EB: Aquí tiene usted dos tomates. En este tomate usted puede ver que tiene productos químicos, que le han echado fertilizantes, que además tiene hormonas, y además resulta que está deteriorando el agua…
PC: Y el otro es sano, sanísimo.
EB: Y le digo ¿cuál elige usted? No hace falta que le hable de agricultura ecológica.
El que presenta el ataque de los tomates asesinos (tal como en la vieja película que era una parodia, pero lo dice en serio) es Esteban Barroso, ni más ni menos que presidente de Triodos Bank España. El que lo interrumpe para apoyarlo con el tomate perfecto es Pepe Cavero y la entrevista se desarrolla en Intereconomía, canal de televisión de la ultraderecha, de súbito enormemente entusiasmada con esta institución bancaria que se presenta como «banca ética» y por tanto atrae más a ahorradores de izquierda o progres. Puede ver la entrevista completa aquí, si por alguna causa quiere ver Intereconomía y su estómago lo tolera. No deja de ser extraño ver a un banquero y a un propagandista de Intereconomía repitiendo los lugares comunes que suelen corresponder más al mundo alternativista, antisistema y newagero. Como para suponer que hay gato encerrado.
Por supuesto, yo, haciéndole caso al amigo J.M. Mulet, me quedaría con el tomate que tiene productos químicos porque, de hecho, igual que usted y yo y los pandas que hay que salvar, está compuesto por sustancias químicas y no por eructos de gnomo, afortunadamente. Sustancias como los aldehídos, alcoholes, cetonas y ésteres insaturados de cadenas cortas responsables del agradable sabor del tomate que tanto nos seduce, las enzimas encargadas de producir estos compuestos y los otros miles de compuestos que forman algo tan complejo como un tomate. Y desearía que haya sido nutritivamente enriquecido con fertilizantes y no con arena revuelta con agua (ver abajo). Y además sé,gracias a que leo a los biólogos, que todos los tomates (como todos los seres vivos incluido usted) tienen hormonas, las producen, las necesitan. Sin ellas mueren. De lo de deteriorar el agua no digo nada porque no lo entendí.
Es la diferencia entre leer lo que dice gente que sabe de un tema en lugar de leer a banqueros que dicen saber biología, agricultura biodinámica y otras cosas así.
Porque sí hace falta que se hable de «agricultura ecológica», ese concepto convertido en éxito de márketing sin que la gente tenga muy claro de qué se trata. Afortunadamente para eso está un blog como el del ya citado Mulet que le recomiendo.
Y también hace falta hablar de Triodos como banca esotérica y banca antroposofista. Una banca cuyo presidente en España cree que los tomates pueden existir sin productos químicos, crecer sin fertilizantes y vivir sin hormonas porque es adepto de una escuela de magia inventada a principios del siglo XX por un austríaco que se creía clarividente, una multinacional de la charlatanería que suele volar por debajo de radares que sí detectan a otras como la cienciología, el timo homeopático o a Anne Germain.
Triodos se creó para financiar proyectos ya sea pertenecientes a su secta o afines a las creencias esotéricas de la misma, y se ocupa de esta tarea con entusiasmo. Es el Banco del Vaticano de la antroposofía.
|
El ocultista Rudolph Steiner, a quien
sus seguidores suelen presentar igual
como «filósofo» que como «científico».
(Foto D.P. vía Wikimedia
Commons) |
Antroposofía: inventarse las respuestas
La antroposofía es un movimiento, escuela o religión esotérica fundada por Rudolph Steiner, ocultista austriaco. Este personaje, que ya a los nueve años creía que veía fantasmas, fue originalmente promotor en Alemania de la llamada «Teosofía», negocio esotérico de la astuta rusa Helena Petrovna Blavatsky y sus socios (algo comentamos de ella en los primeros párrafos de esta entrada) de 1899 a 1907, cuando se separó para poner su negocio personal. Si la empresa de Blavatsky se llamaba «teosofía» o «conocimiento de dios», él dio un buen golpe inventando la «antroposofía» o conocimiento del ser humano.
