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Aida. PERILLA FRUTESCENS: remedio natural muy efectivo para el Anisakis y otras alergias

ANISAKIS Y DEMÁS ALERGIAS SE SOLUCIONAN CON LA PLANTA “PERILLA FRUTESCENS”

Si con una planta como la Perilla frutescens podemos solucionar el 50% de las alergias alimentarias, al parecer provocadas por el parásito del pescado llamado Anisakis, nos encontramos delante de una planta maravillosa, ya que ante otras alergias como las provocadas por polen, ácaros, etc., también funciona igual de bien.

La alternativa que dan algunos médicos para Anisakis es tomarAlbendazol, medicamento que se da para expulsar este parásito, con muchas contraindicaciones, incluso de deformaciones fetales y semen alterado en el hombre.

Ingerir pescado crudo puede acarrear, según parece, no solo las alergias claramente definidas como provocadas por el Anisakis, algunas de ellas con peligro de muerte, sino que hasta un 50% de intolerancias alimentarias pueden ser inducidas por este parásito de forma encubierta, según asegura Manuel Segovia, catedrático de Microbiología en la Universidad de Murcia.

Hace años que la Universidad de Granada ya descubrió el potencial de esta planta para neutralizar el Anisakis, pero la Administración, ciega delante de los avances de la Fitoterapia, los oculta al gran público e incluso ha ordenado la retirada de algún herbolario.

Podemos ya perder el respeto a este parásito si tenemos en nuestro balcón, jardín o huerto la Perilla frutescens.
Los chinos, japoneses y demás orientales saben milenariamente de esta planta y por eso la usan en sus cocinas para poder disfrutar sin miedo del pescado crudo en diferentes preparaciones.

Y podemos perder el respeto a los Inhaladores antihistamínicos y olvidarnos de ellos con el uso de esta planta.

Testimonios NO anónimos de la Dulce Revolución sobre el uso de la Perilla frutescens:

Testimonio 1      Testimonio 2
Testimonio 3      Testimonio 4

Si tenéis dificultad en obtener esta planta,  la podéis encontrar en nuestra Asoiación:

Fuente: Josep Pàmies blog

 

Aida. Contrato con dios.

Tienes un contrato pendiente, tienes un contrato con dios, ese pacto es el que te mantiene aquí, no es algo escrito o quizá si, pero sabes qué lo hiciste, aun no siendo consciente, pactaste. Todo lo que ocurre aquí está pactado, sellado y firmado. Nuestra sociedad está sustentada en el pacto, acuerdos de compra, venta o arrendamiento, clausulas, vencimientos, anexos y normas, que apoyan y te recuerda tu compromiso a la hora de efectuar esa acción que pactaste y firmaste. El diabólico plan de mantenerte preso porque un pre-acuerdo te compromete a ir saldando todas esas deudas que en vida y sin posibilidad de recordar eso que contraes. Tus contratos se extienden mas allá, de lo que puedas imaginar, no solo te ata, una administración esclavista, un sistema bancario avaro o un jefe explotador, También hay entes por encima de estos que se aseguran de atesorar tu compromiso, sin importar como y que hagan para llevarlo a cabo.

Pactaste un compromiso con tus padres, ellos pactaron contigo tu educación, tu manutención y tu desarrollo, antes incluso de que tuvieras capacidad de decidir si contraías ese compromiso, después te relacionas con el resto pactando una y otra vez, contratas fidelidad, amistad y diversión en la adolescencia, más tarde firmas otro contrato con tu pareja y posteriormente con tus propios hijos. Todos estos contratos te atan, te vinculan a ellos y ellos a ti, pero estos son solo los que tú directa o indirectamente acabas por elegir. Incluso la rotura de un compromiso, supone la firma de un nuevo contrato, acuerdos de separación, o divorcio, separación de bienes, pactar los horarios de visita de tus hijos y después a lo mejor encuentras otra pareja y comienzas a formalizar nuevos contratos. Estos contratos comunes son los que atan tus emociones a personas, con lazos de amor o sangre, esos lazos emocionales son los llamados apegos, ya que todo está contratado, ese contrato imprime un carácter de propiedad a los sentimientos del otro, lo que conlleva una propiedad que sobrevive a la muerte y perdura vida tras vida.

Esto a groso modo, en vida, pues en la muerte y tras ella, sigues pactando y acordando con todo tipo de “seres” todo tipo de compromisos. Quizás harto de tu proceso aquí, decidiste contratar los servicios de un guía espiritual, además aun conservas vigente la primera copia del primer contrato con todos los compromisos que adquieres al encarnar en un planeta intervenido como este. Luego con el paso de las vidas y de las constantes reencarnaciones, creas afinidades, alianzas y enemigos, lo que le suma más y más clausulas a ese interminable contrato que te somete a una estancia asegurada aquí.

Es un contrato con dios, un dios con ínfulas, egoísta y mezquino, que al no tener poder real, necesita un papel firmado con el que someter tu voluntad a través del compromiso y el honor que tiene tu palabra. Ese dios y sus secuaces, te engañaron y te enseñaron un concepto con el que te mantienen atrapado, ese concepto se llama deuda. La verdad es que ellos prefieren llamarlo Karma, pero el karma tal y como lo plantean ellos, no existe, y jamás existió. El principio de acción/reacción no es algo acumulable como la tarjeta  del súper o la gasolinera, no se trata de ir acumulando “puntos” para al final canjearlos por una “vida extra”, esto es un timo y en el fondo lo sabes, el karma es la concatenación de reacciones tras la acción, que es cuando esa reacción provoca la posterior consecuencia, pero cómo en toda ley natural, si reconoces tu culpa y demuestras algún sentimiento compasivo y de arrepentimiento, esa energía contrarresta e incluso anula las consecuencias, porque somos amor y el amor no pide venganza, tampoco el universo la reclama, ya que se valora más la voluntad de cambio, de progreso y comprensión, que cualquier acto de vendetta, cualquier gurú de pacotilla te diría que el deseo de resarcir tu dolor es obra de tu ego, o tu sombra, tu eliges…

Al finalizar tu periodo encarnado, ellos como buenos acreedores te recuerdan lo que debes, esa deuda figura en la letra pequeña de tu contrato, lo llaman karma, pero lo qué no te dicen que esa deuda jamás puede quedar saldada, ya que como buenas sanguijuelas necesitan algo a lo que estar constantemente chupándole algo, por eso el entorno donde se desarrolla lo hechos, el cual figura en el contrato, es un entorno donde no se puede entrar, ni salir, sin crear una causa y un efecto, por lo que estas generando constantemente una deuda que te impide saldar (por las buenas) respetando el contrato. Por lo que siempre tendrás un motivo para volver y repetir. Quizás esto te suene, ya que la economía funciona exactamente igual, mismo dios, mismas reglas para todo.

Si esto fuera legal, se debería encarnar recordando esos acuerdos karmicos para poder saldarlos y quedar limpio de polvo y paja, en algún momento, de hecho, si se respetase el libre albedrio, tu tendrías que tener derecho a poder sanar ese dolor que conscientemente o no, has causado. Pero como buenos avaros, siempre la deuda tiene un interés (intención) que no figura en las escrituras o que tiene una letra muy, muy pequeña. Si conoces ese interés oculto que subyace en todos los contratos que firmas en vida o tras ella, es evidente que te percatas del engaño y por derecho divino (ley natural), rompes por voluntad propia esos contratos con todo el derecho y la ley de tu parte.

Ningún pacto, contrato o acuerdo es digno de ser respetado si una de las partes no cumple lo convenido, esos vínculos que te apegan aquí (karma) son artificiosos y mal intencionados, todos los seres con alma que te rodean fueron engañados igual que tú, y no te ata ningún compromiso, ni sanguíneo, ni karmico a ellos, nada de lo que creas afín aquí, o siquiera digno  de apegarse, tiene más valor del que le puedas dar a cualquier otra cosa. Una vez rompas esos compromisos con conciencia y conocimiento, podrás reencontrarte de forma libre con esos seres por pura atracción, sin lazos, sin compromisos o chantajes emocionales. Lo que tienes aquí y ahora, es ficticio y obligatorio, por lo tanto, no es algo que eligieras en libertad. Las relaciones son egoístas, donde se crean lazos en los que espera recibir siempre algo a cambio (estatus, dinero, propiedad, compañía, sexo…) nadie da nada, pero todos esperan recibir algo a cambio.

Este punto en el que nacen todas las relaciones, son inicios viciados, perversos y posesivos, donde colocamos la preposición “Mi” por delante de la etiqueta genérica que colocamos a esa persona a la que se supone, queremos. Una relación pactada que implica propiedad y en la que la ruptura por cualquiera de ambas partes de ese contrato, implica la firma de más contratos y más clausulas, un suma y sigue, que te ata y te vincula a los mismos seres con los que conciliaste en otras vidas, lazos que atan lazos, que te atan aquí eternamente.

Todo esto por supuesto es ilusorio y forzado, nada te vincula a nadie, y nada te compromete a nada, ese supuesto karma es un cuento chino y estas libre de ello desde ya, si tú quieres. Esos contratos no tienen ningún peso y no comprometen a nada, eres víctima de una estafa y nadie te obligara a que cumplas si no quieres. Por qué solo existe un contrato y es con Dios. Ese contrato es un compromiso contigo mismo para crear y ayudar a otros iguales a ti. Un compromiso para romper este sistema carcelario. No hay más, e incluso ese compromiso se puede romper sin acarrear consecuencias, ni quebrar leyes.

Rompe tus contratos

Llegados a este punto se hace necesario romper contratos, pero ¿cómo? Puedes usar distintas fórmulas que distintos autores han ido experimentando y publicando como Cameron Day, por ejemplo. En lo personal, no soy muy ortodoxo, así que todos estos métodos o formulas las suelo pasar por alto, ya que no las creo necesarias. Puedes recitar cientos de veces esas fórmulas, que  seguramente estas no funcionaran si tu intención no es que funcionen, en este punto y hablo por experiencia, me fui dando cuenta que esas fórmulas que encuentras en la web, no sirven si ni siquiera tienes una ligera idea de cómo enfocar tu intención y hacer que tu voluntad haga que esos contratos queden fulminados.

El proceso es muy sencillo, pero si no crees en ti mismo, al final llueve sobre mojado. Da igual como lo digas, tu intención debe quedar clara, debes estar convencido de que quieres romper todos estos lazos y no parar hasta logarlo, asumiendo eso sí, que la otra parte no se va a quedar con los brazos cruzados, pero no es momento de tener miedo, ellos defienden su negocio, pero claro, debes ser consciente que tú eres parte de su producto, su cosecha.

Existen los contratos pre-natales o pre-encarnación, pero a lo largo de nuestra vida vamos acordando más y más cosas. No creas que esto es antes de nacer y ya, con los implantes etéricos pasa un poco lo mismo, se genera la creencia de que somos implantados antes de encarnar, pero mi experiencia es que esos implantes te los van colocando según se acentúen “sus” necesidades y según sean las capacidades que posees o que necesiten, en un estado concreto, ya sea emocional o de ignorancia. La mayoría de las intervenciones ocurren durante los periodos de sueño, en ellos crean un escenario en el que drenar tu energía y cuando estés con la guardia baja, colarte un contrato, durante estos sueños también se te implanta y se te actualizan tus implantes.

Según el grado de lucidez que adquieras durante el sueño, podrás tener según que conocimiento de lo que tratan de hacerte, por lo general, los sueños en los que hay intervención son muy fáciles de identificar, ya que implica alguna emoción de por medio, ellos a su favor tienen, que casi nadie toma en cuenta sus sueños y pasan por alto estas manipulaciones.

Os voy a poner unos ejemplos vividos en carne propia, para que os hagáis una idea, no entrare en detalles personales o desagradables. Esta información no ha sido sacada a través de regresión si no que es consecuencia del propio análisis y muchos, muchos, sueños lucidos, quizás algunos prefiráis llamarlos viajes astrales, me da igual la etiqueta, me gusta más sueño, pero sobre gustos.

En este primer ejemplo os mostrare a través de un sueño como fui implantado como y donde, el por qué lo sé, pero lo voy a omitir si no os importa.

Era un sueño donde la lucidez era bastante alta, ellos crearon un entorno místico, en un entorno parecido a lo que sería una casa o estancia de tipo hindú, ante un hombre anciano y de aspecto sabio, con una indumentaria típica de brahmán, el cual se limitó a observar. Dos hombres caucásicos o europeos, se acercaron a mí y uno de ellos entablo conversación directa en la cual me estuvo dando información astrológica que tenía que ver con mi nacimiento y la conjunción planetaria que hubo en el momento de mi alumbramiento, centrándose en la casa 11 como principal influencia en mi vida. Mientras se me revelaba esta información fui intervenido en la espalda, note perfectamente cómo me implantaban en ambos omóplatos y como no podía hacer nada para impedirlo, (desde hace un tiempo vengo sufriendo dolores en esa zona) por lo que a posteriori entendí que fue un reimplante. Lo gracioso es que al finalizar la intervención me dijo que notaria el peso de Urano sobre mis hombros (que cachondo). Recuerdo cada detalle, las ropas, la estancia, el ambiente, y como sus manos me tocaban la espalda, decir que esto fue un simple sueño es solo para acomodar la mente y no querer cruzar ciertas fronteras, yo sé que fui atrapado en el astral e hicieron lo que quisieron.

En este otro “sueño”, la cosa fue aún más curiosa, todo fue en mi casa (ya no vivo ahí desde hace mucho tiempo), la casa donde me crie, esa casa actualmente es muy distinta, pero en el entorno que crearon era la casa donde viví de niño, mismos muebles, misma disposición de estancias… sin embargo mi familia aparecía con su aspecto actual, sabía qué no eran ellos, ya que su aspecto era burdo y grotesco, son esos detalles, que sin saber explicarlo, sabrías distinguir hasta con los ojos cerrados quien es quien, en este caso ninguno era ninguno, pero parece que la mente es engañada y al final terminas participando en la comedia. El ambiente era de duelo, velábamos a un ser muy querido dentro de la casa (raro porque esto jamás ha ocurrido) pero estaba claro que era necesario imprimir una emoción triste y negativa, para sacarme el jugo, no sé debieron salir del todo con la suya, porque finalmente fui apartado de ese ambiente y me llevaron a dar un paseo. Durante ese paseo (por la calle donde yo caminaba y jugaba de crio) un ser con la apariencia a alguien muy cercano a mí, e importante en gran parte de mi vida, me estuvo diciendo lo arrepentido que estaba de todo el daño que me había hecho y me mostraba su buena voluntad dándome una confesión firmada. Yo tome ese papel doblado en mis manos y lo guarde en mis bolsillos, según hice esto, este ser desapareció y quede solo en esa vieja calle vacía, en ese momento, me di cuenta del engaño y llore amargamente, me queje, grite y me maldije. Desperté inmediatamente consciente de lo que había pasado y las implicaciones que esto tenia, había aceptado un nuevo contrato.

