(En dirección de las manecillas del reloj, desde arriba a la izquierda), Bo Xilai, Jiang Zemin, Wang Lijun. (Feng Li / Getty Images)
Este año mi país, Cuba, celebró un aniversario más de su relación con China, cuyo régimen dirigido por el Partido Comunista Chino (PCCh) ha sido denunciado múltiples veces por perseguir atrozmente a los practicantes de Falun Gong.
Como practicante cubano (en el exterior) de Falun Gong -una disciplina de la Escuela Buda basada en los principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia-, a pesar de que en Cuba también hay un régimen comunista, no puedo dejar de entristecerme al ver que desde el año 1999, cuando el entonces mandatario chino Jiang Zemin comenzó la persecución, los principales responsables de este genocidio han sido recibidos con honores en mi país.
En lugares como la ONU, donde justamente China ha sido condenada en numerosas ocasiones por la persecución a Falun Dafa, Cuba elije estar del lado del PCCh para silenciar allí a los practicantes de Falun Gong que intentan dar a conocer al mundo la persecución a la que son sometidos en territorio chino.
El embajador cubano en el país asiático, Alberto Blanco, en un acto realizado en Beijing para celebrar el aniversario 55 de las relaciones bilaterales, habló de la “madurez” de las relaciones actuales entre ambos países, y recordó las visitas a Cuba de los cabecillas Jiang Zeming, Hu Jintao y Xi Jinping, según Radio Habana Cuba el 28 de septiembre de 2015.
Cabe destacar que en el 2005 China pasó a ser el segundo socio económico de Cuba, la segunda fuente de sus importaciones y el segundo país hacia el cual van las exportaciones de la isla.
En este marco de estrechos vínculos económicos-comerciales, nada dijo el diplomático cubano acerca de la cruel persecución que desde 1999 lanzó Jiang Zemin contra Falun Gong, y que prolongó hasta hoy apoyado por funcionarios de su facción. Desde entonces, los implicados visitaron Cuba, donde fueron recibidos como amigos.
Visitas diplomáticas en silencio por genocidio
Cuando Jiang Zemin estuvo en Cuba en el 2001, la persecución contra Falun Gong llevaba casi 2 años de implementada. Ya en ese entonces, existía información (1) (2) (3) internacional sobre la persecución.
Durante esa visita, Fidel Castro afirmó que las relaciones de Cuba con China estaban “en el mejor momento de su historia”, según Zhu Bangzao, portavoz del ministerio de Exteriores chino, publicó el diario El País, el 15 de abril de 2001.
Por otro lado, Luo Gan, como miembro permanente del Politburó del Comité Central del Partido Comunista Chino (PCCh), visitó Cuba el 19 de diciembre de 2005. Días antes, el 13 de diciembre de 2005, mientras visitaba Argentina, practicantes de Falun Gong argentinos presentaron una demanda contra él por su responsabilidad en la persecución, por ser el director de la Oficina 610 conocida como la “Gestapo china”, establecida específicamente para perseguir a los practicantes de la disciplina espiritual.
Asimismo, desde el 15 de octubre de 2003 se conocía internacionalmente una demanda presentada en España contra Jiang Zemin y Luo Gan por la persecución contra Falun Gong.
A Jiang Zemin se lo acusa de utilizar su poder como dictador chino para ordenar e impulsar inconstitucionalmente la persecución contra los practicantes de Falun Gong, mientras que las órdenes de Jiang fueron coordinadas por Luo Gan, quien se convirtió en “el cerebro de la gestión de la persecución” como vicedirector de la “Oficina 610”, señaló el 26 de noviembre de 2007 a La Gran Época, el abogado Carlos Iglesias que representa la causa en España.
Una larga lista de complicidades
Más tarde a esta causa contra Jiang y Luo en España se le unieron como demandados por genocidio a Bo Xilai, Wu Guanzheng, y Jia Qinglin. Los tres visitaron Cuba con honores de Estado.
Bo Xilai, en su condición de Ministro de Comercio, visitó Cuba en noviembre de 2004 para firmar diversos convenios con el gobierno cubano, según el diario Granma del 23 de noviembre de ese año.
Meses antes, Bo había sido demandado por tortura, genocidio y crímenes contra la humanidad durante su visita a Washington D.C., ante la Corte de EE. UU. del Distrito de Washington D.C., el 22 de abril de 2004.
De hecho, Bo Xilai fue enjuiciado por crímenes de lesa humanidad 14 veces en 13 países por su participación en la persecución a Falun Gong.
Bo fue uno de los principales impulsores de esta persecución, y Jiang Zemin lo premió por su fervor; en el espacio de cuatro años, lo promovió de alcalde de la ciudad de Dalian a gobernador de Liaoning y luego a Ministro de Comercio.
Los brutales campos de trabajo forzado de Masanjia, Dalian, Zhangshi y Longshan, que estaban bajo la jurisdicción de Bo, eran especialmente conocidos por sus métodos de tortura brutales e innovadores.
Desde que el nuevo presidente chino Xi Jinping llegó al poder en el 2013, ha liderado una campaña contra la corrupción bajo la cual un gran número de funcionarios que pertenecían a la facción de Jiang fueron despedidos, incluidas autoridades de alto nivel.
Por otra parte, “aunque es verdad que la corrupción fue el pretexto para acusar a los funcionarios, éste no es el motivo de la guerra civil del PCCh. Las semillas fueron plantadas el 20 de julio de 1999, cuando el entonces líder del partido Jiang Zemin lanzó la campaña para erradicar a la práctica espiritual Falun Gong”, aclaró el columnista de La Gran Época, Stephen Gregory, el 21 de julio de 2014.
