Recordó que los sueños de los hombres pertenecen a Dios y que Maimónides ha escrito que son divinas las palabras de un sueño, cuando son distintas y claras y no se puede ver quién las dijo.
Jorge Luis Borges, “El milagro secreto”
Porque las palabras que había oído hasta entonces, hasta entonces lo supe, no tenían ningún sonido, no sonaban; se sentían; pero sin sonido, como las que se oyen durante los sueños.
Juan Rulfo, Pedro Páramo
Inmemorialmente, los sueños han sido objeto de fascinación y misterio. Con cierto pensamiento mágico se les ha tomado casi siempre como mensajes que atañen a nuestra vida pero que, por alguna razón, llegan a nosotros cifrados, cubiertos por el velo del simbolismo y el sentido figurado. Hay quien se sueña, por ejemplo, con su edad actual y en compañía de su padre, a pesar de que éste hace muchos años que falleció, o quien sueña que cruza los aires sirviéndose de nada más que su propio cuerpo, aunque sabemos bien que volar nos está impedido a los seres humanos.
Con todo, cuando repasamos el sueño, sin importar qué tan ilógico o fantástico haya sido, con cierta frecuencia nos queda la sensación de que ahí hay un mensaje, que el sueño quiere decir algo —quiere decirnos algo. De Artemidoro a Freud y de ahí a la neurociencia contemporánea, el ser humano se ha esforzado por descifrar sus sueños, por descomponer la revelación para entenderla, por encontrar su sentido con respecto a la propia vida.
En dicha línea se inscribe Ian Wallace, un psicólogo que ha cobrado fama recientemente porque ha hecho del sueño su campo de estudio y cabría decir que incluso de acción. Desde que comenzó a ejercer su profesión hace casi 30 años Wallace se inclinó hacia el análisis e interpretación de los sueños de sus pacientes, con lo cual ha escuchado y tomado nota de más de 150 mil y a partir de esto ha encontrado ciertas recurrencias que, asegura, pueden mirarse como generalizaciones, como si casi en todos los casos en que alguien sueña con estas cosas, el motivo principal del sueño puede tomarse con cierto significado específico.
“The High Sign” (Buster Keaton, Edward F. Cline; 1921)
Soñar con una habitación sin utilizar
Usualmente, la casa en un sueño se interpreta como la propia personalidad o carácter del soñante, y sus habitaciones como sus cualidades vistas por separado. Si sueñas con una habitación desocupada y que luce sin utilizar, según Wallace se debe a que en ese momento de tu vida estás explorando o descubriendo un talento tuyo que no conocías.
¿Qué puedes hacer?
Seguir sobre ese camino. Explorar las habitaciones, abrir puertas. En sueños y también en la vida real.
“Three Ages” (Buster Keaton, Edward F. Cline; 1923)
Un vehículo fuera de control
¿Te has soñado manejando un automóvil, pero en condiciones angustiosas porque has perdido su control? Para Wallace, el auto simboliza tu habilidad para trabajar sostenidamente en pos de un objetivo y, por lo tanto, si sueñas que no puedes mantenerlo sobre el camino, puede ser porque temes no poder conseguir lo que quieres.
¿Qué puedes hacer?
Según el psicólogo, la clave es no intentar tener el control, sino relajarse y dejar que tu intuición te guíe por el mejor camino.
“Paprika” (Satoshi Kon, 2006)
Caer
Soñar con caer es sin duda uno de los motivos más comunes en los territorios oníricos de la humanidad. Hay quien asegura que se trata de un residuo de nuestros ancestros y su temor de dormir a la intemperie. Wallace, desde la psicología, asegura que el sueño puede tomarse como reflejo de una situación delicada en la vida diurna de la cual el soñante pende con intranquilidad.
¿Qué puedes hacer?
Como en el sueño anterior, Wallace aconseja prestar menos atención y energía a querer tener el control y más bien intentar tener confianza y entender que “las cosas caen por su propio peso”.
