Existe un patrón común, existe una causa que produce un efecto, existe un motivo por el cual el mundo esta como esta y nuestra vida es como es, el motivo es la energía. Existen miles de formas de crear energía, todo el cosmos es pura energía, la electricidad y el magnetismo es lo que hace que todo funcione de algún modo, es esa pequeña forma invisible de partícula, que todos necesitan y todos acaban formando una razón de Ser.

La energía lo inunda todo, todo es de un modo u otro, energía, pero sin embargo la diferencia la marca principalmente el modo en que esta es extraída y usada. Nuestros cuerpos metabolizan la energía que ingerimos a través de los alimentos, la luz, el agua o el oxigeno. Todos estos ingredientes forman parte de un método natural para disolver la materia y transformarla en su esencia misma que es la energía, energía que es necesaria para que esa chispa de luz, que somos nosotros, continúe activa.

Todos los seres vivos consumimos la misma energía en un amplio glosario de formas distintas, sujetos a los distintos vehículos físicos que tenemos, pero aquí es dónde nacen las discrepancias, si el final es común a todos y solo cambian las formas, porque no modificar esos modos para obtener lo que necesitamos.

La energía que es tan buscada y ambicionada, es el gatillo que esta tras causas incomodas hacia el humano, y causas incomodas del humano hacia la fauna y la flora. El nivel de comprensión que logramos a través de nuestra conciencia nos hace entender, que todos somos todo, y que desde una sencilla roca, hasta la compleja maquina humana, formamos parte de esa energía que lo une todo. Al final somos ese pez que no sabe que es el agua, la energía siempre es la excusa para que nos depreden y es la misma excusa que empleamos para depredar, al final, ¿quién depreda a quién?

El modo primigenio que es empleado para nuestra conexion, existe en la falsa idea que la especie mas fuerte o inteligente, debe depredar a la mas débil, después surgió la idea, que la especie mas inteligente debía acumular esos recursos ilimitadamente, aun no necesitando de ellos, y mas tarde, este ideario se pervirtió y se creo una industria que apaga esa chispa de energía manufacturandola inútilmente, para almacenar simple materia carente de energía.

Olvidémonos por unos instantes de la materia, nos enseñaron a masticar y a tener recursos incluso cuando no los necesitáramos, acumulamos por instinto de necesidad, lo que en realidad responde al egoísmo, pero olvidémonos de la materia y centrémonos en la energía.

Existen miles de formas de darle uso a la energía, no solo para encender nuestros dispositivos o calentar nuestros hogares, vivimos en un océano constante de energía, pero aun así no somos capaces de entenderlo. La mayoría de nosotros lo entiende a través de la explosión o la excitación eléctrica, otros mas allá se acercan al magnetismo y otras fuentes de fricción alternativas, por las cuales se puede lograr energía útil para nosotros, no voy a profundizar en mecanismos, ni tecnologías, solo me quedare con la esencia, la energía.

Vemos como necesitamos energía para vivir, y la conseguimos a través de distintas formas de ingerir alimentos o líquidos, también que la energía nos hace la vida mas fácil, y esta es inyectada en nuestras tecnologías para el hogar, el ocio o el transporte, pero si subimos un escalón mas, no encontramos con que no somos los únicos que necesitan energía, y los modos que emplean para lograrla tampoco son precisamente éticos.

Aclarar que para mi el mundo espiritual y el fenómeno ufologico, son lo mismo si lo tomamos desde el punto de vista energético, en ambos tipos de casos existen entes que necesitan energía y hacen todo lo que esta en su mano, para lograrlo, si bien en el mundo espiritual, se utilizan recursos como la parasitación o la posesión para beneficiarse de este consumo energético, en el mundo ufologico no es muy distinto, y nos podemos encontrar con seres, que no solo realizan las mismas practicas para lograr sus objetivos, sino que ademas aportan el toque tecnológico para realizar la extracción, la posterior acumulación, la manufacturación y el posterior consumo. Unos lo extraen directamente de seres vivos y otros persiguen apoderarse de ese santo grial a través de la genética, en ambos casos, nosotros somos el objetivo.

