El Caldero de Gundestrup es un antiguo recipiente de plata que fue descubierto hace ya más de un siglo en una turbera de Dinamarca. Este caldero es notable por ser la mayor pieza de plata de la Edad del Hierro europea. Por esta razón, los expertos han prestado gran atención a este antiguo objeto. Esto es especialmente cierto en relación con la alta calidad de su artesanía y su compleja iconografía, características que han alimentado el debate sobre el origen de esta pieza. En el presente, hay dos corrientes principales en este debate: una de ellas afirma que el caldero es de origen galo, mientras que según la otra es un recipiente de origen tracio.
El 28 de mayo de 1891, el Caldero de Gundestrup fue descubierto cuando se estaba procediendo a realizar una extracción de turba en Raevenose, pequeña turbera situada cerca de la población de Gundestrup, distrito de Aars, Himmerland, Jutlandia (Dinamarca). Cuando el Caldero de Gundestrup fue descubierto se encontraba desmontado, con cinco largas placas rectangulares, otras siete más cortas, una redondeada y dos elementos tubulares. Estas piezas fueron reconstruidas al año siguiente por el arqueólogo danés Sophus Müller, con lo que el caldero adoptó su reconocible aspecto actual.