Tengo muchos más sueños, por llamarles de algún modo, ya que los recuerdo como una experiencia vivida, tan real como esta vida que llamamos real, no me extendí en detalles inútiles y fui un poco al grano, estas “experiencias” eran sencillas de describir por eso las elegí. Con ello, mi intención es que os hagáis una idea de cómo operan en esos periodos, os pueden poner en situaciones de riesgo (precipicios o grandes caídas, persecuciones, acosos) esas situaciones las propiciaran, no solo para drenar cierto tipo de frecuencia energética, sino que servirá para poneros en un compromiso, para que aceptéis esos contratos. Vuestra voluntad de ayudar también será usada, y a veces os pondrán entre la espada y la pared, teniendo que elegir entre salvar a alguien o aceptar según qué condiciones, por supuesto todo es ilusorio, pero lo qué aceptas no. Saber actuar ante estas triquiñuelas requiere mucha experiencia y un grado alto de consciencia en esos momentos, ese es el problema en mi caso, ya que a pesar de viviro todo de forma muy intensa, la consciencia no está al ciento por ciento.

Lógicamente tras un sueño con intervención os despertareis cansados, el sueño no habrá sido reparador y puede que incluso os despertéis con algún dolor remanente. También os sucederá que a las pocas horas tengáis la necesidad de dormir y descansar, ya que vuestro periodo de sueño no fue precisamente un descanso y estáis en la necesidad de recuperar energías.

Lo que aceptáis en esos contratos es básicamente que aceptáis ser drenados, parasitados, controlados mentalmente, aceptáis que os implanten o que os cambien los implantes, aceptáis que os adjudiquen un guía o que tu cuerpo sea  foco de pruebas, muestras genéticas, hibridaciones, que os borren la memoria, etc… El abanico es amplísimo, piensa que conscientemente jamás aceptarías nada de esto, pero en el astral es más fácil inducirte al engaño, después te borran la memoria consciente y sufres las consecuencias sin encontrar explicación a ciertos sucesos que ocurran en tu vida a partir de ese instante.

Recupera tu energía.

No solo debéis romper vuestros contratos, no solo se hace imperioso romper todo lo acordado para recuperar libertad y soberanía, también se trata de recuperar toda la energía que te robaron, transmutarla e integrarla de nuevo en ti.

Primero rompe con tus guías, es probable que pienses que no tienes, ya que estos jamás se pusieron en contacto contigo y tu vida no parece guiada por un ser de luz, sino más bien por un cabronazo. Bueno, no te lleves a engaños, esos guías no quieren tu bien, si para vivir aquí, fuera necesario un guía, ya habrían reclamado mejoras sindicales. Desengáñate de una vez con esto, los guías te son asignados lo quieras o no, y estos no tienen obligación de contactar contigo, esos guías solo se limitan a supervisarte, no a guiarte, ellos reportaran cualquier novedad que tenga valor y requiera ser notificada a su superior jerárquico. Para que te hagas a una idea, ese guía es un simple operario que monitorea todos tus movimientos, que clase de pastor no conoce a su ganado, pues eso… (Me hacen gracia todos aquellos que viven temiendo el día en que el nuevo orden mundial nos obligue a ponernos un chip ¿otro más?, si supierais todos los que tenéis ya puestos, no os preocuparían estas tontas desinformaciones)

Una vez hayas roto con tus guías, tienes que empezar a romper todo tipo de acuerdos ya sean pasados, presentes o futuros, en esta u otras dimensiones, así como en esta u otras densidades, aplica cualquier espacio o tiempo que se te ocurra o que recuerdes por algún tipo de sueño, piensa que pueden llevarte a otra línea de tiempo y hacerte allí todo lo que hayas roto aquí, de nuevo. Es importante que sepas que el orden de factores no altera el resultado así que puedes romper contratos en el orden que quieras, lo importante es que los rompas.

Una vez hayas roto con todo, recupera tu energía, según rompas contrato acto seguido reclama tu energía, simplemente a través de tu intención y tu voluntad. Una de las formas de tener una mínima certeza de que estáis haciendo esto bien, es que os relajéis mientras hacéis ese llamado a vuestra energía, para que vuelva a vosotros, seguramente os llegara a vuestra mente un pequeño flash del sueño o lugar donde os robaron esa energía, por lo general os vendrá una imagen muy breve de ese episodio, sin saber cómo ni porque, en ese preciso instante, sabréis que lo estáis haciendo bien y está surtiendo efecto.

No os penséis que esto es coser y cantar, es probable que romper esos contratos os lleve semanas o quizás meses, no penséis que va a ser fácil, una vez empecéis, si esto tiene efecto y habéis logrado algo, por mínimo que sea, comenzaran a atacarte, se creara un ambiente hostil y las personas a las que queréis se enfrentaran a vosotros, sin motivo aparente, se creara un ambiente muy toxico, y vuestros sueños, no serán para nada placenteros. Si no entráis en fases de miedo y lográis lidiar con esos ataques tóxicos y las subsiguientes pesadillas en las que trataran de restablecer lo que rompiste. Es momento de insistir, ya que es la señal de que lo estáis haciendo bien. Si tenéis un poco de mentalidad analítica, os daréis cuenta como a medida que progresáis se vuelven más agresivos, pero también más erráticos, casi predecibles. Por lo general los ataques son indirectos en nuestra realidad y directos en el astral o en sueños, llegara un momento que el gasto de energía no les compense y acaben soltando a la presa. Eso sí, en cuanto bajes la guardia trataran que bajes tus frecuencias y volver a tomarte prisionero.

Este es un trabajo que deberían empezar hacer todos, es una forma no violenta de acabar con el drenaje sistemát.ico de energías. Es la única forma de combatirles, quitándoles lo único que no se pueden permitir el lujo de perder, tu energía. Con el tiempo recuperaras tu equilibrio emocional, ya no tendrás esos bajones inexplicables, esos periodos depresivos o de cierta melancolía, según recuperes energía notaras como ya no te afectan tanto, los ataques tóxicos (estos no remiten nunca) y te darás cuenta por experiencia propia que no solo es fácil salir airoso en según qué ambientes, si no que tu burbuja energética se fortalece.

Podéis aprovechar (os lo aconsejo) y a la vez que rompéis estos acuerdos, pedir que os quiten los implantes, esto no tiene garantía alguna, pero si vuestra voluntad es fuerte es posible que consigáis que os quiten alguno. También recomiendo que esto lo hagáis de forma relajada (ojo, no meditando) para que vuestra percepción sea más amplia y lleguen a vosotros esas imágenes que vuelven a la memoria de esos momentos en que vuestra energía fue robada.

Aún hay mucha contaminación nueva era y mucho escéptico que duda por sistema, esto ya es cuestión de cada uno, de lo que crea y de la cantidad de muletas que necesite, ya sean pruebas científicas, empíricas y microscópicas o los que con la bioneuroemoción tienen su particular navaja suiza, otros pensaran que con reiki van tirando o que el yoga los deja como nuevos, otros que los sabios hiperboreos les darán las respuestas a todo, es complicado encontrar alguien que crea en sí mismo, el poder que tiene su voluntad y no necesite estar esperando la técnica milagro. Yo no soy de técnicas, ni de rituales o ceremonias, es más, las que me ofrezcas las acabare rechazando. Sé que no hace falta nada porque así lo siento, nuestra voluntad emana de la más alta y poderosa frecuencia y no existe energía más poderosa que esta, es la manifestación de fuerza más pura y eficaz. Es sencillo hacer la prueba y ver qué resultados ofrece, pero ya  aviso que si quieres milagros vete a Lourdes.

No es cuestión de creer, haz todas las pruebas que creas necesarias, analiza los resultados en el comportamiento de tu entorno y en tus sueños, es importante que analicéis vuestros sueños ya que os ofrecerán las pistas para saber si os han implantado o habéis acordado algo. Mucho ojo, si en un sueño os revelan alguna información ya que esta tiene un precio y por lo general es muy alto.

No caigas en falsas creencias, estas cosas no son la sombra de tu ego, ni el lado oscuro de tu creación, es que te están interviniendo, te están exprimiendo como a un limón, y esto te enferma y te mata poco a poco. Puedes seguir creyendo lo que te dé la gana, pero haz de saber que tu formas parte de un menú, muy exclusivo. Todo gira en torno a la energía, es curioso como de algún modo, en este sistema, acabas pagando por todo, ya sea con dinero, trabajo o energía.

Por supuesto no te plantees salir de esa Matrix sin romper los lazos que te atan a ella, olvídate de esos charlatanes que te soplan 300 pavos por su método. Neo se sacó los cables una vez tomo conciencia de que los tenia, y lo hizo por propia voluntad, nadie se los quito, nadie le dijo que se los quitara, es la toma de conciencia y la intención, lo que hacen que la voluntad tenga el poder que necesitas. Si no das estos pequeños pasos para luchar por tu libertad, es porque quizás necesitas más al sistema, que el sistema a ti.

Publicado por Ruben Torres

Fuente: http://lacosechadealmas.blogspot.com.es/2015/08/contrato-con-dios.html

“El sistema nos quiere disolver”. Entrevista de Alain de Benoist a Lucien Cerise

Alain de Benoist – Después de los estudios en el dominio de las ciencias sociales, en particular la comunicación y la semiótica, usted publicó en 2010, en Max Milo, un libro que no tenía firma: Gouverner par le chaos (del que una nueva edición debe aparecer estos días). El mismo está consagrado fundamentalmente a la aplicación de una serie de técnicas propias de la “ingeniería social”. ¿Qué entiende usted por eso? ¿Gobernar por el caos es el nuevo nombre del Sistema? ¿Qué lo diferencia de las antiguas teorías de la vigilancia, de Jeremy Bentham a Michel Foucault?

Lucien Cerise – En primer lugar, preciso que yo no inventé nada. La noción de ingeniería social aparece en el siglo XX de la pluma de investigadores anglosajones versados en las ciencias de la gestión (management, marketing, cibernética, sistémica, psicología del comportamiento), para designar un enfoque mecanicista y constructivista de la sociedad, y sobre todo orientado hacia la transformación de algo dado, como en la ingeniería genética, la construcción y las finanzas. Luego, la ingeniería social experimenta un segundo impulso venido de los círculos de la piratería informática en 2002, cuando el famoso hacker Kevin Mitnick le dedica un libro, modificando un poco la noción por la insistencia en el sigilo o la invisibilidad. Yo llego en tercer lugar para hacer la síntesis de las dos oleadas que me precedieron, explicitar la continuidad de la una a la otra y unificar el concepto.

Propongo pues la siguiente definición: la ingeniería social es la modificación planificada, sostenible y solapada del comportamiento. Se trata de transformar definitivamente la naturaleza de un ser social, individuo o grupo, y no solamente de manipularlo puntualmente. Para lograr esto, la mayor parte de las veces hay que piratear al ser social en cuestión, es decir, modificarlo sin su consentimiento informado, subliminalmente, solapadamente, de modo que él no sea consciente de la transformación. En efecto, la mayoría de los seres sociales se han adaptado a su medio ambiente como resultado de una evolución lenta y natural. Por lo tanto, no sienten ninguna necesidad de ver sus prácticas y valores modificados artificial y definitivamente desde el exterior por una injerencia exterior. Tan pronto como él siente que se le quiere hacer cambiar a la fuerza y ​​contra su naturaleza, el ser social se pone a la defensiva y su nivel de vigilancia aumenta; para eludir estos mecanismos de autodefensa y engañarlos, se debe pasar por la puerta de atrás, tomar una backdoor [1], y luego lanzar un anzuelo, hacer un phishing [2] en la jerga informática de la piratería. En todos los casos, el pirata no debe ser visto. La base del hacking es la disociación del par “ver” y “ser visto”. Piratear un cerebro, realizar una infiltración cognitiva, significa que yo veo las ideas a cambiar, pero sin ser visto mientras las veo. Esta estructura asimétrica de la percepción y de la recopilación de información es la del Panóptico estudiado por Bentham y Foucault, cuyas teorías de la vigilancia pueden ser consideradas como proto-teorías de piratería social. Estos autores expusieron bien esta nueva forma de control social ejercido por una instancia que lo ve todo, pero que uno no ve, de tal manera que uno ni siquiera sabe que existe. Esta invisibilidad del poder contemporáneo lo distingue de la figura tradicional del poder patriarcal y fálico que, a contrario, existe en la total visibilidad y en la simetría “ver” y “ser visto”.

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Asi nos dominan los iluminatis

Santiago Camacho escribió en la revista Más Allá: “En la conspiranoia de todos los tiempos siempre han existido textos supuestamente desvelados o filtrados por los grandes conspiradores, es decir, por aquellos en cuyas manos han estado los destinos de la humanidad. El más célebre de todos es sin duda Los protocolos de los sabios de Sión, una falsificación patrocinada por la Okrana, la policía secreta zarista, que consiguió popularizar a escala mundial la existencia de una conspiración judía internacional que, además, tuvo buena parte de culpa en las atrocidades cometidas por el III Reich.

Pues bien, el siglo XXI ya tiene su propio documento de estas características, que corre como la pólvora de ordenador en ordenador y suscita ríos de palabras en los foros de internet dedicados a las teorías conspirativas. Se titula El pacto secreto.

Por lo que sabemos, el texto apareció por primera vez en junio de 2002 en la página web de una consultora estadounidense llamada Bankindex. Automáticamente, Bankindex recibió una avalancha de peticiones solicitando información sobre este documento: “No sabemos quién es él o ella. El texto llegó a través de uno de nuestros formularios y su autor dejó una dirección de correo electrónico inutilizable”.

Como suele suceder en estos casos, el texto sugiere la existencia de una sociedad secreta que planea dominar el mundo. La similitud de este Pacto secreto con los Protocolos de los sabios de Sión es tal que incluso en ciertos foros neonazis ya hay quien ha atribuido la paternidad del Pacto a una conspiración judía, ya que desde su contenido se deduce que los conspiradores están unidos por algún vínculo de sangre.”

