda ocurrir el teletransporte de objetos macroscópicos, ni siquiera de partículas sub-atómicas. Sin embargo, los investigadores del Instituto Max Plank en Berlín demostraron que los electrones de las moléculas de nitrógeno en su forma gaseosa, es decir las onda-partículas, existen simultáneamente. En la ciencia ficción, generalmente se basa en codificar información acerca de un objeto, transmitir la información a otro lugar, como con un sofisticado fax, y crear una copia del original en el punto de destino. El concepto de teletransporte también se ha relacionado con algunos fenómenos como son el de la ubicuidad, la habilidad de estar presente en varios lugares al mismo tiempo, generalmente atribuida a santos y magos.
Nikola Tesla nació el 9 de julio de 1856, en Smiljan, Croacia, que por aquel entonces formaba parte del imperio Austro-Húngaro. Su padre abandonó la carrera militar para convertirse en sacerdote de la Iglesia Ortodoxa Serbia. Su madre, que aunque no recibió educación formal alguna, era brillante y tenía una memoria excepcional. Tesla siempre decía que su madre era la fuente de sus capacidades intelectuales. No obstante la temprana muerte accidental de su hermano lo dejó marcado para toda su vida, ya que se consideraba culpable de ese accidente y con esa culpa cargó hasta el día de su muerte. Nikola Tesla fue, sin ninguna duda, el más grande genio de los siglos XIX y XX. Nuestro estilo de vida ahora, la tecnología que damos por normal, todo esto es posible por este hombre increíble. No obstante, a pesar de todas sus contribuciones a la ciencia, su nombre es poco recordado fuera del campo de la física. De hecho, Thomas Edison es a menudo erróneamente acreditado en los libros de texto con invenciones que fueron realmente desarrolladas y patentadas por Tesla. Sus diarios perdidos revelaban que en 1899, mientras estaba en Colorado Springs, Tesla interceptó comunicaciones de seres extraterrestres que secretamente estaban controlando a la humanidad. Estas criaturas estaban preparando a los humanos para una eventual conquista y dominación, usando un programa que había existido desde la creación de la humanidad, pero que ahora se estaba acelerando debido al mayor conocimiento científico en la Tierra. Tesla escribió sobre sus años de investigaciones para interpretar las extrañas señales de radio y sus intentos de notificar al gobierno y a los militares lo que sabía. Pero sus cartas, al parecer, se quedaron sin respuesta. Algunos grupos ocultistas no dudaban en proclamar que era el extraterrestre que esperaban. No dejaban de repetir que procedía de Venus, y que había llegado a la Tierra a bordo de una nave espacial.
En el año 2004 la Fuerza Aérea de los Estados Unidos publicaba un informe titulado “Teleportation Physics Study” y publicado en la web de la Federation of American Scientists, prestigiosa institución científica. El contenido del informe abarca temas científicos muy complejos, entre ellos la teleportación. En 2005 apareció un curioso artículo en la revista Muy Interesante. Anton Zeilinger, reconocido experto en el campo de la física cuántica, había conseguido, con ayuda de todo su equipo, teletransportar un par de fotones entrelazados cuánticamente por medio de un túnel que atravesaba el Danubio por debajo. Esto suponía una distancia de 600 metros. En 2007, un equipo de investigadores de la European Space Agency (ESA) ha conseguido realizar una comunicación cuántica entre dos puntos separados por una distancia de 144 Kilómetros, situados entre las islas de La Palma y Tenerife, en España, demostrando que el efecto cuántico del entrelazamiento se mantiene a grandes distancias. Este experimento es el primer logro de un estudio cuyo objetivo es el diseño de un sistema que permita comunicarse de una forma totalmente segura con satélites mediante comunicación cuántica. En 2009 ya se ha conseguido el teletransporte de una masa considerable, en torno a unos 5000 átomos, y a la distancia de unos 23 kilómetros, en Canadá. El método fue basado en la desaparición de materia a altas velocidades. En 2004, el abogado con sede en Washington, Andrew D. Basiago, comenzó a hablar de una organización de alto secreto llamado Proyecto Pegasus. A pesar de que sólo tenía siete años de edad en aquel momento, Basiago afirma que entre 1968 y 1972 participó en una serie de extraños experimentos que lo llevaron a viajes a través del tiempo, el espacio, y potencialmente a universos paralelos. ElProyecto Pegasus fue el programa clasificado, de investigación y desarrollo relacionado con Defensa. Este programa estaba bajo la dirección de la Defense Advanced Research Projects Agency (DARPA)) en el que la comunidad técnica de Defensa de los EE.UU. logró el viaje en el tiempo en nombre del gobierno de Estados Unidos, el verdadero experimento Filadelfia. La misión del Proyecto Pegasus fue estudiar los efectos de los viajes en el tiempo y de la teleportación en los niños, así como para recibir importante información sobre eventos pasados y futuros para el Presidente de Estados Unidos y la comunidad de inteligencia y militar. Según Basiago, los niños fueron reclutados específicamente por su capacidad de adaptación al estrés causado al moverse entre el pasado, el presente y el futuro. Pero, ¿cómo se realizó?
