Archivo por días: octubre 19, 2015

La evolución de la conciencia Por Alejandro Lodi

A lo largo de nuestra vida como individuos vamos desarrollando conciencia. Entendemos por conciencia el registro de sí mismo y del mundo que nos rodea, de lo que somos y de lo que nos ocurre, de nuestra identidad y de nuestro destino. Este registro es tanto sensible como racional, y evoluciona. Esto significa que la conciencia no es fija, no permanece igual a sí misma, sino que tenemos la posibilidad de profundizar en nuevas dimensiones de nuestro ser, de recorrer nuevos vínculos con la realidad.
¿En qué sentido podemos decir que este proceso de la conciencia es de «integración»? En su dinámica, la conciencia va desarrollando identificaciones con contenidos parciales de la estructura global. Lo que “creemos ser”, aquello que definimos ser en cada momento de nuestro vida, nuestra sensación de identidad, es en verdad un fragmento de la totalidad que somos. Desde esas identidades fragmentarias nos vinculamos con los demás y con el mundo, creyendo que «yo» y «mundo» están definidamente separados. Sin embargo, esa barrera es ilusoria. La división entre yo y los otros, lejos de ser definitiva, varía de acuerdo a la capacidad de sensibilidad y discernimiento que expresa la conciencia. Profundamente, en cada estadio de su desarrollo la conciencia nos va revelando que forma parte de lo que somos aquello que hasta ahora creíamos exterior. Y en la medida que somos conscientes de lo fragmentario de nuestras identificaciones, es posible entonces que se genere una expansión de nuestra sensación de ser e integremos (es decir, que reconozcamos como propias e incluyamos) cualidades hasta ahora rechazadas (negadas, proyectadas, etc.).
Así, se desarrolla una dinámica en la cual:

1) nos identificamos con rasgos parciales de nuestro ser,
2) definimos allí una identidad y deseos personales desde los que nos vinculamos al mundo,
3) la frustración de esos deseos generan conflictos que llevan a una crisis de esa identidad parcial, crisis en la que se pone en juego nuestra capacidad de responder a propósitos más vastos (esto es, de responder a lo que no ocurre tal como deseamos).

En este punto clave del proceso (crisis de identidad) pueden manifestarse diferentes respuestas:

Cristalización de la identidad: nos refugiamos en lo que “creemos ser”, extremando la polarización entre «yo» y «destino», rechazando cualquier posibilidad de cambio.

Conversión de la identidad: nos reconocernos en cualidades que son antagónicas a aquellas con las que hasta ahora nos identificamos, abandonando a éstas y “creyendo ya no ser eso”, confirmando de este modo la polarización entre “lo que creo ser” y “lo que creo no ser”.

Integración de la identidad: cesamos en nuestra identificación exclusiva con aquellos rasgos parciales, generando una expansión de nuestra sensación de identidad. Esta ampliación permite incluir cualidades hasta el momento no reconocidas de nosotros mismos. Aquello que polarizaba con la identidad y aparecía como «destino» es reconocido ahora como constitutivo del ser.

Parece muy claro que la posibilidad de auténtica integración implica aceptar la necesidad de conformar identidades parciales funcionales (que, aunque fragmentarias, nos permiten interactuar con el mundo), tanto como trascenderlas (cuestionándolas como centros exclusivos de la totalidad e incluyéndolas como partes) para acceder a despliegues más plenos de conciencia. El proceso de integración implica reconocer que aquellas identificaciones parecen necesarias para que el proceso vital mismo sea posible, y que en sus sucesivas crisis y transformaciones (cesación o muerte a la sensación de exclusividad, de ser todo) terminan por constituirse en diferentes vehículos que conducen la revelación del propósito esencial de nuestra vida (ser parte de un todo mayor).

La conciencia como río

¿Cómo aparece este proceso reflejado en la lógica astrológica? ¿qué herramientas aporta la carta natal de un individuo para acompañar y significar este recorrido de su conciencia? Para evitar el tecnicismo y la extrema abstracción, utilizaremos para nuestra reflexión astrológica la observación de un fenómeno de la naturaleza. Estableceremos así una analogía entre el desarrollo de la conciencia y la corriente de un río.
Comencemos diciendo que en lo que acabamos de exponer surge una lógica circular y aparentemente paradójica. Habiéndose elevado desde el mar, condensándose en nubes, algunas gotas (algunos fragmentos) de ese vasto océano lograron conocer alturas de las que ahora descienden bajo la forma de río, anhelando volver a aquella unidad. Participando de lo universal y vasto (océano), algo se discrimina y fragmenta (gotas de lluvia), y emprende un complejo camino de regreso (río).

El proceso de la conciencia se asemeja a ese retorno. Diferenciados de la matriz uterina , nacemos y nos desarrollamos como entidades psicológicas. Vamos identificándonos con algunos fragmentos, confundiéndolos con la totalidad que somos, y desde ellos vamos vinculándonos con nuestro destino. Seguramente, en tanto no confirme nuestros propósitos, este destino será resistido creyéndolo ajeno a nosotros. Sin embargo, quizás podamos ir percibiendo que los obstáculos y desvíos, en verdad, van revelando una trama, el auténtico cauce de nuestra vida. Y este trazado, aunque no resulte la línea recta que deseamos, conduce inexorablemente al encuentro con la totalidad. El encuentro con el océano es inevitable.
Ahora, en su recorrido, ese río encuentra vados, espacios en los que lo turbulento parece aquietarse y la dirección del cauce adquirir un nuevo sentido. Cada uno de estos vados representan diferentes niveles de la conciencia y tienden a constituir identidades que los expresan. Estas identidades representan instancias en las que el trepidante flujo vital se aplaca. Mediante la constitución (construcción) de nuestras fragmentarias identificaciones psicológicas se logra contener a aquella intensidad.
En este sentido, estos vados, estos niveles de identificación, tienen un significado funcional y operativo. Parecen permitir condiciones que hacen posible el desarrollo del propósito vital esencial, y evitan que distintas corrientes del río caoticen su curso. Pero también resultan instancias que invitan a la fantasía de refugio, a desertar del compromiso con lo amplio y trascendente, y recluirse en la aparente comodidad de esa calma, resistiendo la presión del río que convoca a seguir circulando (confundir la parte con el todo).
Así, un contenido fragmentario, un cierto conglomerado de factores, se constituye en la parcialidad que hegemoniza el centro de la identidad y desde allí organiza la totalidad de la psiquis. Decimos que la persona se identifica con -siente ser- esos rasgos nucleados y los confunde con el todo. Cree que el vado puede contener definitivamente la corriente del río.

La carta natal y los estadios de conciencia

Desde lo astrológico, podríamos reconocer que la vida individual despliega tres estadios o niveles de conciencia bien diferenciados , en los que desarrolla las distintas identificaciones. A estos estadios o niveles los llamaremos:

1.- Complejo lunar.
2.- Nexo solar.
3.- Estímulos de integración.

El estadio del complejo lunar es aquel en el que se constituye las primeras imágenes de identidad. Al elaborarse en los primeros años de vida, estas tempranas sensaciones de ser se basan en supuestos condicionados por la supervivencia y la dependencia externa. Así constituidas, ligadas a la vulnerabilidad, a la incapacidad de autonomía y a la urgencia de otro para satisfacer necesidades básicas, las primeras identificaciones muestran una adhesión emocional y afectiva por parte de la conciencia que las hacen persistentes en el tiempo. Seguimos creyendo en ellas, creemos ser eso, mucho más allá de lo necesario, como si aún en la vida adulta tuviésemos la fragilidad y carencia que tuvimos en la cuna. Es por esto que el complejo lunar representa el estadío más regresivo de nuestra estructura psicológica , y su crisis como identificación exclusiva de la conciencia caracteriza a la adolescencia y la juventud temprana .
Los puntos de una carta natal a los que puede suponerse que la conciencia recurrirá para elaborar estas primeras imágenes de identidad son:

.- Luna por signo y por casa.
.- Aspectos de la Luna.
.- Casa IV y su relación con el Ascendente.
.- Planetas en Casa IV.
.- Regente de la Casa IV.
.- Nodo Sur.

El estadio de nexo solar es el espacio en el que la conciencia comienza a ampliarse más allá de su identificación exclusiva con lo lunar. Las características solares facilitan la decisión de experimentar el riesgo de la autodeterminación, de descubrir el propio talento para la supervivencia más allá de las formas del pasado que, aunque quizás resulten seguras y estables, comienzan a percibirse como severamente condicionantes e inhibidoras. Este estadio se caracteriza por la búsqueda de constituir una identidad personal sólida, autocentrada, que sirva como plataforma para la realización de nuestras potencialidades. Existe una búsqueda de algo auténtico, de lo genuino “dentro de sí”, tanto como una necesidad de logro y éxito en el mundo. Se percibe que los propósitos personales han logrado superar el regresivo condicionamiento lunar, y que, por lo tanto, ahora sí pueden coincidir con la realidad .
En una carta natal, el nexo solar aparece indicado en los siguientes puntos:

.- Sol por signo y por casa.
.- Sol por aspectos.
.- Los planetas personales por signo, casa y aspectos .

El estadio de estímulos de integración es aquel en el que la conciencia comienza a abrirse y a aceptar que la vida individual y personal se inscribe en un orden que la trasciende. El destino y sus contrariedades comienzan a ser percibidos como la revelación de un propósito esencial al cual resulta necesario saber integrar. «Integrar» implica aquí reconocer a aquello que parece contradecir mi deseo personal e incluirlo como parte (y acaso como clave) de aquello que profundamente soy. Soy mi destino. En este nivel de desarrollo de la conciencia, la pregunta “¿qué pretendo yo de la vida?” va siendo desplazada por aquella que interroga “¿qué se propone la vida conmigo?” .
Obviamente, los indicadores que pueden dar una insinuación (y apenas eso) de estos estímulos a una integración plena son:

.- Júpiter y Saturno como articuladores del acceso a la dimensión transpersonal.
.- Los planetas transpersonales por casa y aspecto.
.- La casa XII.
.- El nodo Norte.
.- El Ascendente y su relación dinámica con el Medio Cielo.

El río, sus vados y los estadios de conciencia

¿Cómo se relacionan estos estadios con nuestra metáfora del río de la conciencia?
En el comienzo, nuestra experiencia de la conciencia, nuestra experiencia de río, se inicia en el contenedor núcleo de pertenencia familiar. El estadio del complejo lunar. Allí desarrollamos los primeros bordes de identidad, aparentemente firmes y estables, y que tempranamente confundimos con la totalidad de lo que somos. Ya sean placenteros o no, parecen definitivos y absolutos, en el sentido que promueven la sensación de asegurar la supervivencia y de proveer de aquello que realmente necesitamos para vivir .
El estadio del complejo lunar sería de este modo “el primer vado”, o mejor un pequeño lago en lo alto de una montaña, en el cual las gotas de lluvia comenzaron a aglutinarse y supieron permanecer contenidas. De no mediar circunstancias de presión, el deseo no sería otro que quedar allí, en la estabilidad de ese espacio contenedor, en la serenidad que no parece necesitar ningún cambio.
Ahora bien, en verdad, estos vados reciben afluentes que convergen en él ampliándolo, fundiéndolo con otros cursos de agua. Después de cada “experiencia de vado” resulta más complejo definir la identidad del río, reconocerlo por el mismo nombre (la misma forma) que tuvo cuando empezó a correr. El caudal será otro, lo mismo que el color, los peces que lo habitan, etc.
Estas convergencias son nuestros encuentros vinculares, encuentros que nos transforman y modifican por ampliación y, por lo mismo, no nos permiten seguir siendo los mismos. Nos desplazan de la quietud autoreferente para enriquecernos. Nos enriquecen al tiempo que nos tornan más complejos. Nos expanden al tiempo que nos funden en expresiones vitales que hasta este momento sentíamos ajenas.
Así, si bien la conciencia parece necesitar de ese vehículo funcional (las identificaciones parciales) para experimentar la vitalidad en la sustancia concreta de nuestra vida individual, luego pugna por ampliarse y trascenderlo. Esta búsqueda no responde a la voluntad personal ni a una disposición del individuo aislado.
Es decir, esta posibilidad de ampliación no es una cualidad propia del río en su cauce conocido, sino una consecuencia de su receptividad a los afluentes. Esta búsqueda se plasma en las convergencias vinculares, en el encuentro con otros. Y su profundo sentido se revela en nuestras vidas provocando crisis. Son las crisis de identificación, las crisis de lo que creemos ser. Estas crisis representan una oportunidad de expansión de conciencia.
El mundo de las relaciones vinculares, el encuentro con afluentes, permite desarrollar una resonancia armónica con la totalidad a partir de lo que se vive como conflicto desde lo aislado y fragmentario. Armonía a través del conflicto. Revelación de un cauce profundo a partir de incluir aceptando ser transformado. La totalidad de lo que somos (la dimensión transpersonal) reclama ser incluida en aquello que definimos ser (las dimensiones lunar y solar). Y, siendo que nos definimos a partir de fragmentos, resultan inevitables estos momentos de transformación profunda de los contenidos que ocupan el centro operativo de la identidad.
Básicamente, la personalidad puede responder a esta propuesta transformadora de dos maneras:

1.- Sintiendo la oportunidad de liberarse de ese modo restringido de definirse a sí misma y ampliándose así a la experimentación de nuevas potencialidades.
2.- Resistiendo la transformación y aferrándose a la definición conocida, a riesgo de cristalizarse en una forma carente de vitalidad y, por lo tanto, de funcionalidad.

En general, se viven estas dos modalidades simultáneamente en forma de tensión y conflicto, hasta que algún núcleo de factores (regresivo o progresivo) define las características que ejercerán la apariencia de predominio hegemónico en el centro de identidad.

Podríamos suponer que las crisis de transición del complejo lunar (de identidad centrada en forma exclusiva en lo lunar) a la expresión solar comienzan a manifestarse en la edad de la adolescencia y se instalan más imperativamente hacia los 21 años. Y la crisis de transición del estadio del nexo solar (de identidad centrada en forma exclusiva en lo solar-lunar) a la inclusión de lo transpersonal (estadio de estímulos de integración) acaso comience a intuirse hacia la mitad de la vida (esto es, la arquetípica crisis de los 42 años).
En cada caso, una identificación fragmentaria, que hasta allí se mostró efectiva, comienza a revelarse como un sistema de reacciones condicionadas, un sistema poco eficiente para establecer vínculos con la realidad. En verdad, esas identidades parciales resultan estructuras provisorias y justifican su existencia en la medida que son capaces de responder al potencial de expansión de la conciencia. Una vez que esta estructura de identidad agota su capacidad operativa, necesita entrar en crisis y ser transformada. De no ser así, comenzará a dar respuestas regresivas, de repliegue antes que de trascendencia y amplitud.
El movimiento de la conciencia no debe ser necesariamente abrupto. Esta transformación no tiene por qué ser operada como un corte imprevisto o compulsivo de una continuidad lineal que no preanunciaba alteración alguna, sino que puede resultar una modulación: el declive y retiro de una modalidad, hasta ese momento hegemónica, y el surgimiento e instalación de una nueva.
Esto representa un salto integrador de la conciencia. No implica la claudicación de una modalidad a expensas del triunfo de otra, lo cual reflejaría la lógica antagónica y excluyente de la batalla de polos (cristalización o conversión), sino la pérdida de control hegemónico de un fragmento que queda ahora incluido en una unidad mayor (integración), unidad en la que se establecen nuevos vínculos asociativos entre factores antes aislados o no integrados. Y en esa nueva unidad se desarrollará un nuevo centro operativo de identidad .

Bibliografía

Bailey, Alice A. Tratado sobre los Siete Rayos. Buenos Aires, Fundación Lucis Argentina, 1958.
González I., Lodi, A. y Steinbrun H. La carta natal como guía en el desarrollo de la conciencia.
Buenos Aires, Kier, 2004.
Visser, Frank. Ken Wilber o la pasión del pensamiento. Barcelona, Kairós, 2003.
Wilber, Ken. El proyecto Atman. Barcelona, Kairós, 1988.
– . El ojo del espíritu. Barcelona, Kairós, 1998.

* Trabajo presentado en el IX Congreso GeA
alejandrolodi@hotmail.com

http://www.astrotranspersonal.com.ar/lodi1.htm

¿Puede el discernimiento producir una mutación en las células cerebrales?

Nota: El interlocutor que también participa del diálogo es G. Narayan, en ese momento director de la
escuela de Rishi Valley.

DAVID BOHM : Usted ha dicho que el discernimiento transforma las células cerebrales y me pregunto si podríamos discutirlo.

KRISHNAMURTI : Tal como está constituido el cerebro funciona en una sola dirección; memoria, experiencia, conocimiento. Ha funcionado en esa área tanto como le fue posible, y la mayoría de las personas están satisfechas con eso.

DB : Bueno, no conocen ninguna otra cosa.