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Las energías y las fuerzas del ser humano

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Vivimos en un mundo de energías y la especie humana, nosotros, formamos parte de ella, somos constituyentes de esa energía. Al vehículo físico acuden durante una encarnación, dos energías principales y 7 fuerzas, la primera energía, es la energía del alma o egoica esta es la que conduce al conflicto en el ser humano cuando quiere dirigir desde el alma los destinos de esa conciencia, la energía del alma es la energía superior.
La energía de la personalidad.
La otra energía es la energía de la triple personalidad. Esta energía de la triple personalidad la forman el cuerpo, la emoción, y la mente. Esta energía se resiste a ser dirigida y moldeada por la energía superior que es la energía del alma.

Las siete fuerzas del cuerpo etérico
Las siete fuerzas, son las potencias del rayo representadas en cada uno de los chakras del vehículo etérico La interacción entre las energías y las fuerzas producirán en determinadas encarnaciones buena o mala vibración, conflicto o armonía.

Efecto en la salud de estas energías
Cuando el ser es dirigido desde el alma, la personalidad fue hallada por ella y las 7 fuerzas de las que hablo serán influenciadas por el alma, en tal caso habrá pureza y buena salud. Cuando el predominio es de la energía de la personalidad el alma no se presenta y las 7 fuerzas serán guiadas desde la fuerza de la personalidad, en tal caso, como desgraciadamente sucede en la mayoría de los seres humanos todavía contemporáneos, habrá impurezas y mala salud.
LA CONFORMACIÓN DE LOS CUERPOS DEL SER HUMANO.
Los electrones del cuerpo material.
Ser-DivinoTenemos una idea de que el cuerpo físico está constituido del reino físico al cual pertenece. El físico esta hecho de diminutas partículas de luz que su ciencia ha llamado electrones. Estos son emanados del cuerpo del Padre para prestarle al ser humano una cubierta de carne, una envoltura de carne y así pueda manifestarse y tomar experiencia aquí en la tierra. Pero debemos de saber que este no es el verdadero hombre sino únicamente un vehículo necesario para la experiencia.

El cuerpo etérico: “el gran desconocido”.
El cuerpo etérico, así mismo es tomado del reino etérico con sustancia vital. Podemos decir que esta es la verdadera figura humana y contiene a parte de la fuerza necesaria para ser transmitida y distribuida en toda la forma física, dándole vitalidad y coherencia. Contiene todo el registro y memoria de las experiencias de incontables encarnaciones, a la vez aquí se encuentra el verdadero intermediario entre los mundos externo e interno del hombre. Ya habíamos dicho que el ser humano de la ciudad, de la calle tiene una idea de su cuerpo físico, tiene una idea de algún aspecto emocional en él, tiene alguna idea de algún aspecto de su mente en él; pero en cuanto a reconocer un cuerpo vital formando parte de él, su conciencia no lo registra, de ahí que decimos que el cuerpo etérico es “el gran desconocido”.

Los atributos del cuerpo emocional o astral.
El cuerpo emocional o astral es tomado por el ser humano del mundo emocional o sensorio, cede frecuente de los arcángeles y ángeles del cielo. Este vehículo fue dado al hombre para expresar e incrementar los aspectos divinos de amor, pureza, misericordia, piedad y perdón, Otro atributo de este vehículo es desarrollar la paz en el ser humano.
El uso equivocado del cuerpo mental.
El cuerpo mental también es tomado de ese mundo de sustancia mental. La idea era que fuera la expresión en la tierra o expresión interior y externa del Santo Ser Crístico, pero no ha sido así. En cambio este cuerpo mental cuya función es expresar el intelecto humano a través de todas las fuentes de información le da al hombre conocimiento, experiencia, registro, memoria y aprendizaje. Este vehículo debería ser el ciervo y sirviente de nuestro Ser Crístico mas no el amo que es hoy día. En otra ocasión continuaremos tratando algunos conceptos que nos arrojen luz para todos.

LA CONCIENCIA A TRAVÉS DE LOS CUERPOS DEL SER HUMANO
El vehículo físico.
hombreEl ser humano tiene conciencia de su vehículo físico porqué lo registra a través de sus sentidos, sabe que está con el. La inteligencia de éste podríamos resumirla como el resultado del conjunto de vidas celulares que lo componen, llamada vida elemental. Cuando el vehículo físico quiere expresarse en el ser humano, lo hace a través de algún malestar, de algún dolor, significando que algo anda mal en él; o también haciéndole sentir al ser humano la necesidad de algún instinto a satisfacer como el del hambre, el del descanso, o como el de la sexualidad.
Conciencia de la existencia del vehículo etérico.
Pero comentábamos que el vehículo etérico funciona bajo el umbral de la conciencia, la mayoría de los seres humanos de ahora y más de antes no ha tenido conocimiento de que tenemos un cuerpo etérico con nosotros; sin embargo algunos seres humanos ya hablan de vitalidad, de cansancio, de desvitalización de la persona, y eso ya es algo; porque consciente o inconscientemente esos términos se refieren al funcionamiento bueno o malo del cuerpo etérico.

Conciencia en el cuerpo emocional
Y luego pasamos a ese gran vehículo de expresión y de experimento del ser humano de esta raza actual y de la anterior que es el emocional, el cuerpo de deseos. Decimos que aquí es donde está atorada la humanidad.
Este vehículo es un gran campo de experimento del ser humano encarnado, en el se reflejan y expresan por su gran desarrollo un sinnúmero de experiencias del ser humano de ahora y de antes también. El ser humano enfoca permanentemente su conciencia en la expresión y respuestas de este vehículo.
La conciencia en el cuerpo mental
Después sigue la mente. la cual esta raza que habita la Tierra tiene la consigna de desarrollarla, de iluminarla. Cuando el ser humano alcance su desarrollo mental se dice una verdad muy repetida pero muy bella: “Descenderá el Reino de Dios a la Tierra”.
EL PRANA: LA SUBSTANCIA ETÉRICA.
Modificación de las leyes médicas.
afirmaciones Comentemos acerca de temas que tengan que ver con la salud. Si la ciencia del mundo, si los científicos de la medicina, pudieran trabajar a través de un conocimiento y conciencia adquiridos, acerca del cuerpo etérico y del prana, las leyes que tienen que ver en estos tiempos con la salud y con la enfermedad serían distintas.
El concepto “salud”
El concepto que maneja la ciencia médica a la fecha en relación con la salud, podemos decir que es muy limitado. Casi siempre el término SALUD significa aspectos que tienen que ver con el cuerpo físico y si acaso con algunos desordenes de orden emocional o mental, pero profetizamos que en un futuro no lejano la misma ciencia del mundo reconocerá y tomará Maestría en lo que concierne al mundo etérico y todo lo que lo compone.
Pruebas de la existencia del cuerpo etérico.
Recordemos que debido a la fotografía ya hay algunos, aunque rudimentarios, hallazgos que tratan de comprobar la existencia de este desconocido cuerpo etérico. Pero aún más, se está trabajando hoy, en diferentes partes del mundo, por grupos de grandes interesados científicos acerca del tema que estamos tratando, y no nos sorprendamos si en algún momento tenemos noticias de que hay formas comprobables de la existencia de este mundo etérico.
Mecanismos de recepción del prana.
El fluido etérico o vitalidad es sustancia de todo el universo. El éter y el prana cósmicos incluyen desde la galaxia y desde más allá, al cuerpo del sol. Éste tiene mecanismos de recepción, a la vez que en algunos puntos de su superficie tiene lugares de proyección y de transmisión. Así el prana etérico llega a todos los cuerpos del sistema planetario y de la tierra, donde también existen centros de recepción localizables, pero que no se han dado a conocer a la humanidad, para transformar ese prana cósmico en prana solar, ese prana solar en prana planetario. Y toda la creación en la tierra es incluida por el prana y el éter cualificado con la vibración del terrestre.

Los centros humanos que distribuyen el prana.
El ser humano que lo recibe tiene sus centros de recepción, de acumulación y de distribución del mencionado prana.
Por muchos milenios, el centro del bazo (la parte etérica de este centro), estuvo sumamente activa como receptor, acumulador y distribuidor de prana al resto del organismo físico humano; ahora, hay un centro terciario que aunque muy pequeño, situado entre los omóplatos es sumamente activo en la actualidad, teniendo otros dos centros terciarios subsidiarios colocados arriba de los omóplatos en el lado derecho e izquierdo cerca de la región que llamamos de los hombros, formando un triángulo importante de estudiar. Pero un centro terciario muy importante de recepción, situado inmediatamente y por encima del plexo solar, repito, del orden terciario, ha quedado casi inactivo en la actualidad debido a errores humanos que tienen que ver con la civilización y con lo que se usa de materiales para vestirse.
Funciones del cuerpo etérico.
Así mismo, una vez que el prana se ha distribuido vía cuerpo etérico primero, y después, influenciando y vitalizando todas las células y átomos físicos, queda un sobrante que irradia, que podemos llamarle el aura de la salud, con la cual el hombre contribuye con su cuota para el sostenimiento de prana planetario.
El cuerpo etérico aparte de muchas y vitales funciones tiene la de ser un resguardo y separador efectivo entre la materia física y la materia astral. De ninguna manera se puede violar este resguardo, a menos que la persona, en su conciencia, tenga un desenvolvimiento mayor. Ésta sería la forma de evadirse y así podría trascender hacia los mundos astrales.

La influencia etérica sobre los cuerpos físico, astral y mental
Por último recordemos el divino principio que dice: “lo sutil mueve a lo denso” y apliquémoslo en el tema. Veamos que esta materia etérica y prana, de acuerdo a este principio, tiene una mayor influencia sobre el vehículo físico denso, mas, según este mismo principio, la influencia etérica sobre vehículos más sutiles que éste, como el astral y el mental, tendría que ser necesariamente mínima o nula. Para influenciar en estos vehículos de experimento del hombre, tendríamos que recurrir a métodos psicológicos, creando un eco de las fuerzas del alma, las cuales sí tienen un definido y marcado efecto sobre los mencionados vehículos.
Las energías y las fuerzas del ser humano

Sincronicidad: el significado de las coincidencias en un universo espejo

INVESTIGAMOS A FONDO LA SINCRONICIDAD, UNO DE LOS GRANDES ENIGMAS DEL UNIVERSO: ¿CUÁL ES EL SIGNIFICADO DE LAS COINCIDENCIAS? ¿PUEDEN HABER EVENTOS SIN CAUSAS? ¿BORRAN LAS SINCRONICIDADES LA FRONTERA ENTRE EL MUNDO DE LOS SUEÑOS Y EL MUNDO DESPIERTO? ¿SEGUIR LAS SINCRONICIDADES, LOS SIGNOS SUTILES EN EL CAMINO, NOS PUEDE LLEVAR AL TAO?

Uno de los aspectos más enigmáticos y cautivadores del universo en el que vivimos es la sincronicidad. A todos nos ha pasado en alguna ocasión una coincidencia tan improbable que nos resulta ominosa, mágica, epifánica o perturbadora. Conexiones entre sucesos, personas e información que trascienden la realidad convencional: como si las cosas tuvieran hilos invisibles que sólo por momentos  —en estados de conciencia elevados o por una misteriosa alineación— podemos vislumbrar.

Aunque el concepto de sincronicidad existe al menos desde el tiempo de los Vedas, fue el psicólogo suizo Carl Jung quien acuñó el término e inició el estudio de este fenómeno de manera rigurosa, si no científica: la dificultad de abordar la sincronicidad desde una metodología solamente científica yace en que los eventos que se concatenan lo hacen sin tener una causa, al menos no una causa que podamos encontrar dentro de los límites de la física clásica y de un universo mécanico. Consciente de la vastedad y elusividad del principio de la sincronicidad, Jung ensayó diversas definiciones a manera de un acercamiento teórico. Empezando desde lo más general y sintético podemos decir con Jung que la sincronicidad es “la ocurrencia temporal coincidente de eventos acausales”, que es un “principio de conexión acausal”, una “coincidencia significativa” o que es un “paralelismo acausal”.

Pero la sincronicidad para Jung va mucho más allá de estas someras descripciones. Toca y se entronca con los campos más profundos de la mente humana, siendo en muchos casos una manifestación externa del inconsciente colectivo, a veces materializada a través de símbolos. Jung creía que las “coincidencias” no solo estaban gobernadas por el azar —siendo que su probabilidad de suceder era tan poca que podrían considerarse estadísticamente significativas— sino por una dinámica más profunda. Coincide en esto con el texto gnóstico del Kybalion, que dice: “Azar no es más que el nombre que se da a una ley desconocida; hay muchos planos de causación”. Y para ampliar la madeja de posibles conexiones, recordemos que Don Juan le dice a Carlos Castaneda, como si fuera un experto jugador de póquer de realidades alternas, que la suerte es una forma de poder.

Al igual que su concepto de los arquetipos, Jung, lo mismo que el físico Wolfgang Pauli, pensaba que la sincronicidad era una expresión de lo que llamaba unus mundus, una realidad unificada subyacente de la cual todo lo que vemos emerge y a la cual todo regresa. Este unus mundus es similar a la teoría de la mecánica cuántica de David Bohm expuesta en La Totalidad y el Orden Implicado, en la que se postula la existencia de una especie de mar universal de energía infinita del cual se desdobla —o se ex-plica— el mundo material fenoménico que percibimos, el cual apenas es una ondulación en la superficie de lo inconmensurable. Para Jung la improbable pero significativa coincidencia de una sincronicidad era posible por el hecho de que tanto el observador como el evento observado a fin de cuentas brotan de una misma fuente, del unus mundus. Es decir, la conexión acausal, a distancia, sin la aparente acción de una fuerza física (conocida) sería posible porque en profundidad todos los eventos y todos los sujetos que perciben un evento no son más que la misma cosa. El uno es el otro: es el mismo. “We are like islands in the sea, separate on the surface but connected in the deep”, dijo à propos William James. Es como si todo lo que ocurriera en el universo en realidad ocurriera dentro de una sola mente, que por momentos y siempre en la superficie, padece una esquizofrenia omnipotente. Pero más allá de sugerir esta idea un tanto trillada de la unidad subyacente, del todo en cada parte, del holograma que se proyecta en el mundo, en fractales, invetiguemos la sincronicidad y deshebremos el misterio de la coincidencias.

Cables de un Universo Paralelo /¿Qué hay detrás de una coincidencia? 