Alguien dijo que ninguna pregunta es difícil si uno puede inventarse la respuesta. Y ningún problema es complejo si uno puede inventarse la solución.Aunque la respuesta sea incorrecta y la solución no sirva, cosa que para muchos es irrelevante. Y al señor Steiner eso de inventarse respuestas y soluciones maniáticas se le daba extraordinariamente bien en todos los terrenos de lo divino y de lo humano. Aunque él, es evidente, no decía que se inventaba las respuestas, o que se las sacaba de la chistera, sino que las obtenía del éter gracias a que era, ni más ni menos, clarividente.
Y, como era clarividente (y no tenía que demostrarlo), procedió a dictar cátedra sobre las más diversas disciplinas, considerando que sus fantasías bastaban para explicar el universo completo.
Así, por ejemplo, decretó que el ser humano está compuesto de tres elementos: espíritu, alma y cuerpo, y el cuerpo en realidad son tres: un cuerpo físico, un cuerpo etérico y un cuerpo astral, además de un ego, espectacular afirmación de la que no existe evidencia alguna. Igualmente anunció que la conciencia humana evoluciona a partir de la etapa de la clarividencia, que pobrecilla es aplastada por la razón intelectual conforme crecemos, (por eso creía que el hombre había «descendido» de un perfecto mundo espiritual a uno de materia repugnante de la que había que salvarnos). Por ello, como buen místico, Steiner odiaba la razón y la ciencia, y las sustituía con lo que él consideraba su avasallador genio mágico.
Adicionalmente, por sí mismo y en consulta con su mismidad, descubrió asombrado que él, Rudolph Steiner, era ni más ni menos que la persona indicada para enseñarnos a desarrollar nuevas capacidades para ser al mismo tiempo clarividentes, imaginativos, intuitivos y hasta capaces de pensar, pero sin exagerar.
Así, las enseñanzas de este autoproclamado genio lograrían que el ser humano pudiera reencarnar a lo largo de distintas etapas rebotando entre la vida terrenal y la espiritual hasta graduarse finalmente a la iluminación kármica, idea que copió del budismo porque tampoco se trataba de que lo inventara todo él habiendo piezas ya listas en el mercado. (De hecho, el pseudomisticismo occidental, desde Gurdjieff y Blavatsky hasta el new age y el posmodernismo han canibalizado alegremente las supersticiones orientales, que tienen mucha credibilidad en occidente desde tiempos de Marco Polo, que tampoco tuvo que ir a oriente para venderle el orientalismo a los occidentales durante siglos.)
Esto le dejaba tiempo libre para desarrollar multitud de prácticas relacionadas con sus conjeturas.
Escuelas Waldorf
Para la niñez que formaría sus seguidores del mañana, Steiner ideó una filosofía educativa completa basada en sus creencias, la «educación Waldorf» (porque sus primeros niños-conejillos de indias eran de una fábrica así llamada) diseñada en principio para que los niños rehuyan la ciencia materialista y desarrollen, entre otras cosas, su clarividencia y sensibilidad (después de todo, Steiner afirmaba poder conocer todos los aspectos de la ciencia mediante la emoción, sin ningún esfuerzo intelectual).
A diferencia de otros métodos educativos (como el Montessori), la educación Waldorf no se centra únicamente en cómo enseñar mejor a los niños, sino que se orienta a qué enseñarles para obtener resultados místicos, pero disimulándolo para poderse insertar en los espacios de la educación legítima (que ya suficientes problemas tiene) e incluso acceder a algo que a los steineritas les emociona particularmente, como veremos: el dinero público.
Steiner fabuló que los niños son espíritus que aún no se implantan totalmente en sus cuerpos físicos, es decir, que viven con un pie en el mundo de los espíritus y otro en el mundo real. El educador debe ocuparse sobre todo del desarrollo kármico del niño, facilitando que su espíritu se encarne conservando su clarividencia. Para ello hay que superar varios obstáculos, decía Steiner. El pensamiento racional es uno. La lectura es otra actividad perjudicial para la clarividencia, así que a los niños victimizados en las escuelas Waldorf no se les debía enseñar a leer en la primera etapa de su vida (del nacimiento a los 7 años) sino hasta que cambian sus dientes de leche por los permanentes, criterio que no tiene más bases que las místicas.