K : Y también han dado al conocimiento un lugar de máxima importancia. Si uno se interesa en el cambio fundamental, ¿por dónde ha de empezar? Suponga que «x» siente que él seguirá yendo en cierta dirección establecida por la humanidad. Ha estado recorriendo ese camino siglo tras siglo, y se pregunta qué es el cambio radical; si concierne al medio ambiente o a las relaciones humanas; o si es un sentimiento de amor, el cual no se encuentra en el área del conocimiento. ¿Dónde debe comenzar? ¿Comprende mi pregunta? A menos que ocurra alguna mutación aquí adentro, dentro de mi mente, del cerebro, yo puedo pensar que he cambiado, pero ese es un cambio superficial, no un cambio en profundidad.

DB : Sí. Lo que eso implica es que el actual estado de cosas afecta no sólo a la mente sino también al sistema nervioso y al cuerpo. Todo se halla predispuesto de determinada manera.

K : Por supuesto. Eso es lo que quise decir, todo el movimiento se encuentra establecido de determinada manera. Y siguiendo ese patrón, yo puedo modificar, ajustar, pulir un poco más, un poco menos, etc. Pero si un hombre se interesa en el cambio radical, ¿por dónde ha de empezar? Como dijimos el otro día hemos confiado en el entorno o en la sociedad o en diversas disciplinas para producir un cambio en nosotros, pero yo siento que todas esas cosas se encuentran en la misma dirección.

DB : En cuanto que ellas emanan de esto, de la manera en que el cuerpo y la mente s hallan establecidos, no van a cambiar nada. Se trata de una amplia estructura que está en el cerebro, en el cuerpo y en toda la sociedad.

K : Sí, sí. Entonces, ¿qué he de hacer? ¿Qué tiene que hacer «x»? Y al formular la pregunta, ¿qué es lo que ha de cambiar?

DB : ¿Qué es lo que usted entiende exactamente por «¿qué es lo que ha de cambiar?» ¿Qué es lo que debe ser cambiado?

K : Sí, ambas cosas: qué es lo que debe ser cambiado y qué es lo que ha de cambiar. Básicamente, ¿qué es lo que ha de cambiar? «x» ve que él puede cambiar ciertas cosas en esta dirección, pero para ir más lejos que eso, ¿qué hay que hacer? Estoy seguro de que el hombre se ha formulado esta pregunta. Usted debe habérsela formulado. Pero aparentemente, la mutación no ha ocurrido. ¿Qué ha de hacer «X» entonces?. Él comprende la necesidad de una revolución radical, una revolución psicológica; percibe que cuanto más cambia, ese cambio es la misma cosa que continúa; cuanto más investiga dentro de sí, ve que la investigación permanece igual, etc. ¿Qué es lo que ha de cambiar entonces, a menos que «X» descubra un modo de cambiar el cerebro mismo?

DB :¿Pero qué cambiará al cerebro?

K : Eso es. ¡El cerebro ha estado siguiendo un patrón durante milenios! Me parece que ya no se trata de «qué» debería yo cambiar. Es esencial que yo cambie.

DB :Estamos de acuerdo, entonces, en que tiene que haber un cambio, pero la pregunta sigue en pie, ¿cómo puede el centro cambiar?

K : Uno debe llegar a ese punto. Sí esta pregunta se la hace a usted como científico, o como ser humano comprometido con la ciencia, ¿cuál sería su respuesta?

DB : Yo no creo que la ciencia pueda habérselas con eso, porque no llega tan lejos. No puede de ningún modo investigar tan a fondo la estructura del cerebro. Muchas cuestiones apuntan a la relación entre el cerebro y la mente, cuestiones que la ciencia no ha sido capaz de resolver. Algunas personas dirían que no hay nada más allá del cerebro…

K : Puramente materialista; entiendo todo eso.

DB : Si no es una cuestión materialista, entonces por ahora la ciencia tiene muy poco que decir al respecto. Tal vez algunas personas lo intentarían, pero la ciencia en general ha sido más exitosa, más sistemática al tratar con la materia. Cualquier intento de hacerlo de otra manera no se ve muy claro.

K : Entonces usted le diría a «X» que cambie internamente, en las células cerebrales, etc. Mi inmediata respuesta a eso es: ¿cómo? Todo el mundo pregunta eso. No es un asunto de fe. No es cosa de cambiar un patrón por otro. De modo que usted me deja sin ninguna dirección, ¿correcto? Me deja sin instrumento alguno que pueda penetrar en esto.

DB : Salvo que cuando usted formula esa pregunta está dando a entender qué hay algo más allá del cerebro. Nosotros no lo sabemos. La afirmación misma implica que el discernimiento se encuentra de alguna manera más allá del cerebro, porque de otro modo no podría cambiar el cerebro.

K : Sí ¿Cómo he de captar eso entonces? No lo puedo captar…

DB : Pero ¿cómo sucederá eso? Usted está diciendo que algo no material puede afectar a la materia. Eso es lo que implica.

K : No estoy seguro.

DB : Creo que el esclarecer esto haría más claro el sentido de su pregunta. De otro modo resulta algo incomprensible.

K : Todo cuanto usted me ha dicho es que el discernimiento transforma, produce una mutación en el cerebro. Ahora usted explica qué es el discernimiento, que no es el resultado de un conocimiento progresivo, no es un recuerdo. Este discernimiento puede ser la verdadera actividad del cerebro.

DB : Muy bien. Expongámoslo de otra manera. El cerebro muchas actividades que incluyen la memoria y todas esas que usted ha mencionado. Hay además una actividad más interna, pero que sigue siendo la actividad del cerebro.

K : Puede que sea la misma actividad.

DB : Mire al formular esto, algo parece no estar del todo claro.

K :Sí. Debemos tener muy claro que ese discernimiento no es el resultado de un conocimiento progresivo, no se consigue mediante ningún ejercicio de la voluntad.

DB : De acuerdo. Creo que la gente en general puede ver que el discernimiento sucede de forma instantánea, que no llega por medio de la voluntad. Los que han reflexionado mínimamente al respecto pueden verlo. También pueden ver que la química probablemente no lo producirá.

K : Me parece que casi todas las personas que se interesan lo ven. Pero yo, al igual que «X», ¿de qué manera he de conseguir este discernimiento? Veo la lógica, veo la razón de lo que usted expresa.

DB : En algunos aspectos, puede perturbar a la gente. No está claro cuál es la lógica, qué es lo que va a producir este cambio este cambio en el cerebro. ¿Es algo más que el cerebro o es algo más profundo que está en el cerebro? Esta es una de las preguntas.

K : Por supuesto.

DB : Eso no está muy claro desde el punto de vista lógico.

INTERLOCUTOR : ¿Está usted diciendo que hay una función del cerebro que actúa sin referencia a su contenido?

K : Sí, al pasado, al contenido.

DB : Ésta es una buena pregunta. ¿Existe en el cerebro una función que es independiente del contenido, que no está condicionada por el contenido, pero que aun podría ser una función física?

K : Comprendo. ¿Es ésta la pregunta? Aparte de la conciencia con su contenido, ¿existe en el cerebro una actividad que no se halle afectada por la conciencia?

DB : Por el contenido, sí.

K : El contenido es la conciencia.

DB : Sí, pero a veces usamos la palabra en otro sentido. A veces damos a entender que podría haber otra clase de conciencia. Así que estaría más claro si lo llamáramos «contenido»

K : Muy bien. Una parte del cerebro que no está afectada por el contenido.

DB : Sí, esto sugiere que el cerebro tiene la posibilidad de cambiar. O el cerebro está
enteramente controlado por su contenido, o de algún modo no está condicionado.

K : ¡Eso es un concepto peligroso!

DB : Pero es lo que usted está diciendo.

K : No. Vea el peligro de eso. Vea el peligro de que uno admita para sí que hay una parte del cerebro…

DB : Una actividad.

K : Muy bien, una actividad del cerebro que no se halla afectada por el contenido.

DB : Es una actividad posible. Puede ser que no haya sido despertada.

K : No ha sido despertada, correcto.

I : ¿Pero cuál es el peligro?

K : Eso es bastante simple. El peligro es que yo estoy admitiendo que Dios está en mí, que en mí existe algo sobrehumano, algo más allá del contenido y que por lo tanto, operará sobre ese contenido o a pesar del contenido.

I : ¿Pero que parte del cerebro ve el peligro?

K : Vayamos despacio. ¿Qué parte del cerebro ve el peligro? Desde luego, es el contenido el que ve el peligro.

I : ¿Lo ve?

K : Oh, sí, porque el contenido es consciente de todas las tretas que ha jugado.

DB : Ésa es similar a muchas de las viejas tretas.

K : Sí.

DB : Esas tretas que hemos discutido antes, la presunción de que Dios está dentro de uno, el imaginar que llevamos a Dios dentro de nosotros. Obviamente, aquí hay un peligro.

I : ¿Pero podría el cerebro, viendo el peligro, hacer no obstante esa afirmación? Porque esa afirmación podría estar señalando en la dirección correcta.

DB : Aunque sea peligrosa, puede ser necesario hacerla; esa afirmación puede estar en la trayectoria correcta.

K : El inconsciente, que forma parte del contenido, puede captar esto y decir: «Sí», con lo que ve el peligro instantáneamente.

I : Ve su propia trampa.

K : Sí, ve la trampa que ha creado. Por lo tanto evita esa trampa. Eso es cordura. ¿Hay una actividad que sea por completo independiente del contenido? Entonces, ¿forma parte del cerebro esa actividad?

DB : ¿Es una actividad natural del cerebro? ¿Una actividad material en el propio cerebro?

K : ¿Y que significa eso?

DB : Bueno, si existe una actividad natural así, de algún modo podría despertarse, y esa actividad podría cambiar al cerebro.

K : ¿Pero diría usted que sigue siendo material?

DB : Sí. Es que podría haber diferentes niveles de la materia.

K : Eso es lo que estoy tratando de averiguar. Correcto.

DB : Pero vea, si uno piensa de ese modo, podría haber un nivel más profundo de la materia que no estuviera condicionado por el contenido. Por ejemplo, sabemos que la materia en el universo generalmente no se halla condicionada por el contenido de nuestros cerebros. Podría haber un nivel más profundo de la materia no condicionada en ese sentido.

K : Entonces seguiría siendo materia, refinada o «super», o lo que fuere; seguiría siendo el contenido.

DB : ¿Por qué dice usted eso? Mire, tiene que ir despacio. ¿Usted dice que la materia es contenido?

K: Sí

DB : ¿Intrínsecamente? Pero eso tiene que aclararse, porque no es obvio.

K : Discutámoslo. Fijemos bien esto. El pensamiento es materia.

DB :Bueno, el pensamiento es parte del contenido, parte del proceso material. No está claro que exista independientemente como materia. Uno puede decir que el agua es materia; uno puede verter agua de un vaso a otro, el agua tiene una sustancia independiente. Pero no está claro si el pensamiento podría ser considerado como materia por sí mismo, excepto en conjunción con alguna otra sustancia material como el cerebro en el cual tiene lugar. ¿Está claro?

K : No lo entiendo muy bien.

DB : Si usted dice que el agua es materia, eso está claro. Ahora bien, si usted dice que el pensamiento es materia, entonces el pensamiento debe de tener una sustancia independiente similar. Uno dice que el aire es materia, ¿correcto? O que el agua es materia. Ahora bien, las ondas no son materia, son sólo un proceso en la materia. ¿Está claro lo que quiero decir?

K : Sí, una onda es un proceso en la materia.

DB : Un proceso material. ¿Es el pensamiento materia o es un proceso en la materia?

I : Si me permite preguntar, ¿se considera que la electricidad es materia?

DB : En cuanto hay partículas de electrones, es materia, pero también es un movimiento en esa materia, lo cual es un proceso.

I : Por lo tanto es ambas cosas.

DB : Uno puede desarrollar ondas de electricidad, etc.

I : Las ondas serían la materia pero no la acción eléctrica.

DB : La acción eléctrica es como las ondas, pero la electricidad consiste de partículas.

K : ¿ Cuál es la pregunta que nos estamos formulando ahora?

DB : ¿ Es el pensamiento una sustancia material o es un proceso en alguna otra sustancia material como el cerebro?

K : Es un proceso material que tiene lugar en el cerebro.

DB : Sí, los científicos estarían en general de acuerdo con eso.

K : Atengámonos a ello.

DB : Si usted dice que el pensamiento es materia se sentirían muy perplejos.

K :Ya lo veo

I : El pensamiento no existe aparte de las células cerebrales. Reside en el cerebro.

K : O sea que el pensamiento es un proceso material en el cerebro. Eso sería correcto. ¿Puede entonces será alguna vez independiente ese proceso material?

DB : ¿Independiente de qué?.

K : Independiente de algo que no es proceso material. No espere un momento, debemos ir despacio. El pensamiento es un proceso material en el cerebro ¿Todos concordamos acerca de esto?

DB : Sí, obtendríamos un acuerdo muy amplio en eso.

K : Entonces nuestra pregunta es, ¿puede ese proceso material en el cerebro producir un cambio dentro de sí mismo?

DB : Sí, esa es la pregunta.

K : Dentro de sí mismo. Y si ese material pudiera experimentar un cambio en sí mismo, seguiría siendo un proceso material, ¿correcto?

DB : Sí. Aparentemente el pensamiento siempre va a ser un proceso material.

K : Y por lo tanto no es discernimiento. Debemos volver a eso.

DB : ¿Está usted diciendo que el discernimiento no es un proceso material?

K: Vaya despacio. Debemos ser cautos en el empleo de las palabras. El pensamiento es un proceso material en el cerebro y cualquier otro movimiento que brote de ese proceso material sigue siendo material.

DB : Sí, tiene que serlo.

K : Correcto. ¿Existe otra actividad que no sea un proceso material?

DB :Desde luego la gente se ha formulado esa pregunta durante siglos. ¿Existe el espíritu más allá de la materia?

K : ¡Espíritu, Espíritu Santo! ¿Existe alguna otra actividad del cerebro que no pueda ser relacionada con el proceso material?

DB : Bueno, no puede depender de él. El discernimiento no puede depender del proceso material, ya que entonces sería solamente otro proceso material.

K : El discernimiento no puede depender del proceso material, que es el pensamiento.

DB : Pero usted lo estuvo postulando a la inversa, que el proceso material puede depender del discernimiento, puede ser cambiado por el discernimiento.

K : Ah, espere. El proceso material depende del discernimiento, pero el discernimiento no depende de este proceso.

DB : Mucha gente no entendería cómo algo no material puede afectar a algo material.

K : Sí, de acuerdo.

DB : Podría aceptarse fácilmente que algo no material no sea afectado por la materia, ¿pero cómo entonces, la operación funciona a la inversa?

K : ¿Qué dice usted? El cerebro, el pensamiento, con su contenido es un proceso material. Cualquier actividad que provenga de él sigue siendo parte de eso. Entonces, ¿es el discernimiento parte de eso también?

DB : Nos hemos puesto de acuerdo en que el discernimiento es independiente de ese proceso, que no puede formar parte de él. Pero aun así puede actuar dentro del proceso material; este es el punto crítico.

K : Sí. Eso es cierto. El discernimiento es independiente del proceso material: no obstante puede actuar sobre él.

DB : Discutamos eso un poco. Generalmente hablando, en la ciencia si A Actúa sobre B existe habitualmente una acción recíproca de B sobre A. No encontramos situaciones en las que A actúa sobre B pero B jamás actúa sobre A.

K : Ya veo, ya veo.

DB : Esa es una de las dificultades que usted ha planteado. No encontramos esto en ninguna otra parte, en las relaciones humanas, si yo puedo actuar sobre usted, usted puede actuar sobre mí ¿Correcto?

K : Sí, vemos que las relaciones humanas son acción recíproca

DB : Sí, relaciones mutuas.

K : Y en esas relaciones hay respuestas y todo eso. Ahora bien, si yo no respondo a su acción, soy independiente de ella.

DB : Pero la ciencia en general encuentra que es imposible tener una acción unilateral.

K : Muy bien. Por lo tanto estamos insistiendo continuamente en que el proceso material debe tener una relación con lo otro.

DB : En todo caso, una acción. «Relación» es aquí una palabra ambigua. Estaría más claro si usted dijera «acción».

K : Muy bien, El proceso material debe ser capaz de actuar sobre el no material y el no material sobre el material.

DB :Pero eso los haría a ambos iguales.

K : ¡Exactamente!

I : No necesariamente. Uno podría formarse la idea de que el discernimiento es un movimiento mucho más amplio que el proceso material del cerebro y que, por lo tanto, el movimiento más amplio puede actuar sobre el más pequeño, pero el más pequeño no puede actuar sobre el más amplio.

K : Sí, estamos diciendo lo mismo.

DB : El movimiento pequeño no tiene una acción significativa sobre el movimiento más grande. Usted puede tener una situación en la que si uno deja caer una piedra en el océano, el océano la absorbe sin ningún cambio significativo.

K : Sí.

I : Entonces tendríamos todavía una acción en dos sentidos, pero solo una de las acciones sería significativa.

K :No, no. No entre en eso demasiado rápidamente, seamos cautos. El amor no tiene relación alguna con el odio.

DB :Otra vez apareció la palabra «relación». ¿Diría usted, por ejemplo, que el odio no ejerce
acción alguna sobre el amor?

K : Son independientes.

DB : Independientes, no actúan el uno sobre el otro.

K : ¡Ah, éste es un gran descubrimiento! El amor es independiente del odio. Donde está el odio lo otro no puede existir.

