Ego y budismo son dos términos indisociables. Quien quiera adentrarse en el budismo, uno de los primeros temas que abordará será el ego. Quien quiera adentrarse en el ego, una de las corrientes filosóficas y psicológicas más profundas que encontrará es el budismo. ¿Qué diferencia al budismo de las religiones más conocidas con respecto al ego? La carencia de su existencia inherente. Esto es, desde el budismo no existiríamos como parecemos existir. Interesante, ¿verdad?
Podría asegurarse que una gran parte del conocimiento budista está enfocado en destronar al ego de su posición de rey. Existe la creencia de que el ego debe ser destruido, sin embargo, esto no es del todo cierto.
El ego ahora mismo ocupa una posición central que controla y domina nuestra vida. El budismo nos dice que lo pongamos en la posición de ministro o consejero. Es indiscutible que tenemos un nombre, unas creencias, unas costumbres… pero si el ego nos domina, haremos de ello una identidad fija. Sin embargo, si lo colocamos en la posición adecuada, seremos personas más libres de condicionamientos, y, por ende, más felices.