Archivo por meses: octubre 2014

domi La tercera guerra mundial, las puertas del infierno.

Las puertas del infierno

Nagib Aoun

 

 

No es una manifestación de pesimismo, sino la constatación de una realidad muy negra que esta abierta a todos los posibles e imposibles. La región del Oriente Medio esta en medio de tantos cambios y conflictos que no se conocen quienes son los verdaderos causantes de ellos ni los resultados inevitables  que van a surgir  y el Occidente sean los Estados Unidos o la Unión europea se encuentran en las primeras filas de la tragedia que sucede, inmersos en una  vorágine que el mismo ha contribuido a provocar.

El principio era una sensación fría a pesar de que las nubes amenazaban acumularse, un pulso de músculos seguido de ataques militares de los que se ignora su eficacia real y el tiempo que pueden durar,  el resultado esta ahí: un clima de angustia, una aprensión legitima y la convicción unánime de que en el contexto actual ningún resultado esta garantizado se trate de la supresión del llamado Estado Islámico y de terroristas de todas clases o del hundimiento de nuevos “ rectificadores de error” en un conflicto sin fin que tiene  tentáculos transnacionales.

La historia nos ha enseñado a través de decenios y siglos que no se puede prometer nada: se sabe cuando las guerras comienzan pero no  se sabe como terminan   y que sorpresas nos deparan la caja de Pandora.

La guerra  mundial contra  los terroristas del  Estado Islámico  era inevitable, sobre todo a raíz de su extensión tan grande a partir del movimiento inicial por el califa proclamado a sí mismo, Abou Bakr el-Baghdadi, un movimiento que ha salido de las tinieblas, utilizando la tecnología occidental para conseguir sus objetivos y que intenta  desde sus bases de Siria e Irak propagar “ la buena palabra” hasta Occidente, pasando por las monarquías del Golfo. Estas monarquías que al principio se dejaron seducir por un mensaje islamista que les parecía adecuado con la política de la región, especialmente en línea con el régimen asadita honni.

La única seguridad que existe hasta hoy es: la determinación de la coalición internacional de terminar con los  “ locos de Dios” en el suelo sirio-iraquí y de impedir la extensión  de “ el islamismo conquistador” en un Occidente que acaba de descubrir que el mismo guarda y da calor  a una serpiente dentro de su seno, hombres y mujeres que   ven en la acción terrorista el camino evidente que les conduce al cumplimiento de sus deseos. ¿ Pero y después? ¿ Cuánto tiempo va a durar la expedición militar dirigida por los Estados Unidos? ¿ Va a conseguir erradicar el monstruo islamista o va a contentarse de retenerla solo en la región que ocupa ahora?  Y si durante las operaciones  surgen los “daños  colaterales” y las poblaciones civiles se encuentran en  una trampa mortal, ¿los Estados de la coalición irían mas lejos con el riesgo de envolverse totalmente en las guerras sirio-iraquí?. ¿ Cuál seria entonces la opinión publica de los países concernidos, una opinión que generalmente es  hostil a toda intervención militar en el extranjero?

Otro gran  interrogante  seria: ¿ Aprovecharían los kurdos la situación para proclamar el estado que ellos han fantaseado durante mucho tiempo, un estado  que se extendería desde Siria hasta Irak? ¿ Y cual seria la suerte de Bachar el-Assad, continuaría él a mandar sobre un país devastado, aprendería de las consecuencias de la caída total de su régimen o se encontraría el a la cabeza de un “Alaouistan” hambriento en donde la capital seria Lattaquié?.

Contra mas dure la “guerra mundial” contra el Estado Islámico, mas se dislocaran las fronteras que nacieron del acuerdo Sykes-Picot. Mientras tanto estas son las puertas del infierno que acaban de abrirse hace poco en el Oriente Próximo y nadie puede predecir  cuando se cerraran.

Y una ultima pregunta: Esta tempestad ¿ dejara de tocar el Líbano?

Traducido del   periódico L´Orient y editado para la africana

http://uncontinenteolvidado.blogspot.com.es/2014/10/la-tercera-guerra-mundial-las-puertas.html

domi La Peste Negra, apocalipsis medieval

A finales del siglo XIV tuvo lugar en toda Europa una brutal epidemia de peste que acabó, en muchas zonas, con más del 50% de la población. Las gentes de aquella época creyeron que había llegado el Apocalipsis y que la Providencia castigaba así a los hombres por todos sus pecados. El infierno se hacía realidad sobre la Tierra sembrando de cadáveres y apestados las sucias y abarrotadas calles de las grandes ciudades y de los pequeños pueblos de un extremo al otro del continente…

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El hombre medieval estaba sin duda acostumbrado a los contratiempos del destino. Los periodos de hambrunas, carestías de todo tipo y guerras eran algo habitual. Sin embargo, nadie podía imaginarse que la muerte, aquella figura tenebrosa que comenzó a partir de entonces a representarse embozada, siempre acechante entre las sombras, se llevaría por delante a millones de almas como consecuencia del mayor desastre epidémico de la historia: la peste negra.

Todo comenzó en el año 1348, cuando la misteriosa enfermedad, como si de una plaga apocalíptica se tratara, se cebó con la indefensa población de casi todo el continente europeo, asolando ciudades y pueblos enteros y sembrando de cadáveres los campos y las calles de las grandes urbes. La muerte negra, como empezó a conocerse, acabó con casi la tercera parte de la población europea. Los cuatro jinetes del Apocalipsis se abatían contra los hombres como nunca antes lo habían hecho. Para las supersticiosas mentalidades de la época era el comienzo del fin del mundo, y la sensación de pánico generalizado sólo era comparable, salvando las distancias, a la que se vivió en el umbral del año 1000.

Los Cuatro Jinetes del Apocalipsis, grabado de Alberto Durero (1498)

Los Cuatro Jinetes del Apocalipsis, grabado de Alberto Durero (1498)

Orígenes inciertos

Occidente no se enfrentaba a una epidemia completamente nueva, pues ya en el siglo VI un brote de la enfermedad, conocido como “Peste de Justiniano” asoló gran parte del Imperio Bizantino. Y aunque causó numerosos estragos, no fue comparable, en cuanto a virulencia y catastrofismo, con la pandemia vivida entre 1348 y 1351.

Existen discrepancias entre los historiadores sobre cuál fue realmente el punto de origen de la peste medieval, aunque la mayoría coincide en aceptar que pudo partir de la región de Yunnan, en el sudeste de China, transmitida a través de las caravanas asiáticas que recorrían el Imperio mongol en parte de la Ruta de la Seda. En 1387, millones de personas estaban muriendo en China, la India y en gran parte de las tierras del Islam. A Europa llegaban rumores sobre una terrible enfermedad acompañados de descripcionesapocalípticas sobre el origen de la epidemia, como lluvias de ranas y serpientes, tormentas con fuertes granizadas y rayos y finalmente un humo hediondo y truenos espantosos.

Ese mismo año, el mal debió de entrar en contacto con los europeos en el puerto de Caffa –hoy Teodosia–, entonces colonia de Génova en el Mar Negro, hacia donde acudían las numerosas caravanas citadas. Poco después, la ciudad fue asediada por el khantártaro Djani Beck, quien se vio obligado a levantar el sitio cuando una misteriosa plaga –la temible peste negra– comenzó a matar sin miramientos a sus tropas. Al general se le ocurrió entonces la brillante y terrible idea de lanzar al interior de la ciudad mediante catapultas los cadáveres pestilentes de centenares de sus soldados, treta mediante la cual pretendía “envenenar a los cristianos” y, como si de una pionera guerra bacteriológica se tratara, logró que la muerte negra penetrara en Caffa. Después, doce galeras ocupadas por genoveses que habían contraído la enfermedad arribaron al puerto de Mesina (Italia) en octubre de 1387 y propagaron la peste de forma increíblemente rápida, mientras otros barcos, también infectados, llegaban desde Oriente a Génova y Venecia. Cuando las autoridades genovesas reaccionaron ya era demasiado tarde. Nada ni nadie podía detener ya a la peste.

Fortaleza en la antigua Caffa, lugar de origen de la peste

Fortaleza en la antigua Caffa, lugar de origen de la peste

Comienza la plaga

Los primeros síntomas de la enfermedad consistían en fiebre elevada y escalofríos, que en ocasiones se confundían con los de otras enfermedades. Poco después hacían acto de presencia angustia y ansiedad, unidas a un aumento de la fiebre, mareos y vómitos. El paciente, que vivía en una estado de postración constante, perdía en ocasiones el conocimiento, todo ello en medio de fuertes sudores que desprendían un profundo y particular olor, según los cronistas “similar al de la paja podrida”. A ello se unían terribles dolores de cabeza, desnutrición, sensación de asfixia, grandes temblores y una lengua pastosa y blanquecina.

Pero, aunque desagradable, aquello no era lo peor: pronto aparecían hinchazones en las ingles, bajo las axilas o detrás de las orejas –allí donde se encontraban los ganglios linfáticos–, signos inequívocos de que la letal enfermedad estaba actuando. En ocasiones alcanzaban el tamaño de una manzana o un huevo, por lo que el vulgo comenzó a llamarlos “bubones”, palabra derivada del griego boubon –bulto, tumor–, que dio origen a la denominación de “peste bubónica”, también conocida como “peste negra”, pues los bultos, manchas y úlceras adquirían un color negruzco. No era extraño que los bubones supurasen, generando un horrible hedor y, si llegaban a romperse, producían en el paciente un dolor prácticamente indescriptible. Cuando la infección derivaba en infección pulmonar –la conocida como variante neumónica–, el paciente tenía pocas posibilidades de salir con vida, además de convertirse en peligroso foco de contagio, al poder transmitir la enfermedad por el aire, a través de la tos, de forma similar a la gripe. Cuando esto sucedía el enfermo presentaba bronquitis aguda, dolor en el tórax e incluso broncopulmonía de tipo hemorrágico que provocaba que expulsara esputos sanguinolentos.

Grabado medieval en el que se pueden apreciar los bubones en los afectados por la terrible epidemia

Grabado medieval en el que se pueden apreciar los bubones en los afectados por la terrible epidemia.

Otra de las consecuencias de la peste bubónica era el delirio –delirium–, un estado alucinógeno generado por la fiebre que provocaba en muchos casos que algunos enfermos sufrieran accidentes e incluso se suicidaran. La arcaica medicina de los galenos de la época atribuía el contagio al aire viciado y a la falta de salubridad en las ciudades –lo cual no era del todo desacertado–, pero no sería hasta 1894 cuando se descubriera finalmente el mecanismo de contagio de la peste: la pulga de la rata negra –rata de cloaca– o xenopsylla cheopis. La enfermedad pasó a denominarse entonces Yersinia Pestis, en honor a su descubridor, el suizo Alexandre Yersis, discípulo de Pasteur, quien realizó sus investigaciones durante un brote epidémico que azotó Hong-Kong a finales del siglo XIX.

Sin embargo, en la Baja Edad Media se creía que el mal se debía, cuando no a la ira de Dios, a una descompensación de los humores del cuerpo, cuando no a un castigo divino. En una crónica de la ciudad de Mallorca se puede leer que “Las enfermedades que ahora hay vienen y proceden de la superabundancia de sangre, como los dichos médicos dicen y de eso tienen experiencia”. La extracción de esta sangre corrupta era uno de los remedios más utilizados por los galenos y las sangrías se convirtieron en algo común para aliviar los síntomas de los apestados, bien rajando con bisturí o aplicando sanguijuelas sobre la zona afectada, remedio bastante desagradable, pues éstas pueden aumentar hasta ocho veces su propio peso durante la succión. A la larga las sangrías eran una pésima solución, pues dejaban al enfermo más debilitado y por tanto con más riesgo de morir.

Un infierno se abate sobre la Tierra

Los roedores campaban a sus anchas por unas ciudades llenas de suciedad, donde la higiene personal dejaba mucho que desear y en una época en la que se llegó a aconsejar, por ejemplo, lo que recogía la siguiente receta: “Bañarse es cosa muy dañosa, pues el baño hace abrir las porosidades del cuerpo por las cuales el aire corrompido entra y produce fuerte impresión en nuestro cuerpo o en nuestros humores”.

En un escenario de tales características la enfermedad tuvo el campo libre para actuar impunemente, sembrando el caos, el terror y la muerte allí por donde pasaba. Nadie creía que las ratas eran en parte las culpables de su transmisión y el hombre estaba acostumbrado a convivir con estos roedores, que se hallaban por todas partes. En los barrios pobres y degradados se hacinaban las gentes humildes siendo un potencial foco de infección. Por si esto fuera poco, Europa estaba sumida en uno de los peores conflictos de la historia: la Guerra de los Cien Años (1339-1453) entre Francia e Inglaterra. Las bajas eran a veces muy numerosas y los campos quedaban regados de cadáveres mutilados y mal enterrados que, una vez corruptos, contribuían a expandir la pandemia.

La muerte negra sumió a reinos y ciudades enteras en la más absoluta ruina y decadencia, y sus efectos fueron atroces, como narró la pluma del genial escritor italiano Giovanni Boccaccio. Los cementerios eran insuficientes para enterrar a los miles de cadáveres que se hacinaban y la burocracia se paralizó casi por completo en las grandes urbes. Para muchos historiadores, la epidemia fue el comienzo del fin del feudalismo. La propagación de la peste provocó también el estallido de focos revolucionarios y grandes desórdenes en importantes núcleos urbanos –como en Flandes y en algunas ciudades italianas–. Las revueltas fueron constantes y en algunos casos llegaron a alcanzar cotas de gran dramatismo, como en la Ciudad Eterna.

"La danza de la muerte" fue reproducida en pinturas y grabados

«La danza de la muerte» fue reproducida en pinturas y grabados

Las cifras de defunciones hablan por sí solas. Los venecianos morían en la increíble proporción de 600 personas al día. Se estima que Inglaterra perdió el 25 por ciento de su población –en verano de 1348 eran enterrados casi 300 cadáveres al día– y Escocia prácticamente un 30 por ciento. El espectro de la peste fue aún más voraz en Francia y Alemania, donde acabó con la vida de nada menos que el 50 por ciento de su población. Muchas ciudades vieron impotentes cómo sus habitantes disminuían drásticamente. Florencia, con 100.000 habitantes, perdió a la mitad de su población. En Venecia falleció el 60 por ciento de la población –moría la increíble proporción de 600 personas al día– y en Avignon la mitad de sus habitantes. En la sede pontificia, en sólo 6 semanas, 11.000 personas fueron enterradas en un mismo cementerio. Se decidió entonces que el Papa, Clemente VI, bendijera el Ródano e incontables cadáveres se arrojaron al río, que sirvió como sepultura. Sin embargo, aquella precipitada y desesperada acción contribuyó a expandir también la epidemia.

La península Ibérica tampoco se libró del impacto epidémico y en algunas ciudades desapareció más de la mitad de la población, como en Barcelona, donde murieron 38.000 de sus 50.000 ciudadanos. En el Reino de Mallorca, fallecieron alrededor de 9.000 personas. Y la lista es interminable y realmente estremecedora.

Aunque muchos historiadores afirman que desapareció a causa de la plaga el 30% de la población europea, algunos creen que esta tasa llegó a alcanzar el 50%, algo que nunca sabremos con certeza pero que pone igualmente los pelos de punta. Nada a lo largo de la Historia, ni guerras, ni catástrofes naturales, ni siquiera armas de destrucción masiva, han provocado una mortandad tan alta como la peste negra del medievo.

Combatir la enfermedad

La mayor parte de los “médicos” que ayudaron a los apestados eran voluntarios, pues los doctores cualificados por lo general huían, sabedores del peligro que corrían. Para poder ayudar a los apestados y evitar contagiarse, los médicos con el tiempo se protegerían con una vestimenta realmente esperpéntica, que les daba un aspecto algo grotesco. Convencidos de que la enfermedad se transmitía a través del olfato, idearon una máscara que acababa en forma de largo pico de ave –quizá porque al comienzo de la enfermedad se creía que ésta era diseminada por los pájaros y dicha máscara ayudarían a espantarlos–, en cuyo interior introducían distintas hierbas aromáticas que servirían –o eso creían– para neutralizar el aire corrupto y que éste no se introdujera por sus fosas nasales.

El fuerte influjo de las creencias supersticiosas de la época provocó que los doctores llevasen también unos anteojos negros sobre la máscara que creían eran un eficiente amuleto contra el “mal de ojo”, pues no obstante la muerte negra era considerada una plaga maldita. Además, una larga túnica también de color negro cubría su cuerpo, un enorme sombrero protegía su cabeza y portaban una larga vara o bastón de madera y guantes para no entrar en contacto directo con los apestados. Su aspecto grotesco advertía a los transeúntes, de forma indirecta, del peligro de contraer la enfermedad.

Un médico de la peste con su extravagante vestimenta

Un médico de la peste con su extravagante vestimenta

Con la intención de evitar la dispersión de la pandemia, los cadáveres eran sacados con carretillas fuera de las ciudades, donde se introducían en grandes fosas para ser quemados después. No obstante, durante el tiempo que permanecían a la espera de ser calcinados –varios días debido a la falta de enterradores–, la putrefacción contribuía a propagar aún más el mal.

Procesiones, mártires y flagelos

Bastaron apenas dos o tres años para diezmar Europa, lo que generó dos tendencias realmente opuestas de asimilar lo ocurrido entre las gentes: muchos se dieron al libertinaje, a la bebida y al sexo desenfrenado –incluidos un gran número de clérigos–, que adoptaban esta actitud ante la brevedad de la vida y el acecho inevitable de la muerte; otros, por el contrario, se dedicaron a la existencia beatífica, a la contemplación espiritual, el pietismo y la penitencia.

Flagelantes en plena acción fustigadora

Flagelantes en plena acción fustigadora

Creían que la peste bubónica no era sino una especie de plaga bíblica que se abatía sobre los hombres para castigarlos por sus pecados. Este clima de histeria y fanatismo religioso provocó que muchas personas comenzaran a automutilarse como forma de redención y penitencia. Se hicieron muy populares las llamadas procesiones de flagelantes, que recorrían ciudades y pueblos azotándose con varas y látigos cual si del mismísimo Juicio Final se tratase, desgarrando sus carnes e implorando el perdón entre charcos de sangre.

Los penitentes se fustigaban con látigos de cuero anudados con pinchos de hierro. Algunos sufrían graves heridas entre los omoplatos, y algunas mujeres, extasiadas, recogían la sangre con sus propios vestidos y se la pasaban por los ojos, al creer que era milagrosa. Creían que con esa durísima penitencia se conseguiría mitigar la ira de Dios y aplacar de esta forma la peste. En procesiones que reunían hasta 1.000 fieles, los flagelantes se imponían caminar durante 33 años y medio como los años que vivió Jesucristo. Sin bañarse, abandonando sus bienes y sin practicar sexo, marchaban de ciudad en ciudad realizando actos que hoy catalogaríamos de masoquistas, ante la muchedumbre enfervorecida.

Procesión de flagelantes, por Goya

Procesión de flagelantes, por Goya

Las gentes imploraban al cielo, sacaban las reliquias de las iglesias, se realizaban rituales eclesiásticos, se celebraban múltiples misas… Sin embargo, estos multitudinarios actos facilitaron en muchas ocasiones la expansión de la enfermedad.

Por su parte, los astrólogos y algunos médicos creían que la causa de la peste, de los “efluvios malignos del aire”, se encontraba en la influencia de los astros ¡siempre los astros! concretamente en la nefasta conjunción de los planetas Júpiter, Marte y Saturno y también al efecto negativo de eclipses y cometas –al menos esa fue la respuesta que dieron los físicos de la Sorbona al rey francés Felipe VI cuando planteó qué había provocado la corrupción del aire–. En medio de este catastrofismo cogieron fuerza las interpretaciones más descabelladas, como que el mal se producía “por malvados hijos del diablo que con ponzoñas y venenos diversos corrompen los alimentos”, según reza un escrito contemporáneo.

En 1348 la peste negra recorrió a toda velocidad –algo que no se explican algunos investigadores y estudiosos de la Medicina–, sembrando la muerte y la destrucción, un largo camino que iba de Sicilia a Inglaterra, hasta alcanzar su clímax. Fue entonces cuando en Italia las autoridades de la ciudad de Pistoia, convencidas de que Dios estaba castigando al mundo, creían que la ciudad debía purgar sus pecados. Se publicaron ordenanzas que prohibían el juego, la blasfemia y la prostitución. Normas que se empezaron a aplicar en diferentes ciudades y países.

En Alemania las brutales torturas de los flagelantes impactaron sobremanera a las gentes. Era creencia común que la sangre de los mártires era sagrada, por lo que poco a poco este movimiento heterodoxo fue sustituyendo en amplios lugares a la religión oficial, cuyas plegarias no evitaban la muerte de nadie. Miles de fieles seguían en masa a estos personajes, muchos de los cuales se creían dotados de gracia divina a través del sacrificio de su sangre y afirmaban ser capaces de realizar milagros en nombre de Cristo. Aseguraban que los niños fallecidos podían revivir en su seno y el pueblo creía que algunos animales hablaban gracias a su intercesión. Estas asombrosas “facultades”, fruto sin duda del fanatismo y la superstición, no evitaron sin embargo que los cadáveres siguieran amontonándose en las calles.

Los cristianos comunes creían que las procesiones de los flagelantes eran una especie de purificación espiritual que también los elevaba a ellos. El pueblo asociaba su llegada a la desaparición de la terrible enfermedad, por lo que el papa Clemente VI comenzaba a inquietarse. El fanatismo era cada vez más extremo y, para que el Todopoderoso perdonara al hombre, al pecador, en varios lugares se expulsó de las ciudades a las prostitutas y a los judíos –el colectivo más perseguido–, que en ocasiones eran quemados vivos, como si fueran brujas.

