(CNNMéxico) — Los indignados de Ocupa Wall Street reportaron a través de su página de internet un sonido muy agudo y de gran intensidad que la policía estaba usando contra ellos durante desalojo del parque Zucotti en Nueva York, la madrugada del 15 de noviembre pasado.
Más tarde en el sitio web del movimiento se colocó la fotografía de un tipo de bocina a bordo de una camioneta.
Este aparato denominado Dispositivo Acústico de Largo Alcance (por sus siglas en inglés), fue desarrollado por la empresa LRAD Corporation, con sede en San Diego, California dedicada desde 1996 a la construcción de equipo acústico.
En octubre del 2000, una célula de Al-Qaeda atacó al barco destructor USS Cole de Estados Unidos, mientras estaba anclado en la costa de Yemen. Los atacantes se acercaron en un pequeño bote desde donde hicieron estallar una bomba.
Tras este hecho se hizo evidente que un barco de guerra podía tener misiles, pero era incapaz de contener a un pequeño bote, que podría tener pescadores o atacantes, aseguró a CNNMéxico, Robert Putnam, representante de LRAD Corporation.
Entonces las fuerzas armadas estadounidenses comenzaron a pensar en nuevas medidas para prevenir ataques.
Cómo funciona
A medida que un sonido se propaga, pierde fuerza por cada metro de distancia del emisor. Para evitar esto, el sistema LRAD usa, en lugar de un diafragma que vibra (que es el principio físico de toda bocina), un sistema electrónico de transductores, que transforman la energía mecánica en eléctrica, algo así como un micrófono, pero con funcionamiento inverso.
Este sistema permite emitir un sonido agudo con menor dispersión, con lo que se puede obtener un alcance de más de dos kilómetros desde la fuente emisora de sonido. “Con el sistema LRAD, es posible emitir de una manera clara y sin distorsiones todo tipo de mensajes de advertencia a una gran distancia o en un entorno con mucho ruido de fondo”, detalla Putnam.
De acuerdo con las especificaciones técnicas de uno de los sistemas LRAD, su potencia máxima de sonido es de 148 decibeles a un metro del aparato, aunque con la distancia, la potencia se atenúa. Las especificaciones del mismo modelo señalan que a 650 metros el sonido puede superar un ruido de fondo de 88 decibeles. Así, su intensidad va del equivalente de una podadora de césped hasta el de fuegos artificiales, dependiendo de la distancia.
El vocero de la empresa señala que, “asumiendo que el sistema LRAD hubiera sido activado a su máximo volumen en el parque Zucotti, la máxima presión sonora (energía de las ondas sonoras) sería de alrededor de 110 decibeles a unos 30 metros de distancia”.
¿Qué tan peligrosos son estos niveles de sonido? La Norma Oficial Mexicana NOM-011-STPS-2001 señala que la exposición a un sonido de 105 decibeles por más de 15 minutos puede considerarse dañino al oído.
Una regulación del Departamento del Trabajo de los Estados Unidos señala que una exposición a un sonido de 110 decibeles por más de 30 minutos podría causar severo daño, aunque el vocero señaló que “en un rango corto de distancia, crea un malestar auditivo y la gente se cubre los oídos de inmediato, con esto se puede reducir la presión sonora hasta 85 decibeles, mucho menos que lo que una persona escucha en un concierto de rock, aunque el LRAD está diseñado para funcionar por debajo de una intensidad dañina”.
El sonido como arma
En 2003 la marina de Estados Unidos comenzó a incorporar este sistema en sus barcos de guerra y al año siguiente en instalaciones militares iraquíes. Más tarde comenzó a instalarlo en barcos de carga como el Maersk Alabama, cuya tripulación lo usó en 2009 contra piratas en las costas de Somalia.
El representante de LRAD Corporation es muy preciso en señalar que su sistema es una herramienta y no un arma: “Es un sistema de comunicación de larga distancia empleado para transmitir información crítica, instrucciones y advertencias”. Pero las fuerzas de seguridad en otros países parecen haberlo adquirido con propósitos diferentes.
En 2007 las fuerzas de seguridad de Georgia, una pequeña nación asiática, lo emplearon por primera vez contra manifestantes y en 2009 fue usado en territorio americano para contener las protestas antiglobalización en la ciudad de Pittsburgh durante la cumbre de las 20 economías más importantes del mundo (G-20).
De hecho, el testimonio en 2009 de Mary Beth Buchanan, fiscal de la policía de Pittsburgh durante un foro organizado por el Institute for Non-Lethal Defence Technologies en la universidad de Pennsylvania señaló que “el comandante Shubert (de la policía local) mostró un video donde se veía como el LRAD usó tonos aversivos y envió mensajes para entorpecer el movimiento y los planes de pequeños grupos (de manifestantes)”.
Sea un arma o una herramienta, el LRAD parece tener su futuro asegurado: con un costo de hasta 4,000 dólares por unidad, su portabilidad (puede guardarse en una maleta), su versatilidad (puede usarse también para ahuyentar aves de aeropuertos y en situaciones de emergencia ) y su aparente inocuidad (por el momento no es tan controversial como el uso de balas de goma; gas lacrimógeno, o las las llamadas stun grenades, granadas que emiten un intenso destello de luz acompañado por un sonido de hasta 175 decibeles), probablemente seguirá haciendo su aparición en futuras confrontaciones, como complemento de macanas y escudos.
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