El último escándalo policial es el descubrimiento de operaciones policiales para infiltrarse en los movimientos sociales mediante la compra de Activistas, en esta caso en Barcelona.
Acostumbrados a tratar con políticxs, capaces de vender su culo por chuches, han dado con un hueso duro de roer, las organizaciones sociales políticas.
¿Por qué? Porque no nos mueve un beneficio material, nos mueve una idea y un futuro que no se alcanzan con dinero, sino con trabajo. Una idea por la que muchas veces renunciamos a nuestra vida personal, laboral o familiar. Eso no se puede comprar con dinero.
La noticia (
AQUÍ y reproducida más abajo) continua en un artículo del que reproducimos un fragmento. En su primer trabajo como agente, el activista que realiza la denuncia, Quim Gimeno tenía la tarea concreta del sicariado de recabar información del
Ateneo Cooperativo la Base [desde aquí un abrazo a Quim y a la gente de la Base].
El objetivo de la investigación era cualquiera de las personas que pasaran por el espacio: «Si está liberado el casal, si tiene llave y abre y cierra, si es de los que va a menudo, o no a menudo … si es de los que están detrás de una campaña o no están detrás una campaña, si es activo o no es activo, si va a tomar cervezas o se lo curra … Estas consideraciones que tú conoces de primera mano «.
Al final, la confianza, los secretos … eso peta. Por temas personales o eróticos-festivos «. «Hay algo que es peor: si la gente con la que estás ha tenido problemas, quien te dice que no están haciendo lo mismo …», concluye DSG.
https://directa.cat/lateneu-base-al-punt-de-mira-0
Podéis imaginaros la cantidad de informes que después de los años han podido recoger. También la calidad de la misma. Hasta el/la más imbécil pasaría la información falsa y deformada hasta convertirla en ininteligible.
Divide et impera. El modus operandi siempre es el mismo: seleccionar a personas vulnerable, «con problemas», que frecuentan los locales, ponerlos a sueldo vendiendo a sus compañeros por 200€ y ayudarles con los jueces.
Hay gente que pensará que, como no se cometen delitos, ni se malversa, ni se planifican atentados, como lo que se realiza es una labor social reconocida y necesaria, colaborarán con el Estado, ya que no podrán recolectar pruebas incriminatorias. Lo que les están aportando no son pruebas, no las necesitan, son piezas para el guión policial, para la Solicitud de Orden de intervención Judicial, que el poli que sepa escribir presentará al juez de turno. No necesitan que sea ni remotamente real, solo ajustada a ley. Con o sin mordaza en breves nos enteraremos de los nombres de los nefastos mortadelos.
La actuación policial contra las organizaciones sociales tiene dos objetivos:
– uno personal/laboral de los agentes de cumplir una cuota de misiones con ciertos detenidos y parámetros. No hace falta que sea cierto, solo que de su investigación resulte una actuación y algún que otro titular.
– y otro político/estratégico como es el control de los movimientos sociales: identificación de líderes, de locales, de tendencias, de agendas. Marcado las jerarquías policiales en base a las estrategias políticas de seguridad. Una mezcla de directivas de la OTAN, UE y de cosecha propia.
¿Qué pauta sigue la intervención policial?
Hasta ahora ninguna infiltración ha frenado ningún movimiento que sepamos.
– El 15-M, Rodea el Concreso, la PAH han sido contenidos por intervención de choque clásica y no se han muerto, se han adaptado.
– Las ocupas se desalojan, pero se reconstruyen, los ateneos se clausuran, pero se acaban multiplicando.
– Detienen a cabecillas, cuando los encuentran, y los proyectos afectados se paralizan un tiempo y continúan a pesar de los detenidos.
Los proyectos atacados pueden ser más o menos importantes, pero no destacan en los sustancial sobre muchos otros proyectos que podrían ser igualmente asaltables. En ese sentido se nos escapa cuál puede ser el criterio de selección de este acoso aparentemente aleatorio.
¿Es esta la forma de contener un movimiento? ¿No sería más efectivo hacer una buena investigación, detener a 100 o 1000 personas y aplicarles la antiterrorista encerrándoles años? Si en el corto y medio plazo, pero eso se lo reservan para otros tiempos; en cuanto saliésemos volveríamos a reintegrarnos en los colectivos fortaleciendo las asociaciones de víctimas, que ya las hay. Las intervenciones son tímidas en comparación con el movimiento social, entre otras cosas porque no hay causa. En sus intervenciones se detienen entre 15 y 30 personas, dejándolas después en libertad y 2 o 3 en preventiva. Pero en los medios masivos se nos presenta como un Gran Evento, lleno de jueces, comisarios, y hasta militares.