Pogromos y persecución religiosa

Para los cristianos medievales los hebreos eran quienes más ofendían a Dios, pues los consideraban los responsables de la crucifixión de Jesús –lo que había despertado la ira divina provocando la epidemia–, así que el odio popular, alimentada por los sermones de curas exaltados y de los flagelantes, se volcó contra ellos. Marcados desde sus orígenes con el estigma de pueblo maldito, el hecho de mantener sus costumbres, su lengua y religión, apartados del resto, les convertía en foco habitual de la ira de los cristianos. Además, practicaban el préstamo de dinero y recaudaban impuestos para la nobleza, lo que para una población que no admitía por principio religioso la usura, constituía toda una verdadera afrenta. Con la llegada de la muerte negra, el odio que se sentía hacia este colectivo desde hacía siglos se volcó contra ellos.

Miles de miembros de este colectivo fueron apaleados y masacrados, en brutalespogromos –persecuciones– por todo el continente. Se les acusaba de algo realmente pintoresco: los hebreos, en medio de un complot pergeñado al parecer por los judíos de Toledo, habían envenenado el agua de los pozos y fuentes de toda la Cristiandad y corrompido el aire, lo que había provocado la peste. Se les sometió a terribles torturas para que confesaran que todos los hebreos eran culpables de conspiración.

Esto provocó grandes matanzas en Carcasona y en Narbona, entre otros lugares. En los guetos millares de personas fueron descuartizadas, degolladas y quemadas vivas por los cristianos. En enero de 1348, 600 judíos fueron quemados vivos en Basilea, matanzas que se repitieron en Zurich y Chillon y que se avivaron en la Corona de Aragón, donde muchos miles fueron pasados a cuchillo. En mayo la aljama judía de Barcelona fue devastada por completo, extendiéndose el odio antisemita a ciudades como Cervera, Tárrega o Lérida.

A pesar de que el papa Clemente VI, desde Aviñón –entonces sede pontificia–, hizo un llamamiento a la población y mediante una bula prohibió las matanzas, los saqueos y la conversión forzosa de los judíos sin juicio previo, afirmando que éstos enfermaban igual que el resto de la población, lo que hacía improbable que fueran los responsables, las persecuciones continuaron, si cabe con más inquina.

El día de San Valentín de 1349, los ciudadanos de Estrasburgo reunieron a 2.000 judíos que acabaron ardiendo en la hoguera. El caos se apoderó de toda Europa, los saqueos fueron cada vez más frecuentes y la violencia se convirtió en una amenaza aún más terrible que la peste.

El principio del fin

Los flagelantes comenzaron a alejarse de su original pietismo y a abandonarse a las orgías, copulando con las mujeres en público completamente ebrios. Muchos maleantes y delincuentes se unieron al movimiento, y saqueaban las Iglesias por las que pasaban. Finalmente, Clemente VI publicaría otra bula en 1349 –Inter sollicitudines-, donde condenaba al movimiento como herético, y acusaba a sus miembros de cometer crímenes que “hacían enojar a Dios”. Algunos de los cabecillas fueron apresados y decapitados en presencia de sus seguidores, y aunque la secta no desapareció por completo, poco a poco fue perdiendo fuerza, al tiempo que desaparecían los terribles efectos de la enfermedad.

Flagelantes

Flagelantes

Aquellos judíos que no habían sido asesinados o muertos por la peste, tuvieron que abandonar su hogar y exiliarse. A finales del siglo XIV, en amplios territorios de Francia, Inglaterra y Alemania ya no había ninguno. Sin embargo, éstos fueron acogidos en Cracovia (Polonia), por el rey Casimiro el Grande. Nadie creía entonces que en pleno siglo XX la comunidad hebrea volvería a ser masacrada, esta vez por la ira de los nazis.

La terrible plaga había dejado su huella de muerte y destrucción a lo largo de miles de kilómetros, atormentando el alma de millones de personas y diezmando casi a la mitad la población europea. Con el tiempo los hombres volverían a tomar el control de la situación, pero ya nunca volverían a ser los mismos. Ahora conocían las llamas del infierno.

El poeta italiano Petrarca cantó como nadie el sufrimiento y la pena, la pérdida de los seres queridos que causó la peste bubónica: “Considera lo que hemos sido y lo que ahora somos… /¡Dónde estáis amigos queridos!/ ¡dónde los rostros amados!/ Éramos una multitud, ahora estamos casi solos…”.

http://oscarherradon.wordpress.com/2009/02/26/la-peste-negra-apocalipsis-medieval/

domi Martin Lings, la lengua árabe

(…) La primera vez que los Árabes aparecieron en la historia, eran una raza de poetas cuya lengua se encontraba compuesta de una gran variedad de formas métricas, su conversación cotidiana constituyendo casi su única prosa. Poseían una escritura un poco rudimentaria, que sólo algunos de entre ellos conocían, pero preferían en todo caso transmitir sus poemas de manera viva, por la vía oral, aunque es cierto que antes de la llegada del Islam, eran los más ilustrados de todos los pueblos semitas. Eso explica sin duda, al menos en parte, porque su lengua se ha conservado tan bien: si bien el examen linguístico muestra que ella es una degradación de una lengua todavía más arcaica, es decir aún más compleja y más rica en sonoridades, el árabe era aún, 600 años d. de J.C, más arcaica en su forma y por ende más cercana a la «lengua de sem» que el hebreo hablado por Moises cerca de 2000 años antes. Fue el Islam, o más bien la necesidad de consignar cada sílaba del Corán con una perfecta exactitud, que obligó a los Árabes del siglo VII a aprender a leer y a escribir; pero, al mismo tiempo, el Coran impuso su propia lengua arcaica como modelo, y debido a que debe ser aprendido de memoria y recitado lo más seguido posible, el efecto perjudicial de la alfabetización a sido neutralizado por la presencia perpetua del árabe coránico en el lenguaje. Una ciencia especial fue rápidamente elaborada a fin de anotar y preservar la exacta pronunciación; la degradación de la lengua fue igualmente evitada por los esfuerzos sostenidos de los musulmanes en el curso de los siglos, quienes se obligaron a hablar bajo el modelo de su Profeta.

La consecuencia de todo esto es que su lengua se encuentra todavía viva hoy en día. Los dialectos se han inevitablemente formado en el curso del tiempo por la omisión de sílabas, la fusión de sonidos diferentes en uno sólo, y por otras simplificaciones; y esos dialectos, que varían de un pais árabe a otro, son empleados normalmente en la conversación. Pero la menor ocasión entraña inmediatamente el retorno a la majestad y a la sonoridad no disminuída del árabe clásico a la que se reviene a veces espontáneamente, en la conversación igualmente, cuando sentimos que tenemos alguna cosa realmente importante que decir. Por otro lado, el pequeño número que, por principio, se niega rotundamente a hablar la lengua corriente es susceptible de encontrarse frente a un dilema: o se abstienen completamente de participar en una «conversación ordinaria», o corren el riesgo de generar un efecto incongruente. La habladuría fútil, es decir la expresión rápida de pensamientos irreflexivos, a debido ser algo casi relativamente desconocido para el pasado, pues es algo a lo que las lenguas antiguas no se prestan: si los hombres pensaban con más facilidad y se aplicaban más a componer sus pensamientos, se aplicaban más también ciertamente a expresarlos. Es lo mismo para el sánscrito como para el árabe; cada uno, con su maravillosa variedad de consonánticos, nos conduce a esta conclusión: hace mucho tiempo, los órganos humanos del oído y de la articulación eran más finos y delicados que ahora; y eso está corroborado también por un estudio de la música antigua hecha de sutileza rítmica y melódica.

http://urizen1982.blogspot.com.es/

Colaboración de Jose Circula en las redes sociales que se habría encontrado una cura para el cáncer pero está bloqueada por farmacéuticas

 

Cura del Cáncer: Bloqueada por las farmacéuticas.

Científicos de la Universidad de Alberta, en Canadá, aseguran haber descubierto una sustancia que elimina las células afectadas por tumores, pero no consiguen fondos para seguir sus pruebas porque la sustancia que usan no tiene patente.

Investigadores de la Universidad de Alberta han logrado curar el cáncer utilizando un medicamento llamado dicloroacetato, sin embargo, como esta sustancia no requiere patente y es barata a comparación con los medicamentos usados para combatir el cáncer por las grandes farmacéuticas, está investigación no ha recibido mucho apoyo ni está haciendo eco en los medios.
El Dr. Evangelos Michelakis, profesor de la Universidad de Alberta, probó el dicloroacetato en células humanas y notaron que mata las células de cáncer en los pulmones, en el cerebro y en el pecho, dejando solamente las células sanas. En ratas con severos tumores sus células se encogieron al ser alimentadas con agua con esta sustancia.

El dicloroacetato detona una acción en la mitocondria para que esta acabe de forma natural con el cáncer en las células (tradicionalmente se enfoca en la glucólisis para combatirlo).

El Dr Michelakis manifestó su preocupación de no encontrar fondos para hacer pruebas clínicas con dicloroacetato ya que no representaría fuertes ganancias para inversionistas privados al no estar patentado.

Esto encaja exactamente con lo que dijo el Premio Nobel de Medicina Richard J. Roberts en una entrevista sobre como los fármacos que curan no son rentables y por eso no son desarrollados por las farmacéuticas que en cambio sí desarrollan medicamentos cronificadores que sean consumidos de forma serializada.

La entrevista originalmente fue publicada por el diario español Vanguardia:

¿La investigación se puede planificar?

Si yo fuera ministro de Ciencia, buscaría a gente entusiasta con proyectos interesantes; les daría el dinero justo para que no pudieran hacer nada más que investigar y les dejaría trabajar diez años para sorprendernos.

Parece una buena política.

Se suele creer que, para llegar muy lejos, tienes que apoyar la investigación básica; pero si quieres resultados más inmediatos y rentables, debes apostar por la aplicada…

¿Y no es así?

A menudo, los descubrimientos más rentables se han hecho a partir de preguntas muy básicas. Así nació la gigantesca y billonaria industria biotech estadounidense para la que trabajo.

¿Cómo nació?

La biotecnología surgió cuando gente apasionada se empezó a preguntar si podría clonar genes y empezó a estudiarlos y a intentar purificarlos.

Toda una aventura.

Sí, pero nadie esperaba hacerse rico con esas preguntas. Era difícil obtener fondos para investigar las respuestas hasta que Nixon lanzó la guerra contra el cáncer en 1971.

¿Fue científicamente productiva?

Permitió, con una enorme cantidad de fondos públicos, mucha investigación, como la mía, que no servía directamente contra el cáncer, pero fue útil para entender los mecanismos que permiten la vida.

¿Qué descubrió usted?

Phillip Allen Sharp y yo fuimos premiados por el descubrimiento de los intrones en el ADN eucariótico y el mecanismo de gen splicing (empalme de genes).

¿Para qué sirvió?

Ese descubrimiento permitió entender cómo funciona el ADN y, sin embargo, sólo tiene una relación indirecta con el cáncer.

¿Qué modelo de investigación le parece más eficaz, el estadounidense o el europeo?

Es obvio que el estadounidense, en el que toma parte activa el capital privado, es mucho más eficiente. Tómese por ejemplo el espectacular avance de la industria informática, donde es el dinero privado el que financia la investigación básica y aplicada, pero respecto a la industria de la salud… Tengo mis reservas.

Le escucho.

La investigación en la salud humana no puede depender tan sólo de su rentabilidad económica. Lo que es bueno para los dividendos de las empresas no siempre es bueno para las personas.

Explíquese.

La industria farmacéutica quiere servir a los mercados de capital…

Como cualquier otra industria.

Es que no es cualquier otra industria: estamos hablando de nuestra salud y nuestras vidas y las de nuestros hijos y millones de seres humanos.

Pero si son rentables, investigarán mejor.

Si sólo piensas en los beneficios, dejas de preocuparte por servir a los seres humanos.

Por ejemplo…

He comprobado como en algunos casos los investigadores dependientes de fondos privados hubieran descubierto medicinas muy eficaces que hubieran acabado por completo con una enfermedad…

¿Y por qué dejan de investigar?

Porque las farmacéuticas a menudo no están tan interesadas en curarle a usted como en sacarle dinero, así que esa investigación, de repente, es desviada hacia el descubrimiento de medicinas que no curan del todo, sino que cronifican la enfermedad y le hacen experimentar una mejoría que desaparece cuando deja de tomar el medicamento.

Es una grave acusación.

Pues es habitual que las farmacéuticas estén interesadas en líneas de investigación no para curar sino sólo para cronificar dolencias con medicamentos cronificadores mucho más rentables que los que curan del todo y de una vez para siempre. Y no tiene más que seguir el análisis financiero de la industria farmacológica y comprobará lo que digo.

Hay dividendos que matan.

Por eso le decía que la salud no puede ser un mercado más ni puede entenderse tan sólo como un medio para ganar dinero. Y por eso creo que el modelo europeo mixto de capital público y privado es menos fácil que propicie ese tipo de abusos.

¿Un ejemplo de esos abusos?

Se han dejado de investigar antibióticos porque son demasiado efectivos y curaban del todo. Como no se han desarrollado nuevos antibióticos, los microorganismos infecciosos se han vuelto resistentes y hoy la tuberculosis, que en mi niñez había sido derrotada, está resurgiendo y ha matado este año pasado a un millón de personas.

¿No me habla usted del Tercer Mundo?

Ése es otro triste capítulo: apenas se investigan las enfermedades tercermundistas, porque los medicamentos que las combatirían no serían rentables. Pero yo le estoy hablando de nuestro Primer Mundo: la medicina que cura del todo no es rentable y por eso no investigan en ella.

¿Los políticos no intervienen?

No se haga ilusiones: en nuestro sistema, los políticos son meros empleados de los grandes capitales, que invierten lo necesario para que salgan elegidos sus chicos, y si no salen, compran a los que son elegidos.

De todo habrá.

Al capital sólo le interesa multiplicarse. Casi todos los políticos – y sé de lo que hablo- dependen descaradamente de esas multinacionales farmacéuticas que financian sus campañas. Lo demás son palabras…

Richard J. Roberts nació en Derby, Inglaterra, en 1943. Estudió inicialmente Química, posteriormente se traslada a Estados Unidos, donde desarrolla actividad docente en Harvard y en el Cold Spring Harbor Laboratory de Nueva York. Desde 1992 dirige los trabajos de investigación del Biolabs Institute, de Beverly, (Massachusetts).

Obtuvo el Premio Nobel de Fisiología y Medicina en 1993, compartido con Phillip A. Sharp, por su trabajo sobre los intrones, fragmentos de ADN que no tiene nada que ver con la información genética. Pudieron describir que la información depositada en un gen no estaba dispuesta de forma continua, sino que se encontraba fraccionada.

Los primeros experimentos los realizaron sobre material genético de virus, particularmente de adenovirus.

Ambos llegaron a la conclusión de que el ARN ha tenido que preceder en la evolución al ADN.

El cáncer podría tener origen metabólico y no genético   PDF    Imprimir    E-mail

Dr Evangelos MichelakisEl Dr. Evangelos Michelakis es Profesor de Medicina y Vicepresidente del Departamento de Investigación de Medicina de la Universidad de Alberta. Su obra a caballo entre dos campos aparentemente sin relación, hipertensión pulmonar y el cáncer, ha contribuido a los paradigmas emergentes en ambos campos y da crédito a una teoría de 80 años de edad, del bioquímico alemánOtto Warburg, quien propuso que el cambio metabólico en la producción de energía celular que se produce dentro de las células anormales, que ahora se llama el «efecto de Warburg «, es una causa – no efecto – del cáncer.

La lucha contra el pensamiento tradicional

En 2001, el doctor Michelakis y sus colegas de la Universidad de Alberta comenzaron una serie de experimentos de laboratorio que condujo a descubrimientos importantes e innovadoras formas de pensar acerca de la hipertensión arterial pulmonar (HAP).Esta enfermedad rara pero mortal, afecta a las mujeres en los años 30 y 40 años, cuya tasa de supervivencia a cinco años es peor que la del cáncer de mama metastásico.
Los investigadores estudiaron los efectos del sildenafil (Viagra ®) en la HAP. Este trabajo llevó a un pequeño ensayo clínico que demostró, por primera vez, que este fármaco es un tratamiento seguro y efectivo para los pacientes con HAP. La Fundación del corazón y derrame de Canadá financió este trabajo pionero, lo que llevó a nuevos estudios por el fabricante del fármaco, Pfizer, y una nueva formulación de sildenafil (Revatio ®) para el tratamiento de la HAP.
Dr. Michelakis y sus compañeros de trabajo también fueron los primeros en demostrar que un marcador de cáncer llamado survivin, que se creía que sólo se encuentran en las células cancerosas, se expresa en gran medida en las arterias pulmonares anormales. Este trabajo, publicado en el Journal of Clinical Investigation (JCO), fue uno de los estudios integrales que primero mostraron una relación entre la HAP y el cáncer.
Un descubrimiento llevó a otro. Mientras investigaba el crecimiento excesivo de células en las paredes de las arterias pulmonares, Michelakis y su equipo descubrieron que la central celular – la mitocondria – en los vasos del pulmón difiere de las otras arterias.
Las mitocondrias desempeñan varias funciones vitales en las células. Generan la energía, en forma de ATP, mediante la fosforilación oxidativa – la combustión de la glucosa y otros combustibles mediante oxígeno. También actúan como sensores de oxígeno y control de la muerte programada de las células. Este proceso, conocido como apoptosis, se suprime en la HAP – y el cáncer. Ambas enfermedades, nota Michelakis, se caracterizan por un crecimiento celular descontrolado.
Él y su equipo comenzaron a buscar un medicamento que alcanzase la mitocondria de las arterias pulmonares para restablecer la apoptosis. Se encontraron con una sustancia llamada dicloroacetato (DCA). Este fármaco de molécula pequeña, ha sido utilizado para el tratamiento de las anomalías congénitas mitocondrial – durante tanto tiempo, de hecho, que ya no tiene protección de patente.
«Hemos demostrado que las mitocondrias de las células de HAP en animales y seres humanos fueron suprimidas. Cuando dimos DCA, estas mitocondrias se activaron de nuevo. La apoptosis, lo que requiere mitocondrias funcionales, se reactivó, y las células anormales dentro de las paredes de las arterias pulmonares empezaron a morir, abriendo el lumen y mejorando la HAP. »
DCA funciona como un bisturí molecular, explica, apuntando a las células que crecen anormalmente en la HAP, sin afectar las células normales en otras arterias, que no comparten los mismos cambios en las mitocondrias.
Este trabajo fue publicado en Circulation (2002, 2006), Circulation Research (2004), PNAS(2007) y Science Translational Medicine (agosto de 2010).

Dando nueva vida a las viejas teorías

En 2007, el doctor Michelakis y sus colegas publicaron pruebas de los estudios de laboratorio en Cancer Cell que mostraban que las mitocondrias son suprimidas en el cáncer. A continuación, mostraron que el DCA podría reactivar las mitocondrias y restablecer la apoptosis.
Sus descubrimientos tuvieron un gran impacto. Por primera vez, había pruebas de que el cáncer reprime activamente la mitocondria para fomentar el crecimiento de células anormales. Esta evidencia desafió el dogma imperante (que sugiere que el cáncer es una enfermedad de los genes mutados, no una consecuencia del metabolismo anormal) y se reactivó el interés en la creencia de Warburg, de que la función mitocondrial anormal es una causa, no efecto, de cáncer.
«Era el momento adecuado», dice Michelakis, «porque la teoría metabólica del cáncer estaba naciendo.»
La DCA inhibe una enzima mitocondrial llamada piruvato deshidrogenasa quinasa (PDK). Esta enzima clave está sobreexpresada en las células cancerosas. PDK desactiva la piruvato deshidrogenasa (PDH), complejo de enzimas en la membrana mitocondrial externa. La PDH compleja actúa como un guardián que controla el flujo de glucosa y otros combustibles en el motor mitocondrial. Sin combustible, el ciclo de Krebs «no puede funcionar y la oxidación de la glucosa no se produce. La apoptosis se desactiva.
Como resultado, las células cancerosas aspiran más glucosa para su uso en la glucólisis, la conversión anaeróbica de la glucosa en energía fuera de la mitocondria. Por el cierre de la central eléctrica, que no pueden producir energía de manera eficiente, pero con la apoptosis apagada, ya no muere. Con el tiempo, la captación de glucosa aumenta hasta un punto que satisface las necesidades de energía, mientras que las mitocondrias permanecen inactivas.
La DCA invierte esta cadena de acontecimientos. Se suprime el PDK y la libera del complejo PDH. Las mitocondrias pueden reanudar las funciones normales, incluyendo la apoptosis.
Desde que la DCA ha sido utilizada en el tratamiento de niños con anomalías congénitas mitocondriales desde la década de 1960, tiene un perfil de seguridad conocido. Sin protección de patentes, es un medicamento de bajo costo.

El largo y sinuoso camino a los ensayos en humanos

Sin el apoyo de la industria, es difícil avanzar en fármacos prometedores en animales a los ensayos en humanos, dice Michelakis. Desde que la DCA no tenía la protección de patentes, la industria no estaba interesada en la financiación de los ensayos clínicos.
Después de recaudación de fondos, Michelakis comenzó los ensayos de fase I de DCA en un pequeño número de pacientes con cáncer metastásico en al Cross Cancer Institute (CCI) de Alberta. La Universidad de Alberta se comprometió a cubrir la indemnización que suele estar cubierta por los patrocinadores de la industria. Ciencias de la Salud de Alberta (Alberta Health Sciences) también ayudó con una serie de contribuciones en especie. Luego, con la cooperación y el fomento del Director de Neurocirugía Kenneth Petruk, el equipo de Michelakis «se concentró en un cáncer – glioblastoma multiforme (GM), una forma altamente letal de cáncer cerebral.
Se llevó a cabo un ensayo clínico en un pequeño número de pacientes con GM. Muestras de tejido de antes y después del tratamiento con DCA mostraron que el fármaco estaba funcionando.
«Hemos demostrado que la DCA estaba inhibiendo la PDK y activando la PDH en los tumores de estos pacientes», dijo Michelakis. «Hubo realmente alguna evidencia de la estabilidad del tumor o incluso de regresión.»
Los resultados, publicados a principios de este año en Science Translational Medicine (mayo de 2010), una vez más sacudió a la comunidad científica. Además de desafiar el dogma científico sobre la función mitocondrial en el cáncer, mostró que los investigadores podrían llevar a cabo ensayos clínicos en humanos sin el apoyo de la industria.
El estudio ha abierto la puerta a nuevos ensayos con DCA. El equipo Michelakis planea llevar a cabo estudios conjuntos de DCA en el cáncer de mama, pulmón y cerebro y PAH con varios centros internacionales, incluida la facultad de medicina de la UCLA, el Centro Memorial Sloan Kettering Cancer, y el Imperial College en Londres, Reino Unido.

