Archivo por meses: abril 2016

El Lenguaje de la Bestia

Comp 1_00000

EL LENGUAJE DE LA BESTIA
La Bestia habla.
Tiene un idioma propio.
Esa bestia, a la que llamamos Sistema, tiene una presencia cada vez menos abstracta: ya empieza a ser un ente con unas características bien definidas y reconocibles.
Y una de ellas es un lenguaje propio, con unas lógicas propias y con una intencionalidad final concreta.
Un lenguaje que ha sido inoculado en nuestras mentes y que nos ha programado a todos sin que nos demos ni cuenta, para que seamos partícipes directos de la eliminación de nuestra propia identidad individual y de nuestra conversión en meras piezas de la maquinaria.
Como hemos dicho con anterioridad en otros artículos, el Sistema actúa como si fuera una especie de maquinaria psíquica, que está instalada en nuestras psiques, programando todas nuestras acciones de forma semi-inconsciente.
Es muy difícil identificarlo correctamente, pues no tiene nombre, ni cara, ni cuerpo, ni podemos hacernos una imagen clara de él; se refleja en todas nuestras expresiones culturales, en lo que creemos que son nuestros anhelos y sueños, en nuestras leyes, en nuestras creencias e ideologías.
Solo podemos detectar su presencia poderosa y omnisciente en los resultados, constatando que efectivamente está ahí, oculto en cada gesto y en cada uno de nuestros actos, dirigiendo la orquesta humana desde las sombras del inconsciente colectivo…
Pero desde hace un tiempo, relativamente corto, ha dado un salto adelante.
Ha salido de las sombras y ha empezado a hablar con una voz propia cada vez más reconocible.
El suyo es un lenguaje explícito, frío y eficiente…pero también es extremadamente sincero: nos dice, sin ambages, que no nos considera seres humanos individuales, sino simples números, susceptibles de ser sumados, restados o borrados en cualquier momento.
Lo podemos percibir en la profusión de lenguaje estadístico que inunda nuestras existencias y que nos ha convertido a todos en cifras abstractas parametrizables.
Un ejemplo claro de como ese lenguaje está calando en nuestras mentes y en nuestra visión del mundo y de la realidad, lo podemos encontrar en los medios de comunicación y más concretamente al escuchar cualquier noticiario televisivo.
LA LENGUA DE LA BESTIA EN LA TV
Fijémonos, por ejemplo, en lo que encontramos en un noticiario televisivo de forma habitual.
Las noticias vienen acompañadas de una amplia profusión de fríos datos estadísticos, cuyo efecto principal es la uniformización, la despersonalización y la eliminación de cualquier expresión de individualidad.
Cuando combinamos esa deshumanización estadística con un bombardeo de imágenes morbosas, en forma de grandes desastres, espectaculares accidentes, explosiones, cadáveres, dolor y muerte, eso acaba teniendo un efecto devastador sobre nuestra forma de ver el mundo, a las demás personas y a nosotros mismos.
Nos hemos acostumbrado a ver morir a seres humanos y a convertirlos automáticamente en datos estadísticos en nuestro cerebro, en forma de muertos o heridos y clasificándolos según etiquetas, como si fuera la cosa más natural del mundo.
Podríamos decir que la máquina nos está “mecanizando” a nosotros también, programando nuestras mentes con su lógica fría y calculadora, para que seamos como ella.
Pongamos un ejemplo: supongamos que por la televisión, en un noticiario, nos muestran uno de esos vídeos de accidentes desgraciados grabados con una cámara de vigilancia.
Nos muestran a una persona que pasea tranquilamente por la calle con su perrito y de repente, vemos como el animal cruza la calle de improviso, su dueño corre tras él y lo atropella un coche. Ver una imagen como esta, puede provocarnos un impacto emocional. No importa si esa persona es china, rusa, blanca o negra. Nos identificaremos con ella porqué está haciendo algo que podríamos hacer nosotros y le sucede algo que también podría sucedernos a nosotros mismos o a algún ser querido. Eso provoca que sintamos empatía hacia esa persona y que su desgracia nos provoque un cierto grado de dolor.
¿Pero qué sucede si yo acompaño esas imágenes con una nutrida dosis de fríos datos estadísticos?
Supongamos que nos muestran esas mismas imágenes, pero una voz en off nos va diciendo que “cada año mueren 1500 personas atropelladas por distracciones en las ciudades del país, de las cuales, un 25% fallecen” y posteriormente nos muestran vídeos muy cortos o en multipantalla de muchos otros atropellos en diferentes países, con los datos estadísticos comparativos de víctimas en aquellos lugares, con números de muertos, heridos y tantos por ciento de hombres y mujeres atropellados.
Esa profusión de datos, acompañada de las imágenes impactantes, tiene un efecto demoledor en nuestra forma de ver y sentir la realidad.
De repente, ya no vemos a esa persona desconocida concreta con la que podíamos identificarnos y que podía provocarnos empatía; esa empatía se ve sustancialmente reducida, porque esa persona pasa a ser el reflejo visual de un dato estadístico.
Bien, pues este efecto de programación en nuestra mente, se repite de forma incesante y constante, hora tras hora, día tras día, sin que seamos conscientes de ello, como un veneno que va calando en nuestra psique gota a gota.
Esa es la función principal de los medios de comunicación de masas: son la herramienta de uniformización masiva más poderosa de todos los tiempos.
Son la antena desde la que el sistema emite constantemente los paquetes de datos que deben ser instalados en nuestros cerebros para las consiguientes “actualizaciones diarias del software del Sistema”.
Si los analizamos con atención descubriremos que esta programación mental propia de una máquina, está estructurada con una serie de lógicas internas completamente perversas, de las que nadie se da ni cuenta.
LA MAGNITUD DE LA TRAGEDIA
El lenguaje de programación mental que nos transmiten los noticiarios, no se limita a reducir a las personas a simples cifras estadísticas: también las clasifica de forma lógica según un sistema de valores implícito, y a la vez, crea un sistema paralelo de simulación cuantitativa de empatía hacia los demás, algo parecido a una nueva sub-rutina de programación mental basada en emociones pre-fabricadas y parametrizables, cuyo objetivo es sustituir los posibles rastros de empatía real, espontánea y sincera que aún alberguemos y que nos caracteriza como individuos humanos.
Vamos a intentar aclarar lo que acabamos de exponer.
Cada día las noticias nos muestran a personas muriendo o sufriendo.
Pero a todos se nos hace más que obvio que los medios cuantifican sibilinamente la cantidad de empatía que debemos sentir hacia esas personas dependiendo de sus características: los medios no las tratan a todas por igual.
Hay diferentes escalafones, determinados por la raza o la proximidad étnica o nacional.
Incluso hay diferentes escalas dependiendo de las clases sociales y las profesiones.
Por ejemplo, en un noticiario cualquiera, de forma inadvertida y sutil, se nos transmite la idea de que un policía o un agente de la autoridad siempre tiene más valor que cualquier otro civil.
Cuando las víctimas son policías, siempre se cuentan aparte del resto, como si fueran de una clase superior. ¿Cuántas veces hemos escuchado narraciones del tipo “en el tiroteo, se produjeron 5 víctimas mortales, 2 de las cuales eran policías?”
Es una distinción continuada que los periodistas ya parecen hacer de forma inconsciente.
Pero en muchos casos, este tipo de distinciones no tienen nada de inconsciente, sino que estamos ante una manipulación emocional premeditada de carácter político.
Recordemos cuando en España sufríamos los atentados de ETA y moría un policía, un guardia civil o un militar: siempre nos decían cuántos hijos tenía la víctima, con la intención poco disimulada, de manipular nuestras emociones y generar una respuesta empática en favor de la víctima (y por lo tanto del gobierno) y de rechazo visceral hacia los terroristas.
Como vemos, el lenguaje de programación mental del Sistema que nos transmiten los noticiarios, contiene implícitamente una escala de valoración de las personas dependiendo de su “clasificación” dentro de la sociedad.
Si en una noticia nos dicen que mueren 4 obreros en un accidente laboral (en el caso excepcional de que nos hablen de un muerto en accidente laboral que no lleve uniforme y pistola), ¿alguna vez nos notifican cuántos hijos huérfanos dejan esos trabajadores?
Nunca, o casi nunca.
Y la razón implícita de ello es que, siguiendo la lógica interna del Lenguaje del Sistema, un obrero tiene un valor muy inferior a un policía y por lo tanto no es necesario condicionar una respuesta empática artificial ante su desaparición, básicamente porque el sistema tampoco obtendría ningún beneficio al hacerlo, como sí sucede al tratar de generar empatía con alguien que representa a la autoridad y al poder.
Esa es la cruda realidad.
Pero la perversión implícita en este lenguaje del Sistema, va mucho más allá aún.
Este es un razonamiento que a algunas personas les puede incomodar, pero la realidad es que todas las catástrofes o tragedias que nos cuentan en los noticiarios, siguen unas fórmulas implícitas que todos tenemos asumidas de forma inconsciente.
Cualquier tragedia es cuantificable tanto en Magnitud como en Intensidad y dispone de su propia unidad de medida, como la tiene la distancia, el volumen, la fuerza o la corriente eléctrica.
No seamos hipócritas: la MAGNITUD de una tragedia se mide en Muertos. Y los heridos, son algo parecido a los decimales.
¿Cuántas veces hemos escuchado en las noticias algo como “el accidente provocó 21 muertos y 37 heridos”?
Eso significa que la magnitud de la tragedia, fue de 21.37
Un suceso con 1 muerto y 3 heridos, tiene una magnitud de 1.3 y uno con tan solo 26 heridos, una magnitud de 0.26
¿Parece un cálculo frío e inhumano de lo que es una tragedia?
Lo es. Es inhumano.
Pero este es el lenguaje de la Bestia, el lenguaje del Sistema, que inadvertidamente los medios de comunicación inoculan en nuestra psique.
Y todos lo tenemos plenamente asumido de forma inconsciente: programa nuestra mente como si fuéramos poco más que autómatas.
Pero no solo se cuantifica inconscientemente la Magnitud de las tragedias.
También se cuantifica la Intensidad de la tragedia, es decir, la carga emocional o empatía condicionada que debe provocar en el espectador.
Y para cuantificar la intensidad de la tragedia, existe otra unidad de medida: el Niñomuerto.
¿Cuántas veces hemos escuchado en las noticias algo como “el accidente provocó 200 muertos, 75 de los cuales eran niños”?
¿Qué nos transmite una noticia redactada de esta manera?
Pues que la tragedia tuvo una Magnitud de 200 y una Intensidad de 75.
La función final de la cuantificación de la Intensidad de la tragedia, midiéndola en niños muertos, es condicionar la cantidad de empatía que el suceso debe despertar en nosotros. Es un mecanismo que busca programar y cuantificar nuestra respuesta emocional, convirtiéndola en algo fácilmente parametrizable, como si fuéramos máquinas.
Puede parecer una exposición muy dura y descarnada, pero esa es la auténtica realidad y la podemos constatar cada día cuando encendemos la televisión, escuchamos la radio o leemos las noticias en un diario o en Internet.
Y puesto que todos hemos aceptado funcionar según estos parámetros de programación, ¡Dejémonos ya de tanta hipocresía y digamos las cosas por su nombre, de forma explícita y sin tantos rodeos!
Hagámoslo de una vez: añadamos ya estas unidades de cálculo de tragedia a las ya múltiples unidades de medida del Sistema Internacional. Pongamos al Muerto y al Niñomuerto al lado del Metro, el Kilogramo, el Amperio, el Newton o el Joule.
Que no mareen más la perdiz nuestros amigos los periodistas: que lo digan con toda naturalidad…”Última hora: se ha producido una tragedia de 200.42 Muertos de magnitud y una intensidad de 55 Niñosmuertos”.
Porque de hecho ya lo hacen y solo la repugnante hipocresía de nuestra sociedad y del mundo periodístico en particular, les impide exponerlo explícitamente.
Y ya puestos a arrancar máscaras y a aceptar sin tapujos que hemos sido programados con el frio e insensible lenguaje de la bestia, acabemos de deducir qué otras fórmulas se ocultan en su interior.
Hemos hablado de las unidades de magnitud e intensidad que sirven para cuantificar las tragedias y la respuesta emocional condicionada que deben provocar en el espectador.
Pero dichos cálculos se ven alterados por un conjunto de parámetros adicionales que no podemos ignorar.
Y es que como ya indicábamos antes, no todos los muertos cuentan igual.
Para calcular el valor de un muerto, también se aplica algo parecido a una fórmula matemática implícita, que incluye una serie de factores correctores.
La cantidad de valor que tiene un muerto depende de su profesión (un político cuenta más que un policía y un policía más que un barrendero o un camionero, por ejemplo); su posición social (un empresario rico vale más que un obrero); su nivel de celebridad (un jugador de fútbol famoso vale más que un maestro de escuela), etc…
Y a ello, debemos añadir los importantes factores correctores referentes a la raza, la cultura o la procedencia.
En Occidente, por ejemplo, un blanco vale por 1, un oriental vale por 0,3 y un africano negro o un indio, valen por 0,1; un hindú, un musulmán o un budista vale menos que un cristiano; un alemán vale más que un rumano y un norteamericano vale mucho más que un bengalí, etc…
