Una colaboración de Jose Frechina
En el número 13 (febrero-marzo de 2006) de la revista NEXUS (www.nexusmagazine.com) se publicó una interesante entrevista al Dr. Mark Randall (seudónimo tras el cual se escondía un ex-investigador en vacunas que había trabajado en un importante laboratorio farmacéutico) que advertía acerca de los peligros de vacunar de forma sistemática a la población.
Dogmacero ha recuperado este documento cuya traducción publicamos por su indudable interés y, a pesar de los años transcurridos, por estar de plena actualidad. Recomendamos una lectura atenta del mismo. Las afirmaciones que en esta entrevista se vierten son muy inquietantes.
¿Qué pasa con las vacunas? ¿Qué tan seguros y eficaces son?
Durante mucho tiempo he alertado acerca de los peligros de las vacunas, especialmente para recién nacidos y niños pequeños, cuyos sistemas inmunológicos no son capaces de hacer frente a los muchos contaminantes y conservantes tóxicos que hay en las vacunas. Hay otras razones por las que incluso los adultos deben evitarlas. Ahora, por primera vez, un ex empleado de la industria de las vacunas ha accedido a hablar de los peligros de las vacunas.
“Dr. Mark Randall” es el seudónimo de un ex-investigador de vacunas que trabajó durante muchos años en los laboratorios de las más importantes empresas farmacéuticas y los Institutos Nacionales de Salud del gobierno americano. Actualmente se halla jubilado y, pese a sus iniciales reticencias, finalmente ha accedido a que le entrevistemos.
La entrevista que sigue a continuación no sólo es importante debido al profundo conocimiento del Dr. Randallacerca de los peligros de la vacuna, sino por su testimonio sobre el funcionamiento interior y los encubrimientos del gobierno y la industria farmacéutica sobre las vacunas –ambas fuentes siguen intentando convencer a los americanos de que pueden estar tranquilos y confiados.
Este importante aporte es tal vez el mejor resumen escrito acerca de evidencias en contra de las vacunas
ENTREVISTA CON UN EX- INVESTIGADOR DE VACUNAS
P (Jon Rappoport): Usted estaba convencido de que las vacunas eran el sello de la buena medicina.
R (Dr. Mark Randall): Sí, lo estaba. Yo ayudé a desarrollar algunas vacunas. No diré cuáles.
P: ¿Por qué no?
R: Quiero conservar mi privacidad.
P: ¿Cree que podría tener problemas si habla abiertamente?
R: Sí, creo que podrían perder mi pensión.
P: ¿En que se basa?
R: Mis razones no importan. Esta gente tiene medios para causar problemas a quienes antes “formaron parte del club”. Conozco a algunas personas que fueron acosadas y sometidas a estrecha vigilancia.
P: ¿Acosados? ¿Por quien?
R: Por el FBI.
P: ¿De veras?
R: Sin duda, aunque el FBI esgrimiera otras razones. Incluso pueden enviarte el IRS1
P: ¡Tanto para la libertad de expresión!
R: Yo formaba parte del “círculo interno”. Si ahora empezara a citar nombres y hacer acusaciones
específicas contra los investigadores, podría tener muchos problemas.
P: ¿Usted cree que se debe permitir que las personas escojan si quieren ser vacunadas?
R: A nivel político, sí. A nivel científico, las personas necesitan tener información para poder escoger correctamente. Una cosa es decir que la opción es buena. Pero si nuestro entorno está plagado de mentiras ¿Cómo podemos escoger bien? Por otro lado, si el FDA estuviera dirigido por personas honorables, no se concederían licencias para algunas vacunas. Ellos serían investigados en cada pulgada de sus vidas.
P: Hay historiadores médicos que declaran que el declive global de las enfermedades no es debido a las vacunas.
R: Sí, lo sé. Durante mucho tiempo yo ignoré su trabajo.
P: ¿Por qué?