La ruta menos transitada

El mayor reto en la investigación de moléculas pequeñas prometedoras no es aprender a pensar fuera de la caja, según Michelakis, sino encontrar formas de superar los obstáculos que desalientan a los investigadores de la realización de ensayos con seres humanos sin el apoyo de la industria.
La DCA no es una droga milagrosa, dice, pero «es muy importante, porque nos ha ayudado a encontrar una nueva dirección. Es señalar el camino hacia el desarrollo de mejores mitocondrial de activación de las drogas. No hay duda al respecto».
Referencia:
Artículo original – «Dr. Evangelos Michelakis«

¿Es el dicloroacetato una cura contra el cáncer?

Por noticiasdeabajo • 13 abril, 2012 • Print-Friendly
Por la Dra. Mae-Wan Ho, 10 de abril de 2012
ISIS

                                                                        Dicloroacetato de sodio
Una sustancia química común aparece como el último remedio milagroso contra el cáncer, pero las implicaciones en nuestra comprensión básica del cáncer pueden ser muy importantes, dice la Dra. Mae-Wan Ho.

El dicloroacetato mata las células cancerosas y reduce los tumores

El investigador del cáncer Evangelos Michelakis y su equipo de la Universidad de Alberta en Canadá alcanzaron en el año 2007 cierto renombre a raíz de la publicación de un estudio que afirmaba que un producto químico de uso común, el dicloroacetato (DCA) mataba las células cancerosas presentes en los cultivos sin afectar a las células normales e inhibiendo el crecimiento de los tumores cancerosos desarrollados en las ratas [1]. (Nota: en la terapia del cáncer se usa la sal sódica del dicloroacetato y no el ácido).

Desafortunadamente, no se han conocido ensayos clínicos realizados por las compañías farmacéuticas sobre el uso del dicloroacetato, una sustancia química de uso muy común que no puede ser patentada. Sin embargo, se ha estado utilizando durante 30 años con un buen historial de seguridad y hay argumentos para probar el fármaco en paciente humanos con cáncer.

Las primeras pruebas clínicas resultan prometedoras
Con financiación de fundaciones privadas y donaciones públicas, así como del National Institutes of Health candiense, un equipo ha llevado a cabo el primer ensayo clínico en cinco pacientes que presentaban glioblastoma (un tumor maligno de rápido crecimiento en el cerebro y que casi siempre es mortal), siendo los estudios publicados en 2010 [2]. De los cinco pacientes tratados, uno de los tres que padecían cáncer terminal murió después de 3 meses de tratamiento con dicloroacetato, pero el resto se encontraron clínicamente estables 15 meses después del empleo del dicloroacetato como terapia, y aún permanecían con vida 18 meses después. Tres de los pacientes presentaron alguna evidencia en la reducción del tumor, según aparecían mediante resonancia magnética. Los resultados son prometedores.
En uno de ellos se observaron efectos secundarios a dosis más altas de dicloroacetato, una neuropatía periférica, que revirtió cuando la dosis se redujo. El equipo concluyó: “ La eficacia clínica se observó en las dosis que no causaban neuropatía periférica y en concentraciones séricas de dicloroacetato suficientes para inhibir la enzima diana del dicloroacetato, el piruvato deshidrogenasa kinasa II, que fue altamente expresado en todos los glioblastomas. La modulación metabólica puede ser un método terapéutico viable para el tratamiento de los glioblastomas”.
Pero Michelakis ha subrayado que todavía es demasiado pronto para decir que el dicloroacetato proporcione un remedio eficaz contra el cáncer en los seres humanos, necesitándose nuevos ensayos controlados con placebo [3]. El ensayo se complica por el hecho de que cada paciente recibió diferentes tratamientos y también se les administró otros fármacos contra el cáncer.
¿Qué fue lo que llevó a Michelakis y sus colegas a emplear el dicloroacetato en el tratamiento del cáncer?

Las células cancerosas tienen un metabolismo energético anormal
La inspiración les vino de las observaciones realizadas en la década de 1920 por el fisiólogo alemán Otto Heinrich Warburg en el metabolismo energético de las células cancerosas en comparación con las células normales. Las células normales obtienen la energía rompiendo las molécula de glucosa que presenta 6 átomos de carbono en dos moléculas de piruvato 3-carbono mediante una serie de reacciones en el citoplasma, la glucólisis, que no requiere de la presencia de oxígeno, seguido por una serie de reacciones de oxidación en las mitocondrias ( unas estructuras energéticas del interior de las células) en las que sí es preciso el oxígeno.

Las células cancerosas, en cambio, dependen en gran medida de la glucólisis para obtener energía, pero creía que eran incapaces del metabolismo oxidativo a pesar de que la presencia de suficiente oxígeno. Este fenómeno, la glucólisis aeróbica, denominada en lo sucesivo el efecto Warburg, hace que Warburg lo explique como un mal funcionamiento mitocondrial, y causa principal del cáncer [4].
Como la glucólisis es una forma mucho menos eficiente de extraer energía de la glucosa, las células cancerosas tienen necesidad adicional de glucosa. En realidad, más tarde se pudo comprobar que no todas las células cancerosas son incapaces de llevar a cabo el metabolismo oxidativo ( ¿Es el cáncer una enfermedad Redox?) SiS 54). Algunas células cancerosas pueden hacer trabajar a los mitocondrias en presencia de un suministro adecuado de oxígeno, llevando a cabo la glucólisis y la forforilación oxidativa simultáneamente, y producir gran cantidad de ácido láctico, el producto final del piruvato que no se oxida en las mitocondrias.
La idea de Warburg fue abandonada en el tratamiento del cáncer debido a que se fue considerando poco a poco una enfermedad genética causada por mutaciones el genes específicos relacionados con el cáncer, los oncogenes [6].
En los últimos años, la tomografía por emisión de positrones (PET) ha confirmado que los tumores malignos han aumentado el metabolismo y la absorción de glucosa. Pero aún así se pensaba que era un efecto del cáncer en lugar de su causa.
La hipótesis metabólica de Warburg sobre el cáncer ha sido revisada recientemente [6], después de décadas de inversión en la “guerra contra el cáncer”, basada en las hipótesis genética, que ha dado muy pocos avances, sin embargo nuevos hallazgos han confirmado la notable heterogeneidad genética incluso en un solo tumor, lo cual plantea dudas sobre el enfoque genético en el tratamiento del cáncer. Tratamiento personalizado del cáncer ¿realidad o ficción? SiS 54)
Se ha sugerido que a medida que los cánceres se desarrollan de forma típica en un ambiente bajo en oxígeno (hipóxico), las células cancerosas tienen que confiar en la glucólisis para obtener energía. Este cambio a la glucólisis ofrece a las células transformadas (cancerosas) una ventaja proliferativa, al mismo tiempo que se suprime la apoptosis (el suicidio celular programado) que de otro modo se habría producido [8]. Por otra parte, los productos finales de la glucólisis, el ácido láctico y otros asociados, ayudan a descomponer la matriz extracelular, la que facilita la movilidad celular y el potencial de invasión (metástasis) de las células cancerosas. Por lo tanto, a pesar de que los tumores con el tiempo van desarrollando vasos sanguíneos para el suministro de oxígeno, la glucólisis aeróbica, tal persistencia ofrece una ventaja en el crecimiento y evolución de los cánceres humanos invasores.
También se ha argumentado que la glucólisis es importante para proporcionar los esqueletos de carbono a otras moléculas de proteínas y ácidos nucleicos, todas las cuales son necesarias para un rápido crecimiento [9].
Cómo funciona el dicloroacetato
La enzima piruvato-deshidrogenasa quinasa (PDK), normalmente inactiva a la enzima deshidrogenasa mitocondrial, piruvato (PDH), que cataliza la conversión del piruvato en acetil-CoA que alimenta el ciclo del ácido cítrico en la mitocondria, por el que se convierte el piruvato en lactato. El dicloroacetato inhibe la PDK, con lo que se produce una reactivación del PDH, permitiendo que el piruvato se oxide en la mitocondria. Al mismo tiempo, induce la apoptosis en las células cancerosas, con poco o ningún efecto sobre las células normales, es decir, en las células no cancerosas.
El dicloroacetato induce el suicidio de las células cancerosas humanas y reduce los tumores injertados en las ratas
En una publicación del año 2007, el equipo informaba sobre los primeros resultados experimentales con cultivos de células cancerosas humanas, así como en los tumores injertados en ratas [1].
El dicloroacetato provocó un aumento de la apoptosis de las células de cáncer de pulmón, cerebro y mama en los cultivos de acuerdo a varios marcadores: aumento de la expresión de anexina, activación de la caspasa 3 y 9 y aproximadamente un incremento 6 veces mayor en los núcleos de TUNEL positivo en las células cancerosas. TUNEL Terminal Transferase dUTP Nick End Labeling) es un método para detección de la fragmentación del ADN, el sello distintivo de la apoptosis, mediante el estudio de los extremos fragmentados de los ácidos nucleicos.
El dicloroacetato también redujo la proliferación celular de acuerdo con los índices estándar, incluyendo BrdU ( bromodesoxiuridina) y la expresión del antígeno de proliferación celular (PCNA). Además. El dicloroacetato disminuyó la expresión de la survivina, un indicador mitótico.
Células humanas cancerosas se inyectaron por vía subcutánea en ratas con un sistema inmunitario deprimido, propensas por tanto a desarrollar cáncer, teniendo acceso a agua que contenía o no dicloroacetato, en una dilución de 75 mg por litro.
En el primer conjunto de experimentos, 21 animales fueron divididos en tres grupos: grupo de control no tratado; grupo de prevención que recibió dicloroacetato justo antes de la inyección de las células cancerosas y durante las cinco semanas siguientes; y grupo de inversión, que recibió dicloroacetato sólo durante 2 semanas después de la inyección de las células ( cuando los tumores ya se habían desarrollado) y durante las 3 semanas siguientes.
Las ratas no tratadas rápidamente desarrollaron tumores, con un crecimiento exponencial constante de los tumores. Los dos grupos tratados con dicloroacetato mostraron una disminución significativa en el tamaño de los tumores, pesando el tumor después del sacrificio y midiendo su diámetro. En algunas ratas se pudieron obtener imágenes mediante resonancia magnética para calcular el volumen del tumor. Hubo una correlación inversa entre la apoptosis y el tamaño del tumor en las ratas tratadas. El canal de potasio dependiente del voltaje Kv1.5 ( un marcador sobre el que tiene efectos el dicloroacetato) fue regulado y sobrerregulado la survivina en la ratas tratadas con dicloroacetato.
En un segundo conjunto de experimentos, los investigadores estudiaron si los efectos del dicloroacetato se mantenían durante largos períodos de tiempo y si el dicloroacetato tendría un efecto similar en los tumores más avanzados. Tres grupos de ratas fueron estudiados durante 12 semanas: un grupo control no tratado; un grupo de prevención tratado con dicloroacetato en el momento de la inyección de dicloroacetato; un grupo de reversión, con ratas que recibieron dicloroacetato en la semana 10 después de la inyección de células tumorales durante 2 semanas. Las ratas del grupo de prevención tenían tumores significativamente más pequeños en comparación con el grupo de control no tratado. El uso de dicloroacetato en la semana 10 inhibe el crecimiento tumoral de forma inmediata, con una disminución significativa, incluso con sólo una semana de tratamiento. El tratamiento con dicloroacetato no tiene efectos tóxicos, según las pruebas sanguíneas realizadas.
Del mismo modo, en el ensayo clínico realizado en pacientes con glioblastoma, el equipo de Michelakis desarrollo líneas celulares específicas para cada paciente, así como supuestas células madre de glioblastoma [2]. Fueron capaces de demostrar la apoptosis inducida por el dicloroacetato en los marcadores de las células tumorales y su respuesta al tratamiento por dicloroacetato. Una pequeña dosis de dicloroacetato no tenía efectos secundarios, pero sí fue capaz de inhibir la encima objetivo, el piruvato deshidrogenasa quinasa II, que fue altamente expresado en todos los glioblastomas.
El dicloroacetato es eficaz contra las células cancerosas y otros tumores
Otros investigadores también se han fijado en los efectos contra el cáncer del dicloroacetato, descubiertos por el equipo de Michelakis. Un estudio publicado en 2009 describe la inhibición de células del cáncer de mama en ratas por el uso de dicloroacetato [10]. Los investigadores encontraron una reversión en el fenotipo glicolítico por el uso de dicloroacetato, acompañado de una inhibición en la proliferación, pero sin ningún aumento en la muerte celular. In vivo, el dicloroacetato produjo una reducción del 58% en el número de metástasis pulmonares según observaciones macroscópicas después de la inyección de células de cáncer de mama en la cola de las ratas.
Se ha encontrado que el dicloroacetato induce la apoptosis y la detención del ciclo celular en las células de cáncer colorrectal, sin reducir el crecimiento de las células no cancerosas [11]. El mayor efecto apoptótico se encuentra en las células metastásicas LoVo, en las que el dicloroacetato inducía hasta 10 veces más de células apoptóticas a las 48 horas. La detención del ciclo celular más sorprendente se hizo evidente en las células HT29, donde el dicloroacetato produjo un aumento 8 veces mayor en el número de células detenidas en las fase G2 después de 48 horas. El dicloroacetato también redujo los niveles de lactato en los medios de cultivo y la desfosforilación inducida en la subunidad E1a del complejo piruvato deshidrogenasa en todas las líneas celulares, pero el potencial mitocondrial se redujo sólo en las células cancerosas. ( El significado del potencial eléctrico mitocondrial se describe en otro artículo de esta serie [5]).
En un tercer estudio, los investigadores encontraron que el dicloroacetato inhibe el crecimiento del neuroblastoma ya que actúa específicamente contra las células malignas indiferenciadas [12]. Los neuroblastomas son los tumores malignos de los nervios periféricos que con mayor frecuencia aparecen en las glándulas suprarrenales [13]. Este efecto no se esperaba, ya que el neuroblastoma era uno de los tipos de tumores sobre los que se consideraba que el dicloroacetato no tenía eficacia, al estar compuesto por células que tienen pocas anomalías mitocondriales. A pesar de que el dicloroacetato tiene un efecto selectivo contra las células malignas del neuroblastoma, no afecta a las células más diferenciadas y menos malignas.
Además, el dicloroacetato se ha desmostado eficaz contra el cáncer de próstata [14] y en las células del cáncer de endometrio [15].
Las conexiones precisas entre la activación de la enzima que abre la puerta del metabolismo oxidativo en las células cancerosas y la inducción del suicidio celular programado todavía son confusas. Pero hay una serie de efectos intermedios consistentes con la inducción de la apoptosis, así como una reducción de la proliferación celular, según se ha documentado.
La capacidad del dicloroacetato para inhibir el cáncer y el crecimiento tumoral es poco menos que milagroso y merece nuestra atención. Es un producto químico barato, que destruye de forma selectiva las células malignas sin dañas las normales, y con mínimos efectos secundarios. Sus implicaciones en nuestra comprensión fundamental del cáncer son muy importantes.

http://www.mensajerodigital.com/2012/09/circula-en-las-redes-sociales-que-se.html

vania Hannah Arendt, la judía que entendió la crueldad nazi

La pensadora escandalizó a la opinión pública cuando, tras cubrir para «The New Yorker» el juicio de Adolf Eichmann, publicó un tratado en el que retrató al acusado como una persona normal, no como un demonio, fruto de su tiempo

Hannah Arendt, judía de origen alemán, exiliada durante años en Estados Unidos, fue enviada a Jerusalén, ya bien enfilado el año 1961, por el diario The New Yorker para cubrir el juicio contra el jerarca nazi Otto Adolf Eichmann. Después de asistir durante tres semanas, de abril a mayo, al proceso judicial -Arendt se marchó antes del interrogatorio y no llegó a escuchar la defensa de Eichmann-, regresó a América y, con calma, redactó sus conclusiones en un tratado que tituló Eichmann en Jerusalén: informe sobre la banalidad del mal. Sus artículos, publicados en 1962, povocaron un enorme alboroto. En ellos, la pensadora judía, que volvió de Europa habiendo «entendido» la crueldad del nazismo, no solo intentó explicar el mal como fruto de unas circunstancias y una época concreta, sino que, además, acusó a los Consejos judíos, en concreto, a sus presidentes, de colaborar de hecho con los nazis. Y desató el escándalo.

Según Hannah Arendt, la cifra de judíos muertos en Europa, durante la primera mitad del siglo XX, hubiese sido significativamente inferior si los encargados de estos Consejos no hubiesen entregado a los líderes nazis, para salvar su propia piel, inventarios de sus congregaciones. Estas acusaciones de «colaboración» en la masacre se sumaron al cuestionamiento que añadió Arendt de la legalidad jurídica de Israel para sentar en el banquillo a Eichmann. Pero lo más inquietante del relato de Hannah Arendt, lo que más ampollas levantó en los lectores, es que la filósofa mostró a Eichmann, oficial de las SS encargado de los transportes en masa de los judíos a los campos de exterminio, como un hombre normal, un funcionario que declaraba cumplir con su deber y se enorgullecía de sus convicciones religiosas cristianas. Insinuó Arendt que el jefe nazi, a quién el fiscal de Jerusalén había retratado como un monstruo, era un hombre como tantos, un producto de su tiempo, del régimen que le tocó vivir. Ni siquiera una mala persona. Seguir leyendo vania Hannah Arendt, la judía que entendió la crueldad nazi

Colaboración de Sofía CARNERILLO: SORPRENDENTE IMAGEN

Extraña aparición se produjo en las inmediaciones de la ermita de la Virgen de Schoenstatt.

Una joven de la localidad tomó una fotografía a unos pinos y se encuentra con la sorprendente imagen.

El padre Fernando Gomez comentó en Facebook: Después de la misa una joven me dice que mirara hacia el arbol y viera las cruces florecidas!!! Toda la gente vio esto y miren como salieron rodeadas de una superficie blanca!!! GRACIAS MADRE POR TU AMOR!!!!

vania acerca de “las famílias de poder»

La única manera de estudiar, discernir y socavar el actual régimen mundial es yendo a la punta del iceberg, directamente.
Nos podemos indignar en lo que esta sucediendo localmente o globalmente. La verdad es que tanto dá.

Mientras que no seamos capaces de atisbar que esto viene de largo y que se ha perpetuado a lo largo de más de 100 años, y me quedo corto, nada haremos.

Somos producto de familias que siempre se han perpetuado consanguíneamente, dentro de su paranoia, en el poder. Así de sencillo.

ELLOS, con nombres y apellidos, nos retan perpetuamente, desde su desprecio por la condición humana, a igualar en su demencia, senilidad y falta de sexo sano, a igualar sus logros cuando eso es imposible.

Es imposible porque hay que ser demente y carente de empatía (siervos y psicópatas) para igualar sus logros.
Es, por tanto, necesario el socavar sus areas de influencia directamente; ir al centro del problema y nuestro cáncer que son ellos.

En la medida en que seamos capaces de hacerlo seremos capaces de quedarnos solos por fín y decidir con miedo, arrojo y valentía nuestro presente y el futuro de nuestros hijos y nietos.

Hablo de familias concretas, entes corporativos creados por estas familias para difuminar a lo largo del siglo XX el espectro de emperadores y subditos, realezas y plebellos y dentro del siglo XX corporaciones y otra vez esclavos.

Estan asequibles salvo si nos desviamos en parafernalias al uso, concretas y dispersas al mismo tiempo, creadas por ellos mismos para distraernos (Falsas democracias, capitalismos, comunismos, especuladores de todo tipo, guerras, también mundiales, hambrunas dirigidas y un largo etc… que este blog trata de denunciar a través de sus secciones.

Parafernalias Illuminatis, masonerías, clubes de Roma, Bildelberg, Triples A, CFR, FMI, BM y otro largo etcétera del cual sobre las dos primeras este blog no va ni a entrar por considerarlas opio para la especulación y distracción llana.

A estas famílias hay que enjuiciarlas y condenarlas por crímenes contra la humanidad. Someterlos a prisión como “alta alcurnia” y no solo reservar estas prisiones para delincuentes y “plebellos de baja alcurnia”.

¿Quereis nombres?:

1. Familia Rothschild (Londres, Berlín e Israel)
2. Familia Rockefeller (EEUU e Israel)
3. Familia Morgan (Inglaterra)
4. Familia Warburg (Alemania)
5. Familia Lazard (París, Francia)
6. Familia Mosés Israel Seif (Italia)
7. Familia Kuhn Loeb (Alemania y EEUU)
8. Familia Lehman Brothers (EEUU)
9. Familia Goldman Sachs (EEUU)
y las que me dejo.

Es responsabilidad nuestra, dentro de nuestra desfachatez, el permitir o no que esto siga adelante para oprobio de nuestro pueblo y condena del futuro de nuestros sucesores.

Porque la navaja de ockham es la herramienta más útil y sencilla de que disponemos.

navaja de ockham:  «en igualdad de condiciones, la explicación más sencilla suele ser la correcta».

http://quienestadetras.wordpress.com/acerca-de-las-familias-de-poder/

Disfrutar YA de la vida

Un hombre rico y emprendedor se horrorizó cuando vio a un pescador tranquilamente recostado junto a sus barca contemplando el mar y fumando apaciblemente su pipa después de haber vendido el pescado.