Después de esta breve introducción al fascinante mundo de la sincronicidad, entremos en materia. Aquí lo interesante son las sincronicidades, las experiencias, lo que se vive y mistifica.  Estoy seguro de que todas las personas que están leyendo este texto sobre la sincronicidad —el cual pretende ser un espejo— han sentido el asombro medular de descubrir que una coincidencia en sus vidas tiene un significado oculto. Es decir, que más allá de lo inefable y extraño que puede ser que yo me haya encontrado en la calle a una persona que no había visto hace años justo después de haber soñado con ella la noche anterior, o de que por alguna razón decido abrir un libro y en esa página “azarosa” me encuentro con la palabra extacta que  antes ya flotaba en mi mente, o tal vez estoy considerando viajar y salgo a la calle y veo las placas de un coche que dicen LSD, estas co-ocurrencias nos están diciendo algo, el universo o nosotros mismos estamos queriendo comunicar algo, algo que va más allá de la trivialidad cotidiana en la cual generalmente nos movemos. Veamos algunos ejemplos.

En su ensayo Synchronicity (1952) Jung relata un evento sincrónico  que ha pasado a ser un referente:

Una joven paciente soñó, en un momento decisivo de su tratamiento, que le regalaban un escarabajo de oro. Mientras ella me contaba el sueño yo estaba sentado de espaldas a la ventana cerrada. De repente, oí detrás de mí un ruido como si algo golpeara suavemente la ventana. Me di media vuelta y vi fuera un insecto volador que chocaba contra la ventana. Abrí la ventana y capture a la criatura mientras volaba hacia el interior de la habitación . Era la analogía más próxima a un escarabajo de oro que pueda darse en nuestras latitudes, a saber, un escarabeido (crisomélido), la Cetonia aurata, la «cetonia común», que al parecer, en contra de sus costumbres habituales, se vio en la necesidad de entrar en una habitación oscura precisamente en ese momento. Tengo que decir que no me había ocurrido nada semejante ni antes ni después de aquello, y que el sueño de aquella paciente sigue siendo un caso único en mi experiencia.

Jung interpretó que la aparición material de un escarabajo onírico tenía un contenido simbólico altamente significativo para el presente de su paciente. El escarabajo es un símbolo egipcio del renacimiento —algo que la psique dentro de un proceso de sanación o de alquimia necesita experimentar: morir para renacer en su sí mismo; los símbolos son el lenguaje de los sueños. Esta afirmación en la realidad “objetiva” de la imaginación subjetiva nos sugiere que la sincronicidad podría actuar como un vaso comunicante entre el mundo de la vigilia y el mundo de los sueños, erradicando, al menos parcialmente, la brecha supuestamente insalvable entre estos mundos. Según Braud y Anderson, la sincronicidad es  ”una coincidencia significativa entre un estado interno, usualmente de necesidad, y un evento externo inexplicable que corresponde a/o responde la necesidad”.

Siguiendo este tren de ideas podemos hablar de algo como un “dreamwake continuum“, similar a Alcheringa, el “Tiempo del Sueño” de los aborígenes australianos, en el que se disuelven las fronteras entre lo que soñamos y vivimos, es más, lo que hacemos soñando se filtra a la realidad y se convierte en lo que vivimos —posiblemente las ideas platónicas y los arquetipos que gobiernan el mundo en la psicología jungiana se proyecten a nuestra realidad desde estos espacios astrales de ensueño. El mismo Jung percibió esta analogía creativa en la sincronicidad: “La sincronicidad en sentido estricto solo es un caso especial de un orden general acausal que da lugar a actos de creación en el tiempo“. De manera más poética, Octavio Paz había dicho: “Hay que dormir con los ojos abiertos /hay que soñar con las manos/soñemos sueños activos de río/buscando su cauce/sueños de sol soñando sus mundos”.  Una disciplina etérea probablemente rendirá frutos: las imágenes que generamos en el fuero interno —con el fuego interno— se podrán volver vibrantes edificios para experimentar los deseos narrativos más profundos de nuestro espíritu.

Regresando a las experiencias puntuales de sincronicidad —y es inevitable tomar excursiones momentáneas para conectar diversos aspectos, cauces no lineales que confluyen simultáneamente tejiendo un mandala más complejo— recordemos que Jung escribió que el caso del escarabajo dorado fue el más sobresaliente ejemplo de sincronicidad que vivió. Tal vez esto sea cierto pero quizás haya una sincronicidad entrelazada a Jung aún más sorprendente. En el marco del 40° aniversario de la muerte de Carl Gustav Jung, la Dra. Irene Gad contó la siguiente anécdota sincromística:

La tarde en que Jung murió, una gran tormenta eléctrica estalló sobre su casa en Künsnach, como si la naturaleza misma se hubiera movilizado a reconocer el evento. Y casi justo en el momento en el que murió, un relámpago atronó su árbol favorito en el jardín. Algunos años después Laurens van der Post estaba haciendo una película sobre la vida de Jung. La última secuencia iba a a ser filmada en la casa de Jung.

Laurens van der Post continúa:

Cuando llegó el momento de hablar directamente a la cámara de la muerte de Jung y  empecé a describir cómo un rayo demolió su árbol favorito, otro rayo cayó en el jardín. El relámpago sonó tan fuerte que me produjo un sobresalto. Y hasta la fecha, el sobresalto, el relámpago y el impedimento de habla que me provocó pueden ser vistos en la película, así como el rayo aparece en la pantalla sobre el lago atormentado y los árboles agitados por el vendaval.

El relámpago, se sabe, es el símbolo de la divinidad suprema en diferentes culturas y  evoca una especie de muerte luminosa. El árbol evidentemente es el símbolo más común de la vida. Jung se habría servido un festín simbólico para analizar esta, su última sincronicidad. De cualquier forma parece una tributo merecido del universo —un broche de oro Ouroboros— que el padre de la sincronicidad haya dejado el mundo con una sincronicidad tan especial. Un sí celestial,  una caravana cósmica o un dios que le cierra el ojo. Y a la vez el rayo en el cielo como un eterno signo de interrogación, de un enigma que pese a tener un momento de desnuda claridad, sigue ahí.

SINCRONUMEROLOGÍA

Los númenes de la sincronicidad, esos geniecillos de las manecillas de la realidad, también habitan en los números. Uno de los casos más comunes en la actualidad es elfenómeno del 11:11. Cientos de miles de personas, acaso por la sugestión mental del New Age o por un código planetario en aras de activarse,  reportan tener momentos epifánicos constantemente detectando esta hora. “Sí, la sincronicidad. Estás codificando tu propia vibración y permitiendo que tu conciencia te recuerde que estás en esa vía,  cuando estás en esa frecuencia. Algunos individuos usan diferentes números en diferentes momentos”, dice Bashar. Lo interesante de esto es que el llamado reloj biológico interno parece derramarse, como el tiempo líquido de Dalí, hacia el mundo externo, el cual, entonces, se convierte en nuestro espejo —un espejo como el de Alicia.

La sincronicidad numérica más popular en las dimensiones que frecuentamos en Pijama Surf es la del número 23, la cual ha sido popularizada por Robert Anton Wilson, uno de nuestros escritores favoritos:

Escuché por primera vez sobre el enigma del 23 de William S. Burroughs, autor de  Naked LunchNova Express, etc. Según Burroughs, él había conocido a un tal Capitán Clark, cerca de 1960 en Marruecos, quien había presumido haber navegado 23 años sin accidentarse. Ese mismo día, el barco de Clark tuvo un accidente que mató a todos abordo.  Cuando Burroughs estaba pensando en este crudo ejemplo de la ironía de los dioses, esa tarde, un boletín en la radio anunció el choque de un avión en Florida. El piloto era otro capitán Clark y el vuelo era el 23.

El caso del número 23 en la mente de uno de los escritores más psicodélicos pero también uno de los menos crédulos nos conduce a un extraño túnel de realidad:

El 23 de julio de 1973 tuve la impresión de ser contactado por algún tipo de inteligencia avanzada del sistema estelar binario de Sirio. He tenido extrañas experiencias psíquicas como esa durante algunos años y siempre las registro cuidadosamente, pero me niego a tomarlas literalmente, hasta que o solo si obtengo evidencia de naturaleza objetiva que las sustenta.

Anton Wilson descubrió que el 23 está estrechamente asociado a Sirio. Los sacerdotes egipcios empezaban sus rituales dedicados a esta estrella (a su vez asociada a una divinidad) el 23 julio, fecha en la que empiezan los días de la canícula. Sirio está en la constelación del Canis Mayor. Anton Wilson encontró múltiples coincidencias relacionadas con Sirio, el número 23 y ciertos fenómenos que ocurrieron en su vida (algunas de las cuales pueden consultarse aquí). Quizás lo más sobresaliente fue el encuentro del libro The Sirius Mystery, en el que Robert KG Temple propone, investigando a la tribu africana de los Dogon y su aparente conocimiento del sistema estelar binario de Sirio sin contar con herramientas tecnológicas que lo hiceran posible, que un contacto entre una civilización proveniente de Sirio y la Tierra ocurrió cerca del años 4500 AC. Algunos años después Anton Wilson, autor del libro Illuminatus! Trilogy, desestimó su creencia temporal de haber recibido comunicación astral y la atribuyó a diversos factores más terrenales. Como parte de su espíritu agnóstico, sin embargo, tampoco la descartó del todo.

Añadiendo un poco a este telar de conexiones, se me ocurre que el número 23 en nuestra época está sobre todo relacionado con Michael Jordan, quien lo usó inmortalmente en el dorso de su jersey. Curiosamente Jordan y sus Chicago Bulls durante años salieron a la cancha en la oscuridad con la canción “Sirius” de Alan Parsons Project. Este track en el disco original está mezclado con el track “Eye in the Sky”, el cual remite al Ojo que Todo lo Ve, al Ojo de Horus, que actualmente se asocia con la mítica y un tanto cómica sociedad secreta de los Iluminati, la cual tuvo en Robert Anton Wilson a su máximo crítico.

UN EJEMPLO PERSONAL DE SINCRONICIDAD

Por mi parte quisiera compartir una sincronicidad reciente y abrir su escurridizo significado a la inteligencia colectiva.  Una de las motivaciones para escribir este artículo sobre la sincronicidad fue que la semana pasada me encontré con este texto de Erik Davis. El autor deTechgnosis cuenta cómo al final de un Rainbow Gathering en los 90, antes de ir a buscar su auto y regresar a “Babylon”,  aún colocado (por no sabemos qué sustancias) se detuvo ante un pequeño círculo donde un hombre de barbas con un vestido sacerdotal entonaba un himno a Ahura Mazda, Dios de la Luz precursor de Zoroastro. “Ahura”, según explica Davis, significa “Señor”,  y “Mazda”, según su raíz proto-indoeuropea, “sabio”; el hombre que cantaba comentó que los nombres de muchos dioses resuenan con el chakra del corazón: Anahata. El himno hizo a Davis sentir “la confianza luminiscente del amor abstracto”. Después de un rato siguió hacia afuera del lugar donde se había celebrado la fiesta Rainbow. En el estacionamiento las cosas parecían dejar su estado encantado para regresar a la realidad mundana. Ante de llegar a su vehículo, un poco perdido en estas divagaciones, un auto en reversa casi lo atropella. Alarmado por este estímulo repentino Davis inmediatamente reconoció encima de la placa la marca del auto: Mazda.

Leer esta anécdota sincromística me pareció interesante, pero seguramente no la estaría relatando aquí sino hubiera visto, poco después de terminar de leer el artículo, el like de una chica llamada Aura Mazda a un artículo dePijamasurf que publiqué en Facebook  (una chica que, por cierto, parece ser un avatar).

Ya con la consigna en mi mente de escribir sobre la sincronicidad, el siguiente día me aprestaba a visitar a un viejo amigo que hace regresiones utilizando un sincretismo entre el psicoanálisis jungiano y las tradiciones ocultas mesoamericanas. No recordaba cómo llegar a su casa y la zona en la que estaba me era poco familiar, por lo cual en el camino llamé  a otro amigo que conocía bien la dirección.  Sentí un escalofrío cuando me dijo, “la salida es después de la Mazda” .

No sé sinceramente si este episodio tenga algún significado profundo. Algunas personas señalan que las sincronicidades fundamentalmente son formas de darnos cuenta de que vamos por el camino indicado: nuestro propio camino, siguiendo nuestro propio guión, guiños del cosmos. Quizás esto es lo que me estaba comunicando. Aunque tal vez hay algo que debo descubrir sobre Ahura Mazda, la divinidad luminosa del primer sistema teológico dualista que se conoce. Posiblemente el motivo de la sincronicidad era simplemente que ocurriera para que la pudiera escribir en este artículo y generar una nueva cadena de enlaces y enigmas. Y tal vez de alguna manera me programé para experimentar esta sincronicidad, sabiendo que estaba por escribir sobre la sincronicidad —algo que de cualquier forma deja la interrogante de cómo mi mente fue capaz de materializar una serie de eventos aparentemente externos en los que se reflejara el código de Ahura Mazda. Y sí, estoy pensando en tal vez adquirir un auto, un Mazda que me lleve por esas frecuencias —o, en palabras de un colaborador de PijamaSurf: “Por la supercarretera de la poiesis holográfica en el ámbito de la hiper permeabilidad”.

Y EN EL ORIGEN FUE LA CONEXIÓN: HILOS DEL LOGOS SPERMATIKOS

La mente puede desmonronarse junto con el cuerpo que lo sostiene pero la relación subsiste, indeleble. Los brahmanes creyeron que creando un edificio de conexiones habían derrotado a la Muerte, como su antepasado Prajapati

Roberto Calasso, Ka.

Según relata la literatura védica, una de las primeras cosas que creó Prajapati (Brahma), en un mundo aún inmaterial y evanescente, fueron las equivalencias, las sampad (“aquello que cae conjuntamente”). Aquí el relato de la Creación de Prajapati que hace Roberto Calasso:

En torno suyo todo era nuevo y, al girar la mirada,  podía ver aún detrás de las manchas de la vegetación, detrás de las siluetas de las rocas, un número, una palabra, una equivalencia: un estado de la mente que se adhería, se mezclaba con otro estado. Como si cada estado fuese un número. Esta era la equivalencia primera […]  y entonces vio que la vasta dispersión de todo lo que vivía, y sobre todo moría, podía articularse en relaciones que no se deteriorasen. Lo que ve la mente cuando establece una relación lo ve para siempre.

Este solo párrafo es un fractal del universo. Es notable que Jung pensará que el misterio de la sincronicidad tenía una raíz numérica,  pitagórica en cierto sentido:  ”Siento que la raíz del enigma puede encontrarse en las propiedades de los números enteros”,  escribió en una carta el suizo. Por otro lado, a lo que asistimos aquí es algo similar a la codificación de la Matrix. Un código fuente que se percibe detrás de la naturaleza (de “las manchas de la vegetación),  números, palabras y correspondencias que preceden al mundo material,  de la misma forma que está página que observas tiene un código de números y palabras (y relaciones entre ellas) que se “materializa” como la imagen que ves en tu pantalla. Lo que Calasso describe, basándose en la literatura brahmánica, es el evento primordial de programación de la naturaleza.