Volar
Otro sueño que muchos hemos tenido. Su interpretación es en cierta forma alentadora: para Wallace, se trata de una metáfora de que el soñante ha perdido un peso en su vida consciente que hasta ese momento le impedía conducirse con ligereza por la vida.
¿Qué puedes hacer?
Disfrutar. Haya sido por suerte, coincidencia o por una decisión totalmente voluntaria, disfruta esa sensación de libertad que da no cargar más con el fardo de una limitación innecesaria.
¡Examen! ¡Y no estudié!
Estás en la escuela, en tu mesa de siempre, tal vez hablando con alguno de tus amigos mientras el profesor explicar algo profundamente aburrido. De pronto, ¡examen! Y comienzas a sentir cómo crece la sensación angustiante de que no estás preparado.
Si has soñado eso, que tienes que resolver un examen pero te das cuenta de que no te sientes capaz de hacerlo, puede ser un indicio de que examinas tu vida con demasiado rigor, con mucha exigencia sobre ti mismo.
Wallace aconseja que, en vez de ejercer esa crítica severa, te des cuenta que la verdadera prueba de vida es aceptar tus propias capacidades y talentos, celebrar los triunfos conseguidos por éstos y aprender de tus fracasos. Y no quedarte en la esterilidad de sólo juzgarte a ti mismo.
Desnudo en público
La desnudez en sueños puede tener múltiples significados, pero cuando se presenta en una situación pública, casi siempre se debe a que hay algo en la vida consciente del soñante que lo hace sentirse expuesto, vulnerable.
¿Qué puedes hacer?
Mostrarte como eres para que te des cuenta de que casi siempre el miedo al ridículo, al qué dirán, a la consideración de los otros, es infundado.
Con ganas de ir al baño… y no puedes encontrar uno
En su sentido más elemental, los baños son los lugares donde satisfacemos una de nuestras necesidades más elementales. Si no puedes encontrar uno en sueños a pesar de las muchas ganas que sientes de orinar o defecar probablemente sea porque, según Wallace, en tu vida estás encontrando dificultad para atender tus propias necesidades y, por lo mismo, para satisfacerlas.
¿Qué puedes hacer?
Dar más importancia a aquello que tú necesitas, antes que intentar complacer las necesidades de otros.
Dientes que caen
Popularmente se cree que soñar con perder dientes es signo de mal augurio. En psicología, los dientes están asociados a la confianza que tenemos en nosotros mismos. Por eso, soñar con que caen significa… claro, una pérdida de confianza.
¿Qué puedes hacer?
Ante un sueño así, Wallace aconseja considerar la situación que perturba no como algo que minará tus capacidades o tu confianza sino como una oportunidad o un desafío, además de ponderarla en su justa dimensión, en los hechos que la componen.
Ser perseguido
La fantasía angustiante por excelencia. La persecución en un sueño puede hablar de un asunto de la vida consciente que el soñante no se atreve a encarar, quizá porque siente que no sabe cómo hacerlo.
¿Qué puedes hacer?
De acuerdo con el psicólogo, este sueño insta al soñante a enfrentar la dificultad de la cual huye pensando que si bien de inicio puede parecer atemorizante, si es capaz de superarla, entonces ya nadie le quitara esa satisfacción ni el aprendizaje obtenido.
Esto no lo dice Wallace, pero a juzgar por sus recomendaciones, es interesante esa doble naturaleza del sueño por la que, al mismo tiempo que señala el problema y llama nuestra atención sobre aquello que nos perturba en cierto momento de la vida, así también ofrece la solución, como si uno y otra, la dificultad y la forma de superarla, convivieran en el mismo núcleo, y nosotros tuviéramos el conocimiento de ambas pero nos negáramos a aprehenderlo.
http://pijamasurf.com/2015/10/estos-son-los-9-suenos-mas-recurrentes-en-el-ser-humano-y-hacia-que-significado-apuntan/