La composición interior de los cometas ha permanecido siempre como un interrogante, y la mejor manera de tomar un trocito de muestra sería lanzarle un arpón del tipo ballesta para evitar el riesgo de tener que aterrizar en él, informó la NASA.
La tarea no es fácil, ya que los cometas están rotando y corriendo por el Sistema Solar a más de 150 mil millas por hora arrojando trozos de hielo, roca y polvo.
Los científicos explicaron el lunes en un comunicado que no sólo quieren comprobar si los cometas son los responsables de haber aportado vida a nuestro planeta, sino que quieren conocer como están compuestos y deducir con ello la eventual manera de desviarlos en el caso que tengan puesto sus ojos en nuestro astro, lo que podría causar una gran explosión del tipo nuclear y destrucción de masas.
Enviarían una nave espacial para encontrar al cometa y con un veloz arpón tomarían las muestras, informa la Agencia Espacial Nacional (NASA) de Estados Unidos el 12 de diciembre.
Los científicos estarían descartando el posible desembarco de una nave no tripulada. Con una ballesta de seis pies de altura con una cuerda de acero de un cable de media pulgada de espesor, la agencia espacial cree que lograría tal aventura y obtendrían las valiosas muestras del cometa.
El ingeniero jefe del proyecto Donal Wegel de la estación Giddard realizó las pruebas en la sala de laboratorio con éxito.
«No estamos seguros de lo que vamos a encontrar en el cometa. La superficie puede ser suave y esponjosa, en su mayoría compuesta por polvo, o podría ser hielo de agua mezclado con guijarros, o incluso roca sólida. Lo más probable es que habrá áreas con diferentes composiciones, por lo que tenemos que diseñar un arpón capaz de penetrar, en un rango razonable, esos materiales. El objetivo inmediato, sin embargo, es correlacionar la cantidad de energía necesaria para penetrar diferentes profundidades en diferentes materiales”, explica Wegel.
Otro problema que deben afrontar con el cometa es que tiene muy poca gravedad, ya que son pequeños en comparación con los planetas, por lo general a unos pocos kilómetros de diámetro, por lo que en consecuencia su gravedad es débil, tal vez 1 / 1000000 de la Tierra, de acuerdo al Dr. Joseph Nuth, un experto en cometas en la NASA Goddard y el científico principal del proyecto.
«Una nave espacial en realidad, no “aterrizaría” en un cometa, sino que tendría que unirse de alguna manera, probablemente con algún tipo de arpón. Así que pensamos que si tienes que usar un arpón de todos modos, este también podría llegar a tomar la muestra”, informa Nuth.
» La nave espacial probablemente tendrá varios arpones de recogida de muestras, con una variedad de cargas de pólvora para manejar áreas en un cometa con diferentes composiciones”, agrega el científico.
Los cometas son trozos congelados de hielo y polvo sobrantes de nuestra formación del sistema solar que entregarían más pistas sobre el origen de los planetas y “en última instancia, de nosotros mismos”, señala el investigador en su informe.
«Una de las razones más inspiradoras para pasar por la molestia y el costo de recoger una muestra de un cometa, es echar un vistazo a las biomoléculas que podrían haber ayudado al origen de la vida», dice Wegel.
En un análisis de laboratorio los científicos de Astrobiología de Goddard encontraron aminoácidos en las muestras del cometa Wild 2 recogidos por la misión Stardust de la NASA, y en varios meteoritos ricos en carbono.
Los aminoácidos son los bloques constituyentes de las proteínas, las moléculas de caballo de batalla de la vida, que se utilizan en todo, desde estructuras como el pelo a las enzimas, a los catalizadores que aceleran o regulan las reacciones químicas.
La investigación apoya la teoría de que un kit de piezas creadas en el espacio habría llegado a la Tierra por meteoritos e impactos de cometas lo cual dio un impulso a la vida silvestre.
A pesar de que los antiguos impactos de cometas podrían haber ayudado a crear la vida, también algunos fueron muy destructivos ya que a alta velocidad pueden estallar con la fuerza de una bomba nuclear típica. Por lo que los científicos estudian a los cometas por la eventual necesidad de tener que desviarlos para que no exploten en la Tierra.
“Tenemos que entender cómo están formados para que podamos llegar a la mejor manera de desviar a los que tienen sus ojos en nosotros. Traer una muestra de cometas también nos permitirá analizarlos con instrumentos avanzados que no caben en una nave espacial o que no se han inventado todavía «, agrega el Dr. Joseph Nuth.
En agosto 2011 se informó del estudio de polvo del asteroide 25143 Itokawa, que logró transportar a la Tierra la sonda japonesa Hayabusa, indicó finalmente la confirmación esperada por los astrónomos, de que las partículas rocosas de este asteroide definido del “tipo S”* , son idénticas a aquellas de las comunes “condritas”, es decir los restos de meteoritos que caen comúnmente a la Tierra, según el científico Tomoku Nakamura, a cargo de la investigación, publicada en la revista Science el 25 de agosto.
En la actualidad, la Agencia Espacial Europea ESA, tiene planeada una misión llamada Rosetta que utilizará un arpón que lidiará un sondeo en la superficie del cometa «67P/Churyumov-Gerasimenko» en 2014.
«El arpón Rosetta es un diseño ingenioso, pero no recoge una muestra», dice Wegel. «Vamos a aprovecharnos de su trabajo y dar un paso más allá para incluir un cartucho de muestra de recolección del subsuelo, “ya que contiene el material más primitivo y original», agrega el ingeniero.
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