R: Porque tuve miedo de lo que me iba a encontrar. Yo estaba en el negocio de desarrollar las vacunas. Mi sustento dependía de continuar ese trabajo.
P: ¿Y entonces?
R: Hice mi propia investigación.
P: ¿A qué conclusiones llegó?
R: El descenso de las enfermedades es debido a las mejores condiciones de vida.
P: ¿Qué condiciones?
R: El agua más limpia. Sistemas avanzados de alcantarillado. Nutrición. Comida más fresca. Disminución de la pobreza. Los gérmenes pueden estar por todas partes, pero cuando se está en un entorno saludable no es tan fácil contraer enfermedades.
P: ¿Qué sintió usted al completar su propia investigación?
R: Desesperación. Comprendí que estaba trabajando en un sector basado en un montón de mentiras.
P: ¿Algunas vacunas son más peligrosas que otras?
R: Sí. La de DPT2, por ejemplo. La MMR3. Pero algunos lotes de vacunas son más peligrosos que otros lotes de la misma vacuna. Hasta donde yo sé, todas las vacunas son peligrosas.
P: ¿Por qué?
R: Por varias razones. Estas vacunas involucran el sistema inmunológico humano en un proceso que tiende a
comprometer la inmunidad. Pueden realmente llegar a causar la enfermedad que se supone que previenen.
P: ¿Por qué nosotros citamos estadísticas que parecen demostrar que las vacunas han tenido gran éxito
en erradicar las enfermedades?
R: ¿Por qué? Para dar la ilusión que estas vacunas son útiles. Si una vacuna suprime síntomas visibles de
una enfermedad como el sarampión, todos asumimos que la vacuna es un éxito. Pero, bajo la superficie,
la vacuna puede dañar el propio sistema inmunológico. Y si causa otras enfermedades -digamos,
meningitis- el hecho está enmascarado, porque nadie cree que la vacuna pueda provocar eso. La conexión
se pasa por alto.
P: Se dice que la vacuna de la viruela erradicó la viruela en Inglaterra.
R: Sí. Pero cuando se estudian las estadísticas disponibles, la conclusión es otra.
P: ¿Y cual es?
R: Había ciudades en Inglaterra dónde las personas que no fueron vacunadas no contrajeron la viruela.
Había lugares dónde las personas que fueron vacunadas experimentaron epidemias de viruela. Y la viruela ya estaba en declive antes de la introducción de la vacuna.
P: Así que usted está diciendo que a nosotros nos han falseado la historia.
R: Sí. Eso es exactamente lo que yo estoy diciendo. Ésta es una historia que se ha cocinado para convencer a las personas que las vacunas son invariablemente seguras y eficaces.
Contaminación de las vacunas
P: Veamos, usted trabajó en laboratorios en dónde la esterilización es importante.
R: La gente cree que estos laboratorios, estos medios industriales, son los lugares más limpios en el mundo. Y eso no es verdad. La contaminación es constante. Se infiltran toda clase de residuos en las vacunas.
P: Por ejemplo, el virus SV40 del mono se “coló” en la vacuna de la polio…
R: Bien sí, eso pasó. Pero eso no es lo que quiero decir. El SV40 entró en la vacuna de la polio porque la vacuna se elaboraba usando riñones de monos. Pero estoy hablando de algo más. Las condiciones de trabajo reales del laboratorio. Los errores. Los descuidos. El SV40, que después se encontró en tumores cancerosos… eso era lo que yo llamaría un problema estructural. Era una parte aceptada del proceso industrial. Si se usan los riñones del mono, se abre la puerta a gérmenes que no se sabe que están en esos riñones.
P: De acuerdo, pero ignoremos esa distinción entre los diferentes tipos de contaminantes por un momento. ¿Qué contaminantes encontró usted en sus muchos años de trabajo con las vacunas?
R: Bien. Le daré algunos con los que yo me encontré, y también le daré lo que otros colegas míos se encontraron. Esta es una lista parcial.