De los 7 a los 14 años, segunda etapa del desarrollo, dice, el niño está movido por la imaginación y la fantasía, así que se le enseña mitología, danza, artes y lo menos posible de temas académicos. Luego viene una tercera fase fantástica: el niño, cuyo espíritu ya está bien cosido al cuerpo, atrae a un «cuerpo astral» que al introducirse en él provoca la pubertad.
El niño que ha tenido la desgracia de caer en las garras de una escuela Waldorf corre además el riesgo de que, si enferma, lo atenderán además con homeopatía y «medicina antroposófica» (ver abajo) y, en caso de lesión, recibirá el «Remedio de rescate» (mezcla de cinco esencias florales de Bach, las huele y ya). Por supuesto, el menor y sus padres se verán bombardeados con la posición no oficial pero muy reiterada de las escuelas Waldorf sobre las vacunas, es decir, que los niños no deben vacunarse al menos contra hepatitis B, difteria, tétanos, tos ferina, gripe B, poliomielitis, sarampión, paperas, rubéola y varicela.
En las alucinantes palabras de Steiner:
Entendemos por qué, entre las mejores mentes de nuestro tiempo, hay una especie de aversión a la vacunación… Esto constituiría la contraparte indispensable sin la cual sólo estamos realizando la mitad de nuestra tarea. Estamos simplemente logrando algo a lo que la persona en cuestión tendrá que producir una contraparte en una encarnación posterior. Si destruimos la susceptibilidad a la viruela, nos estamos concentrando sólo en el lado externo de la actividad kármica.
Lo cual, traducido, significa que Steiner creía que la vacunación (como pensar y leer) interfiere con el desarrollo kármico y los ciclos de la reencarnación.
Para ello también creó la «eurritmia», una disciplina de movimientos, gestos y contorsiones con o sin música que «armonizan» las almas de los niños y donde cada movimiento corresponde a una vocal del alfabeto. Los niños de las escuelas Waldorf pasan horas haciendo eurritmia, actividad que según Steiner también curaba enfermedades, entre ellas, por supuesto, el cáncer.
¿Es extraño que pese a cien años de practicar estas majaderías aún no haya salido de las escuelas Waldorf un solo niño clarividente? A los steineritas no parece preocuparles y siguen haciendo barbaridades con los niños esperando que alguno los sorprenda.
Por otro lado, si Steiner ordenaba a los profesores decirle a sus alumnos que las islas como Inglaterra no están ancladas al suelo, sino que nadan en el océano y son mantenidas en su sitio por las fuerzas de las estrellas, no sorprende ninguna otra ventolera que le pasara por la cabeza.
Y todo esto sin entrar en las acusaciones de racismo que con frecuencia se dirigen contra la educación Waldorf y contra la antroposofía en general, que dan para otra entrada.
Steiner sabía de islas y de la Tierra porque era, claro, clarividente. Y por lo mismo sabía de todo, incluso de agricultura… y sin haber empuñado una azada en toda su cómoda vida.
|
El sistema astrológico de Steiner utilizado como
fundamento de la agricultura biodinámica
(Imagen GFDL de Leovilok, derivada de
Signes_astronomiques_et_
astrologiques-rotation105deg.svg,
vía Wikimedia Commons) |
Agricultura biodinámica
Steiner se sacó de la manga (en ocho conferencias dictadas en 1924) la llamada «Agricultura biodinámica®» que se rige por calendarios astrológicos, por la supuesta influencia de la Luna y, sí, por las clarividencias de Steiner sobre el tema. Así, por ejemplo, se inventó una serie de preparados para usarse como fertilizantes y pesticidas. Como el 501, presuntamente para evitar infecciones por hongos en los cultivos, cuya receta vale la pena conocer:
Se toma cuarzo (óxido de silicio) y se tritura hasta hacerlo polvo, se embute en un cuerno de vaca y se entierra en el campo desde la primavera hasta el otoño. En otoño se saca, se mezcla una cucharada de polvo de cuarzo en 250 litros de agua y se rocía a baja presión sobre los campos cultivados.