-Por qué ? no has salido a pescar? le preguntó el hombre emprendedor.

-Porque ya he pescado bastante por hoy..¡ -respondió el apacible pescador.

-Por qué? no pescas más de lo que necesitas?

-Insistió el industrial.

-Y qué iba a hacer con ello? -preguntó a su vez el pescador.

descansando

-Ganarías más dinero. Fue la respuesta. podrías poner un motor nuevo que haría más potente a tu barca.

Y podrías ir a aguas más profundas y pescar más peces. Ganarías lo suficiente para comprarte unas redes de nylon, con las que sacarías más peces y más dinero. Pronto ganarías para tener dos barcas. Y hasta una verdadera flota. Entonces serías rico y poderoso como yo.

-Y que haría entonces? -preguntó de nuevo el pescador.

-Podrías sentarte y disfrutar de la vida respondió el hombre emprendedor.

-Y qué crees que estoy haciendo en este preciso momento? -respondió sonriendo el apacible pescador.

¡eso es precisamente lo que hago!

Desconozco su autor

http://angelesamor.org/cuentos-espirituales/disfrutar-ya-de-la-vida.html

domi Las Enseñanzas de Don Juan Matus

Las Enseñanzas de Don Juan Matus  fueron descritas en detalle por Carlos Castaneda, un norteamericano y contemporáneo nuestro de la ciudad de Los Ángeles. Sus libros, al menos los que nosotros conocemos, fueron publicados entre 1966 y 1987. Existe también el libro de D. C. Noel Visitando a Castaneda, que contiene entrevistas con él.

Cabe destacar que en sus libros Castaneda describe el período de su relación con Don Juan que duró aproximadamente tres décadas. Durante este tiempo no sólo Castaneda progresó en su desarrollo, sino también Don Juan. Es decir, leyendo los libros de Castaneda, podemos ver tanto la búsqueda espiritual temprana de Don Juan, la que no estuvo libre de errores, como la más avanzada. Por lo tanto, el concepto espiritual de su Escuela debe ser evaluado no por lo que Don Juan dijo e hizo en el transcurso de estas décadas, sino por lo que él logró al finalizar su vida terrenal.

Toda esta historia comenzó cuando Carlos Castaneda, el futuro autor del bestseller acerca de la Escuela de Don Juan Matus, estaba terminando la universidad en los Estados Unidos titulándose en antropología. En este contexto él decidió ir a México con el fin de recolectar información para su tesis y estudiar la experiencia de los indígenas en el uso de plantas medicinales. Habiendo llegado en su automóvil al lugar destinado, comenzó a buscar personas competentes en aquella materia. Fue entonces que le presentaron a un indígena, cuyo nombre era Juan Matus, que estuvo de acuerdo en proporcionar a Castaneda los datos necesarios sin ningún cargo.

Así se conocieron y comenzó su trabajo en conjunto. Con el tiempo Castaneda descubrió que Don Juan poseía no sólo el conocimiento acerca de las propiedades de las plantas, sino también el del arte antiguo de la brujería* de los indígenas toltecas. Es más, Don Juan mismo resultó ser un brujo. Por primera vez en su vida, Castaneda se encontró con cosas que estaban absolutamente más allá del ámbito de sus nociones profanas y religiosas. Por ejemplo, resultó que las lagartijas se mostraban capaces de hablar con voz humana, que las personas podían volar en sus cuerpos y extraer diversas cosas «de la nada» y así sucesivamente. Castaneda fue cautivado por todo esto y también crecientemente interesado, como científico, en aquella área de conocimiento nueva para él.

Una vez Don Juan invitó a Castaneda a una reunión en la cual los presentes estaban consumiendo substancias psicodélicas, hechas por ellos mismos. Castaneda las probó también y entonces ocurrió algo que por primera vez hizo a Don Juan considerarlo como un discípulo potencial serio.

Don Juan era un místico y, por lo tanto, percibía el mundo entero de un modo místico. Él, entre otras cosas, daba gran importancia a las así llamadas «señales» que venían a él desde «la otra realidad».

Lo que sucedió fue que Castaneda, después de tragarse unos bocados de peyote, comenzó a jugar, de una forma extraña, con el perro. Ellos comenzaron… a orinarse uno al otro. Fue la conducta del perro, absolutamente impropia de los perros, la que tuvo importancia allí. Esto fue interpretado por Don Juan como una señal de Dios (a Quien se llamaba con la palabra «Poder») que indicaba la importancia de un discípulo no indígena para la Escuela. Desde aquel momento Castaneda se convirtió en un verdadero miembro del grupo de Don Juan y él comenzó a iniciarlo gradualmente en el conocimiento secreto de su Escuela.

¿Cuál era la cosmovisión de esta Escuela?

El universo consta de dos mundos «paralelos», llamados el «tonal» (el mundo de las cosas materiales) y el «nagual» (el mundo no material).

Nosotros nos comunicamos con el mundo material a través de la así llamada «primera atención», es decir, a través de los órganos de los sentidos del cuerpo físico.

No obstante, para poder conocer el nagual, es necesario desarrollar «la segunda atención», es decir, la clarividencia.

También existe «la tercera atención», por medio de la cual uno conoce al Creador y a Su Manifestación llamada «Fuego» por Don Juan.

Según la mitología compartida por los predecesores de Don Juan, el mundo está gobernado por la divina Águila universal. Esta era su noción de Dios y aunque parece fantástica, es monoteísta.

Esta Águila se alimenta de las almas humanas que dejan sus cuerpos físicos. Sin embargo, también concede a algunas personas la oportunidad de evitar su pico después de la muerte de sus cuerpos y obtener la inmortalidad. Lo hace a condición de que ellas, durante sus vidas, adquieran las facultades necesarias, se desarrollen como conciencias hasta el nivel requerido y acumulen el poder.

Este concepto contenía un elemento atemorizante que impulsaba a los practicantes a esforzarse en su autoperfeccionamiento. No obstante, Don Juan, así como Jesús, se opuso tenazmente a que las personas sostuvieran una actitud hacia Dios basada en el temor. Él decía que debemos ir al encuentro con Dios por «el sendero del corazón», es decir, por el sendero del amor. Es interesante que Don Juan haya llegado a esta comprensión independientemente de la influencia de otras tradiciones espirituales. Él no estaba familiarizado con las Enseñanzas de Krishna ni con las de Jesús, y tampoco leyó libros sufíes o taoístas. También es evidente que no leyó el Nuevo Testamento, ya que, de otro modo, seguramente lo hubiera citado.

Aquel que se decide a reclamar la inmortalidad debe convertirse primero en un «cazador» espiritual, pero no en un cazador que mata a su presa, sino en el «cazador» del conocimiento que va por «el sendero del corazón», es decir, que cuida y ama a la Tierra, así como a todas las criaturas que viven sobre ella.

Después de pasar la etapa de «cazador», uno puede llegar a ser un «guerrero» espiritual, es decir, aquel que «rastrea» el Poder (o Dios) esforzándose por acercarse cautelosamente a Él y conocerlo.

Don Juan a menudo enseñaba a Castaneda y a otros discípulos suyos durante caminatas en el desierto o en las montañas, en condiciones naturales y en contacto directo con el mundo multiforme que los rodeaba.

Por ejemplo, una vez ellos atraparon un conejo salvaje. Don Juan sabía que este conejo ya no debería vivir más en la Tierra según su destino y sugirió que Castaneda lo matara con sus propias manos. Castaneda exclamó: «¡Yo no puedo hacerlo!». A lo que Don Juan objetó: «¡Pero habías matado animales antes!». «Pero los he matado con mi rifle, desde cierta distancia, sin verlos morir…».

Castaneda rehusó matar reflexionando por primera vez en su derecho ético a hacerlo y en los sufrimientos de una criatura al ser asesinada.

No obstante, el conejo murió enseguida por sí mismo ante los ojos de Castaneda, porque, de hecho, el tiempo de su permanencia en la Tierra se había terminado.

En otra ocasión, Don Juan y Castaneda estaban caminando por una vía y vieron un caracol cruzándola. En el acto Don Juan empezó a explicar, usando aquella situación, la filosofía de la participación de una persona en los destinos de otras criaturas.

De este modo Castaneda, al comienzo muy orgulloso por ser una persona erudita y civilizada, se persuadía cada vez más de que la verdadera sabiduría no le pertenecía a él, sino al anciano indígena, un gran Maestro espiritual que llevaba la vida de un cazador y de un guerrero espiritual en armonía con el mundo natural que lo rodeaba.

Después de que los discípulos asimilaban los fundamentos de la ética y de la sabiduría, Don Juan procedía a enseñarles los métodos psicoenergéticos.

Cabe destacar que solamente unos pocos estudiantes fueron aceptados en la Escuela de Don Juan. Eran aquellos que ya tenían desarrolladas las estructuras energéticas del organismo (los chakras ). Por supuesto, los indígenas no conocían palabras como «chakras» o «dantianes», en cambio, hablaban sobre éstos en términos de los segmentos en el «capullo» energético del ser humano.

En otras palabras, los discípulos que fueron aceptados en la Escuela ya habían realizado antes, principalmente en sus vidas pasadas en la Tierra, un extenso trabajo psicoenergético y, por ende, estaban psicoenergéticamente preparados para continuarlo y para aguantar el camino de cazador y de guerrero.

Esto permitió que ellos comenzaran sus entrenamientos no con el desarrollo y la limpieza de los meridianos y chakras, sino inmediatamente con el desarrollo de la principal estructura de poder en el organismo llamada hara* (o dantian bajo).

Después del trabajo con el hara, llegaba la etapa de la división del «capullo» en dos partes (alta y baja), llamadas «las burbujas de percepción». ¿Por qué «burbujas»? Porque estas partes del «capullo», vistas por medio de la clarividencia, se parecen a dos burbujas. ¿Por qué «de percepción»? Porque uno puede percibir el tonal (el mundo material) y el nagual (el mundo no material) desde una u otra respectivamente.

La división del «capullo» en dos «burbujas de percepción» era considerada como un paso importante para las etapas posteriores de autoperfeccionamiento psicoenergético, con la particularidad de que uno debería aprender a llenar con la conciencia ambos «polos» del «capullo» dividido.

Después se realizaba el trabajo para el desarrollo de «la burbuja baja de percepción». No obstante, uno podía empezar con esto sólo después de refinar la conciencia o, como se decía en la Escuela de Don Juan, después de limpiar la luminosidad del «capullo».

Es decir, como en todas las otras Escuelas espirituales avanzadas, las técnicas para la refinación de la conciencia fueron enseñadas antes de que el practicante comenzara el proceso de su «cristalización». Sin embargo, Castaneda no describe métodos para «la limpieza de la luminosidad», excepto uno que consistía en inhalar el humo de una hoguera (lo que puede considerarse, más bien, como un chiste).

Gracias a la refinación de la conciencia y al trabajo con «la burbuja baja de percepción», los discípulos alcanzaban el estado de Nirvana  (aunque ellos no lo llamaban así, puesto que no estaban familiarizados con este término sánscrito). Primero ellos aprendían la variante estática del Nirvana en el Brahman y después, la variante dinámica, en la cual conciencia «cristalizada» actúa de manera activa en las dimensiones sutiles y puede tocar a cualquier ser en la Tierra, para lo cual sólo se necesita tener la información sobre este ser.

Una vez Don Juan dio una palmada a Castaneda en la espalda (él a menudo usaba esta técnica para cambiar la posición del «punto de encaje», es decir, de la zona de la distribución de la conciencia), y Castaneda, preparado para esto mediante los ejercicios anteriores, entró en la variante estática del Nirvana en uno de los estados Brahmánicos. En aquel momento él, por primera vez, experimentó un estado de paz profunda, percibió a Dios y conoció que Dios es, en realidad, Amor.

Pero de repente Castaneda oyó la voz de Don Juan diciendo que este estado, aunque bello, no era lo que él debía anhelar en aquel momento. ¡Tienes que ir más allá! No pienses que éste es el límite de tus capacidades… Con estas palabras Don Juan instó a Castaneda, quien había conocido el éxtasis supremo del Nirvana, a no «apegarse» a aquel estado, sino a seguir. Al principio, Castaneda se ofendió y se enfadó con Don Juan, pero él fue inflexible: ¡tienes que ir más allá!

¿Y qué está más allá? Está la variante dinámica del Nirvana.

Además, los discípulos de la Escuela de Don Juan Matus aprendían a experimentar el estado de Nirodhi , conocido en todas las Escuelas desarrolladas de buddhi yoga. Don Juan describió este estado en los términos específicos propios de su Escuela. Se trataba de «la fuerza rodante» o «la tumbadora». A los discípulos se les explicaba que existen olas de energía que ruedan constantemente hacia todos los seres y de las cuales estamos protegidos por nuestros «capullos». Sin embargo, es posible usar su poder para desplazarse a los mundos desconocidos, que son otras dimensiones espaciales. Para esto el practicante debía permitir que estas olas inundaran su «capullo». Entonces él o ella se convertía en «nada», su «yo» individual desaparecía.

Solamente después de haber alcanzado el estado de la desaparición en el Brahman, el discípulo podía conocer a Ishvara (o el Creador) y desaparecer para siempre en Él conquistando de esta manera la propia muerte. En otras palabras, como lo entendió Don Juan, uno no tenía que evitar el pico del Águila, sino, al contrario, entrar en el Dios-Poder universal.

Prestemos atención al hecho de que con la ayuda del Fuego es posible lograr la desmaterialización del cuerpo físico, lo que Don Juan y sus compañeros hicieron.

Hemos analizado las etapas principales del trabajo en la Escuela de buddhi yoga de Don Juan Matus. Estas etapas son iguales en todas las Escuelas de buddhi yoga y no dependen de su localización en la superficie de la Tierra, ni de su interconexión, ni de los idiomas y términos que se usan allí. Es así porque Dios guía según las mismas leyes a las personas que consagran sus vidas a Él y progresan en el Camino espiritual.

Ahora examinemos con más detalle los métodos particulares del trabajo en la Escuela de Don Juan Matus. Estos métodos fueron descritos por Castaneda y pueden ser utilizados por nosotros también.

Podemos dividirlos en dos grupos: métodos preparatorios y métodos fundamentales.

El primero de los métodos preparatorios es «la recapitulación». En esencia, es el mismo trabajo de arrepentimiento que existe en todas las religiones principales. «La recapitulación» se realizaba de la siguiente manera: los discípulos, normalmente durante un retiro de varios días, tenían que recordar todos los errores que habían cometido en sus vidas y revivir aquellas situaciones nuevamente, pero esta vez de una forma correcta. Para que ellos tuvieran más «interés personal» en este arduo trabajo, se les decía que durante «la recapitulación» recobrarían la energía malgastada en sus reacciones emocionales y actos incorrectos. Este truco no afectaba la calidad del arrepentimiento, porque su propósito principal, que consiste en asimilar las formas éticamente correctas de reaccionar y en aprender a no pecar, se alcanzaba a condición de la asiduidad de los discípulos.

Además, ellos tenían que destruir «el sentimiento de la importancia personal» y «el sentimiento de la autocompasión», cualidades que provocan una tremenda pérdida de la energía. Pues si una persona se siente muy importante y alguien atenta contra esta importancia con su actitud irrespetuosa, esta persona reacciona con una descarga emocional de resentimiento y cólera, o con otras emociones negativas. En este caso, la energía del organismo se malgasta intensamente.

He aquí un hecho interesante e instructivo de la biografía de Castaneda. A pesar de que él, después de publicar sus libros, se convirtió en un millonario que podía llevar una vida libre de las limitaciones materiales, él y su compañera íntima, la Gorda, al terminar su aprendizaje en la Escuela de Don Juan, se emplearon, bajo nombres falsos, como sirvientes en la casa de un rico y sufrieron humillaciones, desde la rudeza hasta la alevosía de otros sirvientes. Castaneda y la Gorda lo hicieron para destruir completamente en ellos «el sentimiento de la importancia personal», para borrar sus «historias personales» y para adquirir la humildad. Pues, como lo escribió Castaneda, todo lo que pasa con un guerrero en el mundo físicono es importante; lo único importante es su estado de conciencia.

¡De hecho, todo esto no tiene mayor importancia ante la Meta Suprema! Pero lo que sí tiene gran importancia es la facultad de ser «nada» y de no defenderme cuando alguien es injusto conmigo, sino de estar protegido, como lo enseñaba Don Juan. Y el estado de estar protegido surge siempre y cuando «yo no existo» y existe sólo Dios.

Uno de los elementos preparatorios más importantes en la Escuela de Don Juan Matus era «la limpieza del tonal», que corresponde a la observancia de aparigraha en la ética del yoga hindú.

Nosotros ya hemos mencionado que Don Juan era una persona sabia y tenía la capacidad de explicar, en términos sencillos y de una forma comprensible, la mayoría de los asuntos filosóficos complicados. Además, él usaba para sus explicaciones ejemplos de la vida cotidiana. En aquella ocasión hizo lo mismo aclarando el principio de aparigraha a sus discípulos.

Los reunió, tomó un saco y puso adentro una radio, una grabadora y varias otras cosas que encontró en la casa. Después cargó el saco sobre la espalda de un discípulo, una mesa sobre la espalda del otro y los llevó a las montañas. En medio del valle les dijo que bajaran la mesa y vació el contenido del saco encima. Después les pidió que se pusieran a un lado y que dijeran qué estaban viendo.

Ellos empezaron a nombrar varias cosas: la radio, la grabadora y así sucesivamente.

Entonces Don Juan se acercó a la mesa, empujó fuera de ésta todas las cosas y les preguntó otra vez qué estaban viendo. Sólo entonces los discípulos entendieron a Don Juan. Él quería que ellos vieran no sólo las cosas sobre la mesa, sino también la mesa misma y, más aún, el espacio alrededor y debajo de ésta. No obstante, los objetos sobre la mesa cautivaron su atención y les impidieron hacerlo.

De esta manera Don Juan demostró a sus discípulos que para conocer el nagual y luego a Dios, es necesario limpiar el tonal alrededor de uno mismo.

Quizás, sea oportuno recordar el ejemplo de la observación de este mismo principio en la historia del cristianismo: algunos monjes, a parte de libros e iconos, dejaban en sus celdas sólo ataúdes, para dormir en éstos y, además, para acordarse constantemente de la propia muerte, lo que les estimulaba a intensificar sus esfuerzos espirituales.

También Don Juan enseñó a destruir los patrones rígidos de la vida material, por ejemplo, la observación estricta del régimen del día. ¿Con qué propósito? Para lograr la libertad. La destrucción de los patrones irrazonables de conducta, pensamiento y reacción, inculcados por la educación y las tradiciones, debe llevar a «la pérdida de la forma humana», es decir, al estado en el que uno aprende a actuar no según sus reflejos o por costumbre, sino de acuerdo con la necesidad objetiva.

«La pérdida de la forma humana» no es algo que se alcanza rápidamente mediante algún acto mecánico, como pensaban algunos discípulos de Don Juan, sino un proceso largo que se desarrolla paralelamente con la aproximación del practicante a Dios. Este proceso termina cuando él o ella aprende a ver todas las situaciones con los ojos del Creador.

Con todo, «la pérdida de la forma humana» no implica en absoluto que el practicante empiece a comportarse con rareza y en forma diferente a todos los demás en la sociedad. Pues esto inevitablemente provocaría conflictos con otras personas creando de esta manera obstáculos en el Camino. En segundo lugar, la conducta «provocativa» es, en muchos casos, una violación de la ley fundamental de la ética objetiva: el no hacer daño a otros seres. Por eso a los discípulos se les prescribía observar las normas convencionales de conducta, a veces ridiculizándolas en secreto y jugando en el llamado «desatino controlado».

Para ilustrarlo, un día Don Juan se quitó su ropa indígena usual y se puso un traje europeo inmaculado durante una visita al pueblo, dejando pasmado a Castaneda de esta manera.

Además, Don Juan enseñaba a sus discípulos a hablar con otras personas usando un lenguaje que ellas pudieran entender. Por ejemplo, una vez él y Castaneda estaban sentados en una banca cerca de una iglesia y vieron como dos señoras, no muy ancianas, después de salir de ésta, vacilaban demasiado en descender unos pocos peldaños. Entonces Don Juan se acercó elegantemente a ellas y las ayudó a bajar, aconsejando adicionalmente que, en caso de caer en algún momento en el futuro, no se moviesen por ningún motivo hasta que llegara el doctor. Las señoras agradecieron sinceramente este breve consejo.

El siguiente método esencial de esta Escuela es acordarse de la propia muerte.

Hoy en día la mayoría de las personas está acostumbrada a ahuyentar los pensamientos relacionados con su muerte, e incluso cuando se encuentran con el hecho del fallecimiento de otros, por ningún motivo quieren imaginar estar en su lugar. Se esfuerzan por convencerse de que todavía les queda mucho tiempo por delante.

Pero si cada uno de nosotros se pregunta ahora: «¿Cuándo moriré yo?», la respuesta será una fecha muy lejana, aunque todos sabemos que las personas mueren a cualquier edad.

Don Juan, en cambio, propone imaginar que la muerte personificada está siempre al lado de cada uno de nosotros y que si uno mira atrás rápidamente sobre el hombro izquierdo, puede verla como una sombra que surge. «Por el momento, la muerte está sentada a tu lado en la misma estera, esperando un error tuyo», le dijo una vez a Castaneda. Y nadie sabe el momento en el que va a morir; por ende, no debemos tener ningún asunto inacabado en nuestras vidas.

Lo siguiente es lo que Don Juan dijo sobre la muerte:

«¿Cómo uno puede sentirse tan importante sabiendo que la muerte nos está acechando?

»Cuando estés impaciente, lo que debes hacer es (…) pedir consejo a tu muerte. ¡Una inmensa cantidad de naderías desaparece con tal de que tu muerte te haga una señal o con tal de que alcances a ver su destello o con tal de que simplemente tengas la sensación de que tu compañera está allí, vigilándote!