Bo Xilai fue sentenciado a cadena perpetua en China el 21 de septiembre de 2013.
Es en este contexto en el que las relaciones bilaterales entre Cuba y China crecían, se fortalecían y las visitas de líderes tanto en Cuba como en China también aumentaban.
El 12 de mayo de 2005, Jia Qinglin, Presidente del Comité Nacional de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino (CCPPCh), visitó Cuba. El año anterior, el 2 de septiembre de 2004 mientras visitaba España fue presentada contra él una causa por 15 practicantes de Falun Gong, por los delitos de “Genocidio y Torturas contra los practicantes de Falun Gong en China”.
El 11 de julio de 2014 se rumoreó ampliamente por internet que Jia Qinglin había sido detenido en China en medio de la campaña anti corrupción.
Li Changchun visitó Cuba en julio de 2003. En el 2002 había sido promovido por Jiang Zemin al Comité Permanente, colocándolo a cargo de la propaganda e ideología del PCCh.
Li Changchun “dirigió una campaña para difamar a Falun Gong y tratar de desacreditarlo ante el pueblo chino. Para implementar la persecución, la propaganda de Li y el sistema represivo de… Zhou Yongkang, trabajaron en estrecha colaboración”, dijo La Gran Época el 19 de agosto de 2014.
Wu Guanzheng (Presidente de la Comisión de Disciplina del Partido Comunista Chino), denunciado por genocidio en España en la misma causa que Jiang Zemin, visitó Cuba en abril de 2007 para reunirse con Fidel Castro, que por razones de enfermedad en ese momento se encontraba ausente de la esfera política. Luego Guanzheng se entrevistó con Raúl Castro, el actual mandatario.
En el año 2003, el abogado de derechos humanos Laris Vrahimis había presentado oficialmente una querella en el tribunal de Chipre en contra de Wu Guanzheng (durante su visita al país), acusándolo de genocidio, torturas y crímenes contra la humanidad.
En el caso de Ling Jihua, asistente de Jiang Zemin, fue puesto bajo investigación en diciembre de 2014.
Wang Zhiyuan, vocero de la Organización Mundial para la Investigación de la Persecución a Falun Gong, dijo a New Tang Dynasty Television que “después de que Ling Jihua llegó al poder, la persecución de los practicantes de Falun Gong en el extranjero aumentó”.
Ling Jihua visitó Cuba en el 2008 con la comitiva del presidente chino Hu Jintao.
En abril de 2004 el general Xu Caihou -en ese entonces jefe del Departamento General de Política del Ejército Popular de Liberación de China, visitó Cuba. Es otro de los implicados en la persecución contra Falun Gong. Caihou era un protegido de Jiang Zemin y un miembro esencial de su facción política.
La Gran Época explicó en base a fuentes propias, que Xu Caihou utilizaba el sistema militar chino para la sustracción de órganos de practicantes vivos de Falun Gong. En marzo de 2014 Caihou fue sometido a investigación por corrupción, fue expulsado del partido y murió en marzo de este año.
Entre el 11 y el 13 de abril de 2000, por invitación de Fidel Castro, el viceprimer ministro del Consejo de Estado Li Lanqing -al frente de una delegación del régimen chino- asistió a la Cumbre Sur en La Habana. Se reunió con Castro y se firmó un acuerdo de cooperación económica y tecnológica, según el Congreso Nacional del Pueblo de China el 1 de septiembre de 2009.
“El 10 de junio de 1999 (…) el PCCh estableció el “Equipo de Liderazgo para manejar el asunto de Falun Gong”, conocido también como la Oficina 610. Li Lanqing y Luo Gan eran el primero y segundo líderes del equipo. A esta organización, al igual que al Equipo Central de la Revolución Cultural en la era de Mao y de la Gestapo de Hitler, se le dio el privilegio de actuar fuera de la ley”, publicó La Gran Época, el 10 Mayo de 2012.
Durante estos años, también en China los principales responsables de la persecución se reunieron con altos funcionarios del gobierno cubano, como fue el caso de Zhou Yongkang.
Estos son solo algunos ejemplos que deseo mencionar como practicante cubano de Falun Gong, para hacer un llamado a poner fin a esta injusta persecución, y sobre cómo el PCCh por medio de sus prácticas políticas y poder económico y comercial involucra a otras naciones.
La persecución y la retribución
La facción de Jiang necesita que la persecución continúe a fin de mantener el silencio sobre los crímenes que cometieron.
Desde el año 2001, diversos informes de los relatores especiales de la ONU hicieron públicos los horrores de la persecución.
Son bien conocidos los de la Sra. Jahangir, ex Relatora Especial sobre la Libertad de Religión o de Creencias, el Sr. Manfrek Nowak, Relator Especial de las Naciones Unidas sobre la Tortura, la Sra. Sigma Huda, Relatora Especial para el Tráfico de personas y el Sr. Heiner Bielefeldt, Relator especial sobre temas de libertad de religión o creencia.
En la antigua China se creía que el bien era retribuido con el bien y que el mal sería castigado. En la actualidad, Jiang Zemin y su facción parecen estar recibiendo lo que han generado.
La celebración en Cuba del nuevo aniversario de sus relaciones con China ocurre en un momento clave de la historia en que el PCCh se enfrenta a una inminente desintegración y colapso sin precedentes. Hoy en día más 221 millones de personas han renunciado al PCCh y sus organizaciones afiliadas.
Los estrechos lazos del régimen comunista cubano y el régimen comunista chino solamente sirven para atar el destino del primero con el segundo, el día que el PCCh colapse y los criminales enfrenten su castigo.
La Gran Época