El budismo Mahayana tiene un concepto análogo a la sincronicidad, el Pratītyasamutpāda, un término que hace referencia a que todos los fenómenos emergen conjuntamente en una red interdependiente de causa y efecto, si bien las causas generalmente son invisibles, ya que pueden ser manifestaciones kármicas, de vidas pasadas o incluso de seres distantes en el universo. En palabras de Borges, pueden provenir “de una antigua inocencia, de su propia raíz o de un dios disperso”.

Seguimos hipervinculando la madeja, ya que de esto se trata este ensayo y quizás el universo: de formar nuevas y más vibrantes conexiones. Y la imagen suprema de la madeja conectada es la Red de Indra, una metáfora utilizada hace 3000 años en los Puranas para describir la interconexión de todos los seres y todos los fenómenos del universo. Es junto con el Aleph, el Ave Simurg, la Mónada, el holograma, el fractal, el círculo sin circunferencia cuyo centro está en todas partes, una de las imágenes superlativas que ha conjurado el hombre para de alguna manera significar o evocar la unidad divina del universo. Así describe Alan Watts la Red (o collar de perlas) de Indra:

Imagina una telaraña multidimensional en la mañana temprano, cubierta con gotas de rocío. Y cada gota de rocío contiene el reflejo de todas las otras gotas de rocío y, en cada gota reflejada, el reflejo de todas las otras gotas de rocío en ese reflejo. Y así hasta el infinito. Esa es la concepción Budista del universo en una imagen.

¿Qué tiene que ver esto con la sincronicidad? Por un lado la sincronicidad postula la interconexión de eventos que ordinariamente no podrían estar conectados. Pero si el universo de algún manera misteriosa es un “caer conjuntamente” (del unus mundus) donde cada evento refleja todos los demás eventos, donde cada ser que percibe refleja a todos los demás seres que perciben y todas las percepciones que han tenido, entonces sería coherente pensar que lo que nos sucede puede estar siendo influido por una serie innumerable de factores —ya que estamos instrínsecamente correlacionados con la totalidad de la existencia.

La frase latina ”Congruo est occultus compages subter supter animadverto“, que puede traducirse como “La coincidencia es la arquitectura oculta de la realidad”, difundida en el showThe Mentalist, parece describir lúcidamente este antiguo principio  de creación a través de la cohesión (la coincidencia es también la congruencia de nuestros actos).

El concepto de “glitches in the Matrix” o fallas en el sistema viene a la mente. Pero más que fallas tal vez sean transparencias (hendiduras en el velo de la diosa Maia). Quizás las sincronicidades sean los momentos en los que nos topamos con aquellas equivalencias originales, las correspondencias, un tanto desvaídas y caliginosas, que tejen este universo  —eminentemente mental— y que hacen que no se desintegre. “Como arriba es abajo”, reza el adagio hermético. Como adentro es afuera, podríamos decir hoy con la neurociencia. Son la cohesión de la ecuación. Equivalencias como vigas con las cuales se construye la realidad. Y las cuales nos llevan a coincidir, a unirnos y trascender la dualidad.

PASOS HACIA UNA CIENCIA DE LA SINCRONICIDAD (HACIENDO VISIBLE EL PEGAMENTO CÓSMICO)

Hasta aquí hemos visto que el universo en el que vivimos se nos suele presentar con una serie de coincidencias que desafían los límites ordinarios de la razón y de la realidad. Y que estas coincidencias parecen tener un contenido informativo importante para la persona que experimenta una sincronicidad. También hemos visto que es posible que estas sincronicidades sean relumbres del hilo con el que se tejió el mismo universo. Cifras de un origen colectivo, de una maraña inextricable, de una coeternidad que aún rezuma detrás de la persistente ilusión del tiempo. Ahora veamos, desde una perspectiva moderna, qué fuerzas pueden estar en juego para que se genere una sincronicidad y consideremos algunas alternativas para entender y asimilar este entrañable fenómeno.

Entrelazamiento Cuántico

Uno de los aspectos más extraños de la física cuántica es el entrelazamiento que se da entre partículas subatómicas. Dos fotones, por ejemplo, pueden compartir una misma existencia no obstante lo lejos que estén entre sí, como si estuvieran unidos por un cordón umbilical invisible o una onda que, en teoría, se puede propagar por todo el universo. Esto se refleja en que un intercambio de información entre dos partículas entrelazadas sucede de manera instantánea no obstante que estén a una distancia casi infinita (algo que se ha comprobado, dejando perplejos a físicos como Einstein, en numerosas ocasiones). Esta propiedad de la materia subatómica quizás pueda extrapolarse al mundo macroscópico: sería una explicación plausible de la telepatía y de las sincronicidades que comparten más de una persona o de las que se tienen con algún objeto distante.

Resonancia Mórfica

La teoría de la resonancia mórfica y de los campos morfogenéticos desarrollada por el biólogo Rupert Sheldrake sugiere que las especies biológicas comparten campos de información que no solo se transmiten genéticamente, sino que existen, como una memoria inmaterial, en la naturaleza. Podemos sintonizar estos campos de información como si fueran frecuencias de radio abiertas en el cuadrante del planeta. Sheldarke considera que lo que determina la fuerza con la que se transmite una señal es su nivel de repetición dentro de una especie. Esto es, aquello que ha sucedido una vez tiene mayor posibilidad de volver a suceder, pero esto abarca todo los fenómenos de la existencia humana: el que yo haya pensado en que la resonancia mórfica es una de las posibles explicaciones para la sincronicidad, ya que postula que nuestras mentes están almacenadas en una nube de computación interplanetaria, hace más posible que alguien piense esto, aunque jamás haya tenido contacto conmigo. Evidentemente existe una relación entre el concepto de inconsciente colectivo de Jung y los campos morfogenéticos de Sheldrake. Pero también las sincronicidades podrían ser resonancias mórficas, momentos en los que sintonizamos con mayor intensidad las mentes de otras personas o la mente global. De ser cierta la teoría de Sheldrake, permanentemente estaríamos viviendo sincronicidades y comunicación telepática, acaso sin notarlo conscientemente.

De manera resonante al campo mórfico de información de Sheldrake existe en la filosofía hindú el concepto de Akasha, una especie  de registro o biblioteca cósmica que almacena toda la información del universo.  Akasha, que significa éter, estaría, como el Internet, distribuido uniformemente por todo el espacio, de tal forma que en cada parte uno se puede conectar con el todo (con toda la Red).

Es posible que los eventos de sincronicidad estén determinados por un factor de resonancia. Quizás nuestra conexión con cierta información y ciertas personas ocurre cuando vibramos a la misma frecuencia. Según la Dra. Amy Lanksy, las personas que dicen tener habilidades psicoquinéticas describen su experiencia como una “sensación de resonancia con esos objetos” (los objetos que mueven).

Algo similar ocurre con la homeopatía, una controversial rama de la medicina que básicamente sostiene curar a través de sustancias que generan los mismos efectos que la enfermedad, es decir, que resuenan o vibran en la misma frecuencia de esa enfermedad. Curiosamente algunas de las medicinas usadas en la homeopatía no contienen casi nada de la sustancia original de la cual buscaban imitar sus efectos, solamente resuenan en la misma frecuencia. La sincronicidad podría ser una especie de “homeopatía semántica”, información resonante.

Esta resonancia de nuevo nos remite a la explicación inicial de Jung de la sincronicidad como algo que hace manifiesto la unidad subyacente. Al resonar con algo en cierta forma nos convertimos en ese algo, ya que habitamos en la misma frecuencia, una co-vibración del ser que es más profunda que nuestra personalidad temporal o nuestro ego.

Abro el libro Ka de Calasso y encuentro la siguiente frase: «”Uno se convierte en aquello que piensa, he aquí el eterno enigma”, según dicen los textos [védicos]. Quien conoce se transforma. No es pleno conocimiento aquel que no hace que uno se convierta en aquello en que piensa».

Si te pienso, ¿soy tú?

Si conocemos a alguien o algo, entonces tal vez somos ese alguien o ese algo y por lo tanto podemos experimentar lo que viven, aunque estemos aparentemente separados

Retrocausalidad

Científicos han descubierto que la información también puede fluir del futuro hacia el presente (se puede ver el caso del porno que viaja en el tiempo, del investigador de la Universidad de Cornell, Daryl Bem). Aunque esta afectación del presente por algo que sucede en el futuro, o retrocausalidad, solo ha sido observada a una escala de milésimas de segundo, quizás podría indicar que los eventos supuestamente sincrónicos que experimentamos son en realidad transmisiones del futuro. Por ejemplo, soñar con una persona que nunca habíamos visto y luego verla, podría explicarse si lo que sucede es que ver a esa persona en el futuro es lo que causó el sueño. Como le dijo la Reina Roja a Alicia: “es una pobre memoria la que solo funciona hacia atrás”.

La materia oscura

De la misma forma que la materia invisible [la materia oscura comprende la mayor parte del cosmos] domina la evolución física del universo, el componente invisible de la psique —el inconsciente— domina la evolución psicológica. Sin embargo, el componente consciente de la psique juega un papel crítico, ya que el inconsciente muchas veces reacciona a él. Aunque nuestro interés en la conciencia del ego visible nos ha consumido, la psicología profunda claramente  nos ha mostrado que el aspecto oscuro e invisible de la psique —el inconsciente3 despliega una profunda sabiduría dirigiendo nuestra evolución.  Victor Mansfield, _Synchronicity, Science, and Soul-Making_

LEY DE LA ATRACCIÓN/GRAVEDAD

La ley de la atracción es un concepto metafísico que postula que lo similar atrae a lo similar y que ciertos pensamientos generan una respuesta del mundo objetivo. La ciencia considera que esto no tiene ninguna validez. Sin embargo, la “atracción”, podría ser una manifestación en un plano psíquico de la ley de la gravedad, la fuerza física invisible que ejercen los cuerpos en el universo atrayendo hacia sí otros cuerpos según su masa y su cercanía. ¿Gravitamos también hacia ciertas situaciones y haca ciertas personas? Navegaciones co-incidentes en un universo de correspondencias, de espejos que se abren y se llaman.

El Plan, el Patrón, el Destino

Algunas personas cree que el existe un plan divino en el universo, que éste ha sido programado por alguna entidad extraterrestre o inteligencia cósmica. Por momento podemos desviarnos de un camino trazado, magnético como el Punto Omega de Teilhard de Chardin, el Objeto Transdimensional de Terence Mckenna que nos “llama desde el fin de la historia” y por supuesto el Apocalipsis y el Rapto de la Biblia. Nos llamamos a nosotros mismos desde allende las estrellas, alguien podría decir. Todo está escrito y en palabras de Bob Marley: “We got to fulfill the Book”. Evidentmente esta es una visión no científica, aunque algunas escuelas de pensamiento científico consideran que es posible que el universo sea determinístico, que esté ya inexorablemente predeterminado por las leyes de la física –leyes que podrían en algunos aspectos mantenerse desconocidas.  La sincronicidad podría ser el ritmo que seguimos cuando seguimos este plan divino o evolutivo. Una alineación con el flujo que tiene preparado el universo (la parte transpersonal del ser) para nosotros.

Apofenia

La apofenia consiste en ver patrones y conexiones en sucesos aleatorios y es una de las formas en las que la ciencia explica la sincronicidad. Una enfermiza y paranoica concatenación de datos y eventos que no tienen una relación causal más que en la mente de quien los conecta. Algo similar a la pareidolia, donde vemos en la naturealza proyecciones de nuestra mente:como el rostro de Jesus en el ano de un perro o un dragón en las estrellas. Nos hemos arrojado ya bastante hondo en el agujero del conejo para regresar ahora, pero vale la pena también considerar esta posibilidad. Y, claro, decir aquí que evidentemente estamos locos.

SINCRONICIDAD: CUANDO ADENTRO ESTÁ AFUERA

Para concluir este tour por el mundo mágico y misterioso de la sincronicidad, queremos sacar la mente del cuerpo y distribuirla por el mundo, hasta que los sueños se materialicen. Jung entendió que:

La física ha demostrado que en el ámbito de las magnitudes atómicas la realidad objetiva presupone un observador,  y que solo bajo esta condición es posible un esquema satisfactorio de explicación. Esto significa que un elemento subjetivo se adhiere a la perspectiva del mundo del físico, y también que necesariamente existe una conexión entre la psique y el continuum del espacio-tiempo objetivo.  Estos descubrimientos no solo ayudan a la física a zafarse de los amarres de su mundo materialista, confirman lo que yo había reconocido intuitivamente, que la materia y la conciencia, lejos de operar independientemente la una de la otra, de hecho, están interconectadas de manera esencial, funcionando como aspectos complementarios de la realidad unificada.

Terence Mckenna, quien en varios aspectos continuó el trabajo de Jung, señala por su parte:

Una forma de pensar en esto es suponer que el mundo despierto y el mundo del sueño se han empezado a fusionar de tal forma que en cierto sentido aquellos críticos del fenómeno OVNI que decían que los platillos voladores eran alucinaciones estaban en lo correcto, en tanto que las leyes que operan en los sueños, las leyes que operan en el hiperespacio, pueden en ocasiones operar en el espacio tridimensional cuando la barrera entre ambos modos se debilita.

En el sitio FusionAnomaly.net encontramos esta definición:

La sincronicidad es la percepción consciente en una línea de tiempo fisiólogica de la manifestación simultánea del universo multidimensional. Es reconocer que todas las cosas son UNA sola cosa vista desde diferentes perspectivas. Mientras aumenta  la vibración resonante básica del sistema, la sincronicidad se vuelve más fácil de percibir dentro de la realidad experiencial. La sincronicidad  es también un reflejo de lo que crees que tu realidad es.

Aeolus Kephas escribió en su ensayo Escritores del Cielo en Hades:

Existe un juramento mágico muy conocido que dice “Prometo lidiar con todo fenómeno como si fuera un trato particular entre Dios y mi alma”. Basado en la creencia metafísica de que el Universo es “un espejo mágico” que constantemente refleja las condiciones internas de nuestras almas, este juramento también resume los postulados de la psicología existencial, como fueron encapsulados en la frase de Carl Jung: “Cuando un proceso interno no puede ser integrado, usualmente se proyecta hacia el exterior”.