Basiago afirma que había varias maquinas para el viaje en el tiempo actuando durante estos experimentos. La mayoría de estas aventuras temporales pueden atribuirse a Nikola Tesla. Documentos, supuestamente recuperados del apartamento de Tesla en la ciudad de Nueva York después de su muerte en enero de 1943, reveló el plano de una máquina de teleportación. Usando algo que Basiago denomina “energía radiante“, la máquina formaría una “cortina brillante” entre dos dispositivos elípticos. Según Basiago: “La energía radiante es una forma de energía que descubrió Tesla y que está presente de manera latente y omnipresente en el universo. Entre sus propiedades tiene la capacidad de doblar el espacio-tiempo“. Al pasar a través de esta cortina de energía, Basiago entraría en un “túnel tipo vórtice” que lo enviaría a su destino. Los otros dispositivos de teleportación incluyeron una “cámara de confinamiento del plasma” en Nueva Jersey y una “sala de salto” en El Segundo, California. También hubo algún tipo de “tecnología holográfica“, que les permitía viajar “tanto física como virtualmente“. Sin embargo, ellos no siempre estaban a salvo. Uno de los compañeros de Basiago, Alfred Webre, recuerda un caso en el que un niño regresó de su viaje temporal antes de que sus piernas. Como él mismo dice, “Él se retorcía de dolor con sólo muñones donde sus piernas habían estado“. Estos errores, según Webre, han sido subsanadas en los más de 40 años desde que se iniciaron los experimentos. En un artículo del New York Times del 21 de abril de 1908, en la página 5, columna 6, con el título “Cómo la lámpara del electricista puede construir nuevos mundos“, Nikola Tesla es citado como maestro del universo físico de la humanidad por la simple adopción de ciertas teorías: “Cada átomo ponderable se diferencia desde un tenue fluido, el éter, llenando todo el espacio con sólo el movimiento de giro, como un remolino de agua en un lago en calma. Al ser puesto en movimiento este líquido, el éter, se convierte en materia bruta. Su movimiento es detenido y la sustancia primaria vuelve a su estado normal“. Este estado normal que Tesla está describiendo es ‘quietud‘, donde la radiación vuelve luego a su línea de tiempo como materia normal. Tesla sigue abriendo realmente la puerta a teleportarse: “Parece, pues, posible que el hombre mediante energía acoplada del medio y mediante las intervenciones adecuados para iniciar y detener remolinos de éter puede lograr que la materia se forme y desparezca“.