Ellos como nosotros, emplean la tecnología para conseguir lo que buscan y asegurarse este recurso “ad infinitum”. Si estudiamos las abducciones, los contactos o cualquier otro tipo de fenómeno de relación entre humanos e inteligencias de otros planos o planetas, es casi imposible no encontrarse el termino energía por algún lado. Ya sea detrás de hibridaciones o detrás de implantes, técnicas de sanación o incluso en los mas interesados en lo tecnológico, el quid de la cuestión siempre sera la energía.

Si en teoría estas incursiones son de seres que son superiores tecnológicamente, en teoría mas inteligentes, y con una mayor capacidad de recursos y de formas de entender el cosmos ¿Por qué necesitan a otros seres vivos inferiores en teoría, para lograr energía? Para que tanta nave, para que poder viajar en el tiempo, o moverse entre dimensiones, si luego necesitas ganado para subsistir ¿Dónde quedo tu inteligencia superior aquí? Si muchos de nosotros estamos empezando a comprender estas cosas, como es que ellos no… El uso de energías sutiles de tipo emocional, que tienen un cariz amplio de uso, a parte del evidentemente alimenticio, son usadas para todo, es fácil lograr energía gratuita en el universo, el dinero no parece un problema a la hora de aprovechar esos recursos, entonces.. ¿para qué necesitan granjas planetarias?

Hasta donde he podido comprender, detrás de los episodios de abducción, lo que en un principio parece una recogida de muestras, de fondo hay una compleja agenda por la hibridacion a la desesperada, mezcla de genes con determinadas características, la mayoría de las veces incompatibles, en la que por fortuna y a pesar de haber sido hibridados decenas de veces a lo largo del tiempo, parece que no están logrando lo que se proponen. Un error que solemos cometer, es pensar que nos hibridan para crear una raza estúpida fácil de controlar, y eso no es correcto, básicamente por que ya lo tienen, tampoco podemos caer en el absurdo argumento recurrente, que lo hacen para solventar taras genéticas irreversibles, no tampoco es para mejorarnos, ni para actualizarnos. La clave esta en nuestra gestión de las emociones y como metabolizamos esa energía para transformarla y emanarla de tal forma, que esa energía sea, perfecta para según que…

Parece que nuestros genes son unos catalizadores, reciben la energía y la transforman a través de los distintos vórtices que tenemos conectados a nuestros distintos órganos que al final son los que generan nuestra emanación emocional, a través de unos rangos de frecuencia y vibración, que a su vez son una fuente en si misma, para que lo entendáis, una especie de pequeño fractal de la Fuente. Centros de transformación biológica de la que unos entes sutiles y fuera de rango de percepción, sacan fruto y recolectan constantemente desde antes de que tuviéramos memoria.

La escasa referencia que tenemos es, que existe un orden natural creado para que una especie deprede a otra creando un ecosistema que encaje a la perfección. En la naturaleza es normal encontrar especies que son el eterno nemesis de otras y a su vez estas de otras, sean animales o vegetales, todos se alimentan los unos de los otros, todos a su manera matan y mueren para asimilar energía, y este perfecto y armonioso orden, lo tomamos como lo normal, pero ¿En realidad esto es así? Debemos tomar como usual un modelo de orden natural en el que la depredación es el único modo, o esto se ha creado así, para que nosotros nos desarrolláramos en un modelo a escala y tomáramos a nuestros depredadores como parte de un orden cósmico que esta por encima de nuestra comprensión. Yo sinceramente, no creo que una inteligencia capaz de crear un catalogo tan amplio de belleza, no tuviera la suficiente lucidez de crear otro modo de extraer energía para su supervivencia, que no fuera a través del consumo, de otros seres.

Con esto no pretendo tomar partido por ningún grupo de iluminados que traten de monopolizar la ética a la hora de consumir alimentos, solo tomo el hecho de que esta necesidad y el modo de saciarla, no es lo natural, sino una obligada imposición. Algo que de momento no es posible solventar a corto plazo, se que existen modos de asimilación energética no depredadora, pero de momento no esta extendido el conocimiento y el modo correcto de estos métodos.

Retomando a esos seres de tecnología y conocimientos teóricamente superiores, es fácil encontrarse entre sus argumentos la necesidad de energía, pero ¿Hasta qué punto esto es cierto, o es solo una escusa? Si usamos solo la lógica, cuesta mucho hacerse a la idea que la energía sea el argumento tras toda la compleja operativa de estos entes. Multitud de razas y tecnologías al servicio de la recolección de energía de distintos modos, pero siempre teniéndonos a nosotros en medio de toda esta arquitectura. Es evidente que nos faltan datos para llegar al fondo de esta cuestión, pero qué la energía sea la excusa comodín, empieza a escamarme bastante.