Además, si la víctima habla tu idioma vale más que si lo hace en otro idioma; y podríamos decir que el valor dado a la víctima de una tragedia, también es inversamente proporcional a la distancia entre su lugar de origen y el tuyo.
A ello debemos añadir un factor adicional de corrección referente a la forma en que se han producido las víctimas. Por ejemplo, a un muerto en accidente de avión se le otorga un valor de tragedia superior a un muerto por hambruna, a causa del impacto visual y psicológico del suceso…y así con un largo etcétera de condicionantes diversos.
Todos estos elementos configuran algo parecido a una fórmula matemática que aplicamos de forma inconsciente a cada víctima cuando en las noticias nos hablan de cualquier tragedia o suceso.
Es este conjunto de rutinas lógicas, instaladas inadvertidamente en nuestra mente, las que provocan que sintamos un mayor impacto emocional por 4 muertos por un accidente de avioneta en nuestro país, que por 5.000 muertos en Etiopía a causa del hambre o de la guerra.
Si habláramos solo de “magnitud nominal” de la tragedia, la tragedia de Etiopía tendría una magnitud de 5000 respecto a la de 4 de nuestro país…pero los factores correctores reducen enormemente el valor de la unidad de magnitud de tragedia (el Muerto) en el caso de los etíopes, de manera que cada muerto etíope queda reducido a apenas unas milésimas de “muerto occidental” próximo a nuestra casa.
Sí, es muy cruel hablar en estos términos…pero así es el lenguaje de la bestia, instalado en nuestra mente y actualizado y reforzado, cada día, por los medios de comunicación.
Y lo aplicamos constantemente, como si fuera la cosa más natural y lógica del mundo.
Otra cosa es que nos neguemos a aceptar que nuestro cerebro está programado con estos parámetros…allá cada uno con su nivel de tolerancia a la hipocresía.
LA NUEVA RELIGIÓN
Esta es la cruda realidad y este es el lenguaje con el que la maquinaria del Sistema está programando nuestra mente a nivel profundo; susurra incesantemente sus cifras estadísticas en nuestros oídos, como un mantra que nos aturde las emociones, hasta el punto de que ya no vemos a las demás personas como iguales a los que amar o respetar, sino como datos sumables o restables, como puntitos lejanos que oteamos desde una gran altura y por los que no podemos sentir nada.
Este lenguaje, con su lógica fría y su simulación numérica y simplista de lo que es la emoción o la empatía, tiene la capacidad de convertir lo mágico, lo misterioso, lo inaprehensible, en una mera desviación estadística.
Por lo visto, es el lenguaje del nuevo mundo hacia el que nos encaminamos.
Un lenguaje científico y tecnocrático, en el que los individuos de valor incalculable, con sus sueños y talentos únicos, son sacrificados impíamente en los altares de la eficiencia del Sistema, para aumentar en un 0,1% algún indicador estadístico de la gran maquinaria.
Nos han infectado la mente con este nuevo lenguaje, con el objetivo de que nos adaptemos sumisamente al nuevo mundo que se está gestando y para que concibamos sus lógicas internas como algo natural e inevitable, como lo es el paso del tiempo , la ley de la gravedad o la constante de la velocidad de la luz.
Y de hecho, es algo que ya está sucediendo; la infección ya ha llegado a lo más hondo de nuestra psique.
Con la crisis, hemos visto como a gran cantidad de personas, con sus sueños, sus anhelos y décadas de esfuerzos denodados a sus espaldas, se las ha “desechado” como piezas inservibles, para favorecer un descenso de 100 puntos en la Prima de Riesgo, o para aumentar en un 0,3% el crecimiento económico interanual.
¡Y la mayoría de gente se lo ha tragado como si fuera la cosa más natural del mundo!
Por lo visto, la inmensa mayoría de la población está dispuesta a sacrificarse en pos de alguna cifra macroeconómica abstracta, sin tan solo preguntarse qué representa esa cifra, si es algo real o no, ni a quien favorece realmente la mejora de ese indicador de significado tan difuso.
Con expresión resignada nos encaminamos nosotros mismos hacia el altar de la oblación, siguiendo el sendero de la “responsabilidad ciudadana”, para ser sacrificados por la gloria del Dios-Sistema.
Las voces de los grandes sacerdotes resuenan en los altavoces mediáticos, prometiéndonos que “nuestra sangre fertilizará los campos y aumentará el rendimiento de las cosechas en un 10%” y conformados, nos tumbamos sobre el altar para que nos desollen…y ya ni tan solo, en el colmo de nuestra derrota como seres humanos, exigimos que se realice un ritual decente para nuestra inmolación, adornado con bellos cánticos de ofrenda o danzas ceremoniales; ¡Que va! Nos han programado hasta tal punto, que permitimos que cualquier funcionario gris y mediocre nos abra en canal y nos despelleje con desprecio, como si fuéramos reses en un matadero.
Y aquellos que se atreven a rebelarse y levantan sus gritos llamando a la rebelión, a la desobediencia, o incluso a quemar el templo, no tardan en ser acallados por sus propios compañeros, que los acusan de violentos, de insolidarios o de vagos improductivos que no están dispuestos a sacrificarse por el bien común, el progreso de la humanidad, o la recuperación patria.
Son los nuevos herejes, ahora denostados bajo el apelativo de “terroristas anti-sistema” y no tardan en ser golpeados o incluso linchados por esas masas dispuestas a eviscerarse por la “gran causa” del Dios-Sistema.
Imaginemos por un momento, ¿qué habría pasado durante esta crisis, o ahora, durante la impostada fase de recuperación, si el lenguaje de la Bestia no estuviera instalado en nuestra mente con toda su parafernalia estadística?
La reacción de la población habría sido muy diferente.
Si la gente no se hubiera creído, absolutamente convencida, que su sufrimiento y sus apuros servían para que la prima de riesgo bajara 70 puntos o las expectativas de crecimiento pasaran del 0,9% al 1,4%, nadie habría tragado con la situación. Los ciudadanos solo se habrían fijado en los aprietos de su día a día, solo habrían visto a sus hijos viviendo peor que antes y eso los podría haber llenado de una rabia incontenible de impredecibles consecuencias.
Sí, es cierto, la rabia ha existido, se ha reflejado en las calles de alguna manera, pero ha sido apaciguada en gran manera (entre otros factores) por la susurrante voz de la Bestia; con su lenguaje falaz y su profusión de datos, ha conseguido hipnotizar a las masas y desviar toda esa rabia real y tangible, diluyéndola en un mar de datos abstractos e incomprensibles.
Ha sido al otorgarle cifras estadísticas al sufrimiento individual, disfrazándolo de esfuerzo colectivo, cuando la gente ha aceptado sumisamente su estado de precariedad.
Cada gota de sufrimiento ha sido sustituida por un “dato estadístico esperanzador” que indicaba unos “prometedores resultados” y una “incipiente recuperación” y la gente ha seguido recibiendo los latigazos con la cabeza gacha, pensando “bueno, ahora toca remar fuerte, pero pronto llegaremos a puerto”, como esclavos en una galera romana a los cuales se les comunica, tras una jornada extenuante, que “han rendido un 0,25% mejor que el día anterior y que su navío es un 1,2% más rápido que el resto de galeras de la flota”.
Mucha gente dirá que ha sido el gobierno el que ha manipulado a la población, ofreciendo todos esos datos macroeconómicos esperanzadores; pero esa solo es una visión superficial de la situación. La realidad profunda, es que si nuestra mente no hubiera sido programada con el lenguaje de la bestia y si no lo hubiéramos interiorizado tanto, hasta el punto de alterar nuestra percepción de la realidad, los gobiernos no dispondrían de ningún resorte para conducirnos como un rebaño.
La clave de todo, radica en la aceptación de los programas mentales.
Somos esclavos en una galera, que pensamos:
“Hoy me han pegado 3 latigazos, pero la media para esta galera es de 4 latigazos diarios, ¡soy afortunado!”
“Hoy han muerto 8 remeros por extenuación, pero en el resto de galeras mueren 10…tenemos un índice de mortalidad del 80% respecto a la media de la flota romana, ¡qué satisfactorio!”
“Hoy ha fallecido mi compañero de remo; es el cuarto de este mes, lo que indica un descenso interanual en el número de compañeros fallecidos en acto de servicio…¡Las condiciones mejoran!”
¿Dónde está la dignidad y el amor incondicional por la propia vida y por la de los demás?
Si pensamos así, si sustituimos cada latigazo y cada abuso, cada muestra de nuestra hiriente esclavitud e indignante sometimiento, por un dato estadístico vacío de sentido, ¿quién es el principal culpable de nuestra situación? ¿El que abusa de nosotros y lo decora con datos vacíos para sacar beneficio de nuestro lavado de cerebro, o nosotros, que nos creemos este lenguaje y lo tenemos interiorizado como si fuera algo real?
¿Qué sucedería si ignoráramos toda esta acumulación de datos vacuos y nos centráramos en el dolor del latigazo y en la injusticia de estar encadenados en un navío, remando hasta la muerte, para beneficio de un sistema que desprecia nuestra existencia?
A base de calcular las condiciones estadísticas de nuestra esclavitud, hemos acabado olvidando lo realmente esencial: que somos esclavos, que estamos encadenados a un remo y que nos pegan latigazos para que sigamos remando.
Solo centramos nuestra atención en contabilizar los latigazos, en lugar de focalizar toda nuestra energía en luchar por dejar de ser unos esclavos de una vez por todas.
¡Debería darnos vergüenza!
La dignidad no se puede cuantificar; no es algo negociable o relativizable. Se tiene o no se tiene. Uno se respeta a sí mismo o no se respeta. Punto. Y lo mismo sucede con las demás personas.
Como ya hemos dicho otras veces, nuestro valor real es incalculable.
Pero es algo que hemos olvidado por completo.
LOS NUEVOS SACERDOTES
Debemos reconocer que el Sistema es una maquinaria tremendamente eficiente a la hora de manipularnos y reducirnos a la nada.
Ha conseguido programar nuestras mentes, primero para que sacrificáramos nuestras vidas por conceptos abstractos, pero con un reflejo tangible y real, como eran las patrias, las religiones y las ideologías.
Y con el paso del tiempo, ha dado un paso más y está consiguiendo que sacrifiquemos nuestra existencia y nuestra dignidad por simples datos estadísticos, mucho más abstractos y difusos, hasta el punto de que prácticamente existen solo dentro de nuestra mente.
Podemos decir, alto y claro, que los datos y las macro-cifras estadísticas, son la nueva representación de la divinidad.
La imagen icónica del nuevo Dios al que debemos entregar nuestras vidas y las de nuestros hijos si es necesario.
Ahora, la santísima trinidad son la Eficiencia, el Rendimiento y la Sostenibilidad.
A través de ellos se alcanza el paraíso.
Todos hemos aceptado este nuevo modelo de divinidad; todos nos hemos subyugado servilmente a esta entidad abstracta.
Y con ella, aceptamos la autoridad implacable de sus máximos representantes: los tecnócratas, los flamantes sacerdotes de la nueva religión mundial.
Ellos son los portavoces máximos de los designios de nuestro nuevo dios: la Máquina-Sistema, que exige continuos sacrificios de sangre para ser cada vez más eficiente.
Los viejos dogmas de fe de la religión han muerto para siempre: ahora la nueva religión es la ciencia y tiene un lenguaje litúrgico propio.
Las túnicas han caído y las sotanas se apolillan en los armarios por el desuso…pero que nadie crea que los viejos sacerdotes han desaparecido.
Ahora llevan batas blancas cuando pertenecen a la Sagrada Orden de los Científicos, o visten trajes y corbatas cuando forman parte de la Santa Orden de los Economistas; y han cambiado sus cruces y báculos por tubos de ensayo, escáneres cerebrales y completas auditorías de las cuentas.
Sus antiguos sermones se han convertido en sesudos estudios científicos igualmente dogmáticos, pues son portadores de una supuesta verdad absoluta indiscutible, respaldada por presuntos datos incontrovertibles.
Es la religión del Nuevo Mundo.
Un Nuevo Orden donde el destino de los individuos seguirá estando escrito de antemano, como antaño.
Ahora vendrá determinado por tantos por ciento y cifras solo escrutables por los magnos sacerdotes; nuestro destino vendrá determinado por nuestra inclinación genética, cuantificable mediante probabilidades y por condicionantes socio económicos parametrizables mediante análisis estadísticos.
Los nuevos sacerdotes determinarán si en base a estos datos debemos ir en una dirección o en otra; determinarán si seremos más eficientes para el sistema ocupando una u otra posición social; si seremos prescindibles o si debemos ser reciclados; si iremos al cielo de la eficiencia o al infierno de la improductividad.
La nueva doctrina, vomitada por los nuevos sacerdotes nos dice: “No sois nada. Solo sois paquetes de datos clasificables. Y estáis al servicio del Dios-Sistema. Lo amaréis por encima de todas la cosas y temeréis su ira cuando oséis ignorar sus designios”
¿Acaso no son los mismos conceptos que han encadenado nuestras mentes durante milenios, pero mucho más evolucionados y perfeccionados?
¡Es fascinante la capacidad que tiene el Sistema para cambiar de piel y adaptarse a las nuevas circunstancias que su propia evolución va generando!
http://despiertaalfuturo.blogspot.com.es/