Tesla estaba dando a entender que la materia podía ser manipulada mediante el uso de la energía inteligente, a través de la tecnología actual, para poder levitar y teleportar. Él está diciendo, en efecto, que la materia no está predestinada desde el comienzo del universo. La materia es dinámica y puede ser alterada y teleportada con la tecnología actual. Tesla continua diciendo estas asombrosas palabras: “La Humanidad, casi sin esfuerzo de su parte, puede lograr que las viejas palabras se desvanezcan y otras nuevas existan. Él podría alterar el tamaño de este planeta, controlar sus estaciones, ajustar su distancia al Sol; guiarlo en su eterno viaje a lo largo de cualquier camino que eligiese, a través de las profundidades del universo. Podía hacer que los planetas chocaran y producir sus propios soles y estrellas, su propio calor y luz, y originar la vida en todas sus posibles formas infinitas. Podría provocar a voluntad el nacimiento y la muerte de la materia, que sería la obra más grandiosa del hombre, que lo convertiría en el dueño de la creación física, haciéndole cumplir su destino final“. Supongamos que Tesla tuviese razón, lo que su biografía nos indica que es probable. Imaginemos que alguna entidad en algún universo, no necesariamente en el que estamos viviendo, descubriese esto y llegase a crear su propio universo. Nosotros hoy estamos muy lejos de lo que Tesla explica sobre crear un universo. Irónicamente este artículo de Tesla apareció solo tres años después de que Einstein publicase su famosa Teoría de la Relatividad Especial y casi veinte años antes de que Georges Lemaitre publicase en 1927 su hipótesis del comienzo del universo, que más tarde fue llamado Big Bang. Uno debe entender que el Big Bang y su asociada hipótesis de la expansión del universo son los únicos obstáculos actuales para conseguir la levitación y la teleportación de objetos grandes, incluidos los seres humanos. Tesla abrió la puerta de atrás en el inicio del siglo XX, pero la ciencia le cerró la puerta unos treinta años más tarde. Los vehículos Tesla podrían ser teleportados a cualquier lugar, y cuando la batería necesitase recarga, teleportarse de nuevo a una estación de carga. Actualmente tenemos la tecnología para aplicar en la práctica los conceptos de Tesla. Solo se necesita investigación y desarrollo para que ello ocurra.
El Experimento Filadelfia, también llamado Proyecto Arco Íris, es el nombre que recibió un supuesto experimento secreto llevado a cabo por la marina estadounidense en los astilleros navales de Filadelfia, en el estado de Pensilvania, alrededor del 28 de octubre de 1943. Mediante este experimento, el destructor escolta de la Armada Norteamericana USS Eldridge al parecer fue hecho electrónicamente invisible a los radares enemigos. La marina de Estados Unidos afirma que ha buscado archivos referidos a este evento y no los ha encontrado, ni ha encontrado ninguna evidencia de que se efectuase. Aunque aparentemente nos apartemos algo del tema del artículo, debemos dejar constancia de que pilotos de aviones y tripulaciones de barcos han visto con cierta frecuencia ovnis en los cielos del Triángulo de las Bermudas. Charles Frambach Berlitz (1914 – 2003), fue un escritor estadounidense muy conocido por sus obras sobre fenómenos paranormales, aunque también escribió sobre enseñanza de idiomas. Su libro más famoso fue el Triángulo de las Bermudas, del que vendió unos veinte millones de ejemplares, y en el que me basado para escribir las investigaciones del Dr. Jessup. Era nieto del fundador de las academias de enseñanza de idiomas Berlitz Language Schools. Él mismo fue un gran políglota que hablaba treinta y dos idiomas. Se graduó magna cum laude en la Universidad de Yale y estuvo trece años en el ejército de Estados Unidos, principalmente en la rama de espionaje. Luego trabajó en la empresa de la familia donde fue autor de libros con frases para turistas. También participó en la redacción de cursos de lenguaje grabados en cintas y discos. Sobre la posible propulsión de los ovnis hay algunas teorías plausibles. Un método que resulta útil solamente dentro de nuestra atmósfera, consistiría en que una nave con forma discoidal y con generadores de rayos catódicos viajase rápidamente en cualquier dirección, sencillamente al hacer funcionar los generadores situados en el extremo frontal o en un costado, según el rumbo deseado. Luego los generadores ionizarían el aire situado frente al vehículo, causando un vacío dentro del cual podría moverse. Estas bolsas de aire ionizado dejados por los ovnis podrían muy bien ser la causa de las turbulencias de aire advertidas por los pilotos. Otro de los métodos se asemeja al de los aviones a reacción, pero sería infinitamente más rápido, cercano, en teoría, a la velocidad de la luz. Los reactores estarían basados en la fusión, y no en la fisión nuclear, y sólo se necesitaría materia y agua fusionables. Este tipo de propulsión explicaría tal vez que se hayan visto OVNI succionando agua de algunos lagos interiores. Hay otra teoría que supone un cambio de tiempo y dimensión basado en campos electromagnéticos especiales. Morris Ketchum Jessup (1900 – 1959 ), es recordado por sus investigaciones de ovnis y su supuesta participación en el Experimento Filadelfia. El Dr. Jessup afirmaba que hay una relación entre los ovnis y el Triángulo de las Bermudas.
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