• En la vacuna Rimavex contra el sarampión, encontramos varios virus del pollo.
• En la vacuna de la polio, encontramos acanthamoeba que es una amiba llamada “come-cerebro».
• En la vacuna de la polio encontramos el cytomegalo virus de los simios.
• Virus espumante de simio en la vacuna del rotavirus.
• Virus de cáncer de pájaro en la vacuna de MMR.
• Varios micro-organismos en la vacuna del ántrax.
• Yo he encontrado inhibidores de enzimas, potencialmente peligrosos, en varias vacunas.
• En la vacuna de la rubeola , virus de pato, perro y virus de conejo.
• El virus de leucosis aviaria en la vacuna de la gripe.
• Virus de la Peste en la vacuna de MMR.
P: Permítame poner eso en claro: todos estos son contaminantes que no pertenecen a las vacunas.
R: Eso es correcto. Y si usted intenta calcular que daño pueden causar estos contaminantes, lo cierto es que no lo sabemos porque no se ha hecho comprobación alguna, o muy poca. Es jugar a la ruleta. Usted se arriesga. La mayoría de las personas tampoco saben que algunas vacunas de la polio, vacunas adenovirus, rubeola, hepatitis A y las vacunas del sarampión han sido hechas con tejido fetal humano abortado. De vez en cuando he encontrado lo que creí que eran fragmentos bacterianos y virus de la polio en estas vacunas que podrían proceder de ese tejido fetal. Cuando se buscan contaminantes en las vacunas, el material que se encuentra es de procedencia muy confusa. Uno sabe que no debería estar ahí, pero no sabe exactamente que es lo que tiene. Yo he encontrado lo que creí era un “fragmento» muy pequeño «de cabello humano y también mucosidad humana. También he encontrado lo que sólo podría llamarse «proteína exótica” lo que puede significar casi cualquier cosa. Podría significar proteínas de virus.
P: Por todas partes suenan señales de alarma.
R: ¿Cómo piensa que yo me sentía? Recuerde, este material está entrando en el torrente sanguíneo sin atravesar algunas de las defensas inmunes ordinarias.
P: ¿Cómo fueron recibidos sus resultados?
R: Básicamente, era «No se preocupe; esto no puede remediarse.». Haciendo las vacunas, se usan varios tejidos de animales, y aquí es donde entra este tipo de contaminación. Claro, yo no estoy ni siquiera mencionando los productos químicos habituales como formaldehído, mercurio y aluminio que se incluyen en las vacunas intencionadamente, como conservantes.
P: Esta información es asombrosa.
R: Sí. Y yo estoy mencionando solamente algunos de los contaminantes biológicos. Quién sabe cuántos otros hay. Otros que no encontramos simplemente porque no los buscamos. Si el tejido de, digamos, un pájaro, es usado para hacer una vacuna, ¿Cuántos posibles gérmenes pueden estar en ese tejido? No tenemos ni idea. No tenemos ni idea de lo que podrían ser, o qué efectos podrían tener en los humanos.
Las falsas suposiciones sobre la seguridad de la vacuna
P: ¿Y más allá del problema de la pureza?
R: Usted está tratando con una premisa básica equivocada con respecto a las vacunas: que estimulan el sistema inmunológico para crear condiciones de inmunidad hacia la enfermedad. Ésa es una mala premisa. No funciona así. Se supone que una vacuna crea «los anticuerpos que, indirectamente, ofrecen protección contra la enfermedad. Sin embargo, el sistema inmunológico es algo mucho más grande e involucra más cosas que los meros anticuerpos y aquellas células asesinas que lo componen.
P: ¿Así que el sistema inmunológico es…?
R: El cuerpo entero, realmente. Además de la mente. Se podría decir que todo es sistema inmunológico. Por eso usted puede ver, en medio de una epidemia, esos individuos que permanecen sanos.