DB : Sí, no pueden permanecer lado a lado, actuando el uno sobre el otro.

K : No pueden. Por lo tanto, cuando los científicos dicen: «Sí A tiene una relación con B, entonces B debe tener una relación con A, nosotros estamos contradiciendo eso.

DB : No todos los científicos han dicho eso, unos pocos han dicho otra cosa. No quiero introducir a Aristóteles…

K : Introdúzcalo.

DB : Él dijo que hay un «motor inmóvil», que Dios jamás es movido por la materia, la materia no actúa sobre Él, pero Él actúa. ¿Ve? Ésa es una vieja idea, entonces. Desde los tiempos de Aristóteles, la ciencia ha desechado este concepto y dijo que eso es imposible.

K : Si veo claramente que el amor es independiente del odio, el odio no puede actuar de ninguna manera sobre el amor. El amor puede actuar sobre el odio, pero donde esté el odio no puede estar lo otro.

DB : Bueno, ésas son dos posibilidades. ¿A cuál se refiere usted?

K : ¿Cuáles son las dos posibilidades?

DB : Usted dijo que una posibilidad es que el amor puede actuar sobre el odio y la otra es que no tenga acción alguna el uno sobre el otro.

K :Sí.

DB : ¿Pero cuál?

K : Comprendo. No, el amor no puede actuar sobre el odio.

DB : Correcto. No tienen relación alguna. Pero tal vez el discernimiento pudiera hacerlo.

K : Tenemos que ser muy claros respecto a esto. La violencia y el estar libre de violencia son dos factores por completo diferentes. Uno no puede actuar sobre el otro.

DB : En ese caso uno podría decir que la existencia de uno es la inexistencia del otro y que no hay modo de que puedan actuar juntos.

K : De acuerdo.

DB : No pueden coexistir.

K : Absolutamente. Me atengo a eso. Por lo tanto, cuando este proceso material está en acción, lo otro no puede existir.

DB : ¿Qué es «lo otro» esta vez? ¿El discernimiento?

K : Sí.

DB : Eso niega lo que estuvimos diciendo antes, que hay una acción del discernimiento sobre el proceso material.

K : Ahora, despacio. Sí, donde existe la violencia lo otro (detesto usar la palabra no- violencia) no existe.

DB : ¿Paz o armonía?

K : Donde esté la violencia, la paz no puede existir. Pero donde hay paz, ¿existe la violencia? No, desde luego que no. Por lo tanto la paz es independiente de la violencia.

I : Usted ha dicho muchísimas veces que la inteligencia puede actuar sobre el pensar, que el discernimiento puede afectar el pensar, pero que no opera a la recíproca. Usted ha dado muchos ejemplos de esto.

K : La inteligencia puede aniquilar a la ignorancia, pero la ignorancia no puede tocar a la inteligencia. ¿Correcto? Donde hay amor jamás puede existir el odio. ¿Puede el amor aniquilar al odio?

DB : Dijimos que esto no parece posible porque el odio parece ser una fuerza independiente.

K : Por supuesto que lo es.

DB : Tiene su propio ímpetu, su propia fuerza, su propio movimiento.

I : No capto muy bien esta relación del amor y el odio con la anterior discusión sobre el
discernimiento.

DB : Parecen ser dos áreas diferentes.

I : El pensar es un movimiento y el discernimiento parece ser un no – movimiento en el que al parecer todo está quieto y puede observar el movimiento.

DB : Eso es lo que estamos tratando de comprender, la noción de algo que no es afectado por ninguna otra cosa.

I : ¿No está usted diciendo, entonces, al examinar el amor y el odio, que existen el bien y el mal, y que el mal es una fuerza independiente, completamente separada?

DB : Bueno es independiente del bien.

I : ¿Pero es un proceso que pertenece a la mente o está relacionado con el discernimiento?

DB : A eso estamos llegando.

I : Tome la luz y la oscuridad. Aparece la luz y la oscuridad ha desaparecido.

DB :El bien y el mal, el amor y el odio, la luz y la oscuridad. Cuando uno está presente, lo otro no puede estar. Eso es hasta ahora lo que hemos estado diciendo.

I : ¿Quiere usted decir en un cerebro particular?

DB : En cualquier cerebro, sí, o en cualquier grupo o en cualquier parte. Cada vez que el odio se manifiesta en un grupo no hay amor.

K : Se me acaba de ocurrir algo. El amor no tiene causa; el odio tiene una causa. El discernimiento no tiene causa, el proceso material en forma de pensamiento, tiene una causa ¿Correcto?

DB : Sí, forma parte de la cadena de causa y efecto.

K : ¿Puede lo que no tiene causa actuar de algún modo sobro lo que tiene causa?

DB :Podría hacerlo. No vemos ninguna razón que impida que lo que no tiene causa pueda actuar sobre algo que tiene una causa. No existe ninguna razón obvia. No ocurriría al revés: lo que tiene una causa no puede actuar sobre algo que tiene una causa, porque eso lo invalidaría.

K : Correcto. Pero aparentemente la acción del discernimiento tiene un efecto extraordinario sobre el proceso material.

DB :Puede, por ejemplo, eliminar algunas causas.

K : Como el discernimiento es sin causa, ejerce un efecto definido sobre lo que tiene causa.

DB : Bueno, no necesariamente tiene que resultar así, pero es posible.

K : No, no, yo no digo que sea posible.

DB : Lo que estoy diciendo es que no hemos visto muy bien porque es necesario que sea de ese modo. No hay contradicción cuando pronunciamos la palabra «posible».

K : Muy bien, ya veo. Pero en tanto tengamos claro el sentido de la palabra «posible». Debemos tener cuidado. El amor es sin causa y el odio tiene una causa. Ambos no pueden coexistir.

DB : Sí, eso es cierto. Es por eso que hay una diferencia entre el amor y el discernimiento. Ésa es la razón de que no necesariamente resulte que si algo no tiene causa actuará sobre algo que la tiene. Eso es lo que yo estaba tratando de decir.

K : Sólo quiero explorar un poco más. ¿Es el amor discernimiento?

DB : Hasta donde podemos ver no son iguales. El amor y el discernimiento no son idénticos, ¿verdad? No son exactamente lo mismo.

K : ¿Por qué?

DB : El discernimiento puede ser amor, pero ya ve, también ocurre en un instante.

K : Por supuesto que es algo instantáneo. Y ese repentino esclarecimiento altera todo el patrón, opera sobre él, usa el patrón, en el sentido de que yo arguyo, razono, empleo la lógica, y todo eso. No sé si me expreso claramente.

DB : Me parece que una vez que el esclarecimiento repentino ha operado el patrón es diferente y por lo tanto sería más racional. El esclarecimiento puede hacer posible el uso de la lógica, ya que uno puede haber estado confundido antes.

K : Sí, sí. Aristóteles puede haber llegado a todo esto mediante la lógica.

DB : Bueno, ¡puede haber tenido cierto discernimiento! No lo sabemos.

K : No lo sabemos, pero yo lo estoy poniendo en duda.

DB : Nosotros realmente no sabemos como operaba su mente, porque sólo existen unos pocos libros que han sobrevivido.

K : ¿Diría usted, al leer algunos de esos libros, que él tenía discernimiento?

DB : En realidad yo no he leído directamente a Aristóteles; muy pocas personas lo han hecho porque resulta difícil. La mayoría lee lo que otros han dicho de Aristóteles. Unas cuantas expresiones de él son de uso común, como la del «motor inmóvil». Y algunas de las cosas que él dijo sugiere que cuando menos era muy inteligente.

K : Lo que estoy tratando de decir es que el discernimiento nunca es parcial; yo hablo del discernimiento total, no del parcial.

I : Krishnaji, ¿podría explicar eso un poco? ¿Qué entiende usted por «discernimiento «no parcial»?

K : Un artista puede tener un discernimiento parcial. Un científico puede tener un discernimiento parcial. Pero nosotros estamos hablando del discernimiento total.

I : Pero es que el artista también es un ser humano, por lo que…

K : Pero lo que capta del discernimiento es parcial.

I : Esta encaminado a cierta forma de arte. Lo que usted quiere decir es que ilumina un tema o un área limitada. ¿Es eso lo que entiende por discernimiento parcial?

K : Sí.

I : ¿Qué sería entonces el discernimiento total? ¿Qué abarcaría?

K : La totalidad de la actividad humana.

DB :Ése es un punto. Pero antes nos estábamos preguntando si este discernimiento iluminaría el cerebro, la actividad del cerebro. Al parecer en esa iluminación cambiará la actividad material del cerebro. ¿Es eso correcto? Debemos poner en claro este punto; después podemos plantear la cuestión de la totalidad. ¿Estamos diciendo que el discernimiento es una energía que ilumina la actividad del cerebro? ¿Y que en esa iluminación el cerebro mismo comienza a actuar de una manera diferente?

K : Usted está totalmente en lo cierto. Eso es todo. Eso es lo que ocurre. Sí.

DB : Decimos que la fuente de esa iluminación no se encuentra en el proceso material no tiene causa.

K : No tiene causa.

DB :Pero es una energía real.

K : Es pura energía. ¿Existe la acción sin causa?

DB : Sí, sin tiempo. La causa implica tiempo.

K : O sea, que este destello ha alterado completamente el patrón establecido por el proceso material.

DB : ¿Podría decirse que el proceso material opera generalmente en una especie de oscuridad y que por lo tanto se ha orientado en una dirección equivocada?

K : En la oscuridad, sí. Eso está claro. El proceso material actúa en la ignorancia, en la oscuridad. Y este destello del discernimiento ilumina todo el campo, lo que significa que la oscuridad y la ignorancia han sido disipadas. Me atendré a eso.

DB : Entonces uno podría decir que la oscuridad y la luz no pueden coexistir por obvias razones. Sin embargo la existencia misma de la luz es para cambiar el proceso mismo de la oscuridad.

K : Totalmente de acuerdo.

I : ¿Pero qué contribuye al destello?

K : No hemos llegado a eso todavía. Quiero avanzar en esto paso a paso. Lo que ha sucedido es que el proceso material ha operado en la oscuridad, generando confusión y todo el desorden que impera en el mundo. Pero este destello del discernimiento disipa la oscuridad. Lo que significa que entonces el proceso material ya no está operando en la oscuridad.

DB : Correcto. Pero ahora aclaremos otro punto. Cuando el destello ha desaparecido la luz
continúa.

K : La luz está ahí, el destello es la luz.

DB : En cierto momento el destello es instantáneo, pero entonces, a medida que uno opera desde allí sigue habiendo luz.

K : ¿Por qué establece usted una diferencia entre el destello y la luz?

DB : Simplemente porque la palabra » destello» sugiere algo que ocurre en un instante.

K : Sí.

DB : O sea que estamos diciendo que el discernimiento tendrá duración sólo en ese instante.

K : Debemos ir despacio.

DB : Es una cuestión de lenguaje.

K : ¿Es meramente una cuestión de lenguaje?

DB : Tal vez no, pero si uno emplea la palabra «destello», surge la analogía del relámpago, de luz por un instante, pero entonces, al instante siguiente uno vuelve a estar en la oscuridad, hasta que se produce un nuevo relámpago.

K : No es así.

DB : ¿Cómo es entonces? ¿Es que la luz se enciende súbitamente y luego permanece encendida?

K : No. Porque cuando decimos » permanece encendida» o «se apaga», estamos pensando en términos de tiempo.

DB : Tenemos que dilucidar esto, porque es la pregunta que formulará todo el mundo.

K : El proceso material está operando en la oscuridad, en el tiempo, en el conocimiento, en la ignorancia y así sucesivamente. Cuando tiene lugar el discernimiento, esa oscuridad se disipa. Eso es todo cuanto estamos diciendo. El discernimiento disipa esa oscuridad. Y el pensamiento, que es un proceso material, deja de operar en la oscuridad. Por lo tanto esa luz ha alterado, no, mejor dicho, ha terminado con la ignorancia.

DB : Entonces estamos diciendo que esta oscuridad es realmente una parte integral del contenido del pensamiento.

K : El contenido es oscuridad.

DB : Correcto. Entonces la luz ha disipado la ignorancia.

K : De acuerdo. Ha disipado el contenido.

DB : Pero todavía tenemos que ser muy cuidadosos en caso de que aun retengamos algún
contenido en el sentido usualmente aceptado de la palabra; ya sabe, toda clase de cosas.

K : Por supuesto.

DB : Por lo tanto no podemos decir que la luz haya disipado todo el contenido.

K : Ha disipado el centro de la oscuridad.

DB : Sí, la fuente, el creador de la oscuridad.

K : El yo. ¿Correcto? Ha disipado el centro de la oscuridad que es el yo.

DB : Podría decirse que el yo, que es una parte del contenido, esa parte del contenido que es el centro de la oscuridad, que la crea y mantiene se ha disipado.

K : Sí, me atengo a eso.

DB : Ahora vemos que esto significa un cambio físico en las células del cerebro. Ese centro, ese contenido que es el centro, constituye un determinado conjunto, una forma, una disposición de todas las células cerebrales, y eso en cierto modo se altera.

K : ¡Obviamente! Vea, esto tiene un enorme significado, en nuestra relación con la sociedad, con todo. Ahora la pregunta es: ¿cómo sucede este destello? Empecemos al revés. ¿Cómo sucede el amor? ¿Cómo sucede la paz? La paz no tiene causa, la violencia tiene causa. ¿Cómo sucede eso que no tiene causa cuando toda mi vida es causalidad? No hay «cómo». ¿Correcto? El «cómo» implica una causa, por lo tanto no hay «cómo».

I : ¿Está usted diciendo que puesto que no tiene causa, es algo que simplemente existe…?

K : No, no digo que existe. Ésa es una afirmación peligrosa.

I : En cierto modo tiene que existir.

K: No. En el momento que usted dice que existe, ya no es eso.

DB : Mire, el peligro es que forme parte del contenido.

K : La pregunta que usted formuló era acerca de una mutación en las células cerebrales. Esa pregunta ha sido formulada después de una serie de discusiones. Y hemos llegado a un punto en que decimos que el destello, esa luz, no tiene causa, que la luz opera sobre lo que tiene causa, que es la oscuridad. Esa oscuridad existe mientras el yo esté ahí; Éste es el que origina esa oscuridad, pero la luz disipa el centro mismo de la oscuridad. Eso es todo. Hemos arribado a ese punto y, por lo tanto, hay una mutación. Entonces digo que la pregunta acerca de cómo puedo obtener este destello del discernimiento, de cómo ocurre, es una pregunta errónea. No hay tal «cómo».

I : No hay «cómo», pero hay oscuridad y hay luz.

K : Sólo vea primero que no hay «cómo». Si usted me muestra «cómo», está de vuelta en la oscuridad. ¿De acuerdo?

DB : Sí.

K : Es algo tremendo comprender eso. Yo pregunto algo diferente: ¿por qué carecemos en absoluto de este discernimiento? ¿Por qué éste no empieza desde nuestra infancia?

DB : Bueno, el modo en que vivimos la vida…

K : No, eso es lo que quiero descubrir. ¿Es a causa de nuestra educación? ¿De nuestra sociedad? Yo no creo que se deba a todo eso. ¿Entiende?

DB : ¿Qué dice usted que es, entonces?

K : ¿Hay algún otro factor? Estoy tanteando esta cuestión. ¿Por qué carecemos de este discernimiento? Parece algo tan natural.

DB : En primer lugar, uno diría que algo está interfiriendo con él.

K : Pero es que parece tan natural. ¿Por qué no es natural para todo el mundo? ¿Por qué no es posible que lo sea? Si hablamos de bloqueo, educación, etc., todo lo cual está en el ámbito de la causalidad, entonces eliminar los bloqueos implica una causa más. De modo que seguimos rodando en esa dirección. Hay algo anormal en todo esto.

I : Si uno dijera que hay bloqueos…

K : No quiero usar ese concepto, es el lenguaje de la oscuridad.

I : Entonces podríamos decir que los bloqueos impiden que el discernimiento actúe.

K : Por supuesto. Pero yo quiero alejarme de estos bloqueos.

DB : No exactamente bloqueos, pero nosotros hemos empleado las palabras «centro de
oscuridad», el cual decimos que está manteniendo la oscuridad.

K : ¿Por qué no es natural para todos este discernimiento?

DB : Ésa es la cuestión.

K : ¿Por qué el amor no es natural para todos? ¿Planteo claramente el problema?

DB : Para hacerlo más claro, yo creo que algunas personas podrían sentir que el amor es natural para todos, pero al ser tratadas de cierta manera van quedando gradualmente presas del odio.

K : Yo no creo que sea así.

DB : Entonces nos cabe suponer que el niño, al encontrarse con el odio, no respondería con odio.

K : Sí, eso es correcto.

DB : La mayoría de la gente diría que es natural que el niño responda con odio cuando se
enfrenta al odio.

K : Sí, está mañana oí decir eso. Después me hice la pregunta: ¿por qué? Ahora espere un momento. «X» ha sido expuesto a todas esas circunstancias que podrían haber producido bloqueos, pero «X» no fue afectada por ellas. ¿Por qué entonces no es eso posible para todo el mundo?