»¡La muerte es nuestra consejera sabia! (…) ¡Tienes que pedir consejo a tu muerte y dejar la maldita mezquindad de las personas que llevan sus vidas como si la muerte nunca las fuera a tocar!

»¡Si no te acuerdas de tu muerte, tu vida entera no será sino un caos personal!

»(El guerrero) sabe que la muerte le está apurando y que no le va a dar tiempo para apegarse a algo (…). Y así, con la conciencia de su muerte (…) y con el poder de sus decisiones, el guerrero traza su vida de una forma estratégica; (…) y lo que escoge es siempre estratégicamente lo mejor. De esta manera cumple todo con gusto y con eficacia lujuriosa.

»La vida para un guerrero es un ejercicio de estrategia.

»Si no se tiene en cuenta a la muerte, todo es ordinario, trivial. Sólo porque la muerte nos sigue acechando el mundo es un misterio sin principio ni fin.

»Te queda muy poco tiempo, y ninguno para idioteces. ¡Espléndido estado! Yo diría que lo mejor de nosotros siempre sale a flote cuando estamos contra la pared, cuando sentimos que la espada se cierne sobre la cabeza. En lo personal, yo prefiero este estado y no viviría de ningún otro modo».

Otra tarea importante que Don Juan señalaba a sus discípulos era aprender la «pausa mental» o, como ellos sabían decir, «parar el diálogo interno» (el primer término es preferible, puesto que además de los «diálogos internos», existen también los «monólogos internos»).

Esto era una condición necesaria para entrar al nagual. Pues uno puede hacerlo sólo a través de la meditación, y la meditación, como Osho muy bien lo dijo, es el estado de «no mente». En otras palabras, para aprender a sumergirse, como conciencia, en el nagual, es esencial aprender a detener, apagar la mente por algún tiempo.

Con el fin de lograr la «pausa mental», Don Juan utilizó las siguientes técnicas:

1. El uso de las substancias psicodélicas. Sin embargo, debemos destacar que Don Juan recurrió a este método sólo al comienzo de su trabajo con Castaneda y que después lo dejó. En segundo lugar, aunque Castaneda estaba inmensamente agradecido a Don Juan por todo lo que había hecho por él, su hígado, como él mismo decía, aún estaba marcado con cicatrices. De aquí nos queda claro que no debemos seguir de ningún modo este ejemplo, sabiendo además que tenemos a nuestra disposición otros métodos, más eficaces y menos dañinos, de aprender la «pausa mental».

2. «Contemplar o mirar fijamente». Uno tenía que mirar algún objeto durante mucho tiempo y de manera fija, por ejemplo, las montañas, el agua que fluía, etc. Como resultado, «la primera atención» se agotaba y se desconectaba para que se active «la segunda atención».

3. La suspensión del cuerpo en las construcciones tipo columpio durante mucho tiempo.

Como resultado de estos entrenamientos, el practicante alcanzaba el estado conocido en el yoga chino como «wu wei» o «la no acción»; es decir, «la no acción» en el plano físico, cuando la mente (o manas en sánscrito) se detiene y surge la posibilidad para la meditación y para la actividad de la conciencia (o buddhi en sánscrito). Pues manas y buddhi no son compatibles en el sentido de que no pueden actuar simultáneamente. (Esto no significa que una persona sin cuerpo o en el estado de meditación pierde la razón. No. La conciencia «cristalizada» y desarrollada puede pensar; sin embargo, lo hace de otra manera, no de la manera terrenal).

Otra técnica excepcional, elaborada en esta Escuela por los predecesores de Don Juan, era la interacción intencional con las personas tiranas. Esta técnica fue usada para pulir «la impecabilidad del guerrero» o, en otros términos, la facultad de seguir principios éticos y observar la conducta objetivamente correcta en las situaciones extremas. En el pasado, Don Juan mismo fue enviado por su maestro a trabajar bajo las órdenes de un feroz capataz tirano para semejante entrenamiento. Se creía que tales personas tiranas eran muy raras en México y encontrar a una se consideraba como una gran suerte para los guerreros.

A continuación enumeramos los métodos del trabajo psicoenergético usados en la Escuela de Don Juan:

1. Limpieza de la luminosidad interna (es decir, la refinación de la conciencia).

2. El uso de los sitios de poder, lugares energéticamente significativos para las personas y propicios para aprender unas u otras meditaciones.

3. «El ensueño». A este método se le prestaba mucha atención en el trabajo de la Escuela. ¿Qué es? ¿En qué consiste? Un gran número de personas, después de leer los libros de Carlos Castaneda, intenta usar su sueño nocturno para este tipo de entrenamientos; sin embargo, no obtienen mayor resultado. ¿Por qué? Porque no es así cómo se debe hacer. «El ensueño», en este caso, significa lo mismo que la meditación. Esta palabra fue usada por los indígenas centroamericanos, dado que ellos no estaban tan familiarizados con los términos comúnmente aceptados en otros países y tuvieron que encontrar sus propias palabras para designar algunos fenómenos, técnicas y objetos claves de la práctica espiritual. Así nació el término «ensoñar», debido a que las imágenes meditativas a veces, de hecho, tienen similitud con las imágenes que uno ve en los sueños.

Los entrenamientos especiales en «el ensueño» permitieron a los discípulos, después de separarse de sus cuerpos, correr sobre las paredes, subir por los rayos de energía («las líneas del mundo») y así sucesivamente.

4. Aprender a actuar de una forma correcta en las situaciones mágicas extremas, creadas intencionalmente por el preceptor. Para esto fueron usados los defectos de los discípulos. Por ejemplo, cuando uno de ellos todavía tenía la inclinación a atacar egoístamente a otras personas, le sugerían que participara en una lucha de magia (la cual, según la intención del preceptor, perdería de antemano), lo que resultaba beneficioso para todos los participantes.

5. El desplazamiento del «punto de encaje» que tenía lugar debido al impacto energético del preceptor (esto fue llamado «la palmada del nagual»*).

6. La práctica de nivelar (alinear) las «emanaciones» energéticas dentro del «capullo» con las «emanaciones» exteriores de las dimensiones espaciales más altas.

7. El trabajo con el hara para desarrollar el poder.

8. El uso de los «aliados» (es decir, de los espíritus). Esta práctica tenía dos variantes. La primera consistía en «domar» a los espíritus, que debían, según el plan, convertirse en los ayudantes y protectores del brujo. Tanto Don Juan como su amigo Genaro  tenían tales «aliados» al comienzo de su búsqueda espiritual.

Sin embargo, debemos advertir que esta es una práctica errónea y peligrosa que de ningún modo debe ser imitada. A propósito, tanto Don Juan como Genaro la dejaron después.

La otra variante del trabajo con los «aliados» consistía en cazarlos. No sorprende que tal tendencia apareciera entre los indígenas que vivían en contacto permanente con la naturaleza.

Así, en algún momento se les explicaba a los discípulos que se encontrarían inevitablemente con un «aliado» de apariencia humana masculina que los desafiaría. El discípulo podía perder en aquel duelo abriéndole la puerta al miedo, pero también podía ganar. En el último caso, obtendría el poder de aquel espíritu.

Sabiendo esto, los discípulos se preparaban para aquella lucha, que podía tener lugar en cualquier momento, y desarrollaban de esta manera la vigilancia y otras cualidades necesarias para los guerreros.

Basándose en este juego educativo, ellos también realizaban el trabajo dirigido al desarrollo de sus «burbujas bajas de percepción».

Para resumir todo lo antedicho, analicemos brevemente las secciones principales de las Enseñanzas de Don Juan Matus, las que tienen muchos elementos teóricos y prácticos valiosísimos.

Don Juan distinguió las tres secciones: a) el arte del acecho b) el arte del intento y c) el arte de la conciencia.

En la examinada tradición espiritual indígena, el arte del acecho inicialmente significaba saber pasar desapercibido entre las personas que no te entienden* y alcanzar tu Meta.

No obstante, gracias a la contribución especial de Don Juan, más tarde este concepto fue ampliado considerablemente y empezó a abarcar también el acecho de los propios defectos (cualidades negativas o imperfecciones). Hemos hablado bastante de esto. Aquí sólo permítanme repetir una fórmula excelente dada por Don Juan: Dios (o, usando su lenguaje, el Poder) nos da según nuestra impecabilidad. En otras palabras, Dios permite que nos acerquemos a Él y nos sumerjamos en la felicidad creciente de la Unión con Él a medida que nos perfeccionamos éticamente.

La segunda sección es el arte del intento. «El intento», en este contexto, es lo mismo que «el anhelo de alcanzar» la Meta Suprema. Un verdadero guerrero, en el sentido de la palabra de Don Juan, es aquel que posee un «intento» correctamente desarrollado.

La tercera sección es el arte de la conciencia o, lo que es lo mismo, el buddhi yoga.

Hemos visto una vez más que Dios guía a todas las personas que han alcanzado un cierto nivel de madurez en su psicogénesis* usando un modelo metodológico unificado. Esto no depende del país ni de la cultura religiosa en la cual ellas vivan. Nosotros también debemos estudiar estos principios y tendencias y aplicarlos a nosotros mismos y a las personas que nos siguen.

Citas seleccionadas de las obras
de Carlos Castaneda

(The translation of citations from the books of C.Castaneda was done from non-published translations into Russian by V.Maksimov)

Las Enseñanzas de Don Juan.
Una Forma Yaqui de Conocimiento

Cuando un hombre empieza a aprender, nunca sabe lo que va a encontrar. Su propósito es indeterminado; su intención no es dirigida. Espera recompensas que nunca llegarán, pues no sabe nada de las dificultades del aprendizaje.

Empieza a aprender así, poquito a poquito al comienzo, luego más y más (…). Lo que se aprende no es nunca lo que él había imaginado. Y así se comienza a tener miedo. El aprendizaje no es nunca lo que uno espera. Su propósito está (…) en el otro lado del campo de batalla. Y así él tropieza con el primero de sus enemigos: ¡con el miedo! (…) Si el hombre, aterrado en su presencia, echa a correr, su enemigo pondrá fin a su búsqueda (…).

Si uno, aun lleno de miedo, no se detiene, llega el momento en el que su primer enemigo se retira. El hombre empieza a sentirse seguro de sí (…). Una vez que el hombre ha conquistado el miedo, está libre de éste por el resto de su vida, porque a cambio del miedo ha adquirido la claridad, una claridad de mente que borra el miedo.

Para entonces, el hombre conoce sus deseos y sabe cómo satisfacerlos. Puede prever nuevos pasos en el aprendizaje, y una claridad nítida de mente lo ilumina todo. El hombre siente que nada está oculto. Y así se ha tropezado con su segundo enemigo: ¡la claridad!

Esa claridad de mente, tan difícil de obtener, dispersa el miedo, pero también ciega. Fuerza al hombre a no dudar nunca de sí. Si el hombre cede ante este poder ilusorio, entonces ha sucumbido a su segundo enemigo y será torpe para aprender (…). Él podrá convertirse en un guerrero impetuoso o en un payaso (…), pero ya no aprenderá ni ansiará nada más.

(Si él vence este enemigo), sabrá entonces que el poder, tanto tiempo perseguido, es suyo por fin. Su deseo es la regla. Él ve claro todo alrededor. Pero también ha tropezado con su tercer enemigo: ¡el poder! El hombre en esta etapa apenas advierte que su tercer enemigo se cierne sobre él. Y de pronto, sin saber, pierde la batalla. Su enemigo lo transforma en un hombre cruel, caprichoso.

El hombre, vencido por el poder, muere sin saber realmente cómo manejarlo. El poder es sólo una carga en su destino.

¡Tiene que vencerlo seguramente! Tiene que darse cuenta de que el poder, supuestamente conquistado por él, no es nunca suyo en realidad. Si puede ver que, sin control sobre sí mismo, la claridad y el poder son peores que los errores, llegará a un punto en el que sabrá cómo y cuándo usar su poder. Y así vencerá a su tercer enemigo.

¡(El cuarto enemigo es) la vejez! Este enemigo es el más cruel de todos, el único al que el hombre no puede vencer por completo, sino que solamente puede hacer retroceder. Este es el tiempo en el que el hombre siente un deseo persistente de descansar. Si cede ante su deseo de acostarse y olvidarse, si se arrulla en la fatiga, perderá la última batalla y su enemigo lo reducirá a una débil criatura vieja. Su deseo de retirarse vencerá toda su claridad, su poder y su conocimiento. Pero si el hombre se sacude el cansancio y vive su destino hasta el fin, puede entonces ser llamado el hombre de conocimiento, aunque sea tan sólo por eso momentito en que logra ahuyentar a su enemigo invencible. Ese momento de claridad, de poder y de conocimiento es suficiente.

Una Realidad Aparte.
Nuevas Conversaciones
con Don Juan

El poder depende de que tipo de conocimiento poseas. ¿Para qué saber las cosas que son inútiles?

Yo jamás me enojo con alguien. Nadie puede hacer algo tan importante para eso. Te enojas con las personas cuando sientes que sus actos son importantes. Yo no siento más algo similar.

(El camino sin corazón)* entrampa a los hombres y les hace sentir el poder. Les hace sentir que ellos pueden hacer cosas que ningún otro hombre ordinario puede hacer. Esa es su trampa. El camino sin corazón da vuelta y les destruye.

Hay que vivir una vida vigorosa y calma.

Entrar en contacto con un aliado* es peligroso, porque él puede sacar lo peor de una persona.

Sucede que el aprendizaje puede ser largo y arduo, porque es necesario reducir al mínimo todo lo superfluo.

Sentirse importante lo hace a uno muy pesado y vanidoso. Para ser un hombre de conocimiento se necesita ser liviano y fluido.

(…) Yo sigo viviendo, porque he templado mi voluntad a lo largo de mi vida entera, hasta hacerla impecable y completa. Y ahora no me importa lo que no tiene importancia. Una vez que el hombre aprende a ver*, se halla solo en el mundo, donde hay sólo estupidez.

No sé qué cosa cambiar ni por qué cambiar en mis semejantes. Tal vez algún día puedas ver a los hombres de otro modo, y entonces te darás cuenta de que no hay manera de cambiarles nada*.

Para reír necesitamos mirar con los ojos, porque sólo cuando miramos las cosas podemos captar su filo gracioso. En cambio, cuando vemos*, todo es tan igual que nada tiene gracia. Tal vez haya hombres de conocimiento que nunca ríen, pero no conozco ninguno. Los que conozco ven y también miran, de modo que ríen. A mí personalmente no me gusta estar triste; por eso, cada vez que presencio algo que, por lo común, me entristecería, simplemente desplazo mis ojos y lo veo en lugar de mirarlo. Pero cuando encuentro algo gracioso, miro y me río. Soy feliz porque escojo mirar las cosas que me hacen feliz, y entonces mis ojos captan su filo gracioso y me río.

Siempre hay que escoger el camino con corazón para estar en lo mejor posible, quizá para poder reír todo el tiempo.

Un hombre de conocimiento vive de actuar, no de pensar en actuar, ni de pensar qué pensará cuando termine de actuar. Un hombre de conocimiento elige el camino con corazón y lo sigue; y luego mira y se regocija y ríe; y luego ve y sabe. Sabe que su vida se acabará en un abrir y cerrar de ojos (…). Un hombre de conocimiento no tiene orgullo, ni gran posición, ni familia, ni país, sólo tiene la vida para vivir, y en tal condición su única liga con sus semejantes es su desatino controlado. Así, un hombre de conocimiento se esfuerza, y suda, y resuella, y si uno lo mira de lado es como cualquier otro hombre común, excepto que el desatino de su vida está bajo su control. Y no le importa si fuesen sus actos exitosos o no, si tuviesen efecto o no.

Ser un vencedor y ser un derrotado es lo mismo.

Te importa demasiado amar a los demás o que te amen a ti. Un hombre de conocimiento ama, eso es todo. Ama lo que se le antoja o a quien se le antoja, pero usa su desatino controlado para andar sin pena ni cuidado. Es lo contrario a lo que tú haces ahora. Amar a las personas y ser amado por ellas no es todo lo que se puede hacer como un hombre.

Nuestro destino como hombres es aprender. Y al conocimiento hay que ir como a la guerra (…). Al conocimiento o a la guerra se va con respeto, sabiendo que se va a la guerra. ¡Y con absoluta confianza en sí mismo! Confía en ti, no en mí.

(…) En la vida de un hombre de conocimiento todo está lleno hasta el borde. Para convertirse en el hombre de conocimiento hay que ser un guerrero, no un niño llorón.

(…) Si no te acuerdas de tu muerte, tu vida entera no será sino un caos personal.

Las personas vencen o pierden y, según eso, se convierten en perseguidores o en víctimas.

Mientras (alguien) piense que fue una víctima, su vida será un infierno.

Lo que nos hace desdichados son los deseos (terrenales).

Los resultados del uso de la voluntad son asombrosos. Quizás, lo primero que se debe hacer sea saber que uno puede desarrollar la voluntad (…). La voluntad es algo muy claro y poderoso que dirige nuestros actos. La voluntad es algo que un hombre usa, por ejemplo, para ganar una batalla que, según todos los cálculos, debería perder.

El valor es otra cosa. Los hombres valientes son hombres dependientes, hombres nobles continuamente rodeados de gente que se congrega en torno suyo y los admira. Pero muy pocos hombres valientes tienen voluntad. Por lo general, son hombres sin miedo, dados a hacer acciones temerarias de sentido común; casi siempre, un hombre valiente es también temible. La voluntad, en cambio, tiene que ver con tareas asombrosas que superan a nuestro sentido común. La voluntad es poder. La voluntad es lo que puede darte el triunfo cuando tus pensamientos te dicen que estás derrotado. La voluntad es lo que te hace invulnerable. La voluntad es lo que manda a un brujo a través de una pared, a través del espacio, a la luna, si él lo quiere. La voluntad es una fuerza que es la verdadera liga entre los hombres y el mundo. Lo que tú llamas voluntad es carácter y disposición fuerte. Lo que un brujo llama voluntad es una fuerza que viene del interior y se engancha con el mundo exterior. Esta fuerza sale por la barriga (…).

La aterradora naturaleza del conocimiento no le permite a uno otra alternativa que la de llegar a ser un guerrero. Cuando el conocimiento se convierte en algo que da miedo, el hombre también se da cuenta de que la muerte es su compañera inseparable que se sienta a su lado en el petate. Cada trocito de conocimiento que se convierte en poder tiene a la muerte como fuerza central. La muerte da el último toque, y lo que ella toca se convierte realmente en poder.

Un hombre que sigue los caminos de la brujería se enfrenta en cada recodo con la aniquilación inminente, y sin poder evitarlo se vuelve terriblemente consciente de su muerte. Sin la conciencia de la muerte él no sería más que un hombre común envuelto en actos comunes. Carecería de la potencia necesaria, de la concentración imprescindible que transforman nuestro tiempo ordinario sobre la tierra en poder mágico.

Así, para ser un guerrero, el hombre debe estar, antes que nada y con justa razón, terriblemente consciente de su propia muerte. Pero preocuparse por la muerte forzaría a cualquiera de nosotros a concentrarse en su propia persona, y eso es debilitante. Por ende, lo otro que uno necesita para ser guerrero es el desapego. La idea de la muerte inminente, en vez de convertirse en obsesión, se convierte en indiferencia. Debes despegarte de todo (…). Sólo la idea de la muerte da al hombre el desapego suficiente (…).

Y así, con la conciencia de su muerte, con el desapego y con el poder de sus decisiones, el guerrero traza su vida de una forma estratégica. El conocimiento de su muerte le guía y le da desapego y lujuria callada. El poder de sus decisiones definitivas le permite escoger sin lamentar, y lo que él escoge es siempre estratégicamente lo mejor; de esta manera cumple todo con gusto y con eficiencia lujuriosa.

Cuando un hombre se porta así puede decirse con justicia que es un guerrero y que ha adquirido paciencia.

Su muerte se sienta junto a él en su petate, son amigos. Su muerte le aconseja, en formas misteriosas, cómo escoger, cómo vivir estratégicamente. Y el guerrero espera. Yo diría que el guerrero aprende sin apuro, porque sabe que está esperando su voluntad. Y un día logra hacer algo que por lo común es imposible de ejecutar. A lo mejor ni siquiera advierte su acto extraordinario. Pero conforme sigue ejecutando actos imposibles o conforme siguen pasándole cosas imposibles, se da cuenta de que una especie de poder está surgiendo.

Somos hombres y nuestra suerte es aprender y ser arrojados a mundos nuevos, inconcebibles.

Ver es para hombres impecables. Templa tu espíritu, llega a ser un guerrero, aprende a ver, y entonces sabrás que no se terminan los mundos nuevos para nuestra visión.

La vida para un guerrero es un ejercicio de estrategia.

Un guerrero (…) nunca está parado en el camino esperando las pedradas. Así corta al mínimo la posibilidad de lo imprevisto. Lo que tú llamas accidentes son casi siempre muy fáciles de evitar, excepto para los tontos que viven por las puras.

Un guerrero nunca está ocioso ni tiene prisa.

(…) La muerte tiene dos etapas. La primera etapa es un oscurecimiento superficial. Pero la segunda es la verdadera etapa en la que uno se encuentra con la muerte; es (…) un breve momento, después de la primera oscuridad, cuando hallamos que, de algún modo, somos otra vez nosotros mismos.

Te he oído decir muchas veces que siempre estás dispuesto a morir. No considero necesario ese sentimiento. Me parece una entrega inútil. Un guerrero debe estar dispuesto sólo para la batalla.

También te he oído decir que tus padres dañaron tu espíritu. Yo creo que el espíritu del hombre es algo que se daña muy fácilmente, aunque no con las mismas acciones que tú llamas dañinas. Creo que tus padres sí te dañaron, haciéndote indulgente y flojo y dado a quedarte sentado más de la cuenta.