Por supuesto, el cuarzo no combate las infecciones por hongos, y menos en una dilución tan absurda como una cucharada en 250 litros de agua. El cuarzo es óxido de silicio y es uno de los minerales más inertes de la naturaleza. Aunque lo haya uno enterrado en un cuerno de vaca. La lógica de este desarrollo se me escapa, quizá por no ser clarividente, pero el cuerno de vaca reaparece en otra fantástica receta de Steiner, esta vez relleno de estiércol.
El hecho de que la agricultura biodinámica haya sido adoptada por insignes cabezas de chorlito como Heinrich Himmler y el Príncipe Felipe de Inglaterra (destacado comerciante de vudumedicinas) bastaría para levantar la ceja, conociendo las pocas neuronas y las creencias idiotas de ambos personajes. (El dato sobre el jardín que tenía Himmler en Dachau, atendido por el jardinero de Weleda, vea abajo, es de Peter Staudenmaier en su abundantemente documentado y muy recomendable artículo La antroposofía y el ecofascismo.)
Para ser certificado como «agricultor biodinámico», el aspirante debe presentar su solicitud a otra empresa más del imperio antoposófico, Demeter, que le cobra un buen pico por su anuencia, sobre todo porque «biodinámica®» es una marca registrada de la secta (como «Educación Waldorf®» y otros). Si ya sabemos que la agricultura orgánica es más cara que la realizada con ayuda de la tecnología y la ciencia, la biodinámica es aún peor. Resulta entre 10 y 30% más cara todavía, en parte por su bajísimo rendimiento y en parte por el pico que se cobran los antroposofistas por certificar que las propuestas lunáticas de su fundador se han respetado debidamente.
¿Cuánto es «un buen pico»? Según su lista de precios, para revisar los documentos de los solicitantes les cobra 300 o 400 euros. Después, anualmente los productores deben pagarle a la empresa el 1,9% de su volumen de negocio total, con un mínimo de 150 euros. Los procesadores de productos agrícolas y los comercializadores «biodinámicos» deben pagarle a Démeter el 1,9% de su valor agregado o utilidad bruta (diferencia entre precio de compra y de venta) con un mínimo de 300 euros.
Entre otros cargos facturables.
Medicina
Además, el prolífico e imaginativo señor Steiner tuvo tiempo de bordar el cuento de la «medicina antroposófica» (sin haber estudiado nada de anatomía, fisiología, patología ni tonterías así, estorbosas y tardadas) y decidió, por ejemplo, que el cáncer se curaba con muérdago, creencia que siguen teniendo los antroposofistas pese a que nunca han curado a nadie de cáncer con muérdago. Esto no obstó para que el remedio antroposófico de muérdago, Iscador® (sí, otra marca registrada) se empezara a vender desde 1917 sin parar. Los huecos dejados por sus ideas caprichosas sobre medicina los rellenó con homeopatía y otras pseudomedicinas.
La visión de Steiner de la enfermedad, era esperable, es caprichosa y sin bases, como ya vimos en la parte dedicada a las vacunas. Pero por no quedarnos en las afirmaciones de Steiner de hace un siglo, aunque para sus seguidores tienen valor de verdad absoluta, veamos cómo un médico (sí, con título de medicina, o eso dice) de hoy en día, Vance Dietz, explica la enfermedad según la secta para justificar su postura antivacunación:
La enfermedad le viene a un individuo no por azar, sino como una oportunidad de enfrentarse a su propio karma de encarnaciones anteriores. La enfermedad le da a la persona un mensaje que en última instancia le ayuda al autocrecimiento y autodesarrollo. La responsabilidad del sanador es ayudar al ser humano que sufre la enfermedad a enfrentarla kármicamente.
O sea, la enfermedad es buena, creencia bastante común entre los newageros que, al estilo de los flagelantes más fanáticos de diversas religiones, creen que el dolor es bueno, aunque su cuerpo diga que no.
Para comercializar y promover sus clarividencias médicas, Rudolph Steiner fundó una empresa que hoy sigue floreciendo en todo el mundo,Weleda, uno de los principales vendedores de preparados homeopáticos y vudumedicinas «alternativas» de Europa, así como de cosmética y cuidado para bebés con ventas por más de 266 millones de francos suizos (más de 221 millones de euros hoy) en 2010 según su propio y orgulloso informe anual, donde también podemos constatar que su gasto total en investigación y desarrollo es de cero euros con cero céntimos. Ventajas de obtener la verdad mediante clarividencia y sin necesidad de demostrar nada.
