La idea de la modernidad es una ruptura con la tradición: la consigna de adoptar lo nuevo, de ser modernos. La modernidad fue impulsada por el poder de la ciencia y por sus rutilantes máquinas y poco a poco fue desechando viejas formas de pensamiento que consideraba inferiores. La filosofía y el pensamiento en general se acercaron más a la ciencia e intentaron romper con la metafísica y, en general, se emprendió un rechazó a todas las tradiciones. Con el llamado posmodernismo, esto sólo se radicalizó y se rechazó, entonces, la verdad en sí misma y todo sistema absolutista. Gadamer describió esto como un «prejuicio en contra de los prejuicios». Alguien más ha dicho que se trata de una «metafísica de la no-metafísica».
Seguir leyendo ¿Lo que caracteriza a la modernidad es la ingratitud del pensamiento?