P: Así que el nivel general de salud del individuo es importante.
R: Más que importante. Vital.
P: ¿Cómo es posible que se presenten estadísticas falsas acerca de la vacunas?
R: Hay muchas maneras. Por ejemplo, suponga que 25 personas que han recibido la vacuna de la hepatitis B enferman de las hepatitis. Bien, hepatitis B es una enfermedad del hígado. Pero usted puede llamar enfermedad del hígado a muchas cosas. Puede cambiar el diagnóstico, con lo que entonces usted ha ocultado la causa inicial (raíz) del problema.
P: ¿Y eso pasa?
R: Así es. Tiene que pasar así si los doctores asumen automáticamente que las personas que reciben las vacunas no enferman de las enfermedades contra las que se supone que están ahora protegidos. Y eso es exactamente lo que los doctores asumen. Como ve este razonamiento es un circulo vicioso. Es un sistema cerrado. No admite ninguna falta. Ninguna posible falta. Si una persona que recibe una vacuna contra la hepatitis contrae la hepatitis o alguna otra enfermedad, la suposición automática es que esto no tiene nada que ver con la vacuna.
P: ¿En sus años de trabajar en el establecimiento de la vacuna, cuántos doctores encontró que admitieron que las vacunas son un problema?
R: Ninguno. Había algunos investigadores que trabajaban en las mismas compañías farmacéuticas que cuestionaban en privado lo que estaban haciendo. Pero nunca lo harían público, aun dentro de sus propias compañías.
P: ¿Cuál fue el punto de no retorno para usted?
R: Yo tenía un amigo cuyo hijo se murió después de que le administrasen una vacuna DPT.
P: ¿Usted investigó?
R: Sí, informalmente. Yo encontré que este niño estaba completamente sano antes de la vacunación. No había ninguna razón para su muerte, excepto la vacuna. Eso provocó mis dudas. Claro, quise creer que al niño le aplicaron una vacuna mala de un lote malo. Pero cuando investigué un poco más me encontré que ese no era el caso. Estaba siendo arrastrado hacia una espiral de dudas que iba en aumento con el tiempo. Continué investigando, y encontré que, contrariamente a lo que yo pensaba, no se prueban las vacunas de una manera científica.
P: ¿Qué quiere decir?
R: Por ejemplo, no se hace ningún estudio apropiado a largo plazo, de cualquier vacuna, usando un grupo de control. Lo que quiero decir es que no se le da una correcta y profunda continuación, teniendo en cuenta el hecho de que las vacunas pueden inducir, con el tiempo, varios síntomas y problemas serios que caen fuera del rango de la enfermedad para el que la persona fue vacunada. De nuevo, se supone que las vacunas no causan problemas. ¿Entonces para que chequear? Además, la reacción a la vacuna se define de manera que todas las malas reacciones se dice que ocurren muy pronto después de aplicar la vacuna. Pero eso no tiene el sentido.
P: ¿Por qué no tiene el sentido?
R: Porque la vacuna obviamente actúa en el cuerpo para un largo periodo de tiempo después de aplicarla. Una reacción puede ser gradual. El deterioro puede ser gradual. Los problemas neurológicos pueden desarrollarse con el tiempo. Y lo hacen en varias condiciones, incluso según un análisis convencional. Así es que ¿por qué no pudiera ser este el caso de las vacunas? Si el envenenamiento químico puede ocurrir gradualmente, ¿por qué no pudiera ser éste el caso con una vacuna que contiene mercurio?
P: ¿Y eso es lo que usted encontró?
R: Sí. La mayor parte del tiempo usted trata con correlaciones. Las correlaciones no son perfectas. Pero si usted encuentra a 500 padres cuyos niños han sufrido daños neurológicos durante el periodo de un año después de administrárseles una vacuna, esto debería ser motivo suficiente para que se efectuase un profunda investigación.