Es cierto, que detrás de todas las herramientas que la falsa espiritualidad y la falsa sanación nos ha dejado, existe un trasfondo en el que la necesidad imperiosa y casi extenuante de estos seres, porque adoptemos fanáticamente unas creencias enfocadas a exprimirnos, con unos conocimientos elevados y unas técnicas de meditación y sanación, expresamente diseñadas para el contagio y la posterior recolecta, me empuja a pensar que en realidad jamas nos legaron nada esencialmente importante, jamas nos dieron unas herramientas que nos facilitaran la vida y lograran sanarnos, nunca quisieron sanarnos, ya que la enfermedad forma parte de su menú energético, por lo tanto, todo lo que acaba sobreviviendo en este sistema, no son mas que usos y modos para regalar tu energía y tu voluntad, a todo bicho que se te cruce.

Si repasamos un poco la alternativa holística, con las cuales muchos, han montado sus chiringuitos a costa de drenar hasta dejar secos a sus hermanos, podemos encontrarnos con el Reiki, una de las peores basuras que nos han regalado estos entes, en las cuales los que “sanan” lo hacen como único paso previo a una iniciación a la expansión y popularización de esta infame técnica que hace de sus maestros auténticos matarifes conscientes de lo que hacen, pero con una necesidad de seguir llenando sus cuentas a costa de la energía, la salud y la vida de sus pacientes. El Saama es otra trampa diseñada para aquellos que escapan del reiki, pero aun arrastran esa creencia en los modos y usos de la energía. Esta técnica solo utiliza la transferencia como método de sanación, es decir, unos entes sanan al paciente, pero transfieren la enfermedad a alguien de su entorno, que a su vez, tras los resultados repetirá procedimiento, provocando una eterna trasferencia de unas energías viciadas y enfermizas, de un ser a otro, creando una linea de parasitados, enganchados a esta forma de recolecta tan singular.

Estos son dos ejemplos, podríamos continuar con la infame “un curso de milagros” donde la Fibromialgia campa a sus anchas o la fantasiosa Ho´oponopono, donde se sana a través del chantaje energético a través de la desvirtuacion de la intención con las palabras en teoría positivas “Te amo, te perdono…” empleadas como mantras. Como patrón definitorio decir, que todo lo que exige una ceremonia, rito o método, estructurado, protocolado y medido, forma parte de una clara intención exogena por lograr drenage y parasitación, entrega de voluntad e intención a través de la falsa creación del rol del “sanador” en el que se extruja la mente y la autoestima de un individuo, haciéndolo valedor del titulo “ser especial” “Ser cósmico” o el popular “trabajador de la luz” que como podéis imaginar, al final, no es mas que un esclavo, un ardid para enganchar a seres con ciertas capacidades durmientes, capacidades que todos tenemos y que no necesitamos un maestro ascendido, para llevarlas a termino.

Como aporte personal, decir que a poco que amplias tu percepción o tu sensibilidad, siempre llegara a ti alguien guiado por estos entes que trate de regalarte el oído diciéndote que vienes de las estrellas, que eres índigo, o que el maestro Jesús te conoce y tiene una misión especial para ti, que se te revelara en su momento. Me han dicho de todo, pero jamas me creí nada, por que una cosa debemos tener del todo clara, todos somos en alguna medida especiales, todos partimos de un origen común, pero con un bagaje distinto, individual y personal, eso no te hace mas especial que cualquiera, pero si caes en esa trampa, es probable que ya no haya vuelta atrás, y es muy posible que entres en un circulo vicioso de relaciones con entes, que mientras sigas siendo útil, te tienes que estar creyendo superior al resto, especial, único, cósmico… perteneciente a una familia o hermandad que no es precisamente la tuya.