Minucias y bancos
Steiner también diseñó hogares antroposóficos para niños con necesidades especiales y generó la «arquitectura antroposófica». Ya encarrilados, sus entusiastas seguidores procedieron a inventar el habla antroposófica, la dramaturgia antroposófica, el desarrollo organizativo antroposófico y, por supuesto, la banca antroposófica.
Que es a lo que íbamos.
Antes de explicar la banca antroposófica, vale la pena notar que Steiner creía en la magia del número 3. Así como creía que tenemos 3 cuerpos, según su prolífica imaginación todo venía en grupos de 3, incluidas las sociedades, que podrían ser perfectas gracias a la «triarticulación social» de la economía, la política y la cultura. Triodos quiere decir «triple senda», pero su significado ha sido cambiante para el banco. En 1997 decía que se refería a «cultura, derechos humanos y economía», pero en 2003 cambió afirmando que tocaba las esferas «social, medioambiental y cultural» y ahora habla de respetar «a la gente, al medio y a la cultura».
El señor Steiner, entre la plétora de creencias irracionales que sostenía, incluidas las que compartía con Blavatsky que se convirtieron en algunas de las bases de las filosofías racistas y eugenésicas de los nazis alemanes, tenía también algunos deseos nobles de justicia, libertad e igualdad… por medio de la antroposofía.
Es decir, para lograr la justicia y la libertad y la clarividencia es necesario que todo el mundo viva, se eduque, cante, baile, se cure y cultive según las quimeras de la omnisciente antroposofía. Y para promoverla, sus seguidores se dieron cuenta de que había que conseguir mucho dinero. Era necesario financiar clínicas, escuelas y demás instituciones para promover las ideas de Steiner, y ¿qué mejor manera de fabricar dinero que poner un banco?
El primer banco fundado por los antroposofistas fue el RSF Social Finance(RFS por Rudolph Steiner Foundation) fundado en 1936 y que opera como banco desde 1984; le siguió GLS, en Bochum, Alemania, que inauguraron en 1974, mismo año en que nació Mercury Provident en Gran Bretaña y, finalmente, vino Triodos Bank en 1980 (que se fusionó con Mercury Provident en 1995). Por alguna causa, desde 1999 Triodos Bank decidió borrar de sus documentos el dato de que es una organización antroposófica, pero esto es meramente cosmético, pues el banco sigue siendo un promotor del ocultismo antroposófico y una importante fuente de financiamiento barato para todo tipo de emprendimientos antroposóficos.
Viendo en qué invierte el banco, que después de todo está para ganar dinero (no es, como creen algunos, banca Reyes Magos, es banca de verdad pero con creencias peculiares), uno encuentra buenos motivos para tampoco confiar en este banco como «banca ética». Esto no quiere decir que usted no debe ser su cliente en el futuro o dejar de serlo si ya lo es, simplemente que sepa que su publicidad tampoco es tan fiable como quisiéramos y su transparencia no es tanta como nos dicen.
Como dicen Potter y Heath en el muy recomendable libro Rebelarse vende, el sistema no tiene problemas en adoptar y fagocitar toda la aparente rebeldía antisistema. Si quieres agricultura ecológica, los grandes productores agrícolas abrirán una sucursal verde para ti. Si quieres homeopatía, las grandes farmacéuticas abrirán una sucursal de supercherías homeopáticas. Si quieres botas rebeldes, que sean de marca (las Doc Martens eran lo más de la rebeldía). Si quieres protestar, compra tu pancarta en los grandes almacenes… Y si quieres banca ecológica, alternativa y buenrollista con un presidente que demuestre la misma ignorancia sobre biología que el directivo bienpagado promedio de Ecologistas en Acción o Greenpeace, una secta ocultista te la dará y de paso usará tu plata para financiar sus emprendimientos.
Triodos es un banco que nos repite que es «abierto» en la medida en que hace público a quién financia. Es cierto. Gracias a ello podemos constatar que fundamentalmente le presta dinero a empresas y organismos que dependen del dinero público, desde compañías de energía solar altamente subvencionadas hasta ONG. No nos crea, visite el sitio de Triodos.