¿Es efectiva la modificación de la normativa legal? La ley antiterroristas es ya bastante restrictiva de por sí, por lo tanto de difícil modificación sin encontrar grandes resistencias. La reedición de la ley de Vagos y Maleantes del franquismo en forma de Ley Mordaza es una forma de relentizar, frenar el movimiento vaciando sus arcas, pero no de pararlo. La consecución legal de un delito no es suficiente para que una persona se considere criminal, como ejemplos Durán, Falciani, Snowden, Mani o Asange son héroes condenados. Es necesario que la gente lo crea.
Y aquí hemos dado con la clave, la intervención de los medios.
Represión policial más allá de los falsimedia
¿Es posible que sin el apoyo de los media la policía dejase de realizar asaltos? No. Como hemos visto es parte de la estrategia policial habitual. Son dependientes de la actividad política pero ésta puede realizarse detrás de las bambalinas. La detención arbitraria y los juicios sumarios son un hecho, una tradición secular que se remonta al origen de las organizaciones obreras. En aquellos tiempos se intentaba tapar deteniendo periodistas y cerrando rotativos. Hoy en día ellos difunden la noticia a su modo acaparando el espectro informativo y pagando a los periodistas.
El silenciamiento de noticias es tan estratégico como su emisión. A pesar de todo los falsimedias potencian tanto el hecho político de la actuación policial que muchos montajes son más mediáticos que criminales.
Analizamos el producto de los falsimedia: poder político
Los Medios de Masa Corporativos, los falsimedia, son un producto industrial distinto a los medios tradicionales, tanto que deberían tener otro nombre. Falsimedia les va bien.
Sus departamentos están externalizados y no se financian de la venta de su productos, los periódicos, programas, escritos o publicidad, sino que se financian por medio de créditos bancarios e inversiones. Su producto no va dirigido al público en general, ya que sus clientes no son el público en general. Sus clientes son bancos y corporaciones, y escriben para ellos. Son sus voces.
Dicen lo que quieren oir los que pagan. No han perdido su independencia, sino cambiado de negocio y cambiado de target.
Los medios son el vínculo entre el mundo corporativo y bancarizado, donde los políticos son parte de los bancos y corporaciones y la sociedad.
Socialmente son los que realizan el escarnio público y deciden lo que es crimen o heroicidad. Si los medios no publicasen las nefastas intervenciones policiales como si de heroicidades estelares se tratasen. Recordamos 2003 la
Operación Lago, una macroredada policial en varias localidades donde las heroicas fuerzas de seguridad asaltaron varios pisos franco de terroristas. En un humilde piso patera incautaron varios tambores de detergente al
Comando Dixán.
A nadie se le escapará que son los medios los que quitan y ponen presidentes, alzan o derrumban partidos. Trabajan para aquellos girapuertas que serán sus jefes algún día.
Para los falsimedia los Sicarios son los protagonistas de las historias, no los detenidos. Los detenidos son seres sin rostro, historias sin nombre. ¿Qué mensaje envían? La narrativa es siempre la misma: una célula terrorista radical que quiera atentar contra los ciudadanos indefensos que no pueden ser protegidos por las FSE porque o no tienen presupuesto o las leyes son muy restrictivas y necesitan vigilar más de cerca.
Destacan dos argumentos: Terrorismo y Radicales. A partir de estos sencillos argumentos que hasta un verme unicelular podría entender llenan hoja tras hoja, rellenan espacios, escriben libros.
– Vender terrorismo es apostar por las políticas bélicas y de seguridad anteriormente mencionadas de Europa y de la OTAN. Un negocio de bancos y corporaciones.
– Vender radicales es vender ideología, poder político. Es englobar a cualquier tipo de disidencia política, económica o social en un mismo grupo de modo que sea más fácil eliminar la competencia política. Como diría Chomsky ser catalán, anarquista, nacionalista, comunista, islámico, ecologista, budista o feminista es lingüisticamente una sola categoría: radicales; desviados del centro. Lo cual presupone que el centro es neoliberal, corporativizado y financiarizado.
En el combate mental vence quien impone su criterio, su opinión. Por ahora las redes sociales no pueden contrarrestar la embestida mediática que supone este bombardeo de información emocional.
Que no cunda el pánico!
