A primera vista, esta parece ser la pregunta más sin respuesta que existe, una pregunta que fastidia nuestra existencia de principio a fin.
Y paradójicamente, cuanto más integramos la atención plena con nuestra vida diaria y nos damos cuenta de que la única realidad que tenemos es el momento presente, más la vida e desnuda mostrándose presente, porque vivimos como si esto fuera todo lo que hay.
Con la evidencia de lo que podemos percibir, mirar hacia lo que «podría ser» es un desperdicio de energía, porque la vida ciertamente está sucediendo «aquí y ahora».
No importa cuán fuerte sea nuestra fe en una religión o teoría en particular, creer en algo no lo hace más cierto.
En resumen, decir «creo» nunca es un sustituto adecuado para poder decir «lo sé».