Esto significa que una parte de nuestro dinero público que se entrega en forma de subsidios a estas organizaciones se dedica a pagarle intereses a este banco. Esto para Triodos tiene la ventaja adicional de que es financieramente menos riesgoso que hacerle préstamos hipotecarios a pelagatos que pueden quedar en el paro. Invierten a lo seguro, lo cual bancariamente es lógico pero no ayuda a sus depositantes.
De hecho, Triodos paga a sus ahorradores algunas de las más bajas tasas de interés del mercado. Si tiene tan buenos resultados como anuncia en su informe anual público, dividendos para sus accionistas y una rápida expansión, bien podría ser ética pagando intereses iguales o mayores que los que pagan los bancos-villano. Un depósito a un año en Triodos Bank rinde 1,35% TAE (Tasa Anual Efectiva) mientras que el mismo depósito en Sabadell rinde 3,75% y en el ruinoso Bankia 4%.
La diferencia no es trivial.
El banco Triodos consigue así dinero barato de sus depositantes con el que puede financiar también con muy bajos intereses a sus propias escuelas Waldorf, empresas vinculadas a las sociedades antroposóficas, negocios de agricultura biodinámica, chiringos de vudumedicina y organizaciones estrechamente relacionadas con su visión ocultista o con el esoterismo en general. Todo muy legítimo y todo muy bancario, aunque quizá menos ético que en la publicidad.
Algunos ejemplos son curiosos porque parecen metidos con calzador en las tres categorías (de nuevo el 3) de créditos de Triodos: naturaleza y medio ambiente, iniciativas sociales y cultura (las escuelas Waldorf están incluidas en «cultura», por cierto).
Al hablar de la empresa Animare, el sitio de Triodos Bank la pinta como un lugar donde el paciente oncológico recibe «asesoramiento jurídico, psicológico, nutricional y asistencia social», además de que se le venden algunos productos, razón por la cual la incluye en el apartado de «Iniciativas sociales». Pero cuando visitamos el sitio de Animare no encontramos nada sobre asesoramiento ni asistencia social, sólo los productos. Una legítima tienda cuyo público meta son las pacientes de cáncer, principalmente de mama, pero que no parece realmente una «iniciativa social» según ninguna definición razonable.
El argumento de la ética parece tener éxito porque para la gente es especialmente doloroso y es un aspecto fácil de entender de un tema tremendamente complicado como es la economía. Más cuando hay gobiernos neoliberales que aprovechan la crisis para implantar ideologías odiosas y antipopulares, y cuando los líderes políticos no ofrecen análisis detallados y profundos sobre los enredos financieros nacionales e internacionales, sino que regalan eslóganes bobalicones e inútiles para conseguir entusiastas y adeptos antes que ciudadanos informados. Y esto vale para líderes de derecha y de izquierda, neoliberales y anarquistas, capitalistas y comunistas, conservadores y socialistas.
Cuando en ese contexto alguien habla de una «banca ética», que hace suyas todas las palabras clave del buen rollo (ecológica, natural, apoyo a discapacitados, integración social, cooperación al desarrollo, comercio justo, rechazo de las motivaciones monetarias, respeto al medio ambiente, diversidad sexual, etc.) por supuesto suena como una oportunidad de darle un «zas en toda la boca» a sea quien sea el responsable de lo que nos está pasando…
Pero, ¿es ética una banca que:
- paga bajos intereses a sus ahorradores para dar financiamiento barato a organizaciones sectarias?
- no ofrece financiamiento a tales ahorradores y se concentra preferentemente en organizaciones que viven del dinero público y con él pagan sus créditos?
- está comprometida con un proyecto de creencias absurdas, indemostradas y peligrosas, pero lo disimula?
- en nombre de creencias supersticiosas combate la vacunación y promueve pseudomedicinas no probadas que pueden costar vidas y fomentar sufrimientos innecesarios?
- promueve escuelas en las que se niega a los niños la mejor educación (y la mejor atención médica) con un esquema pedagógico caprichoso y una permanente indoctrinación ocultista?