P: ¿Ha sido suficiente?
R: No. Nunca. Esto le dice algo de inmediato.
P: ¿Qué es…?
R: Las personas que hacen la investigación realmente no están interesadas en ver los hechos. Asumen que las vacunas son seguras. Así, cuando investigan, invariablemente proponen exoneraciones de las vacunas. Ellos dicen, «Esta vacuna es segura». ¿Pero en qué basan esos juicios? Se basan en las definiciones e ideas que automáticamente los conducen fuera de cualquier condena de la vacuna.
P: Hay numerosos casos dónde ha fallado una campaña de vacunación, donde las personas han enfermado de la enfermedad contra la que ellos fueron vacunados.
R: Sí, hay muchos casos así. Y allí simplemente se ignora la evidencia. Se descuenta. Los expertos dicen, si es que dicen algo, que ésta es simplemente una situación aislada, pero que globalmente la vacuna ha mostrado ser segura. Pero si se suman todas las campañas de vacunación donde han ocurrido daños y enfermedades, se comprende que éstas no son situaciones aisladas.
Intereses enfrentados
P: ¿Usted discutió alguna vez con sus colegas acerca de lo que estamos hablando, cuándo todavía estaba trabajando en el establecimiento de la vacuna?
R: Sí, lo hice.
P: ¿Qué pasó?
R: Algunas veces dijeron que me quedara callado. Era claro que debía centrarme en trabajar y olvidarme de mis presentimientos. En algunas ocasiones encontré miedo. Los colegas intentaron evitarme. Ellos se sentían que pudieran ser etiquetados de “culpables por asociación». Sin embargo, con todo y eso yo me comporté. Me aseguré de no crearme problemas.
P: ¿Si las vacunas realmente dañan, porqué se aplican?
R: En primer lugar, no hay ningún «si». Las vacunas dañan. Lo que es más difícil de contestar es si dañan a esas personas que no parecen mostrar daños. Entonces ahí estamos tratando con un tipo de investigación que debe hacerse, pero no se hace. Los investigadores deben sondear para descubrir un tipo de mapa, o cuadro de flujo que muestre exactamente que es lo que hacen las vacunas en el cuerpo desde el momento en que entran.
Esta investigación no se ha hecho. Acerca de por qué se aplican, nosotros podríamos sentarnos aquí durante dos días y podríamos discutir todas las razones. Como usted mismo muchas veces ha dicho, en diferentes niveles del sistema la gente tiene sus motivos: dinero, miedo de perder un trabajo, deseo de ganar puntos en el ámbito de su profesión, prestigio, premios, promoción, idealismo desencaminado, hábito de no pensar, y así sucesivamente…
P: La oposición acerca de la vacuna contra la hepatitis B parece un buen inicio
R: Creo que sí. Decir que a los recién nacidos se les debe administrar la vacuna para, a continuación afirmar que una persona contrae la hepatitis B por contacto sexual y por compartir agujas, es una ridícula yuxtaposición. Las autoridades médicas intentan cubrirse diciendo que 20,000 niños en el EE.UU. contraen la hepatitis B todos los años por «causas desconocidas”, y por eso a cada bebé se le debe administrar la vacuna. Yo discuto esa cifra de de 20,000 niños y los llamados estudios que lo respaldan.
P: Andrew Wakefield, el médico británico que descubrió el vínculo entre la vacuna de MMR y el autismo, simplemente ha sido despedido de su trabajo en un hospital de Londres. 4
R: Sí. Wakefield realizó un gran servicio. Sus correlaciones entre la vacuna y el autismo está asombrando…
P: Conocemos de una actriz de Hollywood que declaró públicamente que ´jamás se administraría una vacuna y esto le ha representado su suicido profesional
R: Hollywood está poderosamente vinculado al cartel médico. Hay varias razones, pero una de ellas es simplemente que un actor que es famoso puede atraer una gran cantidad de publicidad por aquello que dice. Yo estuve presente en su manifestación en contra de la FDA en el centro de la ciudad de Los Ángeles en 1992. Uno o dos actores hablaron contra el FDA. Desde ese tiempo, difícilmente encontrará a un actor que haya hablado de forma alguna en contra del cartel médico.