Esta en vuestra responsabilidad comprar este cuento barato, o ser consciente de que vuestro papel se juega en un estadio distinto al que os quieren apuntar. A todos nos gustaría ser el héroe de esta historia, dejar de ser otro numero mas, en una masa de gente amnesica y desconocida, este es un papel que nadie quiere para si, ningún actor quiere ser el eterno romano con lanza de la obra, eso ya es un proceso personal de cada uno, si de verdad necesitas sentirte importante, acabaras metido en algún rollo que no te conviene, es un error, pero si te das cuenta a tiempo habrás aprendido algo valioso, de lo contrario, haber quien es capaz de sacarte de ahí.

Energía como colofon, usos y modos incorrectos de conseguirla, recolectarla, usarla y consumirla, una cadena que ha de romperse y que ha de provocar que este estado de permanente enfermedad acabe por colapsar por alguna parte. La energía no puede ser la excusa para el todo vale, no puedo creer que los modos que ahora se emplean sean los únicos, no puedo imaginar que un Dios que es amor pueda crear la depreciación como único vehículo para la supervivencia entre especies. El modo, vida por vida, para mantener la vida, no tiene ninguna lógica e intuyo que no forma parte del orden natural creado en el principio de nuestro patrón de conciencia, no puede esta energía inteligente de la que formamos parte, sentenciarnos a comernos los unos a los otros como única vía evolutiva, me niego a aceptarlo y se que forma parte de una manipulación… otra mas.

La COSECHA de ALMAS

Ocurrió en Turín, el 3 de enero de 1889. Friedrich Nietzsche cruza la plaza Carlo Alberto y se topa con un cochero que azota con el látigo a su caballo, rendido, agotado, resignado, doblegado en el suelo. Nietzsche, hondamente dolido, herido en lo más profundo de su alma, se arroja sobre el caballo y lo abraza.

Los relatos del incidente varían según los autores. Unos dicen que le susurró palabras que solo él, el caballo, podía oír. Otros dicen que permaneció en silencio, llorando, quizá hablándole sin pronunciar palabra. Pero todos coinciden en que fue un episodio crucial en la vida del filósofo alemán: el momento en el que perdió lo que la humanidad llama “razón” y, de alguna forma, rompió para siempre con esa misma humanidad, que lo consideró desde entonces un perturbado. Permaneció junto al caballo hasta que fue detenido por desórdenes públicos. Sabemos lo que pasó después con Nietzsche, pero no hemos sabido qué fue de aquel caballo.

Podemos pensar, como escribió Milan Kundera en «La insoportable levedad del ser», que en aquel momento Nietzsche pedía perdón al caballo en nombre de la humanidad, en nombre de Descartes. Queremos pensar que le pidió perdón porque la humanidad, al construir su relación con los animales, eligiera a Descartes frente a, por ejemplo, Pitágoras. Porque se apoyara en Descartes y no en Pitágoras para interpretar el “dominio” que, según el Génesis, Dios otorgó a los humanos sobre los demás animales.

Hay palabras en el Génesis que nos podrían haber permitido construir esa relación sobre el respeto, sobre una premisa de protección de los “superiores” sobre los “débiles”, incluso sobre el amor. Pero los humanos optaron por interpretar que podemos ejercer de dueños y señores de cuanto nos rodea, y la historia de la humanidad es la del uso a su antojo y el abuso del resto de los animales.

En ese proceso, Descartes es causa y efecto. Como recuerda Kundera, Descartes definió a los animales no humanos como máquinas vivientes, “machina animata”, seres carentes de alma y, por tanto, incapaces de experimentar dolor ni emoción alguna. Así, sus quejidos no serían tales, solo el chirrido propio de un mecanismo que funciona mal, igual que el chirrido de la rueda de un carro no significa que el eje sufra, sino que no está engrasado.

Descartes nos puso en bandeja olvidar a Pitágoras, que siglos antes había dado nombre a los primeros vegetarianos; que consideraba a los animales poseedores de un alma similar a la humana, y con idéntica capacidad de amor y de sufrimiento; que experimentaba la felicidad cada vez que podía comprar una vida para liberarla.

Quizá Nietzsche pidió perdón al caballo en nombre de Descartes, como quiso creer Kundera, o quizá simplemente lo hizo en su propio nombre, por no haberlo hecho antes, por no haber sido consciente de ese inmenso sufrimiento hasta verlo en unos ojos y en un cuerpo torturado, por haber sido él mismo víctima de Descartes, como en el fondo lo ha sido toda la humanidad.

