Experimento en el LHCb que ha encontrado estos indicios – CERN
Hallan fuertes indicios de una partícula desconocida capaz de romper los esquemas de la Física
Los hallazgos más importantes realizados en el CERN (Organización Europea para la Investigación Nuclear) se anuncian primero en seminarios destinados a científicos y no en multitudinarias ruedas de prensa. Así ocurrió por ejemplo cuando se descubrió el bosón de Higgs o «partícula de Dios». Y no es para menos: esta partícula completó por fin el Modelo Estándar de la Física, el marco teórico con el que se explica el comportamiento del Universo a través de cuatro fuerzas o interacciones fundamentales y de un puñado de partículas. Pero también se convocó uno de estos seminarios cuando los análisis sugirieron la existencia de una nueva partícula que en realidad era una decepción.
Se celebró otro de estos seminarios en el CERN. Los científicos han sido tan cautelosos como siempre, y han dejado claro que serán necesarias más observaciones para confirmarlo. Pero los investigadores de uno de los experimentos del Gran Colisionador de Partículas (LHC), el LHCb, han anunciado el hallazgo de fuertes evidencias de la existencia de una discrepancia con el Modelo Estándar de la Física. Esto puede querer decir que en la materia existe una partícula desconocida que podría romper los esquemas de la Física actual.«Sería la primera vez que logramos ver algo que va más allá del Modelo Estándar»
«Si esto se confirmara estaríamos ante la primera pieza de un nuevo gran puzzle», ha explicado a Joaquim Matias, un físico teórico de la Universidad Autónoma de Barcelona y del IFAE (Instituto de Física de Altas Energías). «Sería la primera vez que logramos ver algo que va más allá del Modelo Estándar. El impacto sería brutal».
A día de hoy el Modelo Estándar de la Física es incapaz de explicar cosas como el origen de la materia oscura o la asimetria entre materia y anti-materia. Por eso los físicos siguen empeñados en hacer chocar partículas a altas velocidades y en observar los efectos de su destrucción, en busca de nuevas partículas y fuerzas que puedan ayudar a completar el puzzle.
Hacerlo requiere usar complejísimas instalaciones y modelos matemáticos. Los físicos han de trabajar con los resultados de millones de colisiones y fluctuaciones energéticas y desechar los posibles efectos del ruido o de los errores experimentales.
La clave, en los mesones B
En esta ocasión, el posible hallazgo de la revolucionaria partícula no se ha conseguido en los grandes detectores del LHC, los ATLAS y CMS, sino en el más pequeño LHCb. Este se encarga de estudiar a una familia de partículas muy concretas: los mesones B.
¿Qué son estos mesones? Son partículas compuestas a su vez por otras partículas fundamentales, conocidas como quarks, que son, entre otras cosas, los constituyentes de los más familiares protones. Pues bien, lo interesante de estos mesones es que se descomponen en apenas nanosegundos y que en el camino liberan energía y partículas que son muy interesantes para los físicos, porque quizás podrían dar información sobre lo que hay más allá del Modelo Estándar.
Experimento del LHCb encargado de analizar la descomposición de los mesones B – CERN