Sacrificios humanos y el poder de la codicia

Sabemos poco sobre el significado del ritual en el que se sacrifican seres humanos. Se ha especulado mucho sobre este aspecto cultural desde la colonización europea de América Central, hace más de 500 años. Lo cierto es que este ritual, que se nos antoja espantoso, ha estado presente en numerosas culturas de los cinco continentes. Los sacrificios de seres humanos se han asociado a la necesidad de aplacar la cólera de los dioses, a catarsis sociales o a cuestiones relacionadas con conflictos políticos. Incluso, estos rituales se han combinado con canibalismo, cuando estaban asociados a la escasez de recursos. Joseph Watts (Universidad de Auckland, Australia) y otros colaboradores de diferentes instituciones australianas, europeas y de Nueva Zelanda, han realizado un estudio minucioso de la complejidad cultural de casi un centenar de grupos humanos de regiones de Australia e Indonesia de los que existen numerosos datos etnográficos. Esta región del planeta es extremadamente diversa, entre otras razones gracias a sus características de insularidad.

Civilización del continente americano.

Civilización del continente americano.

Como explican los autores del estudio, publicado en la revista Nature el pasado 14 de abril, esta vasta región del planeta constituye un verdadero laboratorio para indagar sobre la cultura de los pueblos que la han habitado en tiempos recientes. Las características culturales de todos estos pueblos han ido divergiendo en el transcurso de varios miles de años desde la llegada de los miembros de nuestra especie a cada territorio. Watts y sus colegas han partido de la denominada “hipótesis del control social”. Según esta hipótesis, el incremento demográfico de las diferentes poblaciones de Homo sapiens derivó hacia la estratificación social, que dio origen a las diferentes formas de organización política que conocemos. Las sociedades “prehistóricas” seguramente eran igualitarias, tanto por su reducido tamaño como por la necesidad de cooperación entre todos los miembros del grupo para lograr su supervivencia en condiciones generalmente adversas. El crecimiento demográfico de nuestra especie cambió radicalmente el panorama. Los recursos dejaron de ser compartidos de manera igualitaria, y poco a poco la mayoría de los pueblos iniciaron un proceso de estratificación social. En este nuevo contexto era necesario mantener el estatus de los privilegiados mediante los métodos dictados por la autoridad. El poder político y las creencias religiosas fueron entonces de la mano para conseguir un mismo propósito: perpetuar los privilegios adquiridos.

Watts y sus colegas nos han mostrado una relación inequívoca entre los rituales con sacrificios humanos y la estratificación social. Cuanto mayor era esa estratificación mayor era la evidencia de sacrificios humanos. Estos sacrificios contribuyeron primero a fomentar y luego a mantener la separación de las diferentes clases sociales. Los datos etnográficos sugieren que las víctimas de los sacrificios pertenecían a las capas sociales más bajas, incluyendo a los esclavos, mientras que los instigadores eran miembros de las clases dominantes. Los sacrificios humanos podían tener diferentes excusas, como aplacar la ira de los dioses, la celebración de acontecimientos extraordinarios (muerte de reyes y personalidades relevantes) o la violación de tabúes y leyes. En cualquier caso, los rituales con seres humanos contribuían a la desmoralización de quienes aspiraban a mejorar su estatus, establecían las diferencias entre las clases sociales e infundían el miedo necesario para mantener los privilegios de las élites sociales. Además, la estabilidad política quedaba garantizada.

Por último, Watts y sus colegas han sido incapaces de encontrar una relación de causa efecto entre las diferentes religiones y los rituales con sacrificios humanos, como la historia nos ha hecho creer. Las creencias religiosas pueden haber sido una excusa, pero la realidad nos muestra la crueldad que envuelve a la codicia por el poder y el acaparamiento de los recursos. Las sociedades igualitarias dejaron de existir hace mucho tiempo, cuando iniciamos el imparable crecimiento demográfico. Eso no significa que nuestros ancestros del Pleistoceno fueran seres angelicales, desprovistos de violencia. Las evidencias dicen lo contrario. Pero lo peor de nosotros ha llegado cuando hemos tenido que repartir recursos. Había para todos, pero el igualitarismo ha resultado siempre una quimera. Ahí están los resultados científicos para mostrar nuestra realidad. Esos resultados también nos hacen reflexionar sobre la capacidad adaptativa de nuestra especie. El precio que muchos han tenido que pagar (y siguen pagando) por esa capacidad resulta espeluznante.

http://reflexiones-de-un-primate.blogs.quo.es/

Once mil millones para «Meapilas, Pedófilos y Curas Reunidos S.A.»