DB : Deberíamos poner en claro por qué decimos que sería natural no responder al odio con odio.

K : Muy bien, limitémonos a eso.

DB : Aun cuando uno no haya pensado al respecto. Ya sabe, el niño es incapaz de pensar acerca de todo esto. Algunas personas dirían que es el instinto, el instinto animal…

K : …que consiste en odiar.

DB : Bueno, en devolver golpe por golpe.

K : Devolver golpe por golpe.

DB : El animal responderá con amor si uno lo trata con amor, pero si uno lo trata con odio el animal se defenderá.

K : Por supuesto.

DB : Se volvería malvado.

K : Sí.

DB : Algunas personas dirían entonces que en sus comienzos el ser humano es como el animal y que más tarde puede comprender.

K : Por supuesto. O sea que el ser humano tuvo el mismo origen que el animal; y el animal, el simio, el lobo…

DB :…el lobo también responderá con amor.

K : Y nosotros preguntamos: ¿por qué..?

DB : Mire, casi todo el mundo siente que lo que yo digo es cierto, que cuando somos muy niños somos como el animal. Ahora usted pregunta por qué todos los niños no dejan de responder inmediatamente al odio con el odio.

K : ¿O sea que la culpa de eso la tienen los padres?

DB : Lo que usted da a entender es que no se trata enteramente de eso. Debe ser algo más profundo.

K : Sí, creo que existe algo por completo diferente. Quiero captarlo.

DB : Eso es algo que resultaría importante.

K : ¿Cómo lo descubrimos? ¡Tengamos un destello de discernimiento! Siento que existe algo completamente distinto. Nosotros estamos acometiéndolo desde un punto de vista causal. ¿Sería correcto decir que el origen del hombre no es animal?

DB : Bueno, eso no está claro. La actual teoría de la evolución dice que ha habido simios que se han desarrollado; uno puede seguir la línea de evolución conforme se convierten más y más en seres humanos. Así que cuando usted dice que el origen del hombre no es animal, eso no está claro.

K : Si el comienzo del hombre es animal, entonces ese instinto es natural y luego es altamente cultivado.

DB : Sí, ese instinto es causa y efecto.

K : Causa y efecto, y se vuelve natural. Pero viene alguien y pregunta: ¿Lo es?

DB : Tratemos aclarar eso.

K : Quiero decir que los científicos y los historiadores han sostenido que el hombre empezó desde el simio que, como todos los animales responden al amor y al odio, nosotros como seres humanos respondemos instantáneamente al odio con el odio.

DB : Y viceversa, al amor con el amor.

K : En el principio existieron unas cuantas personas que jamás respondían al odio porque tenían amor. Esas personas implantaron esto en la mente humana. ¿Correcto? O sea que donde existe el amor no existe el odio. Y eso también ha formado parte de nuestra herencia. ¿Por qué hemos cultivado la respuesta del odio al odio? ¿Por qué no hemos cultivado lo otro? ¿O lo otro, el amor, es algo que no puede ser cultivado?

DB : No es causal. El cultivo depende de una causa.

K : Depende del pensamiento, Entonces, ¿por qué hemos perdido lo otro? Hemos cultivado muy esmeradamente, mediante el pensamiento, el concepto de enfrentarnos al odio con el odio, a la violencia con la violencia, etc. ¿Por qué no hemos avanzado con la otra línea, con la del amor, que no tiene causa? ¿Entiende mi pregunta?

DB : Sí.

K : ¿Es esa una pregunta inútil?

DB : Uno no ve ninguna forma de proseguir.

K : No estoy tratando de proseguir.

DB : Tenemos que comprender que hizo que la gente respondiera al odio con el odio…

K : ¡Para «X» lo otro parece tan natural! Por lo tanto, si eso es tan natural para él, ¿por qué no lo es para todos los demás? ¡Debe ser natural para otros! Usted conoce esta antigua idea, que probablemente existe en las religiones judía, hindú, etc., de que lo supremo se manifiesta ocasionalmente. Ésa parece una explicación demasiado fácil. ¿Se ha movido la humanidad en la dirección incorrecta? ¿Hemos torcido el rumbo?

DB : Sí, esto lo hemos discutido antes, que ha habido un desvío del rumbo correcto.

K : Y así respondimos al odio con el odio, a la violencia con la violencia, etc.

DB : Y dimos un valor supremo al conocimiento.

I : ¿No habrá sido otro factor el intento de cultivar la idea del amor? El propósito de las religiones ha sido el de producir amor y mejores seres humanos.

K : No entremos en todo eso. El amor no tiene causa, no es cultivable. Punto final.

I : Sí, pero la mente no ve eso.

K : Pero nosotros hemos explicado todo eso. Yo quiero descubrir por qué, si ello es natural para «X», no lo es para otros. Creo que ésta es una pregunta válida.

DB : Oro punto es la evidencia de que responder con odio al odio no tiene ningún sentido. ¿Por qué entonces continuamos con eso? Porque muchos creen en ese momento que se están protegiendo a sí mismos con el odio, pero eso no es protección.

K : Volviendo a esa pregunta que yo considero válida: «X» no tiene causa, «Y» está preso en la causa. ¿Por qué? ¿Comprende? ¿Es el privilegio de unos cuantos? ¿La elite? No, no. Mirémoslo de otro modo. La mente de la humanidad ha estado respondiendo al odio con el odio, a la violencia con la violencia, y al conocimiento con el conocimiento. Pero «X» es parte de la humanidad y no responde al odio con el odio, como hacen «Y» y «Z». Ellos son parte de la conciencia de «X», parte de todo eso.

DB : ¿Por qué existe está diferencia?

K : Eso es lo que pregunto. Lo uno es natural, lo otro no es natural. ¿Por qué ¿Por qué la diferencia? ¿Quién formula esta pregunta? ¿Las personas «Y» y «Z» que responden al odio con el odio? ¿Son ellas las que formulan la pregunta? ¿O es «X» el que la formula?

I : Parecería que es «X» el que formula esta pregunta.

DB : Sí, pero hace poco decíamos también que ellos no son diferentes. Decimos que «son»
diferentes, pero también decimos que no lo son.

K :Por supuesto. No son diferentes.

DB : Hay una sola mente.

K : Así es, una mente.

DB :Sí, ¿y cómo es que otra parte de esta mente única dice que no es así?

K : De eso se trata precisamente. ¿Cómo sucede que una parte de la mente dice que unos somos diferentes de otros?. Desde luego, hay toda clase de explicaciones y a mí me dejan con el hecho de que «A»,»B» y «C» son diferentes de «X», «Y» y «Z». Y esos son hechos, ¿verdad?

I : Parecen ser diferentes.

K : Oh, no.

I : ¿Son realmente diferentes?

K : Absolutamente; no sólo lo parecen.

DB Creo que la pregunta a la que necesitaríamos volver es: ¿por qué las personas que cultivan el odio dicen que son diferentes de aquellas que no lo cultivan?

K : ¿Dicen eso?

DB : Creo que sí, en cuanto que admitirían que si hubiera alguien que no cultivara el odio, ellos deben ser diferentes.

K : Sí, eso está claro, como luz y oscuridad, etc.. Pero yo quiero averiguar si nos estamos moviendo en la dirección correcta. O sea, «X» me ha dado ese don, pero yo no he llevado ese don conmigo. ¿Entiende lo que quiere decir? He cultivado una respuesta, pero esto no lo he llevado conmigo. ¿Por qué? Si un padre ha respondido al odio con odio, ¿por qué el hijo no ha respondido del mismo modo?

DB : Creo que es una cuestión de discernimiento.

K : Lo que implica que el hijo ha tenido discernimiento desde el principio, desde la infancia misma. ¿Comprende lo que estoy diciendo? ¿Y qué significa eso?

DB : ¿El qué?

K : ¡No quiero entrar todavía en terreno tan peligroso!

DB : ¿De qué se trata? Tal vez quiera usted dejarlo.

K : Falta todavía otro factor. Quiero aprehenderlo. Porque si ésa es una excepción, entonces es algo trivial.

DB : Muy bien. Entonces estamos de acuerdo en que esto se encuentra latente en todos los seres humanos; ¿es eso lo que usted quiere decir?

K : No estoy muy seguro de que sea eso lo que quiero decir.

DB : Pero lo que quise decir es que ese factor se encuentra en toda la humanidad.

K : Ésa es también una afirmación peligrosa.

DB : Eso es lo que usted estuvo diciendo.

K : Lo sé, pero lo estoy cuestionando. Cuando esté completamente seguro se lo diré

DB : De acuerdo. Hemos probado esto y podemos decir que parece prometedor pero que es un poco peligroso. Esta posibilidad se encuentra en todos los seres humanos, y en cuanto que algunas personas la han visto.

K : ¿Lo cual quiere decir que Dios está en usted?

DB : No, es sólo que la posibilidad del discernimiento está ahí.

K : Sí, hasta cierto punto. Estoy cuestionando todo esto. El padre responde al odio con el odio, el hijo no.

DB : Eso sucede de cuando en cuando.

K : No, de modo continuo desde el principio. ¿Por qué?

DB : Debe depender del discernimiento, que revela la inutilidad del odio.

K : ¿Por qué ese hombre tuvo tal discernimiento?

DB : Sí, ¿por qué?

K : ¿Y por qué, si esto le parece tan terriblemente natural a él, no es natural para todos? Como el agua es natural para todos.

DB : Bien, ¿por qué el discernimiento no está presente en todos desde el principio?

K : Sí, eso es lo que pregunto.

DB : Con tanta fuerza que ni siquiera el maltrato pueda afectarlo.

K : Nada puede afectarlo, a eso me refiero. El maltrato, los golpes, el haber sido puesto en toda clase de situaciones espantosas, nada de eso lo ha afectado. ¿Por qué? Estamos llegando a algo.

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¿Puede el discernimiento producir una mutación en las células cerebrales?
Ojai California, USA, 15 de abril de 1980.
Diálogo entre Kirshnamurti y David Bohm
©KRISHNAMURTI.COM.AR

Nota: El interlocutor que también participa del diálogo es G. Narayan, en ese momento director de la
escuela de Rishi Valley.

DAVID BOHM : Usted ha dicho que el discernimiento transforma las células cerebrales y me pregunto si podríamos discutirlo.

KRISHNAMURTI : Tal como está constituido el cerebro funciona en una sola dirección; memoria, experiencia, conocimiento. Ha funcionado en esa área tanto como le fue posible, y la mayoría de las personas están satisfechas con eso.

DB : Bueno, no conocen ninguna otra cosa.

K : Y también han dado al conocimiento un lugar de máxima importancia. Si uno se interesa en el cambio fundamental, ¿por dónde ha de empezar? Suponga que «x» siente que él seguirá yendo en cierta dirección establecida por la humanidad. Ha estado recorriendo ese camino siglo tras siglo, y se pregunta qué es el cambio radical; si concierne al medio ambiente o a las relaciones humanas; o si es un sentimiento de amor, el cual no se encuentra en el área del conocimiento. ¿Dónde debe comenzar? ¿Comprende mi pregunta? A menos que ocurra alguna mutación aquí adentro, dentro de mi mente, del cerebro, yo puedo pensar que he cambiado, pero ese es un cambio superficial, no un cambio en profundidad.

DB : Sí. Lo que eso implica es que el actual estado de cosas afecta no sólo a la mente sino también al sistema nervioso y al cuerpo. Todo se halla predispuesto de determinada manera.

K : Por supuesto. Eso es lo que quise decir, todo el movimiento se encuentra establecido de determinada manera. Y siguiendo ese patrón, yo puedo modificar, ajustar, pulir un poco más, un poco menos, etc. Pero si un hombre se interesa en el cambio radical, ¿por dónde ha de empezar? Como dijimos el otro día hemos confiado en el entorno o en la sociedad o en diversas disciplinas para producir un cambio en nosotros, pero yo siento que todas esas cosas se encuentran en la misma dirección.

DB : En cuanto que ellas emanan de esto, de la manera en que el cuerpo y la mente s hallan establecidos, no van a cambiar nada. Se trata de una amplia estructura que está en el cerebro, en el cuerpo y en toda la sociedad.

K : Sí, sí. Entonces, ¿qué he de hacer? ¿Qué tiene que hacer «x»? Y al formular la pregunta, ¿qué es lo que ha de cambiar?

DB : ¿Qué es lo que usted entiende exactamente por «¿qué es lo que ha de cambiar?» ¿Qué es lo que debe ser cambiado?

K : Sí, ambas cosas: qué es lo que debe ser cambiado y qué es lo que ha de cambiar. Básicamente, ¿qué es lo que ha de cambiar? «x» ve que él puede cambiar ciertas cosas en esta dirección, pero para ir más lejos que eso, ¿qué hay que hacer? Estoy seguro de que el hombre se ha formulado esta pregunta. Usted debe habérsela formulado. Pero aparentemente, la mutación no ha ocurrido. ¿Qué ha de hacer «X» entonces?. Él comprende la necesidad de una revolución radical, una revolución psicológica; percibe que cuanto más cambia, ese cambio es la misma cosa que continúa; cuanto más investiga dentro de sí, ve que la investigación permanece igual, etc. ¿Qué es lo que ha de cambiar entonces, a menos que «X» descubra un modo de cambiar el cerebro mismo?

DB :¿Pero qué cambiará al cerebro?

K : Eso es. ¡El cerebro ha estado siguiendo un patrón durante milenios! Me parece que ya no se trata de «qué» debería yo cambiar. Es esencial que yo cambie.

DB :Estamos de acuerdo, entonces, en que tiene que haber un cambio, pero la pregunta sigue en pie, ¿cómo puede el centro cambiar?

K : Uno debe llegar a ese punto. Sí esta pregunta se la hace a usted como científico, o como ser humano comprometido con la ciencia, ¿cuál sería su respuesta?

DB : Yo no creo que la ciencia pueda habérselas con eso, porque no llega tan lejos. No puede de ningún modo investigar tan a fondo la estructura del cerebro. Muchas cuestiones apuntan a la relación entre el cerebro y la mente, cuestiones que la ciencia no ha sido capaz de resolver. Algunas personas dirían que no hay nada más allá del cerebro…

K : Puramente materialista; entiendo todo eso.

DB : Si no es una cuestión materialista, entonces por ahora la ciencia tiene muy poco que decir al respecto. Tal vez algunas personas lo intentarían, pero la ciencia en general ha sido más exitosa, más sistemática al tratar con la materia. Cualquier intento de hacerlo de otra manera no se ve muy claro.

K : Entonces usted le diría a «X» que cambie internamente, en las células cerebrales, etc. Mi inmediata respuesta a eso es: ¿cómo? Todo el mundo pregunta eso. No es un asunto de fe. No es cosa de cambiar un patrón por otro. De modo que usted me deja sin ninguna dirección, ¿correcto? Me deja sin instrumento alguno que pueda penetrar en esto.

DB : Salvo que cuando usted formula esa pregunta está dando a entender qué hay algo más allá del cerebro. Nosotros no lo sabemos. La afirmación misma implica que el discernimiento se encuentra de alguna manera más allá del cerebro, porque de otro modo no podría cambiar el cerebro.

K : Sí ¿Cómo he de captar eso entonces? No lo puedo captar…

DB : Pero ¿cómo sucederá eso? Usted está diciendo que algo no material puede afectar a la materia. Eso es lo que implica.

K : No estoy seguro.

DB : Creo que el esclarecer esto haría más claro el sentido de su pregunta. De otro modo resulta algo incomprensible.

K : Todo cuanto usted me ha dicho es que el discernimiento transforma, produce una mutación en el cerebro. Ahora usted explica qué es el discernimiento, que no es el resultado de un conocimiento progresivo, no es un recuerdo. Este discernimiento puede ser la verdadera actividad del cerebro.

DB : Muy bien. Expongámoslo de otra manera. El cerebro muchas actividades que incluyen la memoria y todas esas que usted ha mencionado. Hay además una actividad más interna, pero que sigue siendo la actividad del cerebro.

K : Puede que sea la misma actividad.

DB : Mire al formular esto, algo parece no estar del todo claro.

K :Sí. Debemos tener muy claro que ese discernimiento no es el resultado de un conocimiento progresivo, no se consigue mediante ningún ejercicio de la voluntad.

DB : De acuerdo. Creo que la gente en general puede ver que el discernimiento sucede de forma instantánea, que no llega por medio de la voluntad. Los que han reflexionado mínimamente al respecto pueden verlo. También pueden ver que la química probablemente no lo producirá.

K : Me parece que casi todas las personas que se interesan lo ven. Pero yo, al igual que «X», ¿de qué manera he de conseguir este discernimiento? Veo la lógica, veo la razón de lo que usted expresa.

DB : En algunos aspectos, puede perturbar a la gente. No está claro cuál es la lógica, qué es lo que va a producir este cambio este cambio en el cerebro. ¿Es algo más que el cerebro o es algo más profundo que está en el cerebro? Esta es una de las preguntas.

K : Por supuesto.

DB : Eso no está muy claro desde el punto de vista lógico.

INTERLOCUTOR : ¿Está usted diciendo que hay una función del cerebro que actúa sin referencia a su contenido?

K : Sí, al pasado, al contenido.

