Suele ocurrir que a veces algunas cosas las tenemos que escuchar miles de veces antes de que realmente las entendamos. «10 Verdades dolorosamente obvias que solemos olvidar» entraría en esa categoría. Éstas son lecciones de vida que muchos de nosotros probablemente aprendimos hace años, y desde entonces las recordamos, pero por alguna razón, nunca las llegamos a comprender plenamente.
1. EL PROMEDIO DE VIDA DEL SER HUMANO ES RELATIVAMENTE CORTO
Somos la única especie que sabe y es consciente de nuestra finita existencia. Sabemos profundamente que la vida es corta, y que todos eventualmente enfrentaremos nuestra muerte en algún momento, sin embargo siempre nos vemos infinitamente sorprendidos cuando alguien muere. Es como subir una escalera con una mente distraída, y calcular mal el último escalón. Uno espera que haya un escalón más de lo que hay y se encuentra fuera de equilibrio por un tiempo. Esto ocurre antes de que la mente pueda nuevamente volver al momento presente y al mundo real.
VIVE tu vida HOY! (En el sentido de que «Siempre es Hoy» o como lo pone en evidencia el excelente libro El Poder del Ahora de Eckhart Tolle acerca de cómo el presente es el único momento en que realmente vivimos).
No ignores la muerte, pero tampoco le tengas miedo. Lo que deberías temer es no haber vivido nunca una vida porque estuviste demasiado asustado como para tomar medidas. La muerte no es la pérdida más grande en la vida. La mayor pérdida es lo que muere dentro nuestro mientras estamos vivos. Sé corajudo. Sé valiente. Hay que temer a la muerte, y luego animarse a dar el siguiente paso de todos modos.
2. VIVIMOS LA VIDA QUE NOS CREAMOS PARA NOSOTROS MISMOS
Tu vida es sólo tuya. Otros pueden tratar de persuadirte, pero no pueden decidir por vos. Las personas pueden caminar junto a nosotros, pero no pueden estar en nuestros zapatos. Así que hay que asegurarse de que el camino que uno decide tomar esté alineado con su intuición y deseos, y no tengamos miedo de cambiar las rutas o pavimentar una nueva cuando tenga sentido.
Hay que recordar, siempre es mejor estar al principio de la escalera que uno quiere subir que llegar a lo alto de la que NO quiere. Se productivo y paciente (Progreso, no perfección). Paciencia no es esperar, es la capacidad de mantener una buena actitud mientras se trabaja duro por lo que uno cree. Esta es su vida, y se compone en su totalidad de sus decisiones. Que tus acciones hablen más fuerte que tus palabras. Que tu éxito sea tu ruido en el final.
Y si la vida sólo te enseña una sola cosa, que sea que dar un salto apasionado siempre vale la pena. Incluso si usted no tiene idea de dónde vas a aterrizar, ser lo suficientemente valiente como para tomar el paso hasta el borde de lo desconocido, escuchando tu intuición y tus emociones.
3. ESTAR OCUPADO NO SIGNIFICA SER PRODUCTIVO
Estar ocupado no es una virtud, ni es algo que deberíamos mirar con respeto. Aunque todos tenemos temporadas de horarios locos, muy pocos de nosotros tenemos una necesidad legítima de estar ocupados TODO el tiempo. Simplemente no sabemos cómo vivir dentro de nuestras posibilidades ni priorizar adecuadamente, y también por no saber decir NO cuando deberíamos.
Estar ocupado raramente equivale a productividad. Basta con mirar a su alrededor. Las personas ocupadas son más numerosas que las personas productivas por un gran margen. Las personas ocupadas se están apresurando por todo, y llegando tarde la mitad del tiempo. Se dirigen al trabajo, conferencias, reuniones, compromisos sociales, etc. Ellos apenas tienen tiempo libre suficiente para las reuniones familiares y rara vez duermen lo suficiente. Los correos electrónicos se disparan a través de sus teléfonos como balas de ametralladora, y sus agendas están abarrotados hasta el borde de las obligaciones. Su apretada agenda les da un elevado sentido de importancia. Pero todo es una ilusión. Son como los hámsters que corren en la rueda.
A pesar de que estar ocupados puede hacernos sentir más vivos que cualquier otra cosa por un momento, la sensación no es sostenible a largo plazo. Algo evidente es que inevitablemente, sea mañana o en nuestro lecho de muerte, desearíamos haber pasado menos tiempo en el zumbido de los problemas y más tiempo realmente viviendo una vida con propósito.
4. SIEMPRE OCURRE ALGÚN TIPO DE FALLO ANTES DEL ÉXITO
La mayoría de los errores son inevitables. Aprender a perdonarse a si mismo es algo que no he visto en la mayoría de los adultos que conozco. No es un error generar problemas. Es sólo un problema si nunca aprendes de ellos. Las personas que conozco están tan identificadas con «no cometer errores» que no son capaces de aceptar cosas insignificantes de sí mismos ni de los demás haciendo su vida realmente miserable.
Si temes demasiado al fracaso posiblemente nunca alcances a hacer lo que debes hacer para tener éxito. La solución a este problema es amigarse con el fracaso. ¿Quieres saber la diferencia entre un maestro y un principiante? El maestro ha fallado más veces de la que el principiante ha siquiera intentado.
Detrás de cada gran obra de arte hay mil intentos fallidos, pero estos intentos simplemente nunca se muestran.
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