(España). Once mil millones para «Meapilas, Pedófilos y Curas Reunidos S.A.». La plataforma «Europa Laica» denunció esta semana que el Estado español y sus instituciones periféricas aportan a la Iglesia católica la friolera de más de 11.000 millones de euros cada año. Según esta asociación ello supone supone más del 1% del PIB español.

Europa Laica» destaca el hecho de que como consecuencia de varias leyes cruzadas, como la Ley de Mecenazgo y de Haciendas locales, más los acuerdos del Concordato firmado en 1979, la Iglesia católica española se ha transformado «en una entidad inmensamente rica”. Asimismo, en el informe anual que realiza este colectivo se pone de relieve la absoluta “opacidad y financiación” de esta institución religiosa.

“Se trata – mantiene Europa laica- de datos fehacientemente contrastados. Son hechos contables incontestables». Los 11.000.000.000 € que el Estado español pone anualmente en manos de la jerarquía eclesiástica catolica es dinero de todos los españoles, que el Estado traspasa a una confesión religiosa.

El presidente de la Asociación, Francisco Delgado, denuncia igualmente que existe un principal inconveniente para fiscalizar el poder económico de la Iglesia católica española, consistente en la opacidad que rodean a los números. «Estos datos tendrían que ser públicos y deberían, además, de explicarse en sede parlamentaria».

A cada persona residente en España, sea católica o no, le sustraen una «cuota» indirecta de la que se apropia la Iglesia católica. La suma no es en absoluto irrelevante en los tiempos que vivimos. Son aproximadamente unos 240 euros al año, según los cálculos realizados por Europa Laica. Esta Asociación para realizar las estimaciones que formula ha tenido en cuenta lo que el Estado deja de ingresar por exención de impuestos a la Conferencia Episcopal y las subvenciones directas que recibe.

Según los cálculos de la Plataforma laica, la Iglesia percibe alrededor de 250 millones de euros de la asignación vía IRPF, y otros 80 millones por la segunda casilla, de fines sociales. Disfruta de excenciones y bonificaciones tributarias por valor de 2.000 millones anuales y recibe unos 4.900 para enseñanza, incluida la financiación de los cientos de colegios concertados que mantiene la Iglesia. Según el informe, la entidad religiosa se queda con otros 2.000 millones al año para obra social y asistencial, 900 millones para 57 centros hospitalarios que dependen de su gestión y una partida de 600 millones para mantenimiento del patrimonio en poder de la Iglesia, entre otros conceptos.

“La Iglesia no ha sufrido ningún tipo de crisis económica. Disfruta, además de un auténtico paraíso fiscal, al estar libre de pagar impuestos como el IBI, obras, sociedades, etc .. La religión es un gran negocio” declaro Francisco Delgado.

Delgado recordó que que “sólo uno de cada tres contribuyentes marca la cruz de la Iglesia en su declaración”, pese a la gigantesca campaña publicitaria que cada año desarrolla la jerarquía eclesiástica. «Una campaña publicitaria para pedir esa asignación a los ciudadanos que nos cuestan unos 10 millones de euros”, indicó Delgado.

http://www.confirmandolasprofecias.com/2016/04/espana-llena-los-bolsndoillos-de.html

Aida. 8 motivos para empezar tu huerto urbano

Los huertos urbanos van tomando cada día más presencia en nuestras ciudades; terrazas, patios, balcones incluso ventanas, cualquier lugar es bueno para iniciarte en esta gran aventura de hacer crecer tus propios alimentos.
A continuación te presentamos los principales motivos para poder motivarte a cultivar en tu casa.
¡Pon Atención!
1. Sabes lo que comes:
Alimentos saludables, frescos y de temporada. Tomates “feos” y apetitosos, zanahorias “pequeñas” y dulces, lechugas “arrugadas” y tiernas… productos frescos y de temporada cultivados con plaguicidas naturales, libres de pesticidas y cosechados justo unos minutos antes de ser ingeridos; cuidando los alimentos que ingieres cuidas de tu salud y de la salud del planeta.
2. Ahorrar dinero
Si eres perseverante, conseguirás cosechas suficientes para reducir tu compra de verduras y hortalizas frescas. Para empezar no inviertas grandes sumas de dinero, simplemente prueba en unas cuantas macetas; eso sí, te recomendamos que adquieras unas buenas semillas (si te es posible de origen ecológico certificado), una buena tierra y que te informes en la red de los cuidados básicos que necesitan las plantas que has elegido.
3. Tomar consciencia del valor de los alimentos
Cuando cultivas tus propios alimentos tomas consciencia del esfuerzo que requiere conseguir una cosecha suficiente y de calidad, un valor que no tiene que ver con el precio que el mercado establece según la oferta y la demanda del momento.
4. Estar en contacto directo con la naturaleza 
Tierra, agua, insectos, plantas, la luna, la lluvia … estar cerca de la naturaleza en medio de la ciudad es un placer que nos permite escapar del ruido y del bullicio que nos rodea, un oasis de tranquilidad en medio del caos.
5. Tomar acción para ser más sostenible
Hace tiempo que no te llevas las bolsas de plástico del supermercado  no compras alimentos embalados en bandejas de porespán y miras el origen de los alimentos antes de comprarlos… ¿y si das un paso más en tu compromiso hacia la sostenibilidad? Puedes empezar cultivando hortalizas en un par de macetas y probar la experiencia, seguro que va a ser satisfactoria y te animarás a ampliar tu pequeño huerto.
6. Reducir la huella de carbono
¿Te has parado a pensar qué parte del precio de 1kg de tomates corresponde a su cultivo y qué parte a hacértelo llegar desde la huerta a tu casa? Algunos estudios cifran entre 1 y 7 calorías la energía que la industria alimentaria necesita para fabricar ¡1 caloría de alimento!
Cultivando tu propio huerto reduces el gasto energético en transporte, almacenaje, manipulación y materiales de embalaje.
7. Horticultura, una actividad meditativa
Dos es uno… ¡cuida tu huerto y medita! Dedicar tiempo a tu huerto te ayudará a bajar la velocidad de tus pensamientos; intenta realizar esta actividad en silencio y despacio, poniendo toda tu atención e intención en cada una de las acciones que realices. Agradece la alegría que te da el cuidado de cada planta, la recolección de sus frutos y el sabor y nutrientes con que te obsequian.
8. Aprender una nueva habilidad
Los humanos necesitamos retos, superarnos, aprender, conocer… afición eminentemente práctica, te puedes apoyar en blogs o cursos de horticultura urbana para superar las barreras iniciales del aprendizaje; como más sepas, más te divertirás.

Aida. ¡El Universo y la Mente! Una prueba de la evolución de la materia hasta la consciencia

 

 

 

Es verdaderamente admirable constatar cómo ha ido evolucionando nuestro entendimiento del mundo que nos rodea, de la Naturaleza, del Universo. Hubo un tiempo en el que, los individuos de nuestra especie deambulaban por el planeta pero no sabían comprender el “mundo”, ni podían pensar siquiera en el misterio que representaban los fenómenos naturales que a su alrededor se sucedían.

Pasado el tiempo, pudieron mirar hacia arriba y, la presencia de aquellos puntitos brillantes en la oscura y misteriosa oscuridad de la noche, el paso de los cometas, y otras maravillas que no podían explicar, despertó su curiosidad consciente y comenzaron a plantearse algunas preguntas. Muchas decenas de miles de más tarde, nuestro deambular por el planeta, las experiencias y la observación de la Naturaleza, nos llevó a comprender, algunas de las cosas que antes no tenían explicación.

Pensadores del pasado dejaron la huella de sus inquietudes y los llamados filósofos naturales, hicieron el ejercicio de dibujar el “mundo” según ellos lo veían. Nos hablaron de “elementos” de “átomos” y, aunque no era el concepto que ahora de esas palabras podamos tener, ya denotaba una gran intuición en el pensamiento humano que trataba de entender la Naturaleza y cómo estaban hechas las cosas que nos rodeaban. Ellos, a la materia primigenia la llamaron “Ylem” la sustancia cósmica.

Es cierto que siempre hemos quertido abarcar más de lo que nuestra “sabiduría” nos podía permitir. Ahora, en el presente, las cosas no han cambiado y tratamos de explicar lo que no sabemos, y, para ello, si hay que inventarse la materia oscura”, las “fluctuaciones de vacío”, los “universos paralelos”, los “agujeros de gusano”, o, cualesquiera otros conceptos o fenómenos inexistentes en el mundo material o experimental… ¡qué más da! Lo importante es exponer las ideas que nos pasen por la cabeza que, de alguna manera, pasando el tiempo, se harán realidad. Nuestras mentes, como digo, siempre fueron por delante de nosotros mismos y ha dejado al descubierto esa intuición que nos caracteriza y que, de alguna manera, nos habla de esos hilos invisbles que, no sabemos explicar como pero,  nos conectan con el resto del Universo del que, al fin y al cabo, formamos parte, ¡la que piensa!

Image and video hosting by TinyPic

Tales de Mileto, uno de los siete sabios de Grecia, nos habló de la importancia del agua para la vida. Él intuyó que sin agua, la vida sería estéril en el planeta. Allí donde el agua corria y se mezclaba con las sustancias de la tierra, unido a los fenómenos naturales y ayudada por el tiempo, hacía posible el surgir de la vida.

Ahora, que hemos podido realizar un cierto avance en el “conocimiento del mundo que nos rodea”, no le damos la verdadera importancia que tienen algunos pensamientos del pasado que, en realidad, son los responsables de que ahora, nos encontremos en el nivel de conocimiento que hemos podido conquistar. Tales de Mileto, uno de los siete sabios de Grecia, fue el primero que dejó a un lado la mitología para utilizar la lógica y, entre otras muchas cosas, indicó la importancia que tenía el agua para la existencia de la vida. Empédocles nos habló de los elementos y Demócrito del a-tomo o átomo., Arquitas de Tarento (filósofo, soldado y músico), el amigo de Platón y seguidor de Pitágoras, ya se preguntaba: ¿Es el Universo infinito?