 

Esto nos acerca, ya para terminar, a un aspecto práctico de la sincronicidad, la cual puede convertirse en una filosofía de vida. En un camino existencial donde los señalamientos son las sincronicidades (lo que los antiguos llamaban “la voz de la naturaleza”).  No debemos de considerar que toda sincronicidad es algo positivo —lo mismo pueden haber sincronicidades negativas—, pero sí que siempre nos están comunicando algo, que son una interfaz entre el universo y nuestra psique —en un posible proceso de disolverse en el universo. Aprendemos que la sincronicidad es una forma elegante y lúdica a través de la cual nuestro inconsciente logra salir al mundo y decirnos algo que de otra manera no podríamos escuchar y que tiene una secreta importancia para lo más profundo de nuestro ser. Es nuestra labor decodificar ese mensaje. Y si lo hacemos podremos sincronizarnos con nuestra individualidad en su máxima expresión, aquella que se desdobla de la totalidad, del espíritu. Estaremos, entonces, moviéndonos dentro del Tao.

http://pijamasurf.com/

¿Nos sientan bien los elogios?. Jenny Moix Queraltó.

Aceptar los cumplidos no resulta sencillo: exige grandes dosis de humildad, evitar caer en

la tentación vanidosa y saber distinguir entre los interesados o tóxicos y los verdaderamente sinceros.

Un elogio sincero es un termómetro de cómo nos ven desde fuera. Ferran Ramon-Cortés.

Los elogios tienen peligro: creerse que uno se ha vuelto infalible y vuela por encima del bien y el mal. Hay que relativizarlos. Javier F. Maroto

En un rincón de su estudio, una chincheta sujetaba en la pared tres corazones de cartulina. Cada uno de ellos contenía un mensaje escrito con un grueso rotulador rosa: “Bonita sonrisa”,“Entusiasta” y “Divertida”. Cuando los ojos de María se cruzaban con esos corazones, se detenían un instante para sentir ese aire cálido que le dejaban dentro. Provenían de un taller de autoestima en el que había participado tres años atrás. Concretamente, de un ejercicio en el que los participantes anotaban en un corazón alguna característica positiva del resto de compañeros. De tal manera que cada uno recibía corazones anónimos con sus bondades.

A María ese ejercicio le había sentado estupendamente. De hecho, la caricia emocional y el empuje que notó en su día todavía resurgían al releer esas palabras rosas. ¿A todos los participantes les sentó igual de bien? Probablemente no, pues en este tipo de ejercicios las ­reacciones suelen ser muy diversas. A diferencia de nuestra protagonista, algunas personas no digieren bien las alabanzas. No les entran. Por sus neuronas pueden circular ideas como: “Lo han dicho porque tocaba”. Si nuestra autoestima está dañada, las palabras bonitas, por muy sinceras que sean, caen en saco roto. Existen personas valiosísimas que se sienten infinitesimales. Por mucho que las intentes animar exponiéndoles sus puntos fuertes, las palabras se resquebrajan cuando llegan a su cerebro. Los psicólogos experimentamos a menudo la aguda sensación de inutilidad al intentar y no conseguir transmitir su valía a una persona. Les prestarías tus ojos para que se vieran a través de ellos.

Rehusamos los elogios cuando creemos que no somos dignos de ellos. Pero este es solo un motivo. A veces, el rechazo del piropo es una maniobra inconsciente de nuestro ego. “No, no es cierto”, respondemos, deseando, con un fervor no reconocido por nuestra conciencia, que nos lo repitany, si puede ser, lo agranden aún más. Tal como sugiere François de la Rochefoucauld,“rechazar una alabanza es desearla el doble”. En otras ocasiones no reaccionamos nosotros, sino nuestro cuerpo. Enrojecemos y hundimos la cabeza como si nos quisiéramos fundir en el ambiente. Rabindranath Tagore lo describe con sutileza: “Me avergüenza la alabanza porque me satisface en secreto”.

No aceptar los aplausos se ha vuelto casi una cuestión de educación. Con su aceptación podríamos estar sugiriendo que creemos merecerlos. Y eso, paradójicamente, en esta sociedad no está bien visto. Así que aunque pensemos que nuestro trabajo está bien, si alguien nos lo confirma, lo suyo es ponernos el traje de la falsa modestia y seguir las varias alternativas que nos sugiere el protocolo. La primera consiste en empequeñecer nuestro trabajo: “No, no es para tanto, era fácil”. La segunda, en rebotar el elogio: “Lo que está realmente bien es lo que has hecho tú”. La lista puede expandirse hasta la orilla de nuestra creatividad. Las retorcidas reglas sociales apuntan que lo correcto es no aceptarlos.

Las normas de educación teóricamente están pensadas para hacer sentir cómodo a nuestro interlocutor. ¿El rechazo del elogio es bien recibido? La respuesta ya la sabemos porque a todos alguna vez nos han troceado en mil pedazos algo franco y bonito que hemos expresado. No es una sensación cómoda. Es como un menosprecio a nuestro punto de vista. Elogiar sinceramente es dar nuestra opinión; si no se acepta, parece que nos sugieran que no es válida. O que alberga una intención oculta. Y entonces nos viene a la cabeza algo así: “Se piensa que le estoy diciendo esto para conseguir algo”. Y puede resultarnos desde irritante hasta ofensivo.

Aunque aceptar elogios nos parece propio de personas vanidosas, en el fondo es señal de humildad. Las inseguridades pululan en el interior de todos los humanos. Es una de nuestras señas de identidad. Preparas un pastel, lo pruebas y está exquisito, pero… ¿les gustará a los amigos que vienen a cenar? Esos titubeos siempre tintinean dentro de nuestras cabezas.

Justamente porque somos humanos y las inseguridades se apropian de nosotros, si alguien nos dice: “Qué rico está el pastel”, lo recibimos como un auténtico bálsamo. Necesitamos y debemos aceptar los elogios justamente porque somos humanos. La aceptación de un elogio es una muestra de humildad, con ella estamos diciendo que lo necesitamos. La arrogancia sería actuar como si no los requiriéramos porque la seguridad en nosotros mismos es total.

Ilustración Anna Parini

Un ejemplo. Debemos seleccionar un candidato para un puesto de trabajo. Leemos los currículos de los dos que se han presentado. Ambos excelentes. Así que felicitamos tanto al candidato A como al B. El candidato A nos contesta: “La verdad es que he tenido mucha suerte a lo largo de mi carrera”, y el B:“¡Gracias de verdad! No me ha resultado fácil, estos últimos años me he tenido que esforzar mucho”. ¿A quién le daríamos el puesto?

Años atrás vino a mi despacho un alumno a revisar la nota de un examen. Había obtenido un 4,5 y quería que lo aprobara. Le comenté que era imposible. La asignatura se aprobaba con un 5 y no podía hacer excepciones. Y me soltó:“¡Jenny, tú que eres tan simpática!”. Ahora lo recuerdo y sonrío. La intencionalidad del elogio era tan evidente que incluso me conmueve pensar en su inocencia si creyó que yo podría sucumbir. Existen elogios manipuladores. Algunos, como este caso, son más evidentes, otros andan camuflados.

¿Cómo desenmascarar a los camuflados, cómo distinguirlos de los auténticos? Difícil. Las investigaciones sobre cómo detectar engaños no arrojan resultados contundentes, ni conectando a una persona a un gran aparataje para descubrir sus mentiras somos capaces de acertar. Podríamos pensar que el camino es seguir lo que nos dice el corazón, pero incluso él se despista a menudo. Quizá la cuestión no sea diferenciar los elogios auténticos de los que no lo son, sinofijarnos adónde nos llevan. Supongamos que después de masajearnos el ego, explicándonos lo bien que lo hacemos todo, nos piden que realicemos un proyecto y lo aceptamos. Aquí lo importante no es tanto si el elogio era real o falso, sino si realmente nos apetecía realizar el trabajo.

A veces los elogios pasan de bálsamo a convertirse en droga dura. No podemos vivir sin ellos. Y entonces caemos en la trampa mortal de olvidarnos de lo que realmente nos gusta para ir hacia la búsqueda descontrolada de nuestra dosis. El ritmo de la sociedad industrializada nos ha traído elogios homogeneizados e instantáneos: los “me gusta” de Facebook son un buen ejemplo. Se debería realizar algún estudio científico para comprobar qué satisface más, si degustar una buena paella o los “me gusta” que se pueden conseguir colgando su foto en la Red. Creo que los resultados indicarían que algunas personas se decantan por la recompensa cibernética.

Conversando con una alumna, me confesaba que a ella le costaba horrores elogiar a los demás. No estoy hablando de una chica fría y desalmada, sino todo lo contrario. Le pregunté si el motivo era que no encontraba nada para ensalzar. “No es eso, de hecho encuentro muchas cosas dignas de admiración, pero no me atrevo a expresarlo. A veces, lo único que consigo es elogiar indirectamente, como en broma”. Al expresarnos sinceramente, nos mostramos, nos exponemos, pero la alternativa, cerrarnos, impide crear sólidos hilos de unión.

No todos los elogios sientan igual. Los hay que saben a interés y resultan más bien tóxicos. Otros huelen a formulismo y nos dejan impasibles. Los que realmente nos nutren son los que salen del alma. En particular, nos gustan los concretos, no es lo mismo “buen trabajo” que “me gusta cómo está redactado tu trabajo, los esquemas que empleas y la presentación”. Las especificaciones lo convierten en más real y nos ayudan verdaderamente a mejorar. Si decimos las cosas en el momento en que se “tienen que decir”, parece demasiado protocolario. Un amigo nos enseña su piso, el “qué bonito es” en el mismo momento puede parecer porque toca. Si se lo repetimos al día siguiente por teléfono, la verosimilitud de nuestra opinión se multiplica. Son detalles esenciales que a menudo olvidamos.

Si el simple aleteo de una mariposa puede provocar un tsunami al otro lado del mundo, ¿qué pasaría si hoy todos nos pusiéramos de acuerdo en regalar elogios sinceros?

Para conectarnos

Libros

‘La química de las relaciones’. Ferran Ramon-Cortés (Planeta, 2013)

Una fábula.

Estaba un cuervo posado en un árbol y tenía en el pico un trozo de queso. Atraído por el aroma, un zorro que pasaba por ahí le dijo:

“¡Buenos días, señor Cuervo! ¡Qué bello plumaje tienes! Si el canto corresponde a la pluma, tú tienes que ser el Ave Fénix”.

Al oír esto el cuervo, se sintió muy halagado y lleno de gozo, y para hacer alarde de su magnífica voz abrió el pico para cantar, y así dejo caer el queso. El zorro rápidamente lo tomó en el aire y le dijo:

 

“Aprenda, señor Cuervo, que el adulador vive siempre a costa del que lo escucha y presta atención a sus dichos; la lección es provechosa, bien vale un queso”.

http://blocjoanpi.blogspot.com.es/2015/07/nos-sientan-bien-los-elogios-jenny-moix.html

¿Quiénes construyeron una red de subterráneos en el subsuelo americano?

En su obra “La Maldición de Yig“, H.P Lovecraft relaciona a su dios serpiente Yig con la deidad de la mitología americana Quetzalcóatl. Lovecraft era un amante de la mitología y para crear sus misteriosos hombres serpiente seguramente se inspiró en dichos mitos. Tal vez civilizaciones como las de los indios hopi, los indios anasazi, los toltecas, los olmecas, los mayas, unos misteriosos seres barbudos de raza semita, Imagen 4etc… estuvieron relacionados de alguna manera, sea de manera pacífica o de manera violenta. Una civilización desconocida construyó un sistema habitable de subterráneos en el subsuelo americano. Los indios hopi, asentados en el estado norteamericano de Arizona, y que afirman proceder de un continente desaparecido en lo que hoy es el océano Pacífico, tal vez Mu, recuerdan que sus antepasados fueron instruidos y ayudados por unos seres que se desplazaban en escudos voladores, y que les enseñaron la técnica de la construcción de túneles y de instalaciones subterráneas. Muchas otras leyendas y tradiciones indígenas del continente americano hablan de la existencia de redes de comunicación y de ciudades subterráneas.  Existe una nutrida literatura y suficientes investigadores que mantienen la hipótesis de que debajo de la superficie de nuestro planeta habitan seres inteligentes desconocidos por nosotros.  Existen diversas hipótesis acerca de la posibilidad de que inteligencias procedentes de fuera de nuestro planeta posean puntos de apoyo subterráneos o subacuáticos en el planeta Tierra.  Las posibilidades de conectar con este mundo subterráneo aflora en muchas narraciones de los indios del Norte, del Centro y del Sur de América, que han sido recogidas desde la época de la conquista hasta nuestros días.  Los indios hopi afirman que sus antepasados proceden de unas tierras hundidas en un pasado remoto en lo que hoy es el océano Pacífico. Y que quienes les ayudaron en su éxodo hacia el continente Americano fueron unos seres de apariencia humana que dominaban la técnica del vuelo y la de la construcción de túneles e instalaciones subterráneas.  Los indios Hopi pertenecen al grupo de antiguos habitantes de la meseta central de los Estados Unidos. Sus costumbres y tradiciones se adentran en lo más  profundo de la prehistoria. Pero su tierra natal no es su actual emplazamiento, sino que está situada en un lejano territorio que los Hopi llamaban Kasskara. Allí fueron víctimas de guerras y cataclismos que a punto estuvieron de exterminar a toda su raza.