DB : Ésta es una buena pregunta. ¿Existe en el cerebro una función que es independiente del contenido, que no está condicionada por el contenido, pero que aun podría ser una función física?

K : Comprendo. ¿Es ésta la pregunta? Aparte de la conciencia con su contenido, ¿existe en el cerebro una actividad que no se halle afectada por la conciencia?

DB : Por el contenido, sí.

K : El contenido es la conciencia.

DB : Sí, pero a veces usamos la palabra en otro sentido. A veces damos a entender que podría haber otra clase de conciencia. Así que estaría más claro si lo llamáramos «contenido»

K : Muy bien. Una parte del cerebro que no está afectada por el contenido.

DB : Sí, esto sugiere que el cerebro tiene la posibilidad de cambiar. O el cerebro está
enteramente controlado por su contenido, o de algún modo no está condicionado.

K : ¡Eso es un concepto peligroso!

DB : Pero es lo que usted está diciendo.

K : No. Vea el peligro de eso. Vea el peligro de que uno admita para sí que hay una parte del cerebro…

DB : Una actividad.

K : Muy bien, una actividad del cerebro que no se halla afectada por el contenido.

DB : Es una actividad posible. Puede ser que no haya sido despertada.

K : No ha sido despertada, correcto.

I : ¿Pero cuál es el peligro?

K : Eso es bastante simple. El peligro es que yo estoy admitiendo que Dios está en mí, que en mí existe algo sobrehumano, algo más allá del contenido y que por lo tanto, operará sobre ese contenido o a pesar del contenido.

I : ¿Pero que parte del cerebro ve el peligro?

K : Vayamos despacio. ¿Qué parte del cerebro ve el peligro? Desde luego, es el contenido el que ve el peligro.

I : ¿Lo ve?

K : Oh, sí, porque el contenido es consciente de todas las tretas que ha jugado.

DB : Ésa es similar a muchas de las viejas tretas.

K : Sí.

DB : Esas tretas que hemos discutido antes, la presunción de que Dios está dentro de uno, el imaginar que llevamos a Dios dentro de nosotros. Obviamente, aquí hay un peligro.

I : ¿Pero podría el cerebro, viendo el peligro, hacer no obstante esa afirmación? Porque esa afirmación podría estar señalando en la dirección correcta.

DB : Aunque sea peligrosa, puede ser necesario hacerla; esa afirmación puede estar en la trayectoria correcta.

K : El inconsciente, que forma parte del contenido, puede captar esto y decir: «Sí», con lo que ve el peligro instantáneamente.

I : Ve su propia trampa.

K : Sí, ve la trampa que ha creado. Por lo tanto evita esa trampa. Eso es cordura. ¿Hay una actividad que sea por completo independiente del contenido? Entonces, ¿forma parte del cerebro esa actividad?

DB : ¿Es una actividad natural del cerebro? ¿Una actividad material en el propio cerebro?

K : ¿Y que significa eso?

DB : Bueno, si existe una actividad natural así, de algún modo podría despertarse, y esa actividad podría cambiar al cerebro.

K : ¿Pero diría usted que sigue siendo material?

DB : Sí. Es que podría haber diferentes niveles de la materia.

K : Eso es lo que estoy tratando de averiguar. Correcto.

DB : Pero vea, si uno piensa de ese modo, podría haber un nivel más profundo de la materia que no estuviera condicionado por el contenido. Por ejemplo, sabemos que la materia en el universo generalmente no se halla condicionada por el contenido de nuestros cerebros. Podría haber un nivel más profundo de la materia no condicionada en ese sentido.

K : Entonces seguiría siendo materia, refinada o «super», o lo que fuere; seguiría siendo el contenido.

DB : ¿Por qué dice usted eso? Mire, tiene que ir despacio. ¿Usted dice que la materia es contenido?

K: Sí

DB : ¿Intrínsecamente? Pero eso tiene que aclararse, porque no es obvio.

K : Discutámoslo. Fijemos bien esto. El pensamiento es materia.

DB :Bueno, el pensamiento es parte del contenido, parte del proceso material. No está claro que exista independientemente como materia. Uno puede decir que el agua es materia; uno puede verter agua de un vaso a otro, el agua tiene una sustancia independiente. Pero no está claro si el pensamiento podría ser considerado como materia por sí mismo, excepto en conjunción con alguna otra sustancia material como el cerebro en el cual tiene lugar. ¿Está claro?

K : No lo entiendo muy bien.

DB : Si usted dice que el agua es materia, eso está claro. Ahora bien, si usted dice que el pensamiento es materia, entonces el pensamiento debe de tener una sustancia independiente similar. Uno dice que el aire es materia, ¿correcto? O que el agua es materia. Ahora bien, las ondas no son materia, son sólo un proceso en la materia. ¿Está claro lo que quiero decir?

K : Sí, una onda es un proceso en la materia.

DB : Un proceso material. ¿Es el pensamiento materia o es un proceso en la materia?

I : Si me permite preguntar, ¿se considera que la electricidad es materia?

DB : En cuanto hay partículas de electrones, es materia, pero también es un movimiento en esa materia, lo cual es un proceso.

I : Por lo tanto es ambas cosas.

DB : Uno puede desarrollar ondas de electricidad, etc.

I : Las ondas serían la materia pero no la acción eléctrica.

DB : La acción eléctrica es como las ondas, pero la electricidad consiste de partículas.

K : ¿ Cuál es la pregunta que nos estamos formulando ahora?

DB : ¿ Es el pensamiento una sustancia material o es un proceso en alguna otra sustancia material como el cerebro?

K : Es un proceso material que tiene lugar en el cerebro.

DB : Sí, los científicos estarían en general de acuerdo con eso.

K : Atengámonos a ello.

DB : Si usted dice que el pensamiento es materia se sentirían muy perplejos.

K :Ya lo veo

I : El pensamiento no existe aparte de las células cerebrales. Reside en el cerebro.

K : O sea que el pensamiento es un proceso material en el cerebro. Eso sería correcto. ¿Puede entonces será alguna vez independiente ese proceso material?

DB : ¿Independiente de qué?.

K : Independiente de algo que no es proceso material. No espere un momento, debemos ir despacio. El pensamiento es un proceso material en el cerebro ¿Todos concordamos acerca de esto?

DB : Sí, obtendríamos un acuerdo muy amplio en eso.

K : Entonces nuestra pregunta es, ¿puede ese proceso material en el cerebro producir un cambio dentro de sí mismo?

DB : Sí, esa es la pregunta.

K : Dentro de sí mismo. Y si ese material pudiera experimentar un cambio en sí mismo, seguiría siendo un proceso material, ¿correcto?

DB : Sí. Aparentemente el pensamiento siempre va a ser un proceso material.

K : Y por lo tanto no es discernimiento. Debemos volver a eso.

DB : ¿Está usted diciendo que el discernimiento no es un proceso material?

K: Vaya despacio. Debemos ser cautos en el empleo de las palabras. El pensamiento es un proceso material en el cerebro y cualquier otro movimiento que brote de ese proceso material sigue siendo material.

DB : Sí, tiene que serlo.

K : Correcto. ¿Existe otra actividad que no sea un proceso material?

DB :Desde luego la gente se ha formulado esa pregunta durante siglos. ¿Existe el espíritu más allá de la materia?

K : ¡Espíritu, Espíritu Santo! ¿Existe alguna otra actividad del cerebro que no pueda ser relacionada con el proceso material?

DB : Bueno, no puede depender de él. El discernimiento no puede depender del proceso material, ya que entonces sería solamente otro proceso material.

K : El discernimiento no puede depender del proceso material, que es el pensamiento.

DB : Pero usted lo estuvo postulando a la inversa, que el proceso material puede depender del discernimiento, puede ser cambiado por el discernimiento.

K : Ah, espere. El proceso material depende del discernimiento, pero el discernimiento no depende de este proceso.

DB : Mucha gente no entendería cómo algo no material puede afectar a algo material.

K : Sí, de acuerdo.

DB : Podría aceptarse fácilmente que algo no material no sea afectado por la materia, ¿pero cómo entonces, la operación funciona a la inversa?

K : ¿Qué dice usted? El cerebro, el pensamiento, con su contenido es un proceso material. Cualquier actividad que provenga de él sigue siendo parte de eso. Entonces, ¿es el discernimiento parte de eso también?

DB : Nos hemos puesto de acuerdo en que el discernimiento es independiente de ese proceso, que no puede formar parte de él. Pero aun así puede actuar dentro del proceso material; este es el punto crítico.

K : Sí. Eso es cierto. El discernimiento es independiente del proceso material: no obstante puede actuar sobre él.

DB : Discutamos eso un poco. Generalmente hablando, en la ciencia si A Actúa sobre B existe habitualmente una acción recíproca de B sobre A. No encontramos situaciones en las que A actúa sobre B pero B jamás actúa sobre A.

K : Ya veo, ya veo.

DB : Esa es una de las dificultades que usted ha planteado. No encontramos esto en ninguna otra parte, en las relaciones humanas, si yo puedo actuar sobre usted, usted puede actuar sobre mí ¿Correcto?

K : Sí, vemos que las relaciones humanas son acción recíproca

DB : Sí, relaciones mutuas.

K : Y en esas relaciones hay respuestas y todo eso. Ahora bien, si yo no respondo a su acción, soy independiente de ella.

DB : Pero la ciencia en general encuentra que es imposible tener una acción unilateral.

K : Muy bien. Por lo tanto estamos insistiendo continuamente en que el proceso material debe tener una relación con lo otro.

DB : En todo caso, una acción. «Relación» es aquí una palabra ambigua. Estaría más claro si usted dijera «acción».

K : Muy bien, El proceso material debe ser capaz de actuar sobre el no material y el no material sobre el material.

DB :Pero eso los haría a ambos iguales.

K : ¡Exactamente!

I : No necesariamente. Uno podría formarse la idea de que el discernimiento es un movimiento mucho más amplio que el proceso material del cerebro y que, por lo tanto, el movimiento más amplio puede actuar sobre el más pequeño, pero el más pequeño no puede actuar sobre el más amplio.

K : Sí, estamos diciendo lo mismo.

DB : El movimiento pequeño no tiene una acción significativa sobre el movimiento más grande. Usted puede tener una situación en la que si uno deja caer una piedra en el océano, el océano la absorbe sin ningún cambio significativo.

K : Sí.

I : Entonces tendríamos todavía una acción en dos sentidos, pero solo una de las acciones sería significativa.

K :No, no. No entre en eso demasiado rápidamente, seamos cautos. El amor no tiene relación alguna con el odio.

DB :Otra vez apareció la palabra «relación». ¿Diría usted, por ejemplo, que el odio no ejerce
acción alguna sobre el amor?

K : Son independientes.

DB : Independientes, no actúan el uno sobre el otro.

K : ¡Ah, éste es un gran descubrimiento! El amor es independiente del odio. Donde está el odio lo otro no puede existir.

DB : Sí, no pueden permanecer lado a lado, actuando el uno sobre el otro.

K : No pueden. Por lo tanto, cuando los científicos dicen: «Sí A tiene una relación con B, entonces B debe tener una relación con A, nosotros estamos contradiciendo eso.

DB : No todos los científicos han dicho eso, unos pocos han dicho otra cosa. No quiero introducir a Aristóteles…

K : Introdúzcalo.

DB : Él dijo que hay un «motor inmóvil», que Dios jamás es movido por la materia, la materia no actúa sobre Él, pero Él actúa. ¿Ve? Ésa es una vieja idea, entonces. Desde los tiempos de Aristóteles, la ciencia ha desechado este concepto y dijo que eso es imposible.

K : Si veo claramente que el amor es independiente del odio, el odio no puede actuar de ninguna manera sobre el amor. El amor puede actuar sobre el odio, pero donde esté el odio no puede estar lo otro.

DB : Bueno, ésas son dos posibilidades. ¿A cuál se refiere usted?

K : ¿Cuáles son las dos posibilidades?

DB : Usted dijo que una posibilidad es que el amor puede actuar sobre el odio y la otra es que no tenga acción alguna el uno sobre el otro.

K :Sí.

DB : ¿Pero cuál?

K : Comprendo. No, el amor no puede actuar sobre el odio.

DB : Correcto. No tienen relación alguna. Pero tal vez el discernimiento pudiera hacerlo.

K : Tenemos que ser muy claros respecto a esto. La violencia y el estar libre de violencia son dos factores por completo diferentes. Uno no puede actuar sobre el otro.

DB : En ese caso uno podría decir que la existencia de uno es la inexistencia del otro y que no hay modo de que puedan actuar juntos.

K : De acuerdo.

DB : No pueden coexistir.

K : Absolutamente. Me atengo a eso. Por lo tanto, cuando este proceso material está en acción, lo otro no puede existir.

DB : ¿Qué es «lo otro» esta vez? ¿El discernimiento?

K : Sí.

DB : Eso niega lo que estuvimos diciendo antes, que hay una acción del discernimiento sobre el proceso material.

K : Ahora, despacio. Sí, donde existe la violencia lo otro (detesto usar la palabra no- violencia) no existe.

DB : ¿Paz o armonía?

K : Donde esté la violencia, la paz no puede existir. Pero donde hay paz, ¿existe la violencia? No, desde luego que no. Por lo tanto la paz es independiente de la violencia.

I : Usted ha dicho muchísimas veces que la inteligencia puede actuar sobre el pensar, que el discernimiento puede afectar el pensar, pero que no opera a la recíproca. Usted ha dado muchos ejemplos de esto.

K : La inteligencia puede aniquilar a la ignorancia, pero la ignorancia no puede tocar a la inteligencia. ¿Correcto? Donde hay amor jamás puede existir el odio. ¿Puede el amor aniquilar al odio?

DB : Dijimos que esto no parece posible porque el odio parece ser una fuerza independiente.

K : Por supuesto que lo es.

DB : Tiene su propio ímpetu, su propia fuerza, su propio movimiento.

I : No capto muy bien esta relación del amor y el odio con la anterior discusión sobre el
discernimiento.

DB : Parecen ser dos áreas diferentes.

I : El pensar es un movimiento y el discernimiento parece ser un no – movimiento en el que al parecer todo está quieto y puede observar el movimiento.

DB : Eso es lo que estamos tratando de comprender, la noción de algo que no es afectado por ninguna otra cosa.

I : ¿No está usted diciendo, entonces, al examinar el amor y el odio, que existen el bien y el mal, y que el mal es una fuerza independiente, completamente separada?

DB : Bueno es independiente del bien.

I : ¿Pero es un proceso que pertenece a la mente o está relacionado con el discernimiento?

DB : A eso estamos llegando.

I : Tome la luz y la oscuridad. Aparece la luz y la oscuridad ha desaparecido.

DB :El bien y el mal, el amor y el odio, la luz y la oscuridad. Cuando uno está presente, lo otro no puede estar. Eso es hasta ahora lo que hemos estado diciendo.

I : ¿Quiere usted decir en un cerebro particular?

DB : En cualquier cerebro, sí, o en cualquier grupo o en cualquier parte. Cada vez que el odio se manifiesta en un grupo no hay amor.

K : Se me acaba de ocurrir algo. El amor no tiene causa; el odio tiene una causa. El discernimiento no tiene causa, el proceso material en forma de pensamiento, tiene una causa ¿Correcto?

DB : Sí, forma parte de la cadena de causa y efecto.

K : ¿Puede lo que no tiene causa actuar de algún modo sobro lo que tiene causa?

DB :Podría hacerlo. No vemos ninguna razón que impida que lo que no tiene causa pueda actuar sobre algo que tiene una causa. No existe ninguna razón obvia. No ocurriría al revés: lo que tiene una causa no puede actuar sobre algo que tiene una causa, porque eso lo invalidaría.

K : Correcto. Pero aparentemente la acción del discernimiento tiene un efecto extraordinario sobre el proceso material.

DB :Puede, por ejemplo, eliminar algunas causas.

K : Como el discernimiento es sin causa, ejerce un efecto definido sobre lo que tiene causa.

DB : Bueno, no necesariamente tiene que resultar así, pero es posible.

K : No, no, yo no digo que sea posible.

DB : Lo que estoy diciendo es que no hemos visto muy bien porque es necesario que sea de ese modo. No hay contradicción cuando pronunciamos la palabra «posible».

K : Muy bien, ya veo. Pero en tanto tengamos claro el sentido de la palabra «posible». Debemos tener cuidado. El amor es sin causa y el odio tiene una causa. Ambos no pueden coexistir.

DB : Sí, eso es cierto. Es por eso que hay una diferencia entre el amor y el discernimiento. Ésa es la razón de que no necesariamente resulte que si algo no tiene causa actuará sobre algo que la tiene. Eso es lo que yo estaba tratando de decir.

K : Sólo quiero explorar un poco más. ¿Es el amor discernimiento?

DB : Hasta donde podemos ver no son iguales. El amor y el discernimiento no son idénticos, ¿verdad? No son exactamente lo mismo.

K : ¿Por qué?

DB : El discernimiento puede ser amor, pero ya ve, también ocurre en un instante.

K : Por supuesto que es algo instantáneo. Y ese repentino esclarecimiento altera todo el patrón, opera sobre él, usa el patrón, en el sentido de que yo arguyo, razono, empleo la lógica, y todo eso. No sé si me expreso claramente.