Él mismo se contestaba diciendo que todo tenía un límite y pensaba en el final que lindaba con el “vacío”, allí donde nada impedía que su espada, lanzada con fuerza en el borde del universo, siguiera su camino sin fin, ninguna fuerza podría pararla y con ninguna clase de materia podría chocar. Así, con esos pensamientos surgidos de la mente humana, podemos constatar que, desde siempre, hemos tratado de saber de qué están hechas las cosas, cómo funciona la Naturtaleza y de qué manera funciona el universo que tratamos de comprender.

http://dennnnblog.files.wordpress.com/2009/12/outer-space979.jpg

El Universo se expande y nuestras mentes también. Eso que llamamos Tiempo siguió su transcurrir inexorable, los pensamientos de los grandes pensadores se fueron acumulando en un sin fin de conjeturas y teorías que, poco a poco, pudimos ir comprobando mediante la observación, el estudio y la experimentación hasta que pudimos llegar a saber de qué estaban hechas las estrellas y cómo la materia se transmutaba en sus “hornos” nucleares para crear elementos que hicieran posible el suregir de la vida en los mundos (no creo que la vida esté supeditada a este mundo nuestro).

Puede estar representada de muchas maneras pero, materia es.

“Materia es todo aquello que tiene localización espacial, posee una cierta cantidad de energía, y está sujeto a cambios en el tiempo y a interacciones con aparatos de medida. En física y filosofía, materia es el término para referirse a los constituyentes de la realidad material objetiva, entendiendo por objetiva que pueda ser percibida de la misma forma por diversos sujetos. Se considera que es lo que forma la parte sensible de los objetos perceptibles o detectables por medios físicos. Es decir es todo aquello que ocupa un sitio en el espacio, se puede tocar, se puede sentir, se puede medir, etc.”

 

El conocimiento que creemos que tenemos sobre cómo está conformada la materia y las fuerzas fundamentales que con ella interaccionan, nos ha llevado a escenificar un Universo algo más comprensible que aquel, que nuestros ancestros imaginaron con la presencia de dioses y divinidades que eran los que, creaban los “mundos” o, el universo mismo, cada vez que soñaban. Es asombroso que hayamos podido llegar hasta la consciencia siendo la línea de salida la “materia inerte”. Sin embargo, el recorrido ha sido árduo y muy largo…, ¡diez mil millones de años han necesitado las estrellas para poder  solidificar los elementos de la vida para crear, en algunos de los muchos mundos presentes en las galaxias, el protoplasma vivo que diera lugar a esa primera célula replicante que comenzara la fascinante aventura de la vida hasta llegar a los pensamientos.

Hechos de polvo de estrellas, somos la parte consciente del Universo

Si nos preguntaran: ¿Es consciente el Universo? Tendríamos que contestar de manera afirmativa, toda vez que, al menos una parte, ¡la que piensa!, representada por seres vivos y que forman parte de ese inmenso universo, sí que lo es. La vida es la consecuencia de la materia evolucionada hasta su más alto nivel y, a partir de ella, ha podido surgir eso que llamamos cerebro del que surge el concepto de mente, ese ente inmaterial y superior que trasciende y va más allá, lo que los filósofos llamaron Ser y quisieron explicar mediante la metafísica. Todavía, no sabemos lo que la vida es y tampoco, podemos explicar,  lo que es la energía, o, por exponer algún concepto de los muchos que denota nuestra ignorancia, tampoco podemos contestar a una simple pregunta: ¿Qué es el Tiempo? ¿Existe en realidad o simplemente es una abstracción de la mente?

Lo cierto es que nuestra especie ha dejado profundas huellas de su deambular por el mundo. Muchos de sus “tesoros y obras” quedaron enterrados en las profundidades del tiempo o inundados por los diluvios que las distintas civilizaciones que fueron nos contaron con sus maravillosas leyendas que, en realidad, trataban de explicar algo que sucedió y que no llegaban a comprender y, para ello, inventaban bonitas historias en las que, narraban hechos que quedaron difuminados por la fantasía hasta el punto de no saber, en el presente, donde termina la realidad y comienza la leyenda y si eran ciertas o no las bonitas “historias” que nos contaron.

Lo cierto es que con frecuencia sucede que al surgir  ideas nuevas que tienden a querer explicar científicamente lo que es la Naturaleza, aparecen viejos datos  que relacionan esas nuevas ideas con aquellos viejos problemas. Tenemos que admitir que todavía “no sabemos” cómo es la realidad del mundo y que, nuestra realidad, no tiene que coincidir con la verdadera realidad que incansables buscamos y que, no siempre podemos “ver” aunque la tengamos delante de nuestros propios ojos.

De hecho, no sabemos explicar ni cómo se pudieron formar las galaxias, y, a pesar de ello, no tenemos empacho de hablar de singularidades y agujeros de gusano o de universos paralelos. ¡La imaginación!, creo que sin ella, no habríamos podido llegar hasta aquí. La imaginación unida a la curiosidad ha sido desde siempre, el motor que nos llevó hacia el futuro.

Si en realidad existe “el infinito”, seguro que está en nuestras mentes, o, posiblemente en otras que, como las nuestras, han imaginado cómo ensanchar el mundo y  universo de los pensamientos sin límite alguno, el único límite que existe, amigos míos, es el de nos impone nuestra ignorancia para llegar a comprender lo que la Naturaleza es. En la Naturaleza están todas las respuestas a las preguntas que planteamos y que nadie sabe contestar. En ella, en la Naturaleza, buscan nuestros sabios esas respuestas y, para poder encontrarlas hemos inventado los aceleradores de partículas, los microscopios y telescopios que nos llevan a ese “otro universo” que el ojo desnudo no puede ver pero que, no deja de ser nuestro propio mundo, y, al ser conscientes de ello, también lo somos de nuestras limitaciones. En realidad, la única manera de avanzar es ser consciente de que no sabemos, toda vez que, si creyéramos que ya lo sabiamos todo… ¿para qué seguir buscando?

Todo está hecho de Quarks y Leptones, desde una galaxia hasta el fiero león que habita en la selva

El pensamiento filosófico es un “mundo” que ensanchó los límites de la mente humana, nos llevó hasta la Ciencia, en un mundo en el que, las semillas de Quarks y Leptones se constituían en un universo material en el que, unas  fuerzas fundamentales interaccionaban para hacer posible el ritmo de todo lo que podemos observar, de todo lo que existe y que llegó, a crear el espaciotiempo y dentro de toda esa inmensidad, ¡los pensamientos y la imaginación! de objetos complejos que llamamos cerebro y transportan mentes creadoras de ideas como la de universos en la sombra, cuerdas cósmicas y otros muchos fantásticos fenómenos que pueblan un paisaje inmenso de “cosas” en constante ebullición que se transforman para crear otras diferentes. Para que eso sea posible, a veces podemos contemplar lugares violentos donde impera un Caos aparente pero, necesario para la creación.

Estamos rodeados de cosas bellas presentes en cualquier lugar al que podamos mirar pero… ¿Prestamos atención?

“Todas las cosas son”

Con esas sencillas palabras, el sabio, elevó a todas las cosas a la categoría de SER. ¿Tendrá memoría la materia? ¿Será posible que eso que llamamos materia “inerte”, no sea en realidad tan inocua ni tan insensible como imaginamos? Es posible que cada de la materia sea un paso necesario para poder llegar hasta su estado de consciencia que, en este mundo, se ha revelado en nosotros.

http://jehuelverdadero.files.wordpress.com/2012/01/cambiar-la-vida5b15d.jpg

Y, en todo ese aparente maremágnum, apareció la vida. “La Vida, una cúpula de vidrio multicolor, mancha el blanco resplandor de la eternidad.” De la misma manera que no llegamos a comprender el Universo, tampoco conocemos lo que la vida es, y, hasta las definiciones que hemos encontrado para explicarla, ni se acercan a la realidad, a la grandiosidad, a la maravillosa verdad que el universo nos muestra a través de la vida, en la que, a veces, subyacen los pensamientos y los mejores sentimientos.

emilio silvera

Aida. El origen psicosomático de las enfermedades: estrés, trauma, alianzas con los padres y bloqueos energéticos.