No nos cave duda que se lograrán infiltrar; tienen recursos, tiempo y dinero. Lo que es inverosímil es que saquen algo en claro, que reúnan pruebas, por lo que finalizarán su patética actuación con otro de sus épicos montajes por los que no se les pide responsabilidades. Esto es así porque la única realidad es que en los centros sociales se habla de política y estrategia popular y social, tarea mucho más compleja y trabajosa que planear atentados o complots, como
los que se urden en las cloacas la policía para adueñarse del gobierno. Tal vez los que deberían apagar la tele y dejar de ver series americanas del FBI son ellos, y no nosotros.
Si han puesto el ojo en un objetivo les da igual la pruebas, les basta con un montaje jurídicamente verosímil y un juez corrupto como
Ismael Moreno Chamarro que le eche la firma, y ya tienen otro caso resuelto. Investigación, intervención y condena y a por un nuevo caso. Pum pis pas. Así funciona la maquina represora. A quien le pille le pilló, no es nada personal. Seguramente saldrá con cargos y multa, o con mala suerte irá a la trena, como
Francisco y Monica.
La propaganda mediática no es necesaria para la actuación de la policía. Pero las actuaciones policiales son necesarias para sustentar los argumentos de Terrorismo y Radicales. Tenemos asaltos para Rato. Su objetivo es vincular a las fuerzas políticas «rebeldes» con radicales y terroristas y encorsetar a las dóciles en las prácticas neoliberales. Lo diremos nuevamente para el que no se haya enterado:
No van a por nosotros, solo somos peones, su objetivo es más alto, es político!!!
No quieren ideas divergentes, no quieren nuevas políticas si no las marcan ellos.
Salud/tctca
_______________
«Captarás información del entorno de los casales de Poble Sec»
Dos individuos que se identificaron como delegados de la «seguridad del Estado» intentan captar la activista Quim Gimeno como confidente. Le ofrecieron contraprestaciones económicas y ejercer influencias en la causa que tiene abierta en la Audiencia Nacional.
Unos cuantos bares y cafeterías, una farmacia, una pastelería, un centro cívico y una iglesia. Alejada de los centros neurálgicos de Barcelona, la plaza de la Concordia del barrio de las Cortes es un lugar relativamente tranquilo dentro del bullicio habitual de la ciudad.
Quizá por eso es un buen lugar para mantener una conversación discretamente.
Son las 11:30 h del lunes 11 de abril de 2016. Sentadas en una mesa del Rabbar, tres personas conversan. Una de ellas es Quim Gimeno, un activista social y político barcelonés detenido el 28 de octubre de 2015 por los Mossos y acusado de «pertenencia a organización criminal con fines terroristas» en el marco de la operación Pandora, encabezada por la Audiencia Nacional (AN) española. Con él, se sientan dos hombres más.
Se presentan como D. S. G. -inicial del nombre y los apellidos- y T. M. -sólo por los apellidos. Ambos aseguran formar parte de «la seguridad del Estado».
Una de las contrapartidas que se ofrecía a la activista, acusado en el marco de la operación Pandora, era mediar con la acusación pública en su favor
El objetivo del encuentro es claro: convencer Gimeno para que provea información relativa a los movimientos sociales de Barcelona. A cambio, recibirá «una contraprestación económica fija» y, dependiendo de las informaciones, «una especie de mejora económica», en palabras de la persona que se presenta como T.M. También habla de la posibilidad de contactar con la fiscalía para mediar en el proceso abierto contra Gimeno:
«Si nosotros en algún momento tuviéramos que hacer algo en relación con la fiscalía, no hay ningún problema. Me comprometo yo y, además, se suele hacer «. Mientras conversan, un equipo de la Directa, con extrema discreción, observa lo que ocurre en la plaza y documenta gráficamente encuentro. La investigación había comenzado semanas atrás.
Toma de contacto
El 15 de enero, en Can Batlló, en el barrio de Sants, se celebraba la Jornada solidaria con las anarquistas represaliadas. El acto central fue una charla titulada Del T.O.P en la Audiencia Nacional y Gimeno participó en el debate posterior como persona encausada a raíz de la operación Pandora.
Al terminar, una de las personas que asistieron al debate se dirigió hacia él. Pelirrojo, de ojos claros, con gafas de montura metálica, de cara ancha y baja estatura, el hombre, que debía rondar los sesenta años, se presentó como periodista de la agencia EFE especializado en temas relacionados con la seguridad. Le interesaba conocer la situación de Gimeno y lo invitó a reunirse con él más adelante. Antes de despedirse, se presentó con el nombre de D.S.G. Durante los tres meses siguientes, se encontrarían en cuatro ocasiones.