DB : Me parece que una vez que el esclarecimiento repentino ha operado el patrón es diferente y por lo tanto sería más racional. El esclarecimiento puede hacer posible el uso de la lógica, ya que uno puede haber estado confundido antes.

K : Sí, sí. Aristóteles puede haber llegado a todo esto mediante la lógica.

DB : Bueno, ¡puede haber tenido cierto discernimiento! No lo sabemos.

K : No lo sabemos, pero yo lo estoy poniendo en duda.

DB : Nosotros realmente no sabemos como operaba su mente, porque sólo existen unos pocos libros que han sobrevivido.

K : ¿Diría usted, al leer algunos de esos libros, que él tenía discernimiento?

DB : En realidad yo no he leído directamente a Aristóteles; muy pocas personas lo han hecho porque resulta difícil. La mayoría lee lo que otros han dicho de Aristóteles. Unas cuantas expresiones de él son de uso común, como la del «motor inmóvil». Y algunas de las cosas que él dijo sugiere que cuando menos era muy inteligente.

K : Lo que estoy tratando de decir es que el discernimiento nunca es parcial; yo hablo del discernimiento total, no del parcial.

I : Krishnaji, ¿podría explicar eso un poco? ¿Qué entiende usted por «discernimiento «no parcial»?

K : Un artista puede tener un discernimiento parcial. Un científico puede tener un discernimiento parcial. Pero nosotros estamos hablando del discernimiento total.

I : Pero es que el artista también es un ser humano, por lo que…

K : Pero lo que capta del discernimiento es parcial.

I : Esta encaminado a cierta forma de arte. Lo que usted quiere decir es que ilumina un tema o un área limitada. ¿Es eso lo que entiende por discernimiento parcial?

K : Sí.

I : ¿Qué sería entonces el discernimiento total? ¿Qué abarcaría?

K : La totalidad de la actividad humana.

DB :Ése es un punto. Pero antes nos estábamos preguntando si este discernimiento iluminaría el cerebro, la actividad del cerebro. Al parecer en esa iluminación cambiará la actividad material del cerebro. ¿Es eso correcto? Debemos poner en claro este punto; después podemos plantear la cuestión de la totalidad. ¿Estamos diciendo que el discernimiento es una energía que ilumina la actividad del cerebro? ¿Y que en esa iluminación el cerebro mismo comienza a actuar de una manera diferente?

K : Usted está totalmente en lo cierto. Eso es todo. Eso es lo que ocurre. Sí.

DB : Decimos que la fuente de esa iluminación no se encuentra en el proceso material no tiene causa.

K : No tiene causa.

DB :Pero es una energía real.

K : Es pura energía. ¿Existe la acción sin causa?

DB : Sí, sin tiempo. La causa implica tiempo.

K : O sea, que este destello ha alterado completamente el patrón establecido por el proceso material.

DB : ¿Podría decirse que el proceso material opera generalmente en una especie de oscuridad y que por lo tanto se ha orientado en una dirección equivocada?

K : En la oscuridad, sí. Eso está claro. El proceso material actúa en la ignorancia, en la oscuridad. Y este destello del discernimiento ilumina todo el campo, lo que significa que la oscuridad y la ignorancia han sido disipadas. Me atendré a eso.

DB : Entonces uno podría decir que la oscuridad y la luz no pueden coexistir por obvias razones. Sin embargo la existencia misma de la luz es para cambiar el proceso mismo de la oscuridad.

K : Totalmente de acuerdo.

I : ¿Pero qué contribuye al destello?

K : No hemos llegado a eso todavía. Quiero avanzar en esto paso a paso. Lo que ha sucedido es que el proceso material ha operado en la oscuridad, generando confusión y todo el desorden que impera en el mundo. Pero este destello del discernimiento disipa la oscuridad. Lo que significa que entonces el proceso material ya no está operando en la oscuridad.

DB : Correcto. Pero ahora aclaremos otro punto. Cuando el destello ha desaparecido la luz
continúa.

K : La luz está ahí, el destello es la luz.

DB : En cierto momento el destello es instantáneo, pero entonces, a medida que uno opera desde allí sigue habiendo luz.

K : ¿Por qué establece usted una diferencia entre el destello y la luz?

DB : Simplemente porque la palabra » destello» sugiere algo que ocurre en un instante.

K : Sí.

DB : O sea que estamos diciendo que el discernimiento tendrá duración sólo en ese instante.

K : Debemos ir despacio.

DB : Es una cuestión de lenguaje.

K : ¿Es meramente una cuestión de lenguaje?

DB : Tal vez no, pero si uno emplea la palabra «destello», surge la analogía del relámpago, de luz por un instante, pero entonces, al instante siguiente uno vuelve a estar en la oscuridad, hasta que se produce un nuevo relámpago.

K : No es así.

DB : ¿Cómo es entonces? ¿Es que la luz se enciende súbitamente y luego permanece encendida?

K : No. Porque cuando decimos » permanece encendida» o «se apaga», estamos pensando en términos de tiempo.

DB : Tenemos que dilucidar esto, porque es la pregunta que formulará todo el mundo.

K : El proceso material está operando en la oscuridad, en el tiempo, en el conocimiento, en la ignorancia y así sucesivamente. Cuando tiene lugar el discernimiento, esa oscuridad se disipa. Eso es todo cuanto estamos diciendo. El discernimiento disipa esa oscuridad. Y el pensamiento, que es un proceso material, deja de operar en la oscuridad. Por lo tanto esa luz ha alterado, no, mejor dicho, ha terminado con la ignorancia.

DB : Entonces estamos diciendo que esta oscuridad es realmente una parte integral del contenido del pensamiento.

K : El contenido es oscuridad.

DB : Correcto. Entonces la luz ha disipado la ignorancia.

K : De acuerdo. Ha disipado el contenido.

DB : Pero todavía tenemos que ser muy cuidadosos en caso de que aun retengamos algún
contenido en el sentido usualmente aceptado de la palabra; ya sabe, toda clase de cosas.

K : Por supuesto.

DB : Por lo tanto no podemos decir que la luz haya disipado todo el contenido.

K : Ha disipado el centro de la oscuridad.

DB : Sí, la fuente, el creador de la oscuridad.

K : El yo. ¿Correcto? Ha disipado el centro de la oscuridad que es el yo.

DB : Podría decirse que el yo, que es una parte del contenido, esa parte del contenido que es el centro de la oscuridad, que la crea y mantiene se ha disipado.

K : Sí, me atengo a eso.

DB : Ahora vemos que esto significa un cambio físico en las células del cerebro. Ese centro, ese contenido que es el centro, constituye un determinado conjunto, una forma, una disposición de todas las células cerebrales, y eso en cierto modo se altera.

K : ¡Obviamente! Vea, esto tiene un enorme significado, en nuestra relación con la sociedad, con todo. Ahora la pregunta es: ¿cómo sucede este destello? Empecemos al revés. ¿Cómo sucede el amor? ¿Cómo sucede la paz? La paz no tiene causa, la violencia tiene causa. ¿Cómo sucede eso que no tiene causa cuando toda mi vida es causalidad? No hay «cómo». ¿Correcto? El «cómo» implica una causa, por lo tanto no hay «cómo».

I : ¿Está usted diciendo que puesto que no tiene causa, es algo que simplemente existe…?

K : No, no digo que existe. Ésa es una afirmación peligrosa.

I : En cierto modo tiene que existir.

K: No. En el momento que usted dice que existe, ya no es eso.

DB : Mire, el peligro es que forme parte del contenido.

K : La pregunta que usted formuló era acerca de una mutación en las células cerebrales. Esa pregunta ha sido formulada después de una serie de discusiones. Y hemos llegado a un punto en que decimos que el destello, esa luz, no tiene causa, que la luz opera sobre lo que tiene causa, que es la oscuridad. Esa oscuridad existe mientras el yo esté ahí; Éste es el que origina esa oscuridad, pero la luz disipa el centro mismo de la oscuridad. Eso es todo. Hemos arribado a ese punto y, por lo tanto, hay una mutación. Entonces digo que la pregunta acerca de cómo puedo obtener este destello del discernimiento, de cómo ocurre, es una pregunta errónea. No hay tal «cómo».

I : No hay «cómo», pero hay oscuridad y hay luz.

K : Sólo vea primero que no hay «cómo». Si usted me muestra «cómo», está de vuelta en la oscuridad. ¿De acuerdo?

DB : Sí.

K : Es algo tremendo comprender eso. Yo pregunto algo diferente: ¿por qué carecemos en absoluto de este discernimiento? ¿Por qué éste no empieza desde nuestra infancia?

DB : Bueno, el modo en que vivimos la vida…

K : No, eso es lo que quiero descubrir. ¿Es a causa de nuestra educación? ¿De nuestra sociedad? Yo no creo que se deba a todo eso. ¿Entiende?

DB : ¿Qué dice usted que es, entonces?

K : ¿Hay algún otro factor? Estoy tanteando esta cuestión. ¿Por qué carecemos de este discernimiento? Parece algo tan natural.

DB : En primer lugar, uno diría que algo está interfiriendo con él.

K : Pero es que parece tan natural. ¿Por qué no es natural para todo el mundo? ¿Por qué no es posible que lo sea? Si hablamos de bloqueo, educación, etc., todo lo cual está en el ámbito de la causalidad, entonces eliminar los bloqueos implica una causa más. De modo que seguimos rodando en esa dirección. Hay algo anormal en todo esto.

I : Si uno dijera que hay bloqueos…

K : No quiero usar ese concepto, es el lenguaje de la oscuridad.

I : Entonces podríamos decir que los bloqueos impiden que el discernimiento actúe.

K : Por supuesto. Pero yo quiero alejarme de estos bloqueos.

DB : No exactamente bloqueos, pero nosotros hemos empleado las palabras «centro de
oscuridad», el cual decimos que está manteniendo la oscuridad.

K : ¿Por qué no es natural para todos este discernimiento?

DB : Ésa es la cuestión.

K : ¿Por qué el amor no es natural para todos? ¿Planteo claramente el problema?

DB : Para hacerlo más claro, yo creo que algunas personas podrían sentir que el amor es natural para todos, pero al ser tratadas de cierta manera van quedando gradualmente presas del odio.

K : Yo no creo que sea así.

DB : Entonces nos cabe suponer que el niño, al encontrarse con el odio, no respondería con odio.

K : Sí, eso es correcto.

DB : La mayoría de la gente diría que es natural que el niño responda con odio cuando se
enfrenta al odio.

K : Sí, está mañana oí decir eso. Después me hice la pregunta: ¿por qué? Ahora espere un momento. «X» ha sido expuesto a todas esas circunstancias que podrían haber producido bloqueos, pero «X» no fue afectada por ellas. ¿Por qué entonces no es eso posible para todo el mundo?

DB : Deberíamos poner en claro por qué decimos que sería natural no responder al odio con odio.

K : Muy bien, limitémonos a eso.

DB : Aun cuando uno no haya pensado al respecto. Ya sabe, el niño es incapaz de pensar acerca de todo esto. Algunas personas dirían que es el instinto, el instinto animal…

K : …que consiste en odiar.

DB : Bueno, en devolver golpe por golpe.

K : Devolver golpe por golpe.

DB : El animal responderá con amor si uno lo trata con amor, pero si uno lo trata con odio el animal se defenderá.

K : Por supuesto.

DB : Se volvería malvado.

K : Sí.

DB : Algunas personas dirían entonces que en sus comienzos el ser humano es como el animal y que más tarde puede comprender.

K : Por supuesto. O sea que el ser humano tuvo el mismo origen que el animal; y el animal, el simio, el lobo…

DB :…el lobo también responderá con amor.

K : Y nosotros preguntamos: ¿por qué..?

DB : Mire, casi todo el mundo siente que lo que yo digo es cierto, que cuando somos muy niños somos como el animal. Ahora usted pregunta por qué todos los niños no dejan de responder inmediatamente al odio con el odio.

K : ¿O sea que la culpa de eso la tienen los padres?

DB : Lo que usted da a entender es que no se trata enteramente de eso. Debe ser algo más profundo.

K : Sí, creo que existe algo por completo diferente. Quiero captarlo.

DB : Eso es algo que resultaría importante.

K : ¿Cómo lo descubrimos? ¡Tengamos un destello de discernimiento! Siento que existe algo completamente distinto. Nosotros estamos acometiéndolo desde un punto de vista causal. ¿Sería correcto decir que el origen del hombre no es animal?

DB : Bueno, eso no está claro. La actual teoría de la evolución dice que ha habido simios que se han desarrollado; uno puede seguir la línea de evolución conforme se convierten más y más en seres humanos. Así que cuando usted dice que el origen del hombre no es animal, eso no está claro.

K : Si el comienzo del hombre es animal, entonces ese instinto es natural y luego es altamente cultivado.

DB : Sí, ese instinto es causa y efecto.

K : Causa y efecto, y se vuelve natural. Pero viene alguien y pregunta: ¿Lo es?

DB : Tratemos aclarar eso.

K : Quiero decir que los científicos y los historiadores han sostenido que el hombre empezó desde el simio que, como todos los animales responden al amor y al odio, nosotros como seres humanos respondemos instantáneamente al odio con el odio.

DB : Y viceversa, al amor con el amor.

K : En el principio existieron unas cuantas personas que jamás respondían al odio porque tenían amor. Esas personas implantaron esto en la mente humana. ¿Correcto? O sea que donde existe el amor no existe el odio. Y eso también ha formado parte de nuestra herencia. ¿Por qué hemos cultivado la respuesta del odio al odio? ¿Por qué no hemos cultivado lo otro? ¿O lo otro, el amor, es algo que no puede ser cultivado?

DB : No es causal. El cultivo depende de una causa.

K : Depende del pensamiento, Entonces, ¿por qué hemos perdido lo otro? Hemos cultivado muy esmeradamente, mediante el pensamiento, el concepto de enfrentarnos al odio con el odio, a la violencia con la violencia, etc. ¿Por qué no hemos avanzado con la otra línea, con la del amor, que no tiene causa? ¿Entiende mi pregunta?

DB : Sí.

K : ¿Es esa una pregunta inútil?

DB : Uno no ve ninguna forma de proseguir.

K : No estoy tratando de proseguir.

DB : Tenemos que comprender que hizo que la gente respondiera al odio con el odio…

K : ¡Para «X» lo otro parece tan natural! Por lo tanto, si eso es tan natural para él, ¿por qué no lo es para todos los demás? ¡Debe ser natural para otros! Usted conoce esta antigua idea, que probablemente existe en las religiones judía, hindú, etc., de que lo supremo se manifiesta ocasionalmente. Ésa parece una explicación demasiado fácil. ¿Se ha movido la humanidad en la dirección incorrecta? ¿Hemos torcido el rumbo?

DB : Sí, esto lo hemos discutido antes, que ha habido un desvío del rumbo correcto.

K : Y así respondimos al odio con el odio, a la violencia con la violencia, etc.

DB : Y dimos un valor supremo al conocimiento.

I : ¿No habrá sido otro factor el intento de cultivar la idea del amor? El propósito de las religiones ha sido el de producir amor y mejores seres humanos.

K : No entremos en todo eso. El amor no tiene causa, no es cultivable. Punto final.

I : Sí, pero la mente no ve eso.

K : Pero nosotros hemos explicado todo eso. Yo quiero descubrir por qué, si ello es natural para «X», no lo es para otros. Creo que ésta es una pregunta válida.

DB : Oro punto es la evidencia de que responder con odio al odio no tiene ningún sentido. ¿Por qué entonces continuamos con eso? Porque muchos creen en ese momento que se están protegiendo a sí mismos con el odio, pero eso no es protección.

K : Volviendo a esa pregunta que yo considero válida: «X» no tiene causa, «Y» está preso en la causa. ¿Por qué? ¿Comprende? ¿Es el privilegio de unos cuantos? ¿La elite? No, no. Mirémoslo de otro modo. La mente de la humanidad ha estado respondiendo al odio con el odio, a la violencia con la violencia, y al conocimiento con el conocimiento. Pero «X» es parte de la humanidad y no responde al odio con el odio, como hacen «Y» y «Z». Ellos son parte de la conciencia de «X», parte de todo eso.

DB : ¿Por qué existe está diferencia?

K : Eso es lo que pregunto. Lo uno es natural, lo otro no es natural. ¿Por qué ¿Por qué la diferencia? ¿Quién formula esta pregunta? ¿Las personas «Y» y «Z» que responden al odio con el odio? ¿Son ellas las que formulan la pregunta? ¿O es «X» el que la formula?

I : Parecería que es «X» el que formula esta pregunta.

DB : Sí, pero hace poco decíamos también que ellos no son diferentes. Decimos que «son»
diferentes, pero también decimos que no lo son.

K :Por supuesto. No son diferentes.

DB : Hay una sola mente.

K : Así es, una mente.

DB :Sí, ¿y cómo es que otra parte de esta mente única dice que no es así?

K : De eso se trata precisamente. ¿Cómo sucede que una parte de la mente dice que unos somos diferentes de otros?. Desde luego, hay toda clase de explicaciones y a mí me dejan con el hecho de que «A»,»B» y «C» son diferentes de «X», «Y» y «Z». Y esos son hechos, ¿verdad?