“Existen enfermos, no enfermedades”, dice la frase popular como un recurso para abordar una cualidad un tanto misteriosa propia de las enfermedades; específicamente que por los mismos métodos y con los mismos medicamentos no se obtienen siempre los mismos resultados.
La medicina en su práctica cotidiana no es una ciencia exacta —o al menos aún no logra descifrar del todo los secretos del cuerpo humano para poder predecir con exactitud la respuesta a un tratamiento en todas sus aristas (esto es tomando en cuenta efectos colaterales y bajo una perspectiva holística). Uno de los aspectos más elusivos que se presenta en el estudio del cuerpo humano y su homeostasis tiene que ver con factores de acción psicosomática o psicobiológica, muchas veces responsables de que una persona no sane pese a que se le ha aplicado un método teóricamente funcional y responsables también de la cronicidad de ciertas enfermedades que llegan a ser “incurables”. Podemos decir que cada enfermo, cada cuerpo es un universo, pero sobre todo porque cada mente es un universo —de aquí el factor particular e impredecible que genera ruido en la medicina.
“¿Y acaso no es más grande aquel que cura el alma, que es más que el cuerpo?”
-Paracelso.Hay una tendencia cada vez más marcada en la ciencia moderna a aceptar que las enfermedades son padecimientos integrales que deben también tomar en cuenta entre sus causas la intercomunicación del sistema mente-cuerpo. La forma principal en la que la medicina ha incorporado este factor “mental” tiene que ver con el estrés. El psicólogo Walter Cannon acuñó el término en su acepción moderna para referirse a aquello que perturba el estado de equilibrio del organismo o homeostasis —término que también acuñó siguiendo el concepto de milieu intérieur de Claude Bernard, bajo la hipótesis de que existe una especie de estado de equilibrio o unidad interior que podríamos llamar salud (en inglés la palabra “health” (salud) se deriva de la raíz anglosajona “hal”, la misma de la que proceden “whole” (entero), “holy” (sagrado) y “heal” (sanar).
Hans Seyle fue la primera persona en reconocer la existencia del estrés biológico con sus efectos nocivos. Seyle entendió el estrés como la respuesta de un organismo que intenta adaptarse a un agente externo que perturba su equilibrio. En un experimento con ratones notó que al inyectarles extractos de varios órganos éstos generaban una sustancia glandular. Seyle creía que había descubierto una nueva hormona, pero luego observó que no obstante el tipo de sustancia irritante que les inyectaba se producían los mismos síntomas – mismos que había identificado en personas con diferentes enfermedades. El trabajo de Seyle culminó en lo que llamó el”Síndrome de Adaptación General”, un término universal para las enfermedades y “una teoría de cómo el estrés mental o físico es convertido en ‘problemas psicosomáticos” por las hormonas del “eje hipotálamo-pituitaria-adrenal’ del sistema endócrino.
La liberación de glucocorticoides (como el cortisol) y neurotransmisores vinculados al estrés (como la noradrenalina) biológicamente tiene la función de protegernos al implementar una respuesta de huida o lucha, la cual es muy útil, al generar químicos que nos permiten reaccionar con velocidad, cuando estamos en una situación de peligro. Este instinto es parte de una herencia biológica que actualmente quizás nos es un poco contraproducente – al no enfrentar comúnmente tigres dientes-de-sable o mamúts que atenten con nuestras vidas en las calles. El problema yace en que liberar estos químicos coloca a nuestro cuerpo en un estado de extrema (aunque ágil) tensión – fuerza la máquina, por decirlo de manera coloquial – lo cual si se repite mucho tiene varios efectos colaterales, el más obvio: la fatiga.
¿Si no enfrentamos cotidianamente peligros de vida o muerte, por qué producimos estas descargas hormonales in extremis? Principalmente porque nuestra mente de cualquier forma encuentra estos peligros, o sus sucedáneos más civilizados y abstractos, en el mundo que la rodea. Uno podría decir que la mente se inventa predadores fantasmas – a diferencia de los sobresaltos de la selva que en su intensidad tenían un pronto desenlace, los predadores modernos son generalmente lentos y obsesos roedores psíquicos que no acaban de amenazar y que van horadando nuestra constitución. Este es el caso del estrés crónico en la modernidad.
En el caso del trauma – que podríamos llamar improntas de estrés agudo – podemos pensar, ahí sí, en encuentros con paralizantes predadores que de un sólo golpe marcan nuestra psicobiología y desatan una constante respuesta, aunque ya ralentizada, de químicos defensivos o estresantes – esos predadores paralizantes, paradójicamente, muchas veces son nuestros padres o personas cercanas. Lo anterior revela que lo único que necesita la mente, en su interacción con el medio ambiente, para desencadenar toda la secuela del estrés es información – información que la perturba, la inquieta o la excita. Esta información – que la mente reconstruye al percibir – es traducida en energía – o en bloqueos de energía – en el cuerpo, a través de las señales que emite el cerebro.
Hoy sabemos que numerosas enfermedades y padecimientos están directamente relacionados con el estrés: la úlcera, los problemas del corazón, depresión migrañas, gripes y problemas respiratorios, estreñimiento y otros problemas digestivos. Pero es posible que la mayoría de las enfermedades estén en alguna medida relacionadas con el estrés o factores psicosomáticos. El estrés debilita el sistema inmunológico al secretar químicos como el cortisol —con el propósito de redistribuir la energía del cuerpo a órganos que en una situación crítica requieren mayores recursos, como el cerebro y el corazón, se suprime el sistema inmunológico. Cuando esto se repite mucho el cuerpo se vuelve vulnerable a todo tipo de ataques inmunológicos.
El estrés también inhibe la producción de citocinas, las proteínas encargadas de la comunicación intercelular y de regular los mecanismos de inflamación: es por eso que el estrés retarda la sanación de las heridas (un estudio mostró que personas que reportaban tener problemas con su pareja tuvieron mayor propensión a enfermarse y tardaron más sanar heridas físicas). En cierta forma podemos concluir que el estrés, que en la actualidad se genera principalmente debido a la forma en la que la mente evalúa la realidad que lo rodea (un juicio que angustia o una incapacidad de relajarse, de no reaccionar y aceptar los estímulos y la información del medio ambiente sin defenderse) es el factor central en provocar una corto circuito entre las respuestas homeostáticas naturales del cuerpo, interrumpiendo la fluidez de la comunicación celular y los mecanismos de autosanación (o autorregulación). Ahora indaguemos más sobre por qué nuestro entorno, que ha sido sanitizado por la ciencia y acomodado por la tecnología, de cualquier forma nos genera cantidades exorbitantes de estrés.
estres

Seguir leyendo Aida. El origen psicosomático de las enfermedades: estrés, trauma, alianzas con los padres y bloqueos energéticos.

Aida. ¿Por qué tu cerebro necesita escuchar música?

Escuchar música es una actividad realmente placentera. Tanto, que en ocasiones oír canciones es una auténtica necesidad. ¿Por qué ejerce este efecto en nuestro cerebro? Porque nos ayuda a secretar dopamina y a ser más eficaces.

© seanomatopoeia (Flickr)

Reconócelo: te despiertas con la radio, y mientras preparas el desayuno y te duchas, tarareas tu canción favorita. Es lunes, pero mantienes tu optimismo al ir hacia la oficina escuchando música. Sabes que nada sería igual sin ella. ¿Qué «trucos» ocurren en tu cerebro para que sea tan importante en nuestra vida?

La música, ese verdadero placer mental

Hace unos meses, una investigación canadiense lograba «fotografiar» lo que ocurría en nuestro cerebro cuando escuchábamos canciones. Las imágenes obtenidas porresonancia magnética mostraron a los científicos cómo la música ejercía un auténtico efecto placentero sobre nuestra mente.

En particular, el lugar del cerebro encargado de que sintiéramos esa sensación de agradotan característica cuando escuchamos canciones se denomina núcleo accumbens. El grupo de Valorie Salimpoor publicó sus resultados en la revista Science, y gracias a su trabajo concluyeron que la música suponía una «auténtica recompensa intelectual» para nuestro cerebro.

El placer que sentimos con la música se debe a la liberación de dopamina en esta región del cerebro. Este neurotransmisor se produce desde neuronas del área tegmental ventral hasta estructuras como la de núcleo accumbens (entre otras), donde actúa mediando un «mecanismo de refuerzo».

En otras palabras, si practicamos una actividad que nos gusta (ya sea escuchar música, comer nuestro plato favorito, tener sexo o consumir algunas drogas), la dopamina se encargará de decirle a nuestro cerebro que aquella tarea es placentera, y que tendríaque repetirla. El problema aparecería cuando alguna de estas rutinas es dañina para nuestro organismo, como ocurre en el caso de alguna adicción.

Escuchar música nos permite ser más eficaces

Llegar a la oficina o lugar de estudio no tiene por qué romper nuestro rutina musical. Y es que muchas veces necesitamos ponernos nuestro disco favorito para repasar los apuntes o trabajar más rápidamente. ¿Significa esto que la música nos ayuda a incrementar nuestra eficacia?

Un estudio publicado en la revista Neuroscience and behavioral physiology en 1999 indicaba que escuchar canciones podría permitirnos trabajar más rápido. En su caso, examinaron el comportamiento de varios voluntarios mientras escuchaban música clásica o rock. Los participantes en esta investigación debían hacer ejercicios de reconocimiento visual y, sorprendentemente, lograban los mejores resultados mientras oían piezas de audio.

Esta iniciativa, sin embargo, no demostró ningún tipo de relación entre el volumen de la música y la eficacia de los voluntarios al realizar sus actividades. En otras palabras, no poner ese disco que tanto nos gusta a todo volumen, significa que vayamos a trabajar más rápido.

Otra de las conclusiones curiosas de este estudio fue que cuanto más se repetía una determinada canción, menor eficacia demostraban los participantes en los ejercicios de reconocimiento visual. Es decir, no lograremos ser más eficaces si nos ponemos una y otra vez nuestra canción favorita.

¿Es necesario estudiar y escuchar música a la vez?

Aunque podría parecer que oír canciones siempre mejora nuestra eficacia, lo cierto es que no siempre es así. Un estudio realizado por científicos de la Cardiff Metropolitan Universitydemostraba que, en ocasiones, «el silencio era oro».

Y es que cuando nuestro cerebro debe hacer un esfuerzo extra para comprender, asimilar y memorizar nueva información, necesitamos que toda nuestra mente se concentre en eso. En ese caso, escuchar música podría desviar nuestro foco de atención hacia la música, y hacer que nuestro cerebro no trabajara al máximo rendimiento.

Personalmente, a pesar de que me encanta escuchar música a diario, prefiero estudiar en ´ambientes silenciosos, para así lograr concentrarme mejor. Si en esas ocasiones me pongo a oír canciones, parece que mi mente deja de centrarse en «lo importante», para comenzar a tararear la música y no rendir lo suficiente.

La explicación, según estos científicos, se basa en que la música interfiere en cómo se forma la memoria a corto plazo, que es el mecanismo utilizado para aprender mientras estudiamos. No importa si las canciones que escuchaban los participantes en el estudio pertenecía al genero pop o al heavy metal. El problema es que recordaban y asimilaban menos conceptos cuando su cerebro oía a la vez los diferentes grupos.

Estos trabajos de investigación, sin duda, son una buena muestra del poder de la música sobre nuestras actividades diarias. Sin duda, escuchar a nuestros grupos favoritos es una práctica muy placentera, y más si encima nos ayuda a trabajar con mayor eficacia. Tal es su potencial, que nuestro cerebro «se va por las nubes» y deja de concentrarse lo suficiente cuando nos ponemos a estudiar y memorizar algo. No hay duda: la música es fundamental para nuestra vida diaria.

alt1040.com

Sott.net

Aida. ¡Quita el dolor de tus huesos con este licuado!

¡Quita el dolor de tus huesos con este licuado!

Sin el dolor en los huesos con este licuado (archivo Miami diario)
La mayoría de las personas que padecen artritis tienen malestares que afectan su calidad de vida; sin embargo, existe un remedio contra el “dolor de huesos” y la inflamación de las articulaciones.