La activista desconfiar de la identidad del hombre desde un principio, pero, en cualquier caso, decidió seguir adelante con el encuentro para saber más. Unos días más tarde, recibe la llamada del supuesto periodista de EFE y fijan la primera fecha: será el 2 de febrero a las cinco de la tarde. El lugar elegido fue Canaletas. Se encontraron junto a la fuente y, mientras bajan la Rambla, decidieron sentarse en una terraza de la plaza del Bonsuccés, en el Raval barcelonés.
Según explica Gimeno, un supuesto periodista de la agencia EFE entró en contacto con él; posteriormente, afirmó que era una persona a sueldo del Estado
En un primer momento, el supuesto periodista se mostró interesado por la situación personal del joven. Cuando el presunto periodista cambió el objeto de sus preguntas, Gimeno comenzó a dudar de su identidad: «Haciendo muchas vueltas, me preguntó si había elementos violentos en Barcelona, si éstos tenían algún tipo de relación con mi debido … Siempre intentando ponerse de mi parte: ‘os pegan el proyecto’ o ‘os pueden echar mierda’, me decía «. Incluso quería saber si algún cuerpo de seguridad lo había contactado: «Se mostró muy interesado en saber si los Mossos o la Guardia Civil me habían echad la garra», lo que le hizo dudar aún más que estuviera diciendo la verdad. Dos trabajadoras de EFE consultadas por la Directa no han oído hablar de D. S. G. primeras grabaciones
Antes de la cita siguiente, Gimeno decidió ponerse en contacto con la Directa. Una vez conocida la historia, se decidió hacer un seguimiento de todos los encuentros que se llevaran a cabo. Es en este punto que el relato vuelve a la plaza Concordia de las Cortes. El 3 de marzo, poco antes de las 10 de la mañana, Quim Gimeno se reunió con el hombre que se presentaba como D.S.G. en una terraza, que sería la misma durante las reuniones posteriores.
Por primera vez, la Directa documentó gráficamente los encuentros. «D.S.G. ya no volvió a hablar de EFE, sino que aseguró que recibía un salario fijo del Estado y un extra como periodista. También me aseguró que podía darme dinero a cambio de información, especialmente con todo lo relacionado con los anarquistas chilenos Mónica y Francisco «, explica Gimeno. Ante esta situación, la activista quería «jugar el papel de alguien que quiere colaborar, pero que no lo acaba de ver claro, lo que motivó que el sujeto quisiera convocar un encuentro el 4 de abril».
Posteriormente, una tercera persona se añadió al encuentro: «Se mostró muy nervioso y me volvió a preguntar si los Mossos me habían contactado»
Antes del encuentro, D.S.G llamó a Gimeno para decirle que se podrían reunir con su superior «para demostrar que no era ningún farol». El 4 de abril, llegó por primera vez en la plaza de la Concordia la persona que se presentaba con los apellidos T.M. y que, supuestamente, es el hombre por el que supuestamente trabajaba el presunto periodista. Se trata de un hombre de cerca de cincuenta años, con el pelo negro, aunque poblados, con cejas gruesas y negras como ojos, y con bombilla y bigote a una barba rala. Junto con D.S.G., se reunió con Quim Gimeno el mediodía de ese día 4 en la terraza del Rabbar. Además de un nuevo personaje en juego, el cambio principal durante el encuentro era que, a partir de ese momento, todas las conversaciones fueron grabadas por Gimeno.
En todo momento, tal como prueban las conversaciones registradas a las que ha accedido la Directa, es TM -a quien, a partir de ahora, también llamaremos el superior- el que lidera el diálogo, mientras que DSG -en adelante, el periodista- sólo habla en momentos puntuales. En un momento de la grabación, Gimeno pregunta al superior: «A quién te refieres cuando te refieres a nosotros?». «La seguridad del Estado», responde él.
«Me aseguró que necesitaba gente con mi perfil para obtener información y me ofrecían contraprestaciones, dándome instrucciones muy claras», recuerda Gimeno: «Durante toda la conversación, T.M. se mostró muy nervioso y me volvió a preguntar si los Mossos me habían contactado o si había detectado seguimientos «. Con todo, deciden confirmar la próxima reunión mediante una llamada telefónica del periodista a Gimeno.