Son cientos, miles de años de creencia en la superioridad, de permiso para dominar, de impunidad en el uso y la explotación de otros. Y mientras la sociedad avanza y deja atrás viejas creencias, como esa que hasta el mismo siglo XX no dudaba de la superioridad de los blancos sobre todos los demás hombres, ni de la superioridad de los hombres frente a todas las mujeres, los animales no humanos esperan su turno para recuperar algo tan básico como su derecho a existir y a no ser maltratados.

Ya nadie duda de que todos los humanos tenemos derecho a una existencia digna. Pero ha costado. Hace solo unas décadas esta premisa fundamental no estaba tan clara. Aún hay quien sigue cuestionándola, pero hemos logrado llegar a un punto donde ponerla en cuestión en público, simplemente verbalizarla, es reprobable y hasta puede ser constitutivo de delito.

Nelson Mandela tuvo que explicar ante muchos de sus congéneres, los mismos que lo señalan ahora como un ejemplo para la humanidad, que los negros sangraban igual que los blancos, sufrían igual que los blancos y tenían las mismas ganas de vivir que los blancos. De eso hace solo sesenta años, y unos pocos años antes aún había zoos humanos, donde las familias blancas acudían a contemplar niños negros con unos argumentos que ahora rechazaríamos de plano porque, en nuestra propia evolución, hemos asumido el racismo, igual que el sexismo, como formas de violencia.

Los estudios científicos han demostrado que los animales no humanos también sienten. Que aman, que sufren, que establecen vínculos emocionales con sus semejantes y con individuos de otras especies, incluso jerarquías en sus grupos sociales. Que tienen, en definitiva, necesidades vitales, físicas y emocionales. Pero nosotros, los animales humanos, que nos creemos superiores como en el Génesis, seguimos anclados en la teoría de Descartes. Y es nuestro código cultural el que determina si un animal no humano es digno del derecho a satisfacer o no esas necesidades.

En nuestra evolución como especie, hemos asumido que todas las vidas humanas merecen respeto. Y por eso el racismo o el sexismo, tan arraigados culturamente, van quedando poco a poco atrás. Hay resistencias, reductos donde tratan de hacerse fuertes, pero ya no es un comportamiento moralmente aceptable.

        El reto pendiente es asumir que las vidas de los demás animales también tienen un valor intrínseco. Porque la ética de una sociedad se mide por el trato que brinda a sus miembros más débiles, y la verdadera prueba de moralidad, como decía Kundera, radica en la relación que los humanos establecemos con quienes están a nuestra merced. Y esos son los animales no humanos. Todos. Al margen de las etiquetas que cada cultura haya puesto a unos y a otros.

A estas alturas de la película nada justifica que nos escandalice el maltrato a un perro o a un gato cuando miles de millones de otros animales con idéntica o superior capacidad de sufrimiento son masacrados para satisfacer nuestras necesidades o caprichos. Y menos aún teniendo en cuenta que disponemos de opciones para vivir plenamente sin condenar a nadie al sufrimiento. Ya no podemos creer que se pueda defender el medio ambiente sin luchar contra unos métodos de explotación animal que constituyen una aberración, no solo por el sufrimiento atroz que causan a sus víctimas directas, sino por el daño indirecto que causan a la naturaleza. Ya no podemos contemplar el incremento del hambre y la miseria en el mundo si no es como consecuencia directa de un engranaje endiablado en el que los animales no humanos son una pieza más, y los animales humanos, otra. Y solo luchando juntos, los más fuertes en primera línea, protegiendo a los más débiles, podemos tener esperanza en nuestro futuro.

Creemos que ese futuro pasa por abrazar, como Nietzsche al caballo de Turín, a los demás animales. Por pedirles perdón en nombre de la humanidad y en nombre de Descartes. Por reconocerles sus derechos como antes se los reconocimos a otros humanos a quienes creímos menos valiosos. Por luchar contra el especismo como lo hacemos contra el racismo o el sexismo. Por considerar que no puede haber razón sin empatía. Porque sabemos que solo respetando a un animal no humano, solo experimentando como propios sus intereses y su sufrimiento, podremos decir que nos interesamos de verdad por la vida y que somos realmente humanos.

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Fuente:

http://www.eldiario.es/caballodenietzsche/caballo-Nietzsche_6_237686248.html

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Publicado por Emilio Carrillo