- juega con los miedos de la gente para promover una agricultura que no tiene beneficios, cuyos peligros sanitarios son mayores, pero que es fuente de ingresos para otra empresa de la misma secta?
Salvo que el concepto «ética» haya sufrido alguna metamorfosis violenta entre el momento en que se publicó esta entrada y el momento en que usted la lea, la respuesta es «no» o, siendo amables, «difícilmente».
(Otra nota: En las entradas de Wikipedia referidas a Blavatsky, a Steiner y a sus fértiles y redituables imaginaciones y ramas ocultistas, especialmente en español pero también en inglés, hay una notable ausencia de críticas. Como en tantos otros casos, los dedicados miembros de la secta parecen mantener debidamente la pureza ideológica de esas entradas para convertirlas en reclamo de nuevos adeptos antes que en análisis objetivo de su creencia. Curioso, pero frecuente.)
____________________
Actualización al 20 de agosto: En distintos lugares, como Twitter, Google+ y correos electrónicos (algunos previsiblemente ofensivos) me piden más datos para confirmar algunas de las afirmaciones establecidas en esta entrada, sobre todo porque los defensores de Triodos y de la antroposofía están bastante descontentos con ella y pretenden desvirtuarla sin demostrar que haya faltado en ningún momento a la verdad.
¿De verdad es Triodos parte de la antroposofía?
Este debate es artificial. Triodos nunca ha ocultado su relación con este movimiento ocultista, simplemente lo disimula y no lo anuncia demasiado, pero tampoco parecen avergonzarse de ello. Incluso en sus comentarios sobre esta entrada en un sitio privado de evaluación de páginas Web (y sin haberme escrito sobre la entrada), los representantes de Triodos aseguran que esta entrada no dice «nada nuevo» sobre el origen del banco. Aún así, algunos datos más:
Del preámbulo del acta fundacional que cualquiera puede descargar y consultar traduzco: «Triodos Bank está -de modo totalmente libre- asociado con la filosofía iniciada por Rudolf Steiner, la antroposofía, cuyo movimiento representa un principio clave para el trabajo de Triodos Bank».
La totalidad de las acciones de Triodos Bank pertenecen a la Fundación para la Administración de las Acciones de Triodos Bank (en holandés Stichting Administratiekantoor Aandelen Triodos Bank o SAAT), cuyo consejo de administración de la SAAT está formado por seis personas, y de cinco de ellas es fácil establecer su relación con la secta:
- Max Rutgers van Rozenburg (tesorero de la asociación antroposófica holandesa, página 4 de esta publicación de la secta) que en su biografía en Triodos se dice miembro del consejo de la Sociedad Antroposófica en los Países Bajos y presidente del Consejo del Centro de Tratamiento para la Medicina Integrativa (pseudomedicina que cobija la antroposofía)
Usted, como cliente de Triodos Bank, no puede comprar acciones del banco. A cambio le ofrecen «Certificados de Depósito de Acciones» que, según los expertos en finanzas, no tienen ninguna ventaja, se usan para incrementar el capital del banco (como se hizo en junio) sin comprometer el férreo control de la secta sobre las decisiones. Es decir, usted «invierte» pero no tiene ni voz ni voto, y se sienta a esperar a ver si le tocan dividendos o no, pero sin poder siquiera asistir a una junta de accionistas.
Los directivos de Triodos en España son todos, también, miembros de asociaciones antroposóficas y de la Fundación Rudolf Steiner.
Finalmente, al llamar a la antroposofía «secta» en ningún momento he implicado (porque no he encontrado datos que así lo indiquen) que sea una «secta destructiva» como serían consideradas por muchos la cienciología, la Meditación Trascendental® del Maharishi o los Sannyasin de Osho®.
¿Es la antroposofía tan anticientífica como dice la entrada?
No, es peor.
Aquí, por ejemplo, la Asociación Antroposófica en España rechaza la teoría de la evolución con un argumento bastante flojo y sin vergüenza alguna al desechar 150 años de evidencias, ADN, registro fósil y demás datos.
¿Cómo es la evolución según Steiner?