El espíritu de un guerrero no está engranado para la entrega y la queja, ni está engranado para ganar o perder. El espíritu de un guerrero sólo está engranado para la lucha, y cada lucha es su última batalla sobre la tierra. De allí que el resultado le importa muy poco. En su última batalla sobre la tierra, el guerrero deja fluir su espíritu libre y claro. Y mientras libra su batalla, sabiendo que su voluntad es impecable, el guerrero ríe y ríe.

Un guerrero trata el mundo como un interminable misterio, y lo que la gente hace como un desatino sin fin.

(…) Piensas y hablas demasiado. Debes dejar de hablar contigo mismo. Prácticamente mantenemos nuestro mundo con nuestra conversación interna. Cuando terminamos de hablar con nosotros mismos, el mundo es siempre como debería ser. Antes que nada, debes usar tus oídos con el fin de quitar a tus ojos parte de la carga. Desde que nacimos hemos estado usando los ojos para juzgar el mundo. Hablamos a los demás, y nos hablamos a nosotros mismos, acerca de lo que vemos. Un guerrero se da cuenta de esto y escucha el mundo; escucha los sonidos del mundo. Un guerrero se da cuenta de que el mundo cambiará tan pronto como deje de hablarse a sí mismo y debe estar preparado para esa sacudida monumental.

El mundo es así y así o así y asá sólo porque nos decimos a nosotros mismos que esa es su forma. Si dejamos de decirnos que el mundo es así y asá, el mundo deja de ser así y asá.

Viaje a Ixtlán.
Últimas Lecciones de Don Juan

Hacernos responsables de nuestras decisiones significa estar dispuestos a morir por éstas. En el mundo donde la muerte es el cazador, no hay decisiones grandes ni pequeñas. Hay sólo decisiones que hacemos en vista de nuestra muerte inevitable.

Si vas juntando poder en tu cuerpo, éste podrá ejecutar hazañas increíbles.

Lo que daña el espíritu es tener siempre alguien encima que te pegue y te diga qué hacer y qué no hacer.

(…) No tengo ninguna historia personal. Un día descubrí que la historia personal ya no me era necesaria y la dejé, igual que la borrachera. La dejé un día, cuando sentí que ya no era necesaria. Si no tienes historia personal, no se necesitan explicaciones; nadie se enoja ni se desilusiona con tus actos. Y sobre todo, nadie te amarra con sus pensamientos.

Lo mejor es borrar toda la historia personal, porque eso nos libera de la carga de los pensamientos ajenos.

(…) Tú tomas todo demasiado en serio. Te das demasiada importancia. ¡Eso hay que cambiarlo! Eres tan importante que puedes marcharte así no más si las cosas no salen a tu modo. Sin duda piensas que con eso demuestras tener carácter. ¡Eso es absurdo! ¡Eres débil y arrogante!

La arrogancia es otra cosa que hay que dejar, lo mismo que la historia personal.

¿Cómo puede uno sentirse tan importante sabiendo que la muerte nos está acechando?

(…) Cuando estés impaciente lo que debes hacer es voltear a la izquierda y pedir consejo a tu muerte. Una inmensa cantidad de naderías desaparece con tal de que tu muerte te haga una señal o con tal de que alcances a ver su destello o con tal de que simplemente tengas la sensación de que tu compañera está allí vigilándote. La muerte es (…) una consejera sabia que tenemos. Cada vez que sientas, como siempre lo haces, que todo te está saliendo mal y que estás a punto de ser aniquilado, vuélvete hacia tu muerte y pregúntale ¿si es cierto? Tu muerte te dirá que te equivocas, que nada importa en realidad más que su toque. Tienes que pedir consejo a la muerte y dejar la maldita mezquindad de los hombres que llevan sus vidas como si la muerte nunca los fuera a tocar.

(…) Cuando el hombre decide hacer algo, debe ir hasta el fin. Pero debe aceptar la responsabilidad por lo que hace. Haga lo que haga, primero debe saber por qué lo hace, y luego seguir adelante con sus acciones sin tener dudas ni remordimientos acerca de éstas.

Mírame a mí. Yo no tengo duda ni remordimiento. Todo lo que hago es mi decisión y mi responsabilidad. La muerte me acecha, por eso, no tengo lugar para dudas ni remordimientos. Si tengo que morir como resultado de sacarte a caminar, entonces debo morir.

Hacernos responsables de nuestras decisiones significa estar dispuestos a morir por éstas.

No importa cuál sea la decisión. Ninguna cosa no es más ni menos seria que la otra. ¿No ves? En el mundo donde la muerte es el cazador, no hay decisiones grandes ni pequeñas. Sólo hay decisiones que hacemos en vista de nuestra muerte inevitable.

El guerrero asume responsabilidad por sus actos, por sus actos más triviales.

El mundo de actos y decisiones precisos es infinitamente más efectivo que la torpe idiotez que tú llamas «mi vida».

Mi interés ha sido convencerte de que debes hacerte responsable por estar aquí, en este maravilloso mundo, en este maravilloso desierto, en este maravilloso tiempo. Quise convencerte de que debes aprender a hacer que cada acto cuente, pues vas a estar aquí sólo un rato corto, de hecho, muy corto para presenciar todas las maravillas que existen.

Hay una cosa sencilla que anda mal contigo: tú crees que tienes mucho tiempo, crees que tu vida va a durar para siempre.

Si no crees que tu vida va a durar para siempre, ¿qué cosa esperas? ¿Por qué titubeas en cambiar? ¡No tienes tiempo para este juego, idiota! Esto, lo que estás haciendo ahora, puede ser tu último acto sobre la tierra. Puede, muy bien, ser tu última batalla. Si ésta fuera tu última batalla sobre la tierra, yo diría que eres un idiota. Estas desperdiciando en una tontería tu acto sobre la tierra. No tienes tiempo, amigo mío, no tienes tiempo. Ninguno de nosotros tiene tiempo. No me des la razón por las puras. En vez de estar de acuerdo tan fácilmente, debes actuar.

La felicidad es actuar con el conocimiento pleno de que no hay tiempo; así, los actos tienen un poder peculiar. Los actos son poder, sobre todo, cuando la persona que actúa sabe que esos actos son su última batalla.

Hay una extraña felicidad devoradora en actuar con el pleno conocimiento de que lo que uno está haciendo puede muy bien ser su último acto sobre la tierra. Te recomiendo reexaminar tu vida y analizar tus actos bajo esa luz. ¡No tienes tiempo, amigo mío! Ésa es la desgracia de los seres humanos. Ninguno de nosotros tiene suficiente tiempo. Tu continuidad sólo te hace tímido. Tus actos no pueden de ninguna manera tener el gusto, el poder, la fuerza irresistible de los actos realizados por un hombre que sabe que está librando su última batalla sobre la tierra. En otras palabras, tu continuidad no te hace feliz ni poderoso. Pon tu atención en el lazo que te une con tu muerte, sin remordimiento ni tristeza ni preocupación. Pon tu atención en el hecho de que no tienes tiempo, y deja que tus actos fluyan de acuerdo con eso. Que cada uno de tus actos sea tu última batalla sobre la tierra. Sólo bajo tales condiciones tus actos tendrán el poder que les corresponde. De otro modo serán, mientras vivas, los actos de un hombre tímido.

(…) Debes aprender a hacerte accesible al Poder*.

(…) Cualquier guerrero podría llegar a ser hombre de conocimiento. Como ya te dije, un guerrero es un cazador impecable que caza el Poder. Si logra cazarlo, puede llegar a ser un hombre de conocimiento.

Un guerrero, guiado por su empeño inflexible, puede alejar cualquier cosa. Ninguna rata, ni serpiente, ni puma podría molestarlo.

La auto-compasión no encaja con el poder.

A un guerrero se le puede hacer daño físico, pero no ofender. Para un guerrero no hay nada ofensivo en los actos de sus semejantes, mientras él mismo esté en el estado correcto.

La otra noche no te ofendiste con el león. El hecho de que nos persiguió no te hizo enojar. No te oí maldecirlo, ni te oí decir que no tuviera derecho a seguirnos. Fácilmente, podría haber sido un león cruel y malicioso.

Alcanzar el estado de un guerrero no es una cosa sencilla. Considerar iguales al puma y a las ratas de agua y a nuestros semejantes es un acto magnífico del espíritu del guerrero. Se necesita poder para eso.

Tú vas en busca del Poder y todo lo que haces cuenta.

Soy tan joven como quiero. Esto es también el asunto del poder personal. Si vas juntando poder en tu cuerpo, éste podrá realizar hazañas increíbles. En cambio, si disipas el poder, te pones viejo y gordo de la noche a la mañana.

Hay mundos dentro de los mundos, aquí mismo frente a nosotros.

La muerte siempre está esperando, y cuando el poder del guerrero mengua, la muerte simplemente lo toca. Por eso, aventurarse a lo desconocido sin ningún poder es estúpido. Sólo encontrarás la muerte.

El mundo es un misterio. Esto que estás mirando, no es todo lo que hay. El mundo tiene muchas más cosas, tantas que es inacabable. Cuando estás buscando la respuesta, lo único que haces en realidad es tratar de volver familiar el mundo. Tú y yo estamos aquí mismo, en el mundo que tú llamas real, simplemente porque los dos lo conocemos. Tú no conoces el mundo del Poder, por eso no puedes convertirlo en una escena familiar.

Un guerrero es un cazador de poder. Yo te estoy enseñando a cazarlo y guardarlo.

El poder no pertenece a nadie. Algunos de nosotros podemos guardarlo, y luego se le podría dar directamente a otra persona. Verás, la clave del poder así guardado es que sólo puede usarse para ayudar a alguien más a guardar poder (…). Pero cuando se trata de darlo directamente a otra persona, es inútil a menos que esa persona lo utilice para su propia búsqueda de poder personal.

Un guerrero vive su vida estratégicamente. Sólo asiste a una fiesta o a una reunión así, en caso de que su estrategia lo pida. Eso significa, desde luego, que tendrá dominio total y realizará todos los actos que considera necesarios.

(…) Nada se gana con violencia.

(…) Si quieres sobrevivir, debes ser claro como un cristal y estar completamente seguro de ti mismo.

Relatos de Poder

Un guerrero toma su suerte, sea la que sea, y la acepta con la humildad máxima. La humildad del guerrero no es la humildad de un pordiosero. El guerrero no agacha su cabeza ante nadie, pero, al mismo tiempo, tampoco permite que nadie agache su cabeza ante él. En cambio, un pordiosero, a la menor provocación, pide piedad de rodillas y se echa al suelo a que lo pise cualquiera a quien considera más encumbrado; pero, al mismo tiempo, cuando alguien es más bajo que él, exige que se eche al suelo y pida piedad de rodillas.

(El hombre de conocimiento ve de tal modo que toma las medidas para evitar el peligro). Si algo hubiera que cause peligro, su ver se lo haría saber. Ahora bien, si (…) su ver no lo alcanza, entonces es su destino, y nadie puede evitarlo.

(…) El cuerpo tiene que ser perfecto antes de que la voluntad se convierta en la unidad funcional.

Somos seres luminosos y fluidos, hechos de fibras (…).

Podemos ver que la muerte está girando velozmente sobre el hombre y que más y más le hunde las garras en sus fibras luminosas. Podemos ver que las cuerdas luminosas pierden tensión y se desvanecen una a una.

(…) Cuando vengas, debes venir preparado a morir. Si vienes dispuesto a morir, no habrá caídas, ni sorpresas desagradables, ni acciones innecesarias.

El camino del guerrero es la armonía entre las decisiones y las acciones.

Cuando un hombre común está listo, el Poder le proporciona un maestro.

Un guerrero aprende a afinar su voluntad, a dirigirla a un punto directo, a enfocarla donde quiere. Es como si su voluntad, que sale de la parte media de su cuerpo, fuera una sola fibra luminosa, fibra que él puede dirigir a cualquier sitio concebible. Esa fibra es el camino al nagual*.

(…) No te concentres en los hechos pasados. Podemos tocarlos, pero sólo como referencia.

(…) La confianza de un guerrero no es la confianza de un hombre común. El hombre común busca la certeza en los ojos del espectador y lo llama confianza en sí mismo. El guerrero busca la impecabilidad en sus propios ojos y lo llama humildad. El hombre común está enganchado a sus prójimos, mientras que el guerrero sólo depende de sí mismo. Tú buscas la confianza del hombre común, cuando deberías buscar la humildad del guerrero. Hay una gran diferencia entre las dos. La confianza de un guerrero implica saber algo con certeza; la humildad implica ser impecable en sus propios actos y sentimientos.

(…) Siempre debes empujarte más allá de tus límites.

Actúa firmemente y sin reservas.

¿Sabes que en este mismo instante estás rodeado por la eternidad? ¿Y sabes que puedes usar esa eternidad, si así lo deseas? ¿Sabes que puedes extenderte hasta el infinito? ¿Sabes que un momento puede convertirse en la eternidad? Esto no es una adivinanza. Es un hecho, pero sólo si te montas ese momento y lo usas para llevar la totalidad de ti mismo hasta el infinito, hacia todas las direcciones.

No tienes suficiente poder personal para utilizar mi revelación. Pero si lo tuvieras, tan sólo mis palabras serían suficientes para crear la totalidad de ti mismo y sacar la parte considerable de ti de estos límites que la contienen.

(…) Somos seres luminosos. Y para un ser luminoso lo único que importa es el poder personal.

Cambiar nuestra idea del mundo es la clave de la brujería. Y la única manera de lograrlo es parar el diálogo interno. El asunto, por supuesto, es que ese cambio no puede ser hecho violentamente.

Un guerrero toma su suerte, sea la que sea, y la acepta con la humildad máxima. Él acepta con humildad como él es, pero no como base para lamentarse, sino como base para su lucha y su desafío.

(…) Cualquier pensamiento que uno mantiene en mente en un estado de silencio es propiamente una orden, pues no hay otros pensamientos que compitan con éste.

(…) El mundo no se nos viene encima directamente. La descripción del mundo siempre está en el medio.

(…) Un guerrero está en las manos del Poder y su única libertad consiste en elegir una vida impecable.

Un guerrero siempre está listo. Ser guerrero no es simplemente querer serlo. Es, más bien, una lucha interminable que seguirá hasta el último instante de nuestras vidas. Nadie nace guerrero, al igual que nadie nace siendo un ser razonable. Nosotros nos hacemos lo uno o lo otro.

No hay fallas en el camino del guerrero. Síguelo y nadie podrá criticar tus actos.

El cuerpo tiene que ser perfecto antes de que la voluntad se convierta en la unidad funcional.

(…) La clave de la brujería es el diálogo interno. Ésa es la llave que abre todo. Cuando un guerrero aprende a pararlo, todo se hace posible. Los planes más descabellados se logran.

(Pero) mientras pienses que eres un cuerpo sólido, no podrás concebir de qué cosa hablo.

Somos conciencias; no somos objetos; no tenemos solidez. No tenemos límites. El mundo de los objetos y la solidez es una manera de hacer más conveniente nuestro paso por la tierra. Es sólo una descripción creada para ayudarnos. (…) Nuestra razón olvida que la descripción es solamente una descripción, y así atrapamos la totalidad de nosotros mismos en un círculo vicioso del cual rara vez salimos en la vida.

(…) Tú te asombrarías cuan magnífico uno puede actuar cuando tiene la espalda contra el paredón.

Sólo como guerrero uno puede soportar el camino del conocimiento. Un guerrero no puede quejarse ni lamentar nada. Su vida es un desafío interminable, y no hay modo de que los desafíos sean buenos o malos. Los desafíos son simplemente desafíos. La diferencia básica entre un hombre común y un guerrero es que un guerrero toma todo como un desafío, mientras que un hombre ordinario toma todo como bendición o maldición.

Un guerrero debe ser fluido y debe desplazarse en armonía con el mundo que lo rodea, ya sea el mundo de la razón o el mundo de la voluntad.

Si no se tiene en cuenta a la muerte, todo es ordinario, trivial. Sólo porque la muerte nos sigue acechando el mundo es un misterio sin principio ni fin.

No sólo debes estar dispuesto a emprender el camino del conocimiento, sino que tus propios esfuerzos, por sí mismos, deben ser bastante impecables para hacerte digno de tal conocimiento.

(…) Si estás descuidado con tu tonal*, la vida puede ser muy despiadada contigo.

La triste verdad es que todos nosotros hemos aprendido a la perfección como debilitar a nuestro tonal.

Para cumplir la tarea de hacerte miserable, deberías haber trabajado de un modo intenso. El absurdo más grande consiste en que no has entendido que podrías trabajar del mismo modo para hacerte fuerte y total.

El tonal empieza al nacer y termina al morir, pero el nagual nunca terminará. El nagual no tiene límites. El nagual es donde mora el Poder.

«La creatividad es esto», dijo al poner la mano, con la palma ahuecada, al nivel de mis ojos. Necesité un tiempo increíblemente largo para poder enfocar mis ojos en su mano. Sentí que una membrana transparente sujetaba todo mi cuerpo en una posición fija y que tenía que romperla para posar la vista en aquella mano. Me esforcé hasta que gotas de sudor fluyeron a mis ojos. Por fin, oí o sentí un chasquido y mis ojos y mi cabeza se libraron de golpe. En la diestra de Don Juan había el roedor más curioso que yo hubiese visto. «¡Tócalo!», dijo Don Juan con suavidad. Maquinalmente lo obedecí y pasé un dedo sobre el lomo suave. Don Juan acercó su mano a mis ojos, y entonces noté algo que me produjo espasmos nerviosos. La ardilla tenía anteojos y dientes muy grandes. El roedor empezó a crecer en la palma de Don Juan y se hizo tan enorme que desapareció (…).

(…) Uno de los actos del guerrero consiste en que él nunca permite que nada malo le afecte. El control del guerrero tiene que ser impecable.

Te queda muy poco tiempo, y ninguno para idioteces. ¡Espléndido estado! Yo diría que lo mejor de nosotros siempre sale a flote cuando estamos contra la pared, cuando sentimos que la espada se cierne sobre la cabeza. En lo personal, yo prefiero ese estado y no viviría de ningún otro modo.

(…) Durante todo este tiempo que llevo de conocerte, he hablado tanto a tu tonal como a tu nagual. Ésa es la forma de conducir la instrucción. Al comienzo, uno tiene que hablar al tonal. El tonal es el que debe ceder el control. Pero hay que hacer que lo ceda con alegría. En otras palabras, se hace que el tonal abandone cosas innecesarias como el sentirse importante y el entregarse al vicio, que sólo lo hunden en el desorden. Todo el problema es que el tonal se aferra a esas cosas cuando debería dar las gracias por librarse de esa porquería. La tarea es entonces convencer al tonal de que se haga libre y fluido. Es lo que un brujo necesita antes que cualquier otra cosa: un tonal fuerte y libre.

A causa de su debilidad nata, el tonal se destruye con facilidad, y así uno de los artes del guerrero es hacer que el nagual emerja para apuntalar al tonal. Digo que es un arte, porque los brujos saben que a través de reforzar el tonal puede emerger el nagual. Eso se llama lograr poder personal.

Cuando estés en el mundo del tonal, deberías ser un tonal impecable. ¡Ahí no hay tiempo para porquerías irracionales! Pero cuando estés en el mundo del nagual, también deberías ser impecable. ¡Ahí no hay tiempo para porquerías racionales! Para el guerrero, la intención es la puerta de en medio. Se cierra por completo detrás de él cuando va o cuando viene.

Si hay demasiados objetos innecesarios en tu isla de tonal, no podrás sostener el encuentro con el nagual. Podrías morir. Nadie es capaz de sobrevivir un encuentro voluntario con el nagual, sin una larga preparación. Lleva años preparar al tonal para tal encuentro. Al guerrero se le debe enseñar a ser impecable y a estar totalmente transparente antes de que pueda aún siquiera concebir el encuentro con el nagual.

Un guerrero pasa años barriendo su isla hasta el momento en que puede, por así decirlo, escaparse de ésta.

Para el nagual no existe ni tierra, ni aire, ni agua. Así pues el nagual se desliza, o vuela, o hace lo que hace en la hora del nagual, que nada tiene que ver con la hora del tonal. Las dos cosas no casan.

(…) El guerrero es, por decirlo así, un prisionero del Poder, prisionero que puede hacer una decisión libre: la decisión de actuar como un guerrero impecable o actuar como un asno. A fin de cuentas, quizás el guerrero no sea un prisionero, sino un esclavo del Poder, porque la decisión ya no es una decisión para él.

Un guerrero no puede sentirse desamparado ni desconcertado ni asustado, bajo ninguna circunstancia. Para un guerrero, sólo hay tiempo para su impecabilidad; todo lo demás agota su poder, la impecabilidad lo renueva.

La impecabilidad es hacer lo mejor que puedes en todo lo que haces.

Cuando te sientes y actúas como un ser inmortal que tiene todo el tiempo del mundo, no eres impecable; en esos momentos debes volverte, mirar alrededor tuyo, y entonces te darás cuenta de que tu sentimiento de tener tiempo es una idiotez.

¡No hay futuro! El futuro no es más que una manera de hablar. Para un brujo sólo existe aquí y ahora.

Ahora debes detenerte, volver la vista y reconsiderar tus pasos. Los brujos dicen que éste es el único modo de consolidar lo ganado.

Todo cuanto te he hecho o he hecho contigo ha sido a fin de cumplir una sola tarea, la tarea de limpiar y reordenar tu isla del tonal. Ése es mi trabajo como tú maestro. (Otra tarea) es darte demostraciones innegables del nagual y enseñarte como llegar allí.

Te he dicho incontables veces que necesitabas un cambio drástico si querías triunfar en el camino del conocimiento. Este cambio no es un cambio de ánimo, o de actitud, o de lo que uno espera en la vida. Ese cambio implica la transformación de la isla del tonal.

Los años de duro entrenamiento son sólo una preparación para el devastador encuentro del guerrero con lo que fuera que está ahí, más allá de este punto.