El dolor en los huesos y articulaciones se reduce en gran medida con una alimentación adecuada donde se incluyan jugos y licuados de frutas y verduras como las siguientes:
1. Piña: Contiene una enzima conocida como bromelina. Un estudio de 2002 publicado por la International Journal of Phytotherapy and Phytopharmacology, detalla que la bromelina es eficaz en el tratamiento de los síntomas físicos del dolor de rodilla leve.

El estudio también indica que la este compuesto activo disminuye los síntomas de la osteoartritis y la artritis reumatoide.

2. Cúrcuma: Cuenta con propiedades anti-inflamatorias y analgésicas naturales por su ingrediente clave llamado curcumina. Estudios demuestran que la cúrcuma es eficaz en aliviar el dolor articular; es una gran ayuda en el alivio de la artritis crónica.
3. Pimienta negra: Un estudio de 2015 publicado en el International Journal of Food Science and Nutrition, concluye que esta especia es responsable de aumentar el nivel de antioxidantes de la cúrcuma cuando se toma junta.

Además de mejorar la absorción de la cúrcuma, la pimienta negra es también un agente anti-inflamatorio. Un estudio de 2013, del equipo del Critical Reviews of Food Science and Nutrition, señala que el ingrediente activo de la pimienta negra es la piperina, que se compone de aceites volátiles, oleorresinas y alcaloides responsables de beneficios antiinflamatorios.

4. Jengibre: Un estudio de 2001 publicado por el Arthritis and Rheumatism Journal, indica que una forma altamente purificada y estandarizada de extracto de jengibre fue beneficioso para la reducción de los síntomas de la osteoartritis en rodilla.
En tanto, un estudio de 2005 publicado en la Revista de Medicina de Alimentos, indica que el jengibre tiene fuertes propiedades anti-inflamatorias y puede ser beneficioso en la lucha contra inflamaciones crónicas, que es a menudo responsable de causar dolor en las articulaciones.

5. Cerezas ácidas: Son ricas en vitaminas A y C, y abundan en beta caroteno. La vitamina C es esencial para que el cuerpo produzca colágeno, el cual forma parte de cartílago normal.

También contienen el más alto nivel de antocianinas que tienen poderoso antioxidante y propiedades para desinflamar las articulaciones.
6. Aceite de coco virgen: Un estudio de 2014 publicado en el International Immunopharmacology Journal, mostró que el aceite de coco contiene propiedades antiinflamatorias y antioxidantes capaces de proteger al cuerpo de la artritis.

¡Disfrútalo y calma el dolor de huesos!

¿Qué necesitas?

– 1 taza de trozos de piña

– 1/2 taza de jugo de cereza ácida

– Un pedacito de jengibre fresco (o 1/2 cucharadita de jengibre en polvo)

– Un pedacito de raíz de cúrcuma fresca (o 1/2 cucharadita de cúrcuma molida)

– Una pizca de pimienta negra

– Media cucharadita de aceite de coco virgen

Preparación:

Coloca todos los ingredientes en una licuadora y mezcla a alta velocidad. Bebe de inmediato o haz una cantidad grande y almacénala en un frasco de vidrio en el refrigerador.

Artículo original aquí

La Gran Época

Aida. Razones por las que NO debes tomar leche de vaca

Publicado el 24 abr. 2016

La leche de vaca ha generado una gran polémica a lo largo del tiempo. Los medios de comunicación siempre nos la han vendido como una sustancia buena para la salud sin embargo centenares de estudios arrojan datos sorprendentes que dicen justo lo contrario. La leche de vaca genera acidez en el cuerpo que incide en la pérdida del calcio de nuestros huesos, contiene hormonas y antibióticos además de otras sustancias que se pegan al intestino provocando cáncer. ¿Es la leche buena para el ser humano o para las grandes empresas que se enriquecen a su costa?

Aida. ¿Funcionan realmente los aparatos de Resonancia de Schumann?

Por Ginny Silcox, 22 de abril de 2016

activistpost.com

resonancia_schumann

Después de pasar varios años trabajando como técnico en I+D en el campo de la electrónica médica, pensé que sería fácil fabricar un pequeño dispositivo que pudiese imitar el entorno electromagnético natural de la Tierra en un área localizada. Me lo pidió un amigo que vive en una ciudad, y pensó que llenar al menos la habitación de su casa con formas de onda beneficiosas podría ayudar a mejorar su salud y sentirse mejor. Del mismo modo que los médicos están sometidos al juramento hipocrático ( Lo primero, no hacer daño), aunque ya había pasado bastante tiempo desde el inicio de la fase de pruebas y su empleo en un entorno hospitalario, me convencí de que debía tener un conocimiento bastante amplio sobre las señales naturales que produce la Tierra antes de intentar realizar un diseño. Cuanto más estudiaba, más frustrante resultó ser el comprobar el escaso nivel de comprensión por parte de la gente… algo que no se ve favorecido por las empresas, que proclaman la venta de instrumentos mágicos que traen dulces canciones de Gaia a su hogar.

Vamos a hablar de esas canciones de Gaia. Hay mucha gente por ahí, muy segura de sí, que difunde gran cantidad de información errónea sobre el entorno electromagnético natural y su efecto en el cuerpo humano y la mente. Allá por los años 1960, la personas estaban emocionadas por los generadores de iones negativos que se aseguraba proporcionaban algo parecido a la maravillosa sensación de estar sentado junto a una cascada. En realidad, sí que hay algunos conocimientos científicos sobre estos efectos, pero hay que tener en cuenta que cuando estás sentado junto a una cascada, es probable que lo hagas en la naturaleza, lejos de líneas eléctricas y sin instalaciones de radar cercanas. Pero si estamos hablando por el teléfono móvil, sus efectos negativos encubren los efectos medicinales de la cascada. Los iones negativos pueden cambiar los potenciales eléctricos utilizados por las células para mantener alejados a los microorganismos invasores y permitir un mejor transporte de nutrientes. Por supuesto, estos efectos se notan sobre todo en los pulmones, pero los generadores de iones negativos que se usan en el hogar trabajan con altas tensiones y la red de corriente alterna para producir esos iones. De modo que los efectos negativos pueden contrarrestar los positivos. Incluso esas máquinas de nebulización de agua tan fascinantes utilizan sonidos de alta frecuencia para convertir el agua líquida en vapor de agua, y los circuitos presentes producen una señal eléctrica de alta frecuencia de manera permanente.

Thomas Valone, en su libro “Curación Bioelectromagnética: fundamentos de su utilización”,proporciona un resumen muy completo de las reacciones de las células humanas a la presencia de señales electromagnéticas de banda ancha. De acuerdo con Valone, “Se han llevado a cabo muchas investigaciones para estudiar la influencia de las micropulsaciones de la tierra (resonancia de Schumann) en el cuerpo humano, siempre y cuando la persona esté aislada de fuertes campos electromagnéticos” (1). El libro es bastante técnico, pero contiene un estudio muy detallado de las investigaciones realizadas hasta ahora y de varios dispositivos que se han utilizado al menos durante los últimos 100 años. Durante sus experimentos con alta tensión y electricidad de alta frecuencia, Tesla encontró que la exposición a corto plazo a los campos producidos podría ser energizante y de carácter curativo. Cuando se construyeron los primeros equipos sensibles de medición, científicos como Schumann se dieron cuenta de que la Tierra en su conjunto resuena de forma selectiva, en una mezcla compuesta por señales producidas por los rayos, los movimientos sísmicos, los cambios en la capa de hielo, las corrientes oceánicas, los movimientos de aire, y otros fenómenos eléctricos como la auroras boreales y las explosiones de bombas atómicas.

Si alguna vez ha jugado con el sonido en una habitación vacía, probablemente se haya dado cuenta de que hay un franja de sonido en el que la habitación vibra con fuerza… es la frecuencia de resonancia de la habitación. La Tierra, como la sala, es una esfera con propiedades inherentes que alteran la serie armónica estándar, que resuena a una frecuencia fundamental entorno a 7,83 ciclos por segundo ( llamada resonancia de Schumann), con respuestas que ya se empiezan a notar en un subarmónico a 2 Hz y hasta 30 Hz (ciclos por segundo). La pregunta es: ¿qué tipo de señales hace que la esfera resuene? Recuerde, la resonancia es la característica de una cavidad… no es un tipo particular de onda, no es una frecuencia en particular y no es un remedio mágico para la curación de enfermedades. Las micropulsaciones son tanto eléctricas como magnéticas, pero no son sonidos. Una máquina que dice que es capaz de crear resonancia puede hacer poco o nada por cambiar la resonancia natural de una habitación, independientemente de si estamos hablando de ondas sonoras u ondas electromagnéticas, como de ondas lumínicas en cualquier frecuencia. Entonces, ¿qué es lo que en realidad produce una máquina de Resonancia de Schumann?

La mezcla formada por las fluctuaciones eléctricas causadas por los rayos, los movimientos de las placas tectónicas, y otros fenómenos naturales, excita la cavidad atmosférica para resonar con pulsaciones electromagnéticas que se encuentran de manera simultánea, y aproximadamente de la misma fuerza y en la misma banda de frecuencias en todas las partes del interior de la cámara.

(2)

El mundo en el que vivían los seres humanos antes del siglo XX estaba lleno principalmente de energía electromagnética que procedía de fuentes naturales. Durante la mayor parte de nuestra presencia en la Tierra como especie, nuestras células han desarrollado y prosperado estando expuestas a esta energía variable, lo cual resulta importante para entender la diferente radiación electromagnética a la que estamos expuestos ahora. Una de las cosas más importantes de esta exposición proviene de la naturaleza aleatoria de las señales eléctrica naturales. Las señalas son de banda ancha, lo que significa que contienen una gran variedad de diferentes frecuencias, y estamos expuestas a ellas durante cortos períodos de tiempo. Es decir, la exposición no consiste en una frecuencia durante largos períodos de tiempo. Es intermitente… a veces muy fuerte, a veces muy débil, y siempre está acompañada de una señal magnética. Estas señales se llaman micropulsaciones, porque son muy pequeñas en comparación con las fluctuaciones de energía de corriente alterna de su vivienda, o las que salen de su teléfono móvil. Si no estuviésemos abrumados por las fuentes artificiales, todos los organismos estarían expuestos a las señales naturales, ese latido del corazón eléctrico y magnético de nuestro planeta. La cuestión es la de eliminar la interferencia artificial, y no es tarea fácil. Debido a que ninguna máquina de resonancia de Schumann puede modificar la resonancia de un lugar, podemos decir que lo que intentan los fabricantes es tratar de reproducir esa señal beneficiosa. Lo que sale de la máquina tiene que ser una reproducción fiel de una multifrecuencia, una señal débil y muy compleja. De hacer cualquier otra cosa, es decir, si se produce una distorsión por uno u otro factor, en realidad puede causar que la señal de salida resulte perjudicial.