P: Dentro de los Institutos Nacionales de Salud, ¿cómo andan los ánimos, cual es la opinión mayoritaria?
R: Las personas están compitiendo por los fondos para la investigación. Lo último en lo que piensan es en desafiar el statu quo. Están metidos en una auténtica guerra interna por esos fondos. No necesitan más problemas. Este es un sistema muy aislado. Parten de la idea que, la medicina grande, y moderna tiene mucho éxito en todas las fronteras. Admitir los problemas sistémicos en cualquier área es lanzar dudas sobre todo el sistema.
Usted podría pensar, por consiguiente, que el NIH5 es el último lugar en el que uno debe pensar para hacer manifestaciones de este tipo. Pero es justamente al revés. Si cinco mil personas se presentaran allí exigiendo una contabilidad de los beneficios reales de ese sistema de investigación, exigiendo saber cuales son los beneficios reales para la de las personas, de los billones de dólares gastados vertidos en esa institución, algo podría empezar a cambiar. Podría encenderse una chispa. Podría conseguirse, con manifestaciones más amplias, toda clase de cosas. Los investigadores, algunos, podrían empezar a filtrar información.
P: Una buena idea.
R: Personas manifestándose tan cerca de los edificios como lo permitiera la policía. Hombres de negocios, trabajadores, amas de casa, madres y bebés. Gente bien, gente pobre, toda clase de gente.
P: ¿Qué hay sobre el poder destructivo combinado de varias vacunas administradas a los bebés últimamente?
R: Es una parodia y un crimen. No hay ningún estudio real de cierta profundidad que se haya hecho sobre esto. De nuevo, es un hecho que se supone que las vacunas son seguras, y por consiguiente, aplicar cualquier número de vacunas juntas también es seguro. Pero la verdad es que las vacunas no son seguras. Por consiguiente lo que sucede es que se incrementan los potenciales daños al aplicar varias vacunas en un corto período de tiempo.
P: Luego tenemos la estacionalidad de la gripe en otoño.
R: Sí. Como si fuera sólo en el otoño que estos gérmenes flotaran a EE.UU. desde Asia. El público se traga esta premisa. Si pasa en abril, es un mal resfriado. Si pasa en octubre, es la gripe.
P: ¿Usted se arrepiente de haber trabajado todos esos años en el campo de las vacunas?
R: Sí. Pero después de esta entrevista, lo sentiré un poco menos. Y estoy trabajando de otra forma. Doy información a ciertas personas cuando pienso que harán buen uso de ello.
Cantidad de ensayos y necesidad de estudios sobre seguridad de vacunas
P: ¿Hay algo que usted quiera que el público sepa?
R: Que la cantidad de ensayos estableciendo la seguridad y eficacia de las vacunas está en las personas que las fabrican y las autorizan para el uso público. Simplemente eso. La carga de ensayos no está en usted o en mí. Y para los ensayos se necesitan hacer estudios bien diseñados y a largo plazo. Se necesita darle una extensa continuidad. Se necesita entrevistar a las madres y prestar la atención a lo que digan acerca de sus bebés, y lo que les pasa a ellos después de la vacunación. Se necesitan todas esas cosa… esas cosas que no están ahí.