Ya no te queda más tiempo y, sin embargo, te rodea la eternidad. ¡Qué paradoja para tu razón!

El Poder nos da conforme a nuestra impecabilidad.

(…) Después de que el discípulo detiene el diálogo interno, surge un momento inevitable. El aprendiz empieza a tener dudas de todo su aprendizaje. Hasta el discípulo más ferviente sufre en ese punto una grave pérdida de interés.

En la vida del guerrero hay sólo un asunto que en realidad no está decidido: qué tan lejos puede él avanzar en el sendero del conocimiento y del poder. Ése es un asunto abierto y nadie puede predecir el resultado.

La libertad que un guerrero tiene es o actuar impecablemente o actuar como un imbécil.

Ustedes ya han aprendido que la oportunidad del guerrero está en el ser humilde y eficiente. Ya han aprendido a actuar sin esperar ni pedir nada a cambio. Ahora les digo que, para soportar lo que les aguarda más allá de este día, necesitarán toda su resistencia.

(…) El destino de todos nosotros los que estamos aquí ha sido saber que somos prisioneros del Poder. ¡Qué buena suerte!

La vida de un guerrero no puede de ningún modo ser fría, solitaria y sin sentimientos, porque se basa en su afecto, en su devoción, en su dedicación a su ser amado (…). La Tierra sabe que él la ama y, por eso, lo cuida. Por eso, la vida del guerrero está llena hasta el borde y su estado, dondequiera que se encuentre, siempre será la abundancia. El guerrero recorre los senderos de su amor (…). Esta Tierra… Solamente si uno ama a esta Tierra con pasión inflexible, puede liberarse de la tristeza. Un guerrero siempre está alegre, porque su amor es inalterable y su ser amado, la Tierra, lo abraza y le regala cosas inconcebibles. La tristeza pertenece sólo a esos que odian al mismo ser que les dio asilo. Este ser hermoso, que está vivo hasta sus últimos resquicios y comprende cada sentimiento, me dio cariño, me curó de mis dolores y, finalmente, cuando entendí todo mi amor por él, me enseñó lo que es la libertad. Solamente el amor a este espléndido ser puede dar libertad al espíritu del guerrero; y la libertad es alegría, eficiencia y abandono frente a cualquier embate del destino.

El Segundo Anillo de Poder

La singularidad de los seres humanos consiste en que les encanta que se les diga lo que deben hacer, pero les gusta mucho más resistirse a hacerlo, de modo que llegan a aborrecer a quien los ha aconsejado.

(…) El poder personal de un guerrero depende de su impecabilidad. La impecabilidad consiste, entre otras cosas, en sus esfuerzos por cambiar: por asustar a «la forma humana»* y deshacerse de ésta. Al cabo de años de impecabilidad, llegará el momento en el que «la forma» no soporte más y parta.

Es posible acechar tus propias debilidades del mismo modo como se acecha una presa. Estudias tus costumbres hasta conocer todas las manifestaciones de tus debilidades.

La tristeza de la despedida y otras emociones similares son los sentimientos con los cuales «la forma humana» se alimenta.

La lucha se libra directamente aquí, en este pecho. Hay que dedicar todo el tiempo y toda la energía para poder superar la propia estupidez.

Los brujos tienen dos ciclos. El primero es cuando ellos son seres humanos (…). A cada uno de nosotros ha sido asignada una tarea; esta tarea nos hace dejar «la forma humana». El segundo ciclo llega cuando el brujo ya no es ser humano.

Es necesario explicar escrupulosamente cuando el brujo enseña algo relativo al tonal. Cuando el brujo trata con el nagual, él tiene que dar la instrucción que debe revelar el misterio al guerrero. Y es todo lo que debe hacer. El guerrero que recibe los misterios debe fortalecer el conocimiento como el poder (…). El tonal y el nagual son dos mundos diferentes. En uno tú hablas, en el otro actúas.

(…) La cosa más difícil para un guerrero es abandonar a los demás a su propia suerte.

(…) El poder sólo llega tras haber aceptado nuestros destinos sin reproches.

(…) Cuando no se tiene nada que perder, se adquiere coraje. Somos temerosos únicamente en la medida que tengamos algo a que aferrarnos.

Un guerrero no busca nada que le consuele.

(…) ¿Tú crees que tu afecto inútil es tan valioso que te detiene de entrar en aquel mundo?

(…) El arte de un brujo consiste en pasar desapercibido aun en medio de la multitud. Él me había pedido que me concentrase en tratar de no ser evidente.

(…) El único medio que detiene nuestra desesperación es la conciencia de la muerte; es la clave para el esquema de la existencia que tiene un brujo. La conciencia de la muerte es la única cosa que puede danos las fuerzas necesarias para resistir la presión, el dolor de la vida y el temor a lo desconocido. Yo tengo que tomar una resolución para hacer este conocimiento testigo de mis actos.

(…) Sobre todo, el arte de los brujos consiste en no malgastar su poder.

Los brujos deben observar su tonal desde cierta distancia, para captar de un mejor modo lo que en realidad les rodea.

Un brujo no tiene de la mano a otro brujo. Cada uno de nosotros es muy dotado.

El Don del Águila

Uno no debe tener nada para defender, ni siquiera su propia persona. La propia persona debe ser protegida, pero no defendida. Manifestando arrogancia hacia ellos, tú no estabas protegido, sino que simplemente estabas defendiéndote.

Ya me entregué al Poder que a mi destino rige. No me agarro ya de nada, para así no tener nada que defender.

La recomendación para los guerreros es no tener nada material en lo que pueda enfocarse su poder, sino enfocarlo más bien en el espíritu, en el verdadero vuelo a lo desconocido.

Tus impulsos de poseer y aferrarte a las cosas no son únicas. (Pero) todo aquel que quiere seguir el camino del guerrero, el sendero del brujo, tiene que quitarse de encima esa manía.

Un guerrero es alguien que busca la libertad. La tristeza no es libertad. Tenemos que quitárnosla de encima.

Estar asediado significa que uno tiene posesiones personales para defender. Un guerrero no tiene nada en el mundo salvo su impecabilidad, y la impecabilidad no puede ser asediada.

(…) Ciertos sitios de poder son agujeros en este mundo. Si no tienes forma, puedes pasar a través de tal agujero a lo desconocido, al otro mundo.

El Fuego Interno

La importancia personal es nuestro mayor enemigo. Piénsalo, aquello que nos debilita es sentirnos ofendidos por los hechos y malhechos de nuestros semejantes. Nuestra importancia personal requiere que pasemos la mayor parte de nuestras vidas ofendidos por alguien. Sin importancia personal somos invulnerables.

La impecabilidad no es otra cosa que el uso adecuado de la energía. Para poder entender esto, tienes que haber ahorrado suficiente energía. Los guerreros hacen inventarios estratégicos, hacen listas de sus actividades. Luego deciden cuáles de ellos pueden cambiarse para crear intensificación de su energía. El inventario estratégico sólo abarca patrones de comportamiento que no son esenciales para nuestra supervivencia y bienestar. La importancia personal figura como la actividad que consume la mayor cantidad de energía. Las acciones de recanalizar energía llevan a la impecabilidad.

Sabemos que nada puede templar mejor el espíritu de un guerrero como el tratar con las personas insoportables en posiciones de poder. Solo bajo esas circunstancias los guerreros pueden adquirir la sobriedad y serenidad necesarias para resistir.

La paciencia es esperar impasiblemente. No hay prisa, ni angustia, hay sólo mantenimiento de lo que se debe.

El grado de conciencia de cada ser individual depende del grado en que este ser permite a las emanaciones en lo Grande llevarlo a él.

La tercera atención* se alcanza cuando el resplandor de la conciencia se convierte en el Fuego Interior, Fuego que no enciende sólo una banda a la vez, sino que enciende a todas las emanaciones (…) dentro del capullo del hombre.

Los videntes que premeditadamente alcanzan la conciencia total son algo digno de verse. Ese es el momento en el que arden por dentro. ElFuego Interior los consume. Y en plena conciencia se funden con lasemanaciones en lo Grande y se expanden en la Eternidad.

Los guerreros se preparan para tener conciencia, y la conciencia total sólo les llega cuando ya no queda en ellos nada de importancia personal. Sólo cuando son nada se convierten en todo.

El resplandor de la conciencia aumenta de tamaño e intensidad conforme las emanaciones interiores del capullo se alinean (se sintonizan) con las emanaciones en lo Grande.

La llave que lo abre todo es el conocimiento de que la Tierra es un ser perceptivo y, como tal, puede darles a los guerreros un tremendo empujón; es decir, un impulso proveniente de la Conciencia de la Tierra, cuando las emanaciones interiores del capullo del guerrero se alinean (se igualan, se armonizan) con las emanaciones apropiadas dentro del capullo de la Tierra. Puesto que tanto la Tierra como el hombre son seres perceptivos, sus emanaciones coinciden o, más bien, la Tierra tiene todas las emanaciones presentes en el hombre o, para el caso, todas las emanaciones presentes en todos los seres vivientes, orgánicos o inorgánicos.

Cuando el punto de encaje del hombre se mueve más allá de cierto límite crucial, los resultados son siempre los mismos para todos los hombres. Las técnicas para moverlo pueden ser tan diferentes como sea posible, pero los resultados son siempre los mismos: el punto de encaje ensambla otros mundos con la ayuda del empujón de la Tierra. La velocidad de ese empujón disuelve todo en ti. Bajo su impacto nos convertimos en nada. Esa velocidad excesiva y el sentido de la existencia individual no van de la mano.

Genaro estaba como a unos dos metros de mí. De pronto, su forma se volvió difusa y, en un instante, desapareció, como un soplo de aire. «Genaro se ha separado de nosotros por la fuerza de la percepción», dijo don Juan tranquilamente. «Cuando el punto de encaje ensambla un mundo, ese mundo es total. La Conciencia de la Tierra puede darnos un empujón para alinear (afinar) otras grandes bandas de emanaciones, y la fuerza de ese nuevo alineamiento hace desaparecer el mundo que conocemos. Este mundo desaparece como un soplo de aire cuando un nuevo alineamiento total nos hace percibir otro mundo total».

(…) Los guerreros viven con la muerte al lado, y de saber que la muerte está con ellos extraen el valor para enfrentar cualquier cosa.

(Los cinco atributos del guerrero son): control, disciplina, refrenamiento, facultad de escoger el momento oportuno y voluntad. Estos cinco elementos pertenecen al mundo privado del guerrero que lucha por perder su importancia personal. El sexto elemento, que es, quizás, el más importante de todos, pertenece al mundo exterior y se llama el pinche tirano. Un pinche tirano es un torturador. Alguien que tiene el poder de acabar con los guerreros o alguien que simplemente les hace la vida imposible.

Los cuatro (primeros) atributos es todo lo que se necesita para tratar con los peores pinches tiranos. Mi benefactor siempre decía que el guerrero que se topa con un pinche tirano es un guerrero afortunado. Sabemos que nada puede templar mejor el espíritu de un guerrero como el tratar con las personas imposibles en posiciones de poder.

El ingrediente perfecto para producir un espléndido vidente es un pinche tirano con prerrogativas ilimitadas.

Los videntes, al entender la naturaleza del hombre, llegaron a la conclusión indiscutible de que si uno se las puede ver con los pinches tiranos, ciertamente puede enfrentarse a lo desconocido sin peligro, y luego incluso, puede sobrevivir a la presencia de lo incomprensible. La reacción de un hombre común y corriente sería pensar que ese orden debe ser invertido. Pero no es así, aunque un vidente que se puede enfrentar a lo desconocido puede, por cierto, hacer cara a cualquier pinche tirano. Le dije que, en mi opinión, los tiranos convierten a sus víctimas en seres indefensos o en seres tan brutales como los tiranos mismos. Él me paró: «Tú hablas de víctimas, no de guerreros».

(Mi pinche tirano) no es nada en comparación con los verdaderos monstruos que los nuevos videntes enfrentaron durante la Colonia. Todo parece indicar que aquellos videntes se quedaron bizcos de tanta diversión. Probaron que hasta los peores pinches tiranos son un encanto, claro esta, siempre y cuando uno sea guerrero.

El error de cualquier persona que se enfrenta a un pinche tirano es la ausencia de una estrategia de retirada. El defecto fatal de los hombres ordinarios es que ellos se toman a sí mismos demasiado en serio. Sus sentimientos y acciones, así como los de los pinches tiranos, son muy importantes para ellos. Los guerreros, por otra parte, no solo tienen una estrategia bien pensada, sino que también están libres de la importancia personal. Lo que acabó con su importancia personal fue la comprensión de que la realidad es una interpretación que hacemos. Ese conocimiento es su ventaja definitiva.

Él estaba convencido de que podía derrotar al capataz usando solamente la convicción de que los pinches tiranos se toman mortalmente en serio, mientras que los guerreros no.

Yo estaba preparadísimo para tratar con él. Tenía control y disciplina, refrenamiento y facultad de escoger el momento oportuno. Mi control me hizo cumplir con las más absurdas necedades del tipo. Lo que generalmente nos agota en una situación como esa es el deterioro que sufre nuestra importancia personal. Cualquier hombre que tiene una pizca de orgullo se despedaza por el sentimiento de su nulidad. Yo, en cambio, con gusto hacía todo lo que el capataz me pedía, yo estaba feliz y lleno de fuerza. Me importaban un comino mi orgullo y mi terror. Yo estaba ahí como guerrero impecable. El afinar el espíritu cuando alguien te pisotea se llama control.

La estrategia de mi benefactor requería que yo, en lugar de sentir auto-compasión, como lo había hecho antes, me dedicara de inmediato a explorar el carácter del capataz, sus debilidades y sus peculiaridades. Los dos otros atributos del guerrero, que yo aún no tenía en aquel entonces, automáticamente habían quedado incluidos en la estrategia de mi benefactor.

El refrenamiento es esperar con paciencia, sin prisa, sin angustia; es sólo una sencilla y gozosa retención de lo que se debe.

La facultad de escoger el momento oportuno es una cualidad abstracta que pone en libertad todo lo que está retenido. Control, disciplina y refrenamiento son como un dique detrás del cual todo está estancado. La facultad de escoger el momento oportuno es la compuerta del dique.

Ni una sola vez sentí auto-compasión, ni lloré de impotencia. Sólo sentí regocijo y serenidad. Ni una sola vez deseé la muerte de este hombre.

El refrenamiento significa retener con el espíritu algo que, como el guerrero sabe, debe cumplirse justamente. No significa que el guerrero ande por ahí pensando en hacer mal a alguien o planeando cómo vengarse y saldar cuentas. Cuando el guerrero ya tiene control, disciplina y la facultad de escoger el momento oportuno, entonces el refrenamiento significa esperar lo que debe pasar con aquel que lo haya merecido.

Los nuevos videntes usaban a los pinches tiranos no sólo para deshacerse de su importancia personal, sino también para lograr la muy sofisticada maniobra de desplazarse fuera de este mundo. Ser derrotado (…) no es mortal sino devastador. Los guerreros que sucumben ante un repinche tirano son arrasados por su propio sentido de fracaso. El enojarse y actuar sin control o disciplina es estar derrotado.

No sientas lástima por los pobres indios yaquis. Piensa en toda la humanidad. En el caso de los indios yaquis, incluso puedo decir que son los afortunados. Están oprimidos, pero al final, algunos de ellos hasta pueden salir triunfando. Los opresores son otra historia, los pinches tiranos que los aplastan no tienen esperanza alguna.

(…) Nuestra familiaridad con el mundo que percibimos es lo que nos fuerza a creer que estamos rodeados de objetos, objetos que existen por sí mismos y como sí mismos, tal como los percibimos. Pero en realidad no hay mundo de los objetos, hay el universo de las emanaciones.

Hay muchísimos imbéciles que se convierten en videntes, los videntes llenos de debilidades, o, más bien, seres humanos llenos de debilidades que fueron capaces de volverse videntes.

Nuestros defectos permanecen con nosotros aún después de que nos convertimos en videntes.

(Los aliados no pueden matarnos) directamente, pero es seguro que pueden asustarnos hasta la muerte (…). A los aliados los atraen las emociones. El miedo cerval es lo que más los atrae, porque libera el tipo de energía más conveniente para ellos. El miedo cerval se une con las emanaciones en su interior. El miedo cerval es lo que los aliados disfrutan por encima de todo.

(…) Ciertas áreas geográficas no sólo ayudan a ese precario movimiento del punto de encaje, sino que también seleccionan direcciones específicas para dicho movimiento.

El trabajo de realinear todas las emanaciones prepara el camino para la peculiar maniobra de encender todas las emanaciones interiores del capullo. Ya he logrado encender todas las emanaciones interiores de mi capullo y puedo retirarme en cualquier tiempo.

(…) Cualquier guerrero puede tener éxito con la gente, siempre y cuando mueva su punto de encaje a la posición en la que no tiene ninguna importancia si la gente lo quiere o no, o si lo ignoran.

La posición del punto de encaje dicta como nos comportamos y como nos sentimos.

Cuando los videntes mueven sus puntos de encaje no encuentran una ilusión, encuentran otro mundo. Ese mundo nuevo es tan real como el que ahora contemplamos.

En el curso del entrenamiento el punto de encaje se mueve a tantos sitios como sea posible.

La única fuerza que puede anular temporalmente el alineamiento es el intento. Tendrás que anular el alineamiento que te mantiene percibiendo el mundo cotidiano. Si usas el intento e intentas una nueva posición para tu punto de encaje, y luego intentas que se fije allí durante suficiente tiempo, ensamblarás otro mundo y escaparás de éste.

La solución no consiste en escoger un mundo alternativo en el cual morir, sino en elegir la conciencia total, la libertad total.

Ensamblar otros mundos no es sólo cuestión de práctica, sino que también es cuestión de intento. Tampoco es meramente un ejercicio de andar rebotando de esos mundos, como si lo jalaran a uno con una liga. Mira, un vidente tiene que ser osado. Una vez que rompe la barrera de la percepción, no tiene que regresar al mismo lugar de donde partió en el mundo (…).

Después de todo, somos un punto de encaje fijado en cierta posición.

Él afirmó que el entrar en la tercera atención es un don, que se parece a un premio por un logro extraordinario.

El Conocimiento Silencioso

Existe vínculo de conexión entre el brujo y el Poder. A fin de revivir este vínculo, los brujos necesitan una aspiración extremadamente fiera y rigurosa, un estado especial de la mente llamado intento inflexible. El nagual es el único ser capaz de abastecer con intento inflexible.

La guerra para el brujo es la lucha total contra ese «yo» individual que ha privado al hombre de su poder.

Sólo los brujos pueden inyectar movimiento a esas masas de luminosidad estática. En una milésima de segundo, pueden mover sus puntos de encaje a cualquier lugar de la masa luminosa (…). Ese movimiento y la velocidad con la cual lo realizan producen una instantánea percepción de otro mundo. O pueden mover sus puntos de encaje, de un solo tirón, a través de toda su luminosidad, creando una fuerza tan intensa que enciende toda su luminosidad. Dijo que, si se nos venía encima el jaguar, en ese preciso momento, él podría anular el efecto normal de una muerte violenta. Utilizando la velocidad con que se movía su punto de encaje, él podría o bien cambiar de mundo o quemarse desde adentro en una fracción de segundo.

La brujería es el estado de conciencia.

Absolutamente todo lo que existe en el cosmos esta enlazado, ligado al intento (de Dios) por los vínculos de conexión*. El total interés de los brujos es delinear, entender y utilizar tal vínculo, especialmente limpiarlo de los efectos nocivos de las preocupaciones de la vida cotidiana. A este nivel, la brujería podía definirse como el proceso de limpiar el vínculo que conecta al guerrero con el intento (de Dios).

El objetivo final de los brujos es alcanzar un estado de conciencia total (…). Este estado de conciencia implica asimismo una forma alternativa de morir.

Los naguales son intermediarios. Su energía les permite transmitir la paz, la armonía, la risa y el conocimiento directamente de la Fuente a sus compañeros de viaje.

Los Comentarios
de Carlos Castaneda*

La mejor manera de aprender, pienso yo, es ponerse en la situación cuando descubres que no eres nada. Otras maneras son de orgullo de uno. Si no lo seguimos, gastamos nuestras vidas, aclarando quién nos ama y quién no. (Pero debemos entender) que esto no tiene importancia.

Don Juan representaba al orgullo como un monstruo con 3000 cabezas. No importa cuantas cabezas cortes, los miles de éstas permanecerán. La tarea fundamental es no reaccionar. Si reaccionas, has perdido. No te ofendas cuando un tigre te ataca; simplemente te apartas a un lado para permitirle pasar.

Sin enemigos no somos nada. Tener enemigos, vivir con el conocimiento de la calamidad y del infortunio es una de las formas de nuestra existencia. Tenemos que librarnos de esa forma, pero esto puede tomar tiempo. Primero, uno tiene que convertirse en un luchador. Esto es nuestro primer nivel.

Mi libertad depende de mi existencia impecable. Sólo así puedo cambiar mi destino y dejar este mundo completamente.

Ni tecnología, ni gobierno pueden cambiar este mundo en tal grado como para satisfacer las necesidades de las personas que entienden, al fin de cuentas, que van a morir. El nuevo misticismo declara que a la Iluminación debe darse la prioridad, y no a los proyectos de cambios sociales.

Para destruir la certeza de que este mundo es tal como ustedes fueron enseñados, hay que aprender una nueva descripción del mundo —la brujería— y después mantener lo viejo y lo nuevo juntos.

Los europeos tratan sus cuerpos como si éstos fuesen objetos. Los llenan de alcohol, comida mala y ansiedad. Cuando algo desagradable pasa, creemos que el cuerpo fue atacado por los microbios. Don Juan no piensa de esta manera. Para él una enfermedad es producto de la discordancia entre el hombre y el mundo.

Estamos estrechamente relacionados con todo lo viviente. Algo cambia cada vez cuando hacemos daño a la vida vegetal o animal intencionalmente.