Si usted está buscando el interruptor de alarma en el salpicadero de su vehículo y alguien delante de usted le apunta con una luz muy fuerte, tendrá problemas para ver la luz indicadora. Lo mismo puede decirse de las micropulsaciones, que aunque pequeñas, es la señal natural de la Tierra. No es posible beneficiarse de ella si se encuentra expuesto a múltiples campos eléctricos de gran alcance, como el cableado de su vivienda, la señal de radio de la estación de bomberos, el radar de un aeropuerto situado a una milla de distancia, el teléfono móvil que se encuentra en su bolsillo, o el contador inteligente del apartamento de al lado. Esto trae a colación el tema de esos aparatos que supuestamente contrarrestar los campos magnéticos perjudiciales en un espacio determinado, generando un campo igual pero opuesto para neutralizar la radiación perjudicial. Pera poder hacer eso, esa máquina tendría que tener un sofisticado sistema de análisis del espectro, y también tendría que tener la capacidad de generar un respuesta idéntica y opuesta: una forma de onda extremadamente compleja, con energía exactamente igual a la del ruido del campo electromagnético no deseado, y precisamente 180º fuera de fase. Los analizadores del espectro más baratos tienen un precio en torno a los 2000 dólares, e incluso en estos casos su precisión puede verse comprometida por la calidad de los sensores que utilizan para captar la señal. Esta tecnología también aporta energía electromagnética añadida, y cualquier imprecisión tiene la posibilidad de causar una señal que podría resultar más perjudicial que los campos electromagnéticos que trata de contrarrestar.

Volviendo a las máquinas de Resonancia de Schumann… la única forma posible de que una pequeña máquina puede genera una señal lo suficientemente potente como para obtener beneficio (si, de hecho, es capaz de emular la verdadera señal de la Tierra), lo primero que habría que hacer sería aislar la habitación de todas las fuentes externas de campos electromagnéticos, además de ser capaz de aislarse o protegerse de los circuitos de corriente alterna de la habitación. Aquellos de nosotros que hayamos trabajado en el campo de la compatibilidad electromagnética sabemos lo difícil que resulta eliminar por completo todas las señalas no deseadas. Hay varias compañías que venden materiales de blindaje, para la ropa, y unos ridículos diodos que usted cuelga alrededor de su cuello que no hacen nada para proteger cualquier cosa que este situada más allá de una pulgada cuadrada de su cuello, justo debajo de su colgante. Algunos de los materiales de blindaje son muy buenos, pero hay que tener mucho cuidado con las costuras, y si usted pretende crear un espacio seguro frente a los campos electromagnéticos, debe consultar con un entendido que estudie la habitación y busque las fugas que pudiera haber. Hay varias preguntas pendientes sobre las máquinas de resonancia de Schumann. No pueden modificar o alterar la resonancia electromagnética de la habitación, y la respuesta es tan variable como la amplia variedad de productos que hay en el mercado. ¿Cómo se podría verificar que realmente la máquina está generando esa compleja respuesta, atendiendo a la señal natural de la Tierra? Antes de gastarse los dineros en blindar la habitación frente a los campos electromagnéticos, habría que analizar la señal real de salida.

Cualquier cámara de resonancia es sensible a las frecuencias que entran en ella. Cuando hablamos de resonancia, por lo general nos estamos refiriendo a la frecuencia fundamental básica, que parece que se autoamplifica en respuesta a las dimensiones de la cavidad resonante. Sin embargo, la frecuencia fundamental es sólo el comienzo del análisis, pero debido a la que la cavidad también responderá a los armónicos de la frecuencia fundamental… eso quiere decir que la frecuencia básica de resonancia de Schumann de 7,83 Hz, también produce armónicos por encima de la frecuencia básica. La energía electromagnética es luz, no sonido, y aunque nuestros ojos y oídos no pueden percibir nada más allá de un rango de frecuencias muy estrecho, nuestro cuerpo entero puede captar esas vibraciones más altas y más bajas. Eso no quiere decir que esté respondiendo por ejemplo a la señal de radio del servicio de ambulancias más cercano, pero sí podría ser causa de malestar estomacal, de irritabilidad o depresión, de pesadillas o incluso de zumbido en los oídos. No estamos preparados para conocer la influencia que todo esto tiene en nuestra salud. Simplemente, lo que hacemos es tomar una pastilla para intentar que los síntomas desaparezcan. Sin embargo, la causa real de ese conjunto de síntomas puede tener efectos a largo plazo, y acabar en enfermedades graves, tales como el cáncer. Algunas personas son muy sensibles a los campos electromagnéticos. Sus cuerpos desarrollan alergias a estos campos, y aquellas personas que parecen tener una percepción más aguda del sonido o de la luz, tales como músicos y pintores, parecen ser más vulnerables a ciertas bajas frecuencias de los campos electromagnéticos. Tengo la sospecha de que a las consultas de Psiquiatría pueden acudir muchos pacientes que en realidad son víctimas de sensibilidad electromagnética.

En conclusión: sólo en el caso de que esté dispuesto a invertir en la creación de un espacio seguro frente a los campos electromagnéticos, y esté dispuesto a investigar la señal de salida de un generador electromagnético que sea realmente beneficiosa ( aparato de resonancia de Schumann), puede darse esa respuesta que restaure nuestro equilibrio y mejore la salud. A veces, cuando salgo a caminar por el campo, siento la necesidad de parar y simplemente tumbarme. La mayoría de los sitios por donde camino están repletos de rocas con un alto contenido en hierro, y me pregunto si esto es lo que mi cuerpo me pide para ponerme en contacto con la tierra. Sin colchoneta, y revisando si hay algún cardo o un hormiguero, estoy durante unos 15 minutos en esta posición. Cuando me levanto, me siento descansado y listo para seguir caminando. Ya no se puede hacer esto en muchos lugares del mundo, pero hay otras formas de conectarse a la tierra, si consigue estar lejos de redes eléctricas y protegiendo su cabeza y su cuerpo. Una cascada, un bosque, una cueva protegida por paredes de roca, sin teléfono móvil, o la visión de la inmensidad del cielo por la noche contemplando las estrellas, y estar en calma, con mucha calma. Es algo que usted puede hacer por sí mismo.

Notas:

(1) y (2) Valone PhD, Thomas (29/06/2015) Curación bioelectromagnética: fundamentos de utilización(Kindle 1652-1654) InstantPublisher.com

—————————-

Procedencia del artículo:

http://www.activistpost.com/2016/04/do-schumann-resonance-machines-really-work.html

¿Qué Tecnología Tienen los OVNIs?

¿Qué tipo de Tecnologías avanzadas parecen tener los OVNIs?, ¿Qué cuentan de su increíble avance técnico?, ¿Qué impresionantes sucesos relatan algunos testigos?, son muchas las preguntas que intentamos responder en el siguiente programa sobre la tecnología quizás extraterrestre que se  esconde detrás de esas misteriosas máquinas llamadas OVNIs.

El audio corresponde al programa Sabiens de la Cadena Pirenaica (Radio Valira de Andorra) dirigido por Ferran Prat y en el que intervienen Jose Luis Camacho de Mundo Desconocido y Artur Homs.

El ser humano está Diseñado para la Guerra

Una experta indica que somos una especie tan violenta que nunca alcanzaremos la paz mundial, los primeros indicios de destrucción entre los propios seres humanos, parece remontarse a hace más de 10.000 años.

Ha sido la Dra. Sarah Peacey, especialista en sistemas ecológicos cooperativos quién parece indicar que nuestro “hardware” está diseñado para la guerra.

Los primeros vestigios de destrucción, se han localizado cerca del lago Tukana, en Kenia, donde se encontraron 27 cuerpos asesinados entre los que se encontraban también, mujeres y niños, al parecer estos vestigios tienen 10.000 años de antigüedad.

Los 27 cuerpos, tenían cuchillas incrustadas en los huesos, fracturas craneales y numerosas lesiones que mostraron que en la época en la que el ser humano era –Cazador-Recolector-, mantenía disputas sangrientas hasta el punto de ejecutar masacres indiscriminadas.

Existen vestigios de luchas humanas en comunidades asentadas en Sedan (Sahara) hace 14.000 años donde parecen existir también masacres en las que posteriormente enterraban a las víctimas.

guerra_ancestral_2Pero al parecer, nuestros “primos” los chimpancés también tienen un carácter territorial violento y semejante al de los ancestrales humanos cazadores-recolectores. Se da la circunstancia que en las comunidades de ciertos chimpancés pigmeos llamados “bonosos” donde las hembras ejecutan el papel de “jefe predominante”, las disputas son menores y la convivencia es más sociable.

Otro dato curioso que parece ser la excepción que confirma la regla, es la sociedad de Cazadores-Recolectores de Jomon, antiguo pueblo extinto de Japón que vivió entre el 14.500 hasta el 300 antes de cristo que mostro una bajísimo índice de violencia en sus restos humanos, de hecho, se analizaron 2.500 cuerpos de aquella vieja cultura en los que encontraron apenas el 0,89% de violencia.

Eso demuestra que una sociedad pacifica es mucho más duradera, los Jomon como pueblo pacífico sobrevivieron más de 14.000 años.

Otro aspecto interesante al que han llegado los expertos como conclusión final, ha sido la idea propuesta por el psicólogo evolucionista Stephen Pinker afirmando que la violencia está disminuyendo, pese a lo que nosotros podamos pensar; proporcionalmente, los seres humanos eran más violentos hace miles de años que en la actualidad, algo que también ha confirmado el historiador militar Azar Gat.

http://www.mundodesconocido.es/el-ser-humano-esta-disenado-para-la-guerra.html