P: Las cosas que no están ahí
R: Exacto…
P: Me gustaría que usted repasara esto una vez más para evitar cualquier confusión, los problemas que pueden causar las vacunas, qué enfermedades pueden provocar, cómo pasa esto…
R: Básicamente estamos hablando acerca de dos potenciales resultados dañinos. Uno, la persona contrae la enfermedad de la vacuna. Contrae la enfermedad que pretende evitar con la administración de esa vacuna, porque para empezar, alguna versión de la enfermedad está en la vacuna. O dos, no contrae esa enfermedad, pero quizá en seguida, o en algún momento más tarde, desarrollará otra condición que es causada por la vacuna. Esa condición podría ser autismo -o lo que sea a lo que llaman autismo- o lo que podría ser alguna otra enfermedad como meningitis. O podría volverse mentalmente discapacitado.
P: ¿Hay alguna manera de comparar la frecuencia relativa de estos diferentes resultados?
R: No. Porque la continuidad es muy pobre. Nosotros sólo podemos suponer. Si usted pregunta, en una población de cien mil niños que se les administra la vacuna del sarampión, cuántos contraen sarampión y cuántos desarrollan otros problemas que pueda derivarse de esa vacuna, no hay ninguna respuesta fiable.
Eso es lo que estoy diciendo. Las vacunas son supersticiones. Y con las supersticiones, no se consiguen hechos que se puedan usar. Sólo se consiguen historias, muchas de las cuales están diseñadas para reforzar la superstición. Pero, de las muchas campañas de vacunación efectuadas, podemos juntar historias que revelan algunas cosas muy perturbadoras. Se han dañado personas. El daño es real, y puede ser profundo y puede significar la muerte. El daño no se limita a unos cuantos casos, como se nos ha querido hacer creer.
En los EE.UU., hay grupos de madres que están testificando acerca del autismo y vacunas infantiles. Esos grupos aumentan y hacen oír su voz en las reuniones. Están intentando rellenar el hueco que ha sido creado por los investigadores y médicos que vuelven la espalda a todo el asunto.
P: Permítame preguntarle esto. ¿Si usted compara a un niño, digamos, de Boston, y lo cría con una alimentación sana y variada, hace ejercicio todos los días, es querido por sus padres y no le aplicaran la vacuna del sarampión, ¿Cual sería su estado de salud comparado con el niño promedio de Boston que come pobremente, pasa cinco horas al día frente el televisor y se le administra la vacuna del sarampión?
R: Por supuesto que hay muchos factores involucrados, pero yo apostaría por el buen estado de salud del primer niño. Si él contrae el sarampión, si lo contrae cuando tiene nueve años, lo más probable es que será mucho más ligero que el sarampión que el segundo niño podría contraer. Yo apostaría por el primer niño.
P: ¿Cuánto tiempo trabajó usted con vacunas?
R: Un largo tiempo. Más de diez años.
P: Viendo ahora el tema en perspectiva, ¿Puede usted constatar alguna buena razón para afirmar que las vacunas tienen éxito?
R: No, no puedo. Si yo tuviera un niño ahora, lo último que yo permitiría es la vacunación. Yo me iría del Estado si tuviera que hacerlo. Cambiaría el apellido. Desaparecería con mi familia. No estoy diciendo que se debe llegar a eso. Hay maneras de esquivar el sistema con gracia, si usted sabe cómo actuar. Hay excepciones que usted puede alegar en cada Estado, basándose en motivos religiosos y/o filosóficos. Pero si, finalmente, nada de eso funcionase, yo me trasladaría.
P: Y sin embargo hay por todas partes todavía niños que sí los vacunan y parecen estar saludables.
R: La clave está en la palabra “parece”. ¿Qué hay de todos los niños que no pueden concentrarse en sus estudios? ¿Qué hay sobre los niños que de vez en cuando tienen rabietas? ¿Qué hay de los niños que realmente no están en posesión de todas sus facultades mentales? Yo sé que hay muchas causas para estas cosas, pero las vacunas son una de ellas. Yo no me arriesgaría. No veo ninguna razón para arriesgarse. Y francamente, no veo ninguna razón para permitirle al gobierno tener la última palabra. Por mi experiencia sé que la medicina gubernamental es, a menudo, contradictoria en cuanto a los fines que dice perseguir. Se consigue o uno u otro, pero no ambos.