De su puño y letra tenemos este esquema:
«Entwickelung der Menscheit» significa «evolución de la humanidad». Empieza con el orden «monera» (lo que hoy llamaríamos «procariotas») y sube hasta llegar a los «Affen» (monos) de donde sube a «Indianer» (indios americanos) y finalmente a «Arier», o arios.
Las creencias racistas eran comunes en la época de Steiner, ojo, y en todos los países. Sólo las ponían en duda algunos malvados evolucionistas. El problema es que las ideas de Steiner, por ser verdades reveladas mediante la clarividencia, no están sujetas a revisión y corrección como lo están las conclusiones siempre provisionales de la ciencia.
De todos modos, algunos esquemas de Steiner para sus conferencias son verdaderamente preocupantes porque afirman como hechos lo que no son sino creencias. Por ejemplo, este otro, de la conferencia de 1923 «El color y las razas de la humanidad», donde a los negros se les atribuye sólo una «vida instintiva» que realizan con la parte posterior del cerebro, a los asiáticos una «vida emocional» que experimentan con el «cerebro intermedio» y, sorpresa, resulta que los blancos tienen una «vida pensante» que disfrutan con el «cerebro delantero».
La idea de que los lapices de colores marrón o negro no deben ser usados por los niños porque «no son puros», como eco racista, o que las vacunas «bestializan» a los niños, son acusaciones serias de padres preocupados que llevan a sus hijos a escuelas Waldorf sin saber que se trata de escuelas con una clara filosofía ocultista,
como en este caso en Australia. Y existe toda una organización de
padres afectados por las escuelas Waldorfcuyas preocupaciones merecen ser cuando menos analizadas con seriedad y no desechadas por quienes tienen compromiso emocional con el steinerismo, pensaría uno.
Una crítica a fondo de la educación Waldorf está disponible en inglés aquí. Y puede leer una experiencia en una «conferencia» de educación Waldorf en Argentina a cargo de Carlos Quintana.
Steiner mismo dice, en su libro fundacional
La educación Waldorf y la antroposofía (traduzco de la página 76
de esta versión en pdf): «
Cuando recibimos a un niño en nuestra escuela, se espera que lo enseñemos y eduquemos. Introducimos todo tipo de actividades, como la escritura, la lectura y la aritmética, pero realmente estamos agrediendo la naturaleza del niño. Supongamos que le tenemos que dar lecciones de lectura. Si se le enseña de la forma tradicional, ciertamente son unilaterales porque no apelamos a todo el ser del niño. Esencialmente, estamos de hecho cultivando una malformación e incluso una predisposición hacia la enfermedad«.
¿Conocía Steiner la «verdadera naturaleza del niño»? Difícilmente. ¿Aprender a leer predispone a la enfermedad? Una afirmación así necesita pruebas. Pero, de nuevo, Steiner no necesita evidencia. Él puede consultar el «registro akáshico» de modo clarividente, así que sus enseñanzas no pueden ser disputadas ni cuestionadas… como ocurre con todos los líderes autoritarios de todas las sectas. El libro de Steiner Un boceto de la ciencia esotérica es un compendio de esta visión, donde delira incesantemente sobre la evolución espiritual de los planetas. Por ejemplo, decreta que la Tierra como planeta ha sufrido una reencarnación, es decir, desapareció como planeta físico, se volvió espíritu y nuevamente se hizo planeta. Porque él lo dice.
Finalmente, la «agricultura biodinámica» es tan delirante que basta leer las
Normas internacionales de producción agraria de la empresa para constatar su divorcio de toda realidad. Simplemente vaya usted a la página 14 y lea: «Los conocimientos científico-espirituales indican que los minerales, vegetales y animales pueden metamorfosearse por los efectos de las influencias cósmico-telúricas a lo largo del año, en preparados impregnados con fuerzas». Parloteo sin bases que se utiliza para obligar a los agricultores a utilizar los mágicos preparados de sílice y estiércol embutidos en cuernos de vaca y pagar las cuotas pertinentes para poder «certificar» que hacen «agricultura biodinámica», que suena bien aunque no sirva, ni signifique nada en términos de nutrición, seguridad alimentaria ni rendimiento o cuidado adecuado del suelo.
http://charlatanes.blogspot.com.es/