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Kasskara era el nombre de un gran continente situado donde hoy se encuentra el Océano Pacífico. Dice la tradición que América del Sur todavía no existía por hallarse aún bajo las aguas, pero sí había un lugar llamado “País del Este”, tal vez la Atlántida, cuyos habitantes tenían el mismo origen. Y serían aquellos habitantes del Este los primeros en desobedecer las leyes del Creador, Dayowa, entablando guerras contra los pueblos situados aún más al Este. Aquellos belicosos moradores del país del Este también quisieron conquistar Kasskara y utilizaron para ello potentes armas, que recuerdan las que se detallan en el Mahabhárata, texto épico-mitológico de la India.. En el primer mundo los hombres se relacionaban con unos seres “altos, respetados, sabios”, a los que llamaban katchinas. Eran seres visibles, de forma humana, procedentes de un sistema estelar formado por doce planetas y muy alejado de la Tierra. Se desplazaban en lo que los hopi describían como escudos volantes o pájaros tronantes, y dominaban el arte de cortar y transportar enormes bloques de piedra, así como de construir túneles e instalaciones subterráneas, lo que explicaría la gran red de túneles que se han encontrado en toda América. Al ser atacada Kasskara, la tierra tembló bajo el impacto de grandes explosiones, pero los katchinas colocaron un escudo para proteger a unos cuantos elegidos, que seleccionaron para vivir en el siguiente mundo. El País del Este y Kasskara se hundieron bajo las aguas. Los katchinas trasladaron a los elegidos a nuevas tierras, mientras que otros se salvaron a bordo de embarcaciones y hubieron de recorrer gran número de islas. Un día los katchinas les dejaron, regresaron a las estrellas y así terminó el tercer mundo. Los primeros katchinas se estima que llegaron hace unos ochenta mil años y erigieron una ciudad a orillas del lago Titicaca, a la que llamaron Tautoma, “la tocada por el brazo del Sol”, hoy conocida por Tiahuanaco. La cordillera andina se había desnivelado por causa de un cataclismo anterior. La antigua ciudad de Tiahuanaco fue en aquel tiempo un gran puerto de mar y una gran ciudad. Más tarde, por un nuevo cataclismo, Tiahuanaco se vio alzada y luego sumergida, lo que produjo la diáspora. Los hopi descienden de los que se dirigieron hacia el norte y entre sus recuerdos más antiguos está el obstáculo insalvable de una inmensa pared de hielo, que les obligó a retroceder. Seguramente era antes de que finalizase la última era glacial.  Diversos clanes decidieron construir una gran ciudad, a la que dieron el nombre de “Ciudad Roja”, que los hopi identifican con la ciudad maya de Palenque.

Para  el investigador británico James Churchward ese país de Kasskara era el “país de Mu”. Investigando por todo el mundo acerca del continente perdido de Mu, Churchward llegó a la conclusión de que se habría extendido desde el Norte de las Islas Hawaii, hacia las Islas Fidji y Pascua en el Sur. Probablemente lo más asombroso de todo es el hecho de que los polinesios, que habían estado aislados del resto del mundo por más de 12.000 años, tienen tradiciones idénticas al relato bíblico de la creación. De acuerdo con la tradición hopi, la historia de la Humanidad está dividida en períodos que ellos denominan mundos, los cuales están separados entre sí por terribles catástrofes naturales. El primer mundo sucumbió por el fuego, el segundo por el hielo y el tercero por el agua. Nuestro actual mundo, que es el cuarto según sus profecías, está tocando a su fin, y dará paso a un nuevo mundo en un futuro no muy lejano. En total, la Humanidad deberá recorrer siete periodos o mundos. De los katchinas aprendieron a observar las estrellas, cortar raíces, aplicar leyes y una larga lista más de actividades. Se multiplicaron como pueblo, y de ellos surgieron nuevos clanes y naciones que se extendieron por toda América. Los katchinas ayudaron a los elegidos a trasladarse a nuevas tierras. Este hecho marcó el fin del tercer mundo y el comienzo del cuarto. La población, de acuerdo con el recuerdo tradicional de los hopi, llegó a la nueva tierra por caminos diferentes. Los seleccionados para recorrerla, inspeccionarla y prepararla, fueron llevados allí por aire, a bordo de los escudos volantes de los katchinas. El resto de la población tuvo que salvar la enorme distancia a bordo de barcas. Es preciso aclarar que, desde el primer mundo, los humanos estaban en contacto con los katchinas. Se trataba de seres visibles, de apariencia humana, que nunca fueron tomados por dioses, sino solamente como seres de conocimientos y potencial superiores a los del ser humano. Eran capaces de trasladarse por el aire a velocidades gigantescas, y de aterrizar en cualquier lugar. Dado que se trataba de seres corpóreos, precisaban para estos desplazamientos unos artefactos voladores que recibían diversos nombres. Hoy en día los katchinas ya no existen en la Tierra. Un día los katchinas les dejaron, regresaron a las estrellas y los pueblos olvidaron las enseñanzas de sus maestros. Los hopi, como fieles seguidores de las tradiciones de sus antecesores, continúan esperando el regreso de sus maestros para cuando termine el mundo actual.

A la espera de este ansiado regreso, los hopi han venido fabricando rigurosamente, con el mismo diseño generación tras generación, unas máscaras y muñecos que al igual que sus maestros llaman katchinas. Estos muñecos portan extrañas indumentarias y cascos, así como representaciones de animales con una fuerte connotación simbólica, para resaltar el carácter individual de los verdaderos katchinas, o maestros, a quienes representan. También estos muñecos son una manera idónea para que los niños jueguen, no se asusten y reconozcan a los katchina cuando estos regresen de nuevo. Según los hopi, las primeras señales proféticas para que esto suceda, ya están apareciendo.  Tal como hemos indicado, los indios hopi han vivido en el desierto del norte de Arizona durante miles de años. Este paisaje árido era el lugar donde los dioses de los hopi les dirigieron para construir una serie de aldeas formadas por pueblos, lo que hoy llamaríamos complejos de apartamentos de piedra. Aquí los hopi lograron prosperar con sólo el cultivo de maíz, frijol y calabaza, con muy pocas precipitaciones y casi sin riego. Los Hopi construyeron lápidas de piedra. En ellas hay inscripciones alusivas a todo cuanto ocurrirá después de la próxima depuración. Esas lápidas anunciaron a los Hopi que primero llegarían gentes acompañadas de extraños animales tirando de cajas, o tal vez vagonetas, y que más tarde las cajas se moverían por sí solas (probablemente trenes y automóviles). Les dijeron también que se extendería un hilo plateado a través de la tierra. Leyeron también que verían telas de araña en el cielo a través de los cuales la gente podría hablar (seguramente líneas telefónicas), y que llegaría el momento en que el águila caminaría sobre la luna. Cuando el astronauta americano Neil Amstrong bajó de su nave espacial al suelo lunar y dijo: “El águila ha tomado tierra”, se cumplió la profecía Hopi. Predijeron también que llegaría la hora en que dos potencias sacudirían la Tierra por dos veces. El símbolo de una de ellas sería el Sol naciente (Japón), y el de la otra sería el signo de las cuatro direcciones (la esvástica alemana). En los dibujos rupestres de Oraibi, la colonia más antigua de los hopi en Arizona, se ve una mujer sentada en un escudo abombado hacia arriba, y debajo una flecha con plumas que significa “velocidad”.

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Al llegar al nuevo continente, los indios se multiplicaron, formaron tribus y se separaron en clanes. Algunos emigraron hacia el norte, entre ellos los antepasados de los hopi, quienes recibieron este nombre al llegar a Oraibi y ser aceptados allí. A su vez los hopi formaron nuevas tribus que se establecieron en la alta montaña y la selva virgen, de forma semejante a los aztecas e incas. La tradición hopi habla de la ciudad Palátquapi (tierra roja) que sus antepasados erigieron en Centroamérica y que figura como centro de las ciencias. Palátquapi tiene un edificio de tres plantas que servía para la enseñanza. Se llega a él por una escalinata en la que cada peldaño equivale a un grado más alto del saber. En la planta baja se aprende la historia de su pueblo, en la primera Historia Natural, incluida la composición de las materias (química) y el respeto a la naturaleza, reverenciada en las ceremonias hopi junto con el poder del ser deifico. Una de las más intrigantes leyendas hopi implica a la Gente Hormiga, que fueron cruciales dos veces para la supervivencia de los hopi. El llamado Primer Mundo fue aparentemente destruido por algún tipo de vulcanismo o por el impacto de un asteroide. El Segundo Mundo fue destruido por los glaciares de la edad de hielo o por una inversión de los polos. Durante estos dos cataclismos, los miembros de la tribu hopi fueron guiados por una nube de extraña forma durante el día y una estrella en movimiento por la noche que los llevó ante el dios del cielo dios llamado Sotuknang, que finalmente los condujo hasta la Gente Hormiga, que escoltó a los Hopi a cuevas subterráneas donde encontraron refugio y sustento. En esta leyenda, laGente Hormiga es retratada como gente generosa y trabajadora, que alimentaban a los hopi cuando los suministros escaseaban, y les enseñaban las ventajas del almacenamiento de los alimentos. Como sabemos, en invierno las hormigas permanecen en las profundidades de sus pequeñas colinas subterráneas. Estas estructuras son similares en la forma a las kivas Hopi, que son cámaras subterráneas para la oración comunitaria. Casualmente la palabra sánscrita  ki significa “hormiguero” y va significa “morada”. Cada febrero los hopi realizan dentro de sus kivas la Danza de los frijoles, llamada Powamu. Durante este tiempo, los fuegos se mantienen ardiendo continuamente, convirtiendo estas estructuras en cálidas casas.

El ritual conmemora un momento en que la Gente Hormiga enseñó a los hopi cómo hacer germinar los granos dentro de las cavernas para poder sobrevivir. Es interesante notar que el dios del cielo babilónico fue llamado Anu. La palabra hopi para “hormiga” es también anu , y la raíz de la palabra hopi naki significa “amigos.” Por lo tanto, los Anu-Naki de los hopi, o “amigos de hormigas”, podrían haber sido los mismos que los sumerios Anunnaki, los seres que una vez llegaron a la Tierra desde los cielos. La Gente Hormiga puede también haber estado en el antiguo Egipto. Akenatón, el faraón de la 18ª dinastía, que gobernó de 1351 a 1334 antes de Cristo, se muestra en algunas representaciones con un cráneo alargado como la forma de la cabeza de una hormiga. Sus ojos almendrados y el cuello son como los de la hormiga, y también la serpiente o el buitre en sus Uraeus asemejan a las mandíbulas de la hormiga. El uræus, o ureus, es una representación de la diosa Uadyet. La imagen del uræus constituyó el emblema protector preferente de muchos faraones, quienes eran los únicos que podían portarlo como atributo distintivo de la realeza. El uræus tenía forma de cobra y, algunas veces, portaba la corona Roja del Bajo Egipto y la corona Blanca del Alto Egipto. La diosa cobra Uadyet, solía figurar junto a la diosa buitre Nejbet, como representantes del Alto y Bajo Egipto. Asimismo, Akenatón tiene brazos y piernas delgados como los de la hormiga, y su parte superior del cuerpo se parece al tórax de la hormiga, mientras que la parte inferior refleja el abdomen de la hormiga. El tipo de cuerpo de Akenatón puede ser comparado específicamente a la Hormiga Faraón (Momomorium pharaonis), que se originó en África occidental. También tiene una cabeza alargada, el cuerpo de un color amarillo a marrón rojizo, y un abdomen más oscuro, con un aguijón. Quizás es más que una coincidencia que la palabra egipcia sahu signifique “estrellas de Orión”, mientras que la palabra hopi sohu significa “estrella”, las más importante de las cuales son las de la constelación de Orión.

Cuenta una leyenda hopi que hace cientos de años tomaron la decisión de escindirse de otro grupo mayor por no aprobar su violencia. Muchos historiadores creen que este pueblo se llamaba Anasazi. La de los anasazi fue una de las primeras culturas de la historia en utilizar viviendas de varias alturas. Aún sin conocer el metal y con grandes limitaciones técnicas, crearon sistemas de riego artificial, poseyeron avanzados estudios astronómicos y construyeron asentamientos que se convirtieron en ciudades. Era una civilización que florecía. El espacio ocupado por los bosques se iba reemplazando paulatinamente por cultivos y construcciones. A medida que el poder de los anasazi, crecía su consumo de recursos. Súbitamente, un mal día se inició un periodo de sequía que los chamanes decidieron apaciguar con rituales y sacrificios. Pero las súplicas nunca fueron escuchadas y las lluvias no llegaron. De la noche a la mañana se encontraron prisioneros dentro de grandes poblaciones. Sin agua ni comida, con los bosques más cercanos a muchos kilómetros de distancia, el paraíso se había transformado en un pedregal tallado en medio del desierto. Agotados los recursos, lo tuvieron que abandonar todo y buscar nuevos caminos, dejando tras de sí un misterioso tesoro arqueológico. Y al diseminarse, como si fuese una torre de Babel americana, nacieron muchos de los pueblos nativos americanos, los mismos indios nómadas que hicieron de la veneración a la madre naturaleza la razón de su existencia. Los anasazi fue un pueblo que desapareció repentinamente en el 1.300 d. C. Tenemos conocimiento sobre los indios anasazi gracias a las construcciones de esta cultura que se conservan. Los anasazi, «ancianos» en idioma navajo, habitaron esta región durante más de mil años y desarrollaron una sofisticada sociedad, una compleja cosmología, extensas relaciones comerciales y grandes habilidades constructivas, pero aún no se sabe por qué en el siglo XIII abandonaron sus ciudades.  Esto recuerda al comportamiento de los mayas.

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El Parque Nacional de Mesa Verde reúne la mayor concentración de edificios anasazi. Entre ellos destaca el Cliff Palace, con cuatro pisos de altura. Algunas ruinas sólo pueden ser visitadas por pequeños grupos, y otras no son aptas para todo el mundo, ya que los anasazi construían a veces en lugares casi inaccesibles. El suroeste de Estados Unidos es la zona del país donde los distintos grupos de indios americanos han mantenido más su cultura, su lengua, sus tradiciones y su dignidad. Los navajos constituyen el pueblo más numeroso, con más de 250.000 miembros, lo que supone un milagro, teniendo en cuenta que hace 150 años fueron casi exterminados. Su reserva ocupa más de 60.000 kilómetros cuadrados al sur y al este del Gran Cañón. En medio de la reserva se hallan los hopis, con solo10.000 miembros, que poseen una compleja y fascinante cosmología aún viva. Más al sur hay reservas apaches, mientras que en Nuevo México están los indios pueblo, que se consideran descendientes de los anasazi. Mesa Verde, al sudoeste de Colorado, es una tierra de cañones escarpados y elevadas mesetas donde se asientan algunas de las ruinas prehistóricas más impresionantes de los Estados Unidos y uno de los mayores misterios de la arqueología norteamericana. Desde que estos pueblos abandonados fueron descubiertos a finales del siglo XIX, no han dejado de desconcertar a visitantes y arqueólogos. Todavía nadie ha podido explicar por qué los indios anasazi construyeron increíbles asentamientos en cañones escarpados, para luego abandonarlos unas décadas después, para no volver. En realidad no se sabe por qué esta avanzada civilización desapareció de repente. Muchos arqueólogos piensan que los antiguos anasazi tenían un lado oscuro, que se manifestó en forma de matanzas e incluso de canibalismo. Pero no se sabe si estos actos violentos explicarían su traslado a la zona de cañones escarpados. La mayoría de los arqueólogos piensa que se produjeron enfrentamientos. Tuvo que haber algún motivo que les obligo a tener que reiniciar su vida en esos lugares, y luego, alejarse. En aquellos cañones, con enormes precipicios, representaba un esfuerzo enorme construir aquellas poblaciones, un esfuerzo aparentemente solo justificable si estuvieran huyendo de algo.