Representants de la «seguretat de l’Estat» intenten captar un confident a Barcelona [catalán con subtítulos en español]
La relación avanza
Finalmente, fue Gimeno quien llamó a D.S.G alrededor de las diez de la noche del viernes 8 de abril para que la comunicación acordada aún no se había producido. El diálogo telefónico sirvió para concretar la cita para el lunes 11 de abril, pero también se centró en aspectos de la colaboración entre el supuesto confidente y los representantes de la «seguridad del Estado», en una conversación que Gimeno grabó. «Esto será como en las películas periodísticas, que hay unas líneas de trabajo completamente protegidas: por el tema del apoyo y por las contraprestaciones, que te pueden servir -qué sé yo- para irte de vacaciones a algún sitio .
Yo entiendo que es como una colaboración remunerada, esto es interesante «, explica el periodista. También intentó transmitir confianza a Gimeno en relación con sus medios: «Lo que yo quería con la visita de T.M. era que tú vieras que hay una realidad: tengo todos los mecanismos para acudir a personas que están en lugares de interés (…) Quería que vieras con cara y ojos que yo no te venía motos, estos barboteo no me » .
El encargo y pago
La última reunión entre Quim Gimeno, D.S.G y T.M. tuvo lugar el lunes 11 de abril, una vez más, con la plaza de la Concordia como telón de fondo y, una vez más, con periodistas de la Directa observando el encuentro desde lugares estratégicos. Durante la reunión, que nuevamente condujo el superior, se concretaron los puntos sobre los que se basaría la colaboración. Se habló de las condiciones económicas del trabajo: «Te ofrecemos una contraprestación económica.
Lo que pasa es que esta contraprestación económica tendrá una parte fija (…) Y luego, depende de las informaciones más o menos relevantes que nos puedas dar, en la explotación operativa que nosotros podamos hacer; si es trascendente, tendrás una especie de mejora económica. En principio, te podríamos dar unos 200 o 250 euros para que tú pudieras empezar a funcionar «.
En un momento, se empieza a hablar de la posibilidad de lograr mejoras en la situación procesal de Gimeno. T.M. se muestra rotundo: «El fiscal es un puto funcionario, con todos mis respetos, jerarquizado, con cabezas, que depende del gobierno, en este caso, de la administración del gobierno central, del gobierno de España. A un fiscal sí se le puede hablar, pero a un juez no «.
El representante de la «seguridad del Estado» pedía informaciones espefíques: nombres y tareas dentro de colectivos diversos, pero también profesiones, domicilios e implicaciones
El superior empieza a valorar el perfil del supuesto infiltrado para las investigaciones. «Tú tienes toda la disponibilidad, la facilidad de entrar en estos temas porque eres uno de ellos, uno de los suyos. No tienes esta dificultad (…). Nosotros valoramos, en gente como tú, que el trabajo que tú haces en quince días, nosotros tardamos un año. Porque tú estás dentro. Esto nos ahorra tiempo y esfuerzo «, subraya el supuesto representante de la» seguridad del Estado «, explica Gimeno. Es entonces cuando T.M comienza a explicar qué es lo que se pide a la activista. Especialmente, nombres y tareas dentro de colectivos diversos, pero también profesiones y domicilios. «Me interesa que me pongas, por ejemplo: ‘Pepe, Pepe López, vive por aquí, trabaja no se donde», dice T.M. en la grabación. «Datos objetivos: domicilio, teléfono. Si está puesto en alguna movida, si ha sido detenido, si es un tío muy activo o poco activo … «.
Para continuar con la operación, se quieren asegurar de la seguridad de las comunicaciones, siempre vehiculadas por el presunto periodista: «El canal principal de comunicación es el correo. Durante estas dos semanas, cualquier cosa que te pase, cualquier duda que tengas, cualquier cosa, D. te contesta a través del correo. Después, la semana que nos vemos, yo te llevaré un móvil. El nuevo número será el canal de comunicación de urgencia con nosotros «.
La reunión siguiente se fijó para la semana del 25 al 29 de abril. No se producirá. Gimeno no piensa seguir con los encuentros: «Desde el momento que supe que todo aquello tenía que ver con el Estado, quise hacerlo público. Por un lado, hacerlo público es una manera de hacer frente a la situación y, por otro, es una herramienta política en mi juicio y, en general, ante la ola represiva que vivimos «.
http://www.lahaine.org/quot-captaras-informacion-del-entorno