I : Parecen ser diferentes.

K : Oh, no.

I : ¿Son realmente diferentes?

K : Absolutamente; no sólo lo parecen.

DB Creo que la pregunta a la que necesitaríamos volver es: ¿por qué las personas que cultivan el odio dicen que son diferentes de aquellas que no lo cultivan?

K : ¿Dicen eso?

DB : Creo que sí, en cuanto que admitirían que si hubiera alguien que no cultivara el odio, ellos deben ser diferentes.

K : Sí, eso está claro, como luz y oscuridad, etc.. Pero yo quiero averiguar si nos estamos moviendo en la dirección correcta. O sea, «X» me ha dado ese don, pero yo no he llevado ese don conmigo. ¿Entiende lo que quiere decir? He cultivado una respuesta, pero esto no lo he llevado conmigo. ¿Por qué? Si un padre ha respondido al odio con odio, ¿por qué el hijo no ha respondido del mismo modo?

DB : Creo que es una cuestión de discernimiento.

K : Lo que implica que el hijo ha tenido discernimiento desde el principio, desde la infancia misma. ¿Comprende lo que estoy diciendo? ¿Y qué significa eso?

DB : ¿El qué?

K : ¡No quiero entrar todavía en terreno tan peligroso!

DB : ¿De qué se trata? Tal vez quiera usted dejarlo.

K : Falta todavía otro factor. Quiero aprehenderlo. Porque si ésa es una excepción, entonces es algo trivial.

DB : Muy bien. Entonces estamos de acuerdo en que esto se encuentra latente en todos los seres humanos; ¿es eso lo que usted quiere decir?

K : No estoy muy seguro de que sea eso lo que quiero decir.

DB : Pero lo que quise decir es que ese factor se encuentra en toda la humanidad.

K : Ésa es también una afirmación peligrosa.

DB : Eso es lo que usted estuvo diciendo.

K : Lo sé, pero lo estoy cuestionando. Cuando esté completamente seguro se lo diré

DB : De acuerdo. Hemos probado esto y podemos decir que parece prometedor pero que es un poco peligroso. Esta posibilidad se encuentra en todos los seres humanos, y en cuanto que algunas personas la han visto.

K : ¿Lo cual quiere decir que Dios está en usted?

DB : No, es sólo que la posibilidad del discernimiento está ahí.

K : Sí, hasta cierto punto. Estoy cuestionando todo esto. El padre responde al odio con el odio, el hijo no.

DB : Eso sucede de cuando en cuando.

K : No, de modo continuo desde el principio. ¿Por qué?

DB : Debe depender del discernimiento, que revela la inutilidad del odio.

K : ¿Por qué ese hombre tuvo tal discernimiento?

DB : Sí, ¿por qué?

K : ¿Y por qué, si esto le parece tan terriblemente natural a él, no es natural para todos? Como el agua es natural para todos.

DB : Bien, ¿por qué el discernimiento no está presente en todos desde el principio?

K : Sí, eso es lo que pregunto.

DB : Con tanta fuerza que ni siquiera el maltrato pueda afectarlo.

K : Nada puede afectarlo, a eso me refiero. El maltrato, los golpes, el haber sido puesto en toda clase de situaciones espantosas, nada de eso lo ha afectado. ¿Por qué? Estamos llegando a algo.

JIDDU KRISHNAMURTI

http://www.oshogulaab.com/JIDDU/TEXTOS/JIDDU-MUTACION.html

Las predicciones de Isaac Newton sobre el fin del mundo en 2060

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Sin duda Isaac Newton fue y sigue siendo uno de los científicos más influyentes de todos los tiempos. Polifacético, Newton dedicó su vida no sólo a formular la teoría de la gravedad sino que también desarrolló una carrera política, dirigió la Real Casa de la Moneda, mejoró el telescopio existente en su época y consagró mucho de su tiempo a la alquimia y la búsqueda de la piedra filosofal.

Un diagrama de la Piedra Filosofal, dibujado por Newton

Por otra parte, el Newton devotamente religioso escribió tratados teológicos interpretando profecías bíblicas que predicen el fin del mundo en el año 2060, según algunos manuscritos presentados por la Universidad Hebraica de Jerusalén.

En una carta escrita con puño y letra de Newton y fechada en 1704, el físico realizó un cálculo basado en un fragmento de la Biblia sacado del Libro de Daniel. Según Newton, debían pasar mil 260 años entre la refundación del Santo Imperio Romano por Carlomagno (año 800) y el fin de la vida humana.

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Entonces el “tiempo, tiempos, y la mitad de un tiempo” son 42 meses o mil 260 días o 3 años y medio, contando 12 meses por año y 30 días por mes como era hecho en el calendario del año primitivo. Y los días de las bestias de vida corta puestos por los años de los reinos vividos, el período de mil 260 días, si se cuenta desde la conquista completa de los tres reyes en el año 800 después de cristo, terminará en el 2060 después de Cristo. Podría terminar después, pero no veo razón para que termine antes.

La Biblioteca Nacional de la Universidad Hebraica heredó de un coleccionista numerosos manuscritos que datan de entre 1642 y 1727. Una vez en el museo, los manuscritos comenzaron a ser estudiados. Para esto se fundó el Proyecto Newton en Inglaterra. Dicho proyecto se encargó de descifrar los textos.

Los manuscritos ponen en evidencia un aspecto de la vida del gran físico inglés que muchos desconocen: Newton era sumamente religioso, a tal punto que pasó 55 años intentando decodificar la Biblia, en la que suponía que se encontraban las leyes divinas del universo.

Esto dio sus frutos: calcular la fecha exacta en la que ocurriría el Armagedón, es decir, la última batalla global que acarrearía plagas, guerras, el retorno de Cristo y el fin del tiempo.

Aquí se puede leer (en inglés) una descripción exhaustiva de cómo funcionó su predicción mediante el Libro de Daniel, realizada por el historiador de la ciencia Stephen D. Snobelen, quien también señala cuán extendido está el interés por las creencias extrañas de Newton. Snobelen aparece en el documental de la BBC Newton: El hereje oscuro, que ha traído al público una gran cantidad de detalles sobre la alquimia y las profecías de Newton.

 Si quieren tener un panorama más amplio respecto de estas predicciones también pueden visitar el sitio Open Culture, donde tienen un extenso artículo sobre estos manuscritos.

http://pijamasurf.com/2015/10/las-predicciones-del-fin-del-mundo-en-2060-de-isaac-newton/

«Analogía» Omraam Mikhaël Aïvanhov.

«Existe una analogía entre las habitaciones de los hombres y la estructura de su psiquismo. Pongamos el ejemplo de una habitación de una casa: está hecha de un techo (del que suspendemos las lámparas), de paredes (con las puertas y las ventanas) y del suelo. Pues bien, techo, paredes y suelo corresponden a los tres dominios del pensamiento, del sentimiento y de la acción.
La luz del pensamiento, es decir la sabiduría, la inteligencia, el conocimiento, viene de arriba, del techo. El sentimiento corresponde a las paredes, en donde están las puertas y las ventanas que permiten comunicarnos con el exterior. Para dar a estas paredes un aspecto más agradable, se cuelgan cuadros, espejos y en las ventanas se ponen cortinas. Las ventanas, que tienen cristales, representan los ojos; por eso debemos limpiar a menudo los cristales, los ojos de nuestro corazón, para dejar entrar la luz. Finalmente, la acción es el suelo, sobre el que nos desplazamos para llevar a cabo nuestras diferentes actividades. Ahí tenéis una página del Libro de la naturaleza viviente, este libro que nunca terminaremos de estudiar. »


www.prosveta.com

«Toros» (Vida y Consciencia Animal 7) Susana Muñiz.


Entrevista a la veterinaria y miembro de AVATMA, Susana Muñiz de Miguel en la que charlamos sobre lo que se esconde detrás del toreo de lidia, además de hacer un repaso por otros «festejos» taurinos, explicando desde la base científica en qué consiste cada uno de ellos y qué repercusiones tienen en la anatomía del toro cada una de las actuaciones a las que se les somete durante estos espectáculos.

Seas o no antitaurino, esto te interesa, descubrirás detalles que seguramente nadie te había explicado antes y te ayudarán a entender más y mejor a estos majestuosos animales.


vidayconscienciaanimal.blogspot.com.es
CienciayespirituTV

«Piensa en tu Madre» Mariano Alameda.

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Todo lo que pienses de ella, no es ella. Eres tú. Eres tú pensando en ella. Eres tú relacionándote con tus recuerdos, con tus conclusiones, con tus miedos, con tus anhelos. Todo pensamiento sobre tu madre no es tu madre real. Tu madre física está en su casa y lo que piensas de ella, no es ella. Eres tú pensando. Así con todo.

Todo lo que crees de tu familia es imaginación. Sólo es pensamiento, modificado por la memoria. Esos pensamientos van cargados de emociones, de recuerdos y crees que son la verdad. Sin embargo, no son la verdad. Son sólo pura imaginación. Son tus propios pensamientos, que salen de ti. La familia imaginaria que tienes en la cabeza es el producto de las conclusiones que tu mente tomó de experiencias reales que tuviste en la infancia. Desde entonces has ido creando una historia personal con respecto a cada uno de los personajes de tu familia. Y los tienes en tu cabeza. Sin embargo, esos pensamientos no son tu familia. Eres tú pensando.

Pero lo más sorprendente no es que lo que pienses de ellos no tenga que ver con su verdadera identidad. Lo más sorprendente es que lo que piensas de ti tampoco tiene nada que ver contigo. Esas experiencias infantiles que crearon las imágenes que tienes de tu familia son las mismas imágenes que han creado la idea que tienes de ti mismo. La familia imaginaria ha creado tu ego: todo eso a lo que tú llamas yo. Y todo eso a lo que llamas yo, está equivocado: Cualquier autoidentificación está equivocada.

Pensamos que somos seres individuales, que tenemos libre albedrío para decidir lo que queremos hacer con nuestra vida. Sin embargo, el libre albedrío no es más que el ego identificándose o no con una acción que ya ocurría por sí misma. Cuando vamos a ver a nuestro equipo al estadio de fútbol y éste gana, llegamos a casa tan ufanos y decimos “hemos ganado”; pero si el mismo equipo pierde el partido, al llegar a casa decimos “han perdido”. El ego se identifica o no con lo que sucede dependiendo de si le conviene a su idea de sí mismo. Pobre cobarde enredado.

Damos por hecho que creamos la realidad, que somos dueños de lo que acontece o que tenemos la posibilidad de ajustar nuestro entorno a nuestra personalidad: farsa. Cuando las cosas nos van bien, nos creemos muy ufanos que merecemos lo que nos pasa, que nosotros hacemos la realidad, que somos creadores. El problema llega cuando la cuesta va hacia abajo…Entonces pensamos… ¿Qué pasa? ¿Por qué me pasa esto? ¿Qué pasa con la ley de la atracción? Bla, bla… El ego intentando existir. El ego identificándose o no con los hechos que acontecen en la realidad. El ego intentando manipular una realidad que va muy por encima de él. Vano intento cargado de dolor.

Toda crisis es el resultado de una relación entre el ego creado y la respuesta del entorno. Si no coinciden, sobreviene la catástrofe. El entorno cambia continuamente. Imagina que vives en España y que eres un ejecutivo de éxito, con familia estable, la gente te admira. Tu ego se pavonea de lo que has conseguido. De repente, tu mujer te deja, te quedas sin trabajo y te tienes que ir a otro país para hacer otra labor por debajo de tu categoría. ¿Qué hacemos entonces con la idea de uno mismo como ganador, qué hacemos con nuestro exitoso personaje cuando el entorno nos dice que somos un pobre inmigrante sin relaciones ni dinero? ¿Cómo puede bailar el ego entre los conceptos fantásmicos del éxito y el fracaso?

El ego es, básicamente, un espectro mental inexistente creado por la familia y la sociedad, un subproducto del conflicto, un epifenómeno del miedo. Una entidad creada tanto por las experiencias vitales como por la herencia inconsciente. Nos creemos independientes y muy seguros de existir separados del mundo “externo”, pero no nos damos cuenta de que el entorno es el que fabricó nuestra personalidad. Sobre todo el entorno familiar en la primera infancia. Sobre todo la relación con papá, la relación con mamá y la relación con los hermanos.

Toda familia es un sistema holográfico. Por eso todos los elementos que lo componen son modificados cuando uno de los elementos varía. Los padres felices suelen hacer hijos felices. Los niños siempre son un proyecto de los padres, aún cuando no lo hagan conscientemente. El cuerpo del niño y su personalidad obedece de manera consciente o inconsciente al deseo parental. Y sin embargo crecemos creyendo que nosotros somos así o asá por nuestra culpa.

Nos gusta una mujer y al enamorarnos de ella creemos que es una decisión propia. Sin embargo, cuando comprendes cómo el ego se forma y su funcionamiento, compruebas que la persona de la que te enamoras tiene reglas base familiares compartidas o tiene similitudes con lo maravilloso de tu mamá cuando eras niño o que su personalidad tiene los antídotos a lo horrible de tu papá. O, simplemente, complementa tus carencias. Entonces, eso nos enamora. Y nos creemos que hemos decidido enamorarnos…

Lo que hacemos es el resultado de las conclusiones que tomamos en la relación con nuestros familiares en el pasado infantil. Y esa relación de amaestramiento infantil es verbal, no verbal, simbólica y deductiva. Es el ego que nos atrapa en una jaula de imaginación. Todo ego es un fantasma, intentando existir, porque en el fondo sabe que no existe. Intenta que el entorno le refuerce y le apuntale, pero es un intento vano. El ego no se da cuenta de que lo que llamamos “fuera de nosotros” no es fuera, sino dentro. El ego no se da cuenta de que lo que llamamos “dentro de mí mismo” no es más que la reacción a lo que pasó fuera. No nos damos cuenta de que lo que pensamos no tiene por qué ser real, de que lo que creemos de nuestra gente no es más que nosotros mismos pensando. El que tira ascuas, se quema las manos. Si odias a tu padre, el odio no es de él. Es tuyo.

Del mismo modo que no haces nada para que te crezca el pelo o no haces nada para latir el corazón o para hacer la digestión, así tampoco has hecho nada para crearte a ti mismo. Las experiencias infantiles te han hecho llegar a conclusiones sobre quién eres, cómo eres y cómo funciona el mundo. Pero el mapa que tiene tu pensamiento no está alineado con la realidad. No tenemos en cuenta la herencia psicológica, los patrones de repetición inconsciente. No nos damos cuenta de que todo es doble, femenino y masculino dentro de ti. No nos damos cuenta de que nuestro pensamiento es, sobre todo, papá y mamá hablando en nuestra cabeza. No nos damos cuenta de que lo que es en los padres, lo es en los hijos, por mimetismo o por distinción. Lo que llevamos por dentro, en nuestra información mental, creado por las experiencias pasadas, es el filtro que nos muestra el mundo. El mundo que vemos es el mundo que somos. Somos un hombre viviendo dentro de un mundo de hombre, al igual que un perro es un perro viviendo en una realidad de perro. Y esa percepción está en continuo cambio, nada permanece. Por eso el ego sufre, porque no se comprende, porque no sabe cómo ha sido formado, porque se apega a no perder los placeres y teme que lleguen los dolores recordados. El deseo es el recuerdo del placer. El miedo es el recuerdo del dolor. El ego nos desalinea de la realidad.

Para comprender quién eres has de comprender quién creías ser y porqué. Para liberarte has de hacerlo de tu identidad condicionada. Para tener un comportamiento alineado con la realidad, has de darte cuenta de cuando te desalineas. Para elegir con verdad, hay que saber qué es mentira. Para evitar que te pasen esas cosas que te pasan continuamente y no quieres, has de saber por qué suceden, para qué suceden. Así se evitan las repeticiones compulsivas cíclicas que se dan en cada generación. Comprender quién es uno y cómo ha sido creado permite incrementar los dones a los hijos.

Con un nivel de conciencia bajo, la persistencia cíclica perdura. Es lo que han llamado los ciclos kármicos o, como dijeron los chamanes, el tonal de los tiempos. Sólo con un desierto meditativo a la búsqueda de quién mira el mundo tras tus ojos y quién vive en tu cuerpo puede uno alinearse al cambio y a la transformación que gobiernan la realidad. Entonces uno encaja en el motor del universo y se puede relajar y encontrar la paz.

Piensa en ti. Todo lo que piensas de ti, no eres tú.


Mariano Alameda
www.centronagual.es

«Emociones, Creencias y Valores» Virginia Blanes (Hablando Claro 1).


Nuestras creencias van forjando nuestra personalidad y determinando los acasos de nuestra existencia. A menudo manifestamos de forma inconsciente esas creencias que nos empujan a una reiteración, no siempre sana, de experiencias emocionales.
Comprender el puzzle que une a nuestros valores, nuestras creencias y nuestras emociones, puede aliviarnos, puede sanarnos y puede direccionarnos hacia la serenidad.


www.virginiablanes.com/es
LA CAJA DE PANDORA

«¿Por qué aceptamos o rechazamos información? Las tres fases de los procesos mentales» David Topí.