En las excavaciones efectuadas se han obtenido cientos de piezas de cerámica, así como restos humanos y de animales mutilados.  Estos restos no encajan con una imagen de los anasazi como un pueblo pacífico. Parece evidente que no se marcharon pacíficamente. Este lugar, evidentemente, marco el final de un periodo para ellos. Según Archie Hansen, director del equipo de arqueólogos que trabajan en Mesa Verde: “Aquí encontramos restos de muerte y violencia”. En uno de estos asentamientos había tres kivas subterráneos, que eran centros en los que se reunía la comunidad anasazi. Y, según parece, se convirtieron en el escenario de horribles matanzas. Allí se han encontrado pruebas de violencia extrema y de canibalismo. Archie Hansen nos dice: “hay indicios claros de canibalismo, como el brillo en el fondo de las vasijas, las fracturas y los huesos totalmente rotos, la medula separada de los cuerpos, los cuerpos desarticulados, las marcas de cortes y abrasiones en los restos humanos idénticas a los restos de animales que fueron consumidos, la ausencia de cráneos, de vertebras, de manos, de pies…”. Así, según las investigaciones llevadas a cabo, la violencia y una probable guerra fue lo que llevo a los anasazi a huir a los cañones escarpados. Pero es muy probable que su enemigo no fuera otro que otros grupos de los propios anasazi.  El gran sudoeste de Norteamérica es un lugar de pueblos antiguos y de espíritus que todavía parecen rondar por los cañones y planicies.  Hace miles de años un pueblo ancestral estuvo allí y dejó huellas de  grandes ciudades, moradas en los riscos y cámaras ceremoniales llamadas kivas. Se trataba de los anasazi, y hay quienes aún creen que su espíritu sigue vivo en estas tierras.  A finales del siglo XIX un gran descubrimiento tuvo lugar en el cañón del Chaco, en Nuevo México. Se encontraron catorce esqueletos en una fosa común Aparentemente  fueron sacrificados en rituales secretos.

La región llamada “Las Cuatro esquinas“, conocida así por la confluencia de cuatro estados: Arizona, Utah, Colorado y Nuevo México, es para los indígenas la tierra de los anasazi. Se extinguieron hace mucho pero, según se dice, sus espíritus siguen teniendo una poderosa presencia. En 1897 un ranchero, en busca de ganado que se había alejado de un rebaño, realizó un hallazgo sorprendente. Se trataba de las antiguas moradas situadas en abruptos riscos, en Colorado.  Las espectaculares construcciones y objetos encontrados eran evidencia tangible de una civilización avanzada que había desaparecido. Más tarde se encontrarían otros restos en Utah y Arizona.  El 17 de octubre de 1897, cuando se buscaba una legendaria ciudad pérdida, se descubrió este mundo escondido y misterioso. Se encontraron construcciones que nunca se habían visto ni imaginado en este territorio, edificios sin cimientos de hasta cinco pisos de alto. Una de las estructuras en el centro arqueológico, que posteriormente sería llamado Pueblo Bonito, contiene más de 650 habitáculos. El cañón del Chaco es el lugar dónde se encuentran una docena de enormes complejos que incluyen más de 300 fosos perfectamente circulares. Las paredes están cubiertas de misteriosas pinturas e inscripciones. Nada hallado antes o después en Norteamérica se acerca en magnitud a lo hallado en el cañón del Chaco. Los arqueólogos se sorprendieron por la calidad y abundancia de piezas de cerámica,  así como por las armas, las herramientas y la joyería. Cada una de las piezas era una obra de arte. Pero también se descubrió algo macabro en el lugar. En un pequeño habitáculo se encontró una fosa común que contenía catorce esqueletos, todos ellos cubiertos con exquisitas joyas de turquesa. Uno de los cuerpos contenía más de 400 gemas semipreciosas, por lo que se cree que era el de un personaje de alto rango. Los otros trece son mujeres y la evidencia indica que no tuvieron una muerte natural. Ello recuerda a la tradición hindú del sati. La palabra sánscrita sati se refiere al rito o acto en el que una mujer se inmola en la pira funeraria del recién fallecido marido. Las crónicas de viajeros griegos, como Aristóbulo, Estrabo y Diódoros, son la principal evidencia de la existencia de este ritual en territorio indio a principios de la era cristiana. Si bien es cierto que no se tiene certeza de cuándo exactamente y quién originó el ritual, existe literatura histórica diversa que sitúa su apogeo a partir del siglo IV. La palabra se origina en la leyenda de la diosa Sati, esposa del dios Shiva en la mitología hinduista.

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Existen otras sepulturas en el cañón del Chaco, pero ninguna tan importante como la antes indicada. Pero todo ello plantea un gran interrogante. Hace 20 millones de años el cañón del Chaco era el centro de un gran mar. Pero al retirarse las aguas sólo quedó un desierto sin agua. Ello plantea el interrogante de cómo pudo florecer esta gran civilización y  por qué construirían sus ciudades en este lugar. Las paredes del cañón eran la fuente del material de piedra para las construcciones, pero no se sabe de dónde provenía la madera utilizada. Los arqueólogos estiman que la gran obra de ingeniería requirió el uso de madera de unos 250.000 árboles, pero en la actualidad el paisaje es totalmente desolado y sin árboles. Muestras de las vigas indican que la madera no era de los alrededores, sino de maderas que sólo se encuentran a distancias de más de 50 millas. Para el corte y tallado de la madera se cree que se utilizaron hachas de piedra. Sin embargo, se supone que el pueblo del Chaco no disponía de carretas o caballos para el transporte de la madera. Ello plantea el interrogante de cómo pudieron transportar la madera. Los arqueólogos sitúan a los anasazi entre los años 900 y 1250 de nuestra era. No hay duda de que los pobladores de estas estructuras desaparecieron hace tiempo y no sabemos qué pasó con ellos. Tal vez algún cataclismo los hizo abandonar la zona. Pero ello plantea otro interrogante: ¿A dónde fueron?

Para los amerindios una serpiente tiene poderes mágicos. En 1925 un fotógrafo tuvo la oportunidad de ser admitido en un asentamiento indio hopi en el norte de Arizona. Era una ocasión única de filmar algo que nunca antes había sido filmado. Ritos que han permanecido casi sin cambios desde tiempos inmemoriales. Los danzantes llevan serpientes venenosas vivas que fácilmente pueden morder con efectos mortales. Colocando las víboras en sus bocas los hopi afirman ser uno con la naturaleza. Una fila de danzantes representa al antílope, cuyo galope produce el sonido del trueno cuando atraviesa velozmente la planicie. Pero las nubes deben ser inducidas a dejar caer su lluvia. Y como las serpientes pasan su vida tan cerca de la tierra, sólo ellas tienen el poder de invocar el poder de la lluvia. La lluvia es la clave de varios de los misterios del cañón del Chaco. Los anasazi eran un pueblo nómada de cazadores y recolectores, pero hace mil años dejaron su trashumancia para comenzar a construir en este lugar seco y desolado, sin que se supieran las razones. Pero el misterio fue aparentemente resuelto gracias a una moderna técnica científica. Se trata de estudiar la cronología de los anillos concéntricos de los árboles usados para construir en el cañón del Chaco. Estos anillos revelan que hace unos mil años se produjo un cambio climático, que implicó el comienzo de una época de grandes lluvias. Antes los anasazi dependían de la caza y recolección de frutos. Pero ahora podían ser agricultores, cultivar maíz, calabaza, granos y disponer de una fuente de alimento fiable. Los antiguos moradores del cañón del Chaco comenzaron a construir sistemas de irrigación. Las herramientas eran primitivas pero construyeron a gran escala. Se decía que los antiguos construyeron un gran sistema de caminos, pero los arqueólogos sólo encontraron caminos angostos. Pero más tarde los científicos comenzaron a emplear técnicas de observación aérea. Y de pronto apareció una vasta red de vías difusa entre la vegetación y las arenas del cañón. Algunas eran tan anchas como una calle moderna, mientras que otras algunas terminaban sorprendentemente en las paredes casi verticales del cañón. Se realizaron otros hallazgos a cierta distancia del cañón. Pueblo Alto es de menor importancia que Pueblo Bonito pero dio nuevas evidencias de las denominadas “Grandes Casas“.

¿Quiénes construyeron una red de subterráneos en el subsuelo americano?

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Home Fenómeno OVNI ¿Qué ocurrió con el barco fantasma Mary Celeste? ¿Qué ocurrió con el barco fantasma Mary Celeste?

Hoy en ufopolis vamos a estudiar sucesos inexplicables relacionados con la desaparición de barcos en condiciones misteriosas. Habiendo estudiado en numerosas ocasiones el fenómeno de las teleportaciones, hoy vamos a centrarnos en unos sucesos que tienen una serie de características comunes a todas luces desconcertante: normalmente con mares en calma o situaciones meteorológicas no adversas, sin participación de ataques de otros países, normalmente sin señal de socorro por radio, sin balizas de socorro o bengalas visibles para otros barcos de la zona en unos incidentes con anomalías electromagnéticas. Quizá lo más interesante sea que en su descubrimiento se realizaría la recuperación de elementos del barco pero siempre sin la tripulación y que además son incidentes marcados por la falta de información gubernamental y por el hecho de que se producen en lugares reincidentes en donde vuelven a ocurrir una y otra vez eventos similares.

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Existen decenas de casos de apariciones de ovnis en alta mar

Siempre se ha hablado de un lugar del mundo en donde ocurren este tipo de eventos: el triángulo de las Bermudas, pero es mucho más frecuente que ocurran en otro lugar del mundo no tan conocido: elMar del Diablo, frente a Japón cerca de donde el año pasado desapareció el avión de Malasia. Una zona en donde, históricamente se han avistado las famosas “ruedas submarinas”, fluorescentes, no aplicables a organismos bioluminiscentes, y capaces de iluminar hasta un 80% del mar.

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Recreación del incidentes de las ruedas luminosas

Estos relatos han sido publicados en la publicación naval Marine Observer, con comentarios del profesor Kurt Kalle, de Hamburgo, antiguo miembro del Instituto Hidrográfico alemán y en él se describen incidentes como el del submarino USS Omar el 14 de Octubre de 1923 en donde estas ruedas llegaron a abarcar 30 yardas, es decir, casi 27 metros de diámetro. Pasaban entre 12 y 15 veces por minuto cerca del casco de la embarcación americana a una velocidad de 30 metros por segundo. Un suceso increíble.

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En muchos casos, los ovnis emergen a increíbles velocidades de lagos y océanos

Tanto como lo fue el descubrimiento, el 4 de diciembre de 1872 del buque Mary Celeste entre las Azores y Portugal. Su tripulación desapareció sin dejar rastro, no había señales de lucha y lo raro fue que el barco estaba totalmente aprovisionado con un suministro de seis meses de agua y comida. Al observar los cuadernos de bitácora, se descubrió que el ultimo registro del capitán fue del 24 de noviembre, y no mostraba ningún indicio de peligro. ¿Qué había pasado?

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El Mary Celeste, tal y como se encontró

La cabina del capitán Benjamin Briggs estaba completamente intacta. Según el equipo que abordó el barco, la tripulación “se dio mucha prisa en huir”, ya que las pipas de fumar y el tabaco aún estaban allí, pero ni rastro de ningún marinero. Solo un bote salvavidas había desaparecido, y tampoco pudo ser un acto de piratería porque el cargamento de 1.701 barriles de alcohol industrial estaba intacto. El hecho de que todas las explicaciones razonables hayan sido descartadas, ha dado pie a otro tipo de teorías alternativas. La realidad es que hoy en día el destino del Mary Celeste sigue siendo uno de los misterios más famosos y enigmáticos de la historia marítima.

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Recreación de un USO u OSNI, Objeto Submarino No identificado

A este respecto, el fallecido investigador Morris K. Jessup, que estuvo implicado en la investigación del experimento de Filadelfia, sugirió que la tripulación del Mary Celeste fue secuestrada por un OVNI en su libro The Case for the UFO publicado en 1955 y, de hecho, los escritores que han escrito acerca del Triángulo de las Bermudas suelen incluir entre las víctimas del fenómeno a la tripulación del Mary Celeste. Cuatro años después de la publicación de aquel libro, Morris J.Jessup fue encontrado muerto supuestamente tras suicidarse.

¿Quizá una contaminación de la comida que produjo severas alucinaciones y trastornos mentales que les llevaron a lanzarse por la borda? Lo cierto es que el capitán Oliver Deveau y otros miembros de la tripulación del Dei Gratia (barco que se encontró el Mary Celeste) consumieron la comida y el agua que encontraron a bordo del Mary Celeste y no enfermaron. A día de hoy el caso sigue sin resolverse, igual que en el caso del buque Carroll A. Deering. En la mañana del 31 de enero de 1921, la hermosa y enorme goleta de cinco mástiles fue encontrada varada en Diamond Shoals, Carolina del Norte. Abandonada y desértica, con todos sus once tripulantes desaparecidos, las circunstancias fueron tan extrañas como las del “Mary Celeste”, siendo uno de los grandes misterios marítimos sin resolver de todos los tiempos.

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La fragata Carol A. Deering se encontró en idénticas circunstancias

Sus velas estaban alzadas y la cocina mostraba evidencia de que la comida estaba a punto de ser preparada. Los efectos personales de los tripulantes habían desaparecido, junto con los equipos de navegación, libros de registro y botes salvavidas. El equipo y el diario de navegación estaban perdidos y había dos botes salvavidas a bordo sin tocar. Una investigación más profunda realizada por el gobierno de Estados Unidos descubrió que muchos otros barcos pesqueros de menor tamaño habían desaparecido bajo las mismas circunstancias por las mismas fechas en esa zona. Ni rastro de su tripulación.

¿Qué créeis que ocurre en este tipo de incidentes? ¿Qué haría que bregados marineros desaparecieran para siempre sin dejar rastro? ¿Tendría esto que ver con los incidentes acontecidos en el paso Dyatlov que estuvimos estudiando en ufopolis hace ya algunos meses? Os esperamos en los comentarios y os dejamos un vídeo con unos extraños incidentes en alta mar que a día de hoy tampoco ha podido ser resuelto, el caso Shag Harbour. Esperamos que el programa sea de su agrado.

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