Nos sentimos tan importantes y nos tomamos tan en serio que olvidamos que este mundo es un gran misterio que puede enseñarnos, si lo escuchamos.

Si no hay ninguna manera de saber si tengo un minuto más de mi vida, entonces debo vivir como si fuera mi último momento. Cada acto de un guerrero es su última batalla. Por ende, hay que hacer todo impecablemente. No debemos dejar nada sin acabar. Esta idea ha sido muy liberadora para mí. Yo no tengo ningún asunto inacabado, nada se pospone y nada me liga. Yo hablo con usted aquí y nunca puedo volver a Los Ángeles. Pero esto no es de ninguna importancia, porque me preocupé de todo antes de venir aquí.

No se necesita mucha virilidad para hacer explotar algún edificio (en caso del terrorismo revolucionario), pero para dejar de fumar, dejar de estar ansioso o dejar la charlatanería interior, uno tiene que transformarse. La reforma real empieza aquí. (Una vez) Don Juan me dijo: «Yo no puedo imaginar como (este hombre) se preocupa tanto por los cuerpos de otras personas, mientras que no le gusta su propio cuerpo». (Ese hombre fumó todo el tiempo).

La recomendación para los guerreros es no tener ninguna cosa material en la que su poder pueda ser enfocado. Hay que enfocarlo en el Espíritu, en el verdadero vuelo a lo desconocido.

(Habiendo perdido «la forma humana»), me sentí desapegado y no sentí las influencias exteriores. Ninguna aversión abierta o disimulada hacia cualquiera quedó en mí. Era un sentimiento de quedarse apartado, la facultad de sumergirse en el momento y de pensar sólo sobre esta cosa nada más. Los actos de las personas no tenían la influencia sobre mí, porque yo no tenía ninguna expectativa. La calma extraña era el poder que guiaba en mi vida. Me sentí que, a pesar de todo, habría asido uno de los principios de la vida del guerrero, el desapego.

Don Juan dijo que el desapego no implica automáticamente la sabiduría.

Estamos examinando el arte del control de la conciencia. Las verdades que estamos analizando son los principios de este arte.

La primera verdad sobre la conciencia es que el mundo alrededor de nosotros realmente no es tal como lo pensamos. Nosotros pensamos que es un mundo de objetos, pero no lo es.

El significado de la existencia de todos los seres consiste en el crecimiento de la conciencia.

Todos caen en el error de que ver se hace con los ojos.

Ver no es un acto de los ojos. Ver es la alineación. La alineación de emanaciones, realizada normalmente, es la percepción del mundo diario, pero la alineación de emanaciones, que nunca se usan ordinariamente, es ver. Cuando tal alineación tiene lugar, uno ve. Por consiguiente, ver es el resultado de la alineación extraordinaria.

El truco de la conciencia consiste en permitir que las emanaciones fijas (externas) se unan con las que están dentro de nosotros. Los videntes creen que si dejamos que esto pase, nos convertiríamos en lo que nosotros realmente somos: en las conciencias fluidas, eternas, en un movimiento perpetuo.

http://es.native-american-spirituality.info/ensenanza_de_don_juan_matus.html

 

¿Ya conoces el carillón de campanas? Uno de los instrumentos más espectaculares del mundo

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En la Edad Media, un ejercicio recurrente era la creación de bestiarios. Se trataba de inventarios de bestias fantásticas con cualidades particulares, algunas terroríficas y otras preciosas. Cada uno de estos seres rebozaba en complejas anatomías que resultaban en una estética convulsa y un proceder intrigante.

Si los instrumentos musicales fuesen entidades (existen buenas probabilidades de que lo sean), y nos propusiéramos organizarlos jerárquicamente en un catálogo, uno de los espacios protagónicos lo ocuparía, sin duda, el carillón de campanas.

Se trata de un encaje de campanas articuladas en escala musical y que se activan con el golpe de un martillo controlado desde un teclado. Cada campana libera una nota distinta y, dependiendo de la cantidad de octavas que abarque, el instrumento puede tener un mínimo de 23 piezas de bronce, mientras que la cantidad estándar para utilizar el carillón en un concierto es de 48.

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La hermosa bestia que el carillón aparenta es, además, una bestia animada; una suerte de títere sonoro manejado de manera encubierta por un solo hombre que le confiere vida. El campanario vive impetuosa y sutilmente mientras el carillonista mueve las manos y los pies sobre el tablero, pero por la esencia perdurable del sonido de campanas sobrevive al hombre que las hace doblar. Un movimiento de su mano amplifica ecos perennes que se extienden en tiempo y en espacio como la voz penetrante de un ser mitológico.

El primer carillón de la historia surgió en Flandes en 1510, donde un juglar tocó música con las campanas del Ayuntamiento de Oudenaarde haciendo uso de un teclado. Hasta el día de hoy, los Países Bajos son el lugar con más carillones por kilómetro cuadrado, seguidos de Bélgica y Francia. Incluso se han abierto varias escuelas de “campanología” en esa zona del mundo, para que nunca falte quien haga sonar los impresionantes bronces. Pero el carrillón de campanas más grande del mundo, con 100 toneladas de peso y 53 campanas (la más grande, de 10 toneladas y la chica, de 4.5kg), está en Nueva York, en elRiverside Church, al oeste de Manhattan.

Para nuestra fortuna, una versión de aproximadamente 50 campanas de esta soberbia bestia de la música se hará escuchar en la ciudad de México el próximo 26 de octubre, enmarcada por un ecosistema de ritmos electrónicos a cargo del refinado productor Pantha du Prince. El evento celebrará la clausura del festival de Mutek Mx 2014, un evento que destaca por su propensión epifánica.

 http://pijamasurf.com/2014/10/ya-conoces-el-carillon-de-campanas-uno-de-los-instrumentos-mas-espectaculares-del-mundo/

domi Tu resonancia es la única autoridad

Resonancia es, mecánicamente hablando, lo que ocurre cuando una frecuencia externa coincide con la frecuencia natural de un sistema.

Si la frecuencia de algo coincide con la frecuencia de otra cosa, las dos entran en resonancia.

Esto es lo que hace que, por ejemplo, si tienes dos diapasones afinados a la misma frecuencia, al darle un toque a uno para ponerlo a sonar, el otro también comienza a vibrar. Los dos diapasones entraron en resonancia.

Juguemos con este ejemplo de los dos diapasones.

Imagina que la Consciencia Expandida que realmente eres (tu Alma, Yo Superior, o como quieras llamar a esa parte de tu existencia no física), sostiene uno de ellos.

Un diapasón que está afinado a la frecuencia de tu naturaleza. Sintonizado a la energía fundamental de tu existencia. A tu esencia como expresión particular e individualizada de la Existencia que eres.

Un diapasón siempre vibrando. Eternamente emitiendo el canto de quien eres realmente más allá de cualquier idea o identidad.

El otro diapasón es el que en cada ahora, en cada momento, sostienes al nivel de consciencia a través del cual percibes y creas tu experiencia humana.

Cada pensamiento, cada idea, cada significado, cada creencia, cada experiencia que en ti hay ahora, es el otro diapasón.

Lo que ocurre entonces es mecánica vibracional: si el pensamiento, idea, significado, creencia o experiencia que ahora tienes es de la misma frecuencia que la frecuencia de tu esencia y naturaleza espiritual, tu consciencia humana comienza a vibrar.

Te excitas, vibracionalmente hablando, a la misma frecuencia de tu Alma, porque estás conectado en tu consciencia con algo que es representativo de tu esencia.

Los dos diapasones, el de tu Consciencia Expandida y el de tu consciencia humana, han entrado en resonancia.

El pensamiento, la idea, el significado, la creencia o la experiencia a la que ahora le estás dando energía, resuena contigo.

Ese vibrar, esa excitación energética, ese reconocimiento de tu esencia, surge en tu cuerpo como entusiasmo.

Tu entusiasmo es, entonces, la experiencia humana de estar en resonancia con tu Alma.

Es el encuentro con los deseos que, a nivel de tu Consciencia Expandida, has escogido para ti.

Es el éxtasis de reconocerte. La dicha de conectar con tu verdad. La magia de sintonizar con quien realmente eres.

¿Y para qué estás aquí, en esta experiencia humana, si no es paravivir desde tu verdad?

¿Para qué estás consciente de tu existencia, si no es para expresar tu esencia?

Sólo tu Alma posee el diapasón primordial.

Y en cada pensamiento, idea, significado, creencia y experiencia con la que conectas en tu consciencia humana, está el otro diapasón. Éste vibrará o no según esté o no en resonancia –en alineación– con tu verdad.

Nada ni nadie más sabe lo que es mejor para ti. Nada ni nadie más conoce esa verdad –esa que no es una idea, sino el reconocimiento vibracional de tu naturaleza existencial, y de la particular forma en que deseas expresar, explorar y experimentar el juego de la creación.

Tú, al nivel de la perspectiva de la Consciencia Expandida que eres, eres la única autoridad. Eres quien, desde el amor incondicional e infinito de la Existencia, elige ser… tú.

Y nada ni nadie, tiene voz ni voto en este asunto.

Nada tiene el poder de negar los deseos de tu Alma.

Excepto una cosa: tú mismo. Lo único en la existencia que puede contradecir lo que a un nivel de consciencia expandido escoges, eres tú mismo, a otro nivel de consciencia.

Si te divierte contradecirte… ¡adelante! 😉

Pero seguramente puedes reconocer esto en tu experiencia: eso que llamamos paz y plenitud, sólo está disponible cuando nos sintonizamos a la frecuencia de nuestra más profunda autenticidad.

Cuando haces uso de tu resonancia –de tu capacidad innata de reconocer cuando estás alineado a tu naturaleza y esencia espiritual– para escoger los pensamientos, las ideas, los significados, las creencias y las experiencias con los que te quedas, tu expansión se acelera.

Tu vibra se eleva a aquella de tu Alma. Te sintonizas a la frecuencia del impulso de tu existencia. Y en tu vida se van haciendo cada vez más evidentes las sincronicidades que reflejan la alineación a tu Verdad.

¿Para qué carajo sirve toda esta vaina? 😉

Simple:

Para vivir plenamente la aventura que, desde el corazón de tu Alma, clamas por vivir.

Para tener la oportunidad de dejarte guiar por tu resonancia. De entregarte a reconocer que tu resonancia, como el sentir de tu alineación con tu Verdadero Ser, es una herramienta del Alma.

Al momento de escoger qué hacer…

¿Cambio de trabajo? ¿Me mudo? ¿Me comprometo con esta pareja? ¿Le doy fin a esta relación? ¿Abro mi propio negocio? ¿A dónde vamos de vacaciones? ¿Compro esto? ¿Qué del menú escojo para comer? ¿Qué me pongo? ¿Con quién salgo? ¿Voy a esta fiesta? ¿Me pongo a estudiar esto? ¿A qué me dedico? ¿Cuál es el mejor uso de mi tiempo?…

Usa tu resonancia. Déjate guiar por ella. Hazla tu única autoridad.

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P.D. Vivir por resonancia es un arte, no una ciencia. Es un asunto del corazón, no de la mente.

Si quieres apoyo para desaprender lo que te separa de tu resonancia, y aprender maneras prácticas para alinearte a tu Verdad, esta herramienta te puede servir.

http://elpoderdeser.com/resonancia-unica-autoridad

 

Descartes bajo escrutinio forense


Después de remover el pasado de Juana de Arco, Ricardo Corazón de León y Napoleón Bonaparte, un detective forense ha dado a conocer sus resultados revelando un secreto médico de René Descartes, uno de los fundadores de la filosofía moderna.

El cráneo del filósofo y matemático francés Rene Descartes, en el Musee de l’Homme (Museum of Mankind) on March 5, 2009, Paris

Tras un avanzado escáner del cráneo de Descartes, se reveló que tenía un crecimiento óseo masivo en su seno derecho, alojado cerca del puente de la nariz, según informaba el médico antropólogo francés Philippe Charlier.

René Descartes

El matemático francés del siglo XVII abrió el camino hacia el racionalismo con su obra «Discurso del método«, en el cual dictaba, «Je pense, donc je suis», «Pienso, luego existo.»

Murió en Estocolmo en 1650 a la edad de 54 años.

El cráneo de Descartes, que se encuentra en el Museo Nacional de Historia Natural de París desde 1821, se ha explorado usando la tomografía computerizada, que utiliza rayos X para crear una imagen rebanada a rebanada de un objeto.

La proyección descubrió una «masa densa radio-opaca» en el seno derecho de 5,4 centímetros cuadrados, siguió informando el equipo de Charlier.

Conocido como un osteoma, un tumor del seno puede causar una nariz bloqueada, «exceso de mucosidad», un cambio en el sentido del olfato, dolor facial y ojos llorosos.

«Los biógrafos no han descrito estos síntomas en René Descartes, aparte de un posible episodio aislado de migraña con aura en la noche del 10 de noviembre de 1619», caracterizado por alucinaciones visuales y auditivas repentinas, relataban en la revista The Lancet.

A pesar de su enorme tamaño, parece poco probable que el tumor haya desempeñado un papel en su muerte, concluyó la investigación.

Lo que realmente fue registrado es que Descartes murió de neumonía.

Charlier señaló que hay más secretos que sonsacar de los antiguos restos.

«Nuestras investigaciones deberían abrir el camino a un análisis funcional y fisiológico del individuo que vivió en este cráneo», dijo.

Charlier, de la Universidad de Versailles, en St. Quentin, París, está especializado en la exploración de los enigmas planteados por las reliquias históricas.

Anteriormente, él ha sido quien ha determinado que los fragmentos óseos autenticados por el Vaticano como provenientes de Juana de Arco, la santa patrona de Francia, que fue quemada en la hoguera por los ingleses, eran de un gato y una momia egipcia.

Él también destrozó la idea folclórica que contaba que Napoleón fue fatalmente envenenado por sus captores ingleses.

Los restos polvorientos del corazón de Ricardo I de Inglaterra, descubiertos en 1938 durante una excavación de la catedral de Rouen, revelaron que el órgano había sido embalsamado y tratado con incienso, demostrando que se manejó con sacra reverencia.

Charlier también encontró que el jacobino Maximilien de Robespierre probablemente sufría de un trastorno autoinmune paralizante, llamado sarcoidosis, una enfermedad que pudo haber jugado un papel indirecto en su caída.

Para sus críticos, Robespierre, fue el arquitecto del Terror, el responsable de la ejecución sumaria de miles de crímenes revolucionarios.

Para sus defensores, él era «el Incorruptible» porque defendió los valores de la Revolución hasta el final. Para sus detractores de hoy no fue más que un ‘fascista’ que pretendía sus fines sin importarle los medios para conseguirlo, aunque estos pasaran por el asesinato.


– Fuente: The Lancet .
– imagen. El cráneo del filósofo y matemático francés Rene Descartes, en el Musee de l’Homme (Museum of Mankind) on March 5, 2009, Paris
– Resto de imágenes todas, René Descartes, Juana de Arco, Ricardo I y Robespierre, de Wikipedia – See more at: http://bitnavegante.blogspot.com.es/2014/10/descartes-bajo-escrutinio-forense.html#sthash.ecUOWMaV.dpuf

La misteriosa Piedra Unido de la Gran Zimbabwe

Zimbabwe es el hogar de uno de los monumentos históricos más impresionantes de África – el monumento del Gran Zimbabwe. Construido hace 900 años, las enormes estructuras de piedra de la Gran Zimbabwe crean una vista impresionante, dejando a los visitantes a interrogarse sobre los acontecimientos históricos que ocurrieron hace muchos siglos. ¿Cómo se construyeron estas estructuras de piedra maciza? ¿Qué tipo de sociedad vivía aquí? ¿Por qué una estructura tan impresionante y duradera abandonado en última instancia?

El nombre ‘Zimbabwe’ es una forma inglesa de una palabra africana que significa «casas de piedra», por las ruinas del Gran Zimbabwe se componen de varias paredes de piedra, monumentos y edificios construido principalmente de granito. Las estructuras fueron creadas usando un método llamado obstruccionismo seco, lo que requiere un alto nivel de conocimientos de albañilería. La estructura interna contiene muchos pasillos y recintos.

Se extiende por casi 1.800 hectáreas de la zona sureste del país de Zimbabwe. Si bien puede parecer que la estructura fue nombrado después de que el país, en realidad es al revés.

Torre cónica en Gran Zimbabwe. Fuente de la imagen: Wikipedia

Se estima que la construcción se extendió por más de 300 años, y que los complejos albergaba una civilización de hasta 18.000 personas. El Gran Zimbabwe habría sido utilizado como asiento del poder político, que actúa como un palacio para el monarca de Zimbabwe. No se sabe quién construyó la Gran Zimbabwe, pero hay varios grupos que pueden haber estado involucrados, incluido el pueblo bantú del Gokomere, antepasados ​​de la etnia africana meridional conocida como el Lemba o venda, o una rama de la Shona- hablando de personas conocidas como el Karanga. –

Pared conservada de las ruinas del Gran Zimbabwe. Fuente de la imagen: Wikipedia

El Gran Zimbabwe fue finalmente abandonada, con las partes de que se caiga en la ruina. Sin embargo, muchas de las estructuras se mantienen en pie hoy en día, y el sitio ha sido reconocido como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Según algunos, los más impresionantes restos de la Gran Zimbabwe son los muros de piedra maciza. Las paredes fueron construidas de granito; un recurso natural local que se obtiene de la roca expuesta en las colinas de los alrededores. Las grandes losas eran fáciles de eliminar, el transporte, y la construcción, la creación de un conjunto amplio de las paredes de todo el complejo. –

Gran Zimbabwe, la imitación de piedra de un dintel de madera. Fuente de la imagen: Wikimedia

Las ruinas de la forma tres grupos arquitectónicos distintivos Gran Zimbabue, que han sido etiquetados como la Colina Complejo, Complejo Valle, y el Gran Recinto. Hay un cierto desacuerdo sobre el sentido o la finalidad de los tres grupos. Algunos dicen que cada grupo representa a un rey diferente, con nuevos gobernantes creación de una nueva residencia al tomar el poder. Esto sugeriría que el foco de poder se desplazó a lo largo del Gran Zimbabwe largo de los siglos. Otros sugieren que las agrupaciones se utilizaron consistentemente durante toda la vida del Gran Zimbabwe, con el servicio a cada complejo un propósito específico dentro de la sociedad; el Complejo Cerro posiblemente sirvió como un templo, el Complejo Valle era el lugar donde residían los ciudadanos, y el Gran Recinto albergaba al rey. –

 

El Complejo Hill en el Gran Zimbabwe. Fuente de la imagen: Wikipedia

Cierta evidencia de los pueblos que habitaban el Gran Zimbabwe viene de los artefactos que se han descubierto en la zona, incluyendo figuras de jabón, cerámica, gongs de hierro, marfil elaboradamente trabajado, hierro y alambre de cobre, azadas de hierro, puntas de lanza de bronce, lingotes de cobre y crisoles y cuentas de oro, pulseras, colgantes y fundas. Uno de los artefactos más notables descubiertos hasta la fecha se conoce como los ocho Zimbabue Birds. Las aves son de 16 pulgadas de altura, tallados en piedra de jabón y se habían colocado encima de monolitos de piedra maciza que estaban a un metro de altura. Desafortunadamente, las aves no fueron descubiertos in situ, por lo que no se sabe donde fueron colocados cuando se construya. Hay algunos indicios físicos que los pájaros Zimbabue fueron colocados en el recinto del Este del Complejo Hill. Los pájaros contienen ambas características humanas y similares a las aves, incluyendo los labios de un pico, y los pies de cinco toed para garras. Es posible que hayan sido símbolos de una presencia real. Determinar exactamente donde se encontraban las aves podrían dar una idea en cuanto a donde el rey o líder vivían dentro del Gran Zimbabwe. –

Copia de una de las aves de esteatita que se encuentran en el Gran Zimbabwe. Fuente de la imagen: Wikipedia

Ha habido mucha especulación en cuanto a lo que llevó a la caída de los habitantes de la Gran Zimbabwe, sobre todo aduciendo a una disminución de los recursos disponibles. Algunos dicen que puede haber sido debido a la disminución en el comercio desde el norte, o el agotamiento de los recursos en las minas de oro cercanas. Otros citan la inestabilidad política, el hambre y la escasez de agua causada por los cambios climáticos, lo que habría obligado a los ciudadanos a trasladarse a una zona con una mayor abundancia de recursos disponibles.

El Gran Zimbabwe dar a los visitantes una visión del paisaje de la civilización humana en el pasado, pero sigue siendo un gran enigma. Así que queda mucho por descubrir sobre el antiguo sitio – cómo llegó a ser, por lo que se construyó, cómo se utiliza, y por qué fue abandonado. Puede que nunca sepamos las respuestas a estas preguntas, pero todavía podemos admirar las ruinas impresionantes que le dieron al país de Zimbabwe su nombre.

Imagen destacada: Skyview de la Ciudadela de Gran Zimbabwe. Fuente de la imagen: Búsqueda de la Vida

Fuentes:

Gran Zimbabwe – El Museo Metropolitano de Arte. Disponible en: http://www.metmuseum.org/toah/hd/zimb/hd_zimb.htm

900 años de edad, reino piedra: Las impresionantes ruinas del Gran Zimbabwe – CNN. Disponible en: http://www.cnn.com/2014/01/29/travel/900 años de piedra-gran-zimbabwe/

Gran Zimbabwe – La historia de Africa (BBC). Disponible en: http://www.bbc.co.uk/worldservice/africa/features/storyofafrica/10chapter1.shtml

Zimbabwe Bird – Wikipedia. Disponible en: http://en.wikipedia.org/wiki/Zimbabwe_Bird

Gran Zimbabwe – Wikipedia. Disponible en: http://en.wikipedia.org/wiki/Great_Zimbabwe

Por MR Rees

– See more at: http://www.ancient-origins.net/ancient-places-africa/mysterious-stone-kingdom-great-zimbabwe-002196#sthash.L5jCBdRz.dpuf

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