Alfred North Whitehead fue sin duda una de las mentes más brillantes de la primera parte del siglo XX. Filósofo y matemático, Whitehead hizo importantes contribuciones tanto a la ciencia como a la filosofía y a la lógica. En la segunda parte de su vida Whitehead se concentró en la filosofía y en una crítica de la ciencia.
Hace casi un siglo Whitehead había notado que la ciencia se empezaba a calificar en sus creencias de lo que era la realidad y las defendía como antes la religión, con un fervor dogmático. Whitehead estaba especialmente calificado para hacer estas observaciones, pues estaba enteramente versado en lo último de la ciencia -siendo uno de los lectores más perspicaces de Einstein y de la física cuántica- además de tener conocimiento de filosofía y religión. En su ensayo sobre John Dewey, Whitehead escribió:
El universo es vasto. Nada es más curioso que el dogmatismo autosatisfecho con el que la humanidad en cada periodo de su historia se aferra a la ilusión de que sus modelos existentes de conocimiento son concluyentes. Los escépticos y los creyentes por igual. En este momento los científicos y los escépticos son los dogmáticos principales. Se permite avanzar en los detalles; la novedad fundamental es prohibida. El sentido común del dogmatismo es la muerte de la aventura filosófica.
Seguir leyendo Por qué la ciencia se ha convertido en el gran dogma de nuestra época