P: Y ese sería el terreno de juego
R: Sí. Permita que aquellos que quieren las vacunas las tomen. Permítales a los disidentes rechazar tomarlas. Pero, como dije antes, no hay igualdad de condiciones si el terreno de juego está plagado de mentiras. Y cuando están involucrados bebés, se tiene a los padres para que tomen todas las decisiones. Esos padres necesitan conocer toda la verdad. ¿Qué hay acerca del niño del cual hablé, que murió por la vacuna de DPT? ¿Basándose en qué información actuaron sus padres? Yo puedo decirle que estaba sesgada. No era información real.
P: Los departamentos de comunicación del cártel médico en concierto con la prensa, asustan a los padres con los guiones horribles acerca de lo que pasará si sus niños no son vacunados.
R: Hacen que parezca un crimen negarse a la vacuna. Hacen que esa actitud se sinónimo de malos padres. Se puede combatir todo eso con buena información. Siempre es un desafío oponerse a las autoridades. Y sólo usted puede decidir hacerlo. Es la responsabilidad de cada persona tomar esa decisión. Al cartel médico le gusta esa apuesta. Está apostando a que el miedo ganará.
Jon Rappoport
Revista Nexus (www.nexusmagazine.com)
Notas
(1) IRS Internal Revenue Service es la agencia federal del Gobierno de los Estados Unidos, encargada de la recaudación fiscal y de los cumplimientos de las leyes tributarias. Constituye una agencia encuadrada en el Departamento de Tesorería de los Estados Unidos y también es responsable de la interpretación y aplicación de las leyes fiscales de carácter federal. (wikipedia)
(2) Es una mezcla de tres vacunas: Difteria, Tosferina y Tétanos
(3) Vacuna triple: Sarampión, paperas y rubeola
(4) Andrew Jeremy Wakefield,investigador británico,conocido por el trabajo que publicó en 1998 acerca de la relación entre la vacuna «triple vírica» y el autismo y determinadas enfermedades gastrointestinales. Este trabajo fue objeto de fuerte controversia y en años posteriores, se presentaron trabajos de otros investigadores en los que se afirmaba no poder reproducir sus hallazgos e, incluso, acusándolos de fraudulentos. Sin embargo, aún hoy en día, son muchos quienes creen que el descrédito y el acoso al que fue sometido Wakefield fue una campaña orquestada por el cártel farmacéutico
(5) National Institutes of Health (NIH; en español Institutos Nacionales de la Salud) es el nombre de un grupo de instituciones del gobierno de los Estados Unidos cuyos objetivos se centran en la investigación médica. El grupo tiene sus oficinas centrales en Bethesda, Maryland.
Acerca del autor de este artículo
Jon Rappoport ha trabajado como periodista de investigación independiente durante 20 años. Ha participado como invitado en más de 200 programas de radio y televisión, incluyendo Nightline de la cadena ABC, Diario y Hard Copy de PBS Tony Brown.
Durante los últimos 10 años, Jon ha trabajado en gran medida fuera de la corriente oficial. En los últimos 30 años, su investigación independiente ha abarcado temas de política profunda, conspiraciones, salud alternativa, control mental, el cártel médico, simbología, y las soluciones al del planeta por las élites ocultas.
En 1996, Jon comenzó El Gran Boicot contra las ocho principales corporaciones químicas: Monsanto, Dow, DuPont, Bayer, Hoechst, Rhône-Poulenc, Imperial Chemical Industries y Ciba-Geigy.
El boicot sigue en vigor hoy en día.
Jon Rappoport es graduado por la Universidad de Amherst, Massachusetts, con una licenciatura en Filosofía. Jon, tiene 63 años y vive con su esposa, la Dra. Laura Thompson, en San Diego, California.
La web de Jon Rappoport es http://www.nomorefakenews.com/index.html
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