Ciberguerra: los planes de la NSA no se restringen al control de las comunicaciones
El Gobierno de Estados Unidos está llevando a cabo un gran esfuerzo para emprender una amplia guerra en la red
Por Jon Queally, 19 de enero de 2015
El servicio de Inteligencia de la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos (NSA) no sólo está realizando una vigilancia masiva de las comunicaciones de Internet. El espionaje digital de la Alianza de los Cinco Ojos (formada por EEUU, Reino Unido, Canadá, Nueva Zelanda y Australia) quiere todavía más. Los archivos desvelados por Edward Snowden muestran que se están planeando guerras futuras en las que Internet juega un papel fundamental, con el objetivo de atacar redes informáticas y con ello afectar a las infraestructuras que controlan. Esta diapositiva es una presentación de la NSA, de su programa Quantumtheory.
De los documentos filtrados por Edward Snowden a los periodistas se desprende que la NSA tiene un enfoque mucho más amplio y siniestro de la guerra cibernética de lo que se pensaba hasta ahora.
Desde un punto de vista militar, la vigilancia de la Internet no es más que la Fase 0 en su estrategia de guerra cibernética por parte de Estados Unidos.
De los diversos artículos publicados en The New York Times y en el diario alemán Der Spiegel, se desprende que la Agencia de Seguridad Nacionalse dedica a algo parecido a una guerra de guerrillas, en la que sus operaciones de piratería en la red están diseñadas para ser indetectables, imposibles de rastrear, y por lo tanto, incomprensibles.
El equipo de periodistas del diario Der Spigel lo describe de la siguiente forma: “El Gobierno de Estados Unidos está llevando a cabo un enorme esfuerzo para emprender una amplia guerra en la red”. Y también dicen que la NSA junto a sus socios de los Servicios de Inteligencia de todo el mundo “han adaptado la negación convincente como principio rector de sus operaciones en Internet”.
New York Times: La historia de Corea del Norte
En Corea del Norte, antes de que se rodara “La entrevista”, esa película que finalmente no se estrenó debido a un incidente internacional, estuvo por medio la NSA.
De acuerdo con los datos aportados por el New York Times, los incidentes que rodearon el supuesto ataque informático por parte del Gobierno de Corea del Norte a Sony Pictures Entertainment el año pasado, debe ser visto a través del contexto de otros sucesos anteriores que se remontan a 2010, cuando la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos hizo un complejo esfuerzo para infiltrarse en las redes de Corea del Norte.
El Times informaba:
“Impulsados por la creciente preocupación acerca de las capacidades de desarrollo de Corea del Norte, la agencia de espionaje estadounidense se introdujo en las redes chinas que conectan a Corea del Norte con el exterior…contando con la ayuda de Corea del Sur y otros aliados de Estados Unidos, según ex funcionarios estadounidenses. Expertos en informática informaron más tarde sobre estas operaciones, también reveladas por un reciente documento de la NSA.
Un programa de la Agencia de Seguridad pretendía colocar malware para llevar un seguimiento de la actividad de los ordenadores y las redes utilizadas por los hackers de Corea del Norte, que Corea del Sur calculó recientemente en unas 6000 personas. La mayoría de ellas bajo el mandato de las Agencias más importantes del país, Reconnaissance General Bureau, y Bureau 121, una unidad secreta para operaciones de hackeo, que dispone de un puesto avanzado en China.
Der Spigel. La carrera de armamentos en la red: la NSA prepara a Estados Unidos para una futura batalla
Como informaba Der Spiegel el pasado domingo, la NSA ha estado construyendo y ampliando sus capacidades para la guerra cibernética ofensiva durante años:
“De acuerdo con documentos de la NSA clasificados como del alto secreto y en poder del analista Edward Snowden y consultados por Der Spigel, se están planeando para el futuro guerras en las que Internet jugará un papel fundamental, con el objetivo de utilizar la red para atacar redes de ordenadores e intentar neutralizar las infraestructuras que controlan, incluyendo las relacionadas con la energía, el agua, las fábricas, aeropuertos o las transacciones de dinero.
Durante el siglo XX, los científicos desarrollaron las llamadas armas ABC, atómicas, biológicas y químicas. Fueron necesarios muchos años antes de que su despliegue estuviera sujeto a marcos legales y, al menos en parte, fuese ilegal su empleo. Las nuevas armas digitales se han desarrollado para la guerra en Internet. Pero apenas existen convenios internacionales para el control de estas armas D. La única ley que rige es la de la supervivencia del más apto.
Ya el teórico canadiense Marshall McLuhan previó esta evolución hace décadas. En 1970 escribió: “La tercera guerra mundial será una guerra de guerrillas por la información, sin ninguna distinción entre militares y civiles”. Esta es precisamente la realidad que las agencias de espionaje están preparando hoy”.
La Armada, la Infantería de Marina y la Fuerza Aérea del Ejército de Estados Unidos ya han creado sus propias fuerzas cibernéticas, pero es la NSA, también oficialmente un organismo militar, es la que está tomando las riendas”.
Más adelante, en el artículo aparecido en Der Spiegel se describen en uno de los documentos filtrados por Snowden las pretensiones de vigilancia de la NSA, que serían sólo un primer paso en sus intentos de controlarlo todo, una frase que se usa para describir el control de la casi totalidad de las redes mundiales de comunicación. De acuerdo con un análisis del documento:
“Desde el punto de vista militar, la vigilancia de la Internet sólo es la Fase 0 en la estrategia de guerra cibernética de Estados Unidos. Los documentos internos de la NSA indican que el requisito previo para todo lo que viene después. El objetivo de la vigilancia es el de detectar vulnerabilidades en los sistemas enemigos. Una vez que se han logrado colocar los implantes furtivos para infiltrarse en los sistemas enemigos, ya se puede obtener un acceso permanente y a continuación, en la fase tres, se ha logrado el control de la información ( dominio). Esto permite la destrucción de sistemas y redes críticas a voluntad a través de accesos pre-posicionados ( establecidos en la Fase 0). Infraestructuras críticas son consideradas por la Agencia todas aquellas que son importantes para el funcionamiento de una sociedad: energía, comunicaciones y transporte. Los documentos internos afirman que el objetivo final es el progresivo control en tiempo real”
En una presentación de la NSA se proclama: “el próximo gran conflicto se iniciará en el ciberespacio”. Con este fin, el Gobierno de Estados Unidos está llevando a cabo un enorme esfuerzo para armarse digitalmente para la guerra en la red. Para estos servicios de Inteligencia en el año 2013 la NSA calculó que se necesitarían alrededor de mil millones de dólares con el fin de aumentar la fuerza de sus operaciones de ataque a las redes informáticas. Este presupuesto incluía el aumento de 32 millones de dólares para soluciones no convencionales, sólo para este capítulo.
Los periodistas de Der Spiegel describen las tácticas de la NSA como una especie de guerra de guerrillas digital, en la que se establece poca diferencia entre militares y civiles.
Escriben: “Es un enfoque estremecedor. Estamos viendo como el espionaje digital socava de forma deliberada las bases del Estado de Derecho en todo el mundo. Este enfoque supone una amenaza que podría transformar Internet en una zona sin ley en el que las superpotencias y sus servicios secretos operan de acuerdo a sus propios caprichos, no haciéndose responsables de sus propios actos”.
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