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Llevo días tratando de sentarme a escribir un artículo nuevo. Pero no hay manera. Pareciera que los planos superiores tuvieran la realidad no física “congelada”, en proceso de actualización, reparación o cambio y, por ende, todos los procesos no físicos para que algo “físico” se materialice, están eso, literalmente parados, congelados o yendo a cámara muy lenta.

Como me siento incapaz de acceder a estratos “superiores” para “sintonizar” conceptos, ideas o información que pueda plasmar en artículos, toca trabajar con aquello que está ya “casi a nivel del suelo”, es decir, toca trabajar en proyectos cuya materialización no depende en estos momentos de los movimientos en planos superiores y plasmar cosas que ya tengo medio trabajadas y, por ende, materializadas desde el mundo de las ideas y las causas, al mundo de los efectos y del día a día.

En este caso, que es lo que estuve haciendo ayer, andaba tratando de poner por escrito y entender, para luego poder explicar correctamente, el proceso del porqué aceptamos y rechazamos a veces información que nos llega, porqué unas personas aceptan como válida una idea y otras no, porqué unas personas llegan a creerse algo y otras no, porqué para unos un concepto es correcto y válido y para otros no. Algo de esto ya hemos visto a lo largo de estos meses en varios artículos, ya que está relacionado con los programas y arquetipos insertados en nuestras esferas mentales, los programas de protección de la información y el mismo programa “ego”, que bloquea todo aquello que vaya contra su programación inicial y sus parámetros. Aún así, otro de los factores que evitan que algo “entre” en nuestra psique y cambie o modifique la misma, insertando nuevas ideas o conceptos que pudieran poner en peligro la programación y comportamiento, sistema de creencias y forma de ver el mundo que tenemos, son los diferentes componentes rúnicos insertados en el patrón conductual.

Las tres fases de los procesos mentales

Toda nueva información, dato, conocimiento, etc. que llega a nosotros pasa por tres fases antes de ser completamente archivada, usada, descartada o integrada en nuestra psique, consciencia, cuerpo mental, etc.

El primer paso es la adquisición o proceso de grabación de la información, que se produce cuando adquirimos por medio de nuestros cinco sentidos, esas nuevas informaciones que entran en forma de impulsos eléctricos, ondas, señales y percepciones, al cerebro. En este artículo de hace meses, os explicaba porqué es altamente recomendable no leer o estudiar o hacer actividades intelectuales con la televisión, la radio u otros ruidos de fondo, ya que no sólo se graba y se recogen los “datos” del libro que estás leyendo, sino que a nivel pre-consciente, absorbes y grabas (para luego almacenar) lo que sin darte cuenta estás escuchando de la radio o la televisión. Revisad el articulo para más detalles.

Así, en la fase de absorción de información, y debido al trabajo energético y metabólico del citoplasma de las neuronas del cerebro, se liberan partículas de energía llamadas «alfas», que se convierten en otro tipo de partículas llamadas «analfas» y que funcionan como la materia prima virgen para que la primera fase del proceso mental se lleve a efecto. Es en estas analfas, partículas de energía del citoplasma neuronal, donde quedan grabados los impulsos eléctricos que conforman la información que ha entrado por nuestros sentidos, seamos conscientes de toda esa información o no.

Comparación de datos

La segunda fase del proceso mental es la fase de comparación de datos. Aquí es cuando se usan los patrones de comportamiento grabados en el tablero rúnico de la mente, del que ya hemos hablado anteriormente también. Estas “runas” se han ido grabando a lo largo de toda la vida a través de un sinfín de experiencias y definen nuestro modo de actuar y de entender las cosas, la realidad, definiendo lo que cada uno considera como su “propia verdad”, su particular universo de existencia, diferente, por supuesto, al de cualquier otra persona. Así, cualquier información que nos llega, al entrar por nuestros sentidos físicos y grabarse en las analfas neuronales se compara automáticamente con el patrón conductual, haciendo que, como resultado de dicha comparación, se rechace o se acepte la información recibida, si concuerda con la “realidad” preestablecida de la persona o si no lo hace. Como todos tenemos infinitas variaciones de patrones de conducta en nuestro tablero rúnico, lo que es válido para unos no lo es para otros, lo que es verdad para uno no lo es para el resto (además del resto de filtros mencionados antes como arquetipos y programas insertados).

En este caso, todo o mucho de lo que es rechazado por la mente consciente pasa automáticamente a ser procesado por la esfera mental subconsciente, que luego puede decidir terminar de desecharlo o guardarlo eternamente en nuestros archivos “mentales” sin que la mente consciente se de cuenta de ello.

La fase de archivo

La última fase del proceso mental es entonces la fase de archivo, en la cual se guarda la información en forma ordenada, como si fuera una gran biblioteca, por temas o por arquetipos más bien (todo lo relacionado con un concepto, se guarda junto), teniendo fácil acceso a la información ya que, neuronalmente, tenemos “indexada” la posición en la capa mental de todos los datos recibidos, como podríamos tener en la nube en diferentes carpetas ordenadas por temas diferentes, datos y en nuestro ordenador una hoja Excel que indica la url de dónde está cada uno de ellos en la red.

En definitiva, el hecho de que un nuevo dato o información sea aceptado o rechazado por cualquiera de nosotros, tiene mucho que ver con el tipo de configuración que uno lleva a cuestas en su patrón conductual. El desprogramarlo de todo aquello que resulta o produce un sistema limitante de creencias, permite que no descartemos, al menos automáticamente, cualquier nuevo concepto que pudiera ayudarnos a expandir nuestra esfera de consciencia, una vez procesado correctamente y analizado por la mente consciente, antes de decidir si vale la pena incorporarlo a aquello que forma parte de nuestro conocimiento o si nos sirve en nuestro particular camino de evolución personal.

Un abrazo, David Topí.


davidtopi.com

Advertencia científica: Contaminantes del aire entran directamente en el cuerpo por la piel

Uno de los mayores enemigos de la civilización moderna es la contaminación. De hecho, es la causante de diversas enfermedades, muchas de ellas mortales. Así, estudios recientes han probado que el mecanismo de absorción de sustancias dañinas a través de la piel no es tan lento como se creía anteriormente.

Los pulmones son los responsables de transmitir los contaminantes del aire al cuerpo, aunque un nuevo estudio publicado en la revista médica ‘Environmental Health Perspectives’ ha demostrado que algunos contaminantes (semivolátiles, como ftalatos) pueden entrar en el organismo a través de la piel. Este efecto se conoce como ‘absorción dérmica’ y la cantidad de contaminantes absorbidos y toxinas pueden ser equivalentes a las que entran vía respiratoria. Así, peligrosos productos químicos entran en el torrente sanguíneo y pueden causar una reacción tóxica.

Los ftalatos o ésteres de ácido ftálico son sustancias químicas que incrementan la flexibilidad en los plásticos. En altas concentraciones, dichas sustancias podrían causar asma y cáncer. En un experimento llevado a cabo por un equipo de científicos internacionales participaron seis personas, que fueron expuestas a elevadas concentraciones de sustancias químicas en el aire tales como el dietil ftalato (DEP) y Di-n-Butil Ftalato (DNBP). Estos componentes pueden estar presentes en el hogar, concretamente en productos para el cuidado personal (cremas hidratantes, quitaesmalte de uñas, productos de limpieza, perfumería, artículos de plástico y otros elementos que utilizamos diariamente).

El análisis de muestras de orina de los participantes del experimento demostró que los niveles de absorción de su piel fueron altos. El autor de los estudios, John Kissel, de la Universidad de Washington en Seattle (EE.UU.), señaló al portal ‘Science News’ que «somos grandes esponjas para las sustancias químicas que se encuentran en el entorno que nos rodea».

https://actualidad.rt.com/ciencias/188874-advertencia-cientifica-contaminantes-entrar-cuerpo-piel

Marchan en Bruselas contra el Tratado de Libre Comercio EEUU-UE

La ciudad de Bruselas acogió este sábado una manifestación contra el Acuerdo Transatlántico de Libre Comercio e Inversiones entre la Unión Europea y los Estados Unidos.

Esta marcha fue el último de los actos organizados durante tres días en la capital belga, que comenzaron el 15 de octubre con una acción de protesta en las proximidades del edificio del Consejo Europeo (CE), donde se reunían los líderes de la UE.

“Los acuerdos de libre comercio como el TTIP (Tratado Trasatlántico para el Comercio y la Inversión) suponen una amenaza fundamental para nuestra democracia”, dijo Mia van Dongen de Climaxi, una de las organizadoras.

Además, esta activista denunció en particular que “este tipo de acuerdos se negocia a puerta cerrada, sin posibilidad de que la población o sus representantes den su opinión”.

La marcha del sábado partió desde la plaza de Luxemburgo, junto al Parlamento Europeo, hasta la plaza de la Monnaie, en el centro de Bruselas, y se desarrolló sin incidentes, informó la prensa belga.

Los manifestantes en particular, temen que el TTIP lleve a una desregulación y al aumento de la hegemonía de las multinacionales, en paralelo a la pérdida de poder de decisión de los gobiernos nacionales, que al mismo tiempo reduce los derechos de los trabajadores y trabajadoras relativos al acceso a los servicios básicos como el agua, la salud y la energía, en aras de los beneficios corporativos.

Además, los detractores critican las políticas de recorte social dictadas por organismos no elegidos democráticamente, denuncian un sistema que, a su juicio, protege a las multinacionales, a los mercados y al capital, mientras que empobrece a la clase trabajadora.

El pasado 10 de octubre, cientos de miles de personas se manifestaron en Berlín, capital alemana, contra el Tratado de Libre Comercio (TTIP) entre Europa y Estados Unidos.

Al ser varios días estas marchas, el 11 de octubre, activistas de todos los sectores de la sociedad británica se unieron en una marcha para decirle ‘NO’ al TTIP.

El 15 de octubre en el marco de estas Euromarchas, la Policía de Bélgica detuvo a 30 manifestantes españoles congregados ante la sede del Consejo de la Unión Europea.

En España, este sábado 17 de octubre en varias ciudades organizaron protestas contra la pobreza, la desigualdad y el TTIP, en el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, una manifestación convocada por numerosas organizaciones que recorrió las calles de Madrid.

LibreRed/HispanTV

Marruecos no quiere testigos

El próximo 14 de noviembre, se cumplen 40 años de la firma de los “Acuerdos Tripartitos de Madrid”, que representó la entrega por parte de España del territorio del Sáhara Occidental a Marruecos y Mauritania, desentendiéndose de sus obligaciones como país colonizador, y posibilitando a Marruecos ocupar el territorio. Estos acuerdos son nulos de pleno derecho, “ningún país puede ceder la soberanía de un territorio de forma unilateral”, por tanto España sigue siendo legalmente la potencia administradora del Sahara y responsable del sufrimiento de la población saharaui en el Sáhara Occidental. La ilegalidad de estos acuerdos hace que Marruecos no sea más que su ocupante ilegal.

Tras el abandono del territorio por parte de España, Marruecos expulsó de sus casas a los saharauis, que tuvieron que refugiarse en Argelia en campamentos; los que se quedaron sufrieron persecución, desapariciones, tortura y prisión, prácticas que continúan a día de hoy.

Marruecos no quiere testigos de estos atropellos, por lo que somete a las zonas ocupadas del Sáhara Occidental a un férreo bloqueo informativo. Son continuas las expulsiones de observadores internacionales de derechos humanos que Marruecos realiza con total impunidad y sin ninguna base legal.

Solo durante el año 2014, las fuerzas de ocupación marroquíes expulsaron más de 65 observadores internacionales de diversas nacionalidades, estadounidenses, británicos, españoles, portugueses, franceses, tunecinos, noruegos e italianos, de las zonas ocupadas del Sáhara Occidental.

Durante este año las cosas no han cambiado, Marruecos sigue con su política de hermetismo y bloqueo. Son numerosas las expulsiones de observadores. A delegaciones sindicales, a abogados, a políticos, a asociaciones de mujeres, a activistas en la defensa de los derechos humanos se les impide constatar de primera mano la grave situación en la que vive la población autóctona del Sáhara Occidental, son expulsados en muchas de las ocasiones desde la misma escalerilla del avión que los traslada.

Marruecos en su paranoia por bloquear toda información sobre la situación de las zonas ocupadas del Sáhara Occidental ha llegado a vetar las visitas de Christopher Ross, enviado especial del del Secretario General de las Naciones Unidas, y de Joaquim Chissano representante de la Unión Africana, y atacar la casa donde se encontraban reunidos los Delegados del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos con los miembros de la asociación saharaui de derechos humanos CODESA, presidida por la activista saharaui Aminetu Haidar.

Marruecos aplica esta política incluso con asociaciones de prestigio e imparcialidad demostrada en la defensa de los derechos humanos como Amnistía Internacional, su director para Europa y Asia Central, John Dalhuisen y su compañera Irem Arf, investigadora sobre los derechos de los migrantes y los refugiados, fueron expulsados el pasado 11 de junio, y más recientemente Human Rights Watch, que supervisa la situación de los derechos humanos en el mundo, que ha visto suspendidas sus actividades por las autoridades marroquíes tanto en Marruecos como en las zonas ocupadas del Sáhara Occidental.

La población saharaui, a pesar de conocer el grave riesgo que para su integridad física supone, lucha a diario contra este bloqueo. Varias asociaciones saharauis trabajan en la realización de informes y recabando información sobre la violación de derechos humanos, sobre la situación de los presos políticos en las cárceles marroquíes, sobre el expolio de recursos naturales, sobre la situación de los menores y las mujeres bajo la cruel ocupación y sobre las diferentes discriminaciones que sufre los saharauis. Informes que luego son presentados en forma de denuncia en distintos organismos.

Mención especial merece el grupo de jóvenes saharauis que bajo el nombre de “Equipo mediático” trabajan, con más ganas que medios, en la realización y difusión de videos de las muchas acciones y protestas que de forma pacífica realizan las saharauis en todas las ciudades del Sáhara Occidental. Grabando la brutalidad desmedida con la que las fuerzas de ocupación marroquíes aplacan estas acciones. Esta actividad ha hecho que estos jóvenes sean objetivo prioritario para los marroquíes, lo que ha hecho que algunos de ellos acaben siendo encarcelados y torturados.

http://iniciativadebate.org/2015/10/18/marruecos-no-quiere-testigos/

Merkel se compromete a acelerar el proceso de incorporación de Turquía a la Unión Europea

El primer ministro de Turquía, Ahmed Davutoglu, y la canciller alemana, Angela Merkel, han acordado poner en marcha un proceso para acelerar algunos aspectos pendientes en la propuesta de incorporación turca a la Unión Europea a cambio de la colaboración de las autoridades turcas en la gestión del crítico flujo de inmigrantes y refugiados procedentes en su mayoría del conflicto sirio.

En el encuentro que ambos han mantenido este domingo en Turquía, Davutoglu ha precisado que uno de estos primeros puntos será el establecimiento de un nuevo sistema que permitirá a los turcos viajar sin visado por los países de la UE. Merkel, por su parte, se ha referido a la situación en términos generales, asegurando que su país hará todo lo posible para acelerar el acceso de Ankara al bloque europeo.

Ambos líderes han coincidido no obstante en que la solución a la actual crisis pasa por el fin de la guerra en Siria a través de una solución política y negociada entre las partes implicadas.

En este sentido, Davutoglu ha transmitido su preocupación ante la posibilidad de que la nueva campaña liderada por las fuerzas del presidente sirio en la ciudad de Alepo, dividida entre Ejército, insurgentes e islamistas, pueda causar una nueva ola de inmigrantes.

«Erdogan viola valores de la UE»

Un grupo de cien académicos y profesores universitarios de Turquía ha advertido este domino a la canciller de Alemania, Angela Merkel, que su reunión con el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, supone apoyar a alguien que «viola» los valores de la Unión Europea (UE).

En una carta abierta, los intelectuales turcos as

eguran que la propaganda de Erdogan y el Gobierno de Ankara están provocando el odio, y el ataque a periodistas y periódicos y denuncia violaciones de los derechos humanos en Turquía.

«Bajo esas circunstancias, como académicos, estamos extremadamente preocupados de que su visita pueda ser vista como un apoyo dentro de la campaña electoral a los políticos que violan los más importantes valores de la Unión Europea», dice esa misiva.

Los académicos aseguran a Merkel que Erdogan, primer ministro desde 2002 hasta 2014 pero aún el hombre fuerte del país, no está cumpliendo el principio de neutralidad como jefe de Estado al que le obliga la Constitución.

Los intelectuales califican de «extraño» que esa visita se produzca a dos semanas de las elecciones generales adelantadas del 1 de noviembre, en las que el partido islamista AKP, fundado por Erdogan, tratará de recuperar la mayoría absoluta que mantenía desde 2002 y perdió en los comicios de junio.

Merkel se reúne con Erdogan y con el primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, para negociar la entrega de ayuda económica a Turquía y la exención de visados para sus ciudadanos a cambio de frenar el flujo de refugiados sirios hacia Europa.

http://www.eldiario.es/internacional/Merkel-compromete-incorporacion-Turquia-UE_0_442705992.html